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Los hidrocarburos son nuestra principal fuente de energía

https://energiasdemipais.educ.ar/edmp_lecturas/matriz-
energetica/ Fundación YPF
La energía que consumimos proviene de distintas fuentes, pero no todas tienen la misma
relevancia. Tanto en nuestro país como en el mundo, las fuentes de energía más
importantes son los combustibles fósiles, que en conjunto aportan casi el 90% de la energía
que utilizamos. La forma de representar la participación de cada fuente de energía es a
partir de la matriz energética.

¿Qué es la matriz energética?

La matriz energética es una representación cuantitativa de la totalidad de energía que


utiliza un país, e indica la incidencia relativa de las fuentes de las que procede cada tipo de
energía: nuclear, hidráulica, solar, eólica, biomasa, geotérmica o combustibles fósiles como
el petróleo, el gas y el carbón.

La matriz energética es útil para realizar análisis y comparaciones sobre los consumos
energéticos de un país a lo largo del tiempo, o para comparar con otros países, y es una
herramienta fundamental para la planificación.

La Argentina, al igual que el resto del mundo, utiliza un alto porcentaje de hidrocarburos. El
petróleo y el gas alcanzan casi el 90% del total de la oferta energética del país. La
Argentina no consume cantidades significativas de carbón (0,9% del total), a diferencia de
otros países como China, Estados Unidos o Alemania, donde el carbón es una de las
fuentes más utilizadas. En China, por ejemplo, el 69% de la energía proviene del carbón.
Desde el punto de vista ambiental, el uso de gas es una ventaja, pues es un combustible
más limpio que el carbón, ya que produce una emisión de dióxido de carbono menor. Hay
que aclarar que, cuando se habla de carbón, se trata del carbón mineral o de origen fósil,
ya que el carbón vegetal que se usa en nuestro país, por ejemplo, para hacer asado, forma
parte de la biomasa.

El petróleo es actualmente la fuente de energía predominante en el mundo y es una


materia prima fundamental para elaborar una gran cantidad de productos de uso cotidiano.
Sus propiedades lo convierten en un material único por su alto contenido energético en
relación con su volumen y su peso, y la facilidad para extraerlo, transportarlo y
almacenarlo. El petróleo representa alrededor del 32% de la oferta mundial de energía. Su
uso es indispensable para el transporte, ya que más del 95% depende de él. En la
Argentina se consume actualmente una proporción cercana al promedio mundial (34,5%).

El gas natural tiene un gran desarrollo en la Argentina y una gran participación en nuestra
matriz energética. Este desarrollo comenzó a fines de la década del cuarenta con la
construcción del gasoducto entre Comodoro Rivadavia y Buenos Aires. Luego, el
descubrimiento del mega yacimiento de Loma la Lata, en la provincia del Neuquén, en la
década del setenta, fue el punto de partida para el incremento del uso del gas y produjo un
cambio significativo en la matriz energética nacional. Actualmente, el gas natural alcanza
más de la mitad de los consumos energéticos del país (53%), y se utiliza para los hogares,
la industria y la generación eléctrica.

El reciente desarrollo de los recursos no convencionales de gas y petróleo, shale


gas y shale oil, permitirá abastecer la creciente demanda de energía. A nivel mundial, la
Argentina tiene la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo no convencional, lo que
posibilitaría aumentar nueve veces las reservas de petróleo y treinta veces las reservas de
gas. Este potencial es fundamental para lograr el autoabastecimiento energético de manera
sostenida.

Por otra parte, la energía hidráulica (4%) y la nuclear (2%) han crecido en los últimos
cuarenta años debido a que fueron usadas para generar electricidad. La energía eólica y la
energía solar son aún incipientes y no tienen un impacto considerable sobre la oferta total
de energía del país. Sin embargo, progresivamente adquieren mayor relevancia para la
generación de energía eléctrica y se espera que en los próximos años aumenten su
participación en la matriz energética total.

La matriz eléctrica hace referencia a las energías primarias que se utilizan en la


generación de electricidad en un país. En la Argentina más del 60% de la electricidad se
produce en centrales térmicas que funcionan principalmente a gas.

Gráficos

En esta matriz se observa la gran dependencia de los combustibles fósiles a nivel mundial
(81,6%). A diferencia de lo que ocurre en la Argentina, donde se destaca una alta
participación del carbón. (Fuente: Agencia Internacional de Energía.)
En esta matriz se observa la importancia del gas y el petróleo, que representan casi el 90%
de la energía que se consume en la Argentina.

