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RCPC
RCPC
Núcleo Bolívar
Departamento de Pediatría
Cátedra: Pediatría II
Reanimación
Cardiopulmonar-
cerebral
Tutor:
1. Muñoz, María
2. Muñoz, Kiussvy
3. Nastasi, María
4. Oliveira, Omar
5. Oronoz, Jessimar
6. Ortiz, María
7. Pacheco, Marievel
8. Palomo, Loriana
9. Paniagua, Laura
10. Parra, Mónica
11. Passarelli, Sharon
12. Pavón, Carlos
13. Pérez, Antonio
14. Pérez, Yoelitza
15. Petit, Luymar
16. Pineda, Andrea
17. Plaza, Margareth
18. Puerta, Diego
19. Quintana, Carlos
20. Ramírez, Jorge
21. Reyes, Jennifer
22. Rivas, Karelys
23. Rivero, Eduardo
24. Rodríguez, Mónica
25. Rodríguez, Luis
26. Rodríguez, Víctor
27. Rodríguez, Crismar
28. Rodríguez, Mariana
29. Rodríguez, Jorge
30. Rodríguez, Tahilymar
31. Rojas, Luis
INTRODUCCIÓN
Uno de los más importantes avances de la medicina contemporánea está relacionado con
el reconocimiento de la muerte súbita. Hace sólo 40 años las técnicas de reanimación
cardiopulmonar cerebral (RCPC) se desarrollaron independientemente. La integración
de los procesos, reanimación básica (ABC) y avanzada (DEF), dio paso al nacimiento
de la reanimatología.
Es difícil identificar cuando se iniciaron las primeras acciones para revertir el paro
cardiorespiratorio en personas sanas o enfermas. Esa historia puede ser tan antigua
como la misma humanidad. Sin embargo, una de las primeras referencias escritas se
encuentra en el Antiguo testamento y posteriormente, en la Edad Media con A. Vesalius
(1514-1564). T. Paracelso (1493-1541), y a partir del año 1700, con las sociedades
humanistas de Amsterdam, Copenhague, Londres y Massachusetts. Alguna de ellas
recomendaron la aplicación de la respiración boca a boca en victimas de ahogamiento.
Desde 1850 hasta los años de la I guerra mundial, la anestesia se aplicaba por inhalación
de éter y cloroformo, sin contar con sistemas de ventilación mecánica y protección de la
vía aérea superior. En esa etapa, los anestesiólogos utilizaban la maniobra de empujar la
mandíbula hacia el plano anterior (maniobra de Esmarch-Heiberg), para liberar la vía
aérea.
Fue en la ciudad de Moscú, durante la década de 1930, cuando Negovsky creo el primer
laboratorio dedicado a la investigación de la reanimación. Negovsky desarrollo modelos
eficientes para estudiar los procesos de exanguinación y paro cardiaco en perros, y los
conocimientos obtenidos los aplico con éxito a algunos soldados nazis clínicamente
muertos durante el sitio de Moscú en los años 1941 y 1942.
Al término de la década de 1940, Negovsky y sus colaboradores aplicaban
compresiones torácicas externas y desfibrilación en perros sometidos a hipotermia,
introduciendo los conceptos y términos de estado agónico, muerte clínica y enfermedad
pos reanimación. En el año 1962 se conceptuó el Sistema de Reanimación
Cardiopulmonar y cerebral, con aplicación y métodos orientados a la protección
cerebral durante el paro respiratorio.
Circulación Feto-Placentaria
El aparato circulatorio durante la etapa prenatal tiene varias diferencias con respecto al
que existe después del nacimiento:
2. La sangre venosa y arterial no están totalmente separadas una de la otra, ya que hay
varios puntos en que se mezclan a través de comunicaciones entre ambos sistemas.
