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La clase de religión o como se llame.

Apunte 8

“Nosotros somos sembradores, no recolectores y esta es la profesión del profesor de religión,


sembrar. La recolecta ya la hará otra persona y en último término, la sociedad, porque habrá
mucha gente de bien que este por estos mundos”

Con una mano en el corazón, siempre se lo pregunté a mis directivos, ¿puedo desarrollar una
catequesis con 35 alumnos? Puedo llevar acabo un encuentro catequístico en un aula donde no
tengo espacio para moverme, ¿es el lugar indicado?, ¿es el horario adecuado las 7.10 de la
mañana cuando se despiertan a las 10? por lo tanto siguen con intención de dormir y yo tratando
de generar un ruido para que despierten, o en la última hora donde ya tienen la mochila cerrada
porque se quieren ir. ¡Y qué decirles cuando es hora extraescolar!
Entonces creo que nuestra catequesis se convierte en una clase muy a pesar nuestro, muchas
veces obligados por las circunstancias, tener a los chicos y jóvenes ocupados que no anden sueltos
por el colegio, que no hagan ruido, que se mantengan quietitos llevalos a rezar y un sinfín de
tonterías que nos van cargando sobre nuestras espaldas y que no tienen nada que ver con lo que
debería ser nuestro espacio de trabajo, de reflexión, de educación, de encuentro con Dios. Porque
básicamente debería ser eso un encuentro, no una clase.
Cómo llamar la atención de los alumnos, como provocar ese deseo de Dios que existe en el
corazón pero que a veces ni siquiera sospechan que esté, como me acuerdo siempre de San
Agustín, lo andamos buscando por todas partes y está dentro de nosotros. Cómo motivar, hacer
participar, poner a Dios en sus vidas, encontrar al amigo incondicional en Jesús, como mostrar a
María como imagen de mujer, madre, compañera, y que decir del Espíritu Santo como
participarlos del Amor que une a esa comunidad divina, cómo hacerles descubrir que somos
sagrarios con dos piernas, dos manos y un cerebro que funciona al compás del corazón. Cómo
saciar las preguntas vitales que rondan sus cabecitas cuando se impone la critica a una Iglesia que
no siempre es la que quiero pero si la que amo. Y que decir cuando estas explicando un tema y te
tiran con las riquezas del Vaticano y se te terminan los escasos 45 minutos o si tenés suerte los 60,
en donde 20 tratas de poner orden o contestar preguntas que dejó picando la profesora de otra
hora y quieren con impaciencia todo ya y ahora. Como hacer de nuestras clases lo que debe ser
UN ENCUENTRO. Y no un encuentro con la profesora o el profesor, un encuentro con el Dios de la
Vida que nos llama a ser felices, y el niño llora por su familia, por la salud de alguien y el
adolescente sufre la soledad, el aislamiento o la realidad que se le impone a cachetazos y no
entiende porque si Dios quiere que sea feliz él es el más infeliz de su grupo. Como sacarlos del
celular, de la serie que sigue todas las noches, del boliche del finde,(¿hay que sacarlos o tenemos
que incluirnos?) de la salida con su papá y su nueva novia, o el castigo que le impartió el novio de
su mamá, o la orden judicial que nos cayó en el cole porque esa nena tan sumisa es abusada por
su abuelo o golpeada por su mamá. Y nosotros les tenemos que hablar de Dios, o mostrárselo o
por lo menos recordarle que a pesar de todo es amada, amado por alguien, alguien que no ve ni
siente…que rompecabezas…¿no?
A modo de introducción para el material nuevo y para no recargarlos con mi experiencia personal
quiero compartir con ustedes algunos puntos que me parecen muy importantes y que se los
resumo de un libro que siempre llevé a mis presenciales en Haedo para trabajar algunos puntos, y
este año no lo he abordado ya que por el cambio de plan tendrán la materia pedagogía de la
catequesis y me pareció que sería anticipar lo que van a ver con más profundidad y seguramente
mejor, pero no puedo dejar de lado a una persona que marcó mis inicios y al que tengo siempre
presente, una vez les dije que cuando la teoría se hace vida uno se olvida de quien toma esa teoría
