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LEctura Complementaria - Ensayo Ayar Portugal
LEctura Complementaria - Ensayo Ayar Portugal
7 de Julio 2023
Introducción
Desde la fundación del Estado Plurinacional de Bolivia se han logrado grandes avances en
la descolonización en los ámbitos político, económico y cultural, a pesar de que algunos
críticos hayan calificado esta descolonización de Pachamamista, es decir de inventar un
discurso a partir de una imagen del indígena idealizada. En el ámbito económico, se ha
alcanzado una estabilidad macroeconómica y Bolivia ha sido reconocida como un Estado
soberano y democrático por parte de las instituciones internacionales. No obstante, han
ocurrido eventos paradójicos en los que el discurso y las prácticas del gobierno se han
contradicho, por ejemplo, el conflicto del Tipnis, y otros eventos donde el MAS ha sido
criticado.
El punto de vista que adopto en este artículo es que la causa fundamental de estas
contradicciones es la incompatibilidad entre las premisas del Vivir Bien y la naturaleza de las
instituciones económicas, políticas y sociales que interactúan entre sí y aceptadas de manera
implícita en todo el aparato burocrático del Estado. Para que la contradicción deje de
resolverse nuevamente por medio del capitalismo como ha ido ocurriendo a lo largo de los
años cada vez que las crisis son recuperadas por el capitalismo, es necesario
reconceptualizar las instituciones del Vivir Bien por medio de una crítica de la ciencia
económica capitalista.
Todas las instituciones como las empresas privadas, las empresas públicas, los sindicatos y
demás organizaciones sociales, todas ellas asumen una personería jurídica que les atribuye
una dimensión ontológica, caracterizándolas como entidades decisionales en un campo
político-económico donde toman decisiones en términos de cantidades y precios a ofertar o
demandar, es decir de valores de intercambio. Por ejemplo, un sindicato ofrece respaldo legal
y protección a los trabajadores, y para ello solicita una cotización financiera individual a partir
de la cual puede pagar los impuestos que debe y, desde ese momento, la institución y los
trabajadores se vuelven dependientes del sistema capitalista, a pesar de que en principio su
objetivo fuera de defender a los trabajadores, pero el sindicato es recuperado e
institucionalizado bajo la perspectiva liberal capitalista, sino se trataría de una institución
ilegal.
Por lo tanto, no basta con aplicar leyes o normas para orientar a la sociedad hacia lo que el
poder político proyecta como una sociedad del Vivir Bien. La nueva perspectiva teórica y
conceptual a través de la teoría de la reciprocidad nos permite delimitar el contorno de una
nueva perspectiva científica económica propia de un Sistema de vida, una nueva
comprensión que parte de las razones reales de ser por parte de los ciudadanos para
constituir actividades comunes, y no de las hipótesis capitalistas. Aquello nos invita a una
reflexión adicional sobre la transición sistémica como un proceso de institucionalización
pacífica y democrática de los sistemas de vida.
Voy a abordar los temas de la reciprocidad y la descolonización a partir de una lectura de los
Siete ámbitos del Vivir Bien. Comenzaré con el séptimo ámbito sobre el horizonte de vida
porque este ensayo se inscribe en el quinto módulo sobre perspectivas internacionales del
Vivir Bien del Diplomado "Geapolítica del Vivir Bien", organizado por la Escuela de Gestión
Pública Plurinacional (EGPP).
El Vivir Bien busca desarrollar su propia comprensión del orden político y natural basado en
los fundamentos propios de cada sociedad humana. Pero tanto la lógica de lo contradictorio
como la teoría de la reciprocidad contribuyen a la formalización conceptual y estadística de
entre sociedades y formas de vivir dada la diferencias entre sus cosmovisiones, contribuyen
a una nueva comprensión científica de la sociedad en la que no se reduce el valor a una
expresión monetaria sino a la pluralidad de valores como los códigos del Vivir Bien.
Por otro lado, clasificar la teoría de la reciprocidad como exclusivamente occidental sería una
simplificación, ya que en la práctica ha sido desarrollada a partir de los trabajos científicos
realizados por investigadores africanos y sudamericanos, además de ser una síntesis de
investigaciones participativas entre etnólogos y antropólogos occidentales y no-occidentales
a lo largo del siglo XX. Entre los investigadores bolivianos que contribuyeron a su desarrollo
encontramos Javier Medina, Simón Yampara, Marta González, entre otros.
