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Análisis al sistema de controles de los poderes públicos en Colombia: el presidencialismo a

evaluación
Antonio Alejandro Barreto Moreno

Contenido

Introducción ..................................................................................................................................... 4
1. El poder público y su origen en la soberanía popular .......................................................... 5
2. Definición de la forma de gobierno, del Estado y el régimen político como elementos
previos a la formulación de la arquitectura orgánica estatal ............................................................ 6
2.1. Partir de lo fundamental, de las formas de Gobierno, del Estado y de los regímenes
políticos ....................................................................................................................................... 7
2.1.1. Sistema Presidencialista: entre la notable división de poderes y el protagonismo de
la figura del presidente ............................................................................................................ 7
2.1.2. Sistema Parlamentarista: con un ejecutivo bicéfalo y el parlamento como asiento de
la soberanía ............................................................................................................................. 9
2.2. Colombia es una república, democrática, unitaria, y presidencialista y en torno a estas
características se erige su organización estatal, poderes y controles ......................................... 12
3. Instrumentos con los que se ejecuta el control en las formas de gobierno presidencial y
parlamentario .................................................................................................................................. 16
3.1. Régimen de Control en el Sistema Parlamentarista ........................................................... 16
3.2. Régimen de control en el sistema Presidencialista............................................................. 21


Profesor Asociado y director del Departamento de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad de La Sabana. Doctor y magíster en Derecho de la Universidad de los Andes, pasantía
doctoral de la Universidad de Nantes (Francia), abogado de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario. Miembro del grupo de investigación A1 “Justicia, Ámbito Público y Derechos Humanos” de la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Bogotá D. C., Colombia. Correo electrónico:
antonio.barreto@unisabana.edu.co.
4. Régimen de controles en el sistema colombiano: un sistema especialmente estructurado
para evitar la concentración de poder ante la multiplicidad de facultades del Ejecutivo ............... 23
4.1. Distinción entre instrumentos de control y colaboración armónica entre las ramas .......... 24
4.2. Naturaleza de los instrumentos de control en Colombia .................................................... 28
4.2.1. Mecanismos de control de naturaleza administrativa ............................................... 28
4.2.1.1. Instrumentos de control de naturaleza judicial ..................................................... 29
4.2.2. Mecanismos de control de carácter político .............................................................. 29
4.3. Instrumentos de frenos y contrapesos entre las ramas del poder público en nuestro medio
30
4.3.1. De la Rama Ejecutiva a la Rama Legislativa: una muestra de la influencia sobre la
actividad legislativa .............................................................................................................. 30
4.3.2. De la Rama Legislativa a la Rama Ejecutiva: la garantía del buen ejercicio de la
actividad administrativa ........................................................................................................ 32
4.3.3. De la Rama Legislativa a la Rama Judicial: una exigencia para una mejor
administración de justicia ..................................................................................................... 33
4.3.4. De la Rama Judicial a la Rama Legislativa: ante la necesidad de salvaguardar la
integridad de la Constitución y la legalidad de las actuaciones de los legislador ................ 35
4.3.5. De la Rama Judicial a la Rama Ejecutiva: entre funciones de revisión y
sancionatorias........................................................................................................................ 38
4.3.6. De la Rama Ejecutiva a la Rama Judicial: ante la necesidad de ejercer control sobre
los que ejercen control .......................................................................................................... 39
4.3.7. Órganos de Administración Independientes y Órganos de Control: una muestra de la
participación de las ramas del poder en su conformación .................................................... 40
4.4. Instrumentos específicos de control sobre el Presidente de la República y la Rama
ejecutiva ..................................................................................................................................... 41
4.4.1. La Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo: ante la necesidad de contar con
un juez especial para la Administración que revise la legalidad de sus actuaciones ............ 41
4.4.2. Control de constitucionalidad de los decretos: una verificación del deber de respeto
a la Constitución por parte del Presidente ............................................................................ 42
4.4.3. La moción de censura: un mecanismo que advierte al Presidente sobre el deber de
elegir buenos delegatarios y la necesidad de mantener la gobernabilidad ........................... 44
4.4.4. Control Judicial por medio de la Comisión de Acusaciones: una expresión de la
protección constitucional al Presidente de la República ....................................................... 45
4.4.5. Control penal ejercido por parte de la Corte Suprema de Justicia: una garantia
procesal para el Presidente .................................................................................................... 47
4.4.6. Controles ejercidos por los Órganos de Control. ...................................................... 47
Conclusiones .................................................................................................................................. 48
Bibliografía..................................................................................................................................... 49

Resumen

Con el objetivo de dar cumplimiento a sus múltiples y relevantes fines, el Estado a lo largo
de la historia ha requerido organizar su estructura de manera que le permita funcionar
armónicamente en búsqueda de su eficiencia. Conforme lo anterior, ha experimentado entre
diversos esquemas que buscan adaptarse de mejor manera a sus requerimientos. Ensayo, error,
evaluación y adaptación serán esenciales en la construcción de la arquitectura orgánica que, en
esencia, se constituye en el medio idóneo para que los objetivos sustanciales del Estado lleguen a
los ciudadanos.
Una de las bases que perviven con claros avances, es la clásica fórmula de la separación de
los poderes públicos en tres ramas: ejecutiva, legislativa y judicial, fundamentalmente con
propósitos de control, así como de colaboración armónica entre ellos; que con algunas
adecuaciones relevantes, como se verá en el texto, es recogida como elemento esencial en nuestra
Constitución Política. Con fundamento en lo anterior, existen variados factores que pueden afectar
la concepción y edificación institucional, entre ellos, los relacionados con la forma de gobierno y
del Estado y al régimen político estatuido; definidos estos aspectos, es a partir de allí que se
determina la estructura orgánica estatal.
Así las cosas, ante la relevancia local de la tridivisión del poder como basamento del
cumplimiento armónico de los fines del Estado, no puede olvidarse que también se consagra como
sistema de frenos y contrapesos, particularmente en el caso nuestro, enfocado en restringir el
presidencialismo, dada la preminencia funcional de la cabeza del ejecutivo nacional. El estudio que
se presenta en este acápite busca analizar este equilibrio a partir de los controles creados entre las
diferentes ramas del poder público en los sistemas presidencialistas, en comparación con los
parlamentaristas, todo enfocado en el escenario colombiano. Para ello, será necesario distinguir
entre las acciones que realizan las ramas para colaborar en su funcionamiento y las que
corresponden a actos de control propiamente dichos.
Palabras Clave: ramas del poder, presidencialismo, poder, facultades, ejecutivo.

Introducción

En los distintos sistemas políticos se han creado complejos sistemas de frenos y contrapesos
con el propósito de evitar posibles arbitrariedades, regímenes autocráticos y la concentración del
poder público. Partiendo da la necesidad de dividir el poder como forma de debilitarlo y evitar
despotismos, los ordenamientos jurídico-políticos de muchos países han consolidado en lo esencial
tres ramas del poder público: la rama ejecutiva, encargada de la administración y el diseño de
políticas públicas; la rama legislativa, a la cual se le atribuye la función de elaborar las leyes; y,
por último, la rama judicial, encargada de la actividad jurisdiccional. Adicional a estas funciones
básicas, pero no únicas o exclusivas, a cada rama también se le atribuyen algunas funciones de
contrapeso y control del ejercicio del poder, con miras a mantener el equilibrio entre ellas, sin dejar
de lado, la colaboración armónica entre cada una de ellas. Como postulado constitucional, se sabe
que el poder público es derivado del soberano popular que lo delega en sus representantes (art. 3),
pero lo asigna como poder constituyente junto con límites y controles.

En el caso colombiano, ante la relevancia funcional que detenta el Presidente de la


República, quien se desempeña como jefe de Estado, de gobierno, suprema autoridad
administrativa, comandante supremo de las fuerzas militares, propio de un sistema presidencialista,
surge la necesidad de crear instrumentos que permitan controlarlo y prevenir posibles
extralimitaciones en sus actuaciones. Ante la evidencia de la concentración de poder que se da en
este caso, es al presidente a quien debe privilegiar el control.

Así las cosas, se pretende analizar aquellos instrumentos del esquema de frenos y
contrapesos del sistema presidencialista colombiano, bajo la premisa de que debe ser su objeto
central en la estructura orgánica local. En tal sentido, se pretende definir ¿cuáles son los medios de
control a los que está sujeto el Presidente de la República ante las múltiples calidades que detenta
y si son pertinentes con relación a sus propósitos? Para lograr dicho propósito, en primera medida
se examinarán los dos principales sistemas políticos: el presidencialismo y el sistema
parlamentario, para reconocer en el primero, en el caso colombiano, un proceso de construcción
histórica que data del proceso libertador, quizá con una clara influencia institucional
norteamericana. En segundo lugar, se analizarán las particularidades de los sistemas de frenos y
contrapesos de algunos Estados con distintas formas de gobierno, que se aparejan al criterio de
colaboración armónica entre poderes públicos.

Por otra parte, se abordarán los distintos instrumentos, medios y facultades con las cuales
se ejecuta el control entre las tres ramas del poder público. Por último, se profundizará en los
instrumentos de control específicos que recaen sobre el Presidente, ejercidos por las demás ramas
del poder y por los órganos de control. Igualmente, se pretenderá dar cuenta de cómo el presidente
de la República en el sistema de gobierno colombiano resiste un conjunto de instrumentos que le
reportan contrapeso, razón por la cual, sus múltiples facultades en gran medida están limitadas y
sujetas a control.

1. El poder público y su origen en la soberanía popular

El diseño institucional de gran parte de los Estados modernos obedece a la idea de la


separación de poderes públicos. Es decir, que buscando evitar la concentración del poder en una
sola persona o institución, se fijan ramas que repartan sus funciones y facultades de manera
balanceada y equilibrada. Ahora bien, cabe cuestionarse la génesis de ese poder que se ve dividido
y controlado.

En una primera instancia, el concepto de poder genera controversia en el mundo doctrinal;


por una parte, Freund describe este término como “el mando estructurado socialmente, dividido en
funciones jerárquicas y llevado por una o varias capas sociales variables según los regímenes”.
Bajo este entendido, el poder permite organizar un Estado bajo parámetros jerárquicos en respuesta
a una figura soberana.

Inicialmente, la Constitución Política referencia esa figura soberana de la cual emana el


poder público: el pueblo. La Carta Política expresa que esta característica de soberanía reside
exclusivamente sobre él y se ve constantemente ejercido en sus facultades participativas, ya sea de
forma directa o representativa.
Bajo esta premisa constitucional, el pueblo manifiesta de diversas formas su poder como
origen del Estado. El constituyente primario inicialmente, tiene la potestad de establecer estructuras
organizadas y jerárquicas que conformen el poder público. De esta forma, puede redactar, organizar
o elegir a las personas que planteen la creación de figuras institucionales por medio de procesos
como la creación de una nueva Carta Política. Este poder permitió la construcción de modelos
estatales y controles entre ellas para balancear las funciones del Estado.

Prueba de esta afirmación, son las tres ramas del poder público, la conformación de órganos
autónomos e independientes y las regulaciones, facultades y propósitos que el constituyente les
otorgó como partes del Estado.

Por otra parte, ya no solo se concibe al pueblo como un creador aislado de la organización
estatal, si no un soporte principal y constante para la subsistencia del Estado. Águila menciona que
en un sistema democrático los ciudadanos dirigen a sus gobernantes, por lo que si estos retiran su
apoyo a esas instituciones, estas últimas decaerían. Bajo ese entendido, el ejercicio participativo de
los ciudadanos permite la supervivencia de las instituciones; sin el apoyo del grupo las figuras
estatales perderían el poder inicialmente otorgado por el constituyente primario para la ejecución
de sus funciones. Con su desaparición se degrada la existencia del cuerpo institucional.

2. Definición de la forma de gobierno, del Estado y el régimen político como elementos


previos a la formulación de la arquitectura orgánica estatal

Antes de entrar a examinar los instrumentos de control de poderes, es conveniente partir de


lo fundamental, de nociones básicas que sirvan de estructura a las ideas siguientes del texto, así
como estas nociones lo hacen con la arquitectura institucional, a saber, las formas de Gobierno, del
Estado y de los regímenes políticos; para lograrlo, se acudirá a las particularidades entre los
principales sistemas políticos: el presidencialismo y el parlamentarismo (2.1.). Luego, se analizará
nuestro régimen político, en particular, para intentar establecer una relación directa con la
formulación de la estructura orgánica del Estado y el mismo sistema de frenos y contrapesos (2.2).
2.1.Partir de lo fundamental, de las formas de Gobierno, del Estado y de los
regímenes políticos

El concepto de sistema político está ligado a un “conjunto de relaciones e interacciones por


medio de las cuales se tiene la capacidad de procesar y tomar las decisiones que afectan a una
sociedad e imponerlas legítimamente al conjunto, es decir, a los miembros del sistema” (Espinoza,
2016). A lo largo de la historia se han desarrollado distintos regímenes políticos entre los que se
encuentran las monarquías1, el unipartidismo2, las teocracias3 e incluso las dictaduras militares4,
cada uno con particularidades en cuanto a sus reglas, estructuras y funcionamiento. No obstante,
los dos sistemas políticos que se han logrado consolidar en los modelos democráticos
contemporáneos son el parlamentarismo y el presidencialismo, sobre los cuales se profundizará en
las siguientes líneas.

