Justicia Transicional

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JUSTICIA TRANSICIONAL: PENSAMIENTO DE LOS DOCENTES DE DERECHO

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA AMPLIACIÓN VILLA DEL ROSARIO

INTEGRANTES
Shelsy Valentina Gómez
Manuel Andres Bacca Guevara
Luis Orlando Saavedra Galvis
Edgar Andres Urrego Medina

Presentado a:
Alfonso Cabrera Reyes

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
FACULTAD ARTES Y HUMANIDADES
PROGRAMA DERECHO
AMPLIACION VILLA DEL ROSARIO
2023
TAREA:

Armar cuatro equipos de trabajo. Cada grupo revisará el planteamiento del problema.

También la formulación. Con base en ello, organizará el Estado del Arte y el potencial

marco teórico que deberá considerarse para la ejecución del objetivo general y el objetivo

específico número 1.

1. Marco Referencial

1.1. Estado del arte -Antecedentes

Se encuentra que la literatura internación y nacional ha revisado el tema específico la

justicia transicional, visualizamos de manera amplia el derecho de las victimas y las

necesidades de lograr el cese de hostilidades y el fortalecimiento del Estado Social de

Derecho y de la Democracia.

Encontramos importantes documentos como bases teóricas y antecedentes de la

literatura del tema de la siguiente mamera:

Usos y abusos de la justicia transicional en Colombia, documento escrito por Rodrigo

Uprimny, María Paula Saffon, (2008); donde se analiza el uso de la justicia transicional en

medio del conflicto armado, las complejidades de la relación entre los estándares jurídicos
de la justicia transicional y la política de las transiciones y en particular de las transiciones

negociadas que se agudizan en el caso colombiano. “La estrategia utilizada por las

organizaciones de víctimas y de derechos humanos para atacar la ley de Justicia y Paz en el

seno del Congreso y ante la Corte Constitucional también implicó un giro en su discurso.

En efecto, estas organizaciones utilizaron de manera importante la lógica y las categorías de

la justicia transicional para oponerse a la ley. Este uso de la justicia transicional implica una

tensión con la idea, defendida por la mayoría de estas organizaciones, de que en Colombia

no hay ni una transición ni un contexto transicional, además, este uso de la justicia

transicional contrasta con el enfoque maximalista y basado en derechos que estas

organizaciones adoptaron en las primeras etapas de la discusión política sobre el marco

jurídico, de conformidad con el cual los derechos de las víctimas deberían protegerse sin

restricción. Y en particular sin importar la necesidad política de lograr la paz” (Saffon,

2008, pág. 172. 173).

Se pudo revisar un articulo de la Universidad del Rosario de Colombia (2016), La justicia

transicional en Colombia: ¿Un instrumento creado para erradicar la impunidad?, de la

estudiante Joana Loyo Cabezudo. El objetivo de este artículo es ver la justicia transicional

desde un ámbito penal ya que es importante recalcarlo para el desarrollo del proyecto de

investigación, De entrada, debemos señalar que el Conjunto de principios

actualizados en el que nos hemos basado para extraer los ejes de la justicia

transicional exige que las penas sean apropiadas, “Por lo que al Derecho convencional

respecta, es cierto que los tratados internacionales no prevén la sanción que corresponde

ante la violación de las conductas que regulan. Ahora bien, precisan que las sanciones han

de ser adecuadas, eficaces, apropiadas, e incluso, severas, frente a términos tan imprecisos,
la jurisprudencia internacional resulta imprescindible para limitar la discrecionalidad de los

Estados en su interpretación. Si nos ceñimos al ámbito interamericano, la Corte IDH ha

fallado en numerosas ocasiones que los Estados deben asegurar que las penas impuestas y

su ejecución no se constituyan en factores de impunidad, tomando en cuenta varios

aspectos como las características del delito y la participación y culpabilidad del acusado”,

(Cabezudo, 2016, pág. 29).

