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Copia de Manual de Derecho Internacional Publico Americano V
Copia de Manual de Derecho Internacional Publico Americano V
La rica experiencia que ofrecen los países de América Latina en el dominio del
reconocimiento se explica por su historia turbulenta, que puede interpretarse como
historia de incesantes guerras civiles y golpes de Estado que, como es natural,
implican inestabilidad de los gobiernos.
Su poder económico y su influencia sobre sus vecinos del Sur, han jugado un rol,
si no decisivo, por lo menos bastante importante en la formación y el desarrollo de
la institución del reconocimiento.
En virtud de las ventajas económicas y del poderío militar de los Estados Unidos,
el establecimiento y la supervivencia de los nuevos gobiernos latinoamericanos
llegaron, en la mayoría de los casos, a depender de la actitud de esa potencia hacia
el reconocimiento. Esto produjo que las relaciones entre los Estados
latinoamericanos y los Estados Unidos, tomaran un carácter no de coordinación,
sino de subordinación.
Doctrina Tobar
Basta decir que en Colombia, por ejemplo, ha habido más de 27 guerras civiles.
En Bolivia hasta 1898 hubo más de 60 alzadas y sublevaciones, en resultado de los
cuales fueron asesinados seis presidentes.
En Honduras, durante 125 años, el gobierno pasó de una mano a otras 115 veces.
En Venezuela tuvieron lugar más de 50 alzadas, durante 100 años después de la
conquista de su independencia hasta 1903. Entre 1830 y 1895 el Ecuador se regía
bajo dos constituciones. De manera que a la época donde aparece la doctrina Tobar,
existían realmente esas causas negativas contra las cuales él intentó luchar.
Esas cifras son suficientemente elocuentes y sin ninguna duda constituyen la señal
de alarma que lleva al doctor Tobar a buscar una solución que, según él, sería la
mejor.
B. Legalización de la Doctrina Tobar en Convenciones de Carácter Internacional
Como hemos señalado, uno de los rasgos principales de las doctrinas expuestas en
este trabajo consiste en que éstas han estado consagradas en documentos de
carácter internacional. La Doctrina Tobar adquiere una forma contractual en dos
convenciones suscritas por algunos países de América Central. La primera de esas
convenciones fue firmada el 26 de diciembre de 1907 por Costa Rica, Guatemala,
Nicaragua, Honduras y El Salvador.
Como veremos más adelante, existen entre esas dos convenciones ciertas
diferencias que daban a la segunda un carácter más estricto en cuanto a los cambios
violentos de gobiernos.
Artículo II: "Ningún gobierno de América Central podrá en caso de guerra civil,
intervenir en favor o en contra del gobierno del país donde la lucha tenga lugar".
En ese Artículo I se caracteriza la idea principal del Dr. Tobar, su proyecto, a saber
la intervención indirecta por medio del no reconocimiento en los asuntos internos
de los Estados que sufren cambios violentos.
A fin de tener una idea clara sobre lo que acabamos de decir, expondremos ciertos
ejemplos que, por su repercusión pueden ser considerados como los más
importantes durante el período comprendido entre los dos tratados. Ante todo, es
necesario subrayar que la actitud de los Estados Unidos sobre el Tratado de 1907
se hace más clara con la llegada al poder del Presidente Woodrow Wilson quien
hizo pública su solidaridad con el principio de no reconocimiento de los gobiernos
aparecidos por medio de violencia.
Después de la caída del dictador Porfirio Díaz de México, el cual durante más de
30 años gobernó el país, fue elegido Presidente de México en octubre de 1911
Francisco Madero, quien comenzó a ejercer sus funciones al mes siguiente.
En febrero de 1913, después de una serie de intrigas, en las cuales el papel principal
fue jugado por el Embajador de EE.UU., Henry Lañe Wilson, fue este hecho
prisionero por los jefes del ejército rebelde en la ciudad de México, a la cabeza de
la cual se encontraba el General Félix Díaz, sobrino del ex-dictador, quien lo obligó
a renunciar a la presidencia. Después de este incidente, el general Victoriano
Huerta, quien gozaba del apoyo del Embajador Americano y quien llegó a un
acuerdo con el General Félix Díaz, se hizo nombrar Ministro de Gobierno,
asumiendo así, conforme a la Constitución, la Presidencia de la República. El 22
de febrero de 1913 el expresidente Madero, todavía prisionero, fue asesinado.
Durante los meses de marzo, abril y mayo del 1913, el gobierno de Huerta recibió
el reconocimiento de: Inglaterra, España, China, Italia, Alemania, Portugal,
Bélgica, Noruega, Rusia y más tarde, por la mayor parte de las naciones latinoa-
mericanas. En agosto de 1913 el Presidente Wilson renunció a reconocer el
gobierno de Huerta, envió a México al exgobernador del Estado de Minnesota,
John Lind, en calidad de su agente confidencial que transmitió una nota oficial a
Huerta, firmada por Woodrow Wilson y dirigida "al personal que actualmente
posee la autoridad o ejerce la influencia en México".
Esta nota, que tenía por finalidad resolverlas divergencias existentes entre los
EE.UU. y el gobierno de Huerta, proponía lo que sigue:
La nota termina diciendo que: "El gobierno de EE.UU. una vez ello cumplido, se
obliga a reconocer y a ayudar de todas las maneras posibles al gobierno que será
elegido y establecido en México".