2.1.1. Sistema Presidencialista: entre la notable división de poderes y el


protagonismo de la figura del presidente

Adoptado por muchos, como es el caso de los países latinoamericanos de Colombia,


Argentina, Brasil y Costa Rica, el sistema presidencialista debe su origen a la estructura de poder
norteamericana. Los Estados Unidos instituyó por primera vez un nuevo modelo inspirado en el
monárquico inglés y lo suficientemente modificado como para ser disímil. La democracia
estadounidense remplazó entonces, la figura del rey por un presidente de la república (figura
principal del sistema presidencialista) elegido por sufragio universal y a su misma vez, regulado
por otro órgano de control de sus posibles excesos. Lo anterior, fundamentado en el principio de
separación de poderes expuesto por John Locke, en su Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil,
donde diferencia al poder ejecutivo del legislativo y el federativo. (Espinoza, 2016)

1
Actualmente, se destacan monarquías constitucionales en países como Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos,
Jordania, Marruecos, entre otros. Aunque no es tan común, también suele encontrarse monarquías absolutas en países
como Arabia Saudita y Catar, en las que el monarca detenta el poder absoluto.
2
Algunos que actualmente ostentan este sistema son: Cuba, China, Corea del Norte y Vietnam.
3
El ejemplo más preciso sobre este sistema es el de la Ciudad del Vaticano con el papa, aunque también se encuentran
otros ejemplos en países islámicos como Afganistán e Irán.
4
En américa latina se han presentado un número considerable de dictaduras militares, destacándose la de Augusto
Pinochet en Chile y la del general Gustavo Rojas Pinilla. Actualmente, no es común encontrar casos de dictaduras
militares en el mundo, aunque en algunos países africanos como Birmania y Burkina Faso aún predomina esta forma
de gobierno autoritario.
Pachano (1998) menciona que, en efecto, el modelo presidencialista es, “la expresión más
cabal de la división de poderes entre el ejecutivo y el legislativo”. Esto a pesar de que otros sistemas
como el parlamentario presentan la misma división orgánica del poder, el presidencialista goza de
una relación indirecta entre las dos ramas, donde el presidente es elegido directamente por el
pueblo, mediante voto popular y no por medio de otro órgano como lo sería el parlamento. Así
mismo, esta forma de gobierno, a diferencia del sistema parlamentario, se caracteriza por su
propensión a la instauración de un juego de suma-cero; aquél fenómeno en el cuál la pérdida de
una parte (A), supone la ganancia otro actor (B). En ese sentido, el sistema parlamentario es menos
propenso a caer dentro de este marco, ya que si el órgano parlamentario puede influir en la elección
de la cabeza de gobierno, ninguno de los actores (cabeza de gobierno y parlamento) tendría que,
inicialmente, perder en el juego de poder, asimismo el primer ministro y el órgano parlamentario
se verían en la tarea de estar en constante discusión para el armónico funcionamiento de las ramas.

Linz (2013) por su parte, menciona que este “juego” es “ineluctablemente problemático
porque opera según la regla todo al ganador” donde se definen ganadores y perdedores (oposición),
lo que incluso, incrementa la exclusión y polarización política en el país; especialmente por excluir
a (B) de su participación en el poder. En contra parte, las elecciones presidenciales por voto
popular, permiten al pueblo elegir a su jefe del ejecutivo, sin intervención, intereses o maniobras
políticas de los miembros del órgano legislativo. Muchos países como Colombia, Argentina o
Ecuador crean umbrales e incluso, excepcionalmente, instauran una segunda vuelta de elecciones
para elegir a sus regentes, buscando proteger el ejercicio democrático de este tipo de
manipulaciones, lo que permite, finalmente, la característica asociativa entre los dos candidatos en
disputa y los perdedores de la primera vuelta.

Por otra parte, en el sistema presidencialista, se concibe un ejecutivo fuerte e independiente,


con legitima y exclusiva facultad gubernamental (característica de la cual carece el órgano
legislativo). Esta máxima autoridad goza de considerables poderes institucionales. “No es solo
quien detenta el poder ejecutivo, sino que es también, la cabeza simbólica del Estado” (Linz, 2013)
acumulando así diversas calidades como: Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, del administrativo,
entre otros. Formándose una estructura bicéfala del poder, donde tanto el presidente como el órgano
legislativo disponen de legitimidad emanada del pueblo y constante control entre ambos para
mantener el equilibrio de poderes. Es por esto que, a diferencia de otros sistemas como el
parlamentario, el presidente no es retirado de su cargo fácilmente, por el contrario, se requiere un
juicio político exitoso y riguroso.

Del mismo modo, Lanzaro hace mención sobre dos tipos de presidencialismo identificables
en correspondencia a la concentración de poderes por parte de la cabeza del ejecutivo: el
presidencialismo mayoritario y el presidencialismo pluralista. En el primero se destaca la
concentración de poderes gubernamentales por lo que es preponderante una supremacía
presidencial; en contraparte, en el presidencialismo pluralista se produce una distribución de
poderes junto a un sistema de frenos y contrapesos eficaz.

Lanzaro diferencia estos dos tipos de presidencialismo con base en un panorama


comparativo; en primer lugar, un sistema presidencialista mayoritario presupone que el ganador
gobernará excluyendo a otros actores, mientras que uno pluralista necesitara de otros actores para
su gobierno, en ese sentido se reparte el poder de veto y la influencia de otros poderes públicos
sobre el órgano ejecutivo se intensifican para generar controles efectivos. Bajo este contexto, el
“juego de suma-cero" se presentará especialmente en los presidencialismos de naturaleza
mayoritaria por su tendencia a la supremacía de la cabeza del ejecutivo; en contraposición, en los
presidencialismos pluralistas no podría presentarse este fenómeno, ya que el derrotado en la
contienda electoral posiblemente tendrá una participación en el escenario político, como ocurre en
el sistema colombiano con las curules de la oposición.

Habiendo hecho estas precisiones, en acápites posteriores se pretenderá identificar el


esquema de controles establecido para los sistemas de corte presidencialista.

2.1.2. Sistema Parlamentarista: con un ejecutivo bicéfalo y el parlamento como


asiento de la soberanía

El régimen parlamentario se formó paulatinamente en Inglaterra y es el resultado de una


larga evolución histórica desarrollada a través de varios siglos en el seno del sistema aristocrático
y monárquico. En particular, se ha transitado de monarquía absoluta a monarquía limitada y de ésta
última a la monarquía parlamentaria. El desarrollo del sistema parlamentario en Gran Bretaña se
debió al surgimiento de la burguesía, la cual, aliada con la aristocracia terrateniente y su modelo
de producción capitalista, impulsaron el nacimiento de este modelo democrático (IILSEN, 2016).
En particular, “los sistemas parlamentarios deben su nombre al principio que el Parlamento es el
asiento principal de la soberanía. Por tanto, no permiten una separación orgánica o rígida del poder
entre el gobierno y el Parlamento” (Espinoza, 2016).

En este sistema toda la atención se centra sobre el Parlamento, órgano legislativo que
cumple un papel fundamental en la formación y control del gobierno. Como es planteado por
IILSEN (2016), una de las características propias de este sistema es el de un órgano ejecutivo
dualista, es decir, que la jefatura del Estado y la jefatura de gobierno, son desempeñadas por dos
personas diferentes. De acuerdo con Pachano (1998), en la elección del Jefe de Gobierno hay una
intermediación directa del parlamento, donde debe existir un partido, alianza o coalición
mayoritaria que pueda definir al encargado de dirigir la acción gubernamental.}

Además, como lo señalan Leal & Decomain (2004), en el parlamentarismo, el Jefe de


Estado es responsable de nombrar y destituir al líder del Gobierno5, siempre que cuente con la
confianza y aprobación de la mayoría del legislativo. Sin embargo, en términos generales “el jefe
de Estado6 tiene una función simbólica que puede ser decisiva en caso de crisis política profunda
(el rey Juan Carlos de España en la transición política, por ejemplo), pero no dispone de
atribuciones políticas” (Espinoza, 2016).

De lo anterior, se deriva que haya una notable relación de cercanía y dependencia entre el
Jefe de Gobierno y el Parlamento. Como afirma Carey (2006), el requisito de confianza
parlamentaria implica que la supervivencia del ejecutivo está sujeta al apoyo de una mayoría
parlamentaria. Aunque es preciso señalar que en la mayoría de los sistemas parlamentarios esta
dependencia es mutua, dado que el líder del ejecutivo puede disolver la asamblea y llamar a nuevas
elecciones antes de la finalización del preestablecido período constitucional. En este sentido, “el
ejercicio del gobierno en el sistema parlamentario tiende generalmente a asentarse en el poder
compartido, no solamente en tanto debe gobernar con la aquiescencia del parlamento, sino
fundamentalmente porque en su base debe existir algún tipo de acuerdo político” (Pachano, 1998),
de lo contrario, al no contar con el apoyo del parlamento, el gobierno se puede ver forzado a
renunciar.

5
El Jefe de Gobierno puede recibir diversas denominaciones, entre las más comunes se encuentran: Primer Ministro
(Gran Bretaña, Irlanda), Canciller (Alemania y Austria), Presidente del Gobierno (España) o Presidente del Consejo
de Ministros (Italia). En Birmania es llamado Consejero de Estado.
6
El Jefe de Estado puede recibir la denominación de Rey/Reina (Reino Unido, España), Presidente de la República
(Alemania, Irlanda) o Presidente Federal (Austria).
Bajo este marco, es posible señalar que los dos principales elementos constitutivos del
parlamentarismo son: el parlamento y el primer ministro. En el caso del Parlamento, además de
cumplir su función legislativa, “tiene diversas atribuciones tanto políticas, como económicas,
administrativas y judiciales. En esta institución se toman las decisiones más importantes del
Gobierno y por lo tanto de aquí parte su orientación política y la integración de sus principales
órganos” IILSEN (2016). Por otra parte, como lo expresa Barber (2012), el primer ministro es el
principal funcionario ejecutivo, no es elegido por el pueblo y no tiene un área de poder protegida
constitucionalmente; solo puede actuar con el apoyo expreso o tácito del legislador. Además, la
eficiencia de su gobierno está ligada a “factores institucionales, como la fortaleza del partido de
gobierno o de la coalición gobernante y de los acuerdos parlamentarios” (Pachano, 1998).

Ahora bien, a diferencia del sistema presidencialista, donde el periodo de gobierno está
determinado previamente, en el régimen parlamentario parecería ser una fuente de incertidumbre,
ya que, como lo plantea Linz (1997) citado en Cortez Salinas & Salazar Rebolledo (2013), el primer
ministro puede perder la confianza del Parlamento a través de la moción de censura o la cuestión
de confianza, lo que es una válvula de escape en caso de tensiones o crisis. El hecho de que un
presidente haya sido elegido por un periodo determinado hace más complicada su remoción. En
este sentido, un periodo fijo, pero sujeto a los acuerdos parlamentarios, tiene dos ventajas
importantes: por una parte, “promueve los acuerdos partidistas parlamentarios de largo plazo y no
solamente en función electoral y, en segundo lugar, es un aliciente para cumplir con el programa
de gobierno debido a que está sujeto precisamente al control y fiscalización del parlamento”
(Pachano, 1998).

Por otra parte, existen casos particulares donde la división facultativa del ejecutivo prexiste
(separación del jefe de gobierno y del jefe de Estado) y donde el parlamento juega dentro de estas
dinámicas políticas. Tal es el caso de Italia, que a pesar de no cumplir con todas las características
de los tradicionales sistemas parlamentarios, goza de este tipo de división de poderes. En la
república italiana, el presidente elige al presidente del consejo de Ministro haciendo sus veces de
primer ministro, pero con facultades más reguladas, y dividen el poder ejecutivo en 3 partes;
mientras que el parlamento elige al presidente con ayuda de los electores especiales, representantes
regionales.
Teniendo en cuenta, el origen parlamentario del gobierno, la participación directa del
Parlamento en los asuntos gubernamentales, el rendimiento de cuentas del gobierno al parlamento
y, el hecho de que la duración del periodo de gobierno está sujeta a los acuerdos parlamentarios,
es posible llegar a otro de los puntos clave para entender el parlamentarismo. En particular, “el
parlamentarismo es a menudo distinguido del presidencialismo sobre la base de que los poderes
están fusionados más que separados” (Carey, 2006). De acuerdo con el planteamiento de Pachano
(1998), la división de poderes en el sistema parlamentarista es débil en origen pero fuerte en
control, ya que, si bien el gobierno se deriva del órgano legislativo (lo que hace que la división de
poderes sea muy tenue), también es preciso señalar que su estabilidad depende del control
parlamentario (un hecho que es expresión de la división de poderes). En contraste, en el sistema de
gobierno presidencial la división es fuerte en origen, pues el ejecutivo y el órgano legislativo son
elegidos en espacios diferentes, también es débil en control debido a la ausencia de participación
del parlamento en la conducción del gobierno y en la función de control.

