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ISM Este obra de Eugerie Linn es una seria y pro funds Investigacion ce lag fuentes historias y de multiples contorfos del encuentro politico-es- ‘0 que, entfe el riarx’emo y el modecnismo, 161 se ptodujo én Alamatia desde fos dhimos afes de 1 Ropdblica fe Welirer hasta fa segunda Guerra. entra su-atencién en tas obras de cuatro de las principales protagonistas de ese en. ‘cuemtro: George Lukes, Bertolt Brecht, Waiter Benjamin y.Theodor Adorno: Los cuatfo propés tos fundamentales de la in- vestigacién de Lunn son, segin é1 mismo tos" enuneia, los siguientes: {Contiibtir a un enten gimiento més time éel papel central det moder~ ‘hismo estético en el renaclmiento de una teorla jeléctice marxista ‘occidental’ desde los afios “yeinte; explorar lot variodades dela cultura euro: pea de vanguardia entre 1860 y 1930 como un tema ge interés seric para,los historiadores inte- ectuales de I Eutoza del Siglo XX; anelizer cua- confrontaciones especifigas entre el marxismo Day al modernisme qué han sétvido para bendiitier AT cada uns de esas'tredicioned? por vitimo, apor- tof nuevas perspectives —sdbre todo de natura- foza histérice ~ sobre ld obrg de Brecht; Lukées, } Benjamin y Adamo, y ts'elaeiones @xistentes en- te estos autores..% ot Libro fundamentelpara cériionder un momen. toventral del pengeniento y del arte occidental del 1. ufsigie XX. Morx/simo./ modeinismra’sa datiene en iz “particular en tas coirisntes diversas, histéricamen- ; tecohdicionadas, deestética, fi tities abserbidas'borlos cuatro Sutores de que se 1 ocuna} yer et exemon de fos diferentes ncleos/ ‘0 formar d’¢ada uno: Berd LUNN MARXISMO Y MODE 3 IGEN El AX me a eae ee Lakes (1695-1971) ees CAN MODERNISM¢ 5 ox DE LUKAS, BENJAMIN Y ADORNO- EUGENE: LUNN! MARXISMO Y i i UNESTUDIO HISTORICO EUGENE ‘LUNN C ipa. Gepetete. ae Fond MARXISMO Y MODENISMO Un estudio histérico de Lukies, Brecht, Bynjamin y sdorno “Vraduecitin de Enuanoo L. Sudnee FONDO DE CULTURA ECONOMICA axice Primera edicin eninglén, 1962 : Priner Alida en espaol, 1990 ‘That origina: Marin end Modernism, Ao Yisariet staty of Lvhse, Been, Benin an Adotva © 108e, Regents of the Unfenity of Califo SDN Os2006254 Pabiieade por Unierdty of Callomia Yew Berkeley D. R. © 1086, Fosse oF cutrens Bandana, 5.8: we C. Avs dea Univesdau 995: 0910 Meco, By F ISBN 968.16.2207. Impreso en México A Dowwa, Racnet y Beyyascs RECQNOCIMIENTOS Quiero ‘cxpresar mi agradecimiento a los siguiente; ‘colegas del De partamento de Historia de Ja Universidad de California, Davis, por Toe dtiles comentarios sjue me formularon sobte las versiones prelimi: nares de algunos eapitilos de esta obra: Ted Margadant, Bob Resch, Bal Hagen y Roy Willis, Zn una etapa, posterior de la preparacion. del manuserito, Russell Berman, Paul ‘Thomas y Mark Poster me Drindaron su ilustrado apoyy y varias crtieas titiles. Sin embargo, ten go la mayor deuda injelectyal con cuatro pertonas en particular. Mi mentor en Ia escuela de gradundos, Carl Schorske, me mostré In forma cn que ¢1 historiador puede interrelacionar 12s ideas y In rea lidad social mediante’ la biogratia intelectual. Martin Jay, quien ha gerite extensamente acerca del marxismo occidental, leyé mi max fnusetito con gran cuidado y me hizo numerosss sugerencias,perspica- fes pata su biejoramignto. Una versiGn anterior de las secciones que se ocupan de Brecht ¥ de Lukics fue objeto de Ja atencién meticulosa y profinda