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AMPARO DIRECTO:

D.A. 670/2012.

QUEJOSA:
**********

MAGISTRADO RELATOR:
CUAUHTÉMOC CARLOCK
SÁNCHEZ.

SECRETARIO:
MARIO ANTONIO MEDINA
GONZÁLEZ.

México, Distrito Federal, Acuerdo del


Decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Primer Circuito correspondiente a la sesión del trece de
marzo de dos mil trece.

VISTOS, para resolver los autos del juicio de


amparo directo número D.A. 670/2012, promovido por
**********, ******************** por conducto de su apoderada
**********, contra la sentencia de veintisiete de abril de dos
mil doce, dictada por la Novena Sala Regional
Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, en el juicio de nulidad 10697/11-17-09-2;
y,
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Mediante escrito presentado el diez de


mayo de dos mil once, en la Oficialía de Partes de las Salas
Regionales Metropolitanas del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, **********, **********, por conducto de
su apoderada **********, ocurrió a demandar la nulidad de la
resolución contenida en el oficio número 900 04 04-2011-
6055 de dieciocho de febrero de dos mil once, emitido por
D.A. 670/2012

la Administradora de lo Contencioso de Grandes


Contribuyentes “4” del Servicio de Administración
Tributaria, por medio de la cual resuelve el recurso de
revocación interpuesto por la actora en el sentido de
confirmar la resolución contenida en el oficio número 900
05-2009-7518 de cuatro de diciembre de dos mil nueve,
emitido por la Administración Central de Fiscalización a
Empresas que Consolidan Fiscalmente, a través de la cual
se le determinó un crédito fiscal por $9’109,838.20 (nueve
millones ciento nueve mil ochocientos treinta y ocho pesos
20/100 moneda nacional), por concepto de impuesto al
valor agregado del ejercicio comprendido del uno de enero
al treinta y uno de diciembre de dos mil seis.

SEGUNDO. La parte quejosa, en su demanda de


nulidad señaló los antecedentes del caso, a saber:

“VIII. HECHOS: --------------------------------------------------


1.- **********, la hoy actora, es una empresa
debidamente constituida conforme a las leyes de los
Estados Unidos Mexicanos, que cumple adecuada y
puntualmente con sus obligaciones fiscales,
específicamente con las relacionadas al impuesto al
valor agregado.-------------2. A efecto de cumplir con su
objeto social, mi representada enajena diversos
productos destinados a la alimentación, tales como
ensaladas, sándwiches, paninis, entre otros, los
cuales son adquiridos directamente del proveedor de
mi mandante para después ser enajenados al
consumidor final, sin someterlos a ningún tipo de
proceso o procedimiento de transformación, por lo que
enajena dichos productos en el mismo estado en que
fueron adquiridos originariamente. --------------------------
---------- 3. Mediante oficio 900-05-03-2008-7339 del
11 de julio de 2008, la Administración de Fiscalización
a Empresas que Consolidan Fiscalmente “3” citó al
C.P. **********, para que se presentara ante esa
autoridad, a fin de llevar a cabo una revisión de los
papeles de trabajo que formuló respecto al dictamen
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que para efectos fiscales emitió sobre los estados


financieros de mi mandante por el ejercicio fiscal de
2006. La revisión en cuestión fue llevada a cabo el 24
de julio de 2008. ----------------------------------- 4. A través
del oficio 900 05003-2008-7102 de fecha 12 de agosto
de 2008 y notificado al C.P. Pedro Javier Morales Ríos
el 14 de agosto de 2008, se le solicitó diversa
información y documentación respecto de los actos o
actividades gravados por mi representada, a
diferentes tasas del impuesto al valor agregado,
requerimiento que fue debidamente cumplimentado a
través de escrito de fecha 5 de septiembre del mismo
año, presentado por el C.P. **********ante la
Administración General de Grandes Contribuyentes el
día 5 del mismo mes y año. ----------- 5. Debido que a
consideración de esa Administración Central de
Fiscalización a Empresas que Consolidan
Fiscalmente, el **********no proporcionó en su
totalidad la información y documentación que le fue
solicitada, esa misma Administración emitió el oficio
900-05-03-2008-4958 de fecha 17 de octubre de
2008, el cual contiene la orden número
GSD9400354/08, mismo que fue notificado a mi
representada el 29 de octubre de 2008. 6. A través del
acto de inicio de la revisión de gabinete en cuestión se
le solicitó diversa información y documentación a mi
mandante, la cual fue proporcionada a la
Administración Central de Fiscalización a Empresas
que Consolidan Fiscalmente a través de escrito de
fecha 19 de noviembre de 2008, presentado el día 21
de ese mismo mes y año, el cual fue identificado
mediante el número de folio 7314. ----- 7. Con fecha
11 de diciembre de 2008 le fue notificado a mi
mandante el oficio 900 05 03-2008-7208 de fecha 9 de
diciembre de 2008, mediante el cual la Administración
de Fiscalización a Empresas que Consolidan
Fiscalmente “3” solicitó información y documentación
adicional a aquella que había sido puntualmente
exhibida, misma que fue proporcionada a dicha
Administración por mi mandante el pasado 19 de
enero de 2009 mediante escrito de esa misma fecha,
el cual fue identificado mediante número de folio 0374.
---------------------------------------------------------- 8. No
obstante lo anterior, el 21 de julio de 2009 le fue
notificado a mi mandante el oficio 900 05 03-2009-
8097 de fecha 14 de julio de 2009, mediante el cual la
Administración de Fiscalización a Empresas que
Consolidan Fiscalmente “3”, dependiente de la
Administración Central de Fiscalización a Empresas
que Consolidan Fiscalmente dependiente de la
Administración General de Grandes Contribuyentes,
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dio a conocer las observaciones determinadas como


resultado de la revisión de gabinete efectuada al
amparo de la orden de número GSD9400354/08. ------
9. Por tal motivo, el 17 de agosto de 2009, mi
mandante presentó ante la Administración Central de
Fiscalización a Empresas que Consolidan fiscalmente,
escrito por virtud del cual fueron desvirtuados las
observaciones determinadas como resultado de la
revisión de gabinete efectuada al amparo de la orden
de número GSD9400354/08. El escrito en cuestión fue
identificado mediante número de folio 903589 con
fecha 17 de agosto de 2009. ----------------------------------
10. En virtud que a consideración de la Administración
de Fiscalización a Empresas que Consolidan
Fiscalmente “3”, los argumentos hechos valer por mi
mandante a través del escrito mencionado en el
numeral inmediato anterior no fueron suficientes para
desvirtuar los hechos y omisiones consagrados en el
oficio de observaciones en comento, la mencionada
Administración procedió a determinar un crédito fiscal
a través del oficio 900 05-2009-7518, en cantidad de
$9,109,838.20 (nueve millones ciento nueve mil
ochocientos treinta y ocho pesos 20/100 M.N.), por
concepto de impuesto al valor agregado del ejercicio
comprendido del 1° de enero al 31 de diciembre de
2006. ----------------------------------------------------------------
11. Por considerar que la resolución contenida en el
oficio número 900 05-2009-7518 de fecha 4 de
diciembre de 2009, resultaba por demás ilegal y
contraria a derecho, **********, ********** con fecha 24
de febrero de 2010 promovió recurso de revocación
ante la Administración General Jurídica, del Servicio
de Administración Tributaria, de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, el cual fue registrado con
el número de trámite administrativo 48/2010. ------------
------------------------------------------------ 12. Así las cosas,
con fecha 25 de febrero de 2011, la Administración de
lo Contencioso de Grandes Contribuyentes, del
Servicio de Administración Tributaria, notificó a mi
representada la resolución contenida en el oficio
número 900 04 04-2011-6055, de fecha 18 de febrero
de 2011, mediante la cual en forma por demás ilegal y
contraria a derecho confirmó la resolución contenida
en el oficio 900 05-2009-7518 de fecha 4 de diciembre
de 2009. --------------------------- 13. Mediante escrito
presentado ante la Administración Local de
Recaudación del Centro del Distrito Federal el 11 de
marzo de 2011, mi mandante solicitó la suspensión
del procedimiento administrativo de ejecución,
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exhibiendo para tal efecto la póliza de fianza número


3978-03962-7 de fecha 8 de marzo de 2011, en
cantidad suficiente para garantizar el interés fiscal.”

TERCERO. Por acuerdo de doce de mayo de dos


mil once, el Magistrado Instructor de la Novena Sala
Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, admitió a trámite la demanda de
nulidad promovida por **********, **********, por conducto de
su representante **********, registrándola bajo el número de
expediente 10697/11-17-09-2 y ordenó correr traslado a la
Administradora de lo Contencioso de Grandes
Contribuyentes “4” del Servicio de Administración
Tributaria, a efecto de que procediera a dar contestación a
la demanda instaurada en su contra dentro del plazo de ley
(fojas 268-269 del juicio de nulidad).

CUARTO. En oficio recibido el veinticuatro de


agosto de dos mil once en la Oficialía de Partes de las Salas
Regionales Metropolitanas del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa la autoridad demandada formuló su
contestación de demanda (fojas 274-380 del juicio de
nulidad); en acuerdo de catorce de septiembre de dos mil
once, la Sala del conocimiento tuvo por contestada la
demanda (foja 483 del juicio de nulidad).

Se concedió término para formular los alegatos que


estimaran pertinentes, derecho que ejercieron ambas partes,
en tres de noviembre de dos mil once ante la Oficina de
Correspondencia Común del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa (fojas 488-539 del juicio de nulidad) y
en auto de veinte de abril de dos mil doce, tuvo por
formulados los alegatos de las partes y declaró cerrada la
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instrucción (foja 543 del juicio de nulidad).

QUINTO. Seguida la secuela procesal, en


veintisiete de abril de dos mil doce, la Novena Sala
Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa dictó la sentencia relativa bajo los
puntos resolutivos siguientes:

“I.- LA PARTE ACTORA NO PROBÓ LOS


EXTREMOS DE SU ACCIÓN EN CONSECUENCIA; ---
II.- SE RECONOCE LA VALIDEZ DE LAS
RESOLUCIONES IMPUGNADAS, PRECISADAS EN
EL RESULTANDO PRIMERO DE ESTE FALLO. --------
III.- NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE AL ACTOR Y
POR OFICIO A LA AUTORIDAD DEMANDADA.”
(Fojas 544-573 del juicio de nulidad)

SEXTO. En desacuerdo con la resolución anterior


**********, **********, por conducto de su representante
**********, acudió a demandar el amparo y protección de la
Justicia Federal, el cual correspondió conocer a este
Tribunal Colegiado, quien por acuerdo de dos de octubre
de dos mil doce lo admitió y registró con el numero D.A.
670/2012, señaló como tercero perjudicado a la
Administradora de lo Contencioso de Grandes
Contribuyentes “4” del Servicio de Administración
Tributaria, se dio vista al Agente del Ministerio Público
Federal de la adscripción, quien no formuló pedimento.

SÉPTIMO. Por oficio presentado el dos de octubre


de dos mil doce, en la Oficialía de Partes de este Tribunal, la
Administradora de lo Contencioso de Grandes
Contribuyentes “4” de la Administración Central de lo
Contencioso de Grandes Contribuyentes, unidad
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administrativa encargada de la defensa jurídica del


Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Servicio de
Administración Tributaria y de la autoridad demandada
realizó manifestaciones (fojas 112-147 del toca), las cuales
se tuvieron por formuladas en proveído de tres de octubre de
dos mil doce (foja 148 del toca).

OCTAVO. Por oficio presentado el quince de


octubre de dos mil doce, en la Oficialía de Partes de este
Tribunal, la Administradora de lo Contencioso de Grandes
Contribuyentes “4” de la Administración Central de lo
Contencioso de Grandes Contribuyentes, unidad
administrativa encargada de la defensa jurídica del
Secretario de Hacienda y Crédito Público, del Servicio de
Administración Tributaria y de la autoridad demandada
formuló manifestaciones (fojas 149-184 del toca), las cuales
se tuvieron por formuladas en proveído de dieciséis de
octubre de dos mil doce (foja 185 del toca).

NOVENO. Por acuerdo de Presidencia de


dieciocho de octubre de dos mil doce, se turnó el asunto al
Magistrado relator para que formulara el proyecto de
sentencia correspondiente.

DÉCIMO. Por oficio presentado el tres de octubre


de dos mil doce, en la Oficina de Correspondencia Común
de los Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del
Primer Circuito, el Director General de Asuntos Contenciosos
y Procedimientos, en suplencia por ausencia del Director
General de Amparos contra Leyes y del Subprocurador
Fiscal de Federal de Amparos, este último en representación
del Secretario de Hacienda y Crédito Público, autoridad
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tercero perjudicada, formuló manifestaciones (fojas 189-199


del toca), las cuales se tuvieron por formuladas en proveído
de dieciséis de octubre de dos mil doce (foja 200 del toca); y,

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Este Tribunal Colegiado en Materia


Administrativa del Primer Circuito, es competente para
conocer y resolver el presente asunto conforme a lo
dispuesto por los artículos 103 y 107, fracción III, inciso a,
V, inciso b) y VI, de la Constitución General de la
República; 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo; 33, 37,
fracción I, inciso b), 38 y 144 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, así como en lo dispuesto en los
puntos Primero, fracción I, y Segundo, fracción I, subinciso
1, del Acuerdo General número 03/2013 del Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la
determinación del número y límites territoriales de los
circuitos en que se divide la República Mexicana; y al
número, a la jurisdicción territorial y especialización por
materia de los Tribunales Colegiados y Unitarios de
Circuito, y de los Juzgados de Distrito, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el quince de febrero de dos
mil trece, en atención a que se reclama una sentencia
definitiva pronunciada por una de las Salas Regionales
Metropolitanas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, con residencia en el circuito en que ejerce
jurisdicción este Tribunal Colegiado, respecto de la cual no
procede recurso ordinario, por el que pueda ser modificada
o revocada.

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SEGUNDO. El presente juicio de garantías fue


promovido por parte legítima, a saber, **********, **********,
por conducto de su representante **********, personalidad
acreditada ante la autoridad responsable en auto de doce
de mayo de dos mil once, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 13 de la Ley de Amparo (foja 268 del juicio de
nulidad).

TERCERO. La demanda de garantías fue


promovida oportunamente, toda vez que la sentencia
reclamada fue notificada a la parte promovente, el cinco de
junio de dos mil doce (foja 576 del juicio de nulidad), por
lo que esa notificación surtió efectos el seis siguiente, y el
plazo de quince días que prevé el artículo 21 de la Ley de
Amparo, transcurrió del siete al veintisiete de junio de
dos mil doce, cómputo en el que deben descontarse los
días nueve, diez, dieciséis, diecisiete, veintitrés y
veinticuatro de junio, por ser inhábiles de conformidad
con los artículos 23 de la Ley de Amparo, 163 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación; de ahí que si
la demanda de amparo fue presentada el veintisiete de
junio de dos mil doce, en la Oficialía de Partes de las
Salas Regionales Metropolitanas del Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, es patente que se hizo
dentro del mencionado plazo.

CUARTO. El acto reclamado es cierto, según las


constancias remitidas por la autoridad responsable en vía
de informe justificado.

QUINTO. No se transcribirán las consideraciones


de la sentencia reclamada ni los conceptos de violación
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externados en su contra por no ser un requisito exigido por


el artículo 77 de la Ley de Amparo. Sin embargo, para
resolver el presente asunto, se pone a la vista de los
Magistrados de este Tribunal Federal, tanto copia
fotostática legible del fallo impugnado, como de los
conceptos de violación; y se pone a su disposición el
expediente del juicio de nulidad número 10697/11-17-09-2,
de la Novena Sala Regional Metropolitana del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

Robustece la reflexión anterior la jurisprudencia


número 2a./J. 58/2010, emitida por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo
XXX, correspondiente a mayo de dos mil diez, visible en la
página ochocientos treinta, que es del rubro y texto
siguientes:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA


CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS
SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU
TRANSCRIPCIÓN. De los preceptos integrantes del
capítulo X ‘de las sentencias’, del título primero ‘reglas
generales’, del libro primero ‘del amparo en general",
de la Ley de Amparo, no se advierte como obligación
para el juzgador que transcriba los conceptos de
violación o, en su caso, los agravios, para cumplir con
los principios de congruencia y exhaustividad en las
sentencias, pues tales principios se satisfacen cuando
precisa los puntos sujetos a debate, derivados de la
demanda de amparo o del escrito de expresión de
agravios, los estudia y les da respuesta, la cual debe
estar vinculada y corresponder a los planteamientos
de legalidad o constitucionalidad efectivamente
planteados en el pliego correspondiente, sin introducir
aspectos distintos a los que conforman la litis. Sin
embargo, no existe prohibición para hacer tal
transcripción, quedando al prudente arbitrio del
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juzgador realizarla o no, atendiendo a las


características especiales del caso, sin demérito de
que para satisfacer los principios de exhaustividad y
congruencia se estudien los planteamientos de
legalidad o inconstitucionalidad que efectivamente se
hayan hecho valer.”

