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¿Cómo lidiar con

personas conflictivas en
el trabajo?
Categoría: Gerencia
Publicado: 03 Octubre 2018

No cumplen horarios, desafían a los superiores, se


creen imprescindibles y se las saben todas ¿Ha
tenido empleados así? Y sin embargo, usted quiere
que sean mejores y que aprendan en su
organización, por eso le contamos qué debe hacer,
si no tiene en mente despedirlos.
Durante el ejercicio profesional es común
encontrarse con un colaborador conflictivo. No
cumplen horarios, justifican sus fallas, descuidan
detalles y distraen al equipo, son gruñones y
generan un mal ambiente en el equipo. Si se le hace
familiar este perfil, siga estos 8 pasos para aprender
a identificarlos y a trabajar con ellos.
En casi todas las organizaciones se ha
experimentado. Contar con colaboradores tóxicos, o
conflictivos, es transversal a todas las compañías.
Son personas que, entre otras cosas,
1.- tienen mal genio,
2.- no cumplen horarios,
3.- demuestran constantemente su descontento
frente a su trabajo y la organización,
4.- no realizan labores más allá de las asignadas,
5.- murmuran entre pasillos y transmiten
repetitivamente una actitud negativa en su equipo de
trabajo.
Para Andrés Díaz-Granados, Executive Manager de
DNA Human Capital, “un colaborador difícil y
conflictivo, en el sentido negativo de la palabra, es
una de las peores enfermedades en las
organizaciones, porque afecta directamente a la
cultura e influye negativamente en otras personas
dentro del entorno laboral”. Constantemente
presentan quejas, desmotivan al equipo, generan
chismes, entre otras malas prácticas que son
replicables. Lo anterior da como resultado espacios
negativos de trabajo, en los cuales se ve afectado el
rendimiento, la estabilidad, la productividad y el clima
laboral.
Por eso, es importante estar atento al día a día en la
oficina para identificar cuándo se está dando un
caso de estos. La mejor manera para detectarlo es a
través de los líderes de equipo, jefes directos y área
de recursos humanos, identificando
comportamientos repetitivos tales como la
irritabilidad, inconformismo, bajo trabajo en equipo,
comentarios negativos sobre la compañía entre
otros. “Para hacerlo, es importante ganarse su
confianza y la de sus compañeros para que tengan
una comunicación transparente y sepan, a tiempo,
las intenciones de la persona”, afirma el consultor de
DNA Human Capital.
Una vez identificado el perfil, es vital, para el
cumplimiento de objetivos, tomar acciones precisas.
“Por lo general el primer paso es hablar con el
colaborador para hacerle notar su actitud y tratar de
descifrar sus motivaciones. De esta conversación
debería resultar un plan de choque para llegar a la
raíz del problema. Si continúa repitiendo las mismas
actitudes, lo más aconsejable es evaluar un despido
en pro de cuidar el entorno y la cultura de la
empresa”, asegura Díaz-Granados.
En el caso particular de aquellos colaboradores que
suponen un gran rendimiento para la compañía, es
importante sopesar qué tanto se está dispuesto a
sacrificar la cultura organizacional de cara a los
resultados. “Un empleado conflictivo se sabe,
estadísticamente, que sale de la compañía en los
siguientes 3 años, por lo cual mantenerlo en el corto
plazo es sostenible, pero es un problema en el largo
pues contamina la cultura de la organización”,
concluye Díaz-Granados.
Si considera que tiene un caso de colaborador
conflictivo, siga estos 8 consejos para gestionarlo:
-1. Gánese su confianza
-2. Busque una comunicación directa
-3. Tenga una comunicación constante con las
personas de su entorno cercano.
4. Cuando identifique una actitud negativa repetitiva,
enfréntelo en privado.
-5. Profundice en sus motivaciones y aspiraciones
-6. Identifique sus dolencias y dele la importancia
que se merece a la persona
-7. Haga un plan de choque con compromisos
mutuos
-8. Evalúe constantemente su actitud y la de su
entorno
Fuente: Finanzas Personales

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