de David Bashsiek, editor de In New German Critique Por ultimo, mi esposn Donna Reed, especialista em [x literatura ale mana y en literatura comparada, ha participado en este proyecto desde gn iniciacign hace un decenio. Muchas de las ideas centrales de esta ‘obra adquirieron su primera forma y direceidn gracias a [as innumersx bles diseusiones que hemos sosten'do sobvee Ta literatura y 1a estérien europeas modemmas. —? hoes Py INTRODUCCION ss de los ailos sesents, George Lichiheim, e! agudo historiador el marxisma y de la Europa det siglo 3%, escribié: La Alemania Occidental de hoy, al revés de Yo que oeuree con su vecing Oriental al otro lado del muro es on Ingar de Zonnién del mancino el modernism, Este encuentra se habia iniciado ya en los iitimer alot de Ia Republica de Weimar y, de no haber ocurrido la erupcisn cx tastrdtica de Ia contrarrevolueiSn y la guerra, podria haber establece do ef tono de la ite intelectual en el conjunco det pals EI libra que shor presento es wns s dz este est ds firme a recepeidn y su analisiseritico— en cf renacimiento de reorin dialéctica marwisea “occies veinte: isis se ha fragmentado hasta ahora en gran medida entre Tos etcos de Ins divers artes como wm tema de interés serio para los historiadores intelecusales cuatro a que sn servide para beneliciar a cada vna de estas tradiziones (uno de los cuatro autores, Lukscs, realizd ta critica en una sola direc: ion, raz6n_por Ia cual especialmente st enfoque): y rater histée rics] no, ¥ fas rela ciones existentes entre estos autores, considerados como grandes fi gueas de In vida cultoral e inteleccual de Europa en este siglo. 6 eludie mi propia ambivalencis hacia et . aunque eo que ambos constituyen una Por el con tario, he watado de ucilizar posit'vamente las ventajas potenciales de esta actitud doble, Enumeraré aqui brevemente, a reserva de si * Goospe Hiehthein, From Mare to Hegel (Landes, 171), pe 190 " 2 INrRopuccion 2 fondo, algunos de los puntos fuertes y debi. exaimen posterior més Fes de las dos tradici eenjuncign, Quied sea convenien Tacia et cs capitalistas de la opresign juan 9 ncene fondenca (em algunas de las ce Pesteriores de Mars, wy Aeentuadh por hy “ertadesi” Songccuente) hacia una teria de "des son rela como un “sefijo” de pres sociales Ila ‘objetives™. La contiene algunos ingredien, dare tng Puteden ayudara Ta superacion deen Problemas (ingrecientes peso a cae? 88 propio Mars, como recon” en el capitulo 1 esjppemmenide ausentes en Ta obra de me “seguideres"), tales come: : lei gue un Le sensitive pouista Gx Sus téeminos historicos y esidiesy fing AatO: Por ejemplo, un culce arinee tne del arte hermetic 8 an oecrencia de una “condicién humaee Formma he? ieesantemente repetitive de seein recurrencia; y una ile revueita cstrechamente cultuss ue facili Ip absorcidn del “or 18 publicidad 0 el entretenimmiente “chocante” Para Tos ries. (EI. enfoque ahistérica © intemporal, és de estas controntaciones (entre 5 entre Benjamin y Adorno por is lard hhincapié en el ‘ocedimiento no es sélo Sbrppiado para la forma de relacién routes £7 ue sus pensaniientos Saseematen y eristaizaron a menudo. le ‘umerosas.interacciones atte de cone 198 cuatro pensadores constiusne os aspecto fas e eon comparado de los cuatro ae Proveert i unas Por encima de Ia visién inevicrblemene fits de eada uno de elles, eiluminey gran diversidad de en. foques marnistas plausibles de Ia cular modernista. A su ver, estas cate yactenes #6 