2.2.Colombia es una república, democrática, unitaria, y presidencialista y en torno a


estas características se erige su organización estatal, poderes y controles

El Estado colombiano se puede definir con base en un conjunto de características propias


de su diseño institucional que consagra el artículo primero de la Constitución Política, a saber: el
Estado social de derecho, la república unitaria, el estado democrático y el sistema presidencialista.
Aunque a primera vista puedan parecer términos aislados, son principios que forjan la organización
y estructura del Estado colombiano y forman un entramado mucho más complejo. En desarrollo de
esta premisa se abordarán cada una de las características que permiten desentrañar nuestra
identidad como Estado, con las cuales se concibe a Colombia como: (i) Estado social de derecho,
(ii) República unitaria y (iii) Estado democrático. Sobre nuestro modelo presidencialista se
analizará detenidamente en acápites posteriores.

(i) Colombia como Estado social de derecho

Históricamente, el Estado de derecho apareció por la lucha provocada por la


personalización del monarca; lo que dio paso a que se fomentara la creación de un sistema al que
se cediera las potestades originarias del regente.
Como premisa base, el Estado social de derecho (ESD) a diferencia del Estado liberal y el
Estado autoritario, busca promover garantías y derechos reales. En ese sentido, se encuentra en la
obligación de promover, más allá de lo formal, las necesidades básicas de sus ciudadanos, asegurar
la democracia y fomentar la participación ciudadana. En adición a esto último, uno de sus pilares
fundamentales del ESD es la división de poderes la cual incluye intrínsecamente que estos se
vigilen entre sí con el fin que no se desborden en abuso, autoridad o poder.

Es por estas razones que la participación política, la democracia, la descentralización y la


división de poderes son pilares fundamentales del Estado social de derecho. Teniendo en cuenta
que inicialmente la sociedad estaba acostumbrada al uso excesivo del poder por medio del monarca,
se establecieron medios de control por medio de la repartición de poderes. Más adelante, el Estado
social de Derecho aparece para contrarrestar la falta de garantías reales a la población y con el
propósito de ejercer una democracia más efectiva.

Con este cambio de paradigma en el país colombiano de 1991, se establecieron órganos


autónomos e independientes, se reforzaron los medios de frenos y contrapesos entre las ramas y se
regularon las atribuciones presidenciales y se independizaron diversas instituciones de lo que
tradicionalmente era el ejecutivo. Todas estas decisiones dirigidas al cumplimiento material de un
nuevo Estado social de derecho.

(ii) Colombia como Estado democrático

La democracia es un sistema político según el cual la soberanía reside exclusivamente en el pueblo,


del cual emana el poder público. En ese entendido, el pueblo ejerce esta atribución de forma directa
o por medio de representantes7. Del mismo modo, entre las características principales de la
democracia se encuentra la autonomía y separación de los poderes públicos, esto significa que cada
poder debe controlar al otro, restringirlo y actuar bajo un marco especifico de competencias con el
propósito de contener el poder.

La democracia busca repartir el poder entre varias personas. El pueblo por medio de un proceso
participativo elige a sus gobernantes. Bajo este presupuesto, sería incompatible que el poder y el
ejercicio del mismo sea decidido por unos cuantos o, por el contrario, donde la colectividad no
participe en esta decisión y una sola figura o institución lo abarque. En un Estado democrático debe

7
Corte Constitucional, sentencia C-065 de 2021
repartirse el poder y la estructura elegida por el constituyente primario para hacerlo fue la
separación de poderes en una rama ejecutiva, legislativa, judicial y los órganos autónomos e
independientes que generan frenos y contrapesos entre ellos.

(iii) Colombia como república unitaria

Bajo este entendido, la república unitaria comprende aquella forma de Estado donde el
poder reside en un solo centro de autoridad. Esta autoridad extiende su potestad a lo largo del
territorio. Es en razón de esto, que la organización administrativa y legislativa está sometida a la
decisión central: solo existe un congreso a cuyas leyes se encuentran todos sujetos, una autoridad
administrativa, cabeza también de la organización territorial. A diferencia de un sistema federal,
no hay estados autónomos que ejerzan un sistema de control propio como es el caso de los sistemas
federales, cuyo ejemplo más directo es los Estados Unidos, pues en este modelo los estados tienen
atribuciones legislativas y administrativas.

Sobre este asunto Arnold, (2004) señala: “[c]omo entidades soberanas en el marco del
sistema federal de Estados Unidos, cada estado tiene su propia constitución, sus funcionarios
elegidos y su organización de gobierno. Los estados tienen facultades para elaborar y hacer cumplir
sus leyes, aplicar impuestos y conducir sus asuntos con un amplio margen de libertad con respecto
a la intervención del gobierno federal o de otros estados”. En este sentido, los estados cuentan con
un amplio margen de libertad, ya que pueden desempeñar cualquier función que no les esté
prohibida y para restringir de manera efectiva las facultades del gobierno estatal se debe hacer
expresamente en la constitucion de ese estado (Arnold, 2004).

Tomando esto en consideración, el control sobre el sistema presidencialista en los Estados


federales es mucho más fuerte, ya que además del esquema de frenos y contrapesos existente a
nivel nacional, en cada estado en virtud de su autonomía diseña su propio sistema de control de
poderes a nivel local. Esto permite que en los gobiernos federados exista una menor tendencia a la
supremacía del presidencialismo y su vez, hace de estos modelo unos de los sistemas más estables
políticamente.

2.2.1. Contexto histórico

Según el artículo 113 de la Constitución Política de Colombia, son ramas del poder público
la legislativa, la ejecutiva y la judicial; las cuales deben trabajar de manera armónica y separadas
una de la otra. Asimismo, la nación se caracteriza por tener un sistema presidencialista que se
estableció en inspiración al modelo estadounidense, escogido por la elite letrada y el cual ha
perdurado hasta la actualidad.

Dentro del marco histórico, los países latinoamericanos acogieron este sistema entre 1821
y 1845 y permitió de manera simultánea, como lo plantea Giancarlo Rolla (2012), fortalecer los
correctivos contra la concentración de poder, ya sea mediante la separación de poderes, la
prohibición de reelección o alternancia gubernamental. A pesar de ello, es de sumo interés para
esta investigación reconocer si en efecto, esta modalidad de gobierno nos permite abolir la
concentración de poderes.

Simón Bolívar describe en la Constitución de Bolivia al presidencialismo como aquel


esquema donde “El presidente de la República viene a ser nuestra Constitución como el sol, que
firme en su centro, da vida al universo”, esta fuerte conceptualización da paso a un autoritario
gobierno, donde el presidente de la República a lo largo del siglo XIX cobrará protagonismo.
Siguiendo esta misma línea cronológica y analizando la evolución del presidencialismo en
Colombia, veremos que esta definición expuesta por Bolívar se consolidaría en los regímenes
nacionales, donde el presidente colombiano, en nuestro caso, tendría que ser revestido por mayores
poderes institucionales para dar respuesta a las coyunturas de la época.

Con el pasar de los años y las fluctuantes variaciones que vivenció el país, se dotó en
diversas ocasiones al presidente de facultades especiales que le permitían acentuar su hegemonía,
como lo fue definir y controlar el pensamiento político y educativo de la época (Wills, 2000).

Es mediante Acto Legislativo que se modifica la figura autoritaria de la Constitución


Política de 1886, regulando con mayor cuidado la estructura del presidencialismo por medio de
estrategias de frenos y contrapesos, como lo fue la limitación de sus facultades y la introducción
de otras figuras. Algunos ejemplos son: el fortalecimiento del poder judicial, la eliminación de la
reelección, el límite de los poderes de excepción, la reducción del periodo del presidente a cuatro
años y la consagración de su responsabilidad en caso de violación de la ley (Uprimny, 2010). A
pesar de que puede parecer a simple viste una mejora de las herramientas estatales, el
presidencialismo se fue consolidando y fortaleciendo como sistema de gobierno: se dotó al
presidente con la facultad de declarar el Estado de emergencia Social y Económica y le quitó la
potestad al Congreso de impulsar ciertas materias.
Posteriormente con la Asamblea Constituyente de 1991, el Estado profundizo en este
espectro. Se creó una Carta Política fortalecida con calidades definidas para el Presidente: Jefe de
Estado, Jefe de Gobierno, Suprema autoridad administrativa, Comandante Supremo de las fuerzas
armadas y Representante legal de la nación. Asimismo, se instauró una serie de controles por parte
de la rama judicial y legislativa, los cuales profundizaremos con posterioridad, se independizaron
diversos organismos que pertenecían a la rama ejecutiva y se inauguró la Corte Constitucional,
cuyo papel en el sistema de control es de suma importancia.

Ahora bien, conviene examinar de una manera más concreta el sistema de frenos y
contrapesos establecido en el ordenamiento jurídico colombiano, para luego enforcarnos en
aquellos instrumentos de control que recaen directamente sobre el Presidente de la República. En
virtud de lo anterior, se podrá determinar qué tan sujetas a control están las actuaciones del Primer
Mandatario y la Rama Ejecutiva.

3. Instrumentos con los que se ejecuta el control en las formas de gobierno presidencial
y parlamentario

Luego de haber abordado las particularidades de los sistemas presidencialista y


parlamentarista, en las siguientes líneas se examinarán los distintos mecanismos con los cuales se
ejecuta el control de poderes. Para dicho propósito, el análisis se enfocará en los sistemas de frenos
y contrapesos de los principales países de cada sistema político, iniciando con el parlamentario
(3.1), para seguir con el presidencialista (3.2).

3.1.Régimen de Control en el Sistema Parlamentarista

“(Kelsen, 1992) menciona que el Parlamento es pieza central de la democracia


parlamentaria como forma de Estado misma, que se concreta organizativamente en cualquiera de
las dos formas básicas de gobierno: presidencialismo o parlamentarismo. Es la institución que
representa a la totalidad de la nación, pues en él se congregan y reúnen la pluralidad de intereses e
ideas que se manifiestan en la propia sociedad” (Aguilar Blancas, 2017).
Según García Roca (2016), el control parlamentario se ubica en la democracia
constitucional comprendida como un sistema de controles entre órganos y poderes: de pesos y
contrapesos recíprocos. Pretende asegurar la libertad de los ciudadanos y su confianza en las
instituciones democráticas, impedir los abusos o irregularidades y arbitrariedades de los cargos
públicos, y construir la representación política mediante el juego de los principios de transparencia,
rendición de cuentas y responsabilidad de los poderes públicos en el ejercicio de sus funciones.

Con el objeto de estudiar las relaciones entre las ramas del poder y sus distintos órganos en
el sistema parlamentarista, tomaremos tres de los países donde por excelencia predomina este
sistema de gobierno. En primer lugar, el Reino Unido, cuya forma de gobierno es una monarquía
parlamentaria, en cabeza de la Reina y el Primer Ministro, el Parlamento británico que ostenta el
poder legislativo y en la rama judicial, la recientemente creada Corte Suprema del Reino Unido;
adicionalmente, cuenta con una Constitución no escrita que consta de un conjunto de principios y
leyes que orientan la gobernanza. Por su parte, España sí cuenta con una constitución escrita, donde
el sistema de gobierno también es una monarquía parlamentaria, en cabeza del Rey y donde el
parlamento cumple un papel central. Al hablar de este sistema de gobierno, Alemania es otro de
los referentes. Su sistema político es federal, donde el Canciller es el jefe de gobierno y máximo
referente de la política alemana y el Presidente Federal es el representante del Estado. Su
Constitución es la Ley Fundamental de 1949, también conocida como Ley Fundamental de Bonn.

Tabla 1. Relaciones de las ramas del poder público en Reino Unido, España y Alemania.

Reino Unido España Alemania


Constitución Británica Constitución de 1978 Ley Fundamental de
1949
Rama La Corte Suprema del Reino Órgano Independiente: La Corte Constitucional
Judicial Unido, es la encargada de Tribunal Constitucional Federal es la encargada
resolver casos de relevancia ejerce control constitucional de ejercer el control de
pública o constitucional. sobre leyes y disposiciones constitucionalidad, así
Resuelve conflictos entre los normativas con fuerza de ley. como, decidir sobre
poderes del Estado y sobre leyes (Constitución Española de controversias de
aprobadas por el Gobierno (The 1978, art. 161) Derecho Público entre
Supreme Court, s. f.). la Federación y los
Länder (Estados
Federados). (Ley
Fundamental, art. 93)
El Parlamento es la autoridad En el Poder Judicial: La La Corte Constitucional
legal suprema del Reino Unido Audiencia Nacional en su Federal es competente
que puede crear o poner fin a Sala de lo Contencioso- para decidir sobre las
cualquier ley. En general, los administrativo conoce de acusaciones del
tribunales no pueden anular su recursos contra disposiciones Bundestag (Cám. Alta)
legislación y ningún Parlamento y actos de los Ministros, o el Bundesrat (Cám.
puede aprobar leyes que los Secretarios de Estado y otros Baja) en contra del
futuros Parlamentos no puedan funcionarios (LO. 6/1985, Presidente Federal (Jefe
cambiar. (UK Parliament, s. f.) art.66). de Estado). (Art. 61)
El Tribunal Supremo conoce y
decide en única instancia los
procesos de responsabilidad
civil o penal contra el
presidente, los demás
miembros del Gobierno de la
Nación, los senadores y
diputados. (C.E., arts. 106,
102)
El Consejo General del Poder
Judicial propone 2 de los 12
miembros del Tribunal
Constitucional, para que sean
nombrados por el Rey. (C.E.
Art. 159)

Rama De acuerdo con el artículo 2 del El Congreso de los Diputados El Bundestag sólo
Legislativa Fixed-term Parliaments Act puede exigir la podrá plantear una
(2011), los diputados de la responsabilidad política del moción de censura
Cámara de los Comunes pueden Gobierno mediante la frente al Canciller
proponer mociones de censura al adopción por mayoría Federal si elije por
Primer Ministro o votar en absoluta de la moción de mayoría de sus
contra las mociones de censura. La moción de miembros a un sucesor
confianza. Si se aprueba la censura no podrá ser votada y solicita del Presidente
moción y los Comunes no hasta que transcurran cinco Federal el relevo del
confirman ningún Gobierno días desde su presentación. Canciller Federal. El
alternativo en un plazo de 14 En los dos primeros días de Presidente Federal
días, se ratifica una moción de dicho plazo podrán deberá acceder
confianza positiva y se convocan presentarse mociones a esta solicitud
elecciones generales. Así alternativas. (Art. 13) nombrando a quien
entonces, mediante este resulte elegido. Entre la
procedimiento de control se le moción y la votación
niega la confianza al gobierno, deberán transcurrir
razón por la cual, el Primer cuarenta
Ministro no podrá permanecer y ocho horas. (Art. 67)
en su cargo.
Ambas cámaras del parlamento El Senado (Cám. Alta) y el Los miembros de la
pueden pedir a la Reina la Congreso de Diputados Corte Constitucional
destitución de un juez del (Cám. Baja) proponen cada Federal serán elegidos
Tribunal Superior o del Tribunal uno, 4 de los 12 miembros del por mitades por el
de Apelación. (Judges and Tribunal Constitucional para Bundestag (C. alta) y
Parliament, s. f.) que sean nombrados por el por el Bundesrat (C.
Rey. En cada cámara se baja). No podrán
necesita una mayoría de 3/5 pertenecer ni al
de sus respectivos miembros. Bundestag ni al
(Art. 159) Bundesrat ni al
Gobierno Federal ni a
los órganos
correspondientes de un
Land (Estado). (Art. 94)

Si bien es nombrado por la El Congreso de los Diputados El Canciller Federal es


Reina, el Primer Ministro es el encargado de otorgarle elegido por el
normalmente es el líder del la confianza al candidato para Bundestag
partido que cuenta con las ser Presidente del Gobierno, a propuesta del
mayorías en la Cámara de los propuesto por el Rey. Si por Presidente Federal. El
Comunes. Además, el Primer mayoría de sus miembros, se elegido por mayoría de
Ministro debe contar con el le otorga la confianza a dicho los votos deberá ser
apoyo del Parlamento, ya que la candidato, el Rey lo nombrará nombrado por el
rama ejecutiva depende Presidente. (Art. 99) Presidente Federal.
permanentemente del legislativo (Art. 63)
para su posición y poder.
(Barber, 2012)
Rama El Parlamento existente en ese El Presidente del Gobierno, Si una solicitud del
ejecutiva momento se disuelve al previa deliberación del Canciller Federal de
comienzo del decimoséptimo día Consejo de Ministros, y bajo que se le exprese la
hábil anterior al día de las su exclusiva responsabilidad, confianza parlamentaria
elecciones para las próximas podrá proponer la disolución no fuere aprobada por
elecciones generales del Congreso, del Senado o la mayoría de los
parlamentarias. (Fixed-term de las Cortes Generales, que miembros del
Parliaments Act 2011, Sec. 3.1). será decretada por el Rey. El Bundestag, el
La Ley de Parlamentos de 2011 decreto de disolución fijará la Presidente Federal, a
abolió la autoridad del monarca fecha de las elecciones. propuesta del Canciller
para disolver el Parlamento, pero La propuesta de disolución no Federal, podrá disolver
mantuvo su poder sobre la podrá presentarse cuando esté el Bundestag en un
prórroga del parlamento. (Ibid, en trámite una moción de plazo de veintiún días.
Sec. 6.1) censura. No procederá nueva (Art. 68)
disolución antes de que
transcurra un año desde la
anterior, salvo lo dispuesto en
el artículo 99, apartado 5.
(Art. 115)
Los jueces de la Corte Suprema El Rey es el encargado de Los correspondientes
del Reino Unido son elegidos nombrar a los 12 miembros ministerios de Justicia
por una comisión de selección del Tribunal Constitucional, de los Bundesländer
independiente, que envía el de ellos, cuatro a propuesta (Estados federados)
nombre del candidato elegido al del Congreso; cuatro a deciden quiénes serán
Lord Canciller, quien podrá propuesta del Senado; dos a correspondientes
aceptar o pedir reconsideración. propuesta del Gobierno, y dos jueces. (Art. 95)
Luego, el nombre del elegido es a propuesta del Consejo
enviado al Primer Ministro, General del Poder Judicial.
quien lo envía a la Reina para su (Art. 159)
nombramiento. (The Supreme
Court, 2016)
Fuente: Autoría Propia.

La tabla anterior, muestra las relaciones entre las relaciones entre las ramas del poder
público de los tres países más representativos del sistema de gobierno parlamentarista: Reino
Unido, España y Alemania. Desde una primera perspectiva, el control de legalidad y
constitucionalidad de las leyes y demás disposiciones normativas es débil en comparación con el
sistema presidencialista, en tanto que los ciudadanos no pueden interponer recursos o proponer el
estudio de constitucionalidad de una determinada normativa (a excepción de Alemania, donde sí
es posible interponer recursos de amparo constitucional). A lo anterior, se suma el hecho de que en
el sistema parlamentarista el poder legislativo tiene el protagonismo y en sistemas políticos como
el británico, la soberanía recae sobre el Parlamento.

Por otra parte, la moción de censura se constituye en una institución de gran importancia
en el sistema parlamentarista. Mediante este procedimiento se puede exigir la responsabilidad
política al poder ejecutivo, constituyendo un verdadero instrumento de control, en tanto que el jefe
del ejecutivo (Primer Ministro o Presidente -como en el caso de España-) depende de la confianza
o el respaldo del Parlamento. En este sentido, al retirarle esa confianza aprobando la moción de
censura se busca la remoción del jefe del ejecutivo y el consecuente derrocamiento del gobierno.

Desde otro punto, el principal instrumento de contrapeso que tiene el ejecutivo en el sistema
de poderes parlamentarista es la facultad de disolver el órgano legislativo, que ocurre de manera
extraordinaria cuando el primer ministro o presidente del gobierno pierda el respaldo del
Parlamento. A lo reseñado de manera precedente, se suman un conjunto de facultades de los
organismos y entidades de cada una de las ramas que constituyen instrumentos de frenos y
contrapesos encaminadas a mantener el equilibrio y control del poder político.

3.2.Régimen de control en el sistema Presidencialista

El sistema presidencial se caracteriza por una clara división de poderes. Se estructuran tres
órganos separados: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Esa separación se fusiona con la
limitación de funciones que deben integrarse con la colaboración de todos ellos, teniendo en cuenta
que una condición necesaria para su eficacia es la interdependencia. Con la finalidad de realizar el
equilibrio de poderes, cada país desarrolla mecanismos que permitan tener control entre uno y otro.
Políticamente, se desarrollan instituciones que permiten la democratización y desarrollar las
funciones racionalmente distribuidas.

El poder Ejecutivo (unipersonal) y el Legislativo (organizado comúnmente por dos


cámaras) se eligen de manera diferenciada, ya que se estipula la prohibición de los ministros de
ejercer a su vez la función legislativa, con el objetivo de dar garantía a la autonomía y a la
autorregulación. Cada poder debe tener la capacidad de no sobreponerse a los otros, sino que
coadyuvarse para intervenir en sus ámbitos constitucionales (Espinoza, 2016). Ambos órganos son
elegidos por sufragio universal, permitiendo de este modo se realice un contrapeso, ya que se
pueden presentar distintas posiciones ideológicas y de esta formar generar controles políticos al
presidente y a su gobierno.

El modo monocefálico del Ejecutivo, en el cual se reúne una sola figura las jefaturas de
Estado y Gobierno, tiene diversos dispositivos de control que están en manos de los órganos de
nivel superior del Legislativo y del Judicial (Espinoza, 2016). El diseño institucional, con la
preocupación central de evitar la tiranía de un hombre, instauro un Ejecutivo débil en creación de
reglas nacionales, por tanto, una democracia débil.

De esta forma se han instaurado figuras que varían dependiendo de las características
nacionales, en esta parte se hará una comparación de las instituciones que tiene el prototipo
estadounidense y el prototipo presidencialista de América Latina tomando como referencia los
países de Chile y Colombia, teniendo en cuanta los controles que le realizan al ejecutivo y los que
este ejerce a las demás ramas del poder público.
Tabla 2. Relaciones entre las ramas del poder en Estados Unidos, Chile y Colombia

Estados Unidos Chile Colombia


Constitución Constitución Política Constitución Política de 1991
Política de 1787 de 1980
Rama Suprema Corte de Tribunal Constitucional Corte constitucional realiza
Judicial Justicia y otros Ejercer el control de control abstracto de
tribunales constitucionalidad de constitucional. (Art. 241)
federales, se las leyes, reforma a la Corte Suprema es el juez penal
encarga de velar la constitución o tratados. de los congresistas. (Art. 186)
constitucionalidad (Art. 93) Consejo de Estado encargado de
de los actos de la jurisdicción de lo contencioso
autoridad. administrativo. (Art.237)
Comisión de Disciplina Judicial
como encargado de la disciplina
sobre los empleados y
funcionarios de la rama judicial.
(Art. 257)
Rama El congreso tiene el El Congreso tiene la El Congreso tiene la facultad de
Legislativa poder de cartera, facultad de reducir los ordenar el gasto, es decir le
controla el dinero gastos contenidos en la corresponde la aprobación y
para financiar la Ley de presupuesto ejecución del presupuesto (art.
acción ejecutiva. presentad por el 151)
Gobierno (art. 67)
El Congreso no Decidir si hay o no Moción de observación y
puede destituir al lugar a admisiones de Moción de Censura como
presidente, ni a su las acciones judiciales control político para el Gobierno
equipo de gobierno contra algún Ministro del Presidente (Ministros y
del Gobierno en Directores de Departamento
desempeño de su cargo. administrativo), donde puede
(Art. 53 inciso 2) llegar a ser destituidos del cargo.
(Art. 135 inciso 8 y 9)
El presidente es Para declarar la guerra, Para declarar la guerra el
comandante de las se necesita autorización Presidente debe contar con el
fuerzas militares, por ley, dejando permiso del Senado. (Art. 189
pero el Congreso constancia de haber inciso 6)
asigna fondos para oído al Consejo de
el ejército y vota Seguridad Nacional
para declarar la (Art. 32)
guerra.
El Senado ratifica Congreso aprueba o Congreso puede aprobar o no los
los tratados de paz desecha los tratados tratados que el Gobierno celebre
firmados por el internacionales que con otros países o con entidades
ejecutivo. presenta el Presidente de derecho internacional (Art.
antes de su ratificación. 150 inciso 16)
(Art. 54)
El congreso puede Prestar o negar su El proyecto objetado se devolverá
anular un veto consentimiento a los a las cámaras de segundo debate
presidencial actos del Presidente quienes puede aprobar por mitad
realizado a un (Art. 53 inciso 5) más uno y negar la
proyecto de ley con inconveniencia. (Art. 167)
dos tercios de votos
de ambas cámaras.
El Congreso puede Senado conoce de las El Senado es Juez de las
acusar tanto a acusaciones que acusaciones que presenta la
miembros del poder presenta la Cámara de Cámara de representantes de los
ejecutivo como al Diputados sobre el magistrados de las altas cortes y
judicial. Presidente (Art. 53 del Presidente. (Art.174, 175 y
inciso 1) 178)
Rama El presidente no El presidente puede Facultad de objetar leyes.
ejecutiva puede disolver al presentar observaciones (Art.167)
Congreso, ni puede por convenientes a los
convocar nuevas proyectos de ley (Art.
elecciones 73)
El presidente tiene El presidente no podrá No se puede reelegir Presidente
el poder de vetar ser reelegido para el (Art. 197)
proyectos de ley. período siguiente (Art.
25)
Fuente: Autoría Propia.

4. Régimen de controles en el sistema colombiano: un sistema especialmente


estructurado para evitar la concentración de poder ante la multiplicidad de
facultades del Ejecutivo

Con el ánimo de examinar a fondo el sistema de control de poderes en nuestro medio, es


necesario estudiar las relaciones entre las ramas del poder público. Para cumplir con tal propósito
es preciso partir de la diferenciación entre las facultades de colaboración armónica entre las ramas
y los verdaderos instrumentos de control (4.1); por otra parte, los controles no se limitan a los
estrictamente judiciales, sino que existen otros instrumentos de diversa naturaleza (4.2), los cuales
se logran identificar en la estructura orgánica del Estado y en concreto en las facultades de cada
rama (4.3). Como ya se ha venido expresando a lo largo de este escrito, se buscará determinar si
por nuestro forma de gobierno, existen facultades de control específicamente encaminadas a limitar
al Presidente de la República ante su protagonismo en el sistema.
4.1.Distinción entre instrumentos de control y colaboración armónica entre las
ramas

Para efectos de este trabajo es conveniente establecer una diferenciación entre los
instrumentos de control sobre los cuales se ha hecho referencia, y las facultades de colaboración
armónica o relación entre las ramas del poder público. Esto permitirá identificar que no toda
facultad de una rama en relación con la otra constituye un instrumento de control y además, que
existen algunas atribuciones a cada órgano, con las cuales intervienen en las funciones propias de
los otros; siendo dos formas diferentes de limitar el poder, pero que a su vez, concurren en el
sistema.

Un antecedente importante sobre esta distinción en el sistema presidencialista toma lugar


en la Constitucion de Filadelfia de 1787, donde se dio la discusión entre dos principios
constitucionales: la teoría de la separación funcional de los poderes, apoyada por los
antifederalistas y la doctrina de los frenos y contrapesos defendida por los federalistas. En la
primera de ellas, cada una de las ramas ejerce su función propia y no se le permite intervenir en las
funciones de los demás órganos. Por otro lado, de acuerdo con el principio de frenos y contrapesos,
el poder debe estar distribuido en diferentes instancias de tal manera que cada rama se vea limitada
por las otras a abusar de su poder, otorgando a cada rama la capacidad de influir sobre las otras. La
teoría constitucional ha considerado que en la constitución norteamericana se presentan los dos
principios pero en forma atenuada (Pantoja Morán, 2005).

Algo muy similar ocurre con la Constitución colombiana, donde si bien existe un sistema
de pesos y contrapesos encaminado propiamente a limitar el poder, también concurre la teoría de
la separación de funciones, aunque de manera atenuada, ya que cada rama ejerce las funciones
propias de su naturaleza, pero también interviene en los asuntos propios de los otros órganos
mediante la colaboración armónica, buscando la realización de los fines del Estado, a la luz del
artículo 113 superior.

Para establecer una distinción un poco más clara entre los dos preceptos, podríamos
considerar que los instrumentos de control son la respuesta ante una extralimitación o infracción
de una norma, buscando restablecer el equilibrio entre las ramas. Mientras que en las facultades de
colaboración armónica entre poderes se requiere la conducta de alguna de las tres ramas para poder
completar un procedimiento, por ejemplo, cuando es necesaria la iniciativa legislativa del ejecutivo
en determinadas materias o cuando se requiere la autorización de Ministro de Hacienda para las
leyes que supongan de erogación presupuestal.

Puede suceder que una facultad otorgada a un órgano sea un instrumento de control respecto
de una rama e instrumento de colaboración con respecto a otra. En el caso particular de la objeción
presidencial, esta atribución es un verdadero instrumento de control respecto del órgano legislativo;
no obstante, también constituye una facultad de colaboración armónica con relación al poder
judicial y en concreto, respecto al control de constitucionalidad, ya que si el Presidente objeta una
norma que se reputa contraria a la Constitución y en el Congreso se modifica la parte objetada, se
le estaría quitando la carga a la Corte Constitucional de pronunciarse sobre la constitucionalidad
de la norma.

En las siguientes líneas se señalan algunos casos particulares que servirán para ilustrar lo
que se entiende por facultades de colaboración armónica entre las ramas del poder público. Entre
las más sobresalientes de estas relaciones entre los órganos de poder se encuentran:

a. Partidos políticos y mayorías dentro del Congreso

Brevemente, las mayorías parlamentarias se pueden configurar como un sistema de control


hacia el presidencialismo, pues tras la investidura del presidente y el otorgamiento de funciones, la
mayoría parlamentaria se configura como lo que puede ser un apoyo al dirigente desde otra rama,
o un modelo de frenos y contrapesos.

En un sistema presidencial, si la cabeza del ejecutivo no goza del apoyo o la mayoría del
congreso, el control que reciba de este último órgano puede ser muy fuerte y en palabras de García
Roca, podría convertirse en una constante obstrucción y bloqueo para la acción gubernamental.
Puesto que el modelo político colombiano prevé la colaboración entre los poderes públicos,
diversas acciones concretadas como lo son la sanción legislativa y la aprobación de facultades o
decretos ley por parte del presidente podrían convertirse en una constante lucha entre el legislativo
y el ejecutivo (García, 2017).

Casos como el estadounidense demuestran históricamente lo problemático que puede ser


tener un legislativo y ejecutivo en contra, es por esto que autores como García y Ackerman
consideran los modelos europeos como sistemas más exportables y convenientes, donde los
controles institucionales y el parlamentarismo restringido ofrece un desarrollo constitucional
prometedor, pues Iberoamérica ha fallado en el proceso de imitar modelos de control como el norte
americano.

b. Autorización del Ministro de Hacienda para la Ley de erogación presupuestal

Para el proyecto de presupuesto de rentas y gastos la iniciativa se encuentra en cabeza del


Gobierno quien deberá presentar a la Cámara de Representantes el proyecto dentro de los primeros
diez (10) días de cada legislatura, el cual debe ser consecuente con el Plan Nacional de Desarrollo.
El proyecto regulara la materia de rentas y apropiaciones calculadas en la vigencia fiscal, así como
los gastos y egresos del Estado.

El gasto público debe estar concretado pues no se podrán incluir partida alguna que no
corresponda al crédito judicialmente reconocido o a un gasto que no haya sido decretado por la ley
anterior, o a uno que haya sido propuesto por el Gobierno que vaya con la finalidad de realizar el
debido funcionalmente del Poder Público, a menos que se realice una operación presupuestal
autorizada. Las partidas del presupuesto de gastos propuestos no podrán ser aumentadas por el
Congreso ni tampoco se podrá adicionar alguna disposición, si no cuenta con el consentimiento
escrito del Ministro de Hacienda según artículo 211 de la Ley 5 de 1992.

c. Iniciativa legislativa del gobierno respecto a determinadas materias

La iniciativa legislativa puede ser propuesta por los miembros de la Cámara de


representantes o el Congreso, el Gobierno Nacional, un número de ciudadanos igual o superior al
cinco por ciento del censo electoral existente para la fecha respectiva o el treinta por ciento de los
concejales o diputados del país. En este sentido, para el caso del Gobierno Nacional se determinan
unas materias específicas (Constitución Política de Colombia, 1991, art. 154 y 155):

• La ley para aprobar el Plan Nacional de Desarrollo y de inversiones públicas que se deban
emprender o continuar, con recursos y apropiaciones que se necesiten y las medidas
necesarias para su cumplimiento.
• Las leyes para determinar la estructura de la administración nacional.
• Las leyes para conceder las autorizaciones al Gobierno para realizar contratos, negociar y
enajenar bienes nacionales.
• Las leyes que establecen las rentas nacionales y fijan los gastos de la administración.
• Leyes para organizar el crédito público.
• Leyes para regular el comercio exterior y poder señalar el régimen de cambio internacional,
teniendo en cuenta a la Junta Directiva del Banco de la República.
• Leyes para regular la actividad financiera, bursátil, aseguradora y cualquier otro vínculo
con el manejo, aprovechamiento e inversión de recursos estatales.
• Leyes para regular el Banco de la República y la determinación de las funciones que debe
desempeñar su Junta Directiva.
• Las leyes que ordenen las participaciones del Estado a empresas industriales o comerciales.
• Las leyes que decreten exenciones de impuestos, contribuciones o tasas nacionales.

d. Facultad del Congreso de elegir a los magistrados de la Corte Constitucional

La Corte Constitucional órgano encargado de la guarda de la integridad y supremacía de la


Constitución, tendrá un numero impar dentro de sus miembros, actualmente está conformado por
9 integrantes, los cuales pertenecerán a diferentes especialidades del Derecho. Como función
electoral el Congreso será el encargado de elegir a los magistrados de la Corte Constitucional, en
sesión plena del Senado de la República para periodos individuales de ocho años. Las ternas serán
presentadas por el Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.
Es importante anotar que los magistrados no podrán ser reelegidos (Ley 5, 1992, art. 6).

e. Función consultiva al Consejo de Estado

La Sala de Consulta y Servicio Civil, se encarga de actuar como cuerpo supremo órgano consultivo
del Gobierno para dar su consejo, dictamen u opinión que es necesaria para la toma de ciertas
decisiones como: la administración, casos de tropas extranjeras por el territorio nacional, de
estación o tránsito de buques o aeronaves extranjeras de guerra, en agua o en territorio o en espacio
aéreo. Además, de conocer las nulidades presentadas a los actos administrativos que emita el
Gobierno Nacional y decretos cuya competencia no le corresponda a la Corte Constitucional.
(Constitución Política de Colombia, 1991, art. 237 y 238) .
f. Postulación de ternas para la elección de funcionarios de la rama judicial

El Presidente de la República tendrá funciones de postulación para diferentes funcionarios


que forman parte de la rama judicial, los cuales son: (i) postular terna para el Fiscal General de la
Nación quien será elegido por la Corte Suprema de Justicia, para una periodo de 4 años
(Constitución Política de Colombia, 1991, art. 249); (ii) envía terna para elegir 3 de los magistrados
de la Corte Constitucional para períodos individuales de ocho años, los cuales son elegidos por el
Senado de la República (Constitución Política de Colombia, 1991, art. 239); finalmente, realiza la
(iii) postulación de terna, previa convocatoria pública reglada, para elegir tres magistrados de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial; los que serán seleccionados por el Congreso en pleno,
para periodos personales de ocho años . (Constitución Política de Colombia, 1991, art.257ª).

4.2.Naturaleza de los instrumentos de control en Colombia

Antes de proceder a examinar los principales instrumentos de nuestro sistema de frenos y


contrapesos, se hace necesario profundizar en la naturaleza de cada uno de estos mecanismos a fin
de determinar sus objetivos e identificar las diferencias sustanciales entre cada uno de ellos. Así
entonces, como plantea Huerta Ochoa (2001), el poder político se convierte en objeto de control
ante la necesidad de limitar su ejercicio; por esta razón, los mecanismos de control se convierten
en vehículos para evitar el ejercicio abusivo del poder y la extralimitación en el ejercicio de las
funciones. De acuerdo con los propósitos que persigue cada instrumento es posible identificar tres
clases: mecanismos de control de naturaleza administrativo (4.2.1), instrumentos de control de
naturaleza judicial (4.2.2) y medios de control de carácter político (4.2.3).

4.2.1. Mecanismos de control de naturaleza administrativa

Los mecanismos de control de poderes de naturaleza administrativa son aquellos que son
ejercidos precisamente por la administración estatal. Dentro de este grupo encontramos la objeción
presidencial, facultad del presidente en virtud de la cual rechaza un proyecto de ley por razones de
inconstitucionalidad o inconveniencia, por lo que constituye un mecanismo de control sobre las
decisiones que adopte el legislador. Adicionalmente, podría citarse a modo de ejemplificación, el
control presupuestal, por medio del cual el ejecutivo interviene en definir los recursos con los
cuales opera la rama judicial.