La metafísica tradicional en las ciencias económicas proviene del positivismo, que fue
formulado en el siglo de las luces. Hoy en día, esta perspectiva es la que se tiene en cuenta
para conceptualizar los componentes de la sociedad dentro del aparato político y económico:
por un lado, están los seres humanos, dotados de derechos y propiedades, y por otro lado,
los objetos económicos, ya sean seres vivos o inanimados.
La lógica sobre la que se basa la teoría de la reciprocidad nos permite conceptualizar al ser
humano desde diversas dualidades antagónicas, por ejemplo la muerte y la vida, el dormir y
el estar despierto, el interés propio y el interés por los demás, etc. En particular, el
planteamiento económico capitalista sostiene que solo existe un término, sin su opuesto, que
es el interés propio. Aún en los casos que los economistas capitalistas denominan de
preferencias sociales la hipótesis de la utilidad significa la consideración de un individuo que
evalúa los demás desde su propio punto de vista subjetivo, el interés no deja de ser propio o
de estar centrado en uno mismo, porque no existe un lugar para la afectividad común o
compartida, propia de la reciprocidad simétrica, que nos permite explicar el entendimiento
mutuo como el consenso.
Esta información hoy en día es transmitida de una gran cantidad de maneras por los medios
de comunicación, y existe una transformación de la información original que se adapta a los
objetivos de la institución que transmite la información. O bien, la comunicación puede
producirse de manera directa entre los participantes, pero entonces no se actualiza el
principio de la totalidad de la vida, que implica la necesidad de integrar a todas las partes
involucradas en un proceso de discusión y decisión. Esta cuestión de saber de qué modo se
crea un conocimiento a partir de cierta información es el tema que aborda la epistemología
como rama de la filosofía de las ciencias, y es la perspectiva que adopto en mi lectura de este
ámbito.
Pero desde el momento en el que reconocemos que las expresiones de la afectividad propias
de la naturaleza son diversas, la epistemología capitalista es insuficiente para responder a
esa necesidad de integrar la diversidad de valoraciones en la comprensión de la naturaleza,
de la sociedad y de la economía. Los ciudadanos ellos mismos definen el valor y por medio
de la reciprocidad se encargan de encontrar las soluciones éticas que convengan. Se abre la
frontera entre esta división del trabajo que hacía del economista una función puramente
exterior a la conceptualización del valor, el ciudadano asume la responsabilidad de comunicar
a la sociedad las informaciones que sean pertinentes.
Desde un punto de vista económico clásico, las diversidades son expresadas en términos de
preferencias. No existe ningún otro fundamento a la existencia de estas preferencias que la
de ser un atributo individual. No obstante, desde la perspectiva de la teoría de la reciprocidad,
el desarrollo de las diversidades entre las personas y agrupaciones humanas no es el fruto
de individualidades diversas sino de relaciones interpersonales.
Por ejemplo, concretamente si alguien expresa la frase "El cielo se va a caer 😬", no se está
evaluando el evento en términos financieros o monetarios sino que se está entendiendo tanto
un hecho meteorológico como un hecho afectivo. Pareciera que a la persona le da aversión
la lluvia que se avecina. Aquello informa al mismo tiempo que va a llover al resto de la
población que se encuentra en proximidad. Por medio de la teoría de la reciprocidad estas
expresiones no relevan del campo de las preferencias, lo que llevaría al reduccionismo de la
medida del valor por medio de la moneda, si no del campo de las expresiones simbólicas, lo
que lleva a las medidas del valor basada en la pluralidad de consideraciones éticas que
constituyen los códigos del Vivir Bien. Pero tampoco son expresiones sin relaciones las unas
con las otras, como por parte de individuos separados, sino que existe una coherencia en el
desarrollo simbólico cuyas explicaciones se encuentran en el nivel de las estructuras, y no de
los individuos.
