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Diario de un esquizofrénico, 2ª parte.

“El primo”

Por Héctor López García


Prólogo

Cuando quise ser escritor.

En el frenético mundo de los capitalistas, donde sin dinero no haces


nada ni vales nada.
Todo el mundo quería luchar, memorizar poniendo codos, estudiando
alguna rama o materia que le pudiese colocar en un buen puesto de
empleo que le motivase a madrugar y trasnochar, para trabajar en un
puesto de 6 a 12 horas diarias para poder pagar un lugar donde
dormir, comer, asearse y conectarse a internet, compartir con amigos,
etc. Para viajar, para la ropa, para el trasporte cotidiano, etc.

Yo he laborado en distintos sectores comerciales, así como la


hostelería y la viticultura. Algunas veces me manché las manos
limpiando coches y vaciando para limpiar bodegas o almacenes.

También me gusta mucho la música, toco algunos instrumentos y tal


pero la música está muy infravalorada. Es prácticamente gratis y difícil
tener un contrato o algo parecido que te mantenga un sueldo base de
tanto dinero al mes.

Yo, desgraciadamente, o como a mí me gusta llamarlo, tengo el don


de la esquizofrenia.

Esto significa que todo te lo sugestionas, toda la información, la


reflexionas y le cambias las perspectivas para sacar nuevas y
confusas conclusiones. Y lo peor de todo es comentar con otras
personas las conclusiones, porque ellos no las entienden y derriban el
mundo nuevo y frágil que has creado con mucho tiempo pensando y te
lo derriban con mucha facilidad.
Generando frustración y sentimiento de inutilidad. Vamos, que me
siento a veces bastante inútil. Ese sentimiento de no entender para
que existimos ni el por qué. Pensando que mi nacimiento has sido una
prueba de supervivencia para ver cuantos años duro o soy capaz de
vivir en plena felicidad, disfrutando ser quien soy.

Es muy difícil vivir así porque las personas somos muy diferentes
entre nosotras y con un sentimiento frágil que nos debilita a sentirnos
absurdos en cualquier momento. Provocando nuestro aislamiento
social y disminuyendo las ganas de vivir plenamente y feliz.
A parte la competencia y la lucha social de las personas que no
conocemos y que diariamente comparten nuestras vidas, la gente del
trasporte y las vías públicas, incluyendo a los compañeros del trabajo
o de los estudios, los familiares, etc.

Personas que como uno mismo, están en la misma condición. El tema


es el apoyo social de sus seres queridos, si usted tiene esto, es muy
difícil caer en depresión. Pero cuando esto falla constantemente,
digamos que entras en modo de auto-curación y aprendes a vivir con
cuenta propia adaptándote a los medios y a las circunstancias así
como vengan.

Yo decidí ser escritor, alguna vez en la vida.

Uno es lo que hace, y si es así ahora mismo soy escritor por estar
escribiendo. Otra cosa es que me gane la vida escribiendo. Que yo
sea capaz de escribir constantemente para conseguir unos ingresos
constantes cada cierto tiempo. Y no solo escribir bien, sino escribir
cosas que a las personas les pueda gustar para seguir vendiendo más
y más libros.

Yo quería ser escritor a los 60 o 70 años cuando mis extremidades no


me permitiesen hacer grandes esfuerzos o largos viajes.

Pero vista la situación actual en la que estoy y tal y como están las
cosas a día de hoy (a 03/06/2023), me veo obligado a empezar cuanto
antes para que a esa edad ya tenga una experiencia digna
escribiendo y fama suficiente para poder subsistir de la venta de mis
libros.

He decidido escribir este libro porque me parece que tengo una vida
muy interesante, que puedo explicar y resolver, algunas cuestiones
para quienes ya me conocían de antes tanto como para los que no me
conocían.

Creo que soy un chico con mucho sentido del humor, que sabe
tomarse las cosas con calma y no tiene prisas por nada.