SEXTO. De la imposición que efectúa este Tribunal


Colegiado a la demanda de amparo, se advierte que la
parte quejosa a guisa de conceptos de violación formula
los argumentos siguientes:

a) Que la Sala Fiscal de manera por demás ilegal


pasó por alto el hecho de que si la autoridad fiscal se
encontraba afirmando que los sándwiches que mi
mandante enajenó en dos mil seis no se encontraban
envasados al vacío, tal situación se tuvo que haber
constatado; sin embargo, la fiscalizadora pretendió probar
su dicho con una prueba pericial, misma que analizó
productos del ejercicio de dos mil ocho, y lo anterior fue
así, ya que se encontraba imposibilitada para revisar
sándwiches perecederos que hubiesen sido enajenados en
el ejercicio revisado (2006), por razones obvias.

b) Que resulta por demás ilógico que la Sala


considere que los sándwiches o paninis no se encuentran
envasados al vacío, tomando en cuenta sólo una prueba
emitida en dos mil ocho, máxime si dicha prueba no
demostró que los sándwiches que enajenó en dos mil seis,
no estuvieran envasados al vacío.

c) Que de manera ilegal la Sala no resolvió la


cuestión efectivamente planteada.

d) Que la Sala no realizó el debido análisis de


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los argumentos y pruebas expuestos por la hoy quejosa, ya


que de haberlo realizado los hubiera considerado idóneos
y suficientes medios de convicción; sin embargo, se allegó
únicamente de los medios que a su juicio resultaban los
necesarios para dilucidar la litis en el presente asunto,
consistente en una prueba pericial de dos mil ocho, que no
resulta aplicable al presente asunto y con la cual arribó a la
conclusión de que los productos enajenados por la actora
no se encuentran envasados al alto vacío y por lo tanto no
le resulta aplicable la Regla 5.3.2.

e) Que es ilegal la sentencia emitida por la Sala,


en virtud de que sí fue la autoridad fiscalizadora la que
afirmó que los sándwiches y paninis no se encontraban
envasados al vacío, entonces ella debió demostrar su
dicho.

f) Que la Sala no analizó debidamente los


argumentos y las pruebas exhibidas en juicio, pues de lo
contrario, los hubiera considerado idóneos y suficientes
medios de convicción.

g) Que la Sala no realizó un análisis exhaustivo de


la prueba pericial en materia de bioquímica.

h) Que la Sala no analizó debidamente los


argumentos planteados por la hoy actora, e incluso los
calificó de inoperantes, no obstante al hecho de que la
autoridad fiscalizadora tomó en consideración una
probanza realizada en el ejercicio de dos mil ocho, cuando
el ejercicio revisado es el de dos mil seis.
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i) Que de manera indebida la Sala tomó en


consideración la prueba de laboratorio de fecha veintisiete
de agosto de dos mil ocho, y con base en ella determinó
que los productos enajenados en dos mil seis no se
encontraban envasados al vacío, pues a su ilegal juicio,
dicha probanza realizada sobre producción del año dos mil
ocho, resultaba la idónea para llegar a la conclusión antes
mencionada.

j) Que de manera por demás indebida la Sala


concluyó que las ensaladas que enajenó la contribuyente
en dos mil seis, no son vegetales no industrializados y por
el contrario corresponden a alimentos preparados para su
consumo, por el simple hecho de tratarse de ensaladas,
situación que deja a la hoy quejosa en completo estado de
indefensión.

k) Que la A quo, concluye de manera errónea que


las ensaladas son alimentos preparados, cuando
claramente establece el artículo 2-A, fracción I, inciso a),
que los animales y vegetales no industrializados se
encuentran afectos a la tasa del 0% del Impuesto al Valor
Agregado.

l) Que resulta por demás arbitrario el hecho de que


la Sala A quo confirme que las ensaladas que enajena la
quejosa deban gravarse a la tasa general del 15% del
Impuesto al Valor Agregado, pues no resuelve la cuestión
efectivamente planteada, al considerar la definición de
ensalada del diccionario sin tomar en consideración que
únicamente se encuentran integradas en recipientes que
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contienen vegetales, los cuales no son sometidos a ningún


proceso distinto a los mencionados en el artículo 3, del
Reglamento de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

m) La Sala responsable, violó en su perjuicio lo


dispuesto por el artículo 50, en relación con los artículos 14
y 16 Constitucionales, por la indebida aplicación del
artículo 192 de la Ley de Amparo, ello en virtud de que la
jurisprudencia 42/2004 no resultó aplicable al caso en
concreto.

n) El artículo 2-A, fracción I, inciso b), de la Ley del


Impuesto al Valor Agregado viola el principio de equidad
tributaria en virtud de que da un trato desigual a
contribuyentes que guardan entre sí una idéntica situación
jurídica frente a dicha Ley al excluir del beneficio de tributar
bajo la tasa 0% a las enajenaciones de productos
destinados a la alimentación.

De la demanda de amparo se desprende que la


quejosa propone temas de legalidad, así como aspectos en
los que tilda de inconstitucional el artículo 2-A, fracción I,
inciso b) de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

Por razón de método se analizarán, en primer


lugar, el argumento expuesto por la parte quejosa en el
inciso n), en el que manifiesta que el artículo 2-A, fracción I,
inciso b), de la Ley del Impuesto al Valor Agregado viola el
principio de equidad tributaria en virtud de que da un trato
desigual a contribuyentes que guardan entre sí una idéntica
situación jurídica frente a dicha ley al excluir del
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beneficio de tributar bajo la tasa 0% a las enajenaciones de


productos destinados a la alimentación.

Con el objeto de dar el tratamiento que


corresponde al concepto de violación señalado, debe
tomarse en cuenta que para emprender el análisis de los
argumentos de constitucionalidad que plantea la quejosa
debe verificarse si se reúnen las condiciones necesarias,
para lo cual el Tribunal Colegiado deberá comprobar:

a) Si la situación abstracta prevista por la disposición


impugnada efectivamente se concretó;

b) Si respecto de tal norma, en caso de que se tratara


de un amparo indirecto, el juicio resultaría procedente; y,

c) La aptitud o eficiencia de los conceptos de


violación para hacer el examen de constitucionalidad de
leyes que se proponga.

Sólo la concomitancia de esos presupuestos


permitirá que el tribunal de amparo haga el estudio
respectivo y llegue a la determinación que corresponda.

Las anteriores premisas encuentran sustento en la


jurisprudencia 1a./J. 58/99 de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo X, noviembre de 1999, página 150, cuyos
rubro y texto son:

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“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN DEMANDA DE


AMPARO DIRECTO. LA IMPUGNACIÓN DE
CONSTITUCIONALIDAD DE DISPOSICIONES
LEGALES PRECISA DE REQUISITOS MÍNIMOS A
SATISFACER. La impugnación suficiente de una
norma jurídica, en función del aspecto de su
constitucionalidad, requiere que se base en premisas
esenciales mínimas a satisfacer en la demanda de
amparo directo. Esto es, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 166, fracciones IV y VII de la
Ley de Amparo, se advierte la necesidad de que la
norma jurídica señalada como reclamada, deba ser
impugnada en confrontación expresa con una
disposición específica de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, mediante concepto de
violación suficiente. La causa requerida en tal
situación se apoya en los siguientes elementos
imprescindibles: a) señalamiento de la norma de la
Carta Magna; b) invocación de la disposición
secundaria que se designe como reclamada y, c)
conceptos de violación en los que se trate de
demostrar, jurídicamente, que la ley impugnada
resulta contraria a la hipótesis normativa de la norma
constitucional, en cuanto al marco de su contenido y
alcance. A partir del cumplimiento de precisión de
esos requisitos esenciales, surgirá la actualización del
problema constitucional, así como la procedencia de
la declaración respectiva en torno a la ley secundaria.
Si no se satisfacen los requisitos medulares que se
han indicado, el señalamiento de la ley reclamada y el
concepto de violación que no indique el marco y la
interpretación de una disposición constitucional que
pueda transgredir aquélla, resultan motivos de
insuficiencia, que desestiman la actualización de un
verdadero problema de constitucionalidad de ley. En
este orden, a la parte quejosa, dentro de la
distribución procesal de la carga probatoria, incumbe
la de demostrar la inconstitucionalidad de la ley o de
un acto de autoridad, excepción hecha de los casos
en que se trate de leyes que hayan sido declaradas
inconstitucionales en las que exista jurisprudencia
obligatoria sustentada por el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, o cuando se esté en
presencia de actos que sean inconstitucionales por sí
mismos. Así la situación, deberá considerarse carente
de la conformación de un verdadero concepto de
violación, la simple enunciación como disposiciones
constitucionales dejadas de aplicar, pues de ello no
puede derivarse la eficiente impugnación de la
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constitucionalidad de leyes secundarias, en tanto que


no existe la confrontación entre éstas y un específico
derecho tutelado por la norma constitucional en su
texto y alcance correspondientes.”

En el caso, el requisito previsto en el inciso a)


anterior (aplicación del precepto reclamado) sí se
satisface.

Para demostrar lo establecido en el párrafo que


precede, debe tomarse en consideración que en el amparo
directo el examen de constitucionalidad de una disposición
de carácter general requiere, por regla general, que la
norma haya sido verdaderamente aplicada, esto es, que los
efectos y consecuencias que en forma abstracta, general e
impersonal estableció su creador, se vean efectivamente
reflejados o concretizados en el acto gubernamental, de tal
forma que el artículo jurídico constituya basamento de la
decisión contenida en aquél; aplicación de la disposición
que bien puede actualizarse en la secuela del
procedimiento del juicio ordinario, en la sentencia, laudo o
resolución reclamados, o hasta en el propio acto
administrativo impugnado originalmente, tal como lo
sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación en la jurisprudencia 2a./J. 152/2002, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVII, enero de 2003, página 220, que
establece:

“AMPARO DIRECTO. EN LOS CONCEPTOS DE


VIOLACIÓN PUEDE PLANTEARSE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS NORMAS
GENERALES APLICADAS EN PERJUICIO DEL
QUEJOSO EN EL ACTO O RESOLUCIÓN DE
ORIGEN. De la interpretación armónica de los
artículos 158 y 166, fracción IV, de la Ley de Amparo,
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D.A. 670/2012

se desprende que cuando se promueva juicio de


amparo directo contra sentencias definitivas, laudos o
resoluciones que pongan fin al juicio, se podrá
plantear, en los conceptos de violación, la
inconstitucionalidad de leyes, tratados internacionales
o reglamentos que se hubieran aplicado en perjuicio
del quejoso en la secuela del procedimiento del juicio
natural o en la sentencia, laudo o resolución
reclamados; sin embargo, ello no quiere decir que la
posibilidad de controvertir tales normas de carácter
general en el amparo directo se agote con los
supuestos a que se refieren dichos numerales, pues el
artículo 73, fracción XII, último párrafo, del citado
ordenamiento permite también la impugnación, en ese
juicio, de las normas aplicadas en el acto o resolución
de origen, cuando se promueva contra la resolución
recaída a los recursos o medios de defensa legal que
se hubieran hecho valer en contra del primer acto de
aplicación de aquéllas, máxime que en la vía ordinaria
no puede examinarse la constitucionalidad de una
norma de observancia general, pues su conocimiento
está reservado a los tribunales del Poder Judicial de la
Federación.”

Como se señaló, la aplicación de la norma


reclamada en amparo directo es un requisito que por regla
general debe actualizarse para efecto de llevar a cabo el
análisis de constitucionalidad correspondiente.

Tal extremo se encuentra demostrado porque en el


acto que dio origen al juicio de nulidad del que emana dicha
sentencia se aplicó el precepto que la promovente tilda de
inconstitucional.

En efecto, el acto impugnado en el juicio


contencioso administrativo es la resolución contenida en el
oficio número 900 04 04-2011-6055 de dieciocho de
febrero de dos mil once, emitido por la Administradora de lo
Contencioso de Grandes Contribuyentes “4” del Servicio de

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D.A. 670/2012

Administración Tributaria, por medio del cual resuelve el


recurso de revocación interpuesto por la parte quejosa en
el sentido de confirmar la diversa resolución contenida en
el oficio 900 05-2009-7518 de cuatro de diciembre de dos
mil nueve, emitido por la Administración Central de
Fiscalización a Empresas que Consolidan Fiscalmente a
través de la cual se le determinó un crédito fiscal por la
cantidad de $9’109,838.20 (nueve millones ciento nueve
mil ochocientos treinta y ocho pesos 20/100 m.n.), por
concepto de impuesto al valor agregado del ejercicio
comprendido del uno de enero al treinta y uno de
diciembre de dos mil seis; la que obra a fojas 155 a 170
del juicio contencioso, y a la que de conformidad con el
artículo 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles
de aplicación supletoria a la Ley de Amparo en términos
del artículo 2° de este ordenamiento, hace prueba plena y,
de la que se observa que, entre los fundamentos
jurídicos que le dan sustento, se encuentra el artículo
que la promovente tilda de inconstitucional, el cual,
sirvió de sustento jurídico para determinar que la
resolución emitida por la autoridad fiscalizadora y en la
que determinó sustancialmente que a la enajenación
que realizó la contribuyente en el ejercicio dos mil seis,
de sándwiches, paninis y ensaladas, no les resulta
aplicable la tasa del 0%, para efectos del impuesto al
valor agregado, prevista en el artículo 2-A, de la ley
mencionada, sino la prevista en el artículo 1, fracción I,
segunda párrafo, de dicho ordenamiento.

Por ende, se debe concluir que en el acto


impugnado en el juicio de nulidad, se encuentra satisfecho
el requisito identificado en el inciso a) que se refiere al
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D.A. 670/2012

requisito de la aplicación del artículo reclamado.

Por otra parte, también se considera satisfecho el


requisito indicado en el inciso b) anterior, que se traduce en
que, respecto del precepto aplicado no se actualice alguna
de las hipótesis que, si se tratara de un juicio de amparo
indirecto, determinaría la improcedencia del juicio en su
contra y el sobreseimiento respectivo, en virtud de que, en
ese supuesto, en un juicio de amparo directo los conceptos
de violación relativos resultarían inoperantes.

Tal perspectiva para determinar la aptitud de los


conceptos de violación que en el amparo directo se
formulen para debatir la constitucionalidad de una norma
fue establecida en la tesis 2a./J. 96/99 del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo X, agosto de 1999, página 78, que se
transcribe a continuación:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. LO


SON EN AMPARO DIRECTO SI PLANTEAN LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE UNA NORMA
GENERAL RESPECTO DE LA CUAL, SI SE
TRATARA DE JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, SE
ACTUALIZARÍA ALGUNA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA. De conformidad con lo dispuesto
en el artículo 166, fracción IV, de la Ley de Amparo,
en el amparo directo puede alegarse la
inconstitucionalidad de algún precepto dentro de los
conceptos de violación de la demanda. No obstante, si
respecto del precepto reclamado se actualiza alguna
de las hipótesis que, si se tratare de un juicio de
amparo indirecto, determinaría la improcedencia del
juicio en su contra y el sobreseimiento respectivo,
tratándose de un juicio de amparo directo, al no
señalarse como acto reclamado tal norma general, el
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D.A. 670/2012

pronunciamiento del órgano que conozca del amparo


debe hacerse únicamente en la parte considerativa de
la sentencia, declarando la inoperancia de los
conceptos de violación respectivos, pues ante la
imposibilidad de examinar el precepto legal
impugnado, resultarían ineficaces para conceder el
amparo al quejoso.”

Se asevera que respecto del precepto aplicado no


se actualiza alguna hipótesis que, si se tratara de un juicio
de amparo indirecto, determinaría la improcedencia del
juicio en su contra y el sobreseimiento respectivo, en virtud
de que, de las constancias de autos, este órgano colegiado
no advierte tal circunstancia, sobre todo si se toma en
cuenta que la aplicación del precepto cuya
inconstitucionalidad se sostiene tuvo lugar, en la resolución
administrativa de origen; máxime que, de las constancias
que integran el juicio de nulidad, no se advierte que exista
una aplicación previa en perjuicio de la quejosa, sino que
optó por agotar la vía contenciosa administrativa antes de
acudir al juicio de garantías combatiendo la norma que
reclama, de acuerdo con lo dispuesto en la fracción XII del
artículo 73 de la Ley de Amparo.

Incluso, este Órgano de control de la


constitucionalidad considera que los efectos de una
eventual concesión de amparo se verán efectivamente
reflejados en la pretensión de la parte quejosa, en virtud de
que el acto impugnado quedaría inexistente.

De igual forma, se actualiza la hipótesis referida en


el inciso c), consistente en que los planteamientos de
inconstitucionalidad propuestos confronten eficientemente
la norma legal cuestionada con la norma constitucional que
se estima violada.
21
D.A. 670/2012

Lo anterior se considera así, pues como se


anticipó, la parte quejosa señala que el artículo 2-A,
fracción I, inciso B) de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, es contrario al contenido del artículo 31, fracción
IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en virtud de que da un trato desigual a
contribuyentes que guardan entre sí una idéntica situación
jurídica frente a dicha ley, al excluir del beneficio de tributar
bajo la tal del 0% a las enajenaciones de productos
destinados a la alimentación.

Son ineficaces los argumentos de la quejosa


porque el elemento objetivo que justifica el trato distinto en
cuanto a la aplicación de las diversas tasas del tributo, lo
constituyen los procesos realizados al alimento, ya que en
el caso de los que han sido sometidos a un proceso de
integración para llegar a un producto distinto que permita al
consumidor final su ingestión inmediata, el impuesto se
generará por el valor que se les incorpora al haber sido
transformados, mezclados o procesados, en virtud de que
serán una cosa distinta a lo que originalmente eran, a
diferencia de aquellos alimentos que conservan su estado
original para poder consumirse, sin que su valor se
incremente con alguna preparación posterior.

Lo anterior, encuentra justificación con el hecho de


que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
determinado que en respeto a la garantía de equidad
tributaria prevista por el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
22
D.A. 670/2012

los contribuyentes que se encuentran dentro del mismo


supuesto de causación, deben tributar en idénticas
condiciones y que, tratándose de exenciones, el universo
de contribuyentes exentos corresponda a una categoría o
clasificación determinada sin beneficiar a determinados
contribuyentes de esa categoría de manera individual.

