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La Importancia de Las Reuniones en Las Casas
La Importancia de Las Reuniones en Las Casas
INTRODUCCIÓN
“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos
los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor
Jesucristo, abiertamente y sin impedimento”.
Hechos 28:30-31
Una de las razones por las cuales la iglesia comenzó a reunirse en las
casas fue con el propósito de usarlas para reunir a las personas y compartir el
mensaje del evangelio con ellos, tal y como vemos que Pablo hizo en este
pasaje: Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a
todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del
Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento. La principal función de las
reuniones familiares es a evangelización y está íntimamente relacionada con la
Gran Comisión. Cuando pensamos en la Gran Comisión se nos vienen dos
pasajes importantes de la palabra de Dios.
Si consideramos esto, nos daremos cuenta que las reuniones en las casas
cumplen perfectamente ambas funciones, tanto la evangelización como el
discipulado de nuevos creyentes.
1. En primer lugar, vemos que había una reunión en la casa de Priscila
y Aquila, y el hecho de que se mencione primero el nombre de Priscila y no el
de Aquila nos sugiere que la líder de dicha reunión era la mujer: Saludad a
Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida
por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de
los gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa.
2. Vemos como esta reunión en la casa de Priscila y Aquila servía
para recibir a los recién convertidos y que estos pudiesen desarrollarse en el
Señor: Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para
Cristo.
3. Vemos como las mujeres tenían un protagonismo muy importante
en la obra del Señor: Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre
vosotros… Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor.
Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
4. También vemos como Pablo saluda a dos apóstoles que
aparentemente también trabajaban en esta casa donde se realizaban las
reuniones para el Señor: Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis
compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y
que también fueron antes de mí en Cristo. Algunos no logran ponerse de
acuerdo en cuanto al nombre de Junias, ya que para algunos es un nombre
femenino, pero para otros es masculino.
5. Curiosamente, en esta casa también se reunía Rufo, el cual era el
hijo de Simón de Cirene, aquel hombre a quien obligaron a cargar la cruz de
Cristo: “Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y
de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz”, (Marcos 15:21).
Posiblemente aquel encuentro que Simón de Cirene tuvo con Cristo impacto
toda su vida ya que llego a entender que aquel a quien estaban crucificando era
el Mesías, y definitivamente esto sirvió para que el se convirtiera y así llevara a
su familia el mensaje del evangelio.
6. En general, esta reunión que se celebraba en la casa de Priscila y
Aquila servía como un lugar donde se reunían muchos cristianos para adorar al
Señor: Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. Saludad a Urbano, nuestro
colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. Saludad a Apeles,
aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. Saludad a
Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en
el Señor… Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y
a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su
hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos. Saludaos los unos
a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
CONCLUSIÓN.
Las reuniones en las casas tienen un trasfondo bíblico, hoy en día muchas
congregaciones tienen la costumbre de reunirse en ellas, algunos las llaman
reuniones familiares, otros grupos de crecimiento, o células cristianas, y así
sucesivamente. Si observamos la Biblia podemos ver como las reuniones en las
casas de los creyentes ayudan a cumplir el propósito de Dios en su iglesia: