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Derecho Penal Parte Gral - Unidad 6
Derecho Penal Parte Gral - Unidad 6
LA ACCION
• Concepciones; Causal, finalista y la teoría social. Los distintos puntos de vista sobre el
modo de concebir la conducta o acción, constituyen hoy el tema de mayor discusión en la
elaboración de las diferentes teorías del delito.
La Teoría del delito Tradicional, el causalismo, debe enfrentar los argumentos del finalismo. Según
Fontán Balestra, tercia en procura de la solución, la teoría social de la acción.
Concepto de Conducta para las Teorías del Delito Causalista. El Causalismo no ha tenido una sola
base filosófica; al analizar su evolución advertiremos nítidamente dos momentos filosóficos en los
que hace pie, el idealismo socrático y, el positivismo de corte newtoniano.
a) Causalismo Naturalista. Este se construyó como anticipamos, sobre la base filosófica del
idealismo socrático y el positivismo mecanicista (que viene de la Ilustración), tributario de las
concepciones de la física de newton. Para este pensamiento, es decir el positivismo mecanicista, “el
mundo” es una sucesión de causas y efectos, y “la conducta humana”, como parte del mundo,
también es una sucesión de causas y efectos. Esta es la base filosófica del esquema Litz-Beling
b) Causalismo Normativista. El segundo momento filosófico del causalismo tiene lugar cuando se
desecha el mecanicismo positivista, asumiéndose como reemplazo el Neokantismo de Baden(una
forma de idealismo), que pretendió “crear una conducta que sea propia del derecho penal”.
A la primera(mecanicismo positivista) se la denominó estructura clásica del delito o causalismo
naturalista, y a la segunda(Neokantismo de Baden) estructura neoclásica del delito, o causalismo
normativista, desarrollada principalmente por Mezguer y Frank, pero ambas positivistas.
“Para los dos Causalismo” la acción o conducta es una “inervación muscular”, o sea un movimiento
corporal voluntario, pero en el que carece de importancia “el fin” de ese movimiento, el paraqué o
porqué del movimiento corporal. Dentro de esta idea había acción o conducta homicida, cuando un
sujeto disparaba sobre otro “con voluntad de apretar el gatillo”, sin que se tenga en cuenta para nada
la finalidad que se proponía al hacerlo, y ello porque la finalidad “no pertenecía al estrato
conducta”, la finalidad pertenecía “al estrato culpabilidad”, bajo la forma de dolo o de culpa.
En otras palabras, acción o conducta era un movimiento corporal con voluntad de moverse, para
causar un resultado. Beling lo explicaba diciendo que acción era un comportamiento corporal
producido por el dominio sobre el cuerpo, es decir un movimiento corporal voluntario consistente
en un hacer (comisión, fruto de una inervación) o, en un no hacer (omisión, fruto de una distensión).
Necesario es ir aclarando que esto último es uno de los errores del causalismo, la omisión no tiene
que ver con el estrato conducta, sino con el estrato tipo ...no hacer algo, no moverse, “no es acción o
conducta”. No existe desde lo onto-ontológico la omisión, ya veremos que esto(la omisión) es un
tema del estrato tipo(ej. el abandono de persona, art.106).
c) Finalismo. Hoy es claro que la “conducta o acción” es algo distinto que un simple movimiento
corporal con voluntad de hacer un movimiento, ya que la “voluntad de hacer un movimiento” no
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existe por sí sola, sino que siempre está guiada por una finalidad de hacer ese movimiento
corporal, ...así cuando muevo un dedo no estoy actuando con la mera voluntad de mover el dedo,
sino de rascarme, señalar, juguetear, matar.
La voluntad sin contenido, es decir sin finalidad, no es voluntad, y la conducta humana sin
voluntad queda reducida a un simple proceso causal.
Crisis del Proceso Causal. Este concepto de conducta entendido como proceso causal, se tambaleó
fuertemente cuando el positivismo newtoniano que le servía de base, comenzó a mostrarse como
falso. Con los nuevos tiempos y la evolución científica, el mundo de la naturaleza dejó de
concebirse como una sucesión infinita de causas y efectos, ni la física (ej. la física cuántica)
pretendió conservar esta imagen, mucho menos el mundo humano.