y la hace propia, a medida que fui profundizando mi hacer docente vi como las primeras
enseñanzas de Francisco De Vos se fueron haciendo mías (nada de original la profe jaja)
lógicamente que uno va dándole su impronta personal y va profundizando sus búsquedas pero el
maestro nos marca y cuando está guiado por el Maestro mucho más. En lugar de pedirles que lo
lean (pueden hacerlo eh) les voy a transcribir algunos párrafos, yo sigo descubriendo cosas nuevas
cada vez que lo leo y voy reconociendo cuantas cosas tengo incorporadas naturalmente de él, de
tanto leerlo, vivirlo “experienciarlo” creo que invente el término.
En la parte 2 del libro Metodología catequística, Ed. Claretiana. Habla de Fidelidad a Dios y
fidelidad al hombre les resumo la fidelidad al hombre donde detalla las características de la
catequesis y que sin lugar a dudas son características que deberían tener nuestros encuentros-
clases y que nos ayudarán a ver y pensar si es posible, mejor dicho si lo podemos hacer posible en
el marco de las instituciones que ustedes habitan o habitarán.
Al hablar de la pedagogía como ciencia que avanza y nos ayuda dice: “El ser humano es un ser
complejo que busca trabajosamente su unidad. Los diversos aspectos del hombre tienen que ser
tratados armoniosamente, como las cuerdas de una guitarra. Por eso ningún método pedagógico
puede ser parcializado en uno u otro aspecto; todos los métodos tienen que incorporar cada uno
de los aspectos en un conjunto. Esta complejidad la respeta también Dios. Él nos educa teniendo
en cuenta nuestra libertad, nuestra inteligencia, nuestros afectos, nuestros intereses, etc.
…Las exigencias pedagógicas emergentes en la fidelidad al hombre –por la realidad de la
Encarnación- se volvieron igualmente válidas y obligatorias desde el punto de vista de la fidelidad
a Dios”…
Y enumera esas exigencias:
La catequesis es diálogo. “El diálogo es contenido y al mismo tiempo método de la catequesis. La
vida íntima de Dios es diálogo entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La Revelación es diálogo
entre Dios y los hombres y la catequesis es el aprendizaje de este diálogo. El método catequístico
es un método dialogal…
El catequista debe saber suscitar y ordenar el diálogo por medio de una actitud abierta,
participativa e interesada…una condición fundamental y frecuentemente olvidada es que el
catequista sepa escuchar…debe saber proponer al grupo las preguntas y cuestiones que se
plantean individualmente para que sean reflexionadas y enriquecidas en el seno de la pequeña
comunidad catequística… esta actitud de diálogo entre Jesús y nosotros supone también tener
muy claro que las palabras de Jesús no son nunca un punto final al diálogo, como si fueran
soluciones mágicas de los problemas. El diálogo continúa y es incentivado por la palabra de
Jesús”.
El juego en la catequesis. “Todo aprendizaje es, en el fondo, una actividad lúdica… jugar es una
forma de ensayar la vida en un ambiente y un espacio protegido, un espacio y un tiempo
determinados… la simbolización que se hace en el juego facilita el enfrentamiento con situaciones
conflictivas y transfiere el mecanismo de cambio a la vida real. Por eso empezar el encuentro
catequístico con un juego es una buena costumbre…esta introducción lúdica no debiera ser un
capítulo aparte…de alguna manera la atmosfera creada por el juego en la introducción se conserva
a lo largo de todo el encuentro… “
La catequesis y los sentidos. “Vivimos en un mundo audiovisual…todo lo que aprendemos, aun lo
más elaborado intelectualmente, ha sido procesado a partir de las cosas que sentimos, que
vivimos, que oímos, que palpamos, que gustamos, que olimos… los estudios y la práctica nos
enseñan que los sentidos son mucho más importantes en el aprendizaje de lo que se creía… la
propuesta de la fe se hace por medio de signos sensibles…lo sensible no se opone a lo espiritual:
se hace portador y signo…una catequesis puramente intelectual y abstracta no puede lograr su
cometido…”
La catequesis y la inteligencia. “Todos los aportes de los sentidos se concentran en la facultad
espiritual de la inteligencia. Ella los elabora, sintetiza y nos hace capaces de razonar aún más allá
de lo puramente visible. Por eso la Revelación nos habla a nuestra inteligencia. El mensaje de
Jesucristo es en primer lugar un llamado, una invitación. Pero como este Mensaje abarca al ser
humano en su totalidad, se dirige también a su inteligencia… La catequesis es enseñanza:
explicación de verdades, profundización de razones, comprensión de la doctrina…pero siempre el
método ha de tener en cuenta el desarrollo progresivo de la inteligencia y las capacidades propias
de cada individuo… Nunca puede evaluarse la profundidad de la fe a partir del conocimiento
intelectual…la inteligencia de la fe nos orienta a un conocimiento personal de Dios y de los demás,
a la luz del amor y de la comunicación mutua…la catequesis apunta a la sabiduría y al
conocimiento propio del amor que introduce en el Misterio”.
La catequesis y la afectividad. “El supremo fin de la catequesis es la unión de los hombres con
Dios en el amor. Ahora bien, los afectos son como la materia prima del amor. El amor humano no
es puramente espiritual sino que conjuga todas las riquezas de los afectos instintivos y nos
permite crecer ordenadamente bajo la guía de las facultades espirituales” “…el catequista educa
en el amor no tanto con lo que dice sino con su propio testimonio. Por eso debe estar siempre
atento a la Palabra de Dios en el Evangelio y transmitirla como Mensaje de la Buena Nueva del
amor de Dios. Además tiene que ayudar a hacer crecer y pulir los afectos en todo sentido…
prestar atención al amor filial…al amor fraternal…al amor de la amistad…el amor de noviazgo y el
amor matrimonial”
La catequesis y la voluntad. “La catequesis también tiene que apelar a la voluntad…por medio de
ella el hombre es capaz de constituirse en responsable de su propia vida y capaz de realizar actos
verdaderamente libres… la cumbre de la actividad afectiva está en el acto de la voluntad que es
libre y que construye nuestra personalidad desde adentro. La voluntad nos ayuda a tomar
decisiones de una manera justificada, a ser fieles con total firmeza y a contraer compromisos con
responsabilidad. Por eso también tienen que ser educada y fortalecida”.
La catequesis y la memoria. “de una cultura oral hemos pasado a una cultura escrita. Por eso
nuestra memoria son los libros… la catequesis tienen la característica de ser recuerdo de
Jesucristo, memoria del Pueblo de Dios, anamnesis. De ahí la importancia extrema de la memoria,
pero no en el sentido de memoria mecánica, sino de recuerdo y celebración en la fe de la Historia
de la Salvación realizados ´por la comunidad creyente. Todo acto de fe es una participación en la
memoria del pueblo de Dios… ¿Qué hay que aprender de memoria?... 1) el punto de partida
2) la experiencia. 3) el análisis doctrinal.
El punto de partida del aprendizaje es la escucha de la Palabra Viva del Señor, luego la experiencia
personal y comunitaria de esa Palabra y por último, el análisis de la doctrina cristiana en la que
convergen y se organizan ambas experiencias… las fórmulas que se tienen que memorizar deben
ser primero explicadas y comprendidas y recién entonces pueden ser memorizadas, no son el
punto de partida sino el punto de llegada. Esto no quiere decir que nunca se pueda memorizar
ninguna fórmula u oración sin que sea perfectamente comprendida…pero al mismo tiempo
sabemos que durante toda la vida tenemos que profundizar e interiorizar el sentido del Padre
Nuestro (por ejemplo)”.
La catequesis y la libertad. “Si en algo el hombre se parece a Dios es seguramente en la libertad…
toda nuestra vida es una vocación a la libertad. Dios nos llama a ser libres. La catequesis tiene
que ayudar a hacer crecer en esta libertad…si la catequesis se convierte en espacio donde no se
percibe la alegría de la libertad no está orientado adecuadamente. Si la disciplina se tiene que
mantener con gritos y amenazas, no es cristiana. Si las grandes obligaciones de la vida cristiana
son impuestas de una manera opresora y no suscita un clima de amor y libertad, no son auténticas
y no cuadran en el marco del Evangelio”
La catequesis y el método activo. “…Si la catequesis es “activa” tenemos que saber también que
clase de actividad requiere para conseguir su fin. Aunque el bullicio de la fiesta, del canto y del
baile no le son extraños, y aunque haya juegos y competencias ruidosas y actividades que son
cansadoras, todos ellos caben en este metido de enseñanza, a condición de que no quiten al grupo
el único resto de calma y quietud que le queda… hay que procurar que el grupo no se vuelva
incapaz de entrar dentro de sí mismo en un espacio de tiempo razonable…son actividades que los
ponen en contacto con Dios y a la escucha de la Palabra, que disponen nuestro corazón para ir al
encuentro del Señor en el silencio de nuestra interioridad”.
La catequesis y la motivación. “Nuestra vida de fe es una relación íntima entre el corazón del
hombre y las intenciones de Dios, es un diálogo de amor. El catequista debe reconocer en primer
lugar los intereses delos catequizandos en relación con los temas que desarrolla la catequesis.
Una catequesis del “interés” que trabaja sobre la motivación no selecciona al azar, y conforme las
ocurrencias del catequizando, los temas a desarrollar, pero sin embargo puede preestablecer un
orden lógico que tenga en cuenta los interrogantes y las inquietudes propias de los destinatarios…
catequesis situacional, se parte de una situación en la cual el catequizando se siente
“involucrado”, se la ilumina con la luz de la Palabra y se propone su transformación según el
espíritu cristiano…estos principios nos ayudan a construir una comunidad creyente que sabe
interpretar los signos de los tiempos”.
La catequesis y la experiencia. “la catequesis es experiencial, toda catequesis debe basarse en
una experiencia vital que se desarrolla de una manera irrepetible en cada individuo y en cada
comunidad concreta… El cristiano construye su existencia a través de experiencias que lo van
enriqueciendo y que se van haciendo tramas decisivas de su vida. La catequesis ilumina
constantemente estas tramas o eslabones para hacer con su andar el camino cristiano…porque la
experiencia de vida lo enriquece constantemente y lo obliga a confrontar continuamente las
nuevas experiencias con la fe que le ha sido anunciada…el contenido y el método de la catequesis
de iniciación tienen que tener en cuenta esta proyección hacia la catequesis como itinerario
permanente…el itinerario permanente nos obliga a la revisión constante. No puede estar limitada
al contenido escueto y el método estereotipado de un librito, por más moderno que sea, sino que
tienen que estar en continua confrontación con la experiencia vital de los hombres y con su
capacidad de tomar decisiones y de transformar su propia vida”.
Una catequesis personalizada. “Todo lo que atañe a la persona humana se vincula y unifica en el
corazón del hombre viviente. Los sentidos y la inteligencia, los afectos y la voluntad, etc., todo
forma parte de una estructura de base en el cuerpo del hombre, regido y unificado por su espíritu.
La capacidad de ver el mundo se transforma en admiración, conocimiento científico y acción de
gracias. La capacidad de sentir y de apreciar las cosas materiales se transforma en amor que se
compromete y se hace capaz de dar vida por el hermano… La visión personalista incluye también
el aspecto comunitario y social del hombre, ya que éste se realiza en relación con los demás… Para
realizar una catequesis centrada en la persona hace falta presentar la Palabra de Dios como una
llamada a la persona humana a entrar en comunión e intimidad con él. Hace falta presentar los
sacramentos como otros tantos encuentros personales con Cristo. Hace falta presentar los
mandamientos como llamados de Dios a vivir en su amor y en el amor al prójimo. Y la oración
como diálogo amistoso entre la persona humana y su Dios. También las cosas humanas y
terrestres deben estar integradas en el vivir y en el destino del ser humano. La naturaleza y todo
lo que el hombre saca de ella son destinadas a secundar a la humanidad para conquistar su
destino y deben integrarse en su vocación”.

Y si…quizás estos puntos no responden todas las preguntas que me fui haciendo al comienzo pero
si hay muchos puntos que abren caminos, búsquedas, prácticas, posibles soluciones. Creo que la
respuesta a todas las dudas o posibles soluciones la encontramos al apropiarnos del modo de
Jesús. A veces la angustia del momento, la zambullida en una problemática, las corridas nos hace
perder de vista y desorientarnos un poco. Pero volver a la fuente, ubicarme en mi rol, abrazar mi
fe y responder al llamado nuevamente me hace no perder de vista lo más importante: soy
portador de un mensaje, soy mensajero de una Buena Nueva, que debo recrear y transmitir
siempre.
Vuelvo a repetirme, porque cuando se quiere fijar una idea se repite una y otra vez como
intentando seguir construyéndome y construir a otros.

¿Ponemos el modo de Jesús en nuestras clases?, si lo hacemos, si hacemos presente su modo,


seguramente la clase se transforma en encuentro. En abrazo comprensivo, en silencio edificante,
en búsquedas compartidas, en escucha y empatía. Él se hace presente a través de mi pequeña y
frágil naturaleza, en mi especial carácter, en mi individual e inconfundible forma de ser como cada
uno de los participantes que reúne ese salón…
Soy una defensora de la búsqueda del lugar apropiado para el encuentro. Me encontraron
muchas veces en el patio de los pinos, en la plaza de enfrente del colegio, en la biblioteca, pocas
veces sobre todo a principio de año en la capilla, hasta que los grupos me pedían a gritos ir…(eso
me encantaba había despertado en ellos la necesidad del espacio sagrado) aunque trataba de
hacerles ver que todo se transforma en sagrado cuando lo ponemos a Dios en él, empezando por
sus propias vidas, pero es cierto que la capilla o el templo guardan esa simbolización de la
exclusividad nos parece que solo ahí está, por eso el lugar preferido para mis grupos era a los pies
del Sagrario y que decir cuando nos sentábamos rodeando la patena con Jesús Pan, son momentos
que se prendieron en mi corazón como abrojos de amor y misterio presencial que nunca podré
olvidar. Lógicamente que todo esto se consigue a lo largo de un trabajoso camino itinerante para
que todo tenga sentido y se viva. Y “bancarse” y respetar al que no quiere hacer ese camino y se
ubica como simple espectador, convencida de que todo queda, el que trabaja es Dios en su
infinita bondad y libertad, somos simples instrumentos. (Nuevamente repitiendo esto Stellaaa, y
sí).
Llegar a entender la dinámica grupal, como se relacionan, como se hablan, donde su ubican, ver el
manejo de los lugares que cada uno tiene, como se llaman como se relacionan nos dan indicios de
cuál es la metodología que debemos usar para ese grupo determinado. Buscar sus intereses para
llegar a través de ellos, a veces es la música, el juego, a veces textos de autores que les interesa,
una buena película que aborda algo que está pasando, le tele misma. Hasta ejercicios de
concentración he utilizado hasta hacerles visualizar un texto evangélico, las cosas que han surgido
es impresionante, pero eso sí, el manejo de cada cosa que se utiliza debe estar bien medido y
estudiado por el docente que lo emplea porque muchas veces puede transformarse en armas
peligrosas disparando un descontrol que no somos capaces de contener, si tenemos temor o nos
sentimos inseguros más vale abstenerse.
Todo bien utilizado y con criterio general de la realidad que tengo en nuestras manos son buenos
disparadores para poner el mensaje de Jesús en nuestras vidas. Yo por lo general evitaba todo lo
que a mí misma me aburre pensando que a ellos igual pero la brecha generacional se siente y al
formar un grupo de animadores y darles participación en la preparación de las convivencias,
momentos de oración o encuentros de jóvenes dentro del colegio, me hicieron descubrir que
aquello que para mí era una lata a ellos les encantaba y me permitió estar siempre actualizada
(reconozco que mis hijos también contribuyeron bastante) cada vez que me pasaba algo que no
entendía recurría a ellos corriendo y me aclaraban el significado. Cuando ellos ya no estaban cerca
recurría a colegas jóvenes que compartían códigos, modas o la realidad juvenil más cerca que yo y
me ayudaban a interpretar, descifrar, decodificar…
Decimos con frecuencia que cada persona es un mundo, entonces siempre digo que cada aula es
un universo, tan dispar, tan variado tan rico en diversidad y tan poco explorado a veces, ese
terreno sagrado conformada por tantas otras tierritas son el desafío que cada año asumimos
frente al cual debemos sembrar y esperar. Cuando la tarea se torna rutinaria, agotadora, sin
alegría por lo que se está haciendo, debemos parar y cuestionarnos, no al grupo, a nosotros
personalmente. Muchas veces sentí que en lugar de pisar tierra al abrir algunas puertas de aulas
me tiraba al mar… (Nunca me gustó meterme en él, si mirarlo y disfrutar de su visión y escucharlo
pero bañarme en él no, debe ser por eso que la sensación me angustiaba) La tierra es, aunque
inhóspita muchas veces como más segura. Cada vez que me ocurría eso recordaba el pasaje de los
amigos de Jesús en la barca, despertándolo desesperados porque se hundían… pocas veces nos
damos cuenta que es lo que generamos con nuestras actitudes, palabras o gestos. Cuantas veces
terminamos haciendo lo que criticamos ¿no?, como niños caprichosos reclamamos pero no vemos
más allá de nosotros. Cuantas veces nos centramos más en nosotros y dejamos a Jesús afuera.
El aula es nuestro terreno, la tierra sagrada que nos espera y desafía todos los días y a veces el mar
que prueba la fortaleza de nuestras barcas… cómo y dónde nos situamos será el resultado de
nuestra tarea.

Bueno, no quiero extenderme más. Les subo un texto de Marta Souto, sobre el aula escolar no
solo para ubicar nuestras clases o encuentros sino para pensar un poco más allá de lo que vemos y
ponernos en el lugar de los alumnos, en el nuestro y en repensar nuestras actitudes.
En el foro compartiremos las respuestas a estas dos preguntas: 1) ¿las características que
desarrolla De Vos como se viven en el aula hoy? (Los que trabajan desde su experiencia, los que
no, como la vivieron como alumnos o lo ven en alumnos cercanos)
2) Compartir una frase significativa del texto de M Souto y explicar porque la elegiste.

Tienen tiempo hasta el 12 de septiembre para participar del foro. Nos seguimos leyendo. Stella

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