Esto es, el principio de equidad impositiva se


refiere al derecho de todos los gobernados de recibir el
mismo trato en relación a que quienes se ubican en similar
situación de hecho, porque la igualdad a que se refiere el
artículo 31, fracción IV, constitucional, lo es ante la ley y
ante la aplicación de la ley, por lo que no toda desigualdad
de trato por la ley supone una violación al citado precepto
constitucional, pues para ello es necesario que dicha
desigualdad produzca distinción entre situaciones jurídicas
que pueden considerarse iguales sin que exista una
justificación objetiva; de ahí que las normas tributarias que
prevean tanto el hecho imponible como la exención
relativa, deben tratar igual a quienes se encuentren en la
misma situación y de manera desigual a los sujetos que se
ubiquen en una situación diversa, lo que implica que el
legislador determine categorías o clasificaciones de
contribuyentes que se sustenten en bases objetivas que
justifiquen el tratamiento diferente entre una y otra
categoría, y que pueden responder a finalidades
económicas o sociales, razones de política fiscal o Incluso
extrafiscales.

Para dilucidar si en la especie existe o no un trato


discriminatorio inconstitucional, es de vital importancia
destacar la intención del legislador al establecer que
23
D.A. 670/2012

quedan exceptuadas de la tasa del 0% la enajenación de


productos destinados a la alimentación preparados para su
consumo obedeció al hecho de que lo que se buscó fue
coadyuvar al sistema alimentario mexicano y proteger a los
sectores sociales menos favorecidos; de tal manera que no
se incumple con dicho fin cuando a un alimento ya fue
sometido a un proceso de elaboración, cocción mezclado o
transformación de tal forma que cuando se enajenan, ya
está listo para consumirse justamente en razón de que lo
que se está gravando, es el valor que se le está
incorporando a cada alimento.

En el caso particular es preciso acudir al texto del


precepto impugnado vigente en dos mil seis:

“Artículo 2o.-A. El impuesto se calculará aplicando


la tasa del 0% a los valores a que se refiere esta
Ley, cuando se realicen los actos o actividades
siguientes:
I.- La enajenación de:
[…]
Se aplicará la tasa que establece el artículo 1o. a la
enajenación de los alimentos a que se refiere el
presente artículo preparados para su consumo en
el lugar o establecimiento en que se enajenen,
inclusive cuando no cuenten con instalaciones
para ser consumidos en los mismos, cuando sean
para llevar o para entrega a domicilio.”

Del análisis del último párrafo de la fracción I del


artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
advierten los siguientes elementos:

a) Se establece una tasa del 15%; y

24
D.A. 670/2012

b) El hecho imponible es la enajenación de


alimentos.

Como elementos secundarios destacan el lugar en


donde los alimentos sean consumidos, esto es, ya sea que
se consuman en el mismo lugar donde se enajenan o en un
lugar distinto, situación que para efectos de la
interpretación del numeral en estudio resulta irrelevante.

Establecido lo anterior, corresponde ahora


determinar si para que cobre aplicación la tasa del 15% del
impuesto al valor agregado, es requisito que los alimentos
se preparen en el lugar en donde se enajenan, con
independencia del lugar en donde se consuman o, por el
contrario, basta que se trate de alimentos preparados para
su consumo, sin importar el lugar donde se preparen y
donde se consuman.

Para estos efectos, resulta conveniente hacer


referencia a que del artículo 2°-A, fracción I, inciso b),
último párrafo de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
advierte que se aplicará la tasa del 15% siempre que:

1.- Se trate de alimentos preparados.

2.- Se consuman en el lugar o establecimiento en


que se enajenen; sean para llevar o para entrega a
domicilio.

3.- El hecho de que el lugar o establecimiento en


donde se enajenan los alimentos, no cuente con

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D.A. 670/2012

instalaciones para ser consumidos, no modifica la tasa del


15%.

Ahora bien, en virtud de que la literalidad del


enunciado previsto en el párrafo último de la fracción I del
artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, en
cuanto señala que: "Se aplicará la tasa que establece el
artículo 1o. a la enajenación de los alimentos a que se
refiere el presente artículo preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenen (...)" puede conducir a una interpretación
equívoca, resulta conveniente acudir a otros métodos de
interpretación, tales como el contextual, sistemático y
teleológico.

Al respecto, resulta aplicable la tesis de


jurisprudencia 2a./J. 133/2002, visible en la página 238 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XVI,
Diciembre de 2002, Novena Época, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de rubro y texto, siguientes:

“CONTRIBUCIONES. LAS DISPOSICIONES


REFERENTES A SUS ELEMENTOS ESENCIALES,
AUNQUE SON DE APLICACIÓN ESTRICTA,
ADMITEN DIVERSOS MÉTODOS DE
INTERPRETACIÓN PARA DESENTRAÑAR SU
SENTIDO. El hecho de que el legislador haya
establecido que las disposiciones fiscales que prevén
elementos esenciales, como son sujeto, objeto, base,
tasa o tarifa de una contribución y las excepciones a
ésta, son de aplicación estricta, no significa que el
intérprete no pueda acudir a los diversos métodos que
permiten conocer la verdadera intención del creador
de aquellas disposiciones, cuando de su análisis literal
en virtud de las palabras utilizadas, sean técnicas o de
26
D.A. 670/2012

uso común, se genere incertidumbre sobre su


significado, ya que el efecto de lo ordenado por el
legislador es obligar a aquél a que realice la aplicación
estricta de la respectiva hipótesis jurídica única y
exclusivamente a las situaciones de hecho que
coincidan con lo previsto en ella, una vez
desentrañado su alcance.”

Ahora bien, conforme al enunciado normativo en


estudio caben dos hipótesis interpretativas:

1. La tasa del 15% se aplica a los alimentos


preparados para el consumo, siempre que éstos se
preparen en el lugar donde se enajenan, o

2. La tasa del 15% se aplican a los alimentos


preparados para el consumo, sin importar el lugar donde
sean preparados.

Este Tribunal Colegiado considera que la tasa del


15% está en función de que se trate de alimentos
preparados para el consumo, sin importar el lugar donde
sean preparados, porque partiendo de la base que los
establecimientos tienen como actividad empresarial la
enajenación de alimentos, la cual presupone un proceso
previo de preparación, es lógico que el hecho imponible sea
la enajenación de alimentos preparados para el consumo,
esto es, que dichos alimentos estén listos para ser
consumidos, ya sea en el lugar de enajenación o en algún
otro lugar, como acontece cuando son para llevar o para
entrega a domicilio.

De esta manera, la tasa del 15% se aplica a todos


aquellos alimentos preparados para el consumo, sin
importar el lugar en donde sean preparados o
27
D.A. 670/2012

consumidos, pues bastará el mero acto de enajenación y


de que se trate de alimentos preparados para el consumo.

En efecto, el enunciado “alimentos preparados


para el consumo” debe entenderse como toda aquella
sustancia que, previa transformación o procesamiento, sea
apta para el consumo humano, esto es, que esté en
condiciones para ser consumido por el destinatario o
consumidor.

Por tanto, sólo estará afecta a la tasa del 15% la


enajenación de alimentos preparados para el consumo,
situación que implica que los alimentos están en
condiciones para ser consumidos.

Se entiende que los alimentos están en


condiciones de ser consumidos, cuando cumplen con el
proceso de preparación que los hace aptos para ser
consumidos o ingeridos, sin requerir de un nuevo proceso,
más que el ordinario (calentarlos) cuando sean para llevar o
entrega a domicilio.

En este tenor, no constituye un elemento del hecho


imponible, para que se actualice la tasa del 15% del
impuesto al valor agregado, el lugar en donde los alimentos
sean preparados, pues lo que interesa para efectos
tributarios, es que se dé un acto de enajenación y se trate
de alimentos preparados para el consumo, sin importar el
lugar donde éstos sean preparados.

En efecto, estimar lo contrario significaría que


28
D.A. 670/2012

un mismo establecimiento tuviera que aplicar dos tasas;


una con el 15% para los alimentos preparados en el lugar
donde se enajenan y otra con el 0% para aquellos
alimentos que se prepararan en lugar diverso, situación que
no es acorde con el sistema ni con el contexto de los
artículos 1° y 2°-A de la ley de la materia, como tampoco
con la naturaleza del impuesto al valor agregado, pues con
ello se estaría orientando a que los establecimientos
dejaran de preparar alimentos en donde se enajenan, a fin
de evitar el gravamen del 15% y, en su lugar, se insiste,
buscarían que la preparación de los alimentos se lleve a
cabo en un lugar distinto de donde se enajenan, obteniendo
con ello un beneficio fiscal, como se dijo antes, indebido.

Por tanto, no debe perderse de vista que como


principio tributario general y por la naturaleza de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, ésta prevé, en términos
generales y en su legislación vigente en dos mil seis, dos
tasas: 0% y 15%. Correspondiendo la primera, entre otros,
a todos aquellos alimentos o productos que se enajenen en
estado natural (salvo excepciones expresas); mientras que
la segunda cobra aplicación en el resto del país para
aquellos productos, bienes o servicios que hubieran
recibido un proceso de transformación.

Lo anterior es así, toda vez que conforme al


artículo 2°-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, la
enajenación de alimentos (en cuanto a su estado), puede
ser de dos clases: 1. Alimentos preparados y, 2. Alimentos
sin preparar o en estado natural; correspondiendo la tasa
del 15% para la enajenación de alimentos preparados o
industrializados y del 0% para la enajenación de alimentos
29
D.A. 670/2012

sin preparar o en estado natural.

Por tanto, tampoco es posible considerar que los


alimentos preparados en lugar diverso al de su
enajenación, están afectos a la tasa del 0%, pues como se
dijo antes, se orientaría a que los establecimientos con el
propósito de evitar el gravamen del 15%, preparen los
alimentos en lugar diverso de su enajenación, situación
que, además de desnaturalizar el impuesto al valor
agregado, estaría dando un beneficio fiscal indebido.

De esta manera, la tasa del 0% o 15% del


impuesto al valor agregado, no se determina en función del
lugar en donde se preparen los alimentos, sino de que los
alimentos que se enajenen estén preparados o sin
preparar.

Lo anterior es así, toda vez que el objeto del


impuesto en estudio es gravar las enajenaciones, en la
prestación de servicios, otorgamiento del uso o goce
temporal de bienes, y la importación de bienes y/o servicios
que realicen las personas físicas o morales en territorio
nacional, sin importar sus cualidades personales, el tipo de
actividades que realicen, con quiénes se efectúen esas
operaciones, cuántos ingresos hayan percibido o en qué
lugar son preparados los alimentos.

Con base en las anteriores consideraciones,


estima que de la interpretación del artículo 2-A, fracción I,
párrafo último, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
desprende que el lugar en donde los alimentos sean
30
D.A. 670/2012

preparados, no es un elemento objetivo que incida en el


hecho generador, como tampoco corresponde regularlo a la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, sino, en todo caso, a
otras normas tributarias, de ahí que el hecho imponible
solamente se concrete en verificar si se actualiza la
enajenación de alimentos, y que para efectos de
determinar la tasa aplicable, distinga si son alimentos
preparados o sin preparar.

En efecto, la tasa del 0% cobra aplicación para los


alimentos sin preparar y la del 15% para los alimentos
preparados, sin importar el lugar en donde dichos alimentos
sean preparados o en donde sean consumidos; de ahí que
a la norma en estudio no le interese si los alimentos son
preparados en el lugar en donde se enajenan o si éstos se
preparan en un lugar diverso al de la enajenación, pues lo
que interesa es que se trate de alimentos preparados o
sin preparar (con independencia del lugar donde éstos
sean preparados).

Por tanto, si bien la tortilla y el pan sufren


transformaciones previas antes de ser consumidos, lo cierto
es que no deben ser considerados como alimentos
“preparados para su consumo”, pues la transformación que
sufren las harinas de maíz y trigo a efecto de elaborar un
producto final (tortilla y pan), no implican la elaboración de
un nuevo alimento, sino una derivación o procesamiento del
mismo, pues la masa transformada, será tortilla o pan lista
para su consumo, según sea el caso.

Ello es así, pues el elemento objetivo legal que


justifica el trato distinto en cuanto a la aplicación de las
31
D.A. 670/2012

diversas tasas del tributo, son los procesos realizados


al alimento, es decir, si los alimentos están preparados
o no preparados, pues a través de esos procesos se les
agrega un valor, mientras que el alimento que no
recibió tales procesos, conservan su estado original,
sin que su valor se haya incrementado.

Así, tal situación no ocurre con aquellos alimentos


gravados por el último párrafo de la fracción I del artículo 2-
A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, pues son los
que permiten en su conjunto y a través de un procedimiento
de preparación, obtener un producto distinto a los
originalmente utilizados, lo que permite establecer, que a
través de la intervención en la preparación de los mismos,
se genera un valor agregado en dicha cadena productiva,
como sucede en los casos de los restaurantes, que, como
en el supuesto de la quejosa, generan un bien distinto en
cuanto a su composición por cada una de sus partes,
situación objetiva que se estima apta para diferenciar el
tratamiento fiscal de las tasas controvertidas.

La empresa quejosa para elaborar paninis,


sándwiches o ensaladas, requiere no nada más de la
harina o bien de las verduras, sino también de otros
productos, que en su conjunto y después de un proceso
aislado de cada uno, generan un producto final diverso.

Tales cuestiones son un hecho notorio en términos


del criterio jurisprudencial P./J. 74/2006, visible en la página
963 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
XXIII, Junio de 2006, sustentada por el Pleno de
32
D.A. 670/2012

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y


texto, siguientes:

“HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y


JURÍDICO. Conforme al artículo 88 del Código
Federal de Procedimientos Civiles los tribunales
pueden invocar hechos notorios aunque no hayan sido
alegados ni probados por las partes. Por hechos
notorios deben entenderse, en general, aquellos que
por el conocimiento humano se consideran ciertos e
indiscutibles, ya sea que pertenezcan a la historia, a la
ciencia, a la naturaleza, a las vicisitudes de la vida
pública actual o a circunstancias comúnmente
conocidas en un determinado lugar, de modo que toda
persona de ese medio esté en condiciones de saberlo;
y desde el punto de vista jurídico, hecho notorio es
cualquier acontecimiento de dominio público conocido
por todos o casi todos los miembros de un círculo
social en el momento en que va a pronunciarse la
decisión judicial, respecto del cual no hay duda ni
discusión; de manera que al ser notorio la ley exime
de su prueba, por ser del conocimiento público en el
medio social donde ocurrió o donde se tramita el
procedimiento.”

Así, la empresa quejosa, vende productos que se


han sometido a un proceso de integración para llegar a un
producto distinto que permite al consumidor final su
ingestión inmediata, es decir, evita la necesidad de aplicar
procesos de preparación diversos, por lo que en esos
alimentos preparados para su consumo, el impuesto se
genera por el valor que se incorpora a los alimentos
cuando éstos son transformados, mezclados o
procesados; por consiguiente, al realizarse este acto
de procesar los alimentos incorporándoles alguna
mezcla o producto, se está generando un valor
agregado que difiere de aquellos alimentos que aun de
un proceso, siempre serán lo mismo, como es el caso
del pan y la toritilla; alimentos que una vez que han

33
D.A. 670/2012

sido producidos, se encuentran listos para su


consumo.

En tales condiciones, el precepto tildado de


inconstitucional no viola el principio de equidad
tributaria, pues los sujetos pasivos que enajenan
alimentos preparados para su consumo se encuentran
en un plano diverso a quienes enajenan alimentos sin
preparar, razón objetiva por la que no se da un
tratamiento desigual, pues al tratarse de sujetos
desiguales, no es exacto que se otorgue un trato
diverso.

Sirve de apoyo a las anteriores consideraciones la


tesis 1a. LX/2010, visible en la página 944 del Tomo XXXI,
Marzo de 2010 del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, sustentada por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro
y texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,


FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO, NO VIOLA EL PRINCIPIO
DE EQUIDAD TRIBUTARIA (LEGISLACIÓN
VIGENTE HASTA EL 31 DE DICIEMBRE DE 2007).
El citado precepto, al establecer que se gravará con la
tasa del 0% la enajenación de alimentos, mientras que
la de los preparados para su consumo en el lugar o
establecimiento en que se enajenen, inclusive cuando
no cuenten con instalaciones para ser consumidos en
los mismos, se le aplicará la tasa que establece el
artículo 1o. de la Ley del Impuesto al Valor Agregado,
no viola el principio de equidad tributaria contenido en
la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos. Ello es así, porque
el elemento objetivo que justifica el trato distinto en
cuanto a la aplicación de las diversas tasas del tributo,
34
D.A. 670/2012

lo constituyen los procesos realizados al alimento, ya


que en el caso de los que han sido sometidos a un
proceso de integración para llegar a un producto
distinto que permita al consumidor final su ingestión
inmediata, el impuesto se generará por el valor que se
les incorpora al haber sido transformados, mezclados
o procesados, en virtud de que serán una cosa distinta
a lo que originalmente eran, a diferencia de aquellos
alimentos que conservan su estado original para
poder consumirse, sin que su valor se incremente con
alguna preparación posterior.