Un importante documento es una nota de prensa de la Universidad de Pamplona de

Colombia del (2021), Red Universitaria de Justicia Transicional dialogó con el director de

la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, escrito por Gladis Gélves Suárez,

directora oficina de Comunicación y Prensa. Esta nota de prensa se realizó con el fin de

destacar el determinante papel de la Universidad de Pamplona en la transformación de

realidades y sobre todo destacar su eslogan tan pertinente en esta visión de formar líderes

para la construcción de un nuevo país en paz como un deber social, el pensamiento que

tienen los docentes de la universidad de Pamplona respecto a la justicia transicional se basa

en, “La guerra ha afectado el territorio nortesantandereano, tanto a nativos, como personas

que por trashumancia buscan mejores alternativas de vida, hoy creo que la parte académica

está tomando un rumbo muy acertado y es el de construir entre todos una nueva imagen a

partir de la transformación, la apropiación de espacios mínimos de convivencia, de escucha,

de respeto y sobre todo de reconocimiento de la historia del otro. Con este momento puedo

decir que las universidades ya iniciamos y ojalá este sea el primero de muchos encuentros

para consolidar cambios reales”. Puntualizó la politóloga y docente de la Universidad

Simón Bolívar, (Marlés., Nota de Prensa No 409 de noviembre de 2021).


Se puede notar en un artículo que evalúa la protección a los derechos humanos que

enfrentaron las víctimas del conflicto armado en El Salvador luego de la firma de la paz,

realizado por Carlos Alberto Rojas (2016), “Al inicio se presenta una evolución de los

pactos previos que darían el marco político y jurídico para la firma del Acuerdo de

Chapultepec en 1992. Este fue suscrito por la guerrilla del FMLN y el Gobierno de El

Salvador luego de ocho años de negociaciones y puso fin a la guerra civil que dejó más de

75.000 asesinatos. El núcleo del artículo narra la aprobación de las leyes de amnistía

que entraron a desconocer elementos claves en los acuerdos que buscaban erradicar

toda impunidad. Finalmente, 26 años después de haber implementado un modelo de

Justicia Transicional el Estado se ha visto enfrentado a demandas internacionales que

denotan el incumplimiento hacia las víctimas del conflicto. Adicionalmente, se siguen

presentando a la fecha reclamaciones internas que evidencian cómo el centro de la

pacificación de la nación fue el victimario, dejando de lado el resarcimiento a las víctimas”.

(Rojas, 2016).

La justicia transicional en Perú según nos muestra Laura Cristina Mantilla en su

monografía de la Universidad Javeriana (2008) que, “El conflicto armado interno vivido en

el Perú entre 1980 y el año 2000 es calificado como el periodo más violento de dicho país a

lo largo de su historia. El punto crucial de este desencadenamiento puede considerarse la

arremetida del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL), en mayo de 1980,

contra el Estado, nombrada por ellos mismos como una guerra popular, en la que buscaban

alcanzar el poder por medio de la lucha armada como su única alternativa. Se encargaron de

difundir la necesidad de ésta por medio de la elaboración del discurso que logró mover
masas y convencer con ideología a la comunidad para que desatara la violencia política”

(MANTILLA, 2008)

1.2. Marco teórico

Para algunos autores como Rodolfo Torregrosa Jiménez, Norhys Torregrosa Jiménez, César

Manrique Soacha en su articulo llamado LAS TENDENCIAS DE INVESTIGACIÓN EN

EL CAMPO DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN COLOMBIA, (2015), “La justicia

transicional, entonces, hace referencia a todos los procesos desde los cuales se pretende

buscar medidas de responsabilidad tendientes a resarcir la justicia, difundir doctrina de

verdad, enjuiciar responsables y reformar instituciones, entre otros. Es así como la justicia

transicional se convierte en una herramienta para engendrar conexión entre la justicia y la

paz, generando igualdad entre víctimas y victimarios y formando escenarios de

resarcimiento y reconciliación social”, (Rodolfo Torregrosa Jiménez, 2015, pág. 89).

Ahora bien, la JEP es el componente principal del Sistema Integral de Verdad, Justicia,

Reparación y No Repetición (SIVJRNR) establecido en el Acuerdo Final de Paz en el

artículo de la Universidad de la Costa, Sánchez Riquett, Lorraine Rodríguez Sarabia,

Santiago (2021) nos habla de como cómo se da la aplicación de los principios de la justicia

transicional en la Jurisdicción Especial para la Paz en Colombia, “La JEP responde a un

modelo de justicia restaurativo que privilegia la verdad y la reparación sobre el castigo,

entendido en su tradicional sentido retributivo. Creado por el Acuerdo de Paz entre el

Gobierno Nacional y las Farc-EP. La JEP tiene la función de administrar justicia


transicional y conocer de los delitos cometidos en el marco del conflicto armado que se

hubieran cometido antes del 1 de diciembre de 2016. La situación jurídica anterior surge de

la inquietud que genera el análisis del mecanismo de la justicia transicional en el marco de

las funciones ejercidas por la justicia especial para la paz en Colombia”. (Sánchez Riquett,

2021).