Espero que disfruten este libro como yo trataré de disfrutar


escribiéndolo. Sean felices.
Todo comenzó, …
Cuando la tarde languidece renacen las sombras
Y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
Hechas tristón canción de amor de la vieja molienda
Que en el letargo de la noche parece gemir.

Disculpen por este fragmento de la canción del trio de los panchos,


pero es que me parecía una forma muy graciosa de empezar el libro.

De una forma autodidacta aprendí que para escribir bien, primero hay
que leer mucho. Pues yo creo que leo lo suficiente. No hay blanco o
negro en el mundo de la literatura en plan, leo o no leo. Sino que hay
un sinfín de colores que destacan de 0 a 10000 el nivel de lectura que
tenemos. Bueno pues considero que leo lo suficiente para poder
escribir, entenderme y que me entiendan. Requisito fundamental.

YO puedo tener una maraña de ideas en la cabeza y no saber


colocarlas en línea a línea para una correcta redacción y ya no poder
ser escritor.

Yo creo que se expresarme por lo menos.

Van a notar que uso mucho el artículo personal “YO” y es porque este
libro habla fundamentalmente de mí y de las historias que me suceden
o me sucedieron, agregando una pizca de exageración a veces,
mintiendo un poquito. Pero normalmente cuando miento lo digo.
Y es que a veces cuento unas verdades tan increíbles que no me hace
falta inventar historias para entretener a nadie.

Como dije anteriormente, soy esquizofrénico, no voy a repetir lo que


significa pero si diré que es la chispa adecuada para prender a esta
historia ese tipo de contenido entretenido que te pueda mantener en la
lectura.
Este libro es la segunda parte de diario de un esquizofrénico porque
cuando me diagnosticaron la enfermedad por allá en 2006, me
recomendaron algunas lecturas y entre ellas el famoso libro “diario de
un esquizofrénico” y de aquí saqué la idea para el título de mi libro.
El libro estaba basado en las anécdotas que le sucedían al personaje
protagonista en cuestión con el que yo me sentía bastante
identificado, contado en primera persona.

También leí algunos libros de autoayuda muy buenos que me


enseñaron a ver la vida de otra manera, como por ejemplo: “EL poder
del ahora de Eckhart Tolle”. Muy bueno este libro, te enseña a respirar
y a tomarte las cosas con calma, para que no te creen situaciones
complejas de ansiedad, nervios, histeria, etc. Situaciones a las que
uno se enfrenta en el día a día y fortalecen o destruyen nuestro bien
estar y nos mantienen en vigilia constantemente.

A mí me ayudó bastante. Porque yo sufría mucho de ansiedad,


nervios, vergüenza, depresiones, etc. En una cierta época hasta que
me leí el libro. Me ayudó a dar un brusco giro a la vida y por ello lo
aconsejo, por puesta en práctica y auto demostración comprobada.
Divina experiencia.

Hace poco descubrí la existencia del día del orgullo loco y fue este día
el que se me ocurrió rotundamente escribir libros de unas 150
páginas.

Este libro dice mucho de mí para que me conozcan y sepan más o


menos cómo soy.

Pretende ser el primero de una larga historia de libritos.

Con una mente desarraigada de una realidad tangible e inmodificable


entendí el idioma de los árboles y le puse nombre, se llama arbolés.
Un idioma emocional que no hace falta hablar para entenderlo,
solamente sentir sin miedo lo que piensas para transmitirlo de alguna
mágica manera, llamada la telepatía o transmisión de mensajes con el
pensamiento.

De pequeño tenía ideas o delirios de grandeza como pensar que algún


día yo sería el descubridor de la explicable telepatía, entres otras
muchas cosas.

Cosas que la gente niega la existencia o simplemente lo ignoran.


(Como poder volar, existencia de los extraterrestres, poderes
psíquicos como la telequinesis o la piroquinesis, telepatía, etc.)