En esta matriz se observa la actual importancia del gas y la destacada participación de la


energía hidráulica para la generación eléctrica en el país.
Evolución de la matriz de energía primaria en la Argentina

En esta serie se observa cómo evolucionaron los consumos energéticos en el país, y se


destaca la creciente participación del gas a partir de la década del setenta y la disminución
de la participación del petróleo desde entonces. Esto indica la importancia que han tenido
en conjunto los hidrocarburos durante los últimos cuarenta años, ya que representan casi el
90% de los consumos. También se observa la gradual incorporación de la energía
hidráulica y la energía nuclear, y la reducción en el uso del carbón. Es importante destacar
que desde 1970 a la actualidad, se duplicó la demanda total de energía en el país, ya que
aumentó de 31.879.000 TEP (toneladas equivalentes de petróleo) a 79.543.000 TEP.
(Fuente: Secretaría de Energía de la Nación.)
Central termoeléctrica o central térmica

Una central termoeléctrica es una instalación en donde la energía mecánica que se necesita para mover el
rotor del generador, y por tanto obtener la energía eléctrica, se obtiene a partir del vapor formado al hervir
el agua en una caldera.

Una central termoeléctrica es una instalación empleada en la generación de energía eléctrica a partir de
energía térmica, como la liberada por combustibles fósiles, uranio, un ciclo termodinámico convencional
para mover un alternador y producir energía eléctrica, en el caso de usar combustibles fósiles, liberando
dióxido de carbono a la atmósfera. Este es un gas que contribuye al efecto invernadero.

Cuando el calor se obtiene mediante la fisión controlada de núcleos de uranio, la central termoeléctrica se
conoce como central nuclear. Este tipo de central no contribuye al efecto invernadero, pero tiene el
problema de los residuos radioactivos que han de ser guardados durante miles de años y la posibilidad de
accidentes graves.

Prácticamente todas las centrales termoeléctricas son de carbón, nucleares, geotérmicas, energía solar
térmica, combustión de biomasa así como hay algunas centrales de gas natural. El calor residual de una
turbina de gas puede usarse para producir trabajo mecánico el cual genera el vapor como en la máquina de
vapor de un ingeniero James Watt y a su vez producir electricidad, en lo que se conoce como un ciclo
combinado, el cual mejora la eficiencia. El vapor introducido en el émbolo permite accionar gracias al pistón
un rotor que genera la electricidad. Si bien es eficiente se desplazó gracias a la invención de la turbomáquina.
Las centrales termoeléctricas no nucleares, particularmente las de combustibles fósiles, se conocen también
como centrales térmicas o centrales termoeléctricas convencionales.

Las centrales térmicas convencionales pueden emplear fuentes de energía no renovable, como el carbón, el
petróleo y el gas, o fuentes de energía renovable, como la biomasa.

Las centrales que utilizan combustibles fósiles generan mucha energía en un espacio grande y emiten gases
muy contaminantes. En cuanto a las que emplean biomasa, si su consumo supera la capacidad de
regeneración de la vegetación de la que se nutre, pueden producir deforestación.

¿Qué son las centrales térmicas en Argentina?


Las Centrales Térmicas (CT) de Genneia tienen como objetivo generar energía eléctrica y
entregarla al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) para abastecer a las principales
ciudades y centros industriales del país.

CTGEBA es una de las centrales térmicas más grandes del país (Marcos Paz), con una potencia
total de 1.253 MW, 2,9% del parque argentino. Desde 2000 a 2022, la generación media anual
histórica fue de 5.196 GWh, con un máximo de 8.594 GWh en 2021 y un mínimo de 3.438 GWh en
2001.
Generación Costanera :
La central térmica Enel Generación Costanera es la mayor planta termoeléctrica de Argentina. Se
encuentra situada en la Zona Sur del área portuaria de la ciudad de Buenos Aires, junto al Río de la
Plata, y utiliza como combustible fueloil, gas natural y gasóleo.

Empresa Genneia
Central Térmica Las Armas Ubicación: Maipú, Provincia de Buenos Aires

Central Térmica Bragado Ubicación: Ruta Prov. 46, km 348, Bragado,

Central Térmica Paraná Ubicación: Paraná, Provincia de Entre Ríos.

