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Ensayo Episte 2015
Ensayo Episte 2015
Hipótesis:
Pero el progreso de la ciencia no ha llegado de igual manera a todos los rincones y a todos los
habitantes de nuestro planeta, por lo tanto no ha constituido un progreso para toda la humanidad,
sino que, este progreso se da de una forma muy desigual.
Ademas la siguiente apreciación deja claro el “lado oscuro de la ciencia”: “El siglo XX vio el triunfo
de la ciencia – culminando con la huella del hombre en la Luna – tanto como su capacidad
para permitir a la humanidad autodestruirse. Durante la primera parte de ese siglo, el
movimiento eugenésico buscó mejorar a los seres humanos a través de cría selectiva,
justificando la esterilización de personas mentalmente incapacitadas. Durante la Segunda
Guerra Mundial, bombas atómicas, - derivados aterradores del genio de Einstein, el científico
más famoso de todos-, cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón. Hoy, el poder de la
informática e Internet amenaza la vida privada, mientras estamos al borde de convertir en
inhabitable a nuestro planeta”.
Justificación:
¿Por qué se aborda ese problema?- porque este tema es importante?
Decidimos abordar este problema, debido a que consideramos que el tema en cuestión es una
temática que se mantiene vigente a lo largo del tiempo, la cual ha generando constantes inquietudes
ya que, se cuestiona constantemente el progreso de la ciencia y su incidencia sobre la humanidad.
La ciencia ha transformado nuestro mundo moderno de forma profunda y espectacular, además de
haber sacudido aspecto varios de nuestras vidas, que es imposible escapar a su alcance, ya sea
para bien o para mal.
Desarrollo
Argumentación
Para comenzar con el desarrollo de este ensayo debemos definir algunas cuestiones tratadas en
este, como lo es el concepto de “Ciencia”, la cual es definida por la Real Academia Española como:
“Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente
estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”.1
Esther Díaz, por su parte hace referencia a los sectores de la comunidad científica incluyéndolos en
su concepción de la ciencia:
"(...) ciencia es un término de mucho mayor alcance que conocimiento científico.
El conocimiento científico, entonces, forma parte de la ciencia. Pero la ciencia es más abarcativa,
pues comprende también las instituciones gubernamentales y privadas que invierten en investigación
científico-tecnológica, las universidades e institutos de investigación, las editoriales de temas
científicos y, por supuesto, la comunidad científica, que está constituida por investigadores, editores,
periodistas especializados, divulgadores científicos, docentes, alumnos, técnicos, metodólogos y
epistemólogos[2]
[2] Metodología de las ciencias sociales. Díaz, Esther. Capítulo I Pag. 20. Buenos Aires. Biblos,
1997.
Mientras para Karl Popper: “la ciencia es independiente de los sujetos cognoscentes; por tanto, el
conocimiento científico nace de los problemas y no de la verificabilidad de hechos empíricos;
cualquier pretensión de usarla como principio de sentido, conduciría la ciencia a su aniquilamiento”.
Popper considera el progreso científico no como la acumulación de observaciones, sino como "el
repetido derrocamiento de teorías científicas y su reemplazo por otras mejores o más satisfactorias"
(4) Popper, Karl R. Conjeturas y refutaciones… Op. Cit. p. 264.
Tal derrocamiento no acaece de súbito, sino gracias a los esfuerzos de los científicos por diseñar
experimentos y observaciones interesantes con el fin de testar (corroborar) las teorías,
especialmente las teorías nuevas. En tal sentido, Popper propone un método alternativo al
inductivismo: la interpretación deductivista, denominada falsación, método que sirve no sólo como
criterio de demarcación, sino también como mecanismo para poner a prueba teorías buscándoles
falsadores potenciales y facilitar, en últimas, el crecimiento de la ciencia (5). Cf. García Duque,
Carlos Emilio. Introducción a la lectura de Popper. Revista Cuadernos filosóficos literarios. No. 11,
2002.
Para llegar a una buena teoría, Popper propone una metodología que parte de la investigación de
problemas que se esperan resolver. Frente a ellos se ofrece una solución tentativa a través de la
formulación de teorías, hipótesis, conjeturas. Las diversas teorías competitivas son comparadas y
discutidas críticamente con miras a detectar sus deficiencias. Finalmente, surgen los resultados de la
discusión crítica, lo que para Popper se denominaría "ciencia del día" (6). Cf. Popper, Karl R.
Búsqueda sin término; una autobiografía intelectual. 3 ed. Madrid: Tecnos, 1994. pp. 115 – 116.
Para Popper, por tanto, la ciencia es un conocimiento hipotético y conjetural.
Toda teoría debe someterse a tests; con todas las armas de nuestro arsenal lógico, matemático y
técnico, tratamos de demostrar que nuestras hipótesis son falsas; la teoría que resista la mayor
cantidad de tests cruciales, puede considerarse como una buena teoría científica; es decir, una
"teoría que nos dice más, o sea, que contiene mayor cantidad de información o contenido empírico;
que es lógicamente más fuerte; que tiene mayor poder explicativo y predictivo; y que, por ende,
puede ser testada más severamente comparando los hechos predichos con las observaciones" (7).
Popper, Karl R. Conjeturas y refutaciones… Op. Cit. p. 266 – 267.
“La ciencia progresa mediante el ensayo y el error. Debido a que la situación lógica hace imposible la
derivación de leyes y teorías universales a partir de enunciados observacionales, pero posible la
deducción de su falsedad, las falsaciones se convierten en importantes hitos, en logros
sobresalientes, en los principales puntos de desarrollo de la ciencia”. Extraído de: Chalmers ¿qué es
esa cosa llamada ciencia”.
“El progreso de la ciencia, tal y como lo ve el falsacionista, se podría resumir de la siguiente manera.
La ciencia comienza con problemas, problemas que van asociados con la explicación del
comportamiento de algunos aspectos del mundo o universo. Los científicos proponen hipótesis
falsables como soluciones al problema. Las hipótesis conjeturadas son entonces criticadas y
comprobadas. Algunas serán eliminadas rápidamente. Otras pueden tener más éxito. Éstas deben
someterse a críticas y pruebas más rigurosas. Cuando finalmente se falsa una hipótesis que ha
superado con éxito una gran variedad de pruebas rigurosas, surge un nuevo problema,
afortunadamente muy alejado del problema original resuelto. Este nuevo problema exige la invención
de nuevas hipótesis, seguidas de nuevas críticas y pruebas. Y así el proceso continúa
indefinidamente. Nunca se puede decir de una teoría que es verdadera, por muy bien que haya
superado pruebas rigurosas, pero, afortunadamente, se puede decir que una teoría actual es
superior a sus predecesoras en el sentido de que es capaz de superar pruebas que falsaron éstas”.
Extraído de: Chalmers ¿qué es esa cosa llamada ciencia”.
Thomas Kuhn desde su perspectiva historicista de la ciencia, toma en cuenta conceptos claves para
su tesis, como los son “enigmas”, “anomalías” y “revoluciones científicas”, englobando su propuesta
en la definición de “ciencia normal”, “ciencia extraordinaria” y la concepción de “paradigma” definida
por Kuhn como: "realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante mucho tiempo,
proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica" (10) Kuhn, T.S. La
estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica, 2001. p. 13.
Se ha generalizado, desde los años sesenta de este siglo, la conclusión resultante de que una
concepción más adecuada de la ciencia debe originarse en la comprensión del entramado teórico en
el que tiene lugar la actividad científica. Extraído de: Chalmers ¿qué es esa cosa llamada ciencia?”.
Para Kuhn: el progreso se da cuando no existe pluralismo ni competencia, entre las comunidades
científicas en una lucha de sobresalir una por encima de la otra.
Kuhn vs Inductivistas:
La alternativa de Kuhn al progreso acumulativo, que es la característica de las concepciones
inductivistas de la ciencia, es el progreso a través de las revoluciones. Según los inductivistas, el
conocimiento científico aumenta continuamente a medida que se hacen observaciones más
numerosas y más variadas, permitiendo que se formen nuevos conceptos, que se refinen los viejos y
que se descubra entre ellos nuevas y justas relaciones. Desde el particular punto de vista de Kuhn,
eso es un error, porque ignora el papel que desempeñan los paradigmas guiando la observación y la
experimentación. Es precisamente porque los paradigmas tienen esa influencia omnipresente sobre
la ciencia que en ellos se practica por lo que su reemplazo por otro debe ser revolucionario.
La ciencia como progreso, (…)”la humanidad está cada vez más sometida a una innovación técnica,
que unida a la lógica capitalista, no se detienen ante ningún límite”. Dr. Jesús Rodolfo Santander -
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
http://www.observacionesfilosoficas.net/tradicioninovacion.htm
El progreso en la ciencia -y la tecnología- debería suponer una mayor capacidad para ayudar a
resolver los grandes problemas humanos, o atenuar los enormes desequilibrios que son propios del
mundo de hoy. http://www.oei.es/salactsi/nunez05.htm
Eso, desde luego, no depende sólo de la ciencia y los científicos. El problema es que la ciencia es un
fenómeno social. La actividad científica es una actividad humana entre otras y está enlazada con las
restantes dimensiones de lo social: política, económica, moral, entre otras.
Según Mendelsohn (1977) "La ciencia es una actividad de seres humanos que actúan e interactúan,
y por tanto una actividad social. Su conocimiento, sus afirmaciones, sus técnicas, han sido creados
por seres humanos y desarrollados, alimentados y compartidos entre grupos de seres humanos. Por
tanto el conocimiento científico es esencialmente conocimiento social. Como una actividad social, la
ciencia es claramente un producto de una historia y de un proceso que ocurre en el tiempo y en el
espacio y que involucra actores humanos. Estos actores tienen vida no sólo dentro de la ciencia, sino
en sociedades más amplias de las cuales son miembros". (p.3).
Sin embargo, la inmensa mayoría de la Filosofía de la Ciencia ha carecido de una comprensión
social de la ciencia. Centrada en la verdad, el método, la racionalidad y otros temas semejantes, ha
prestado poca atención a las sociedades donde esos procesos tienen lugar.
Por ello para la teoría que viene de Marx los problemas políticos, económicos, morales, no son
ajenos a la ciencia. Las relaciones ciencia-sociedad no son instancias que interactúan a distancia.
La ciencia -y la tecnología- son procesos sociales y su funcionamiento y desarrollo es impensable al
margen del contexto social que los envuelve y condiciona.
Esta perspectiva enriquece el ideal de la racionalidad científica. No basta con plantear metas
cognitivas sino de enlazarlas con otras de carácter social y humano. La selección de problemas y las
estrategias para resolverlos deben tener en cuenta los intereses humanos más amplios. El
planteamiento de fines a la ciencia no cabe en la sola idea de "la búsqueda de la verdad". También
hay que buscar el bienestar humano.
Hay progreso en la ciencia pero no es lineal, ni acumulativo, ni simple. Además, el progreso científico
debe también medirse en el cumplimiento de los ideales sociales y humanos de la ciencia.
La ciencia (y mucho más la tecnociencia) no es sólo una actividad teórica, es una actividad social,
institucionalizada, portadora de valores, cultura. Hay que comprender la inscripción histórica, social y
cultural de la ciencia.