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Ponga es un concejo o municipio español de la comunidad autónoma del Principado de

Asturias localizado en el sureste de la región, en el límite con la provincia de


León. Limita al norte con el concejo de Parres; al noroeste, con el de Piloña; al
este, con el Amieva; y al oeste, con el de Caso; y, al sur, con los municipios
leoneses de Burón y Maraña y al sureste con el de Oseja de Sajambre.

Tiene una extensión de 205,98 km² y está muy poco poblado —628 habitantes en 2020—,
siendo sus principales núcleos de población su capital, San Juan de Beleño, y
Sobrefoz. La carretera nacional N-625 y las regionales AS-261 y AS-339, son los
principales accesos rodados al concejo.

Mediante ley 4/2003 del Principado de Asturias, se estableció el parque natural de


Ponga, el cuarto de la región, que comprende casi la totalidad del concejo (205,33
km²).

Historia
Gracias a varios restos arqueológicos se sabe que la zona estuvo habitada en la
edad de Bronce.3 Además, se han encontrado huellas primitivas en el castro de El
Castiello, entre Taranes y Abiegos. Hechos que lo demuestran son las latinizaciones
de términos tales como «Belennus» o el sol, en Beleño, y «Tarannus» o trueno en
Taranes.

Durante la ocupación romana, Ponga pertenecía al territorio de los cántabros (tribu


vadiniense), encontrándose útiles de trabajos para minas en Miesca, interpretándose
que hubo avanzadillas militares para proteger los pasos por Ventaniella y Arcenorio
y explotar esas riquezas naturales. De esa época son famosas dos lápidas funerarias
encontradas en Sellano y en la iglesia primitiva de San Juan de Beleño, que tenían
también representaciones artísticas de caballos.

La primera referencia documental que se tiene de Ponga es de 1188, la donación del


coto de Cazo hecha por el rey Alfonso IX a Pedro García de Caso. Los primeros datos
que hablan de la vida administrativa de la zona datan del siglo xiv, en el que
existían jueces nobles y plebeyos, alcaldes de hermandad y cinco regidores
perpetuos. Durante las luchas entre Pedro I y Enrique de Trastámara, el municipio
siempre fue leal a Pedro. Enrique III otorgó al concejo dos favores reales, la
libertad de pastos y de tránsito por todo el reino, así como la exención del pago
de portazgos por sus ganados y mercancías.

Durante la edad moderna queda definida la integración religiosa y civil de Ponga en


Asturias, perteneciendo al arcedianato de Villaviciosa, e integrándose en el
partido de Llanes en relación con su vida política. El primer diputado registrado
que representaba a Ponga data de 1594 y recayó sobre Juan Alonso del Río.

Durante el siglo xix dos fueron las circunstancias que marcaron la vida de Ponga y
que modificaron la actividad de los lugareños. Primero, la importante emigración
que partió rumbo a América y que repercutió en el concejo en el retorno y uso de
capitales. Y segundo, la inauguración de nuevas y mejores comunicaciones
terrestres, siendo de gran importancia dado su difícil trayecto, la que discurría
por el desfiladero de Beyos, y que proporcionó a sus habitantes una salida por el
Sella hacia Cangas de Onís.

Geografía física

Vista desde el picu Pierzu


El concejo de Ponga se caracteriza por un relieve muy abrupto, en pleno macizo
cantábrico, en el que se combina la alta y media montaña, de grandes pendientes, y
los valles fluviales. El terreno pertenece casi en su totalidad al primario,
predominando en la parte suroriental la caliza carbonífera y en el resto del
concejo la alternancia de pizarrilla con fajas de cuarcita dura y áspera además de
la caliza. La gran variedad estratigráfica muestra una superficie primitiva que ha
sido fracturada por las fuerzas plutónicas originando altas montañas y cordales
mostrando unos espectaculares paisajes naturales.

Desde el punto de vista fisiográfico, se pueden considerar tres unidades:

La cordillera Cantábrica, en la zona meridional y límite con la comunidad de


Castilla y León, que discurre en dirección general este-oeste. Es un tramo de poco
más de 24 km en el que se encuentra el punto más alto entre los picos de Europa y
el macizo de las Ubiñas, la Peña Ten (2142 m). La secuencia de picos, de oeste a
este es: Felispardi (1819 m), Cotalbo (1768 m), Llobil Bajo (1702 m), Llobil Cimero
(1675 m), puerto Ventaniella (1420 m), La Colladina (1884 m, Pileñes (2012 m, única
enteramente en Asturias), peña Ten (2142 m), puerto de la Fonfria (1637 m), peña
Mora (1854 m), porru Purcia o La Collada (1719 m) y peña Farres (1637 m).
En ese límite meridional no hay ahora ningún paso rodado con la meseta castellana,
solo las trazas de los antiguos pasos carreteros, históricas vías probablemente
medievales (pese a la frecuente atribución romana, sin pruebas arqueológicas
concluyentes), conocidas como la senda de la Sal ya que unían el puerto de
Ribadesella —salazones— a cambio de cereales castellanos. Son la vía del puerto de
Ventaniella (1420 m)Nota 1 y la de la vega de Arcenorio.Nota 2
Los cordales transversales, orientados en dirección sur-norte, que marcan las
divisorias entre los distintos valles. Son dos los vertebradores:
el cordal de Ponga (y Valloseru), de naturaleza caliza, que separa los valles del
Nalón (concejo de Caso, al oeste) y el de Ponga, con una línea de cumbres que pasa
por los picos El Abedular (1817 m), Alto El Pasu (1562 m), Maciéndome (1903 m),
Tiatordos (el Sobanciu para los vecinos de Beleño) (1950 m), Campigüeños (1838 m),
peña Taranes (1682 m), La Llambría o Alto los Foyos (1752 m) y Los Tornos (1558 m).
Este cordal no tiene ningún paso más que senderiles, los collados de Alto Paso
(1518 m), Valloseru (1414 m), Pandellanza (1471 m), Los Fitos (1565 m) y Pandemules
(1216 m). Los puntos más bajos, apenas transitables, son las hoces de Saolla (río
Semeldón) y Llagu (arroyo Reigán). El cordal casi entero se puede divisar desde el
valle de Beleño, mostrando unas impresionantes vistas con los imponentes paredones
del Maciédome y el Tiatordos, muchos meses nevados.
El cordal del Colláu Zorru, que divide el valle del Ponga del valle del Sella;
empieza en la peña Ten (2142 m), sigue con los picos Pileñes (2019 m), Colláu Zorru
(1944 m) y Lluengo (1783 m), continua por el collado de Les Bedules (1081 m), la
collada Llomena (993 m) —por donde discurre la PO-2, desde San Juan de Beleño a
Puente Vidosa, pasando por Viego—, el pico Pierzu (1552 m) y el Carriá (1432 m).
Entre este cordal y el Sella hay un amplio anfiteatro donde está el bosque de
Peloño, cerrado por una pequeña sierra donde están el Sen de los Mulos (1505 m) y
peña Subes (1480 m), y en la parte más meridional peña Mora (1552 m). peña Salón
(1245 m)
Las depresiones pizarrosas son unidades orográficas de relieve mucho más suave,
cortadas por los ríos y que son el soporte de los asentamientos de población.
Destacan en estas depresiones los fuertes desfiladeros formados por los cortes
verticales y estrechos de las rocas. Entre esos desfiladeros sobresale el
desfiladero de los Beyos, de más de 10 km de longitud y con paredones de hasta 1000
metros de desnivel. En las laderas de este desfiladero se establecieron pequeños
pueblos colgados en lo alto —Víboli, Casielles, San Ignacio, Biamón, Carviella,
Tolivia (abandonado)— y también en el Ponga —Carangues, Ambingue— en los que sus
habitantes han vivido en condiciones muy difíciles. Otros desfiladeros importantes
son los del río Ponga en Sobrefoz y el de los Corredores en Sellaño, el del río
Santagustia hacia Viegu y el de la foz de Escalada en el río Taranes.

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