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Usa Corte Suprema
Usa Corte Suprema
La Corte Suprema está conformada por el Presidente del Tribunal Supremo de los
Estados Unidos (Chief Justice) y un número de jueces asociados (Associate Justice)
fijado por el Congreso. El número de jueces asociados actualmente está fijado en (8)
ocho. Como sabemos, el poder para nombrar a los jueces recae en el Presidente de los
Estados Unidos, con el consentimiento del Senado. Las vacantes se producen tras la
renuncia o fallecimiento de alguno de sus integrantes.
Pero esto no que solo ahí, sino que también indaga en todas las publicaciones escritas
por él, sobre su situación financiera y vida personal. Además, un peso de vital
importancia a la hora de proponer un candidato es la opinión expresada por los
miembros del Tribunal Supremo, incluso se ha convertido en una costumbre para el
ejecutivo la consulta al Presidente del Tribunal Supremo antes de proponer un nuevo
juez.
En los años ha habido una tradición de nominar a una persona con experiencia judicial,
tradición que ha quedado extinguida con la última propuesta efectuada por el Presidente
Obama en 2010, Elena Kagan, quién nunca antes había ejercido como juez, lo cual fue
aprovechado por sus detractores en su contra.
Históricamente, de “los 110 jueces que ha tenido el Tribunal Supremo, sin contar con
las dos últimas propuestas del Presidente Obama, todos excepto dos han sido blancos,
todos excepto dos han sido hombres, y todos menos 18 han sido protestantes (12
católicos y 6 judíos)”.1
Generalmente todos los jueces Supremos provienen de familias de clase alta y han
estudiado en las universidades más prestigiosas del país.
Sin embargo, fue a raíz del 2003 cuando el Presidente del Comité Judicial del Senado
manifestó que la negativa de uno de los senadores, o incluso de ambos, no era motivo
suficiente para rechazar el nombramiento del candidato, en consecuencia los “blue
slips” se convierten en un mecanismo que permite saber la opinión y el parecer de los
senadores con respecto al candidato a juez.
2
BINDER, Sarah A. y MALTZMAN, Forrest (2009): “Advice and consent during the Bush years: the politics
of confirming federal judges”, Judicature, vol. 92, págs. 40-46
posición con respecto a la guerra contra el terrorismo y el trato a los presos, las
relaciones entre el Congreso y el Supremo, etc.
Parece lógico que un interrogatorio con esta metodología permita fácilmente hallar
alguna respuesta comprometida en la que justificar el voto en contra del candidato.
Siendo por ello habitual que el candidato opte por declinar su respuesta ante este tipo de
cuestiones, argumentando que son temas sobre las que ulteriormente podría tener que
pronunciarse como miembro del Tribunal Supremo y que cualquier respuesta al
respecto podría comprometer su imparcialidad.
Esta forma de proceder la comenzaron a practicar los candidatos a raíz del caso Bork,
candidato a Juez del Tribunal Supremo, que en la fase de audiencia respondió
abiertamente a un elevado número de preguntas de contenido político y legal altamente
controvertidas, lo que fue utilizado por sus detractores para rechazar su nombramiento
al considerar que el candidato estaba excesivamente comprometido con su ideología.
Concluida la audiencia de confirmación, se procede a la votación por parte del Comité
Judicial, exigiéndose para su validez un quórum de diez senadores (recordemos que el
Comité está integrado por 18 miembros).