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Negocio Jurídico

Operación celebrada con el propósito de crear, transmitir o


extinguir efectos legales. El documento o medio probatorio
del negocio jurídico se llama instrumento. Todo negocio jurídico
requiere la existencia de tres elementos: Consentimiento, Objeto
y Solemnidad.
El negocio jurídico tiene doble valor: a) es título y fundamento de
relaciones jurídicas, y b) establece reglas de conducta. Por ello
cabe distinguirlo de aquellas declaraciones de voluntad que
afectan la relación negocial, pero que carecen de independencia
y de fundamento de dicha relación negocial, como son los actos
de cumplimiento o actos debidos (pago de la obligación, entrega
de legados) y los actos autorizados por la ley o el contrato
modificativos de la relación negocial.
Clases
1. Según que sea necesaria la declaración de voluntad de una
parte o de dos o más, los negocios pueden ser unilaterales
(testamento) y bilaterales o plurilaterales (contrato).
2. Causales o abstractos, según que la causa forme parte
integrante del negocio o que no esté incorporada al mismo; esto
es, según que la eficacia del negocio quede o no subordinada a
la existencia y licitud de la causa.
3. Según que la manifestación de voluntad deba o no reunir
ciertas formalidades, solemnes o no solemnes.
4. Por su fin, familiares (matrimonio, adopción, emancipación,
etc.) y patrimoniales (que pueden ser obligatorios, reales y
sucesores).
Entre los patrimoniales cabe distinguir:
A. De disposición, caracterizados por:
a) Originar una pérdida o modificación gravosa de un derecho
(enajenación, gravamen o renuncia), donación, a diferencia de los
obligatorios que sólo la preparan o son una forma de cooperación
entre miembros sociales (precontrato, arrendamiento de
servicios).
b) Variar la estructura del patrimonio, a diferencia de los negocios
de administración, que se dirigen únicamente a su conservación,
mejora y disfrute.
B. De atribución patrimonial, por los que se procura a otra
persona un beneficio patrimonial. Pueden coincidir con los de
disposición (negocios de enajenación), pero es posible también la
atribución sin disposición (asunción de deuda) y disposición sin
atribución (renuncia abdicativa).
También cabe distinguir dentro de los negocios jurídicos
patrimoniales los conmutativos (en que la relación de
equivalencia entre las prestaciones de ambas partes se
encuentra de antemano fijada por ellos de manera inmodificable)
y aleatorios (en que la efectividad o cuantía de la prestación de
una de las partes queda pendiente de un acontecimiento incierto
que depende de la suerte o del azar).

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