Me sentía como un científico loco que pretendía cambiar el mundo


siempre a mejor y sabía que podría muchas veces resultar un
personajillo muy gracioso.
Cuando entré en la universidad empecé a indagar por raros libros,
algunos relacionados con psicología y psiquiatría de manera
autodidacta y fue como entré en el mundo del lenguaje no verbal ni
escrito. El lenguaje corporal.
Fue así como empecé a pensar que entendiendo los movimientos
corporales de la otra persona podrían ser modificados por uno mismo
añadiendo casi automáticamente una frase que expresase la mente
del otro, hasta tal punto de saber o intuir qué es lo que piensa en cada
momento.

Incluso llegué al nivel de sentirlo a distancia imaginando lo que hacía


mediante la información que conocía sobre determinadas personas.

Por ejemplo, si ayer un amigo trabajando de cocinero, se quemó la


mano y hoy trabaja otra vez, pues imaginar que está en el trabajo
medio nervioso medio tenso, deseando no quemarse y pensando en lo
que hacer al final del trabajo, simplemente por conocer a la persona.
Pero bueno, es un claro ejemplo de la intuición a distancia de los
sentidos y los sentimientos de otras personas. No quita que esté
equivocado o no. Pero es un ejemplo a lo que quiero decir.

Quiero avisar de que tengo una familia enorme por la que siento
además de admiración por muchos de mis familiares un sentimiento
de cariño que me empobrece no poder disfrutar de ellos por el
simplemente hecho de vivir en islas diferentes, porque yo vivo en la
isla de Tenerife y la mayoría de ellos están en gran canaria. A unos
150 km de mí. Distancia acotada por el océano atlántico.

Ellos también me quieren y lo siento no poder explicarles bien lo que


siento ahora mismo. Pero que sepan que me han motivado a escribir
estos libros para estar más cerca de ellos.

Porque siento que el destino nos ha querido poner a prueba con esta
línea azul de agua que nos separa, para ver cuánto capaz de fuerte es
el cariño para tratar de acercarnos y sentirnos arropados por la
palabra familia.

Yo estuve en un año en la universidad de la isla de Gran Canaria pero


a penas tuve tiempo para ver a al menos uno de ellos.
Fue tras fracasar en la universidad por dos intentos y el desamor de
un duro desenlace de amistades y personas a las que quería
muchísimo por no tener medios para seguir pagando la universidad lo
que desencadenó una fuerte depresión que con malas mezclas de
alcohol, marihuana y tabaco con ausencia de deporte se desencadenó
una fuerte enfermedad mental diagnosticada por un supuesto
profesional de la psiquiatría.

Tras el diagnóstico y la medicación que supuestamente me ayudaría a


sentirme mejor, empecé a emparanoiarme con los deliriosos
pensamientos y el constante sentimiento de sentir que en todo
momento se podría saber lo que yo pensaba y esa idea no me
gustaba nada.
Me negaba a pensar y conseguí grandes brotes incómodos por
ausencia de pensamientos en mi cabeza.
Recuerdo que solo me gustaba dormir, los sueños que tenía eran
bastante lúcidos y agradables al contrario de la triste realidad que me
acababa de catalogar en una casilla muy chunga para la sociedad
como la de enfermo mental.

Yo no sabía muy bien lo que aquello significaba ni lo que me iba a


proporcionar en la vida.

Probé estudiar ramas diferentes en ciclos de formación profesional


pero la constancia me era imposible y madrugar para ir a clase me era
más imposible todavía.

Por eso mi padre se enfadaba constantemente conmigo y yo a veces


incluso le deseaba el mal y la muerte y me hacía sentir muy culpable
hasta el punto que un esquizo día pensé en suicidarme pero gracias a
las autoayudas de libros y películas conseguí avanzar en la vida con la
condición de la curiosidad. Que me mantuvo en vilo hasta ahora
creyendo que tengo y que me espera una vida muy emocionante.