La vena umbilical penetra a la cavidad abdominal fetal y asciende hasta nivel del hígado
donde tiene dos opciones para seguir:
1. Seguir por un vaso que pasa por detrás del hígado: el conducto venoso, para
finalmente desembocar en la vena cava inferior fetal, o
La proporción de sangre que entra por cada una de estas dos vías va a ser controlada
por un esfínter fisiológico que se encuentra a la entrada del conducto venoso y que
protege al corazón fetal de recibir sangre a gran presión cuando hay contracciones
uterinas. De esta forma, por cualquiera de estas dos vías, la sangre llega a la vena cava
inferior, donde se mezcla en cierta medida con la sangre desoxigenada que transporta
este vaso procedente de la mitad inferior del cuerpo fetal. La mezcla que tiene la sangre
a este nivel hace que la saturación de O 2 disminuya un poco con respecto a la vena
umbilical. Toda esta sangre que va por la vena umbilical (oxigenada y desoxigenada)
llega finalmente a la aurícula derecha del corazón, donde la mayor cantidad de ella
cruza a través de la fosa oval hacia la aurícula izquierda, y sólo una pequeña cantidad lo
hace hacia la tricúspide. A la aurícula derecha llega también la sangre desoxigenada de
la vena cava superior (que trae la sangre utilizada por la mitad superior del cuerpo) y del
seno coronario (con la sangre utilizada por el corazón); la sangre que entra por estas dos
vías pasa preferencialmente hacia el ventrículo derecho a través de la tricúspide. La
sangre que llega al ventrículo derecho va a salir a través de la arteria pulmonar, pero
como los pulmones están aún colapsados (en vasoconstricción) sólo una pequeña
proporción de ella va a pasar a los capilares pulmonares (10%) y la mayor parte va a
pasar por el conducto arterioso hacia el cayado de la aorta, donde se mezclará con la
sangre que viene por esta arteria. Esa pequeña cantidad de sangre que pasó hacia los
capilares pulmonares, va a regresar al corazón, a la aurícula izquierda, donde se unirá
con la corriente que está cruzando por la fosa oval procedente del atrio derecho. Toda
esta sangre de la aurícula izquierda va a pasar por la mitral hacia el ventrículo izquierdo,
de donde saldrá por la aorta ascendente.
La concentración de O2 que tiene esa sangre que está circulando por las cavidades
izquierdas, será un poco más baja que a nivel de la vena umbilical, pero más alta que la
que tiene a nivel de la aorta descendente. A su paso por la valva aórtica, una pequeña
cantidad de sangre se irá hacia las arterias coronarias para la irrigación del corazón,
sangre que finalmente retornará a la aurícula derecha por el seno coronario. La sangre
que llega a la aorta ascendente llega al cayado de la aorta, donde parte de ella es enviada
a través del tronco braquicefálico derecho, la carótida primitiva izquierda y la subclavia
izquierda hacia la cabeza y las extremidades superiores, regiones que recibirán sangre
con suficiente concentración de O2.
Finalmente, la sangre que no se va por estas arterias del cayado aórtico, continúa su
camino y se va a mezclar con la sangre que trae el conducto arterioso (procedente de la
pulmonar) y que está muy pobremente oxigenada, por lo que al juntarse, la sangre
mezclada que continuará hacia la aorta descendente mostrará una notoria disminución
en su oxigenación y de esta forma va a ir siendo distribuida a todos los restantes tejidos
fetales (a nivel del tórax, abdomen y extremidades inferiores). Toda esta sangre que va a
ser distribuida por los tejidos fetales, después de pasar por los lechos capilares tisulares,
retornará por sus afluentes respectivas a las venas cavas superior e inferior que la
llevarán hasta la aurícula derecha donde se reiniciará nuevamente su circulación. A
nivel de las arterias iliacas, se originan las arterias umbilicales, las cuales llevarán
nuevamente la sangre a la placenta para su oxigenación.
La parte superior del cuerpo del feto (incluyendo las arterias cerebrales, coronarias y las
de las extremidades superiores) está irrigada de forma exclusiva con sangre desde el
ventrículo izquierdo que tiene una PO2 ligeramente superior que la sangre que perfunde
la parte inferior del cuerpo del feto, que proviene en su mayoría del ventrículo derecho.
Sólo un pequeño volumen de sangre procedente de la aorta ascendente (10% del gasto
cardíaco fetal) pasa a través del istmo aórtico hacia la aorta descendente.
El gasto cardíaco fetal total, el gasto cardíaco combinado de los ventrículos izquierdo y
derecho es ≈450 ml/kg/min. Alrededor del 65% del flujo de la aorta descendente vuelve
a la placenta; el restante 35% irriga los órganos y tejidos fetales. Un mayor porcentaje
de sangre se dirige al cerebro, el gasto cardíaco del ventrículo derecho se acerca con
mayor probabilidad a 1,3 veces el del ventrículo izquierdo. Así, durante la vida fetal, el
ventrículo derecho no sólo bombea contra la presión sanguínea sistémica, sino que
además realiza un mayor volumen de trabajo del que realiza el ventrículo izquierdo.
Asfixia
Esta palabra deriva del griego y literalmente significa "falta de pulso".
La Asfixia es una condición que resulta cuando el intercambio respiratorio entre el aire
de los alvéolos pulmonares y la sangre se interrumpe o se dificulta en grado máximo.
Como consecuencia de la privación parcial o completa, rápida o gradual de oxígeno.
FACTORES DE ASFIXIA
El parto pretérmino
Restricción del crecimiento intrauterino
Postmadurez
Presencia de meconio en el líquido amniótico
Monitorías anormales
Período expulsivo prolongado (primíparas más de dos horas, multíparas más de una
hora)
Sangrado materno fetal
Accidentes de cordón umbilical
Hidrops fetal
Malformaciones mayores
Apgar bajo o requerimiento de maniobra de reanimación como presión positiva o
masaje cardíaco.
La presencia de dichos factores no confirma el diagnóstico, pero sí alerta al equipo
obstétrico-pediátrico a una monitorización estricta y a la toma de gases de cordón o en
su defecto del recién nacido, en la primera media hora de vida para descartar o
confirmar la presencia de acidosis metabólica asociada
Factores de riesgo de mayor incidencia de asfixia perinatal
Ref. Influence of maternal, Obstetric and Fetal Risk Factors on the Prevalence of Birth Asphyxia at Term
in a Swedish Urban Population. Acta Obstet Gynecol Scand. 2002 Oct; 81 (10): 9909-17
Tabla 2: Grupos de riesgo a padecer la asfixia neonatal
Ref. Carbajal – Ugarte Ja, Pastrana-Huaganaco E. Valor Predictivo de Asfixia Perinatal en Niños Nacidos
de Mujeres con Riesgo Obstétrico. Rev Mex Pediatr 2002; 69 (1) American health association –
American Academy of Pediatrics. Texto de reanimación neonatal (versión en español 4°, 2002).
FISIOPATOLOGÍA DE LA ASFIXIA
Se han descrito varios mecanismos a través de los cuales se produce el estado asfíctico:
1) Interrupción de la circulación umbilical como compresión o accidentes del
cordón, prolapso del cordón o circulares irreductibles.
2) Alteraciones del intercambio gaseoso a nivel placentario como un
desprendimiento prematuro de placenta, placenta previa sangrante, insuficiencia
placentaria.
CLÍNICA
Los datos clínicos que sugieren que un recién nacido estuvo a uno o varios eventos de
asfixia son:
- Dificultad para iniciar y mantener la respiración.
- Depresión del tono muscular y/o reflejos
- Alteración del estado de alerta
- Crisis convulsivas
- Intolerancia a la via oral
- Sangrado de tubo digestivo
- Sangrado pulmonar
- Hipotensión
- Alteración del ritmo cardiaco
- Alteraciones de la perfusión
- Retraso de la primera micción
- Oliguria, anuria y/o poliuria.
Todo esto siempre y cuando no exista otra causa justificable evidente.
Las manifestaciones clínicas en el recién nacido pueden presentarse de forma temprana
o tardía, según la gravedad del evento asfíctivo.
Aparición temprana:
- Dificultad para iniciar y mantener la respiración
- Depresión del tono muscular y/o reflejos
- Alteraciones de la perfusión
Aparición temprana o tardía:
- Alteración del estado de alerta
- Crisis convulsivas
- Intolerancia a la vía oral
- Hipotensión, alteraciones del ritmo cardiaco
Aparición tardía:
- Sangrado de tubo digestivo
- Sangrado pulmonar
- Retraso en la primera micción, oliguria, anuria o poliuria.
DIAGNÓSTICO
El diagnostico de asfixia en el recién nacido se establece al tener los siguientes
componentes:
Acidosis metabolica
o pH igual o menor de 7.00
o Exceso de base inferior a -10
Puntaje de Apgar 0-3 después de los 5 minutos
Alteraciones neurológicas y/o falla orgánica multisistémica (sistema
nervioso central, renal, pulmonar, cardiovascular, gastrointestinal, hepático y
hematológico)
Para documentar el diagnostico de asfixia se requiere:
- Medir niveles de pH al nacimiento, preferentemente de sangre del cordón
umbilical, por medio de gasometría.
