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Memorias de Calarcá e Información Sobre Calarcá
Memorias de Calarcá e Información Sobre Calarcá
Según “Calarcá en la mano”, la ciudad se pobló desde Salento entre 1883 y 1886, siendo el
entre el 85 y 86, los años de mayor migración, especialmente por el impulso que dio a esta
empresa los señores Segundo Henao y Román María Valencia. Se destaca de esta transición
el afán por poblar el territorio y promover la creación de Juntas Pobladoras de las cuales, al
parecer, aún se conservan las actas.
La migración inicia con varias excursiones, de las cuales se resalta en las memorias, la
primera, encabezada por los señores “Basilio Valencia, Don Miguel Santana, Don Segundo
Henao y un tal Santa”. La segunda excursión se hizo con Segundo Henao, quien fué uno de
los principales fundadores de Calarcá. En esta excursión se dejaron “plantadas algunas
mejoras de consideración, puestas, entre otros, por Don Cruz Peña, Pedro Ma. Flórez,
Pedro Osorio, Francisco Antonio, y Bibiado Ospina, Ramón Ma. Franco y Santiago Parra”.
Al mes siguiente, nuevamente se reunió la Junta Pobladora, pero esta vez con ocasión de
fundar el caserío, para lo que establecieron que
La historia de Calarcá puede dividirse en tres momentos; 1887-1890, como caserío; 1890-
1905 como Corregimiento y 1905 en adelante como municipio. Para 1887, los vecinos
asentados en el caserío de Calarcá comenzaron a elevar edificios importantes como la
Iglesia, y en vista de la falta de recursos para tal labor, decidieron que la Junta Pobladora
emitiera directrices al respecto. Según las memorias, esta labor se llevó a cabo de la
siguiente manera:
Para las fechas en que se estaba desarrollando este tipo de obras, aún Calarcá no estaba
reconocido ante las autoridades departamentales, pero sí contaban con el beneplácito de
Salento. Por otra parte, el dueño de las tierras en las que se había asentado el primer
poblado, Sr Don Ramón Franco, habían sido cedidas desde 1886 por escritura pública de 8
de septiembre de 1887, otorgada ante el Notario Público del distrito de Salento, Sr. Cesar
Mata, y marcada con el Nº 118; a favor de Jesús Ma. Buitrago, en carácter de Presidente
que era, de la Junta Pobladora, en tal fecha.
Por ello se solicitó al alto gobierno la adjudicación de los terrenos que constituyen el
distrito, haciéndolo por medio de un memorial. Dicho memorial recalcaba la característica
de la población que había llegado a las tierras de Calarcá, hacía hincapié en las posesiones
y estructura del territorio y resaltaba la posesión de Iglesia y otros espacios públicos como
la plaza y las calles demarcadas según preceptos de la época. También resaltaban la
existencia de más de 500 personas y 150 familias. En el memorial dirigido al Ministro de
Hacienda el 9 de septiembre de 1888, se resaltaba que…
Conocemos en oidas algunas disposiciones de la Ley, o leyes sobre baldíos, y si
bien vemos con gusto que éllas en parte fomentan la inmigración; también vemos
con temor que la propiedad de éllos puede pasar a empresarios y a negociantes, y, es
por esto que elevamos este memorial a nuestro gobierno, para que hoy que el
Congreso, augusto y soberano cuerpo de la Nación, se halla reunido dicte un acto
legislativo especial, que nos favorezca en la propiedad de una faja de los inmensos
baldíos que aquí tiene.
Una conceción, como a nuevos pobladores, según las reglas del Código de Fomento,
talvez será mas difícil que dictada por ley especial, y en este caso, emplazando
medida, pero designando cantidad, ésta podría hacérsenos dentro de los que
demarcan estos linderos:»
«Nacimiento del raudal Nabarco o Cumbarco»; siguiendo el curso de sus aguas,
hasta la dirección «Alto del Castillo» (límites con el distrito de Salento); siguiendo
esta línea, que fija el plano de este distrito, hasta el raudal «EI Roble»; siguiendo el
curso de sus aguas, hasta el desemboque de éste en el río de «La vieja»; éste arriba,
hasta la afluencia del «Quindío»; éste arriba, hasta la confluencia del «Rioverde»;
por éste a sus nacimientos en la cordillera, (límites con el departamento de "El
Tolima") por la línea con este departamento, a buscar la dirección del punto de
partida.»