Asimismo, se cita en apoyo la tesis 2a. LXIX/2006,


visible en la página 405 del Tomo XXIV, Agosto de 2006
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y
texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,


FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO, NO TRANSGREDE EL
PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA
(LEGISLACIÓN VIGENTE EN 2004). El citado
precepto legal, al prever que a la enajenación de los
alimentos a que se refiere, preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenen, inclusive cuando no cuenten con
instalaciones para ser consumidos en los mismos,
cuando sean para llevar o entrega a domicilio, se
aplicará la tasa del 15% que establece el artículo 1o.
de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, no
transgrede el principio de equidad tributaria contenido
en el numeral 31, fracción IV, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues no
existe distinción entre los contribuyentes que enajenan
alimentos preparados en el lugar de venta y los que
los preparan para ser enajenados en un lugar
diferente. Esto es, los sujetos pasivos que
comercializan alimentos preparados para su consumo
están en una situación diversa de quienes venden
alimentos sin preparar, de manera que lo que interesa
para efectos del impuesto es que exista el acto de
enajenación y que se trate de alimentos preparados
para el consumo, sin importar el lugar donde se
preparen, lo cual constituye una razón objetiva que
35
D.A. 670/2012

justifica el trato desigual, ya que se trata de sujetos


diferentes.

SÉPTIMO. Son ineficaces los argumentos


expuestos en los incisos a), b) y c), en virtud de lo
siguiente:

La Sala resolvió que el sistema de distribución de


cargas probatorias previsto en el Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la
materia, el cual obliga a la parte que afirme ubicarse en
una excepción a probar dicha situación, ello de
conformidad con lo establecido en el artículo 83, en
relación con los artículos 81 y 82, fracción I, todos del
referido ordenamiento, mismos que señalan literalmente lo
siguiente:

‘Artículo 83.- El que funda su derecho en una regla


general no necesita probar que su caso siguió la regla
general y no la excepción; pero quien alega que el
caso está en la excepción de una regla general, debe
probar que así es.’
“Articulo 81.- El actor debe probar los hechos
constitutivos de su acción y el reo los de sus
excepciones.’
Artículo 82.- El que niega sólo está obligado a probar:
I.-Cuando la negación envuelva la afirmación expresa
de un hecho;”

De conformidad con los preceptos legales


transcritos, la parte que afirme ubicarse en una excepción,
se encuentra obligado a probar su dicho lo anterior,
aplicado al caso en particular se reduce al hecho de que si
la quejosa afirma que los productos que enajena les resulta
aplicable la tasa del 0% (excepción), indiscutiblemente se
encuentra obligado a acreditar dicha situación.

36
D.A. 670/2012

Ello es así, pues no debe soslayarse que la


aplicación de la tasa del 0% prevista en el artículo 2-A, de
la Ley del Impuesto al Valor Agregado, constituye una
excepción a la regla general revista en dicho
ordenamiento.

Lo anterior, porque la tasa aplicable a las


actividades gravadas por la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, será la del 15%.

En ese sentido, si la quejosa afirma que los


productos que enajenó en dos mil seis, actualizaban uno
de los supuestos que establece el artículo 2-A, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, es decir, que les resulta
aplicable la tasa excepcional de 0%, entonces ella se
encontraba obligada a acreditar su dicho.

De tal manera que, resulta ineficaz el argumento


de la quejosa, en el sentido de que era la autoridad
fiscalizadora la que debió demostrar que los productos
enajenados no se encontraban envasados al vacío, pues
es la quejosa quien alega que se ubica en la excepción de
una regla general, lo que la obliga a acreditar dicha
situación.

Sirve de apoyo a lo anterior, el criterio sustentado


por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Sexto Circuito, que este Tribunal Comparte, visible en
la página 1666 del Tomo XX, Septiembre de 2004 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, bajo el rubro y texto, siguientes:
37
D.A. 670/2012

“PRUEBA, CARGA DE LA, EN EL JUICIO FISCAL.


De conformidad con el artículo 81 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en
los juicios fiscales por disposición del artículo 50,
segundo párrafo, del Código Fiscal de la Federación,
al actor corresponde probar los hechos constitutivos
de su acción y al reo (demandado) los de sus
excepciones. Por tanto, cuando en el juicio fiscal
exista necesidad de aportar alguna prueba para
dilucidar un punto de hecho, tocará a la parte
interesada en demostrarlo gestionar la preparación y
desahogo de tal medio de convicción, pues en ella
recae la carga procesal, y no arrojarla al tribunal con
el pretexto de que tiene facultades para allegarse de
los datos que estime pertinentes para conocer la
verdad. De otra forma, se rompería el principio de
equilibrio procesal que debe observarse en todo
litigio.”

Con base en lo anterior, si la hoy quejosa afirma


que los productos que enajenó en el año dos mil seis, les
resulta aplicable la tasa del 0%, prevista en el artículo 2-A,
de la Ley del Impuesto sobre la Renta, lo anterior, no cabe
duda de que se trata de un hecho positivo, el cual le
corresponde la carga probatoria de demostrarlo, lo cual
como bien resolvió la Sala no aconteció.

Así pues, bajo ese contexto, es inconcuso que a la


parte quejosa le correspondía demostrar que los productos
que enajenó en dos mil seis, se encontraban envasados al
vacío y que por tal situación, les resultaba aplicable la tasa
del 0%, ello de conformidad con lo previsto en la regla
5.3.2 de la resolución Miscelánea fiscal de dos mil seis.

Respecto a este punto, es importante dejar en


claro que tanto la autoridad fiscal e inclusive la Sala, se

38
D.A. 670/2012

encontraban imposibilitados a reconocer un derecho al no


pago de contribuciones, sin previamente contar con los
elementos que le permitan acreditar la procedencia del
referido derecho.

En ese sentido, a efecto de que pueda ser


reconocido un derecho a favor del contribuyente, se debe
contar con los elementos necesarios que permitan
comprobar que efectivamente tiene derecho a acceder al
mismo, esto es, la hoy quejosa se encontraba obligada a
acreditar sus manifestaciones aportando los medios de
prueba que considerara pertinentes y que pudieran servir
de sustento para acreditar tal situación, pues de lo
contrario existiría una notoria imposibilidad para realizar
dicha situación tanto por la autoridad fiscal como por parte
de esa Juzgadora.

No es óbice a lo anterior, el hecho de que la hoy


quejosa señale en su escrito de demanda que resulta
imposible la realización de la prueba pericial en materia de
bioquímica bajo los argumentos que pretende la autoridad,
ello en virtud de que fue la propia actora y no la autoridad
la que determinó que sus pretensiones en el sentido de
que los productos que enajenó en el año de dos mil seis,
se encontraban envasados al vacío, únicamente podía
acreditarse con la prueba pericial de referencia.

En este sentido, es a la quejosa y no a la


autoridad a quien corresponde acreditar que los alimentos
que enajenó en el ejercicio fiscal de dos mil seis,
consistentes en sándwiches, paninis y ensaladas se
encontraban envasadas al vacío y por tanto les resultaba
39
D.A. 670/2012

aplicable la tasa del 0%, en ese sentido, es causa


imputable a la contribuyente el hecho de que la
imposibilidad que al respecto pudiera presentarse en
cuanto al desahogo o inclusive la propia idoneidad de la
referida probanza.

Por otra parte, son ineficaces los argumentos


contenidos en los incisos d), e) y f), en razón de lo
siguiente:

Del análisis de los conceptos de violación hechos


valer por la quejosa en su demanda de amparo, se colige
que los argumentos no están encaminados a controvertir
los fundamentos y motivos expresados en la sentencia
reclamada, ya que en la misma se vieron desestimados las
manifestaciones hechas valer por la promovente del
amparo en el sentido de que los productos que enajena de
encuentran gravados a la tasa del 0%, atendiendo a que
fue omisa en acreditar mediante prueba idónea la
veracidad de sus afirmaciones.

Ello se dice así, porque los argumentos de la


quejosa se encuentran encaminados a demostrar que la
tasa que le resultaba aplicable a la enajenación de sus
productos era la del 0%, prevista en la Ley del Impuesto al
Valor Agregado, sin embargo, esos agravios, resultan
ineficaces, ya que la Sala responsable atendió ese
argumento de la quejosa, pero ésta no se ocupa de
atender esas determinaciones. Es decir, la quejosa reitera
los agravios que presentó en el juicio de nulidad, a pesar
de que éstos agravios ya fueron resueltos por la
40
D.A. 670/2012

responsable, y por ende, se hace evidente el hecho de que


no está combatiendo los fundamentos y motivos
expresados en el acto reclamado.

Lo anterior, puesto que es de explorado derecho


que son ineficaces todos aquellos agravios, conceptos de
impugnación y/o violación, que no controvierten la litis a
dilucidar en todo procedimiento jurisdiccional, de modo tal
que sólo son susceptibles de ser atendidos por el órgano
jurisdiccional, aquellos que tienden a controvertir los
motivos y fundamentos del acto impugnado.

Por lo tanto, se reitera que toda vez que los


argumento que formula la contribuyente hoy quejosa se
encuentran encaminados a demostrar que la tasa aplicable
a la enajenación de los sándwiches, paninis y ensaladas
era la del 0%, es evidente que no controvierte las razones
y motivos que sustentó a la sentencia reclamada en esta
instancia, conforme los cuales se valoraron y desestimaron
se estimaron infundados los agravios que sobre esta
materia formuló en el juicio de nulidad, por lo que los
mismos deben de ser desestimados por ineficaces.

No obstante lo anterior, resultan ineficaces los


argumentos vertidos por la quejosa, en el sentido de que la
Sala no analizó debidamente los planteamientos
propuestos en el juicio de nulidad (inciso f y g), así como
las pruebas exhibidas en la referida instancia, por medio de
los cuales hubiera arribado a la conclusión de que los
productos enajenados sí se encontraban envasados al alto
vacío, pues lo cierto es que no basta con que señale que
las pruebas que más adelante se detallan, no fueron
41
D.A. 670/2012

debidamente valoradas, sino que además debió exponer


de qué manera modificaría el sentido de la resolución
impugnada, el no haber considerado dichas documentales,
ya que en la mencionada aseveración, la hoy quejosa es
omisa en señalar de qué manera trascendió a ido de la
resolución el hecho de que supuestamente las pruebas
ofrecidas no le fueron debidamente valoradas ni de qué
forma ello le causó un perjuicio en su esfera jurídica.

Ello es así, ya que no basta con que la quejosa


sostenga que la actuación de la autoridad es ilegal, sino
que está constreñida a precisar cuáles son los alcances y
trascendencia de la violación que aduce.

Sirven de apoyo, en lo conducente y por analogía


el criterio visible en la página 2389 del Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, XXIX, Enero de 2009,
Materia Administrativa, Novena Época, de rubro y texto,
siguientes:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES.


SON AQUELLOS QUE OMITEN PRECISAR LOS
CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN NO ANALIZADOS
POR LA SALA RESPONSABLE Y LA FORMA EN
QUE SU FALTA DE ESTUDIO TRASCIENDE AL
RESULTADO DEL FALLO. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación en jurisprudencia definida
estableció que para que los conceptos de violación se
estudien, basta con expresar claramente en la
demanda de garantías la causa de pedir. No obstante,
cuando el quejoso sostiene que en la sentencia
reclamada la Sala Regional del Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa omitió el estudio de
ciertos conceptos de impugnación vertidos en la
demanda de nulidad, absteniéndose de precisar en
qué consisten los argumentos no analizados por la
responsable y la forma en que su falta de examen
42
D.A. 670/2012

trasciende al resultado del fallo, sin explicar


razonadamente las causas por las que los conceptos
de nulidad dejados de estudiar producirían una
declaratoria de nulidad más benéfica a su favor ni
controvertir directa y eficazmente a través de
razonamientos jurídicos concretos las consideraciones
por las que se estimó innecesario dicho estudio, los
conceptos de violación devienen inoperantes, debido
a su deficiencia para demostrar la ilegalidad de las
consideraciones en las que se sustentó la autoridad
responsable para estimar la inutilidad de examen.’

Así las cosas, es evidente que si la hoy actora no


señaló de qué forma trascendió la supuesta falta de
valoración de las pruebas ofrecidas en el juicio principal,
tampoco demostró de qué forma la violación que aduce le
causó un perjuicio en su esfera jurídica, los argumentos
hechos valer son ineficaces.

Ahora bien, resulta oportuno señalar que el


artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado,
establece una excepción a la regla general, ello en virtud
de que la tasa aplicable de conformidad a la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, es la del 15%, por lo que es
evidente que los contribuyentes que pretendan les sea
aplicada la tasa del 0%, deberán probar que se ubican en
dicha excepción.

Bajo ese tenor, no se debe perder de vista que de


conformidad a los numerales 81, 82 y 83 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, se desprende que la
parte que afirme ubicarse en una excepción, se encuentra
obligado a probar su dicho, lo anterior, aplicado al caso en
particular se reduce al hecho de que si la quejosa afirma
que a los productos que enajenó en dos mil seis les
resultaba aplicable la tasa del 0% (excepción),
43
D.A. 670/2012

indiscutiblemente se encuentra obligado a acreditar dicha


situación.

No debe soslayarse que si la Sala, procedió al


análisis de los productos enajenados por la contribuyente,
ello fue con el fin de atender las alegaciones vertidas por
esta empresa, así como para no dejarla en estado de
inseguridad jurídica, pues a efecto de determinar si
efectivamente le asistía o no la razón, resultaba necesario
analizar si dichos productos se encontraban envasados al
vacío sin que en modo alguno dicha situación le cause
afectación a la accionante ni mucho menos signifique
alguna ilegalidad en la sentencia que impugna, pues el
resultado de dicho análisis no trascendió a la resolución
impugnada, pues se insiste, la razón por la cual se
determinó el crédito fiscal a la quejosa, fue porque ella no
acreditó que a los productos que enajenó en dos mil seis le
resultara aplicable la tasa del 0% para efectos del Impuesto
al Valor Agregado, y no por el resultado del análisis que
realizó la autoridad fiscalizadora.

Aunado a lo anterior, no se debe perder de vista


que el argumento de la quejosa resulta inatendible, en
tanto que resulta por demás falso que la Sala se hubiera
basado en productos de dos mil ocho, para concluir que los
sándwiches y paninis que enajenó en dos mil seis, se
encuentran envasados al alto vacío, ello es así, en tanto
que de una lectura de la sentencia que nos ocupa haya
hecho referencia en momento alguno que su análisis fue
respecto de productos enajenado en dos mil ocho.

44
D.A. 670/2012

Así pues, resulta por demás inatendible el


argumento de la quejosa pues contrario a su dicho la Sala
Fiscal no basó sus argumentos en hechos y productos
correspondientes al periodo de dos mil ocho.

Por lo que hace al argumento en el que la quejosa


manifiesta que de manera indebida la Sala Fiscal tomó en
consideración la prueba de laboratorio de veintisiete de
agosto de dos mil ocho, y con base en ella determinó que
los productos enajenados en dos mil seis no se
encontraban envasados al vacío, el mismo resulta
completamente ineficaz.

En ese sentido, debe precisarse que fue la


quejosa y no la autoridad la que ofreció la prueba pericial
en materia de bioquímica a efecto de comprobar que los
productos que enajenó en el año de dos mil seis, se
encontraban envasados al vacío y que por tal situación, les
resultaba aplicable la tasa del 0%, ello de conformidad con
lo previsto en la regla 5.3.2 de la Resolución Miscelánea
Fiscal de dos mil seis.

Respecto a este punto, es importante dejar en


claro que si la hoy quejosa, fue quien ofreció la prueba de
laboratorio de fecha veintisiete de agosto de dos mil ocho,
de manera correcta la Sala, y con la finalidad de no dejar
en estado de indefensión a la hoy quejosa tuvo a bien
valorarla, por lo que resulta por demás inatendible el hecho
de que la actora haya ofrecido una prueba con la que
pretendió acreditar la veracidad de sus afirmaciones y en la
presente instancia desestime dicho medio probatorio.

45
D.A. 670/2012

Ello en virtud de que fue la actora y no la autoridad


la que determinó que sus pretensiones en el sentido de
que los productos que enajenó en el año de dos mil seis,
se encontraban envasados al vacío, únicamente podía
acreditarse con la prueba pericial de referencia.

No debe soslayarse que fue la quejosa y no la


autoridad la que ofreció ese medio de prueba a efecto de
acreditar que los alimentos que enajenó en el ejercicio
fiscal de dos mil seis, consistentes en sándwiches y
paninis, se encontraban envasadas al vacío y por tanto les
resultaba aplicable la tasa del 0%, en ese sentido, resulta
evidente que fue la hoy quejosa quien consideró idónea la
referida probanza a efecto de acreditar sus pretensiones,
de ahí que resulte ilógico que pretenda desestimar el
análisis realizado por la Sala de la referida prueba.

Finalmente, resulta por demás inatendible el


argumento que formula la quejosa en el sentido de que es
ilegal el actuar de la fiscalizadora en tanto que la autoridad
se basó en productos de dos mil ocho y no en los de dos
mil seis.

Por tanto, es evidente que si fue la hoy quejosa, la


que ofreció dicho medio de prueba, y de la misma se
obtuvo un resultado desfavorable a sus pretensiones, ello
es atribuible únicamente a ésta sin que pueda alegarse
alguna ilegalidad en el actuar de la Sala por haber
analizado dicha prueba.

Ello es así, pues el artículo 2-A, de la Ley del


46
D.A. 670/2012

Impuesto al Valor Agregado, establece una excepción a la


regla general, ello en virtud de que la tasa aplicable de
conformidad a la Ley del Impuesto al Valor Agregado, es la
del 15%, por lo que es evidente que los contribuyentes que
pretendan les sea aplicada la tasa del 0%, deberán probar
que se ubican en dicha excepción.

Bajo ese tenor, no se debe perder de vista que de


conformidad a los numerales 81, 82 y 83 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, se desprende que tal y
como fue resuelto por la Sala, la parte que afirme ubicarse
en una excepción, se encuentra obligado a probar su
dicho, lo anterior, aplicado al caso en particular se reduce
al hecho de que si la quejosa afirma que a los productos
que enajenó en dos mil seis les resultaba aplicable la tasa
del 0% (excepción), indiscutiblemente se encuentra
obligado a acreditar dicha situación.