La perspectiva dominante hoy en día es la de adoptar normas políticas que vengan a incitar
a los actores a adoptar ciertos comportamientos, porque se parte de una comprensión
mecanicista del ser humano como lo hemos visto anteriormente. Los ciudadanos no son
realmente libres sino incitados. Por ejemplo, una forma de recuperación del Vivir Bien por
parte del capitalismo sería por medio de la creación de un label del Vivir Bien que sea añadido
a ciertos productos comercializados, compitiendo con los productos con el label del comercio
equitable, una humanización del capitalismo con tinte ecológico.
Entonces los dos primeros ámbitos nos invitan a reconocer en las ciencias económicas lo que
releva de la concepción del ser humano propia de la cultura europea judeócristiana,
distinguirla de la concepción biocéntrica del Vivir Bien, que plantea la cuestión de la definición
formal y teórica que no se limita al simplismo antropológico sobre el cual reposa el capitalismo.
Un sistema de vida puede ser caracterizado formalmente por medio de la lógica formal de lo
contradictorio y por medio de la teoría de la reciprocidad porque es coherente con diversas
premisas del Vivir Bien, como la representación holista, la complementariedad, el tercer
incluido, la interdependencia, etc.
La teoría de la reciprocidad alimenta una nueva economía política del Vivir Bien, plantea la
asimilación de las organizaciones humanas a Estructuras de reciprocidad, como lo veremos
en el quinto ámbito, lo que permite un entendimiento más general sobre el proceso de toma
de decisión que aquel conceptualizado en las ciencias económicas capitalistas. El cambio de
perspectiva conceptual implica un cambio de perspectiva institucional, lo que implica
progresivamente (hasta el ámbito sexto) un cambio en los hábitos y normas socioeconómicas.
Los niveles políticos en Bolivia en los que tiene sentido plantear una transición hacia un
Sistema de vida son las autonomías indígenas, departamentales y regionales. Generalmente,
se requiere que el territorio sea lo suficientemente extenso e incluya tanto zonas urbanas
como rurales. Hablamos de regiones en el sentido de la economía regional, que es una rama
de la ciencia económica que también es reformada a la luz de la teoría de la reciprocidad. La
economía regional tiene un poder explicativo superior en lo que la economía real que la
economía nacional. Las premisas del Sistema de vida son relevantes en cualquier otro
territorio del planeta donde se cuestione el orden capitalista y se busque una solución pacífica
y democrática. Actualmente, en Occidente existen diversos territorios en los que los
participantes aplican prácticas y lógicas alternativas al capitalismo, pero no tienen la suerte
de contar con un gobierno que cuestione el orden capitalista como en Bolivia.
Los tres ámbitos precedentes nos han permitido desarrollar una conceptualización del valor
alternativa al valor de intercambio. Si se hace uso de la informática como medio de
comunicación y almacenamiento de la información, entonces es posible compartir nuestras
valoraciones de suerte que los códigos del Vivir Bien ya no reflejan únicamente los valores
éticos generales si no las valoraciones específicas y concretas que reemplazan a las
valoraciones monetarias del intercambio.
Estos juicios de valor o evaluaciones son relativas a los objetos físicos, las situaciones o las
acciones realizadas por las personas, o las personas mismas, tomando como referencia los
valores éticos reconocidos y promovidos en el Sistema de vida. Por ejemplo, si alguna
estructura de reciprocidad contamina un río, entonces cualquier persona puede valorar
aquella situación con respecto a los valores del respeto a la naturaleza, de la responsabilidad
ecológica, de la confianza y de la eficiencia, con valores de 1,2, 3 y 9 respectivamente, en
una escala entre uno y diez, por ejemplo.
Las valoraciones en el sentido de los códigos del Vivir Bien se expresan después de haber
hecho uso del objeto o servicio recibido o dado. Al contrario, en el sistema capitalista se tiene
que conocer el valor antes de proceder al intercambio, de otro modo no se sabría que cantidad
de dinero transferir. En el caso de Vivir Bien el valor es un dato a posteriori mientras que en
el capitalismo es un dato a priori.