elucidarsil a menudo made slertos.conteastes Hsmo, Propios movimientos modernistas ex particular el simbo. Lame, el cubismo, el expresionismo y sek Sucesores més recientes), dos cee Megara al marxismo séio despues ae haber sido reffnados ras de desa- cuyas expe- de una esté- 4 rsrropuccios venquenttos” tbriens. (Ba realidad, Benjamin murid en 1940, y Browkt emgeg), He aludido a aigonas de las pind entes en 1950). Fe aes despues de 1950: ambos ero OY productives de Adore 7 re en 1960 y 1971 respectivamentes 7 rhe descubjerto tt eeparersn al dgrpismo contenigos 0 fobra posterior € ce ne ees oS onion £1 oe eee desc Hados antes de 1950. os andra aclarar desde ct principio. ofe cuestién importante: peseettpore que oro intelectual mange 46 envergadura, ree pen, merece ser considera tam as paginas. Bioch fae an defensor i i ‘contra. las reticencias fs des en Tos aos weinta, y sus vo obras sobre este tGea se vieron influides por premisns Tmodernistas. Pera 10 1 teerhd ea atencién en el modernise, esrralld. un anslisis concen Ge al movimiento, Mis Bien, a0 Ce ‘clucidar aspiraciones sensieas en un conjunes may ampli el 2 ‘mundial durante Yos Ue ucapicas em Dilenios. Aunque he hecho referenc * algunos sspectos Himes ree de 5a obr2, no lo he ineltido come pilae importante, relevanes de eave warbien he cebido 2, cues selectivo, sobre todo, Peja ya masivo de Macrisles 0 rmarxismo Y el ena det ir gabe ‘os cuasTo surores QUE Geet incluir. dere Ig dein mens Heraura exis hora sobre Lukes, er eeesin y domme, sus ceoetan angi Than. examinado Brecht, Benjcion ls esperiencias strlen COTE que of con ctu obras respectivas, Ea cambio, oe fetudio subrayari 135 aren 50 Gera, Hatrienmente condicionsdsy ie extétia, filoso core Gyin. politica absorbidas por ester STAT ‘Examinard Yos di fin y reer es uraanes. que aguaron, 2 FOr adn uno de wee aiMett, Bevin, Mosc, Paris «Vien los afios_ inte). hos patie con eva su Teneo’ TT raconteeimientos ders porcancs tales wufo 1. primers, GAS ‘Mundial, 1a Re: ran imporcancio N64 eania nant y 1a Rusia stint in todo. juicio 50° in ‘cuerpo de andtisis bre Jena propia suas. Tambien Uae Ae ‘Gc aplicar 8 Jot pen Y uci Pee e histéricos el enfoque Wistérico gue Noe alientan 3 axrropucetes! wi O omar hacia las obras de actes GO embargo, este enfogiie no tiene Gqae ser igual al d= puestics in) Results curiosa Ta frecuencis SR que se ham teatado tas ideas Morreivas en ana forma abitorice nate Sedrd cite cesde ob peinciig 22 jmpor influyeron sobre el 2 fe varios pensadoret idependientes bac fas investigaciones precursor ok mm grar mentales “cosificadas” <2 fina sociedad mere ricoanalitica por el Inst io de Frankfort, o Ta arencifn, P “Angonio Gramsci a 1a tito Creonia” cultural de 1s cle, Tn Oecidente. (podria near oaros ejemplos comados i 138 sgpiat de Karl Korsch, Ernst ag iihelm Teich, Max Harkheinne ierbere Marcuse, © Brecht Benjarain y Adorno) fits era Wh SP principal de 1 corriente Benjorics accidenat”, como se Ne Hema, ON rnoeaba con 1a ortodoxit vimeordemécrata y comune. Y GBS Meat en Alemania eo él SSeiodo de 19281038 y Tuege, re ‘on exiliados inteleetuales de 10s Peet Je en este conjunto de estos PAD Tconocidos basta 1959 arco, pero incensamaene nos “seapuée— donde se logré se Soren 12 Epoca de Hider Sealine Sen creativo y nada down: Jor os problernas 9 Has imadecticions® wie Ta tears marxista clic 0 ee or foros centrales de ea cOTseNT fle pensamiento, ¥ 50 aude una de sus principales resliscloney