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Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?
Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo,
aunque a menudo sean causa de huracanes.
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para
caer en ella.
Hay pasiones que la prudencia enciende y que no existirían sin el riesgo que provocan.
Anónimo
Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado
nunca.
Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando
nos esclavizan.
Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría
verdaderamente peligrosas.
Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón.