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Null 47
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Tiempos atrás, Jesús habló de una profecía que tenía que suceder,
entonces no se entendió, para hasta el día de hoy, vamos a estar
entendiendo.
Juan 18:21. ¿Qué me preguntas á mí? Pregunta á los que han
oído, qué les haya yo hablado: he aquí, ésos saben lo que yo he
dicho.
Llegada la hora, los hombres seguidores del Señor, tenían que
preguntar a uno que tenía que recibir la palabra del Señor, y
entonces él nos tenía que enseñar.
¿A quién teníamos que preguntar?
Deuteronomio 17: 9. Y vendrás á los sacerdotes Levitas, y al juez
que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la
sentencia del juicio. 10. Y harás según la sentencia que te
indicaren los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer
según todo lo que te manifestaren. 11. Según la ley que ellos te
enseñaren, y según el juicio que te dijeren, harás: no te apartarás
ni á diestra ni á siniestra de la sentencia que te mostraren. 12. Y el
hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote
que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, ó al juez, el
tal varón morirá: y quitarás el mal de Israel. 13. Y todo el pueblo
oirá, y temerá, y no se ensoberbecerán más.
Las gentes tenían que venir al sacerdote.
El sacerdote es el mismo juez, para este tiempo, sobre el juicio de
Dios. A él debemos preguntar sobre la sentencia del juicio, según
las indicaciones, todo conforme él habló, nosotros hablamos;
cuando él indica, tenemos que hablar o hacer. Queda poner por
obra lo que nos intimaren los del lugar que Jehová escogiere.
Verso 10: Tienen que preguntar al lugar que Jehová escogiere.
¿Cuál es ese lugar?
El sacerdote, el levita o el juez, una sola persona es.
Quiere decir: que el hombre tiene que cuidar de hacer conforme a
todo lo que él manifieste, sin omitir ni una palabra. Sin hablar lo
que no conviene, según lo que indicare, conforme a la ley y según el
juicio; como le dijere, como debe hablar, de la misma manera hay
que enseñar, ya no debemos apartarnos ni a diestra ni a siniestra, o
sea, al pie de la letra. Conforme lo que hablare, debemos enseñar;
toda persona que no obedeciere a lo que el juez mande, morirá.
Ya no debemos ser soberbios, por el contrario, debemos ser
humildes y obedientes.
Josué 1:18. Cualquiera que fuere rebelde á tu mandamiento, y no
obedeciere á tus palabras en todas las cosas que le mandares, que
muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.
¿Quién está hablando? Dios
¿A quién habla?
“al juez”, y le dice “que te esfuerces, y seas valiente”, pero la
valentía está en Él.
Cuando se declare el juicio, allí se cumplirá esto; cualquier
ordenanza que recibiere en aquellos días hay que cumplirla, o sino
moriremos.
Vamos a hablar un poco del juez:
Todo este estudio se basa en el primer texto
Hechos 10: 40. A éste levantó Dios al tercer día, é hizo que
apareciese manifiesto, 41. No á todo el pueblo, sino á los testigos
que Dios antes había ordenado, es á saber, á nosotros que comimos
y bebimos con él, después que resucitó de los muertos. 42. Y nos
mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que
Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
A Éste, sabemos a quién levantó Dios.
Testifican los antiguos que resucitó al tercer día. ¿Quién es testigo?
Josué 24:27. Y dijo Josué á todo el pueblo: He aquí esta piedra será
entre nosotros por testigo, la cual ha oído todas las palabras de
Jehová que él ha hablado con nosotros: será, pues, testigo contra
vosotros, porque no mintáis contra vuestro Dios.
Apocalipsis 1:5. Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos
ha lavado de nuestros pecados con su sangre,
¿A quién levantó Dios al tercer día?