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Motivación a la lectura. Tareas de lectura compartida. Formulación y respuesta de preguntas.

Establecer predicciones. Plantearse preguntas sobre lo Idea principal.


que se está leyendo.
Suscitar la necesidad de leer. Resumen.
Inferir, hacer conjeturas.
Activar el conocimiento previo. Análisis crítico del texto.

Lee atentamente el fragmento de la obra El Teorema del Loro, ten en cuenta el vocabulario y contesta
las preguntas¡!
LOS OSCUROS SECRETOS DEL IMA
-Las ecuaciones fueron concebidas para expresar no sólo un problema, sino clases enteras de
problemas del mismo tipo. La clase de problemas que podríamos describir, por ejemplo, como: «Una
cosa sumada a un primer número es igual a un segundo.» Ecuación de primer grado -lanzó Jonathan.
Cada vez que decimos ecuación aparece la palabra igual. ¡Qué haríamos sin la igualdad! Sin la igualdad
no habría matemáticas. - ¡Ni República, Ruche! - ¿Por qué los jóvenes creéis que hay igualdad en la
República? -Déjenos con nuestras ilusiones. La igualdad de oportunidades es para quienes tienen
oportunidad, ya lo sabemos, pero la buscamos igual. -Una pregunta para el sabio y perspicaz Ruche:
¿son iguales los hombres en su lucha por la igualdad? -planteó Jonathan, que se había puesto de pie
para mover el tobillo que se le dormía. «Siempre me asombran», pensó Ruche. «Al menos las
matemáticas sirven para algo; nunca les había oído hablar de estos temas.» Volvió a tomar las riendas
de la sesión y, poniendo las manos abiertas a la misma altura, empezó: -Los dos platillos de una
balanza. Una igualdad es una balanza cuyos dos platillos están constantemente en equilibrio. Si cargas
uno... Max se acercó e hizo gesto de poner un objeto en la mano derecha de Ruche. Descendió. Con
el mismo movimiento la izquierda se elevó. -… el equilibrio se ha roto! -demostró Ruche colocando las
manos en la posición inicial-. Si descargas uno... está roto el equilibrio. Y la igualdad destruida -
concluyó Ruche-. Quizás no os acordéis, era antes de vuestras vacaciones en la nieve, Euclides
hablaba de igualdad en muchos de sus axiomas. -Si iguales se suman a iguales, los resultados son
iguales -canturreó Sinfuturo. -Si iguales se restan de iguales, las diferencias son iguales -tarareó
Jonathan imitando a Max. Una ecuación se resuelve -siguió Ruche. -Si se puede -remató Léa. -Y,
cuando se ha resuelto y se ha sustituido la incógnita por el valor hallado, la ecuación se convierte en
una igualdad. Una igualdad, si no nos hemos equivocado -añadió Léa-. Porque si hemos cometido un
error... -No es una igualdad. -Si digo «2 + 2 = 4» es una igualdad y «2 + x = 4» es una ecuación, ¿he
ganado tiempo? -preguntó Max. -La mitad de una vida -le respondió Léa. La cara de Max se dilató. Sus
ojos reían. Ruche se quitó las babuchas granates, que cayeron en la alfombra con un sonido opaco.
Tumbándose dolorosamente sobre la cama. Ruche se durmió con un sabor amargo en la boca y una
sonrisa bailando en la comisura de los labios. Sonrió porque, antes de sumirse en el sueño, al mirar las
pesadas cortinas de su cama, recordó inopinadamente que «baldaquín» venía de «Bagdad». Al día
siguiente Léa intervino en la clase de matemáticas tal como había anunciado. La chica les enseñó
inmediatamente el sobre que Ruche le había dado la víspera. En él, una ficha en la que había escritas
un par de líneas: Perrette Liard tiene, como dice, «2 + 1 hijos». Dos mellizos y uno suelto. La suma de
edades de sus hijos es de 43 años y la diferencia 5. ¿Qué edad tienen los chicos Liard? Jonathan y
Max miraron con estupor a Léa y estallaron en una gran carcajada. Max agitó la mano: -Sea como sea,
no es de mi nivel. Aunque no se desinteresó del problema, como parecía. Sacó una hoja de papel y un
lápiz que tendió a Léa. Se había entrenado en el instituto por la mañana: -Hay tres chicos Liard y dos
edades. ¡Bien! Y hay dos informaciones. Es un sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas.
¡Fantástico! Primera incógnita, las edades de Jonathan y la mía, que son iguales. -¡Menos dos minutos
y treinta segundos! -saltó Jonathan. -¡Quisquilloso! -soltó Léa con desdén-. Edad que llamo x. -¡Lo que
buscamos es la cosa! -habló Jonathan parodiando a Jwarizmi. - La segunda incógnita es la edad de
Max, que llamaré y. Primer dato: la suma de las edades de los chicos Liard es 43 años. ¿Y? -Pues «x
+ x + y = 43» -dijo Max. -Segundo dato: la diferencia de las edades es de 5 años. Luego... -«x - y = 5»
-formuló Jonathan con aplomo. Léa escribió las dos ecuaciones una debajo de la otra: 2x + y = 43, x-y
= 5 -Son dos ecuaciones con dos incógnitas -explicó mientras escribía-. Ahora aljabralizo como una
loca y muqabalizo como una bestia. -Se puso a garabatear-. Reemplazo, sustituyo... x = y + 5, por tanto
2 (y + 5) + y = 43, por tanto 2y + 10 + y = 43 -Quito 10 de cada lado y obtengo: 3y = 33 -¡La edad de
Max es, exactamente, 11 años! -exclamó Jonathan. Max asintió, admirado, Léa, embalada, siguió: -Y
puesto que «y = 11», y «x = 11 + 5», mi edad y la de Jonathan son 16 años. - Agarró la cabeza de su
hermano y la agitó para forzarle a confirmar la edad. Comieron sus bocatas. Max reflexionaba
preocupado desde hacía unos instantes. Por fin se decidió a hablar: -Algo no me cuadra, pero no sé
qué es. ¿Por qué has escrito «x - y = 5»? - Porque la diferencia entre tu edad y la mía son 5 años -
contestó Léa. -¡Ah, es eso! -Y se sobresaltó-. ¡Mira, Léa! Cuando escribes «x - y = 5», no expresas sólo
que la diferencia es 5, dices, además, que los gemelos son mayores que el suelto. - ¡Es verdad! -
¿Cómo lo sabes? Ruche no lo ha escrito en la ficha. ¿Quién te dice que el suelto no tiene más edad
que los gemelos? Léa se quedó pensativa y miró a Jonathan: -Tiene razón. Es el caso del valor
absoluto -. La chica no resistió el pasarle la mano por el pelo-: ¡Vaya con el niño! Max rió satisfecho. -
¿Qué cambia eso? -preguntó Jonathan. -¡Ahora verás lo que cambia! -Y Léa volvió a la hoja de papel,
tachó «x - y = 5», y escribió «y - x = 5». Bajo la atenta mirada de sus hermanos rectificó. Duró más
tiempo que la vez anterior, y no la perdieron de vista un instante. Al cabo anunció: -Max tendría 17 años
y medio pasados, y nosotros, pobrecitos, sólo 12 años y medio. -¡Sería estupendo, -aplaudió Max.
Ruche no estaba en casa. Lo encontraron en el colmado de Habibi. Al darle el papel que había escrito
en el café, Léa le contó cómo habían resuelto su enigma algebraico. También le reveló la existencia de
la segunda solución. Él se sorprendió y se sintió un poco culpable por no haber pensado en ello, pero
ya daba igual. -Hemos usado los buenos viejos métodos de su al-jwariz... «Es verdad que es difícil de
pronunciar», se confesó la chica. -Abu Abd Allah Muhammad ibn Musa al-Jwarizmi -dijo Habibi que se
acordaba del nombre entero y le propuso-: Oye, Léa, vienes a la tienda por la tarde, cuando no haya
gente, y te doy cursos de pronunciación. -Gracias, Habibi. Pero en el instituto estudio inglés, español e
italiano, y... La cara de Habibi reflejaba su desolación. -Después de las vacaciones, no te digo que no
-propuso Léa.

han pensado en los Tres Problemas de la calle Ravignan -le dijo Jonathan a un Ruche estupefacto.
Aunque no son de la misma índole. En absoluto. Ruche bloqueó las ruedas de su silla. -¿Qué queréis
decir? -Que las clases de soluciones son muy diferentes. Para el primer problema: «¿Quién es el fiel
compañero?», no hay más que una incógnita, EL fiel compañero, y se trata de desenmascararlo. En el
segundo: «¿Quiénes son los tipos que tenían negocios con Grosrouvre y debían ir por la noche para
hacerse con las demostraciones?», se trata también de despejar la incógnita. Excepto que hay muchas
y no sabemos cuántas. De hecho, hay que contestar a dos preguntas: ¿cuántos? y ¿quiénes? Para el
tercer problema: «¿Cómo murió su amigo, accidente, suicidio o asesinato?» ... - ¿Qué amigo? -les
interrumpió Habibi-. ¿Tiene un amigo que ha muerto? -Ya te contaré -le dijo Ruche. -Para este problema
-siguió Léa-, las respuestas posibles ya las conocemos; se trata de saber cuál es la buena. Dándose
cuenta de lo que acababa de decir, rectificó: -Quería decir cuál es la respuesta correcta. Sin embargo,
el cuarto problema es totalmente diferente: «¿Resolvió Grosrouvre las conjeturas que dice haber
resuelto?» Ahora ya no es cuestión de identificar a quien sea, sino de contestar sí o no. También se
puede contestar que ha resuelto una de dos, pero no cambia en nada la naturaleza de la respuesta.
Vocabulario
Perspicaz: [persona] Que es capaz de percatarse de cosas que pasan inadvertidas para los demás.
Axiomas: son verdades incuestionables universalmente válidas y evidentes
Dislocado: (dislocar) Sacar un hueso o una articulación de su sitio
Dilató: (dilatar) Hacer que una cosa ocupe más espacio del que ocupaba
Granate: que es de color rojo oscuro
Desdén: Desprecio o indiferencia con que se trata a una persona
comisura: Punto de unión de ciertas partes similares del cuerpo.
Parodiando: Imitar los gestos, la manera de hablar o las actitudes de una persona, de forma burlesca
Bocatas: Bocadillo de pan relleno con un alimento