Central Térmica CRUZ ALTA Ubicación: Cruz Alta, Provincia de Tucumán.

https://www.genneia.com.ar/wp-content/uploads/2020/contenidos/NTS%20Centrales%20Termicas.pdf

Contaminantes por las emisiones de CO2 al ambiente

Impacto ambiental centrales térmicas Las centrales térmicas suelen situarse próximas al mar o
ríos para poder abastecerse del agua necesaria para la refrigeración. Estas centrales pueden
funcionar tanto con carbón, fuel-oil como con gas natural.
Los efectos ambientales de una central térmica provienen mayormente del proceso de combustión a través
de las emisiones de gases producto de ese proceso, algunos de ellos pueden contribuir con el calentamiento
global por considerarse de efecto invernadero. Los aspectos ambientales y sociales de mayor relevancia a
tener en cuenta en la operación de centrales térmicas son: • Fomento de actividad económica y residencial
debido a la disponibilidad de energía eléctrica • Generación de emisiones gaseosas a la atmosfera •
Generación de efluentes líquidos • Generación de residuos, sólidos y líquidos • Generación de ruido
ambiental • Modificación de la seguridad de la comunidad en situaciones de contingencias (incendio,
explosiones, derrames de combustibles)

Centrales de energía térmica: Las centrales de energía térmica de Genneia generan energía eléctrica a
partir del uso de gas natural o gasoil como combustible.

El combustible principal de operación para todas las CTs es el gas natural, esto es por su bajo precio (debido
a que nuestro país cuenta con buena disponibilidad), facilidad para transportarlo (gasoductos) y amigable
con el medio ambiente. A su vez, para asegurar la posibilidad de entregar energía eléctrica y así mantener la
confiabilidad del sistema, las CTs tienen la posibilidad de utilizar gasoil en algunas semanas del año donde
puede haber escasez de gas natural.

El principio de funcionamiento de los turbogeneradores a gas consiste en comprimir aire filtrado del
ambiente (etapa de compresión). Debido a la compresión el aire se calienta. El oxígeno del aire al mezclarse
con el combustible en la cámara de combustión (etapa de combustión) produce una masa de gases de
combustión que se mueven a altas velocidades dentro del equipo. Estos gases se expanden en la turbina de
potencia (etapa de expansión) y provocan el giro de su eje, el que a su vez está vinculado a un generador que
al moverse produce energía eléctrica. La energía eléctrica generada por las centrales térmicas es
transportada al Sistema Interconectado a través de líneas eléctricas de media y alta tensión. A través del
Sistema Interconectado la energía es transportada hasta los consumidores.

Centrales hidroeléctricas
La Central Hidroeléctrica Yacyretá-Apipé (más conocida como Yacyretá), es un conjunto de obras
civiles realizadas entre Argentina y Paraguay.
El embalse -Represa –
- Salto Grande

- Piedra del Águila

- El Chocón

- Alicurá

- Río Grande

- https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Centrales_hidroel%C3%A9ctricas_de_la_Argentina

Energía hidráulica
https://energiasdemipais.educ.ar/edmp_lecturas/la-
energia-hidraulica/
Se denomina energía hidráulica a la energía cinética del agua en movimiento. Si bien
históricamente se aprovechaba directamente la corriente de los ríos, hoy lo más usual es
retener el agua en embalses para liberarla aguas abajo, transformando así la energía
potencial gravitatoria en energía cinética. El agua en movimiento se utiliza para generar
electricidad al hacer girar las turbinas acopladas a generadores.

La energía hidroeléctrica es una fuente confiable, versátil y de bajo costo de generación de


electricidad limpia y gestión responsable del agua, con una baja intensidad de emisión de
gases de efecto invernadero en comparación con otras formas de energía.

El aprovechamiento del agua como fuente de energía es muy antiguo. Antes de la era
cristiana, se utilizaban los cursos de agua para mover ruedas de molinos o elevar el agua
para el riego. Sin embargo, recién a fines del siglo XIX, comenzó a usarse la energía del
agua para generar electricidad.

En la actualidad, a nivel global se estima que ha sido aprovechado solo el 30% del
potencial hidroeléctrico identificado, con lo cual el sector tiene por delante un gran potencial
de crecimiento. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la
capacidad hidroeléctrica existente en el mundo tendrá que crecer alrededor del 60% en
2050 a fin de llegar a 2150 GW para ayudar a limitar el aumento de la temperatura global a
muy por debajo de los 2 ºC.

La proyección señalada por IRENA se ve reflejada en los últimos años en el índice de


crecimiento anual medio mundial de la capacidad instalada de energía hidroeléctrica que
fue del 2,1%, liderado por países como China, Estados Unidos, Brasil y Canadá. Estos
países son los mayores productores de hidroelectricidad del mundo y, en conjunto, generan
más del 50% del total.
Esta tendencia también se repite a nivel regional, en el caso de América del Sur, donde se
experimentó la tasa de crecimiento de energía hidroeléctrica más rápida después de Asia
Oriental y el Pacífico en 2019 con cerca de 5,172 MW de capacidad agregada.