A la acción o conducta humana, entendida como la causación de un resultado unida a una voluntad
que no era tal por faltarle la finalidad, la habían denominado sus partidarios “concepto naturalista
de la acción”, concepto que ya empezaba a no resultar tan natural. Era claro que este concepto
natural de la acción era un invento que nada tenía que ver con “la realidad” de la acción. Por
ej. la omisión, dijimos era mera distensión o relajación muscular, sin embargo la madre que no
alimenta a su hijo para que luego muere de hambre, no distendía ningún musculo si a la hora que
debía alimentar al niño se dedicaba a hacer gimnasia.
Si la conducta deja de ser un “mero proceso causal”, porque a la voluntad se le reconoce su
contenido, es decir la finalidad, el esquema Causalista se derrumbaba.
Insisto, una conducta sin finalidad carecía de voluntad y, en la realidad quedaba reducida a un
simple proceso causal...!!!
Mientras reinó el causalismo su Teoría del Delito se movía con comodidad, ya que en un esquema
en que el concepto de conducta escondía únicamente un proceso causal, resultaba sencillo entender
“al injusto” como la causación objetiva o física de un resultado dañoso, y a “la culpabilidad” como
la causación subjetiva o síquica de ése mismo resultado.
Si la conducta dejaba de ser un proceso causal porque a la voluntad se le reconocía su
contenido(es decir su fin, insisto, ya sea bajo la forma de dolo o de culpa), el esquema se
derrumbaba.
Insisto, claramente se advierte que una conducta sin finalidad, carece de voluntad, y queda reducida
a un simple proceso causal.
Al notarse esto, los partidarios del causalismo normativista en el empecinamiento de mantener su
esquema (todo lo objetivo al injusto, todo lo subjetivo a la culpa) no encontraron nada mas cómodo
que desechar la realidad y, de la mano del idealismo neokantista, “construyeron” o “crearon” un
concepto de conducta propio del derecho penal. Al igual que en el positivismo mecanicista(o
causalismo naturalista), la conducta era un hacer voluntario, pero esa voluntad no tenia contenido,
es decir carecía de finalidad, esta, la finalidad, insistían caprichosamente, recién se la encontraba en
el estrato culpabilidad.
Porque sucedió ello, reitero, porque se apartaron de la realidad, y como lo hicieron ?... recurriendo
al “idealismo” que admite teorías en que el conocimiento crea el objeto que conoce. Por esta vía
creyeron salvar el esquema Causalista y su concepto causal de la conducta.
• Critica a la concepción Causalista(importantísimo entender esto !!!): Es más que claro: toda
Teoría del Delito es un edificio, cuyo cimiento es el estrato conducta, y si la explicación del
mismo está equivocada, el edificio se derrumba, es lo que le sucedió al causalismo, tanto en
su concepción clásica, como neoclásica(lo que llamamos causalismo naturalista o
normativista, respectivamente).
Como ya lo dijimos, un concepto de conducta que prescinda de la finalidad, es ònticamente
inconcebible e imposible, aunque si permitirá un esquema de injusto objetivo, con culpabilidad
subjetiva, o sea un injusto que se agote en un proceso causal.
Se pretendió también defender al causalismo diciendo que él no desconoce que toda voluntad tiene
una finalidad, pero solo al efecto del análisis este último recién se lo recepta en la culpabilidad. Lo
que es definitivamente equivocado, ello en razón de que al no considerarse la finalidad como parte
de la voluntad o junto a ella, no hablamos de conducta, sino de un proceso causal. De allí entonces
que el núcleo del injusto en el causalismo no es una conducta, “sino un proceso causal”.
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Esta última conclusión es gravísima, dado que lo típico y lo antijurídico para los casualistas, no
son conductas, sino procesos causales. En consecuencia para el causalismo el derecho no es un
orden regulador de conductas, “sino de procesos causales”. Esto último es ridículo, dado que el
derecho no regula “hechos a secas”, sino hechos humanos voluntarios finales, o sea conductas.