fre ek anatisis y la recenelgt dace ey. le liceratarasmnogernos gs Tecidente desde fines del 5. ural @ ideokigico del marci al ha oot permane: nance de sapcepjercide una axcseci PEE) Y in sequess y civesidad de BE Brass hae ica y sul que evaiguers 6 inTROpUCEION urn deatro de Is herensia cfsica del materialism histrieo, puede Gern PUT IE gonancia colectiva ands permanente de esta tradicién? Densto de este conjunie, eta Anderson fa comunicacion y Ins tek Se eee entre Luvies, Brecht, Beajamin y Adomo como alge Gees no de los debates centrale en el derollo cultura dh se erent”? (adem, yo divia que consttuyen une de 10s et ghuades del pensamiento cultsal del siglo sepreay at uno de los atractivos de este fn Conjunto.) Henri cuerpo de ideas jeuyen una bue eeeeetuewan pura et esuidio siguiente de lag confrontaciones di- fs enue ef marsismo y el modernise. seatigns on Western Morsiim (Londser, 970 ps 78 deren, Con 5S ibidy p76 eee eas Morsit Bastar (tea, N. Yo 188. pee BS Sites Prisccta PARTE LAS ‘TRADICIONES - i 4 \ 4 7 P \ L-EL ARTEWWEAISOGIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE KARL MARX Minwraas subrayzba_ Por lo tence, os nescin tias de Mars, Jo que le gustaba y por qué razén, sino el “campo de relacién” que él contemplaba entre el arte y o1vos aspectos del prom eso socin! total. Sugeriré también Jas implicaciones pars el anilisis iatico y cultural de algunas de las direcciones principales de sur capitulo conclwirs con un i el pensmiento de Marx y algunas de las corsientes principales de la teorin social y culzural europen de los sigios xvi y x1x. Sélo plane teando lor interrogantes en este contexto tin amplio podremo: evaluat ef legado marxista que habrian de extender y reformular, dentro de las condiciones det siglo xx, Lukées, Brecht, Benjamin y Adorno, Marx no desarrollé mumca una “estética” sistemstica. Toda des cripcién de sus opiniones sobre e: arte y In sociedad debers ser una reconstrucciin de pasajes fragmentarios y dicpersos cuyas implicacion nes nunea aclaré por completo el propio Marx. Afortunsdamente, tenemos ahora varios esfuerzos refinados por reunir los principales te- mas estéticos que Marx dejara en gran medida sin desarroliar, y por relacionarios coherentemente con su pensamiento mis amplio.! Sin 15S. Praven, Mang ond World Litentare (Oxlord, 1970: Peter Demet, se, Engels and the Poets (Chicago, 067! MENbail Lh, The Philsoply of Ao) Kes! ‘Mors. (Londres, 1973}, Ia extenss Intrdseién, parculsrmente. ava, de Sx fam Morawai a Mars end Engels om Literature andl At, compa Lee Dasancall y Stan Norunsi (Son Lain 19%), pp. 347: Adela Sinehee Viaquer, re and Society: Eaayr fn Meret desheis (Sutra York, 1973); Hens aren, Meret Estetien (laa, tony ton Eocene Mec of oe Alan Spach (lane © Lis TRABICIONES ‘embargo, fue la posibitidad misma de diversas interpretaciones de las opiniones de Mars, el leche de que sus liness de investigacion en el campo de Ia actividad cultural puedan conducir en direcciones' die rentes, no sistematizadas por &, lo que ayudé a estimular Ja riea Aiversidad de enfoques entre 1920 y 1950 que consttuye el tema cen tral de eite libro. La diversidad de las perspeetivas era evidente, por |jemplo, ex lee variados comentarios dle Marx sobre los. propésites ésenciales dl ate, up tema del que ahora nos ocuparemos. nuccritos de Aunque el marxisme ha legenerado a menudo en una concepcién estrechamente productivista ¢ instrumental de los seres hamanos (a quienes se percibe simple- mente como hacedores de bienes materiales, como ocurre en la Unién Soviética), y aunque s ns a jor haber fa ado esto, 4 van Mésiroy, Mates Theory of Alicnation (Lendee, 16, ep. J: HansDiewch Sn er, Maraitiche Idotopie wnt allgemeine Kunstiheorie "(Tubingn, 19703, Rayaond Wiliams, afarism and Liteeture (Oxtord, 197. 