No debe soslayarse que si la autoridad procedió al


análisis de los productos enajenados por la contribuyente,
ello fue con el fin de atender las alegaciones vertidas por
esta empresa, así como para no dejarla en estado de
inseguridad jurídica, pues a efecto de determinar si
efectivamente le asistía o no la razón, resultaba necesario
analizar si dichos productos se encontraban envasados al
vacío, sin que lo anterior en modo alguno le cause
afectación a la quejosa ni mucho menos signifique alguna
ilegalidad en la resolución impugnada, pues el resultado de
dicho análisis no trascendió a la resolución impugnada,
pues la razón por la cual se determinó el crédito fiscal a la
hoy quejosa fue porque ella no acreditó que los productos
que enajenó en dos mil seis, les resultara aplicable la tasa
47
D.A. 670/2012

del 0%, para efectos del Impuesto al Valor Agregado, y no


por el resultado del análisis que realizó la autoridad
fiscalizadora.

Por tanto, si la quejosa manifestó que la autoridad


efectuó un análisis de productos del dos mil ocho, es
inconcuso que al hacer tal afirmación, a ella le
correspondía acreditar tal aserto, ello de conformidad con
lo establecido por los artículos 81 y 81 del Código Federal
de Procedimientos Civiles.

Por lo que respecta al argumento hecho valer por


la quejosa en el sentido de que la Sala Fiscal de manera
incorrecta al emitir su sentencia se basó en una prueba
realizada en dos mil ocho, cuando el ejercicio fiscal
revisado es dos mil seis (incisos h) e i) , tales
manifestaciones resultan ineficaces, porque tal como
quedó debidamente acreditado en el juicio de nulidad, la
prueba realizada por la autoridad no le irroga ningún
perjuicio a la quejosa, sino al contrario dicha prueba se
realizó con el afán de corroborar el dicho de la promovente
del amparo, aunado al hecho de que la autoridad tiene
facultades de allegarse de los medios de prueba
necesarios para verificar el cumplimiento de los
contribuyentes a sus obligaciones fiscales.

Ahora bien, a efecto de crear convicción, resulta


pertinente traer a la vista el contenido del artículo 48, del
Código Fiscal de la Federación, que dice lo siguiente:

“Artículo 48.- Cuando las autoridades fiscales soliciten


48
D.A. 670/2012

de los contribuyentes, responsables solidarios o


terceros, informes, datos o documentos o pidan la
presentación de la contabilidad o parte de ella, para el
ejercicio de sus facultades de comprobación, fuera de
una visita domiciliaria, se estará a lo siguiente:

I. La solicitud notificará en el domicilio manifestado


ante el Registro Federal de Contribuyentes por la
persona a quien va dirigida y en su defecto,
tratándose de personas físicas, también podrá
notificarse en su casa habitación o lugar donde éstas
se encuentren. Si al presentarse el notificador en el
lugar donde deba de practicarse la diligencia, no
estuviere la persona a quien va dirigida la solicitud o
su representante legal, se dejará citatorio con la
persona que se encuentre en dicho lugar, para que el
contribuyente, responsable solidario,,, tercero o
representante legal lo esperen a hora determinada del
día siguiente para recibir la solicitud; si no lo hicieren,
la solicitud se notificará con quien se encuentre en el
domicilio señalado en la misma.
II. En la solicitud se indicará el lugar y el plazo en el
cual se debe proporcionar los informes o documentos.

III. Los informes, libros o documentos requeridos


deberán ser proporcionados por la persona a quien se
dirigió la solicitud o por su representante.

IV. Como consecuencia de la revisión de los informes,


datos, documentos o contabilidad requeridos a los
contribuyentes, responsables solidarios o terceros, las
autoridades fiscales formularán oficio de
observaciones en el cual harán constar en forma
circunstanciada los hechos u omisiones que se
hubiesen conocido y entrañen incumplimiento de las
disposiciones fiscales del contribuyente o responsable
solidario.

V. Cuando no hubiera observaciones, la autoridad


fiscalizadora comunicará al contribuyente o
responsable solidario, mediante oficio, la conclusión
de la revisión de gabinete de los documentos
presentados.

49
D.A. 670/2012

VI. El oficio de observaciones a que se refiere la


fracción IV de este artículo se notificará cumpliendo
con lo señalado en la fracción I de este articulo y en el
lugar especificado en esta última fracción citada. El
contribuyente o el responsable solidario, contará con
un plazo de veinte días, contados a partir del día
siguiente al en que surta efectos la notificación del
oficio de observaciones, para presentar los
documentos, libros o registros que desvirtúen los
hechos u omisiones asentados en el mismo, así como
para optar por corregir su situación fiscal. Cuando se
trate de más de un ejercicio revisado o cuando la
revisión abarque además de uno o varios ejercicios
revisados, fracciones de otro ejercicio, se ampliará el
plazo por quince días más, siempre que el
contribuyente presente aviso dentro del plazo inicial
de veinte días.

Se tendrán por consentidos los hechos u omisiones


consignados en el oficio de observaciones, si en el
plazo probatorio el contribuyente no presenta
documentación comprobatoria que los desvirtúe.

El plazo que se señala en el primero y segundo


párrafos de esta fracción es independiente del que se
establece en el artículo 46-A de este Código.

VII. Tratándose de la revisión a que se refiere la


fracción IV de este artículo, cuando ésta se relacione
con el ejercido de las facultades a que se refieren los
artículos 215 y 216 de la Ley del impuesto sobre la
Renta, el plazo a que se refiere la fracción anterior,
será de tres meses, pudiendo ampliarse por una sola
vez por un plazo de dos meses a solicitud del
contribuyente.

Los casos a que se refiere el párrafo anterior, el


contribuyente directamente o los representantes que
designe, en los términos de la fracción IV del artículo
46 de este Código, tendrán acceso a la información
confidencial proporcionada u obtenida de terceros
independientes, sujetándose a los términos y
responsabilidades a que se refiere dicha fracción.
50
D.A. 670/2012

VIII. Dentro del plazo para desvirtuar los hechos u


omisiones asentados en el oficio de observaciones, a
que se refieren las fracciones VI y VII, el contribuyente
podrá optar por corregir su situación fiscal en las
distintas contribuciones objeto de la revisión,
mediante, la presentación de la forma de corrección
de su situación fiscal, de la que proporcionará copia a
la autoridad revisora.

IX. Cuando el contribuyente no corrija totalmente su


situación fiscal conforme al oficio de observaciones o
no desvirtúe 105 hechos u omisiones consignados en
dicho documento, se emitirá la resolución que
determine las contribuciones o aprovechamientos
omitidos, la cual se notificará al contribuyente
cumpliendo con lo señalado en la fracción I de este
artículo y en el lugar especificado en dicha fracción.”

De la transcripción que antecede, se advierte que


lo único que establece el artículo 48, del Código Fiscal de
la Federación, es que cuando la autoridad fiscal ejerza sus
facultades de comprobación dentro de una revisión de
gabinete, debe cumplir con las siguientes formalidades:

►Que la solicitud de información y documentación


se notifique en el domicilio manifestado ante el Registro
Federal de Contribuyentes, o en su caso a la persona a
quien se dirige.

►Que en dicha solicitud se indique lugar y plazo


en el cual se proporcionarán los informes o documentos.

► Que los informes, libros o documentos que


sean requeridos deberán ser proporcionados por la
persona a quien se dirigió dicha solicitud.

51
D.A. 670/2012

► Que se debe emitir un oficio de observaciones


en el cual se circunstanciarán los hechos u omisiones,
como consecuencia de la revisión de los informes, datos y
documentos que se solicitaron.

► Que en el supuesto de que no se emita oficio


de observaciones, la fiscalizadora comunicará al
contribuyente la conclusión de la revisión de gabinete.

► Que dicho oficio de observaciones se notificará


en el domicilio manifestado en el Registro Federal de
Contribuyentes, contando el particular con 20 días para
exhibir libros documentos que desvirtúen los hechos u
omisiones asentados en este.

► Que tratándose de los supuestos previstos en


los artículos 215 y 216 de la Ley de Impuesto sobre la
Renta, el plazo para desvirtuar el oficio de observaciones,
será de tres meses

► Que dentro del plazo de 20 días los


contribuyentes podrán optar por corregir su situación fiscal,
mediante la presentación de la forma de corrección fiscal.

► Que si el contribuyente no corrige su situación


fiscal, se emitirá la resolución que determine las
contribuciones o aprovechamientos omitidos.
Así, lo que enuncia dicho numeral solamente
señala las formalidades que las autoridades deben seguir a
efecto de solicitar de los contribuyentes, responsables
solidarios o terceros, informes, datos o
52
D.A. 670/2012

documentos o pidan la presentación de la contabilidad o


parte de ella, dentro del ejercicio de sus facultades de
comprobación, fuera de una visita domiciliaria.

Bajo ese contexto, es que el argumento de la


quejosa resulta por demás ineficaz, pues de la lectura al
dispositivo en comento, se advierte que de manera alguna
se desprende la limitante aducida por la quejosa.

Así es, no se debe soslayar que el numeral en


comento en momento alguno limita las facultades de
comprobación por parte de las autoridades fiscales, a que
no puedan allegarse de los medios de convicción
pertinentes pues se reitera, dicho dispositivo sólo señala
las formalidades que las autoridades deben seguir a efecto
de solicitar de los contribuyentes, responsables solidarios o
terceros, informes, datos o documentos, dentro del
ejercicio de sus facultades de comprobación, fuera de una
visita domiciliaria.

En ese sentido, es inconcuso que el argumento


formulado por la quejosa en el sentido de que la materia de
disenso es ilegal, ya que no está debidamente fundada y
motivada, al tomar en consideración una prueba que no
corresponde al ejercicio fiscal revisado, y que por ello se
violó en su perjuicio el artículo 48, del Código Fiscal de la
Federación, pues la autoridad debe concretarse a revisar el
ejercicio señalado en la orden de revisión, deviene en
ineficaz.

Son ineficaces los argumentos contenidos en los


incisos j), k) y l), en razón de lo siguiente:
53
D.A. 670/2012

Es importante señalar que si bien es cierto que el


artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, es
categórico en señalar que se encontraran sujetos a la tasa
del 0% la enajenación de los productos destinados a la
alimentación, no menos cierto es, que el legislador fue
claro en exceptuar algunos productos de la aplicación de
dicha tasa, así como también estableció que se
encontraran sujetos a la tasa del 15%, todos aquellos
alimentos que se encuentren preparados,
independientemente de que sean o no destinados a la
alimentación.

Luego entonces, es que tal y como fue resuelto


por la Sala resultaron insuficientes las alegaciones de la
hoy quejosa, pues pretendía sustentar la aplicación de la
tasa del 0%, partiendo de lo que se debe entender con el
vocablo alimento (según su dicho todo lo que aporta
nutrientes al organismo) para concluir que basta que un
productos revista ese carácter para considerar que se
actualiza el supuesto de enajenación de productos
destinadas a la alimentación y por ende procede la
aplicación de la tasa del 0%; sin embargo, pasó por alto
que tanto los sándwiches y paninis como las ensaladas
enajenadas en dos mil seis, no están presentadas ni
envasadas al alto vacío y se trata de alimentos
procesados, destinadas a la alimentación, que previamente
son sometidos a un proceso de elaboración, cocción,
mezclado, transformación o cualquier otro similar, con
independencia de que el proceso lo realice el enajenante o
sus proveedores, como lo establece lo dispuesto por el
54
D.A. 670/2012

artículo 1, primer párrafo, fracción I, y segundo párrafo en


relación con el diverso 2-A, primer párrafo, fracción I, inciso
b), y último párrafo de dicha fracción, de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado.

En este sentido, resulta oportuno hacer notar que


el legislador fue claro en determinar que no todos los
productos destinados a la alimentación se encontrarían
sujetos a la tasa del 0%, sino que los mismos estarían
sujetos a dicha tasa, siempre y cuando no se ubicaran en
las excepciones previstas por el citado artículo 2-A, primer
párrafo, fracción I, inciso b), y último párrafo de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado vigente en 2006.

Así pues, resulta evidente que la Sala válidamente


resolvió que contrario al equivocado argumento de la
enjuiciante, en el caso que nos ocupa nos encontramos en
presencia de alimentos preparados, toda vez que las
ensaladas que enajena se componen de diferentes
productos que son mezclados en un mismo recipiente, a
las cuales se les agrega un valor, por lo que en
concordancia a lo resuelto por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al ser una mezcla las ensaladas que
enajena la quejosa, las mismas son un alimentos
preparado, por lo que en términos del artículo 2-A, de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, les corresponde la
tasa del 15% del mencionado gravamen.

En efecto, si en el caso que nos ocupa, la quejosa


realiza enajenación de ensaladas, las cuales por su propia
naturaleza corresponden a diferentes alimentos mezclados
en un mismo recipiente, es inconcuso que las mismas se
55
D.A. 670/2012

ubican en la hipótesis de causación del Impuesto al Valor


Agregado a la tasa general del 15%, como válidamente
resolvió la Sala, pues a los productos en cuestión que son
enajenados por la quejosa, les resultan aplicables los
artículos 1, primer párrafo, fracción I, y segundo párrafo, de
la Ley del Impuesto al Valor Agregado de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 2-A, primer párrafo, fracción I,
inciso b) y último párrafo de dicha fracción.

Por otra parte, a efecto de determinar cuál era la


tasa aplicable a los alimentos que enajena la promovente
debe dejarse claro cuál es la estructura y los supuestos
que al efecto gravan tanto los artículos 1° y 2-A, de la Ley
del Impuesto al Valor.

El artículo 1° de la Ley del Impuesto al Valor


Agregado, establece lo siguiente:

“Artículo 1° Están obligadas al pago del impuesto al


valor agregado establecido en esta Ley, las personas
físicas y las morales que, en territorio nacional,
realicen los actos o actividades siguientes:
I. Enajenen bienes.
II. Presten servicios independientes.
III.- Otorguen el uso o goce temporal de bienes.
IV.- Importen bienes o servicios.

El impuesto se calculará aplicando los valores que


señala esta Ley, la tasa del 15%. El impuesto al valor
agregado en ningún caso se considerará que forma
parte de dichos valores.

56
D.A. 670/2012

Del precepto legal transcrito, se advierte que los


contribuyentes están obligados al pago del Impuesto al
Valor Agregado, cuando se ubiquen en los supuestos
establecidos en el artículo trascrito.

Asimismo, del precepto legal de referencia se


deprende un punto muy importante, esto es, señala que la
tasa aplicable respecto de las actividades que se
encuentran gravados en la propia Ley, es la del 15%, esto
es, por regla general la tasa señalada en el artículo 1° de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado será la aplicable en
todas las actividades señaladas en el precepto legal de
referencia.

No obstante lo anterior, la propia Ley del Impuesto


al Valor Agregado contiene una serie de percepciones
respecto la aplicación de la tasa general del 15%, una de
estas excepciones. La regla general el artículo 2-A de la
referida Ley, el cual establece la tasa del 0%, aplicable a
cierto tipo de productos y servicios.

El precepto legal de referencia, establece lo


siguiente:

“Artículo 2o.-A.- El impuesto se calculará aplicando la


tasa del 0% a los valores a que se refiere esta Ley,
cuando se realicen los actos o actividades siguientes:
I. La enajenación de:
a). Animales y Vegetales que no estén
industrializados, salvo el hule.
Para estos efectos, se considera que la madera en
trozo o descortezada no está industrializada.
b) Medicinas de patente y productos destinados a la
alimentación a excepción de:

57
D.A. 670/2012

1. Bebidas distintas de la leche, inclusive cuando las


mismas tengan naturaleza de alimentos. Quedan
comprendidos en este numeral los jugos, los néctares
y los concentrados de frutas o de verduras, cualquiera
que sea su presentación, densidad o el peso del
contenido de estas materias.
2. Jarabes o concentrados para preparar refrescos que
expidan en envases abiertos utilizando aparatos
eléctricos o mecánicos, así como los concentrados,
polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores que
al diluirse permitan obtener refrescos.
3. Caviar, salmón ahumado y angulas.
4. Saborizantes, microencapsulados y aditivos
alimenticios.
c).- Hielo y agua no gaseosa ni compuesta, excepto
cuando en este último caso, su presentación sea en
envases menores de diez litros.
d).- Ixtle, palma y lechuguilla.
e).- Tractores para accionar implementos agrícolas, a
excepción de los de oruga, así como llantas para
dichos tractores; motocultores para superficies
reducidas; arados; rastras para desterronar la tierra
arada; cultivadoras para esparcir y desyerbar;
cosechadoras; aspersoras y espolvoreadoras para
rociar o esparcir fertilizantes, plaguicidas, herbicidas y
fungicidas; equipo mecánico, eléctrico o hidráulico
para riego agrícola; sembradoras; ensiladoras,
cortadoras y empacadoras de forraje; desgranadoras;
abonadoras y fertilizadoras de terrenos de cultivo;
aviones fumigadores; motosierras manuales de
cadena, así como embarcaciones para pesca
comercial, siempre que se reúnan los requisitos y
condiciones que señale el Reglamento.
A la enajenación de la maquinaria y del equipo a que
se refiere este inciso, se les aplicara la tasa señalada
en este artículo, sólo que se enajenen completos.
f).- Fertilizantes, plaguicidas, herbicidas y fungicidas,
siempre que estén destinados para ser utilizados en la
agricultura o ganadería.
g).- Invernaderos hiropónicos y equipos integrados a
ellos para producir temperatura y humedad
controladas o para proteger los cultivos de elementos
naturales, así como equipos de irrigación. -h) oro,
58
D.A. 670/2012

joyería, orfebrería, piezas artísticas u. ornamentales y


lingotes, cuyo contenido mínimo de dicho material sea
del 80%; siempre que su enajenación no efectúe en
ventas al menudeo con el público en general.
i) Libros, periódicos y revistas, que editen los propios
contribuyentes. Para los efectos de esta Ley, se
considera libro toda publicación, unitaria, no periódica,
cualquier soporte, cuya edición se haga en un volumen
o en varios volúmenes. Dentro del concepto de libros,
no quedan comprendidas aquellas publicaciones
periódicas amparadas bajo el mismo título o
denominación y con diferente contenido entre una
publicación y otra.
Igualmente se considera que forman parte de los
libros, los materiales complemetarios que se
acompañen a ellos, cuando no sean susceptibles de
comercializarse separadamente. Se entiende que no
tienen la característica de complementarios cuando los
materiales pueden comercializarse
independientemente del libro.
Se aplicará la tasa del 15% o del 10%, según
corresponda, a la enajenación de los alimentos a que
se refiere el presente artículo preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenen, inclusive cuando no cuenten con
instalaciones para ser consumidos en los mismos,
cuando, sean para llevar o para entrega a domicilio.
II. La prestación de servicios independientes:
a).- Los prestados directamente a los agricultores y
ganaderos, siempre que sean destinados para
actividades agropecuarias, por concepto de
perforaciones de pozos, alumbramiento y formación de
retenes de agua; suministro de energía eléctrica para
usos agrícolas aplicados al bombeo de agua para
riego; desmontes y caminos en el interior de las fincas
agropecuarias; preparación de terrenos; riego y
fumigación agrícolas; erradicación de plagas; cosecha
y recolección; vacunación, desinfección e
inseminación de ganado, así como los de captura y
extracción de especies marinas y de agua dulce.
b) Los de molienda o trituración de maíz o de trigo.
c).- Los de pasteurización de leche.
d).- Los prestados en invernaderos hidropónicos.
g).- Los de reaseguro.