1. Ruche compara sus manos con una balanza para demostrar que:
A. Las igualdades no existen
B. Si se rompe el equilibrio de la balanza ya no hay igualdad
C. Las matemáticas solo tratan desigualdades
D. Existen muchas maneras de demostrar los procesos matemáticos

Sin la igualdad no habría matemáticas. - ¡Ni República, Ruche! - ¿Por qué los jóvenes creéis que
hay igualdad en la República? -Déjenos con nuestras ilusiones. La igualdad de oportunidades
es para quienes tienen oportunidad, ya lo sabemos, pero la buscamos igual.
2. De lo anterior se puede concluir que
A. Los personajes del cuento no les gusta la igualdad
B. Los jóvenes del cuento sueñan con tener una república donde haya igualdad de oportunidades
C. A los jóvenes les gusta las matemáticas porque tiene igualdades
D. Las igualdades sólo existen en los libros de matemáticas

3. Del texto podemos deducir que Léa era:


A. Una orden que daba Ruche para que los jóvenes leyeran
B. Una profesora de matemáticas
C. La hermana gemela de Jonathan
D. La hermana menor de los Liard

4. “Al darle el papel que había escrito en el café, Léa le contó cómo habían resuelto su enigma
algebraico”, la palabra subrayada hace referencia a:
A. Un problema algebraico que dio origen a un sistema de ecuaciones
B. Un personaje que descubrió el algebra
C. Un problema personal que tenía Léa
D. Una misteriosa expresión algebraica que no se pudo solucionar

5. Ruche bloqueó las ruedas de su silla. ¿Cuál es el motivo por el que Ruche estaba en una silla de ruedas?
A. Había nacido con una pierna más corta
B. Se cansaba demasiado al caminar
C. Era muy anciano y se le dificultaba caminar
D. Hacía algunos años había tenido una caída en la librería
6. Del último párrafo podemos deducir que
A. Los jóvenes tienen otros 4 problemas algebraicos para resolver
B. Los jóvenes tienen problemas personales
C. A uno de ellos se le murió un familiar
D. entre ellos hay un enmascarado

7. Léa planteó que X + X +Y = 43 y X–Y = 5 pero Max le discutió y entonces ella planteo Y–X= 5 ¿qué
cambio le da a la situación este nuevo planteamiento?
A. Según el primer planteamiento los mellizos son menores que Max y con el segundo planteamiento
Max sería el menor
B. En el primero los mellizos son mayores y en el segundo Max sería el mayor
C. La situación no cambia en nada puesto que los dos planteamientos dan el mismo resultado
D. En el segundo planteamiento se obtiene que el mayor es Jonathan

8. ¿Cuál método utilizaron los jóvenes para solucionar el sistema de ecuaciones?


A. Sustitución C. Regla de Cramer
B. Reducción D. Igualación

9. Cómo debe plantearse el sistema de ecuaciones si la situación fuera “dos más dos hijos, dos pares de
mellizos y la suma de las edades es 50 años y la diferencia es 5
2𝑥 + 2𝑦 = 50 2𝑥 + 2𝑦 = 50
A. { C. {
𝑥−𝑦=5 𝑥+𝑦=5
𝑥 + 2𝑦 = 50 𝑥 + 𝑦 = 50
B. { D. {
𝑥−𝑦=5 𝑥−𝑦 =5

10. La solución para el nuevo planteamiento es:


A. Los mellizos menores (y) tienen 10 años y los mayores (x) tienen 15
B. Los mellizos menores (y) tienen 20 años y los mayores (x) tienen 30
C. Los mellizos menores (x) tienen 15 años y los mayores (y) tienen 20
D. No se puede averiguar porque falta un dato

11. Plantea un sistema de ecuaciones donde se muestre que la diferencia de edades aumenta igual que la
suma de sus edades y Explica qué sucede.

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