En síntesis, tanto el sistema Liszt-Beling, como el esquema Neokantiano de Mezguer-Frank, por
sustentarse en un concepto causal de la conducta o acción, distinto del òntico-ontològico, siempre
resbalaron por su fundamento idealista.
d) Las Teorías Sociales de la conducta: Las llamadas Teorías Sociales de la acción o conducta
pretendieron ser un puente entre las Teorías del Delito Causalista y Finalistas, una posición
intermedia entre ambas.
Parten de la idea que no cualquier conducta puede ser delito, sino solo aquellas que trascienden a
terceros, que tienen un sentido social (no lo son afeitarse, lavarse los dientes, etc.).
De todos modos ello no es, científicamente hablando, de esta manera. El suicidio, la destrucción de
una casa propia, los actos de Robinson Crusoe en la isla, a pesar de no reunir estos requisitos que la
Teoría Social propone, eran conductas.
En nuestro derecho vigente, el art. 19 de la C.Nacional, prohíbe la tipificación de conductas que no
trasciendan al sujeto, pero no porque no sean conductas, sino porque no afectan bienes
jurídicos….nuestro sistema penal no admite la tipificación de ninguna conducta que no afecte un
bien o bienes jurídicos (ppio. de Lesividad).
En definitiva lo que hacen estas Teorías es plantear problemas propios del estrato tipicidad antes
de llegar a él, lo que la va a conducir a elaborar un concepto de conducta conforme a exigencias
de la tipicidad.
Para sintetizar, es necesario también comprender bien esto !!!!, ...el estrato conducta no puede decir
nada acerca de la prohibición de la conducta (espacio este reservado al estrato tipicidad), pero
tampoco el espacio reservado a la construcción de la prohibición(o tipicidad) nos puede decir algo
respecto de la conducta… “las conductas no devienen en conductas por estar prohibidas, sino mas
bien, están prohibidas por ser conductas”.
de su personalidad; se trata de una peligrosa manifestación del derecho penal autoritario, que quiere
castigar a las personas por lo que "supuestamente son", y no por lo que hacen.
c) Otra posición que pretende negar a la "Conducta Humana" su rol como piedra angular y cimiento
del delito, son aquellos que sostienen que la única conducta con relevancia penal "es la conducta
típica", es decir pretenden fusionar conducta con la tipicidad, es decir buscan desconocerle
autonomía, ella solo tendría valor dentro de la teoría del tipo, negando así el primer paso del análisis
o sea el estrato conducta(...el que quedaría: 1)conducta típica; 2) antijuridicidad; 3) culpabilidad)
Semejante posición puede implicar la simple negación de un paso analítico, o bien ir más lejos,
pretendiendo que "el tipo crea la conducta", es decir una clara posición idealista que desconoce, o
peor niega el atinado concepto onto-ontológico de conducta del que somos partidarios
contenido está limitado a las conductas humanas “que” lesionan, ponen en peligro o crean la
posibilidad de peligro para bienes jurídicos.
1- Por resultado se entienden “dos cosas”: a) toda mutación o cambio en el mundo exterior,
producida por el movimiento corporal que contiene la manifestación de voluntad final; b) la no
mutación del mundo exterior, por la inactividad del sujeto de quien “se espera” la realización de un
movimiento corporal(ej. ayudar a un niño perdido o abandonado, art.108 del C.Penal).
El sentido que debe darse a la palabra mutación o no mutación en el mundo exterior, es tema
largamente debatido. Tenemos por cierto que el efecto del delito puede consistir en un cambio físico
“o” psíquico; damos también como fuera de cuestión, que son resultado el daño y, el peligro.
2- Todo delito tiene un resultado. A veces, el resultado coincide en el tiempo con la acción. Pero
esta circunstancia sólo puede apreciarse en relación con los tipos penales; es en ellos donde se señala
si el resultado es, para el caso, la lesión o la puesta en peligro de un bien jurídico. No debe pensarse
que el resultado peligro deba estar indicado expresamente en el tipo penal, aunque la previsión de
tal resultado debe surgir de la figura misma.
3- Cuando a una mutación acaecida en el mundo exterior pueda considerársela el resultado de un
hacer humano, decimos que entre una y otra hay una relación de causalidad: relación de causa a
efecto.