Esta demarcación comprende, poco mas o menos, un territorio de doce a 14.00Ü
hectáreas, que es el número que por la presente solicitamos, como conceción en
favor de esta nueva población y para los nuevos pobladores que vengan en lo
sucesivo.
Estamos seguros y ciertos de que una disposición favorable, atraerá millares de
familias, y pronto, esta agrupación será erigida en entidad de las que reconoce la
Constitución y de tanta consideración, como es hoy la de Pereira, la mas pujante de
todas las que ha formado la inmigración pacifica de Antioquia en esta provincia del
"Quindío"
Esperamos de su Señoría, que acogerá y protegerá favorablemente esta solicitud,
dándole el curso legal, la cual firmamos en Calarcá, el domingo nueve de
septiembre de 1888 Es copia Por Román Mª Valencia." Va con doscientas treinta y
una firmas.
Este memorial fue revisado por una comisión de la Cámara, la cual finalmente solicitó ante
el gobierno departamental del Cauca, informara sobre la conveniencia y legalidad de la
solicitud. Derivado de esto, la Gobernación comisionó al prefecto de la provincia del
Quindío para que el 23 de junio de 1890, en asocio con Personero Municipal de Salento, y
Dn. Heliodoro Peña, D. Primitivo Buenaventura, Dn. Manuel V. Estrada y otros, llevaran a
cabo una inspección ocular, y de las observaciones que hicieran y datos que tomaran,
dejaran constancia en un acta.
Como el resultado fue favorable para los colonos de Calarcá, dicha acta se justificaba así:
Que la población ya estaba trazada, con sus calles de 10 varas; sus cuadras de 80
varas; demarcada su área de población; con una capilla destinada al culto católico;
con un local para oficinas públicas y otro para Cárcel; con una escuela funcionando
en buen local y con 32 alumnos; que la población la constituían ya 148 habitaciones,
con otras tantas familias en el centro de tales terrenos, y 130 familias diseminadas
en los campos, ocupando estas una extensión de unas mil hectáreas de terrenos
cultivados, constituyendo un total de 2.228 almas. Que la topografía del terreno
donde se pretendía establecer la población, se prestaba para ello; fuera de que el
lugar era de un clima agradable y sano; con fáciles y abundantes aguas, y maderas
de construcción; con más de cinco fuentes saladas y cuatro minas en explotación, y
sin que ningún camino nacional, ni departamental cruzara el territorio.
Hechas las gestiones del caso, y después de una larga tramitación, vino al fin la ley 36 de
11 de abril de 1907, por la cual la nación cedió al ya distrito de Calarcá, los terrenos de que
trata la solicitud aludida.
Hemilio Patiño
Don Segundo fué uno de los primeros en hacerse a una mejora, la que compró a Don
Ezequiel Peña, situada a orillas de una quebrada que llamó, como a su heredad, "Versalles",
y que es la misma que a inmediaciones de la ciudad, posee hoy el amigo Benicio Herrera.
La ley 18 de 1917, creó el Juzgado 1º del Circuito, compuesto de los municipios de Calarcá
y Salento, que hoy lo integra también el de Colón (hoy Pijao) segregado del primero de
ellos.
La Ley 68 de 1925, creó el Juzgado 2º de este circuito de Calarcá, viniendo a llenar un gran
vacío, pues se hacía imposible la rápida administración de justicia con un solo Juzgado. Por
los cuadros que mas adelante se verán, conoceremos mejor la importancia de esta medida,
pues en ellos se ve el movimiento de un cúmulo de negocios incapaz de atenderse por un
solo Juzgado.
La oficina de Registro de Instrumentos Públicos, empezó a funcionar el 13 de mayo de
1915, y en el año de 1905, funcionó ya la Recaudación Municipal de Hacienda Nacional.
La Inspección de Sanidad, o Higiene, fué creada en 1927, dejó de funcionar en febrero de
1928, y ha sido nuevamente creada en Abril del año en curso.
La oficina de Agricultura y Estadística Municipal, se estableció en enero de 1918, y quien
escribe estas memorias ha estado al frente de ella de 1920 a 1925, y en lo transcurrido del
año que corre.