Por tanto, nos dice QUIMBAYO VARELA, MANUEL FERNANDO en su artículo

investigativo de grado de la Universidad Católica de Colombia (2015). “El éxito trazado

para los objetivos y fines de la justicia transicional se encuentra determinado en gran

medida por la incorporación de sus fundamentos de verdad, justicia, reparación y garantías

de no repetición, los cuales deben predominar indistintamente del interés político de cada

Gobierno (actor principal dentro de los diálogos y negociaciones) que en adelante acoja la

aplicación de un proceso transicional”. (QUIMBAYO VARELA, 2015).

Si bien los mecanismos de justicia transicional han existido históricamente con carácter

previo a la aparición del propio término justicia transicional o justicia de transición (Elster,

2006), la forma, dimensión e importancia que han adquirido durante las últimas décadas ha

hecho que su estudio e implementación haya pasado a convertirse en un campo específico

de la investigación, activismo y trabajo dentro del terreno de los derechos humanos, Desde

la propia comprensión de la justicia transicional, no basta con que quienes hayan

perpetrado violaciones a los derechos humanos sean castigados, sino que -desde la

consideración de la necesaria re-dignificación de las víctimas y la importancia de que

dichas violaciones no vuelvan a repetirse- se hace necesaria, además, la articulación de

mecanismos de esclarecimiento de la verdad y reconstrucción de la memoria histórica,

“Es cierto que los juicios son una primera forma de satisfacer esta demanda de verdad. Sin
embargo, desde quienes han trabajado en el campo de la justicia transicional, se pone de

relieve el carácter insuficiente de esta verdad judicial desde los siguientes argumentos

(Chouliaras, 2010; Chuter, 2003; Drumbl, 2007; Fletcher y Weinstein, 2002; Findlay, 2008;

Jaspers, 2000; Koskenniemi, 2002; Mertus, 2000; Osial, 2005; Teitel, 1999; Uprimny y

Saffon, 2006): 1) El proceso judicial suele manejar una visión instrumentalista de la

verdad, con un proceso inherentemente contra narrativo y poco sensible con los derechos e

intereses de las víctimas. Éstas sólo van a poder contar aquéllos hechos que tienen que

ver con determinadas acciones susceptibles de calificación penal y, más concretamente,

aquéllos sobre los que existen pruebas suficientes para poder conseguir la condena, y

además, el sometimiento de las víctimas, como testigos, a las preguntas de la defensa

(cross-examination), puede incluso provocar una re-victimización; 2) Los juicios

aportan una verdad parcial y pragmática, algo que queda todavía más patente en el caso de

los crímenes en masa, al tratarse de crímenes que, desde el punto de vista

fenomenológico, tienen una clara diferencia con los crímenes ordinarios: el elemento

colectivo, o de grupo. Por la propia naturaleza del proceso judicial centrado siempre en la

responsabilidad individual, el Estado (o la organización a la que pertenezcan los agresores o

la mera colectividad) no figuran claramente como un agente responsable sino,

implícitamente, como un actor en la sombra, y ello, aunque los mismos puedan ser

claramente culpables de lo ocurrido, no desde un punto de vista jurídico, pero sí moralo

metafísico. De esta forma, los juicios no nos ofrecen un panorama completo de lo ocurrido,

y se limitan a la participación criminal de los agresores, excluyendo el papel de otros

actores y contribuyendo así al mito de la inocencia colectiva. 3) Además, los juicios

relativos a graves violaciones de derechos humanos,


por el contexto en que éstas se producen, suelen encontrarse con grandes problemas que

dificultan enormemente el establecimiento y la configuración de la verdad judicial, y que

tienen que ver con la pérdida de pruebas documentales, pérdida de memoria ante los

nervios generados por las preguntas de la defensa, barreras lingüísticas y cuestiones

culturales”. (Porras, 2015, págs. 196, |97).

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