Esto significa que las decisiones no dependerán en un Sistema de vida de una transferencia
en sentido opuesto de una cantidad de valor imaginaria, como si se tratara de equilibrar una
balanza entre las partes que interactúan, sino de voluntades libres. Si el principio de
reciprocidad es válido, es decir, si existe un interés por el otro además de un interés por uno
mismo, en contraposición al enfoque capitalista que sostiene que solo existe el interés por
uno mismo, entonces el hecho de que cada individuo reciba de manera libre y gratuita los
recursos que necesita implicará la manifestación de una conciencia de devolver que impulse
nuevos ciclos de la reciprocidad.
En este sentido, se desarrollan nuevos hábitos individuales y colectivos que posibilitan una
flexibilidad, ya que no están sujetos a medidas de imposición coercitiva por parte de un poder
político y económico unilateral, como ocurre en el capitalismo. De esta manera, los diversos
impactos climáticos o demográficos se integran de manera eficaz y ética, sin provocar crisis
económicas colaterales o medidas políticas coercitivas como ocurre en el capitalismo.
Los líderes políticos nos llevan a conflictos y guerras recurrentes entre países en el esquema
geopolítico capitalista. En cambio, si el ejercicio político es descentralizado a la población
tiene sentido que las competencias de las fuerzas armadas sean otorgadas a una cúpula
política más general como el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas. En los sistemas
de vida están presentes una fuerza armada mínima para contener cualquier desborde de
violencia, esta fuerza armada se constituye como una estructura de reciprocidad cuya cabeza
jerárquica es la entidad política que realiza la unión entre todos los territorios del planeta, la
ONU. Su función ya no es la de proteger un territorio porque su función tampoco es la de
expandir el espacio vital de su nación, sino simplemente la de mantener la paz.
Conclusiones
En este ensayo he presentado unas reflexiones filosóficas y políticas sobre la base de un
trabajo de investigación teórica en el marco de la asociación de derecho belga cofundado con
Jacqueline Michaux y otros investigadores bolivianos y belgas. Estas investigaciones no han
sido publicadas pero esperamos poder hacerlo en el marco del proceso de desarrollo del Vivir
Bien porque creo que es aquel espacio al que pertenecen estas investigaciones.
Este artículo es una invitación a considerar este punto de vista sobre el camino que puede
tomar la implementación del Vivir Bien. Si no establecemos un diálogo con la ciencia
capitalista estableciendo el contorno teórico conceptual de una ciencia económica propia de
Vivir Bien, y por lo tanto una territorialidad sistémica distinta, difícilmente se puede considerar
una expansión del Vivir Bien en el sentido de una organización alternativa en el sentido
civilizacional al cual pretende, sino más bien lo contrario que sería una recuperación por parte
del capitalismo.
Estas reflexiones podrían ser vistas como una contribución al modelo económico social
comunitario y productivo (MESCP) en el sentido que perfila una estrategia económica y
política para el sector estratégico que convierte los excedentes en procesos resilientes. La
nueva ciencia económica del Vivir Bien contempla el modelo general y hace recurso de la
conceptualización capitalista o de la conceptualización del sistema de vida según la elección
de la población. también tendrá implicaciones en la ciencia económica capitalista, ya que se
deberán abordar las disminuciones en la oferta y la demanda a medida que se reemplazan
las formas institucionales liberales por formas de Vivir Bien.
Me disculpo si ciertas frases no son muy claras y si he dejado diversos conceptos o términos
sin definir. He buscado dar una presentación general para motivar un interés posterior por
parte de los actores que construyen el Vivir Bien, como los participantes al diplomado. Las
reflexiones que he compartido son el fruto de reflexiones personales sobre la base de mis
estudios en economía y de numerosas discusiones que he tenido con Jacqueline Michaux
quien es mi madre, y es especialista en la teoría de la reciprocidad y una de las principales
contribuidoras. Pero estas reflexiones compartidas en este ensayo también provienen de
diversas contribuciones por varios autores, hombres y mujeres, que he leído he integrado de
manera implícita, no pretendo ser el autor de todas estas ideas sino que simplemente les doy
una coherencia general y las contextualizo en este proyecto histórico del Vivir Bien. La única
contribución original que compartiré en detalle posteriormente es la demostración formal o
lógica de la generalización del sistema económico del intercambio por medio de un sistema
económico de reciprocidad. .