Entiendo atinado en este punto del programa analizar un tema relevante del derecho penal, me
refiero al Resultado y el nexo causal. Fue objeto de mucha discusión la ubicación que deben tener
(a) el resultado de la conducta, y (b) el nexo de causalidad, que precisamente une a aquel con c) la
conducta…no perder de vista que se trata de 3 cosas distintas a)el resultado(de la conducta), b)el
nexo de causalidad y c)la conducta.
Cuando un sujeto dispara un balazo a otro para matarlo (conducta homicida), y este muere como
resultado de los balazos tres días después, hay una relación de causa a efecto entre la conducta
homicida y el resultado muerte. Esta es la relación o nexo de causalidad.
Algunos autores entienden que el resultado(muerte) y, el nexo de causalidad(explosión de pólvora
que causa que el proyectil salga disparado, que es la causa que tiene por efecto la herida que
atraviesa el pulmón, que es la causa que tiene por efecto la hemorragia, que es la causa que tiene por
efecto la muerte de la víctima), deben ser considerados junto a la conducta a nivel pretìpico(Welzel)
y, otros entienden que deben ser considerados recién en el tipo(Maurach).
Zaffaroni en cambio entiende que se debe hacer algunas precisiones antes de responder al
interrogante.
a) Ante todo, según él, se debe distinguir “la previsión de la causalidad”, del nexo de causalidad.
La previsión de la causalidad pertenece a la conducta y no puede separarse de ella, porque sobre
ella se monta la finalidad.
La previsión de la causalidad se refiere a una causalidad futura, es algo imaginado por el autor. En
cambio el nexo de causalidad es algo pasado, histórico, que el juez comprueba después del hecho,
al momento de Juzgar.
b) De acuerdo a esta diferenciación (entre previsión de la causalidad y nexo de causalidad), la
previsión de la causalidad pertenece a la conducta, pero el nexo de causalidad y el resultado, están
fuera de la conducta….la acción de arrojar una puñalada hacia el pecho de un hombre, y el matar
de una puñalada un hombre, “son cosas diferentes”…., matar de una puñalada un hombre, no
pertenece a la conducta de arrojar una puñalada a un hombre, y ello porque lo primero es solo su
resultado.
Sin embargo a toda acción o conducta corresponde un resultado y, ambos están unidos por un nexo
de causalidad. Nexo de causalidad y resultado “si bien no forman parte de la conducta o acción”, la
acompañan como a su sombra, son como el anverso y reverso de la misma moneda.
Al haber advertido esto, es decir que la relación de causalidad y el resultado “no” forman parte
de la acción o conducta, muchos autores han buscado una palabra que las englobe a las tres, para el
autor que seguimos, Zaffaroni, ella es “pragma” palabra de origen griego que designa a la acción
que incluye lo por ella alcanzado.
!!!...Es importantísimo tener claro que la causalidad y el resultado si bien no son un problema que
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atañe al estrato tipicidad, tampoco corresponden al estrato conducta, ya que ninguna de las dos es
un problema penal…., su presencia o ausencia se resuelve en el plano de la medicina, la física…!!!
Ojo, el derecho penal no ignora que toda conducta provoca un resultado, o sea que altera algo en el
mundo exterior. El problema jurídico-penal no se encuentra allí, sino en la forma en que el derecho
penal “recoge” el resultado y la causalidad a los efectos de la construcción gramatical del tipo, de
la prohibición legal de la conducta (Art.70...el que matare a otro, será penado...), este y no otro es
el problema penal, y ello no es algo que se dilucide “pre-típicamente”, es una cuestión a tratar recién
“en la teoría del tipo”.... !!!!!!!!!!!!
Insisto, la causalidad y el resultado, en su ser, no son un problema jurídico sino físico, o de ciencias
como la medicina o la química.
De Aristóteles tomó su posición Santo Tomas, para quien la idea central de su sistema no era la
causalidad, sino la finalidad….en tanto que lo “no humano” tiende a su fin en forma causal; “lo
humano” debe buscar su fin y procurar alcanzarlo…., adviertan como este último planteo opone
causalidad a finalidad(el mundo causal pertenece a la naturaleza, el mundo final al hombre).
