Está en la página 1de 5

UNIDAD II:

Principios de la Criminalística
.

El Principio de Intercambio

Principio de Intercambio: Refiere que al consumar el hecho delictivo en donde dos


objetos entran en contacto, dejarán partes del material sensible del uno y del otro, también
llamado intercambio de indicios ya sea del victimario, de la víctima y el lugar.

Por ejemplo, en una violación cometida en un parque podrá haber un intercambio de


fluidos, pelos, en caso de haber lucha o forcejeo la victima tendrá piel en las uñas del
victimario y el victimario lesiones producidas por la víctima, también la victima puede
presentar huellas de mordeduras, al igual que el victimario, y tanto victima como
victimario tendrán tierra, polen o esporas del lugar.

Principio de correspondencia de características: Toda acción dinámica entre agentes


vulnerantes, sobre determinados cuerpos, siempre dejará sus características de forma,
reproduciendo la figura de esta.

Principio de probabilidad: Es simplemente la probabilidad de que en un momento dado


se haya presentado o no el hecho delictuoso, esto se sabrá conforme a la recreación de los
hechos y que tan probable es que el hecho se ha suscitado de acuerdo con la
representación. La probabilidad puede ser en bajo, mediano o alto grado.

Por ejemplo, las pruebas genéticas tiene un porcentaje de confiabilidad de 99.99%, la


probabilidad de que dos impresiones sean iguales es de 1:1060 y es también ejemplo
ilustrativo el estudio del orden identificativo de balas y casquillos, en virtud de que la
probabilidad matemática de que dos balas o casquillos tengan las mismas características
macro y microscópicas, habiendo sido disparadas por distintas armas, es de
aproximadamente.

Principio de correspondencia o de uso


Este principio se basa en el principio criminalístico de que “la acción de los agentes
mecánicos vulnerantes sobre determinados cuerpos deja impresas sus características y
figura” y que es humanamente imposible realizar dos objetos exactamente iguales, lo que
permite establecer su origen al análisis detallado o, incluso, microscópico.

Este principio de correspondencia prescribe que cuando un agente vulnerante impacta,


roza o comprime ciertos materiales de menor dureza deja en ella impresa sus
características, como, por ejemplo: la impresión de las huellas dactilares, huellas de
pisada, los casquillos, etc.

Principio de probabilidad

De acuerdo a este principio de probabilidad, cuando se realiza la reconstrucción de los


hechos y los fenómenos se obtiene información precisa de la verdad de los hechos
investigado con un alto, mediano o bajo grado de probabilidad. Este principio impide dar
una verdad absoluta de lo que en realidad pasó.

Por ejemplo, un caso puede reproducirse en mayor o menor grado dependiendo de la


calidad y cantidad de los indicios recuperados y su correspondiente estudio, no obstante,
es imposible reproducir exactamente un hecho debito a limitaciones y perdidas de datos,
por lo que dicha reproducción no será exacta pero sí con cierta probabilidad que se apoya
en la correspondiente experimentación.

Principio de reconstrucción

El principio de reconstrucción de los hechos se encuentra relacionado con el principio de


reproducción, porque el estudio de todas las evidencias materiales asociadas al hecho,
darán las bases y los elementos para conocer el desarrollo de los fenómenos de un caso
concreto y podrán reconstruir el mecanismo del hecho o fenómeno, para acercarse a
conocer la verdad del hecho investigado.

Este principio permite una mirada coger los resultados de los anteriores principios para
poder reconstruir los hechos y saber lo que en realidad sucedió.

Principio de rareza de Jones

Principio de rareza o infrecuencia de Jones: Este principio es concebido por los


criminalistas y expertos en ciencias forenses, que rareza es así: “Que la materia que no es
común tiene cierta individualidad, y debe haber razón para su presencia en el lugar”. El
hallazgo de un elemento extraño debe mantener la motivación de su explicación y no de
descarte como vinculante del hecho.