2 The Mors-Engels Reader, comp, Robere Ge Tucker (vera York, 1979), pe #8 2 En Is obra de ia Exuely de Frankfurt, wore qo ea Ja de Adorno y Horheiner, se demeoll en os aos tocnta Una eres de a eantralidad obtldgiea el trabajo fen el pensimiento de Mare, la gue st yela comp algo estechamene Heseumental Slenador del desrrllo de it sucedades tcenoctieas (Véate a Manin Joy, The Distectcs!tnagination: A History 0] the Frankfurt Sehoot ed the Tastitute for Sacat Resare [Bawan, 1073), pp. 37.78 79) La exten ba sido sempliada por JOrgen Hater. ftan quien en to afer genta em el “hetedero agave” de la ob le exo abtore, Habecmar se ha censrada er la neceidad de mador altreativos de ententimienio de Ia auteconsitucign humsna, sobre todo Ta interacciin simblic, comunicativa, 9 ses del lenginj, que no se ovienta eizectamente baci el pracein productive. (VES, Por fjemplo, 2 Jorgen Haber, Theory end Prsctice (oxion, 1873) pp. MEIGS: y Ha Demis Knowledge and Human Iniereis Deston, 1971], pp. 200-26, Ux aeveracion de que th eoncepetn tarvana dct tabajo y Ta. prodvstin excluye talet consider Clones, y ef ettechamente iuirumental y cenecrdtea, e4 por lo menos debalble tng sido steads por Paul Tiomat en "The Language of Real Lifer JOrgen Habermas an the Disiorsn of Karl Marx’, Dicourer Berkeley Journal of Theoretical Studies Jn Media and Culture, 1 (a8 de 1972), pp. 58-35. EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE EARL MARX — 21 1 “EL trabajo es un procese eser be en cl primer volun’ potencialidades que slfemtan en sit Las abserraciones de Marx sobre los origenes del arte rellejaban las tiadiciones de In estética humanista alemana del siglo xviis, aua- que dentro de un nuevo marco muterialista. Especulaba Marx que el ante se desarrolla a partir de Ia fabricacién de objetos de uso por los tabajadores primicivos, pero revela necesidades sensusles Inamanat que van mds alli de Is necesidad fisica* Para EL hrincapi€ sobre tales estructuras significa que, para Marx —y en menor medida | Segin Marx, el arte atrae a los ojor y los oides, no sélo a una inteligencia filesifica, &ien @ polities, a un sentido abstracta ¢ Ja forma.* Mis cercano aqui al “paganismo” clfsico de Goethe y Schl ‘Thomas, “Language of Restate’, pp. 2-98 ERacndsil y Mors, Morgrand Bogie on Liertire hd ety po £% bid, p 5t, 1 Mbit, pp 15.18, : Ypres p20 2 Las TRADICIONSS. lee que a Hegel —quien vio en el arte una'folma imperfecta del co- nocimiento superade por ly filocaian-y Marx insistié ea I imports Giz continua perdurable de la actividad esvéciea para la pena edu Encion 7 emoncipsdn de og sentidos humanos, una Bildung que Solvia Gpecialmeme necerario el deteriord eapitaliea de los descos Irumnanoy hasta elds “posetr” o "tener"? Adeais, exo sefiala une de Jos puntos principa‘es Gel rompimiento. de Marcon el enioque de Fogel hacia Ia refilad contemporints “ Como se abs init en I roll usrsles, luna relacin dialéetica entre el consumo y la produccién cule fe cierto que el pin tide tonal, también produce ese sentido en algunos aspectos? El pine nisia estimula In produccia haciéndonos individuos mis actives y vivaces o.., genermndo una necesidad nueva..." “La produccién no provee s610 un material para Ia necesidad, sino big una necesidad para el material... Pero fen parte porque] €l énfasis neomarsina ex Ja pr manufacuuta de “necesidades falsas” por una economia de consumo en expansi Ia sbilidad negativa}. pero tami cn ol centide ily Sorat, Aare and Engels on Literstore and typ; “Economie and Potoopiie Manuva pe of IHU, cn Mare Engels Reaer, p13, se nln I SSesente destin de Bast en Mors Theory ef leaden pp. 20020) Se The Goundties compe David McCetea (Giers Trt, 19H) pe te 1 Kav Marx, The Gu : abe (sees ont nh, pL Wench nciin le Phe Govnteac or tan Bical “the oat Mare andthe Mas Theory of ater, Sietag ore, cope Dal Wah tony Son Hall (Lone DI). pp LIB EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE KARL MARX 23 Por otra paite, la conciencia que tiene el propio ‘Manx de las repercusiones de la recepcién esperada sobre Ja crcacién, cultural aparece notablemente lar: en su Unico intento extenso de critica literaria: Ia critica que escibiera en 1843 de Les Myuiéres de Paris; la novela inmensamenje popular de Eugene Sue, subraya la influencia ejercida sobre el autor por los supuestos éticos y politicos fel pilicn burgués al que estiba disigida.?® ‘A pesar de toda a sutileza dialéctica que caracteriza la discusién de Mars, no debe sorprendernos que subrayara sobre todo el papel de la produccidn, Esto tiene sentido en términos histéricos: el capita- lisino del siglo Six se desarrollS mucho mis mediante 1a expansién de la manufactura de bienes para los que ya existin una demands, mediante el estimulo de necesidades nuevas, como ocurre ahora. Pero lo que produce la actividad manufacturera humana no serd inevitablemente un conjuato de mercancias que disminuyen al tra- bajador? i anh wg oa fnmerl ie Ma une earn ccrr arr r rrr en ores y ina: imredors rang. a0. ps ecchas mtooes vergacs de In wldad del dieval “es todavia artistica a medias, iene todavia un fin en si misma”; (6 cuando habla en El capital del uabajador que en el capitalismo mo- demno esté privado del “disfrute de este trabajo como un juego de sus propias facultades mentales y {fsicas"."* En efecto, podemos aislar va ios propésitos diferentes, aunque a menudo relacionados, del arte cen Ia concepcién de Mars, entre elles su capacidad para ‘Ademds de tales us In literatura’ , de Tas 12 Prower, Mons and World Literature, yp. 85 y 101. 13 MorwEngel Reader, p- 108 {i arandall 7 Movant Mary end Engst om Literature end art pe 16. 40 AANA € 2 Las TRADICIONES actitades 0 los hibitos de amiento de una elie social; © bien, 1 en sus Frecachtes alusiones a maestros tales como Esquilo, sacidn postiea de Ta vision Mars era sensible a las consideraciones formales que apelan diveciamente a jos sentidos y Jas emaciones tanto como al ntelecto, aunque en sus escritos —no asi en su ocio—P se concentrs mis cn Ja forma como una expresién del contenido. Sin embargo, sobre siasta acerca deb progres cecnoligico en el desarrollo social, el ma- slismo del sigla Xvi, en la epistemologia, y el reatisme literario endante entonces que haya sido (Por supuesto, ésta era una spcidn comin de les inceleccuales alemanes desde Winckelmann y Goethe,"" una perspee.iva que podria warse contra el arte moder nists, como habria de hacerlo Lukes) BalipRERAG, sunque fuese posible hacerlo. El componente clisico de su emiento tamé form: dentro de un marco histérico y dialéerico 1 Seaver, Mare and World Litestue, ye Albi Maynard Solomon, comp, Mersam ay ie and Cmte rs Soe Dn iis de Norawat cp Dasandell y Novaweki, More and’ Bogels om Literature and rt, epecilnente pp. 453% Yeaw timbien 2 Thoma Metecer, “Aeselik als ABDI: theories Eteamntudcorezche Grundlagen der wateriliticken Kenstheore aad daa Restimuspobien fa cen Liteaturwisenshalen”, argument 72 (aiciembre de 1972). Pea Tr Sau, por ejemplo, acehs de ae elieencas del mao Ulosico y ct pensulen to soca, fa intujente obsa de George Lichhelm, Moratim: Creal and 2trist Study @iwera York, 10l}} 7 areca elon contmies Rerarion a Dewe, Mars, Engels fend ihe Poet, aunque cxages ter coutate 13 Vince a BM. Butler, The Tyrenny of Greece over Germany (Cambridge, n> tena, 199, EL ARTE Y Ly SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE RARL MARX 25 donde el deterioro cultural entea en’ tensidn con las mistias fuerzas productivas que pueden generar el avance chumiano. Esta es una car racteristica de su conceptién de la declinacién del mundo griego anciguo —su tesis doctoral de 1841 habla subrayado las innovactones histéricamente ttiles de la époce “egolsta’ de Epicuro—" y de la si- tuacién contemporiniea det siglo six, "Hay un gran hecho... que nadie puctle negat”, escribid 1 propésito de su propia época. “Por tina parte, hin empezado a operar en fa vida industrial y cientifica cier tas fulermas euya existencia flo habela sospechado jamis épnca alguna de Ia Iustoria tn ‘terior. Por otre parte, existen algunos sinto- ‘mas de deterioro que superan ampliamente los horrores de los ditimes dias del Imperio Romano." * Ai ubicar sus observaciones estétieas dentro de un contrapunto de deteriora y avance, ‘Marx evité toda induccién al reposo chisico ¢ toda adoracion de las verdades “cterans” del “modelo” antiguo: en esta farma, las motivaciones humanistas y clisieas de sit pensamiento se convirtieron en un nuevo aguijén para Ja aceidn, aunadas a Ta investigacién histGrica concreta de las contra dicciones det desarrollo histirico. tas precapitalistas del sustento econdunico no estaban libres de cier tos aspects alienantes para el artista, pero subrayS abide por lo menos cierto grado conocimientos comapartides por el artista y su elientels; Litehit, The Philosphy of det of Karl Mors, ppe 23h. © Rast Mare, "Speech at tbe, Anaivenary of the Peoples Paper, en Maren Reader, p. 2. : conve competencia por los beneficios influfa sobre Ja clase de produccién cultural que podia enviarse al mercado. En el siglo xix hubo cierta deshocratizacién de la elientela, nia aumésfern econdmien de una “carrera abietta al ex. jento"y Natsa mayeres oportunsdattes que vantes para. Ia. expresion, individual y Ia Hberacién de la restriccion del grapo inmediato, pero tales oportunidades eran a menudo ilu n vista de Ia necesidad de respec 1osceuos del mercado" Maisidgwio aqui la exéten de Hegel por cianto eon todo sit avanee progresita sobre Tes mo In poesia), je. la mecanizacion de muchas for mas de Ia accividad humana y Es tipo de argumentacién un Sentimiento de violaetin | una concepcidn cesarzollada. en ¢ Marx de ln al midico. al abogndo, al sacerdute, al poeta, al cien- titieo, “3 by tuna de las formas de a apoteosis rominciea de las artes como algo que se coloca muy por encima de Ja realidad material—, un muse P7 eapital, “ bis ent: li hh pooner humana en el rd diel trabajo se a7pli6 para convertirse“eel ut intento de solucién ‘misterio” del capitalismo: la apariencia de que el mundo esti gobernado por un proceso objetivo de leyes que regulan las relaciones tentre las cosas. Come ocurre en todos los dessrvulloy le fetiches —dan- de “Iss produccione: lel cerebro Insmano aparveeit como seres inde- 21 Mura, and aint pp. ine Lite, The Philosophy of 4x4 of Kael More, yp, Ms Mors era Engels on Litetare an Jnl, ph. SS sursctngls Reader, . 