Lo bueno de todo es que a partir del año 2015 empecé a tener


ingresos pasivos desde el estado gracias a una ayuda económica que
me daban por tener una enfermedad mental.
Además me contrataron para ser recepcionista en un aparta hotel del
sur de la isla y empecé a hacer nuevos amigos con un piso de cien
metros cuadrados que alquilé por literas a varios chicos, algunos
extranjeros y extranjeras también.
Me dieron un préstamo para comprar un terreno y al final compré un
barco. Estudié para obtener la licencia de patrón de embarcaciones de
recreo con extensión a veleros de hasta 25 metros de eslora.

Y esto y muchas cosas más después de recibir el certificado de


minusvalía.
Antes de esto trataba de aprobar ciclos formativos sin recompensa
alguna más que la de dormir y vivir en casa de mis padres con todo
hecho, comida, lavadora, plancha, sábanas, compra del
supermercado, etc.

Fue sobre los 30 años cuando el hecho de tener aquella enfermedad


me permitiese tener una vida bastante emocionante.

Trabajando en la recepción en turnos de noche, conocí a muchas


personas interesantes como un polaco medio alemán que tenía su
propia empresa en internet y trabajaba con su ordenador portátil en
donde obtuviera internet.

Este chico me contrató para traducir del inglés al español sus páginas
web y por conseguir a un chaval de Alicante que pudiera traducirlas
del alemán al inglés.

Incluso unos días de visita por Alicante hablé con él y pasé una noche
en su casa, vimos Alicante en moto y me invitó a comer. Una maravilla
de persona.

Pocos años después me notifican que se muere de una rara


enfermedad, luego yo encendí una vela en el lugar donde estaba
cuando me enteré.
Y lo malo de todo es que el préstamo jamás lo pude devolver porque
dejé el trabajo una noche yendo a currar en coche, que casi me quedo
en volcado en la carretera por un disgusto que me llevé por quedarme
dormido. Fue entonces cuando decidí dejar el trabajo y esforzarme
para ser autónomo.

Con mi barco y mi piso, pero el barco lo tuve que vender porque


empezaron a caer problemas económicos por muchos motivos, por
grandes gastos sobre todo.
El piso lo tuve que devolver porque habían muchos ruidos, malos
olores, por quejas de los vecinos, etc.

Día 1
“Trabaja mucho y ganarás mucho tiempo”. Hoy filosofando con mi
compañero de piso le dije que si esta frase fuera cierra los que
tendrían mucho dinero son los que cargan bloques y amasan
cemento. Pero yo diría que la frase más correcta es la de estudiar
mucho para trabajar menos.

Un médico o un psiquiatra privado te atiende en menos de 20 minutos


y en menos de una hora te dice lo que tienes, te manda medicación y
te cobra 60 euros. Un obrero para ganar 60€ tiene que trabajar más de
9 horas, de 7 de la mañana a 4 de la tarde, con su bocadillito de
mortadela y una cerveza.

Este mundo está loco.

Tengo un tío que también vive en gran canaria que me conoce desde
que nací. Pero no sabe nada de mí en realidad, bueno… lo de la
enfermedad mental y que he estudiado en la universidad sí, pero no
sabe lo loco que soy.

Día 2
Hoy he ido con un amigo a probar las pizzas del Domino’s que hacían
una oferta tipo buffet que pagabas un precio y te comías todas las que
podías.
Pues nos pedimos dos pizzas y primero, tardaron un montón en salir,
segundo fue que en el primer mordisco me veo apurado y sin oxígeno
para continuar y en lugar de salir a coger aire preferí echarle una
bronca a la dependienta por no haber oxígeno y he tenido que pagar
más para poder llevarme las pizzas de aquel lugar insoportable de
voces y sin oxígeno.
Yo no soy escritor por vender muchos libro, sino porque los escribo,
ahora mismo estoy escribiendo uno. Pero poco a poco y sin prisas.

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