Es claro entonces que el finalismo es abiertamente aristotélico, no olvidar que esta teoría del delito
parte de rechazar la idea de que el derecho penal crea la acción.
b) La Involuntabildad:
Ella es la incapacidad “síquica” de conducta, es decir el estado en que se encuentra quien no es
síquicamente capaz de voluntad, y ella se traduce en impedir al sujeto “dirigir” sus movimientos
corporales(es decir el sujeto afectado de Involuntabildad, mueve su cuerpo, produce daños con esos
movimientos corporales, pero tales movimientos no son dirigidos por él, no son comandados por
su siquis).
Es crucial no confundir estos casos “donde la incapacidad síquica hace desaparecer la voluntad
del sujeto”, de otros casos donde esta incapacidad síquica hace desaparecer otros caracteres(o
estratos) del delito.
Es decir, no debemos perder de vista que siempre el delito, “en todos sus estratos”, ...“requiere
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una capacidad síquica”, que es lo que llamaremos “capacidad síquica de delito”, pero como el
análisis de este(del delito) es estratificado, “a cada estrato corresponderá una cierta capacidad
síquica”, que en caso de no darse producirá la falta de ese estrato, y por ende la ausencia de delito.
Recordar siempre esto !!!... A partir del finalismo, el delito exige una capacidad síquica para que
haya conducta, otra para que haya tipicidad, también requiere capacidad síquica para que halla
antijuridicidad, y lógicamente para que haya culpabilidad. A la suma de estos cuatro
requerimientos llamamos “capacidad síquica de delito”...!!!
Como en este acápite nos estamos ocupando de la falta de conducta, nos compete el análisis de la
“incapacidad síquica de voluntad”.
En todos estos sucesos no hay conciencia, es decir no hay voluntad y por lo tanto no hay conducta,
ella se prevé de manera expresa en el arts. 34 inc. 1ª.
Hay quienes entienden que el aludido inc. 1ª del art. 34 es la fórmula de la inimputabilidad, lo que
no es así ya que él alberga además de los supuestos aludidos de falta de conducta, supuestos de
inculpabilidad (uno de los temas centrales del estrato culpabilidad, es la imputabilidad y su
consecuente la inimputabilidad), sino también para la total falta de delito, y para el error de
prohibición.
Como ejemplos podemos señalar el sueño fisiológico, el trance hipnótico, incluidos los episodios
sonambulicos.
En lo relativo a los narcóticos deberá evaluarse en cada caso concreto… si el sujeto ha sido privado
de consciencia en forma absoluta por efecto del narcótico, no hay conducta; ...si el narcótico solo le
produjo una perturbación de la consciencia tendremos una incapacidad síquica de tipicidad o
culpabilidad.
En definitiva, cuando “la insuficiencia de las facultades o la alteración morbosa de las mismas”,
da lugar a una incapacidad para “dirigir” los movimientos, habrá un caso de Involuntabildad, es
decir de ausencia del estrato conducta.
Podemos indicar los siguientes ejemplos de sujetos que tienen conciencia pero se encuentran
incapacitados síquicamente para actuar, ...es el caso del que sufre un accidente y ve a su compañero
desangrarse profusamente sin poder auxiliarlo en razón de una parálisis histérica que no le deja
moverse; ...o el caso del que ve un ciego caminar hacia el precipicio y por la impresión pierde la voz,
queda mudo y quieto; ...o un grupo de chicas que al pasar por una vereda, de una alcantarilla ven
salir imprevistamente numerosas cucarachas y se espantan impresionadas, empujando
violentamente y haciendo caer a un anciano que caminaba junto a ellas, a raíz de lo cual este se
lesiona gravemente.
En esta vía de razonamientos la insuficiencia de las facultades y las alteraciones morbosas de ellas,
sí dan lugar a una incapacidad para dirigir los movimientos, generará un caso de Involuntabildad,
o sea de ausencia de conducta (ej. Un demente que ve una mujer en traje de baño en la playa y no
puede dejar de mirarla, se le erecta el pene, y emite gemidos guturales) , ...pero si ellas lo que hacen
es impedirle comprender la antijuridicidad de sus movimientos corporales, estaremos frente a un
caso de inculpabilidad, o sea ausencia de culpa(es el caso de quien luego de seducir una joven, si
bien realiza actos de corrupción sexual, no comprende -en razón de su afección-, que ello es contrario
al derecho, o repudiado por este)
Efectos de la Ausencia de Conducta: Resulta esencial distinguir aquellos casos en que no hay delitos
por qué media ausencia de conducta, de aquellos en que tampoco hay delito por ausencia de alguno
de los restantes caracteres o estratos, es decir ausencia de tipicidad, antijuridicidad o culpabilidad.