4.2.1.1.Instrumentos de control de naturaleza judicial

Son aquellos mecanismos que tienen una relación directa con la función jurisdiccional.
Según Aragón (1996), es característico de los controles judiciales su carácter objetivo, lo que
implica que el parámetro de control es un conjunto normativo preexistente y no disponible para el
órgano que ejerce el control. Es decir, este tipo de control se encuentra fundamentado en razones
jurídicas por lo que su ejercicio se hace necesario, ya que el órgano que lo ejerce tendrá que decidir
ineludiblemente cuando se solicite su intervención y en caso de que el resultado del control sea
negativo para el objeto controlado (normas o sujetos), necesariamente tendrá que aplicar la
correspondiente sanción. Adicionalmente, otra de las particularidades de este tipo de controles es
que generalmente son ejercidos por un órgano independiente e imparcial, dotado de competencia
técnica para resolver controversias jurídicas (Aragón, 1986), aunque excepcionalmente esta
facultad puede recaer en órganos de naturaleza distinta a la judicial, como ocurre con el legislativo
respecto de las funciones judiciales sobre los aforados.

Dentro de los mecanismos de control de naturaleza judicial podemos destacar los que están
a cargo de órganos jurisdiccionales, tales como el control constitucional de las leyes y actos
legislativos en cabeza de la Corte Constitucional, así como las facultades que tiene la Corte
Suprema de Justicia para juzgar a algunos aforados constitucionales como el Presidente o los
congresistas. No obstante, también es posible identificar algunos instrumentos de control de esta
naturaleza en órganos ajenos a la rama jurisdiccional, como ocurre con las facultades que tiene la
Cámara para acusar ante el Senado al presidente y a magistrados de altas cortes, y a su vez, la
potestad que tiene este último para juzgarlos.

4.2.2. Mecanismos de control de carácter político

Estos mecanismos son aquellos que se ejercen principalmente con el propósito de exigir
responsabilidad política, razón por la cual este tipo de control se fundamenta en razones políticas
(Huerta Ochoa, 2001). Al respecto, Aragón (1986) señala que es propio de este tipo de controles
“su carácter subjetivo y su ejercicio, voluntario, por el órgano, autoridad o sujeto de poder que en
cada caso se encuentra en situación de supremacía o jerarquía”. Respecto al carácter subjetivo, el
autor señala que no existe un parámetro de control predeterminado, sino que el control político
queda a la libre valoración del órgano que lo ejerce. Adicionalmente, el carácter voluntario del
control político implica que el órgano controlante es libre para ejercer o no el control y, por tanto,
no necesariamente tendrá que emitir una sanción.

El ejemplo clásico de los mecanismos de control de carácter político es la moción de


censura, “(…) un elemento de control de origen parlamentario, el cual por sus efectos resulta ser
funcional para controlar y responsabilizar al los ministros del gabinete por sus actuaciones y de
alguna manera debilitar el gobierno electo” (Corte Constitucional, Sentencia T-278-10). La
iniciativa de este mecanismo la tiene el legislativo, quien ante situaciones de crisis política o en
virtud de un incumplimiento de las funciones asignadas decide citar al respectivo funcionario para
que rinda cuentas de sus faltas, con la posibilidad de ser destituido de su cargo.

4.3.Instrumentos de frenos y contrapesos entre las ramas del poder público en


nuestro medio

Ahora bien, conviene examinar de una manera concreta el sistema de frenos y contrapesos
establecido en el ordenamiento jurídico colombiano, a saber: de la rama ejecutiva a la legislativa
(4.3.1), de la legislativa a la ejecutiva (4.3.2), de la legislativa a la judicial (4.3.3), de la rama
judicial a la rama legislativa (4.3.4), de la rama judicial a la ejecutiva (4.3.5), de la rama ejecutiva
a la rama judicial (3.4.6) y los mecanismos de contrapeso que se ejercen sobre los organismos
independientes y de control (4.3.7). Luego nos enfocaremos en un acápite posterior en aquellos
instrumentos de control que recaen directamente sobre el Presidente de la República. En virtud de
lo anterior, se podrá determinar qué tan sujetas a control están las actuaciones del Primer
Mandatario y la Rama Ejecutiva.

4.3.1. De la Rama Ejecutiva a la Rama Legislativa: una muestra de la influencia


sobre la actividad legislativa

La rama ejecutiva cuenta con ciertas facultades con las cuales ejerce influencia en
determinadas materias sobre el legislativo. Sin embargo, en cuanto al sistema de control de poderes
la principal figura representativa es la objeción presidencial.
Figura 1. La objeción presidencial como principal mecanismo de contrapeso de la Rama
Ejecutiva a la Rama Legislativa.

a. La objeción presidencial como mecanismo de control administrativo sobre las


decisiones del legislador

El artículo 167 de la Constitución otorga la facultad al Gobierno de poder objetar el


proyecto de ley de manera total o parcial, lo que genera que se deba devolver a la cámara en la que
se tuvo origen, para que se realice un nuevo debate en sesión plenaria. Las objeciones se pueden
dar por inconveniencia o por inconstitucionalidad, en caso de que ambas cámaras parlamentarias
insten con la mayoría absoluta de los votos de sus miembros a favor del proyecto como un control
recíproco, se puede presentar para el primer caso: (i) que se remita nuevamente al Presidente de la
República, para que sancione la disposición sin poder realizar nuevas objeciones. Es importante
resaltar que en aquellos casos que el Presidente no sanciona la ley dentro de los plazos estipulados,
el Presidente del Congreso queda facultado para ejecutarlo.

En consideración a objeción por inconstitucionalidad, (ii) se enviará a la Corte


Constitucional, quien tendrá la facultad de definir la exequibilidad de la norma dentro de los
siguientes seis días (Ley 5, 1992, art. 199). El fallo que dictamine la Corte obliga al Presidente a
sancionar la ley, si es exequible. Por el contrario, se archivará el proyecto. Si la Corte estima que
el proyecto es parcialmente inexequible, la cámara en que tuvo origen escuchara al ministro del
ramo, para que se reestructure e integre las disposiciones afectadas en concordancia con los
términos acordados con el dictamen de la Corte. Una vez que se haya cumplido el trámite, el
proyecto volverá a la Corte para que se genere un fallo definitivo de la alta corporación. Se ejerce
un control interrogativo, participativo, material y formal, que produce el efecto de cosa juzgada
relativa, en este sentido las objeciones presentadas por el presidente se realizan desde el
procedimiento que se les impartió a las mismas hasta el contenido sustancial por lo que fueron
planteadas.

Es importante resaltar que en casos de que una Cámara declare infundada las objeciones
presentadas por el Gobierno a un proyecto de ley, y la otra estipule que, sí están fundadas, se deberá
archivar el proyecto, según el artículo 200 de la Ley 5ª de 1992.

4.3.2. De la Rama Legislativa a la Rama Ejecutiva: la garantía del buen


ejercicio de la actividad administrativa

Una de las principales instituciones jurídicas de los sistemas parlamentaristas es la moción


de censura, la cual también se encuentra presente en nuestro sistema presidencial y se suma a otras
facultades del legislativo como el control judicial que ejerce por medio de la comisión de
acusaciones.

Figura 2. Mecanismos de frenos y contrapesos de la Rama Ejecutiva sobre la Rama Ejecutiva.

a. La moción de censura y su papel preponderante en la responsabilidad política de


los agentes del ejecutivo

Es un recurso constitucional sobre un ministro, superintendentes (de aquellas


superintendencias del sector central) y directores de departamentos administrativos, para separarlos
de su cargo. De dicho recurso se puede disponer por dos razones: la primera, por el incumplimiento
de sus deberes propios del cargo; y la segunda, es por la desatención a los requerimiento y
citaciones presentadas por el Congreso. La solicitud debe ser presentada por al menos una décima
parte de los miembros que componen la respectiva cámara.

Para darle continuación al debido proceso, se realizará la votación entre el tercer y décimo
día siguientes a la finalización del debate, en audiencia pública donde el funcionario tendrá la
oportunidad de ejercer su derecho de defensa. Para su aprobación se requiere el voto afirmativo de
la mitad más uno de los integrantes de la Cámara en la que fue propuesto el recurso. Una vez se
aprueba el requerimiento, el funcionario quedará retirado de su cargo. Si el recurso se rechaza, no
se podrá presentar otro sobre la misma materia a menos de que sean nuevos hechos los que la
motiven. En los casos donde el funcionario renuncie, se podrá proseguir con el requerimiento.

Finalmente, en caso de que una de las Cámaras se pronuncia sobre la moción de censura,
se produce como efecto la inhibición de la otra para que se pueda pronunciar sobre el mismo asunto.
(Constitución Política de Colombia, 1991, art. 135)

b. Control judicial por medio de la Comisión de Acusaciones: ante un trámite especial


para juzgar al Presidente

La Cámara de Representantes tiene la atribución especial para acusar ante el Senado, al


Presidente de la República o quien haga de sus veces, cuando hubiere causas constitucionales. El
Senado conocerá sobre hechos u omisiones ocurridos en el desempeño de sus funciones, si la
acusación es sobre delitos cometidos en ejercicio de sus deberes, o a indignidad por mala conducta,
el Senado podrá imponer la destitución de su cargo, o la privación temporal o pérdida absoluta de
derechos políticos. Por otro lado, si se dictamina un juicio criminal en donde se constituya otro tipo
de pena por su infracción, el proceso se seguirá ante la Corte Suprema de Justicia (Constitución
Política de Colombia, 1991, art. 174, 175 y 178).

4.3.3. De la Rama Legislativa a la Rama Judicial: una exigencia para una mejor
administración de justicia

Si bien existen facultades del Congreso en relación con la elección de los Magistrados de
la Corte Constitucional, el principal instrumento de contrapeso que detenta el Congreso en relación
con la Rama Judicial es el de ejercer la función de juez de los magistrados de Altas Cortes.
Figura 3. Frenos y contrapesos de la Rama Legislativa sobre Rama Judicial.

a. Funcion judicial sobre magistrados de las altas cortes: el legislador como juez de
los jueces

Como función judicial la Ley 5ª de 1992 en el artículo 6 inciso 4 ordena al Congreso de la


República para juzgar excepcionalmente a los altos funcionarios del Estado por responsabilidad
política. El Senado debe conocer sobre las acusaciones que establezca la Cámara de Representantes
contra los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, la Corte
Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura sala administrativa y la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial por las temáticas de hechos u omisiones que hayan llevado a la práctica en el
desempeño de sus funciones.

El Senado deberá regirse según el artículo 176 de la Constitución por las reglas siguientes:
(i) el acusado debe quedar suspendido del cargo, mientras la acusación se haya realizado de manera
pública; (ii) las penas que está facultado a disponer el Senado son referidas a la destitución del
empleo, o la privación temporal o perdida absoluta de los derechos políticos del acusado, para los
temas restantes el juez natural será la Corte Suprema de Justicia, es importante destacar que deben
ser delitos cometidos en ejercicio de sus labores o la indignidad de su mala conducta; (iii) cuando
se acuse por delitos comunes, el Senado solo podrá declarar si hay o no lugar para seguir con el
procedimiento, en estos casos se remitirá la disposición a la Corte Suprema; (iv) el juicio y la
sentencia definitiva, se deberá realizar en una sesión pública en donde se cuente con al menos dos
tercios de los votos de los Senadores presentes.

En cuanto a la Cámara de Representantes, el artículo 178 de la Carta les faculta para acusar
ante el Senado, los delitos cometidos por los magistrados de las altas cortes, además de conocer las
denuncias y quejas que se les formulen por parte del Fiscal General de la Nación o particulares
contra los expresados funcionarios. Los miembros del órgano cuentan con la posibilidad de requerir
auxilio de otras autoridades para cumplir con las investigaciones, además de poder comisionar las
pruebas convenientes para dirimir la realidad de los procesos.

4.3.4. De la Rama Judicial a la Rama Legislativa: ante la necesidad de


salvaguardar la integridad de la Constitución y la legalidad de las
actuaciones de los legislador

En la relación Rama Judicial-Legislativo se destaca la figura del control de


constitucionalidad, el cual aunado al control penal que ejerce la Corte Suprema sobre los
congresistas, se convierten en fuertes instrumentos de control de poder.

Figura 4. Mecanismos de control de poderes de la Rama Judicial sobre la Rama Legislativa.

a. El control de constitucionalidad de las leyes como garantía de la supremacía de la


Constitución

El control de las normas colombianas tiene por finalidad salvaguardar que no existan leyes
que vayan en contra del texto fundamental, esta facultad se puede ejercer por medio de un control
en una etapa previa a la entrada en vigor de la normativa (control a priori), o bien, cuando una
norma que ya es aplicada provoca una vulneración a la Constitución (control a posteriori).