59
D.A. 670/2012

e).- Los de despepite de algodón en rama.


f).- Los de sacrificio de ganado y aves de corral.
h).- Los de suministro de agua para uso doméstico.
III.- El uso o goce temporal de la maquinaria y equipo
a que se refieren los incisos e) y g) de la fracción I de
este artículo.
IV.- La exportación de bienes o servicios, en los
términos del artículo 29 de esta Ley.
Los actos o actividades a los que se les aplica la tasa
del 0%, producirán los mismos efectos legales que
aquellos por los que se deba pagar el impuesto
conforme a esta Ley.

De la lectura del precepto legal transcrito, se


observa que establece una excepción a la aplicación de la
tasa general del 15%, respecto a la enajenación de
algunos productos, la prestación de algunos servicios
independientes, el uso o goce temporal de cierta
maquinaria y equipo y por último la exportación de ciertos
bienes y servicios.

No obstante lo anterior, a efecto de que resulte


aplicable la excepción prevista en el artículo 2-A, de la Ley
del Impuesto al Valor Agregado, es decir, la tasa del 0%,
los contribuyentes se encuentran obligados a cumplir con
ciertos requisitos que el propio legislador estableció en el
precepto legal de referencia, los cuales, si no se cumplen
trae como consecuencia que se aplique la tasa general del
15%, prevista en el artículo 1°, de la ley en cita.

En el presente asunto se abordará únicamente


respecto a lo señalado en la fracción 1, incisos a) y b) del
artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, así
como de los requisitos establecidos por el propio
60
D.A. 670/2012

Legislador a efecto de que resulte aplicable la tasa del 0%.

La hipótesis prevista en la fracción 1, inciso a), del


artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
refiere a la enajenación de animales y vegetales que no
estén industrializados, salvo el hule.

Lo anterior se evidencia con la trascripción de la


parte relativa del precepto legal de referencia.

‘Artículo 2º.-A.- El impuesto se calculará aplicando la


tasa del 0% a los valores a que se refiere esta Ley,
cuando se realicen los actos o actividades siguientes:
I.- La enajenación de:
a).- Animales y Vegetales que no estén
industrializados, salvo el hule.

En efecto de la hipótesis anterior, se deprenden


los siguientes elementos:

1) Objeto: Animal y vegetal.

2) Calificativo: industrializado.

Por animal y vegetal debe entenderse lo siguiente:


Vegetal.
1. Adj. Que vegeta.
2. Adj. Perteneciente o relativo a las plantas.
3. M. ser orgánico que crece y vive, pero no muda de lugar
por impulso voluntario.
4. M. pl. P. Rico. Hortalizas en general.

Animal
1. Adj. Perteneciente o relativo a los animales.
2. Adj. Perteneciente o relativo a la parte sensitiva
61
D.A. 670/2012

de un ser viviente, a diferencia de la parte racional o


espiritual. Apetitos animales.
3. Adj. Producido por animales. Tracción animal.
4. Adj. Que tiene como base principal los animales.
Ornamentación, alimentación animal.

Una vez precisado lo que al efecto debe


entenderse por animal y por vegetal, la fracción I, inciso a),
nos señala otro elemento que se debe cumplir, es decir nos
señala el calificativo de no industrializado.

El artículo 6 del Reglamento de la Ley del


Impuesto al Valor Agregado, señala que para los efectos
del artículo 2-A, fracción I, inciso a), de la Ley, se considera
que los animales y vegetales no están industrializados por
el simple hecho de que se presenten cortados, aplanados,
en trozos, frescos, salados, secos, refrigerados,
congelados o empacados ni los vegetales por el hecho de
que sean sometidos a procesos de secado, limpiado,
descascarado, despepitado o desgranado.

La madera cortada en tablas, tablones o en


cualquier otra manera que altere su forma, longitud y
grosor naturales, se considera sometida a un proceso de
industrialización.

En efecto, el artículo 6, del Reglamento de la Ley


del Impuesto al Valor Agregado señala:

“Artículo 6°. Para los efectos del artículo 2-A, fracción


I, inciso a), de la Ley, se considera que los animales y

62
D.A. 670/2012

vegetales no están industrializados por el simple


hecho de que se presenten cortados, aplanados, en
trozos, frescos, salados, secos, refrigerados,
congelados o empacados y los vegetales, aun cuando
sean sometidos a procesos de secados, limpiado,
descascarado, despepitado o desgranado no se
consideran que están industrializados, en este caso, sí
cumplen con los procesos anteriores, les resultará
aplicable la tasa 0%.”

Del precepto anterior se advierte, que el hecho de


que los animales o vegetales que se enajenen se
encuentren cortados, aplanados, en trozos, frescos,
salados, secos, refrigerados, congelados o empacados y
los vegetales aun cuando sean sometidos a procesos de
secado, limpiado, descascarado, despepitado desgranado
no se consideran que están industrializados, en este caso,
sí cumplen con los proceso anteriores, les resultara
aplicable la tasa del 0%. No obstante, si los animales y
vegetales que al efecto se enajenen, presentan un proceso
distinto o adicional a los señalados anteriormente, la tasa
que resultara aplicable será la tasa general del 15%, ello
en virtud de que respecto a los productos de referencia se
les estaría agregando un valor adicional y se les cambiaría
de su estado natural y se transformaría el producto original
en otra cosa.

Sirve de apoyo a la anterior consideración la tesis


2a. LXVI/2007, visible en la página 355 del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXV, Junio de
2007, Novena Época, sustentada por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y
texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,


FRACCIÓN I, INCISO A), DE LA LEY DEL
63
D.A. 670/2012

IMPUESTO RELATIVO NO VIOLA EL PRINCIPIO DE


EQUIDAD TRIBUTARIA. El citado precepto establece
que se gravará con la tasa del 0% la enajenación de
animales y vegetales que no estén industrializados,
salvo el hule, lo que implica que la enajenación de
vegetales industrializados debe gravarse a la tasa del
15% o a la del 10% cuando aquélla se realice en la
región fronteriza, de acuerdo con los artículos 1o. y
2o. de la misma Ley. Por su parte, el artículo 3o. del
Reglamento de la Ley del Impuesto al Valor Agregado
abrogado, en relación con el artículo 2o.-A de la Ley
relativa, prevé que no se industrializan los animales y
vegetales por el simple hecho de que se presenten
cortados, aplanados, en trozos, frescos, salados,
secos, refrigerados, congelados o empacados, ni los
vegetales por el hecho de ser sometidos a procesos
de secado, limpiado, descascarado, despepitado o
desgranado. A su vez, la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en
jurisprudencia 2a./J. 59/2002, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVI, julio de 2002, página 359,
sostuvo que por "industrializado" se entiende aquello
que fue transformado en otra cosa por medio de un
trabajo adecuado. De lo expuesto se sigue que el
elemento objetivo legal que justifica el trato distinto en
cuanto a la aplicación de las diversas tasas del tributo,
es la industrialización de los vegetales, pues a través
de ese proceso se les transforma en una cosa distinta
a lo que originalmente eran y se les agrega un valor,
mientras que los vegetales no industrializados, al no
haber sido transformados conservan su estado
original, sin que su valor se haya incrementado. De
esta manera, la enajenación de unos y otros no está
en el mismo plano jurídico, lo que justifica el
tratamiento tributario distinto, y permite concluir que el
mencionado artículo 2o.-A, fracción I, inciso a), de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado no transgrede el
principio de equidad tributaria contenido en el artículo
31, fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, pues trata de manera
distinta a sujetos que se encuentran en situaciones
diversas.”

De conformidad con la tesis transcrita, se podrá


observar que ha sido criterio de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación el establecer que la tasa del 0%, no
64
D.A. 670/2012

será aplicable a la enajenación de animales y vegetales


que se encuentren industrializados, es decir, a aquellos
que hayan estado bajo un proceso que los transformó de
su estado natural a un producto diferente.

Con base en lo anterior, este Tribunal Colegiado


arriba a las conclusiones siguientes:

• La fracción I, inciso a), del artículo 2-A, de la Ley


del Impuesto al Valor Agregado, nos señala una excepción
a efecto de que se apliqué la tasa general del 15%.

• Dicho supuesto señala dos elementos, un objeto


(animal y vegetal) y un calificativo (no industrializado).

• Por su parte, el artículo 6, del Reglamento de la


Ley del Impuesto al Valor Agregado, nos señala cuáles son
los animales y vegetales no industrializados.

• Que si los animales y vegetales que se enajenen


son sometidos a un proceso distinto a los establecidos en
el artículo 6 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
les aplicará la tasa general del 15%.

En ese sentido, es evidente, que los


contribuyentes a efecto de poder aplicar la excepción
prevista en el artículo 2-A, de la Ley de Impuesto al Valor
Agregado, tendrán que cumplir con una serie de requisitos,
pues de lo contrario la tasa que les resultara aplicable será
la del 15%, prevista en el Artículo 1°, de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado.

65
D.A. 670/2012

Asimismo y en relación con el tema puesto a


consideración de este Tribunal Colegiado, es necesario
abordar lo señalado en la fracción I, inciso b), del artículo
2-A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

El precepto legal de referencia establece lo


siguiente:

“Artículo 2°A. El impuesto se calculará


aplicando la tasa del 0% a los valores a que
se refiere esta Ley, cuando se realicen los
actos a actividades siguientes:
I. La enajenación de:
...
b) Medicinas de patente y productos
destinados a la alimentación a excepción de:
…”

Las hipótesis que señala esta fracción se refieren


a:
1) Medicinas de patente y

2) Productos destinados a la alimentación.

En el presente asunto, nos enfocaremos


únicamente a la segunda hipótesis de la cual se
desprenden los siguientes elementos:

1) Objeto: Productos.
2) Calificativo: Destinados a la alimentación.
Conclusión.

Acorde a la definición del Diccionario de la Real


Academia Española, vigésima primera edición, establece:

66
D.A. 670/2012

Producto. (del lat. Productivus.) p.p. irreg. De


producir. fig. fabricar, elaborar cosas útiles.

Destino. Consignación, señalamiento o aplicación


de una cosa o de un lugar para determinado fin.

Alimentación. Conjunto de lo que se toma o


proporciona como alimento para subsistir. Cualquiera de
las substancias que los seres vivos toman o reciben para
su nutrición.

De conformidad con lo establecido en el artículo 2-


A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, los productos
destinados a la alimentación están afectos a tasa 0%, sin
embargo, dicha excepción se encuentra condicionada a
que se cumplan con los siguientes requisitos:

1. Que los productos objeto del gravamen


aporten nutrientes al organismo.
2. Su destino ordinario o evidente sea la
alimentación.

En ese sentido, a efecto de determinar que se


trata de productos destinados a la alimentación es
necesario que los referidos productos cumplan con los
elementos señalados anteriormente, es decir que
proporcione nutrientes al organismo para además que su
destino sea propiamente la alimentación es decir, no basta
con que se configure el primero de los supuestos, sino el
mismo debería estar vinculado con el segundo de ellos,

67
D.A. 670/2012

pues de lo contrario resultaría aplicable la tasa general del


15%.

Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia


2a./J. 84/2006, visible en la página 432 del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV, Julio de
2006. Novena Época, sustentada por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y
texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. LA TASA DEL 0% QUE


PREVÉ EL ARTÍCULO 2o.-A DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO ES APLICABLE A LA
ENAJENACIÓN DE PRODUCTOS DESTINADOS
A LA ALIMENTACIÓN, INDEPENDIENTEMENTE
DE QUE INTEGREN O NO LA DENOMINADA
CANASTA BÁSICA. Si bien es cierto que en
principio el legislador estimó pertinente aplicar la
tasa del 0% únicamente a la enajenación de los
alimentos que integran la canasta básica y otros
de consumo popular, también lo es que
posteriormente, con el objeto de coadyuvar con el
sistema alimentario mexicano y reducir el impacto
de los precios entre el gran público consumidor, la
referida tasa se hizo extensiva a la enajenación de
todos los productos destinados a la alimentación
(con ciertas excepciones), dado que de esta
manera se reduce su costo, al permitir que los
contribuyentes acrediten el impuesto al valor
agregado que se les traslada durante el proceso
de elaboración y comercialización respectivo, por
lo que se concluye que la llamada canasta básica
no determina la aplicación de la tasa del 0%.”

Con base, en lo anterior, es evidente que a efecto


de que resulte aplicable la tasa del 0% tratándose de
productos destinados a la alimentación, los mismos
deberán reunir los requisitos consistentes en que aporten

68
D.A. 670/2012

nutrientes y su destino sea la alimentación, de no reunir los


requisitos anteriores se deberán gravar a la tasa del 15%.

Aunado a lo anterior y en el supuesto de que los


productos enajenación por los contribuyentes cumplieran
con los requisitos, es decir, que cumpliera con los
requisitos anteriores, no se debe soslayar que el artículo 2-
A, fracción I, penúltimo párrafo, de la Ley del Impuesto al
Valor Agregado, señala una excepción respecto de la cual
señala que no obstante que se traten de productos
destinados a la alimentación y que aporten nutrientes, se
les aplicará la tasa del 15%, cuando al efecto se trate de
alimentos preparados.

Al respecto, el precepto de referencia señala lo


siguiente:

“Artículo 2-A. El impuesto se calculará aplicando la


tasa del 0% a los valores a que se refiere esta Ley,
cuando se realicen los actos o actividades siguientes:

I. La enajenación de:

b). Medicinas de patente y productos destinados a la
alimentación a excepción de:

Se aplicará la tasa del 15% o del 10%, según
corresponda, a la enajenación de los alimentos a que
se refiere.”

Del análisis realizado al último párrafo de la


fracción I, del artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, se advierten los siguientes elementos:

a) Se establece una tasa del 15% (como


excepción a la tasa del 0% prevista en dicho numeral);

69
D.A. 670/2012

b) El hecho imposible es la enajenación de


alimentos; pero,

c) Que se trate de alimentos preparados para su


consumo.

De conformidad con lo anterior, es claro que se


aplicará la tasa general a la enajenación de alimentos
cuando estos hubieran sido preparados para su consumo,
en ese sentido, resulta necesario señalar qué debemos
entender por “alimentos preparados para su consumo”.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha


establecido que un alimento listó para consumo, son todos
aquellos que cumplen con el proceso de preparación que
los hacen aptos para ser ingeridos sin requerir de un nuevo
proceso, más que el ordinario (calentarlos) cuando sean
para llevar a domicilio.

En ese sentido, para que resulte aplicable la tasa


general del 15% del impuesto al valor agregado, por
actualizarse el supuesto previsto en el último párrafo de la
fracción I, del artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, basta que se trate de alimentos preparados
para su consumo, sin importar el lugar donde se preparen y
donde se consuman.

Por tanto, sólo estará afecta a la tasa del 15% la


enajenación de alimentos preparados para el consumo,
situación que implica que los alimentos están en
condiciones para ser consumidos, entendiéndose
70
D.A. 670/2012

que los alimentos están en condiciones de ser consumidos


cuando cumplen con el proceso de preparación que los
hace aptos para ser ingeridos, sin requerir de un nuevo
proceso.