La ausencia de conducta tiene efectos prácticos inmediatos: a) el que se vale del sujeto que realiza
la conducta, es el autor directo, el que materializo el acto dañoso pero sin voluntad, carece de
responsabilidad penal por ausencia de conducta, es decir nunca es autor; b) el que repele los
movimientos de quien no se conduce, no se dirige por estar en una situación de Involuntabildad, no
puede ampararse en la legítima defensa, pero si en estado de necesidad; c) no cabe la participación
en los movimientos de un sujeto que no realiza conducta.
limitar su relevancia por el mismo tipo objetivo. Se acudió al verbo típico y, así surgieron varia
teorías que en el último análisis, se remiten al “sentido común”, a lo “usual”, etc. El cuadro de todas
estas teorías es complejo, insisto forzado y, ninguna resulta satisfactoria.
Todo ello sucede por no entender que la causalidad es algo real, es una “categoría del ser” y no
del pensamiento. La causalidad debido a ello no puede ser “creada” por el tipo, mucho menos por
el derecho penal. Lo único que el tipo puede hacer es darle o restarle relevancia(importancia).
Lo mas elemental para comenzar a comprobar si una conducta es típica, es preguntarse si ella ha
causado el resultado.
La respuesta afirmativa o negativa la damos conforme a la fórmula ya señalada: si mentalmente nos
imaginamos que la conducta no existió y en tal caso tampoco hubiese existido el resultado, es que la
conducta es causa del resultado; inversamente, si en la hipótesis en que nos imaginamos que la
conducta no haya existido, y el resultado igualmente se hubieras producido, resultaría que la
conducta no es causal del resultado.
Este juicio lo formulamos conforme a nuestra experiencia humana, a los datos que nos dan la ciencias
naturales obtenidos experimentalmente. Esto pertenece al conocimiento humano, es “conocimiento
de la causalidad” que está en la cabeza del juez, pero no es la casualidad misma, sino el conocimiento
que le permite juzgar acerca de la casualidad, confundir la causalidad con su conocimiento es como
confundir al enfermo con la medicina.
"Ser" de la conducta es lo que denominamos "estructura ontica" y el concepto que se tiene de este
ser y que se adecua a él, es el ontológico (onto igual a ente; ontológico igual a lo que pertenece o se
dice del ente).
Para señalar que el concepto ontológico se corresponde con un "ser" entendido realísticamente,
aristotélicamente, ...solemos hablar de concepto "onto-ontológico".
EN BREVES PALABRAS, UN CONCEPTO ONTO-ONTOLOGICO DE CONDUCTA, ES EL
CONCEPTO COTIDIANO Y CORRIENTE QUE TENEMOS DE CONDUCTA HUMANA.
Si el derecho no reconoce y respeta el concepto onto-ontológico de conducta, regulará cualquier cosa,
pero no conducta...; como ejemplifica Zaffaroni....hace un milenio el Obispo de Paris excomulgó a
las cucarachas del Rio Sena; ...estas nunca se enteraron...!!!
El derecho en general, y el Derecho Penal en particular “se limitan a agregar un desvalor" a ciertas
conductas, PERO NO CAMBIAN EN NADA LO ONTICO DE LA CONDUCTA.
CONCLUSION IMPORTANTISIMA !!!.
Esto significa nada más y nada menos que el Derecho Penal NO PUEDE CREAR UN CONCEPTO
DE CONDUCTA, sino que debe respetar el concepto onto-ontológico de conducta. Es decir NO
EXISTE UN CONCEPTO JURIDICO PENAL DE CONDUCTA HUMANA!!! …., o sea lo
contrario a lo sostenido por el causalismo para quien el derecho penal podía crear una conducta
humana propiamente penal.)