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VAMOS A CALENTAR EL SOL

Capítulo 5: “Soñar”:

Un día, Maurice vino a visitar a Zezé cada noche. Siempre estaba muy elegante. Se interesaba
de todo acerca del niño, le observaba el rostro y comenzaba a preguntar.

Zezé le cuenta a Maurice de su “Portuga” y de la “Guerra del uniforme, en la que él se había


puesto rebelde y se desabrochaba el uniforme porque daba mucho calor, falta de aire y dolor
de cabeza. Los Hermanos estudiaron el caso y resolvieron no castigarlo, sino que permitirían
que cada alumno lo use como quiera y el año siguiente sería rediseñado.

Zezé había robado un poco de veneno porque muchas veces sentía deseos de morir. Fayolle le
dice que le dé la piedra a cambio de muchos caramelos holandeses con figuritas. Fayolle lo
llamaba, además de Chuch, “Coeurd´or” (corazón de oro).

Maurice avisa a Zezé que por 1 semana no podría venir a visitarlo. Maurice lo llama “Monpti”
que es la abreviatura de Mon Petit (mi pequeño).

Capítulo 6: “Vamos a calentar el sol”:

Un día, Adán invita a Zezé a calentar su sol, el que nace en el corazón de cualquier hombre. El
sol de la esperanza y el que entibia nuestros sueños. Lo hace porque el sol de Zezé es uno
triste, cercado de lágrimas, débil, medio tonto. Para hacerlo sólo debe querer, descubrir que la
vida es linda y que el sol fue dado por Dios para aumentar todas esas bellezas.

Zezé le cuenta a Adán que en la Misa, en el medio del canto, se durmió el Hermano José.
Despertó cuando todos estaban arrodillados y comenzó a cantar con un gran vozarrón. Todos
se rieron menos Fayolle (al cual Adán le dice que es “ángel”).

El padre de Zezé será operado y su familia se irá a Río por 2 meses. En ese tiempo, Zezé
quedaría internado en el Colegio de San Antonio y nadie controlaría sus estudios. Además, el
niño decidió NO estudiar más piano, por lo que la madre le dijo que nunca más podría abrirlo.

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