En este sentido, hay normativa jurídica que se revisa antes de que entre a cumplirse por
parte de la comunidad, como lo son las leyes estatutarias y otras que tienen revisión automática,
aunque posterior, como es el caso de las leyes aprobatorias de tratados internacionales
(Constitución Política de Colombia, 1991, art. 241 inciso 8 y 10). La Corte Constitucional tiene la
responsabilidad de estudiar la conveniencia y oportunidad de la disposición, el procedimiento se
basa en derecho a partir de la confrontación del proyecto de ley con la totalidad de la Carta Política,
el cual se conoce como un control automático (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-
523 de 2005), por cuanto no se necesitan para su iniciación la presentación de una demanda de
inconstitucionalidad. Su finalidad es poder revisar los vicios de procedimiento o de formación, de
materias que son fundamentales y que tienen una relevancia importante en cuanto a que su temática
va directamente relacionada con derechos fundamentales.

Por otra parte, para el control posterior se debe tener en cuenta que se tiene un sistema
mixto, debido a que integra un control concentrado cuyo titular es la Corte Constitucional y un
control difuso de la Constitución por el cual cualquier autoridad puede dejar de aplicar una norma
jurídica que contraríe la Constitución, en el caso en concreto.

En cuanto al primer supuesto, es la Corte Constitucional la única facultada para decidir de


forma abstracta y general sobre demandas de inconstitucionalidad ejercida por particulares o
cualquier autoridad a una ley vigente. Los efectos son erga omnes si la norma exceptuada es
constitucional o no, donde se hace una revisión tanto al contenido material como a el procedimiento
llevado a cabo, según lo dispuesto en artículo 241 inciso 4 de la Carta Política.

En el segundo supuesto, el control se realiza a solicitud de la parte en el proceso judicial o


por oficio, en este caso se pide que la norma no sea aplicada para la situación porque es contraria
a la Constitución y genera la vulneración de derechos fundamentales, se debe subrayar que la norma
que haya sido exceptuada por inconstitucional no desaparece del ordenamiento jurídico, y continúa
siendo válida debido a que los efectos son inter partes, y no anulan de forma definitiva la norma
contraria a la Carta.

b. Control de constitucionalidad de los Actos legislativos como mecanismo para


preservar la identidad de la Carta Política

Con el objetivo de velar por el cumplimiento de la Carta Política, la Corte Constitucional


tiene la función de decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que los ciudadanos
promuevan contra con los actos reformatorios de la Carta. En este caso queremos destacar el acto
legislativo. La acción pública tendrá una vigencia de un año siguiente a la promulgación, donde el
órgano puede revisar solo los vicios en el procedimiento de su formación.
Para el desarrollo de este control, la Corte ha implementado un método para analizar los
casos especiales donde los cargos se dirigen a revisar que no se esté generando una reforma
constitucional, sino que se esté sustituyendo, debido a que es un problema en donde en Congreso
extralimita sus funciones y genera un vicio en su formación. En este sentido se utiliza, un juicio
rígido en donde se deben cumplir los siguientes requisitos: (i) mostrar el eje definitorio de la
Constitución que se presume reemplazado, por parte del Congreso; (ii) exponer de manera clara y
precisa de qué manera el acto legislativo está impactando un eje definitorio, mostrando las
diferencias entre el régimen anterior y el nuevo. Finalmente, (iii) exponer porque las
modificaciones introducidas por la reforma se pueden considerar que transforman la identidad de
la Carta, lo que generaría una completamente distinta. (Corte Constitucional de Colombia,
Sentencia C-053 de 2016).

c. La Corte Suprema de Justicia como juez penal de los congresistas

Ante los delitos que cometan los Congresistas el juez natural es la Corte Suprema de Justicia
en especial de la Sala Penal, la cual es la única autoridad que tiene la facultad para poder ordenar
su detención. En aquellos casos donde se presente la flagrancia del delito deben ser aprehendidos
y puestos de manera inmediata a disposición de la presente corporación. Mediante el Acto
Legislativo 01 de 2018, se implementó el derecho a la doble instancia de los funcionarios y a
impugnar la primera sentencia condenatoria, es decir que se pueda apelar la sentencia inicial, por
cualquiera de las partes ante un superior jerárquico, quien puede revisarla para ampliar la
deliberación del tema. De esta forma se evitan errores judiciales y se hace efectivo el contenido
esencial del debido proceso.

El proceso le corresponde iniciar por la Sala Especial de Instrucción de la Sala Penal de la


Corte Suprema de Justicia como lo estipula la Ley 600 de 2000 y el artículo 1 del Acto Legislativo
1 de 2018 Esta sala está integrada por seis magistrados encargados de investigar y acusar ante la
Sala Especial de Primera Instancia de la misma Sala Penal, conformada por tres magistrados.
Contra la primera condena procederá el recurso de apelación, el cual es un medio de impugnación
que busca la resolución judicial del conflicto que se genera, ya que las partes implicadas no están
de acuerdo con la decisión. Su conocimiento le concierne a la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia, compuesta por nueve magistrados (Constitución Política de Colombia, 1991,
art. 235 inciso 6).

4.3.5. De la Rama Judicial a la Rama Ejecutiva: entre funciones de revisión y


sancionatorias

En las facultades que tiene la rama judicial en relación con el ejecutivo se expresan los
principales instrumentos de control de nuestro sistema de pesos y contrapesos. Tales medios de
control se relacionan a continuación.

Figura 5. Mecanismos de frenos y contrapesos de la Rama Judicial sobre la Rama


Ejecutiva.

a. Control constitucional sobre los decretos del presidente como garantía de respeto a
la Carta Política

Se ejerce control de constitucionalidad a priori de los decretos leyes expedidos con


fundamento en una ley de facultades extraordinarias de acuerdo con el inciso 10 del artículo 150
de la Carta Política, igualmente, uno posterior por vía de acción de inconstitucionalidad. Asimismo,
los decretos legislativos, los cuales son dictados con ocasión de los estados de excepción, tienen
un control de constitucionalidad automático y excepcionalmente oficioso.

b. El control penal ejercido por parte de la Corte Suprema de Justicia al Presidente de


la República con posterioridad al juicio realizado por el legislativo

La Corte Suprema de Justicia es el ente encargado de las acusaciones que se realicen al


Presidente de la República. La Sala de Casación Penal y las Salas Especiales garantizarán la
separación de la instrucción y el juzgamiento para salvaguardar la doble instancia y el derecho a la
impugnación que se dictaminen en la primera condena según dispone el artículo 234 de la
Constitución Política.

4.3.6. De la Rama Ejecutiva a la Rama Judicial: ante la necesidad de ejercer


control sobre los que ejercen control

Por parte del ejecutivo, no se encuentran muchos instrumentos de contrapeso en relación


con la rama judicial, siendo el control presupuestal el principal mecanismo que se destaca en este
ámbito.

Figura 6. El control presupuestal a cargo del Ejecutivo como principal mecanismo de


contrapeso sobre la Rama Judicial.

a. Control presupuestal por parte del gobierno: un mecanismo que impide la total
independencia de la rama judicial

Si bien la Rama Judicial tiene la facultad de elaborar su propio proyecto de presupuesto (Ley 270
de 1996, art. 85.1), este debe ser enviado al Gobierno Nacional para la elaboración del Presupuesto
General de la Nación. Por esta razón, en últimas es el ejecutivo quien por medio de sus decisiones
presupuestales define los recursos con los cuales opera la Rama Judicial.
Figura 7. Esquema completo de los mecanismos de frenos y contrapesos entre las ramas
del poder público

4.3.7. Órganos de Administración Independientes y Órganos de Control: una


muestra de la participación de las ramas del poder en su conformación

En la siguiente tabla se enunciarán los mecanismos utilizados por las ramas del poder
público para ejercer los frenos y contra pesos contra los diferentes órganos de administración
independientes y los órganos de control.

Tabla 3. Mecanismos de frenos y contrapesos ejercidos en relación con los Órganos de


Administración Independientes y Órganos de Control
Rama del
Disposición
Poder Control
Normativa
Público
Ejecutiva El Presidente de la República postula un integrante de la Artículo 276 de la
terna del Procurador General de la Nación, quien es el Constitución Política
supremo director del Ministerio Público.
Legislativa El Congreso en Pleno elige al Contralor General de la Artículo 267 de la
República, por mayoría absoluta Se realiza en el primer Constitución Política
mes de sus sesiones para un periodo que concuerde con el
del Presidente de la República de listas elegibles
conformadas por convocatoria pública.
El Senado selecciona al Procurado General de la Nación, Artículo 276 de la
de terna enviada por el Presidente de la República, la Corte Constitución Política
Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.
Judicial Elección del Registrador Nacional del Estado Civil por los Artículo 266 de la
Presidentes de la Corte Constitucional, Corte Suprema de Constitución Política
Justica y el Consejo de Estado, para un período de cuatro
años.
Fuente: Autoría propia.

4.4.Instrumentos específicos de control sobre el Presidente de la República y la


Rama ejecutiva

Con el objetivo de analizar a fondo los contrapesos que recaen sobre el Presidente y la rama
ejecutiva en Colombia, traeremos a mención los principales instrumentos de control que las demás
ramas y los órganos de control ejercen sobre éste con miras a conservar el equilibrio de poderes.
De acuerdo con el ordenamiento jurídico colombiano, los principales instrumentos de contrapeso
sobre el Presidente y la administración son:

4.4.1. La Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo: ante la necesidad de


contar con un juez especial para la Administración que revise la legalidad
de sus actuaciones

De conformidad con el artículo 104 del Código de Procedimiento Administrativo, la


Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo está instituida para conocer de “las controversias y
litigios originados en actos, contratos, hechos, omisiones y operaciones, sujetos al derecho
administrativo, en los que estén involucradas las entidades públicas o los particulares cuando
ejerzan función administrativa” (Congreso de la República de Colombia, 2011). De acuerdo con la
Constitución Política, el Consejo de Estado es el órgano de cierre de la jurisdicción y entre sus
principales atribuciones relacionadas con la rama ejecutiva se encuentran:

• Actuar como tribunal supremo de la jurisdicción de lo contencioso administrativo.


• Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el
Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional.
• Actuar como cuerpo supremo consultivo del Gobierno en asuntos de administración,
debiendo ser necesariamente oído en todos aquellos casos que la Constitución y las leyes
determinen.
• Conocer de la acción de nulidad electoral con sujeción a las reglas de competencia
establecidas en la ley. (Constitución Política de Colombia, 1991, art. 237).

Según Santofimio Gamboa (2017), nuestro sistema de control contencioso administrativo


surge de la especial evolución de la institución, con una fuerte influencia de los postulados
doctrinales de origen francés y los conceptos de la supremacía de la Constitución y del valor
jurídico de la misma que han sido la base para consolidar un verdadero Estado de derecho. Así las
cosas, estos postulados de estirpe francesa se transforman en Colombia frente a las nuevas
necesidades del Estado Constitucional buscando garantizar el control judicial de la administración
con el propósito de evitar la arbitrariedad y el autoritarismo. En concreto, el control de la carta
fundamental es permanente por parte de los organismos de esta Jurisdicción, no solo por vía general
a través del claro contencioso objetivo de algunas de sus acciones, sino también, en todos los
conflictos de carácter particular o propios del Contencioso Subjetivo, o incluso en el contencioso
mixto.

Así entonces, la jurisdicción de lo contencioso-administrativo constituye una de las piezas


claves en el Estado de Derecho y consecuentemente en el sistema de equilibrio de poderes. Lo
anterior se desprende principalmente de aspectos como el control de constitucionalidad y legalidad
que realiza de los actos adoptados por el presidente y las demás autoridades administrativas.
Adicionalmente, esta jurisdicción realiza control judicial sobre las actuaciones del ejecutivo,
convirtiéndose en garante de los derechos e intereses de aquellas personas que se ven afectadas por
determinadas decisiones del gobierno y contribuyendo a evitar cualquier extralimitación o
arbitrariedad en el ejercicio del poder político.

4.4.2. Control de constitucionalidad de los decretos: una verificación del deber


de respeto a la Constitución por parte del Presidente

Otro elemento que se suma a los contrapesos ejercidos contra el Presidente de la República
en la dinámica del control de poderes es el control de constitucionalidad. Sobre los decretos del
presidente, el ejercicio de este control está radicado en cabeza de dos altas cortes:
a. La Corte Constitucional: con una competencia delimitada

En virtud del numeral 5 del artículo 241 de la Constitución Política, a la Corte


Constitucional le corresponde decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que se presentan
contra decretos con fuerza de ley dictados por el gobierno con fundamento en los artículos 150
numeral 10 y 341 de la Constitución.

En su jurisprudencia, la Corte Constitucional ha señalado que el principal mecanismo para


el control de constitucionalidad abstracto es la acción de inconstitucionalidad. Este mecanismo le
“otorga a todo ciudadano en ejercicio la facultad de acusar ante el máximo órgano de la jurisdicción
constitucional, normas de inferior jerarquía que se estiman contrarias al ordenamiento superior, a
fin de que sean declarados inexequibles mediante una providencia que hace tránsito a cosa juzgada
constitucional” (Corte Constitucional, Sentencia C-932-04).