En nuestro país, la potencia instalada de energía hidroeléctrica representa el 33,1% del


total y cuenta con unos 95 aprovechamientos hidroeléctricos: 17 grandes represas, entre
las que se destacan las binacionales Yacyretá (3200 MW), en la provincia de Corrientes, y
Salto Grande (1890 MW) en Entre Ríos; y las centrales de Piedra del Águila (1400 MW) y
El Chocón (1260 MW), en la provincia de Neuquén; y unos 78 aprovechamientos de menor
envergadura.

Centrales hidroeléctricas

Hay cuatro tipos de centrales hidroeléctricas: pasada, almacenamiento, almacenamiento


por bombeo y energía hidroeléctrica en alta mar.

En general, las centrales hidroeléctricas usan el movimiento del agua de los ríos de dos
maneras: aprovechando la fuerza del paso del agua por el flujo natural del río o
acumulando el agua en un embalse o reservorio para poder controlar su flujo. Como resulta
ventajoso no depender enteramente del cauce natural del río, la segunda opción es la que
más se ha utilizado.

Sin embargo, solo una pequeña minoría de las represas del mundo se construyen para
energía hidroeléctrica y la mayoría se utiliza para riego, suministro de agua, control de
inundaciones y otros fines. Es decir, ningún país se ha acercado a lograr un 100% de
energías renovables sin energía hidroeléctrica en la combinación energética.

Las centrales hidroeléctricas tienen una larga vida útil y una fuente de energía que se
renueva de forma gratuita, hecho que recompensa de algún modo los altos costos iniciales
para la construcción e instalación de las represas, que suelen llevar tiempos muy largos.

La idea de generar electricidad a partir de una represa es relativamente simple: se


construye una pared transversal al cauce del río, para que el agua se acumule detrás de
esa pared. Así, se origina una gran masa de agua que es forzada a pasar a través de un
tubo que desciende hasta la base de la pared. Allí está instalada una central que, mediante
una o más turbinas acopladas a generadores, produce electricidad aprovechando la fuerza
de la caída y la masa de agua.

Ventajas y desventajas

Este tipo de electricidad tiene aspectos muy positivos (como ser una energía renovable) y,
al mismo tiempo, algunas particularidades que causan controversia por el impacto en el
ambiente.

Dentro de las ventajas, y tal como lo mencionamos anteriormente, predomina el hecho de


ser un recurso renovable, una energía que no genera residuos tóxicos y, por tanto, es
limpia, con una vida útil muy larga, un bajo costo operativo y una capacidad de generación
que resulta bastante predecible y estable. Además, puede tener propósitos múltiples: el
agua del reservorio se puede usar para riego o para el consumo humano, para generar
electricidad o para morigerar las inundaciones.
Dentro de las dificultades que presenta este tipo de energía, se encuentra el verse afectada
por sequías, que provocan la disminución de su capacidad en generación eléctrica.
Asimismo, las grandes dimensiones de los embalses podrían tener consecuencias
negativas en el ambiente por la quita de espacios ocupados antes por la naturaleza o por
poblaciones humanas que fueron obligadas a desplazarse.

Desarrollos recientes en Argentina

En 2019, el complejo hidroeléctrico Salto Grande de 1.890 MW entre Argentina y Uruguay,


inició un programa de modernización con el objetivo de mejorar la producción, eficiencia y
seguridad de la electricidad. El programa de 30 años incluirá la renovación de equipos
eléctricos y electromecánicos, así como la infraestructura civil.

Por otro lado, luego de haber pasado por varios procesos de evaluación de impacto
ambiental y audiencias públicas, en 2017 se aprobó la factibilidad de los aprovechamientos
hidroeléctricos del río Santa Cruz ubicados en la provincia homónima. Estos constituyen un
proyecto destacado de infraestructura pública, muy significativo en términos de políticas de
impulso de energías renovables, asumido por el Estado nacional. El aprovechamiento está
integrado por dos represas (Cóndor Cliff y La Barrancosa) que, en conjunto, tendrán una
potencia instalada de 1310 MW resultando ser una de las más importantes hidroeléctricas
nacionales. Cóndor Cliff tendrá una potencia instalada de 950 MW y una capacidad de
generación anual de 3268 GWh, mientras que La Barrancosa tendrá 360 MW y 5171 GWh
respectivamente.

El proyecto es muy ambicioso y tiene previsto finalizar en el año 2022.

Fuentes:

https://www.hydropower.org/

http://www.ieasa.com.ar/

https://www.minem.gob.ar/www/844/26041/centrales-hidroelectricas

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