- Realizar evaluación del apgar en forma correcta
- Identificar los signos de daño neurológico en forma temprana
- Identificar la presencia de falla orgánica múltiple.
APGAR
El apgar mide cinco variables:
1. Frecuencia cardiaca
2. Esfuerzo respiratorio
3. Tono muscular
4. Irritabilidad refleja
5. Coloración de la piel
La Academia Americana de Pediatría refieren que:
Marcadores bioquímicos
Los más estudiados corresponden a proteínas específicas liberadas por lesión de la
membrana o desde el citosol de diversas células del SNC. La determinación en LCR es
preferible y la presencia de altas concentraciones señala la existencia de daño estructural
de las células neurales en las que se ubica la proteína medida. Las proteínas que han
mostrado mayor utilidad diagnóstica y pronóstica son la EEN y la CK-BB.
Estudios neurofisiológicos
El grado de anormalidad del EEG y su velocidad de recuperación son indicadores de la
gravedad de la agresión y del pronóstico neurológico ulterior. La presencia de un EEG
normal en los primeros días de vida se asocia a un buen pronóstico. Por el contrario,
alteraciones importantes del trazado de fondo, como son: bajo voltaje mantenido,
trazado brote-supresión o trazado isoeléctrico, representan mal pronóstico.
Estudios de neuroimagen
1. Ultrasonografía craneal Los neonatos con asfixia perinatal grave muestran
durante los primeros días después de la agresión un incremento difuso, y
generalmente homogéneo, de la ecogenicidad del parénquima cerebral y la
presencia de unos ventrículos colapsados, hallazgos que probablemente
representan edema cerebral.
2. Tomografía computarizada En la etapa aguda de la asfixia grave, se observa
una hipodensidad córtico-subcortical bilateral difusa con pérdida de
diferenciación entre la corteza y la sustancia blanca. Estos pacientes
desarrollarán habitualmente encefalomalacia multiquística con
ventriculomegalia secundaria.
3. Resonancia magnética (RM) Su valor diagnóstico es superior al de la USC y la
TC en la delimitación precisa de las diferentes lesiones durante el período
neonatal. Los hallazgos que se pueden encontrar aislados o en diferentes
combinaciones en los primeros días de vida son: pérdida de la diferenciación
corteza-sustancia blanca (T1, T2), aumento de la intensidad de señal (T1) en el
área cortical perirrolándica, incremento de la intensidad de señal (T1) en el área
gangliotalámica y disminución de la intensidad de señal (T1) en el brazo
posterior de la cápsula interna y también en la sustancia blanca
El objetivo de la reanimación neonatal no solo es evitar la muerte del recién nacido, sino
también evitar las secuelas neurológicas secundarias a la asfixia al momento del
nacimiento. La reanimación neonatal básica evita hasta el 30% de las muertes de recién
nacidos.
Se debe utilizar oximetría de pulso en los recién nacidos que requieren reanimación
continua y/o ventilación asistida. El oxímetro debe ser colocado en la muñeca o mano
derecha antes de ser conectado al monitor. La oximetría de pulso no debe sustituir a la
evaluación clínica de la frecuencia cardíaca durante la reanimación del recién nacido
En los recién nacidos de término, lo mejor es iniciar la reanimación con aire ambiente
(O2 21%), en lugar de oxígeno al 100%.
En los recién nacidos de término que requieran asistencia mecánica a la ventilación con
presión positiva, se recomienda iniciar con oxígeno a concentración ambiente (21%).
Sólo en caso de no existir mejoría de la frecuencia cardiaca y/u oxemia (guiado por
oximetría de pulso), a pesar de una ventilación eficaz, se considerara el uso de mayor
concentración de oxígeno.
Para iniciar la insuflación pulmonar en el recién nacido en apnea, se usa ventilación
intermitente con presión positiva, con tiempo inspiratorio corto o largo.
Los recién nacidos prematuros una presión inicial de 20cm de H2O puede ser eficaz.
Los recién nacidos de término pueden requerir de una presión entre 30 y 40 cm H2O.
La ventilación en el recién nacido puede ser realizada de manera efectiva con bolsa
autoinflable, bolsa inflable por flujo (anestesia) o pieza en T de presión limitada.
Masaje Cardiaco
En base a modelos matemáticos se sugiere que entre 3 y 5 compresiones por una
ventilación debe ser más eficiente para reanimar a los recién nacidos, el uso de otras
proporciones entre compresiones torácicas y ventilaciones daría lugar a hipoventilación.
Epinefrina
En tanto se dispone de estudios clínicos controlados en recién nacidos se recomienda el
uso de epinefrina durante la reanimación neonatal de la siguiente forma:
Nutrición
Se recomienda iniciar de la vía oral lo más pronto posible, con la técnica y forma
necesarias según las condiciones del recién nacido (prematurez, estado ventilatorio,
malformaciones, etc) Con vigilancia continua de la tolerancia y condiciones digestivas.
Considerar el apoyo de alimentación parenteral según las necesidades de cada recién
nacido.
Neuroprotección
Dirigido a prevenir la lesión neuronal en casos de encefalopatías agudas, incluyendo la
de tipo hipóxico– isquémico.
Se han investigado diferentes estrategias neuroprotectoras que actúen sobre las
diferentes vías que conducen a la muerte neuronal después de la exposición a
hipoxia/isquemia:
Hipotermia
Eritropoyetina
Iminobiotina
Deferioxamine
Magnesio
Alopurinol
Xenón
Melatonina
Estatinas
Hipotermia actualmente es el único procedimiento del que se tiene evidencia sobre los
beneficios como nueroprotector. Sin embargo, muchos recién nacidos desarrollar
efectos adversos importantes.
Equilibrio Metabólico
Glucosa
Durante y después del episodio hipóxico los niveles de glucosa en sangre suelen
alterarse, y esto trae como consecuencia incremento de los riesgos de las
lesiones cerebrales.
Los recién nacidos asfixiados con acidosis metabólica tienen peor pronóstico si
la lesión se asocia con hipoglucemia.
Tensión Arterial
Mantener la tensión arterial sistémica en límites adecuados para la edad, mantiene la
presión de perfusión cerebral en límites normales. La hipotensión sistémica se asocia a
un riesgo mayor de lesión cerebral, por disminución en la presión de perfusión cerebral.
En todos los recién nacidos asfixiados debe vigilarse la tensión arterial en forma
continua, preferentemente con métodos no invasivos Se debe mantener una presión
arterial media en límites normales para la edad
Pronóstico y seguimiento
La evaluación pronóstica es indispensable para la información a los padres y para
adoptar medidas de manejo. Los recién nacidos con alteraciones graves en el examen
neurológico al nacer y perfil evolutivo estático, presentan alteraciones neurológicas
graves a los 18 meses.
A mayor gravedad y duración de la asfixia la presencia de disfunciones orgánicas
mayores, principalmente el daño neurológico a corto, mediano y largo plazo.
Existen mecanismos para establecer el pronóstico neurológico precoz en la lesión por
hipoxia:
Exploración neurológica
Ecografía
Resonancia magnética
a) la RCP básica;
Primer Paso
Suministrar Calor.
Posicionar la cabeza del neonato para abrir la vía aérea si es necesario.
Secar, estimular al neonato para que respire, reposicionar la cabeza para abrir la
vía aérea.
Suministrar O2 si es necesario.
Será desobstruir la vía aérea de la víctima posicionando la cabeza: posición del
olfateo (inclinación de la cabeza-elevación del mentón). La maniobra será colocar al
niño en decúbito supino sobre una superficie lisa y firme, manejando con sumo
cuidado la cabeza y la columna cervical, observando si hay movimientos del tórax,
escuchando si hay ruido de respiración y sintiendo el aliento.
B- Segmento B: Ventilación
Se recomienda hacer de 2 a 5 ventilaciones
- Lactantes 20 x minuto.
- Niños 20 x minuto.
C- Segmento C: Circulación
Una vez que la vía aérea está permeable y se han realizado dos ventilaciones de
rescate, el resucitador debe determinar la necesidad de iniciar el masaje cardíaco.
Evaluación de la circulación
Es importante recordar que una frecuencia cardiaca menor de 60Lpm. indica que se
necesitan pasos adicionales. Una frecuencia cardiaca mayor de 100Lpm. indica que los
procesos de reanimación pueden suspenderse.
Posición de Recuperación
Bolsa de Reanimación:
Desventaja:
Desventaja
- Se infla aun sin que haya una colocación hermética de la máscara sobre la
cara del Paciente.
- Requiere un reservorio anexo para entregar oxígeno al 100% a flujo Libre
adecuadamente.
Mascarillas.
Intubación Endotraqueal:
¿Cuándo se Requiere?
¿Cuál es el Equipo?
COMPLICACIONES
Encefalopatía Hipóxica-Isquémica.
Entre las causas incluyen: Asfixia, infarto al miocardio, paro cardiaco, choque, parálisis
respiratoria e intoxicación por monóxido de carbono o por cianuro. En algunos casos
puede predominar la hipoxia.
Manifestaciones clínicas:
Diagnóstico:
Suele ser necesario que se produzca una presión arterial sistólica de 70 mm/HG o PaO 2
menor de 40 mm/HG, pues estos son determinantes importantes del daño celular.
Tratamiento:
Las causas se clasifican de acuerdo a la etapa en que ha ocurrido el daño a ese cerebro
que se está formando, creciendo y desarrollando. Se clasificarán como causas
prenatales, perinatales o posnatales.
Causas prenatales:
5- Exposición a radiaciones.
8- Amenaza de aborto.
Causas perinatales.
1- Prematuridad.
3- Hipoxia perinatal.
10-Cianosis al nacer.
11-Broncoaspiración.
Causas posnatales
1- Traumatismos craneales.
5- Epilepsia.
Clasificación clínica:
c- Parálisis cerebral atáxica: Se distinguen tres formas clínicas bien diferenciadas que
tienen en común la existencia de una afectación cerebelosa
con hipotonía, incoordinación del movimiento y trastornos del equilibrio en distintos
grados. En función del predominio de uno u otro síntoma y la asociación o no con
signos de afectación a otros niveles del sistema nervioso, se clasifican en diplejía
espástica, ataxia simple y síndrome del desequilibrio.
El sufijo plejia significa ausencia de movimiento, cuando hay algún tipo de movilidad
se utiliza el sufijo paresia (cuadriparesias, tetraparesias, hemiparesias y monoparesias).
e- Hemiplejía: Está tomado un solo lado del cuerpo (hemicuerpo), y dentro de este el
más afectado es el miembro superior.
f- Doble hemiplejía: Cuando existe una afectación de las cuatro extremidades, pero
mucho más evidente en un hemicuerpo, comportándose funcionalmente como una
hemiparesia.
g- Paraplejía: Son muy poco frecuentes, se afectan solo los miembros inferiores.
h- Monoplejía: Se afecta un solo miembro (brazo o pierna), estos casos son poco
comunes.
Retraso mental: Dos tercios del total de los pacientes. Es lo más frecuente en
niños con cuadriplejía espástica.
Problemas de aprendizaje
Anormalidades oftalmológicas (estrabismo, ambliopía, nistagmo, errores de
refracción)
Déficit auditivos
Trastornos de comunicación
Ataques convulsivos: una tercera parte del total de los pacientes; se observa con
más frecuencia en niños con Hemiplejía espástica
Deficiencia del desarrollo
Problemas de alimentación
Reflujo gastroesofágico
Problemas emocionales y de comportamiento (en especial, déficit de atención
con hiperactividad, depresión).
Principios de tratamiento.
6- "Forzar" el proceso.
En pediatría es de suma importancia la atención del recién nacido en sala de parto, para
vigilar su adaptación al medio de forma adecuada, y actuar de forma oportuna en caso
de paro o falla respiratoria y/o circulatoria.
El objetivo de la reanimación neonatal no sólo es evitar la muerte del recién nacido, sino
también evitar las secuelas neurológicas secundarias a la asfixia al momento del
nacimiento. Los puntos claves para la reanimación comprenden evaluación cardio-
respiratoria inicial, ventilación de la vía aérea, masaje cardiaco, epinefrina, asistencia
ventilatoria del recién nacido asfixiado, nutrición, neuroprotección, equilibrio
metabólico, aporte de líquidos, y tensión arterial.
Por todas las complicaciones que causa el mal funcionamiento de la esfera cardio-
pulmonar, las cuales son graves en su mayoría, es sumamente necesaria una exhaustiva
atención y monitoreo del recién nacido en sala de partos para actuar de forma oportuna
según sea lo pertinente.
BIBLIOGRAFÍA
Aguilar, A., Caballero, B., Chávez, A., Hernéndez, N., Ramírez, L., Trejo, J. 2011.
Diagnóstico y Tratamiento de Asfixia Neonatal. CENETEC. México.
Kiegman, R., Behrman, R., Jenson, H., Stanton, B. 2008. Nelson, Tratado de Pediatría.
Edit. Elservier. 18a ed. pp. 2980