De esta manera con este sistema de control judicial se busca que “en la expedición de las
normas que integran el ordenamiento jurídico, se respete la jerarquía de la Carta Fundamental,
como norma de normas, de modo que en todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la
ley u otra norma jurídica, se aplique las disposiciones constitucionales, tal como lo preceptúa el
artículo 4° constitucional” (Corte Constitucional, Sentencia C-415-12).

Aragón Reyes (1999) citado en (Garcés, 2014) determina que:

[…] los controles sobre el poder, en perspectiva constitucional dan cuenta de una sujeción
no solo jurídica, sino a su vez social y política, habida cuenta que los agentes de la
colectividad tienen en los jueces constitucionales unos detentores de la limitación del poder
público y privado, con los cuales los presupuestos dados en esquemas de razón-argumento
ponderan.

b. El Consejo de Estado: un control constitucional residual

Como máximo órgano de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, que en virtud


del artículo 237-1 de la Constitución y el artículo 49 de la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia, le compete decidir sobre las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos
dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte Constitucional
(Ley 270 de 1996, art. 49).
Para promover este control, la ciudadanía cuenta con mecanismos como la acción de
nulidad por inconstitucionalidad. Según Santofimio Gamboa (2017), el objeto de este mecanismo
consiste en el control objetivo que se puede ejercer mediante acción pública y popular ante la
Jurisdicción Contenciosa Administrativa, concretamente ante la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo del Consejo de Estado, impugnando la constitucionalidad de todos aquellos
decretos dictados por el Gobierno nacional, cuya competencia no le corresponda a la Corte
Constitucional.

El control de constitucionalidad por vía administrativa también se puede realizar de manera


subjetiva, con mecanismos como la acción de nulidad y restablecimiento del derecho, mediante la
cual “toda persona que se crea lesionada en un derecho subjetivo amparado en una norma jurídica,
podrá pedir que se declare la nulidad del acto administrativo particular, expreso o presunto, y se le
restablezca el derecho; también podrá solicitar que se le repare el daño” (CPACA, 2011, art. 138).

4.4.3. La moción de censura: un mecanismo que advierte al Presidente sobre el


deber de elegir buenos delegatarios y la necesidad de mantener la
gobernabilidad

De conformidad con el artículo 189 numeral 1° y 13° de la Constitución Política, el


Presidente de la República puede nombrar y separar libremente a los Ministros y Directores de
Departamentos Administrativos. Sin embargo, el Congreso puede ejercer control político sobre
estos funcionarios en virtud de la moción de censura. El numeral 9° del artículo 135 de nuestra
Carta, establece que una de las funciones de cada cámara es proponer moción de censura contra
los Ministros, Superintendentes y Directores de Departamentos Administrativos por asuntos
relacionados con funciones propias del cargo, o por desatención a los requerimientos y citaciones
del mismo Congreso. (Constitución Política de Colombia, 1991, arts. 189, 135).

La Corte Constitucional ha señalado que:

La moción de censura es una figura atípica dentro de los sistemas presidenciales y su


incorporación a ellos supone la ponderación de dos elementos contrapuestos, como son, por
un lado, el propósito de permitir un control político de cierta relevancia y por otro, el riesgo
de que el instrumento previsto acentúe la posibilidad de bloqueo y de desestabilización
implícita en un sistema presidencial de gobierno. […] Por la manera como se desenvuelve
la moción de censura, más que un elemento definitorio de la identidad de la Constitución
es una modalidad de configuración del principio de separación de poderes. (Corte
Constitucional, Sentencia C-757-08)

La ley 5 de 1992 establece en el artículo 30 que la moción de censura tendrá lugar en dos
situaciones:

1. Cuando un Ministro, habiendo sido citado por una de las Cámaras para responder un
cuestionario escrito, no concurriere sin excusa o fuere ella rechazada mayoritariamente por
la Corporación legislativa, y ésta haya aprobado, por mayoría de los votos de los asistentes,
una proposición de moción de censura.
2. Cuando se proponga por lo menos por iniciativa de la décima parte de los integrantes de la
respectiva Cámara, y por asuntos relacionados con las funciones propias del cargo
ministerial. Los proponentes deberán indicar con precisión los asuntos oficiales en que se
fundamenta la iniciativa, lo cual servirá de base para adelantar el debate de moción de
censura. (Ley 5, 1992, art. 30)

El numeral 9 del artículo 135 de la Constitución establece que la votación de la moción de


censura se realizará entre el tercero y el décimo día siguientes a la terminación del debate, con
audiencia pública del funcionario respectivo. Para ser aprobada se requiere el voto afirmativo de la
mitad más uno de los integrantes de la Cámara que la haya propuesto. En caso de llegarse a aprobar
el funcionario quedará separado de su cargo; si la moción se rechaza, no podrá presentarse otra
sobre la misma materia a menos que la motiven hechos nuevos. Asimismo, la norma constitucional
advierte que la renuncia del funcionario respecto del cual se haya promovido moción de censura
no obsta para que la misma sea aprobada. Adicionalmente, es preciso tener en cuenta que una vez
una Cámara se pronuncia sobre la moción de censura, su decisión inhibe a la otra para pronunciarse
sobre la misma.

4.4.4. Control Judicial por medio de la Comisión de Acusaciones: una expresión


de la protección constitucional al Presidente de la República

En virtud del artículo 199 de la Carta Política el Presidente de la República, durante el


período para el que sea elegido, o quien se halle encargado de la Presidencia, no podrá ser
perseguido ni juzgado por delitos. Para esto se requerirá la acusación de la Cámara de
Representantes y que el Senado haya declarado que hay lugar a formación de causa (Constitución
Política de Colombia, 1991, art. 199).

Respecto al fuero constitucional que tiene el Presidente de la República en virtud del


artículo 199, la Corte Constitucional ha señalado:

La razón de ser del fuero especial es la de servir de garantía de la independencia, autonomía


y funcionamiento ordenado de los órganos del Estado a los que sirven los funcionarios
vinculados por el fuero. Ante todo se busca evitar que mediante el abuso del derecho de
acceso a la justicia se pretenda paralizar ilegítimamente el discurrir normal de las funciones
estatales y el ejercicio del poder por parte de quienes han sido elegidos democráticamente
para regir los destinos de la Nación (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-222-
96).

De conformidad con el artículo 178 constitucional, entre las funciones de la Cámara se


encuentra acusar ante el Senado cuando hubiere causas constitucionales, al Presidente de la
República, a los magistrados de las Altas Cortes y al Fiscal General de la Nación (Constitución
Política de Colombia, 1991, art. 178). En virtud de este mandato constitucional la Comisión Legal
de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes, conformada por 16 miembros
elegidos por el sistema de cociente electoral, es la encargada de conocer sobre las denuncias penales
o quejas disciplinarias contra altos dignatarios del Estado (entre ellos el Presidente) con relación a
acciones u omisiones en el ejercicio de sus funciones (Ley 270, 1996, art. 178).

Consecuentemente, como lo expresa el artículo 174 de nuestra Carta, le corresponde al


Senado de la República conocer de las acusaciones que formule la Cámara de Representantes
contra el Presidente de la República o quien haga sus veces; y los demás altos funcionarios
sometidos a fuero especial, aunque hubieren cesado en el ejercicio de sus cargos. El artículo
siguiente señala que el Senado solo puede acusar en tres casos: i) por delitos cometidos en el
ejercicio de las funciones; ii) por indignidad por mala conducta (en estos dos primeros casos el
Senado solo podrá imponer como pena, la destitución del empleo, o la privación temporal o pérdida
absoluta de los derechos político; si la conducta merece otra pena, seguirá el juicio en la Corte
Suprema) y iii) Por delitos comunes (sin embargo, solo se limitará a declarar si hay o no lugar a
seguimiento de causa y, en caso afirmativo, pondrá al acusado a disposición de la Corte Suprema).
Entre quienes pueden hacer este tipo de acusaciones contra el Presidente y los demás altos
funcionarios, se encuentran los particulares y el propio Fiscal General de la Nación. (Constitución
Política de Colombia, 1991, arts. 174, 175, 178-4)

4.4.5. Control penal ejercido por parte de la Corte Suprema de Justicia: una
garantia procesal para el Presidente

Además del juzgamiento en el Senado, el Presidente de la República puede ser juzgado por
la Corte Suprema por cualquier hecho punible, de conformidad con el artículo 235 constitucional.
Para lo anterior, es necesario tener en cuenta los numerales 2 y 3 del artículo 175, según los cuales,
en los casos en los que el alto funcionario cometa delitos en ejercicio de sus funciones, el Senado
solo puede imponer como penas la destitución del empleo, o la privación temporal o pérdida
absoluta de los derechos políticos, sin embargo, al reo le seguirá un juicio criminal ante la Corte
Suprema de Justicia. Lo mismo ocurrirá en los casos de delitos comunes, en los cuales, si el Senado
declara que hay un seguimiento de causa, el acusado se pondrá a disposición de la Alta Corte. Con
el propósito de garantizar el derecho a la doble instancia, la Sala Penal de la Corte Suprema estará
integrada además por Salas Especiales. (Constitución Política de Colombia, 1991, arts. 235, 175)

4.4.6. Controles ejercidos por los Órganos de Control.

Los órganos de control se suman a esta lista de instituciones que hacen parte del esquema
de controles que se ha dispuesto en nuestro ordenamiento para garantizar el respeto a la
Constitución y la ley por parte del Presidente, así como para evitar cualquier extralimitación en el
ejercicio de sus funciones. Así entonces, los órganos de control realizan inspección y vigilancia
sobre las actuaciones del primer mandatario en materias como la protección de derechos humanos,
el control disciplinario y fiscal. Los principales órganos de control que ejercen tales finalidades se
señalan a continuación.

a. El Ministerio Público

Es un organismo autónomo de control, integrado por la Procuraduría General de la Nación,


la Defensoría del Pueblo y las personerías. “El Ministerio Público será ejercido por el Procurador
General de la Nación, por el Defensor del Pueblo, por los procuradores delegados y los agentes del
Ministerio Público, ante las autoridades jurisdiccionales, por los personeros municipales. Al
Ministerio Público corresponde la guarda y promoción de los derechos humanos, la protección del
interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas”.
(Función Pública, s. f.)

Entre sus funciones se encuentra “vigilar el actuar de los servidores públicos y advertir
cualquier hecho que pueda ser violatorio de las normas vigentes”. Además de esta función
preventiva, también tiene algunas atribuciones disciplinarias, en tanto que la Procuraduría General
de la Nación “es la encargada de iniciar, adelantar y fallar las investigaciones que por faltas
disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos y contra los particulares que ejercen
funciones públicas o manejan dineros del Estado” (Procuraduría General de la Nación, s. f.).

b. La Contraloría General de la República

La Carta Constitucional define a la Contraloría como “una entidad de carácter técnico con
autonomía administrativa y presupuestal”. Asimismo, establece que “la vigilancia y el control fiscal
son una función pública que ejercerá la Contraloría General de la República, la cual vigila la gestión
fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes públicos
[…]”. (Constitución Política de Colombia, 1991, art. 267)

Conclusiones

Colombia adoptó un sistema presidencialista que instituye un modelo de democracia en que


la figura principal es el presidente, quien es elegido por sufragio universal y a su misma vez, es
regulado por los otros órganos de los posibles excesos que se pueden presentar. Es así, que, por el
principio de la separación de poderes, se crean mecanismos de control que frenan y vigilan sus
facultades. Dentro de la Carta Política se le reconocen 5 calidades: Jefe de Gobierno, Jefe de
Estado, Suprema Autoridad Administrativa, Jefe de la Fuerza Pública y Representante de la Unidad
Nacional, lo que le otorga la potestad de distintas responsabilidades y poderes que deben ser
balanceados por la rama ejecutiva, judicial y los órganos del control, con la finalidad de evitar
posibles arbitrariedades de poder.
Los instrumentos de control utilizados en Colombia que recaen sobre el Presidente son: (i)
regulación por parte de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, (ii) control de
constitucionalidad y legalidad de los decretos, (ii) control político por medio de la moción de
censura para sus auxiliares en el Gobierno, (iv) control judicial por medio de la Comisión de
Acusaciones (v) control penal ejercido por la Corte Suprema de Justicia y (vi) vigilancia constante
por parte del Ministerio Público y la Contraloría. Estos mecanismos son la evidencia del peso que
contrarresta muchas de las decisiones que el ejecutivo debe tomar en cabeza del Presidente y que
repercuten en la sociedad.

De lo anterior, es posible observar el variado y amplio número de controles que ejercen las
instituciones de las demás ramas del poder público y los órganos de control sobre el Presidente de
la República. Es así como en virtud del sistema de frenos y contrapesos, el poder del Ejecutivo es
limitado mediante control político, judicial, fiscal y demás mecanismos de vigilancia, con la
finalidad de evitar la concentración de poder y la arbitrariedad por parte del gobernante.

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