Por ejemplo, una bolsa de mano encontrada cerca del cadáver de una mujer tiene un valor
evidencia mucho menor el que tendría una billetera de varón ubicada en el mismo lugar.

Principio de igualdad

La igualdad esta concebida como un derecho, un principio o un valor e implica que los
intereses de cada persona importan de igual modo. El concepto de igualdad trae consigo
examinar, igual en que, igual a quien, igual para; es decir, que es un concepto relacional
en donde figura un modelo o un sujeto que se considera el parámetro al que se desea
igualar. De ahí la centralización de lo masculino como lo universal que fomenta la
desigualdad porque deja lo femenino fuera del concepto de igualdad. Una excelente
conceptualización de la igualdad, es la hecha por Rosseau quien establece a la libertad
como la premisa de donde se deriva la igualdad.

Principio de Libertad

El principio de libertad, frente al de autoridad, supone una clara manifestación de la forma


elegida para llevar a cabo un proyecto político.
En nuestro Texto constitucional aparece configurado claramente en el Preámbulo y en el
Título Preliminar. En el artículo primero de la Constitución, en concreto, se establece la
libertad, junto a la igualdad (véase igualdad ante la ley) y al pluralismo político como
valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico, situándolos, además, el texto, en
plano de igualdad, si bien, la libertad puede considerase condición necesaria para el resto
de los valores que junto a ella se sitúan.

Principio de imparcialidad
La imparcialidad del juzgador es un elemento fundamental para afirmar que el
procesado ha tenido un juicio justo, esto constituye uno de los pilares para mantener un
Estado de derecho.

López (2004) expresa que “la justicia concurre cuando de ella pueden predicarse sus
atributos esenciales, entre ellos, sin duda, se encuentra la imparcialidad de los jueces”.
En otro orden de ideas, Árias (1999) refiere lo siguiente: “para que exista imparcialidad
del juzgador se requiere en primer lugar de una acción formal que demuestre no ser
parte del proceso, y la segunda la de la actitud, es decir, dejar al margen las condiciones
subjetivas que puedan incidir al momento de actuar”.

La imparcialidad constituye un principio inherente a la función del juzgador, no se


puede entender que un juez lo sea, sin dicha característica.

Principio de defensa
Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”.Es la facultad que toda persona
tiene para contar con el tiempo y los medios necesarios para ejercer su defensa en todo proceso
donde se vea involucrado. Todo justiciable tiene derecho a ejercer una defensa adecuada de sus
intereses en cualquier tipo de proceso, ya sea civil, laboral o administrativo; sin embargo, este
derecho adquiere significativa relevancia cuando se trata de un procedimiento penal, en el que
está en juego la libertad y el patrimonio del imputado, ya que se establecen recaudo severos para
verificar que el imputado ha tenido oportunidad de audiencia (debe comparecer ante el tribunal,
quien le comunicará el hecho punible); con respecto a la defensa material, impide obligar a
declarar en contra de sí mismo; y con respecto a la defensa técnica, el Estado designa de oficio
un defensor cuando el imputado no lo puede o no lo quiere elegir.Dentro de este derecho se
encuentra la facultad de las partes de sostener sus posiciones y de contradecir los fundamentos
del contrario. Es un derecho público constitucional que asiste a toda persona física a quien se le
pueda atribuir la comisión de un hecho punible, mediante cuyo ejercicio se garantiza al imputado
la asistencia técnica de un abogado defensor y se le concede a ambos la capacidad de postulación
necesaria para oponerse eficazmente a la pretensión punitiva y poder hacer valer dentro del
proceso el derecho constitucional a la libertad del ciudadano.

Principio de contradicción Principio de legalidad.

El principio de contradicción es un concepto propio del derecho procesal, conforme al cual


toda persona, demandante o demandado, tiene derecho a confrontar las pruebas que se han
presentado en su contra.

También podría gustarte