Este acto tenía por finalidad demostrar al gobierno de Huerta que los Estados
Unidos estaban dispuestos a no tolerarlo más. El presidente Wilson mismo al
intervenir en Veracruz, declaró entre otras que "se trata exclusivamente de un
asunto entre ese gobierno y una persona que se auto titula presidente provisional
de México v quien nunca le hemos reconocido bajo ninguna forma el derecho de
llamarse así". Y en su mensaje del 21 de abril, 1914 al Congreso, dice que la
ocupación de Veracruz por las fuerzas americanas fue un acto de represalia dirigida
únicamente contra el general Victoriano Huerta y sus colaboradores.
No existe ninguna duda que un factor de gran importancia en la caída del gobierno
de Huerta lo constituyó la política intervencionista del no reconocimiento del
gobierno del Presidente Wilson. Ahora bien ¿acaso Wilson fue consecuente en su
política de no reconocimiento de gobiernos surgidos por la vía no constitucional?
Muchos ejemplos demuestran que no fue así.
Las fuerzas rebeldes, a la cabeza de las cuales estaba el general Carranza, después
de haber obtenido batallas victoriosas obligaron a Huerta a dimitir el 13 de julio
de 1914. Un mes más tarde, entraron triunfalmente a Ciudad México y algunos
días más tarde el general Carranza se encargó del poder. Ese gobierno no era
constitucional, pero sí militar de tacto, proveniente de una revolución y ese
gobierno fue reconocido por Estados Unidos el 19 de octubre de 1915, lo cual vino
a romper el principio legitimista que tanto había elogiado al presidente Wilson.
Gracias al apoyo de Estados Unidos, éste fue reelecto para otro período de cuatro
años, violando de esta manera el artículo 3 de la Convención adicional al Tratado
General de paz.
Esta intervención, duró hasta 1925. En Guatemala, por otra parte, existía una
dictadura que duró de 1898 a 1920 a la cabeza de la cual se encontraba el general
Estrada Cabrera. Es así, como se presentaba el panorama de esos países durante el
período entre las dos convenciones.
Después de la celebración de ese tratado, hasta 1923, nos parece se pueden sacar
las conclusiones siguientes:
Secretario de Estado o Jefe Militar de alto rango, sea durante la ejecución del
golpe de Estado, de la revolución, o de las elecciones...
I
DOCTRINA ESTRADA
Ahora bien, como hemos señalado ya, esto no ha sido más que un motivo; las
causas tenían un origen más profundo y están íntimamente ligadas a la experiencia
histórica sobre e) reconocimiento de México, donde los ejemplos anteriores a la
apreciación de esta doctrina fueron el caso Huerta en 1913 y el de Obregón en
1921. Sin ninguna duda, las ideas de Estrada estaban orientadas hacia la
proscripción de la intervención bajo su forma cualquiera; todos los juristas que
hacen referencia a ese tema, están de acuerdo con esta opinión.
Así por ejemplo W. Newman señala que "la doctrina Estrada constituye una parte
de la contra política que se desarrollaba en México, en respuesta al programa del
presidente Wilson. C. Sepúlveda señala que la Doctrina Estrada es "una protesta
al gobierno de México contra la funesta práctica de utilizar el reconocimiento
como medio de obtener ventajas unilaterales determinadas, o en calidad de acto de
intervención en los asuntos internos de los países".
R. Nervo dice que "la Doctrina entraña el respeto de la igualdad jurídica de los
Estados y afirma el principio de la no-intervención".
Lazarev considera que "la Doctrina Estrada puede ser considerada como resultado
de la lucha de gobiernos de América Latina con los Estados Unidos sobre el
problema del reconocimiento".
Añade que "ella reduce a nada el rol de un compromiso que, por no ser siempre
necesario, no es menos útil".
Podestá Costa, refiriéndose a la doctrina Estrada dice: "sin ninguna duda, el
reconocimiento puede prestarse a abusos, pero uno no puede, a fin de evitar
excesos, recurrir a la supresión del reconocimiento".
Aquí vale la pena señalar que ciertos autores, entre ellos aquellos que destacan los
fines democráticos de la Doctrina Estrada, tratan ésta con cierta reserva, llegando
incluso a calificarla de ineficaz, señalando una serie de lagunas que ésta no acierta
a llenar.
Por otra parte, el mismo Lazarev reconoce que la Doctrina Estrada no elimina el
carácter de clase del reconocimiento. "La esencia del reconocimiento guarda su
carácter de clase independiente de la forma de su expresión".
Ese es un juicio correcto, pues si el reconocimiento no significa siempre la
aprobación del régimen interno del nuevo gobierno, el no reconocimiento deja
siempre a entender la desaprobación de ese régimen.
El hecho mismo de que la nota del señor Genaro Estrada no mencione los criterios
a seguir para establecer o continuar las relaciones diplomáticas con tal o cual
gobierno, demuestra la vulnerabilidad de esa doctrina. Como prueba de lo antes
dicho, es que en América Latina ha sido aplicada para reconocer diversos
gobiernos de carácter militar, dictatorial. Claro, las implicaciones negativas son
resultado de la mala interpretación de esta doctrina; pues como ha dicho el
Canciller mejicano en su telegrama enviado a la Embajada de México en
Argentina, el 19 de febrero de 1948; "Esa doctrina no obliga al reconocimiento
automático de gobiernos de facto, como se suele creer; tiene su fundamento en el
principio de no intervención en los asuntos internos".
Hay muchos ejemplos de adhesión de otros gobiernos a esta doctrina y que revelan
la influencia de la misma. En 1944 por ejemplo, el gobierno español al reconocer
el gobierno de Bolivia, declaró entre otros: "El gobierno español considera que de
acuerdo con la Doctrina Estrada, el cambio de gobierno constituye un asunto
interno del país en donde este acontecimiento tiene lugar... el único acto necesario,
de acuerdo con la tradición, es establecer relaciones diplomáticas normales entre
los dos países".