¡Queridos estudiantes!

Hoy culmina un peldaño en sus vidas. Hoy se cierra un ciclo cargado de experiencias gratas, de
personas maravillosas y de metas alcanzadas. Esta es la prueba de que si trabajamos con esfuerzo y
dedicación por un ideal, al final se verá la gratificante recompensa. Espero que continúen luchando
por eso que tanto anhelan. No desfallezcan ante ninguna dificultad; que cada desafío los fortalezca y
los motive. No descansen hasta lograr esos proyectos de vida que hoy hacen parte de un sueño pero
que en unos añitos verán transformados en realidad. Les deseo muchos éxitos en el camino que
están por emprender. Que Dios ilumine y guíe siempre sus pasos. Nunca olviden obrar siempre con
Dios en sus corazones. A dónde quiera que vayan, tengan siempre presente que hay un Dios
cuidando de cada uno de ustedes y estará ahí para levantarlos y acompañarlos en cada una de sus
experiencias. Gracias por todos los momentos compartidos; por permitirme ser parte de su proceso
de formación, por todas las enseñanzas que ustedes también dejan hoy en mí como docente. ¡Dios
los bendiga!