Lo anterior queda demostrado con el texto de la


jurisprudencia 2a./J. 84/2006, visible en la página 432 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo
XXIV, Julio de 2006, Novena Época, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, bajo el rubro y texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. LA TASA DEL 0% QUE


PREVÉ EL ARTÍCULO 2o.-A DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO ES APLICABLE A LA
ENAJENACIÓN DE PRODUCTOS DESTINADOS A
LA ALIMENTACIÓN, INDEPENDIENTEMENTE DE
QUE INTEGREN O NO LA DENOMINADA
CANASTA BÁSICA. Si bien es cierto que en principio
el legislador estimó pertinente aplicar la tasa del 0%
únicamente a la enajenación de los alimentos que
integran la canasta básica y otros de consumo
popular, también lo es que posteriormente, con el
objeto de coadyuvar con el sistema alimentario
mexicano y reducir el impacto de los precios entre el
gran público consumidor, la referida tasa se hizo
extensiva a la enajenación de todos los productos
destinados a la alimentación (con ciertas
excepciones), dado que de esta manera se reduce su
costo, al permitir que los contribuyentes acrediten el
impuesto al valor agregado que se les traslada
durante el proceso de elaboración y comercialización
respectivo, por lo que se concluye que la llamada
canasta básica no determina la aplicación de la tasa
del 0%.”

Del texto de la ejecutoria que dio origen a la


jurisprudencia 2ª./J.84/2006, se desprende que un alimento
preparado para su consumo, es aquella substancia que
para su transformación o procedimiento, sea apta para el
consumo humano, esto es, que esté en condiciones
71
D.A. 670/2012

para ser consumido por el destinatario o consumidor.


Asimismo, dicha ejecutoria señala que un alimento
listo para consumo, son todos aquellos que cumplen con el
proceso de preparación que los hacen aptos para ser
ingeridos sin requerir de un nuevo proceso, más que el
ordinario (calentarlos) cuando sean para llevar a domicilio.

Al respecto, se transcribe la parte conducente de


esa ejecutoria:
“…
En esa tesitura, cabe señalar que el proceso
legislativo que dio origen al artículo 2-A, de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, se advierte claramente la
intención del Legislador de aplicar la tasa del 0% a
todos los alimentos, con el objeto de que los
contribuyentes tuvieran la posibilidad de acreditar el
impuesto que les fuera trasladado por los insumos y
servicios que intervinieran en su elaboración, esto
para que los estratos sociales mas desprotegidos
puedan allegarse de productos alimenticios
necesarios para su nutrición, la denominada canasta
básica por lo que no basta que un producto aporte
ciertos nutrientes al organismo del ser humano, para
que deba gravarse con la tasa del 0%, toda vez que
en el caso en particular, la fructuosa no se utiliza
como nutriente, sino únicamente como endulcorante,
pues aun cuando dicho producto puede utilizarse en el
proceso de producción de alimentos, no implica que el
mismo deba verse beneficiado con dicha tasa, pues
no se cumpliría con la voluntad legislativa de que los
alimentos se produzcan a bajo costo a favor de la
población.”

De igual forma, la tesis 1ª. LX/2010, cuyos datos de


publicación, rubro y texto se citarán a continuación, nos
aclara que lo que se grava para efectos del Impuesto al
Valor Agregado en este tipo de enajenación, es la
transformación, mezcla o proceso que se agregue a dichos
productos,

72
D.A. 670/2012

“Novena Época
Registro: 164873
Instancia: Primera Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo XXXI, Marzo de 2010
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 1a. LX/2010
Página: 944
“VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,
FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO, NO VIOLA EL PRINCIPIO
DE EQUIDAD TRIBUTARIA (LEGISLACIÓN
VIGENTE HASTA EL 31 DE DICIEMBRE DE 2007).
El citado precepto, al establecer que se gravará con la
tasa del 0% la enajenación de alimentos, mientras que
la de los preparados para su consumo en el lugar o
establecimiento en que se enajenen, inclusive cuando
no cuenten con instalaciones para ser consumidos en
los mismos, se le aplicará la tasa que establece el
artículo 1o. de la Ley del Impuesto al Valor Agregado,
no viola el principio de equidad tributaria contenido en
la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos. Ello es así, porque
el elemento objetivo que justifica el trato distinto en
cuanto a la aplicación de las diversas tasas del tributo,
lo constituyen los procesos realizados al alimento, ya
que en el caso de los que han sido sometidos a un
proceso de integración para llegar a un producto
distinto que permita al consumidor final su ingestión
inmediata, el impuesto se generará por el valor que se
les incorpora al haber sido transformados, mezclados
o procesados, en virtud de que serán una cosa distinta
a lo que originalmente eran, a diferencia de aquellos
alimentos que conservan su estado original para
poder consumirse, sin que su valor se incremente con
alguna preparación posterior.”

Con base en lo anterior, es evidente que el propio


artículo 2-A, de la Ley del impuesto al Valor Agregado,
señala una excepción a la aplicación de la tasa del 0%, en
tratándose de alimentos preparados, sin embargo, no debe
soslayarse que el hecho de que aporten nutrientes y que
su destino sea la alimentación no significa que se tenga
que aplicar por ese simple
73
D.A. 670/2012

hecho la tasa excepcional del 0%.

Lo anterior es así, pues como ha quedado


demostrado, el precepto legal de referencia, señala una
serie de excepciones, tales como los alimentos
preparados, pues tratándose de los referidos alimentos, la
tasa que resultara aplicable será la general del 15%, lo
anterior ya que en este punto en particular se grave el
servicio.

De conformidad con lo anteriormente expuesto, tal


y como fue resuelto por la Sala los contribuyentes que
pretendan les sea aplicada la tasa excepcional del 0%,
prevista en el artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, deberán cumplir con una serie de requisitos que
al respeto el propio legislador estableció para acceder a
dicho beneficio, pues de lo contrario la tasa aplicable será
la del 15%, prevista en el artículo 1°, de la referida ley.

Precisado lo anterior, es que resulta por demás


ineficaz el argumento de la quejosa en el que sostiene que
los alimentos que comercializa consisten básicamente en
vegetales cortados, limpios refrigerados, en trozos, frescos
y empaquetados, por lo que le es aplicable la tasa del 0%
del Impuesto al Valor Agregado, en primer lugar, a ella le
corresponde la carga de la prueba, es decir, demostrar sus
afirmaciones.

Lo anterior, pues argumenta que los ingredientes


de los productos que enajena consistentes en ensaladas,
no sufren ninguna transformación en términos
74
D.A. 670/2012

de lo establecido por el artículo 3, del Reglamento de la


Ley del Impuesto al Valor Agregado, ya que es el propio
artículo el que menciona que no se consideran que los
vegetales se encuentran industrializados cuando se
enajenen al público cortados, aplanados, en trozos,
frescos, salados, secos, etcétera, supuesto dentro del que
menciona, se encuentran las ensaladas que enajena.

Al respecto, el argumento formulado por la quejosa


es ineficaz, porque atendiendo a la naturaleza y concepto
de las ensaladas que enajenó en dos mil seis, se
componen de diferentes productos que son mezclados en
un recipiente a los cuales se les agrega un valor agregado
y por ende han sufrido un proceso de transformación.

Sirve de apoyo para lo anterior, los siguientes


criterios cuyos datos de publicación, rubro y tenor es el
siguiente:

“Novena Época
Registro: 174319
Instancia: Segunda Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo XXIV, Agosto de 2006
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 2a. LXIX/2006
Página: 405

VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,


FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY
DEL IMPUESTO RELATIVO, NO TRANSGREDE
EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA
(LEGISLACIÓN VIGENTE EN 2004). El citado
precepto legal, al prever que a la enajenación de
los alimentos a que se refiere, preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
75
D.A. 670/2012

enajenen, inclusive cuando no cuenten con


instalaciones para ser consumidos en los mismos,
cuando sean para llevar o entrega a domicilio, se
aplicará la tasa del 15% que establece el artículo
1o. de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, no
transgrede el principio de equidad tributaria
contenido en el numeral 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues no existe distinción entre los
contribuyentes que enajenan alimentos
preparados en el lugar de venta y los que los
preparan para ser enajenados en un lugar
diferente. Esto es, los sujetos pasivos que
comercializan alimentos preparados para su
consumo están en una situación diversa de
quienes venden alimentos sin preparar, de manera
que lo que interesa para efectos del impuesto es
que exista el acto de enajenación y que se trate de
alimentos preparados para el consumo, sin
importar el lugar donde se preparen, lo cual
constituye una razón objetiva que justifica el trato
desigual, ya que se trata de sujetos diferentes.”

“Novena Época
Registro: 174318
Instancia: Segunda Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo XXIV, Agosto de 2006
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 2a. LXVIII/2006
Página: 405

VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2o.-A,


FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY
DEL IMPUESTO RELATIVO, NO TRANSGREDE
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA
(LEGISLACIÓN VIGENTE EN 2004).El citado
precepto legal, al prever que a la enajenación de
los alimentos a que se refiere, preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenan se aplicará la tasa que establece el
artículo 1o. de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, no transgrede el principio de legalidad
76
D.A. 670/2012

tributaria contenido en el numeral 31, fracción IV,


de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues no se genera incertidumbre, ya
que la tasa del 15% se aplica a la enajenación de
alimentos preparados sin importar el lugar donde
se preparen, ya que lo que interesa para efectos
tributarios es que se dé su enajenación y la
circunstancia de que se trate de alimentos
preparados para su consumo.”

“Novena Época
Registro: 181250
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo XIX, Junio de 2004
Materia(s): Administrativa
Tesis: 1a./J. 42/2004
Página: 219

VALOR AGREGADO. LA TASA DEL 15% A QUE


SE REFIERE EL ARTÍCULO 2o.-A, FRACCIÓN I,
ÚLTIMO PÁRRAFO DE LA LEY DEL IMPUESTO
RELATIVO, VIGENTE PARA EL EJERCICIO
FISCAL DE 2003, DEBE APLICARSE A LA
ENAJENACIÓN DE ALIMENTOS PREPARADOS
PARA SU CONSUMO, SIN IMPORTAR EL
LUGAR EN DONDE SEAN ELABORADOS O
CONSUMIDOS. El artículo 2o.-A, fracción I, último
párrafo, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado
establece que se aplicará la tasa del 15% a la
"enajenación de los alimentos a que se refiere el
presente artículo preparados para su consumo en
el lugar o establecimiento en que se enajenen,
inclusive cuando no cuenten con instalaciones
para ser consumidos en los mismos, cuando sean
para llevar o para entrega a domicilio.". Ahora
bien, de la interpretación contextual, sistemática y
teleológica del citado precepto, se advierte que la
referida tasa se aplica a todos aquellos alimentos
preparados para el consumo, sin importar el lugar
en donde sean preparados o consumidos, pues
basta el mero acto de enajenación y que se trate
de "alimentos preparados para el consumo", ya
que este enunciado debe entenderse como toda
aquella sustancia que, previa transformación o
77
D.A. 670/2012

procesamiento, esté en condiciones de ser


consumida por el destinatario o consumidor. De
esta manera, la tasa del 0% o del 15% del
impuesto al valor agregado no se determina en
función del lugar en donde se preparen los
alimentos, sino de que los que se enajenen estén
preparados o sin preparar, en virtud de que el
lugar en donde sean preparados no es un
elemento objetivo que incida en el hecho
generador del impuesto, sino que el hecho
imponible se concreta en verificar si se actualiza la
enajenación y, para determinar la tasa aplicable,
se distinga si son alimentos preparados o sin
preparar.”

De las tesis sustentadas por la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, insertadas anteriormente, se advierte
que el Poder Judicial de la Federación ya se ha
pronunciado en el sentido de que:

►Se aplicará la tasa del 15% (artículo 1°de la Ley


del Impuesto al Valor Agregado) a la enajenación de
alimentos preparados para su consumo, los cuales son
aquellos que han sido sometidos a un proceso de
integración para llegar a un producto distinto que permita al
consumidor final su ingestión inmediata.

►Que el Impuesto al Valor Agregado se generará


por el valor que se les incorpora a los alimentos al haber
sido transformados, mezclados o procesados, en virtud de
que serán una cosa distinta a lo que originalmente eran, a
diferencia de aquellos alimentos que conservan su estado
original para poder consumirse, sin que su valor se
incremente con alguna preparación posterior.

78
D.A. 670/2012

En esa tesitura, contrario a lo manifestado por la


quejosa, un alimento preparado no es únicamente aquél
que ha sufrido un proceso de industrialización, sino por el
contrario, tal como lo ha resuelto nuestro más Alto Tribunal,
un alimento preparado será aquel que ha sido:
Transformado, Mezclado, o Procesado.

En ese sentido, es inconcuso que un alimento


preparado será aquél que ha sido transformado, mezclado
o procesado (sometidos a un proceso de integración), que
lo haga distinto a lo que era originalmente.

Lo anterior se grafica de la siguiente manera:

Artículo 2-A, de la La SCJN, resolvió que


LIVA: son alimentos
preparados. Aquellos
Se aplicará la tasa que han sido:
prevista en el
artículo 1 de la  Transformados
LIVA (15%) a los  Mezclados, o
alimentos  Procesados.
preparados.  Se les agrega un valor

La adora enajena ensaladas,


las cuales consisten en:
- Diferentes productos
alimenticios mezclados en un
mismo recipiente.

Por lo tanto:
Las ensaladas que enajena la
adora, son alimentos
preparados por consistir en
diferentes alimentos
mezclados, que quedan listos
para el consumo (Agrega
valor), por lo que les
corresponde la aplicación de
la tasa del 15% de IVA.

79
D.A. 670/2012

Del esquema anteriormente insertado, se advierte


que contrario a lo aducido por la quejosa en el caso que
nos ocupa nos encontramos en presencia de alimentos
preparados, toda vez que las ensaladas que enajena se
componen de diferentes productos que son mezclados en
un mismo recipiente, a los cuales se les agrega un valor,
por lo que en concordancia a lo resuelto por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al ser una mezcla las
ensaladas que enajena la aclara, las mismas son un
alimentos preparado, por 16 que en términos del artículo 2-
A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, les
corresponde la tasa del 15% del mencionado gravamen.

En tales consideraciones, debe tenerse presente


que el Alto Tribunal de nuestro país, determinó que no se
considera que se industrializan los animales y vegetales
por el simple hecho de que se presenten cortados,
aplanados, en trozos, frescos, salados, secos, refrigerados,
congelados o empacados, ni los vegetales por el hecho de
ser sometidos a procesos de secado, limpiado,
descascarado, despepitado o desgranado, toda vez que la
industrialización debe entenderse como aquello que fue
transformado en otra cosa por medio de un trabajo
adecuado, como sucede en la especie, al momento de que
la actora mezcla en un mismo recipiente diferentes
productos alimenticios y/o vegetales.

De esta manera, es evidente que tal como lo


previó el legislador en la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, la tasa del 15%
80
D.A. 670/2012

se aplica a todos aquellos alimentos preparados para el


consumo.

Por lo anterior, no debe perderse de vista que la


Ley del Impuesto al Valor Agregado, vigente en dos mil
seis prevé, dos tasas: 0% y 15%, correspondiendo la
primera, entre otros, a todos aquellos alimentos o
productos que se enajenen en estado natural (salvo
excepciones expresas); mientras que la segunda cobra
aplicación en el resto del país para aquellos productos,
bienes o servicios que hubieran recibido un proceso de
transformación.

Lo anterior es así, toda vez que conforme al


artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, la
enajenación de alimentos (en cuanto a su estado), puede
ser de dos clases: 1. Alimentos preparados y, 2. Alimentos
sin preparar o en estado natural; correspondiendo la tasa
del 15% para la enajenación de alimentos preparados o
industrializados y del 0% para la enajenación de alimentos
sin preparar o en estado natural.

De esta manera, la tasa del 0% o 15% del


Impuesto al Valor Agregado, no se determina en función
del lugar en donde se preparen los alimentos, sino de que
los alimentos que se enajenen estén preparados o sin
preparar.

A mayor abundamiento, no se debe soslayar que


en el término ensalada ha sido definido como Mezcla de
hortalizas aderezadas con sal, aceite y otros. Mezcla
confusa de cosas.
81
D.A. 670/2012

En ese sentido, en inconcuso que al ser una


ensalada una mezcla de alimentos, la misma sufre un
proceso de transformación (ya que los mismos han sido
mezclados para obtener el producto final que es un
producto diferente al que originalmente eran en forma
individual), toda vez que para su elaboración es necesario
incorporar diferentes productos alimenticios en un mismo
recipiente, hipótesis que así ha sido determinada por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de
jurisprudencia 69/2004, visible en la página 353 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIX,
Junio de 2004, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y
texto, siguientes:

“VALOR AGREGADO. EL ARTÍCULO 2°.-A,


FRACCIÓN I, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE
LA MATERIA, VIGENTE EN EL EJERCICIO FISCAL
DE 2003, ESTABLECE COMO HECHO IMPONIBLE
LA ENAJENACIÓN DE ALIMENTOS PREPARADOS
O LISTOS PARA SU CONSUMO, SIN QUE PARA
TALES EFECTOS DEBA TOMARSE EN
CONSIDERACIÓN EL LUGAR EN DONDE SE
PREPAREN O SEAN CONSUMIDOS. El artículo 1°
de la Ley del Impuesto al Valor Agregado establece
que las personas físicas y morales que enajenen
bienes, presten servicios independientes, otorguen el
uso o goce temporal de bienes o importen bienes o
servicios, están obligadas al pago del 15% del
impuesto al valor agregado; en cambio el artículo 2°-A
de la Ley en cita, prevé una tasa del 0% para la
enajenación de productos animales y vegetales que
no estén industrializados, salvo el hule, medicinas de
patentes y productos destinados a la alimentación
(con algunas excepciones), hielo y agua no gaseosa
ni compuesta, excepto cuando en este último caso, su
presentación sean en envases menores de diez litros,
ixtle, palma y lechuguilla, entre otros. Ahora bien, el
82
D.A. 670/2012

último párrafo de la fracción I del artículo señalado en


segundo lugar, establece que se aplicará la tasa del
15% a "la enajenación de los alimentos a que se
refiere el presente artículo preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenen, inclusive cuando no cuenten con
instalaciones para ser consumidos en los mismos,
cuando sean para llevar o para entrega a domicilio".
De la interpretación de dicho precepto, se advierte que
el hecho imponible consiste en la enajenación de
alimentos preparados o listos para su consumo, sin
que para tales efectos deba tomarse en consideración
el lugar en donde se preparen o sean consumidos, en
virtud de que, por la naturaleza del impuesto al valor
agregado, lo relevante es que los insumos o
materias primas al ser transformados, mezclados
o procesados, generen "valor agregado"; de ahí
que si los alimentos preparados o listos para ser
consumidos incorporan "valor agregado", por ese
hecho quedan afectos a la tasa general del 15%
del impuesto al valor agregado.”

Luego entonces, es que resulta por demás ineficaz


el argumento de la quejosa al señalar que los alimentos
que comercializa consisten básicamente en vegetales
cortados, limpios refrigerados, en trozos, frescos y
empaquetados, por lo que le es aplicable la tasa del 0% del
Impuesto al Valor Agregado, pues tal como quedó
acreditado no basta que dichos productos aporten
nutrientes al organismo, pues no se debe soslayar que al
tratarse de alimentos preparados, se deben gravar a la
tasa general del 15%, y no así al 0%, pues evidente que la
actora confunde los diversos supuestos regulados en el
artículo 2-A, de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

Finalmente, es ineficaz el argumento contenido en


el inciso m), que quedó narrado, en virtud de lo siguiente:

El artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor


Agregado, en la parte que interesa, señala lo siguiente:
83
D.A. 670/2012

“Se aplicará la tasa del 15% o del 10%, según


corresponda, a la enajenación de los alimentos a que
se refiere el presente artículo preparados para su
consumo en el lugar o establecimiento en que se
enajenen, inclusive cuando no cuenten con
instalaciones para ser consumidos en los mismos,
cuando sean para llevar o para entregar a domicilio.”

De la lectura del precepto legal transcrito, se podrá


observar que establece que se encontrarán gravados a la
tasa general (15%) los productos destinados a la
alimentación que estén preparados para su consumo en el
lugar o establecimiento en que se enajenen.

De tal forma que aun cuando el referido numeral


establece cuáles son las actividades gravadas a la tasa 0%
su vez prevé supuestos en los que no aplica dicha tasa;
entre las cuales, se ubica la enajenación de alimentos
preparados para su consumo en el lugar o establecimiento
en que se enajenen; por lo tanto, les resulta aplicable la
tasa general del 15 %.

En ese sentido es evidente que para tomar en


cuenta la tasa aplicable a la enajenación de alimentos,
únicamente debe considerarse la manera en que se
comercializan; es decir, que la tasa del 0% o 15% se
determina con base en que los alimentos que se enajenen
estén preparados o sin preparar.

Lo anterior queda demostrado con el texto de la


jurisprudencia 2a./J. 84/2006, visible en la página 432 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena

84
D.A. 670/2012

Época, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, bajo el rubro y texto,
siguientes:

“VALOR AGREGADO. LA TASA DEL 0% QUE


PREVÉ EL ARTÍCULO 2o.-A DE LA LEY DEL
IMPUESTO RELATIVO ES APLICABLE A LA
ENAJENACIÓN DE PRODUCTOS DESTINADOS A
LA ALIMENTACIÓN, INDEPENDIENTEMENTE DE
QUE INTEGREN O NO LA DENOMINADA
CANASTA BÁSICA. Si bien es cierto que en principio
el legislador estimó pertinente aplicar la tasa del 0%
únicamente a la enajenación de los alimentos que
integran la canasta básica y otros de consumo
popular, también lo es que posteriormente, con el
objeto de coadyuvar con el sistema alimentario
mexicano y reducir el impacto de los precios entre el
gran público consumidor, la referida tasa se hizo
extensiva a la enajenación de todos los productos
destinados a la alimentación (con ciertas
excepciones), dado que de esta manera se reduce su
costo, al permitir que los contribuyentes acrediten el
impuesto al valor agregado que se les traslada
durante el proceso de elaboración y comercialización
respectivo, por lo que se concluye que la llamada
canasta básica no determina la aplicación de la tasa
del 0%.”

Derivado de lo anterior, es inconcuso que a todos


aquellos alimentos preparados para su consumo, les
resulta aplicable el 15%. Ello en virtud de que del texto de
la ejecutoria que dio origen a la jurisprudencia 2ª./
J.84/2006, se desprende que un alimento preparado para
su consumo, es toda aquella substancia que previa
transformación o procedimiento, se encuentre apta para el
consumo humano, esto es, que esté en condiciones para
ser consumido por el destinatario o consumidor.

Ahora bien, la quejosa perdió de vista que por


“alimentos preparados para su consumo”; debe entenderse
como aquellos alimentos que ya fueron sometidos a
85
D.A. 670/2012

un proceso de elaboración, cocción, mezclado o


transformación de tal forma que cuando se enajenan, ya
están listos para consumirse.

A mayor abundamiento, la Suprema Corte de


Justicia de la Nación al resolver la Contradicción de Tesis
23/2002-SS, entre las sustentadas por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa Tercer Circuito y el
Tercer tribunal colegiado en Materia Administrativa del
mismo Circuito de la que subsistió como jurisprudencia la
número 2ª./J. 59/2002, que en la parte que nos interesa
señaló:

“…
Ahora bien, por lo que se refiere al problema
jurídico objeto de la presente denuncia de
contradicción de criterios, se estima necesario
precisar que la madera con la que se elaboran las
tablas, tablones o rollos provienen de los troncos
de los árboles.
Cabe señalar que dichos troncos pueden ser
cortados, trozados, secados, limpiados o
descascarados sin que se considere que se están
industrializando para efectos del cálculo del
impuesto al valor agregado en términos de lo
dispuesto por el artículo 2° A, fracción I, inciso a),
de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, de
conformidad con lo establecido por el artículo 3°
de su reglamento, toda vez que no obstante que el
tronco ha sido cortado, trozado, secado, limpiado o
descascarado, sigue conservando su propia
naturaleza, esto es, sigue siendo un tronco, tal
como sucede con la madera en rollo que es
definida por la fracción XI del artículo 2° del
Reglamento de la Ley Forestal, como troncos de
árboles derribados o seccionados, con un diámetro
mayor a diez centímetros en cualquiera de sus
extremos, sin incluir la corteza y sin importar la
longitud, lo que pone de manifiesto que en este
caso es aplicable la tasa del 0% a su enajenación.
86
D.A. 670/2012

A efecto de corroborar lo anterior, se estima


necesario transcribir lo dispuesto por la fracción XI
del artículo 2° del Reglamento de la Ley Forestal,
que establece:
‘Artículo 2°. Para los efectos de este reglamento,
además de las definiciones contenidas en la ley,
se entiende por:

XI. Madera en rollo: Troncos de árboles derribados
o seccionados, con un diámetro mayor a 10
centímetros en cualquiera de sus extremos, sin
incluir la corteza y sin importar la longitud.’
Sin embargo, cuando esos troncos son cortados
para elaborar tablas o tablones, se les está
sometiendo a un proceso industrializado o
transformación, en virtud de que los troncos se
están convirtiendo en algo distintos a éstos, sin
que tenga trascendencia para resolver dicha
cuestión que en ambos casos se trate de madera,
pues un librero aunque se produce con madera ya
es algo distinto de una simple tabla o tablón.
A fin de corroborar lo anterior, se estima necesario
definir dichos conceptos conforme al Diccionario
de la Real Academia de la Lengua Española, que
establece:
‘Tronco. Tallo fuerte y macizo de los árboles y
arbustos.’
‘Tabla. Pieza de madera plana, de poco grueso y
cuyas dos caras son paralelas entre sí.’
Por tal motivo, al ser las tablas y tablones producto
del proceso de industrialización de los troncos de
los árboles no se ubican en el supuesto de
excepción que establece el artículo 3° del
Reglamento de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, toda vez que se está modificando su
naturaleza de tronco, independientemente de que
en uno y otro caso se trate de productos derivados
de la madera, en virtud de que con motivo de esa
transformación, se le está otorgando a la madera
determinado corte, forma, longitud y grosor, lo que
le da un valor agregado, pues no es lo mismo un
tronco cortado, limpiado o secado que las tablas
que se originan de éste.”

De tal forma que, debe entenderse como


‘preparado’ o ‘procesado’ todo aquello que fue

87
D.A. 670/2012

transformado en otra cosa por medio de un trabajo


adecuado o incorporándoles alguna mezcla o producto

En este contexto, el hecho de que un producto


enajenado conserve la esencia del producto que se
encuentra en estado natural, no quiere decir que no haya
pasado por un proceso de transformación.

Lo anterior, ya que en la especie los productos


que enajenó la quejosa (sándwiches, paninis y ensaladas)
sufrieron una transformación, lo que le da un valor
agregado, pues no es lo mismo que se enajene una
lechuga, un jitomate, el pan, cada uno en estado natural,
que los sándwiches, paninis y ensaladas, cada uno como
un todo.

De ahí que, es evidente que en términos del


artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, se
encuentra gravada a la tasa del 15% la enajenación de
alimentos preparados para su consumo; hipótesis en la
que se ubica la hoy quejosa con la enajenación de
sándwiches, paninis y ensaladas; pues al momento de
enajenarlas, ya se encontraban preparadas para su
consumo

Aunado a lo anterior, contrario a lo manifestado


por la quejosa, la Sala Fiscal de manera apegada a
derecho determinó aplicable al caso en concreto la
Jurisprudencia 1ª/J. 42/2004, cuyo rubro señala “VALOR
AGREGADO. LA TASA DEL 15% A QUE SE REFIERE
EL ARTÍCULO 2°.- A, FRACCIÓN I, ÚLTIMO
88
D.A. 670/2012

PÁRRAFO DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO,


VIGENTE PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2003, DEBE
APLICARSE A LA ENAJENACIÓN DE ALIMENTOS
PREPARADOS PARA SU CONSUMO, SIN IMPORTAR
EL LUGAR EN DONDE SEAN ELABORADOS O
CONSUMIDOS.”

Lo anterior, es así pues del referido criterio


jurisprudencial se advierte que el máximo interprete jurídico
de nuestro país, se pronunció en el sentido de que el
artículo 2°.-A fracción I, último párrafo, de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, establece que se aplicara la
tasa del 15% a la ‘enajenación de los alimentos a que se
refiere dicho artículo, preparados para su consumo en el
lugar o establecimiento en que se enajenen, inclusive
cuando no cuenten con instalaciones para ser consumidos
en los mismos, cuando sean para llevar o para entrega a
domicilio, y que de la interpretación contextual, sistemática
y teleológica del citado precepto, se advierte que la referida
tasa se aplica a todos aquellos alimentos preparados para
el consumo sin importar el lugar en donde sean preparados
o consumidos, pues basta el mero acto de enajenación y
que se trate de ‘alimentos preparados para el consumo’,
enunciado que debe entenderse como toda aquella
sustancia que, previa transformación o procesamiento, esté
en condiciones de ser consumida por el destinatario o
consumidor.

De esta manera se advierte que la referida


jurisprudencia resulta aplicable al caso que nos ocupa,
pues en la misma se concluyó que la tasa del 0% o del
15% del Impuesto al Valor Agregado, no se determina en
89
D.A. 670/2012

función del lugar en donde se preparen los alimentos, sino


de que los alimentos que se enajenen estén preparados o
sin preparar, por lo que en esa medida, el lugar en donde
sean preparados no es una determinante del impuesto,
sino el hecho de que de los alimentos estén preparados.

Por lo tanto, el lugar en donde los alimentos sean


preparados, no es un elemento objetivo que incida en el
hecho generador del impuesto, sino que el hecho
imponible se concreta en verificar si se actualiza la
enajenación y, para determinar la tasa aplicable, se
distinga si son alimentos preparados o sin preparar.

En esa tesitura, la Sala de manera correcta invocó


en su sentencia el contenido de la jurisprudencia 1ª./J.
42/2004, las cual resulta plenamente aplicable en el caso
que nos ocupa, en el sentido de que a la enajenación de
productos alimenticios preparados, será aplicable la tasa
del 15% por concepto de Impuesto al Valor Agregado,
dado que el artículo 2-A, fracción I, último párrafo de la Ley
del Impuesto al Valor Agregado, expresamente dispone
que todos los alimentos preparados para el consumo
deben ser gravados a la tasa mencionada.

Luego entonces, es por lo anterior que contrario a


lo manifestado por la quejosa el criterio a que nos venimos
refiriendo, sí aborda totalmente la cuestión plateada por la
quejosa (concretamente la tasa aplicable a la enajenación
de alimentos que realizó en 2006), pues no deberá perder
de vista que derivado de la tesis de jurisprudencia aplicable
al caso, es inconcuso que la enajenación de productos
90
D.A. 670/2012

alimenticios preparados le corresponde la tasa del 15% por


concepto de Impuesto al Valor Agregado y no la del 0%,
como equivocadamente refiere la hoy quejosa dado que el
artículo 2-A, fracción I, último párrafo de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, expresamente dispone que
todos los alimentos preparados para el consumo, deben
ser gravados a la tasa mencionada.

Sin perjuicio de lo anterior, no se debe soslayar


que contrario a lo que plantea la quejosa, la jurisprudencia
1ª./J. 42/2004, emitida por el Máximo Tribunal, sí resulta
aplicable al caso que nos ocupa, porque el máximo
intérprete jurídico del país, se pronunció en el sentido de
que el artículo 2°.-A. fracción l, último párrafo de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado, establece que se aplicará la
tasa del 15% a la enajenación de los alimentos a que se
refiere dicho artículo, preparados para su consumo en el
lugar o establecimiento en que se enajenen, inclusive
cuando no cuenten con instalaciones para ser consumidos
en los mismos, cuando sean para llevar o para entrega a
domicilio y que de la interpretación contextual, sistemática
y teleológica del citado precepto, se advierte que la referida
tasa se aplica a todos aquellos alimentos preparados para
el consumo, sin importar el lugar en donde sean
preparados o consumidos, pues basta el mero acto de
enajenación y que se trate de ‘alimentos preparados para
el consumo, enunciado que debe entenderse como toda
aquella sustancia que, previa transformación o
procesamiento, esté en condiciones de ser consumida por
el destinatario o consumidor.

De esta manera, no se puede soslayar que la


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Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


concluyó que la tasa del 0% o del 15% del Impuesto al
Valor Agregado, no se determina en función del lugar en
donde se preparen los alimentos sino de que los alimentos
que se enajenen estén preparados o sin preparar, así las
cosas, evidentemente el lugar en donde sean preparados
no es una determinante del impuesto, sino el hecho de que
de los alimentos estén preparados

En conclusión, de la mencionada Jurisprudencia


42/2004, donde se establece la interpretación que debe
regir respecto a la aplicación del artículo 2-A, fracción I,
inciso b), último párrafo, de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, se desentraña el tópico de fondo por cuanto
hace al gravamen que debe recaer a los productos
alimenticios preparados, pues en los propios términos del
criterio judicial referido, el objeto, o actividad gravada por la
ley, lo es la enajenación de alimentos preparados, sin que
sea trascendente delimitar el lugar en que se preparan y
por lo tanto si el enajenante es el que interfiere
directamente con el proceso de transformación de los
alimentos, pues tales circunstancias no son delimitadas
como objeto esencial de la contribución sujeta a estudio.

Finalmente, respecto de los oficio de alegatos


presentados por la Administradora de lo Contencioso de
Grandes Contribuyentes “4” de la Administración
Central de lo Contencioso de Grandes Contribuyentes,
unidad administrativa encargada de la defensa jurídica
del Secretario de Hacienda y Crédito Público, del
Servicio de Administración Tributaria
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y de la autoridad demandada, y por el Director General


de Asuntos Contenciosos y Procedimientos, en
suplencia por ausencia del Director General de
Amparos contra Leyes y del Subprocurador Fiscal de
Federal de Amparos, este último en representación del
Secretario de Hacienda y Crédito Público, dígaseles que
se esté a lo resuelto en el considerando último de la
presente resolución.

En las relatadas consideraciones ante la ineficacia


de los argumentos propuestos a guisa de conceptos de
violación para acreditar la violación a las garantías
señaladas por la parte quejosa (14, 16 y 17), lo procedente
es negar el amparo y protección de la Justicia Federal
solicitados.

Por lo expuesto y fundado, en los artículos 77, 78


y demás relativos de la Ley de Amparo, se resuelve:

ÚNICO. La Justicia de la Unión NO AMPARA NI


PROTEGE a **********, contra la sentencia dictada el
veintisiete de abril de dos mil doce por la Novena Sala
Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa en el juicio de nulidad número
10697/11-17-09-2, por las razones expuestas en el último
considerando del presente fallo.

Notifíquese; y personalmente con testimonio de


la presente resolución devuélvanse los autos a su lugar de
origen, y en su oportunidad, archívese este expediente
como asunto concluido; agregándose copia certificada de
la sentencia reclamada.
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Así por unanimidad de votos de los señores


Magistrados David Delgadillo Guerrero (Presidente), Carlos
Alfredo Soto Villaseñor y Cuauhtémoc Carlock Sánchez, lo
resolvió el Decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, siendo relator el tercero
de los nombrados.

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El licenciado(a) MARIO ANTONIO MEDINA GONZALEZ, hago constar y certifico
que en términos de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás
conducentes en lo relativo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la
información considerada legalmente como reservada o confidencial que
encuadra en el ordenamiento mencionado. Conste.

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