398, eden”, ey Maxaadall y Soran, Mave and gels on Literature sandal y Morowi, SAMIENTO DE KARL MAR £7 pendientes dotados de vida propia", en una mercancta "el carder Social del trabajo de los hombres se les aparece come un carécter ob- jetivo estampado en el producto de ese trabajo... [Una] relacién social delinida entre Jos hombres, asume, 2 ss ojos, a forma Ustiea de una relacién entve las cosas" Marx sugiere ex EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN ELP cién siguiente que es una nueva forma de culo religioso, In que de nueva transforms a los seres humanos, de patenciales forjadores 3: Hivos de In histori, en olacriadoses pasives y asuseados de facrras inexorables: “Por lo tanto, a fin de encontrar una analogis, debemos recurrir a [as regiones bramosas del mundo religioso."!* Esa eritica habria de ser un ingrediente vital de todas las formas del “marsismo occidental” después de 1920, sobre todo en In teoria cultural. Pero Marx o Engels silo sugirieron vagamente las implicaciones plenas, para las artes, de ln teoria del Jetichismo de tas mercnncias (desarro- ada por Lukics en la nocién de la “cosificacién"), Mis adelante veremos con curinto ingenio Ia aplicaron nuestras cuatro grandes fi Cualesquiera que s Ta anercantitizacién, cones de sn argumento aceren de i siguiera en el si- Aun sin sit “sureala”, demu, 91 mmaterfalizar geificamente esta selativa libertad frente ojo de las circunstancias externas, las creaciones estéticas podian desrrollar el deseo de una libertad mayor frente a une sociedad deshumanizada y alienante, Tedo sete tiene capacidad para crear una necesidad de distrute y educacién tdticos que la sociedad capitalisia no puede satisiacer. Aunque cada vee cne en mayor medida bajo Ia influencia del mercado, el arte se produce y consume en relativa autonomia y na es idéatica al te fabril nia una mereancia pura, Ningtin eseritor estaba més ciente que alae del valor monetarig de si arte, pero en ks las de Balzac vieron Mary y Engels el revrato ms fiel @ hi mente Fico de In sociedad francesa de 1815-18482" B Dassvdall y 8 i, Bove end Engels om Literoture and Ey : Lat TRADICIONES como intelectuates, lor setistas y os lterstas tenian clerta eleesisn seo si aGlo reflejariva Ia alicnaciém corriente, sfencarian ls adap S ayudarian a tnscenderla. La “eleceiéa”, fa escrito. Shlo- ce Ruiner 2 proposito de la concepeién de Mars, es Ja mater: re ne tamatdel “set social’ determinado por el isteleewal”* Sin ‘escioe Tmo de fo sspector importantes de Js literatura. que habria Ge cabrayar reiteradamente Luikics cs que puede ser copnuscitive cue waligsa sunyue «) autor sto haya “escogide” wa compromise "come escvibid Engels. Ta inc lo obligaba a retratar rex nobleza que amaba, aunque Syadsban sin duda 2 distanciarlo, para bencficio de ‘eana. de tus ideologias ascendentes de fas nuevas clases comer fcleque tambien apunca mis alk 3 sates bien sabido, Mars y Engels previeron un “dy ttdpico, ubicado mis alld de Ta sociedad chasista, que esha Beige preparado pot lor desarrollos bisSricos en ef presente, Las saree rcionecs exexiess ¥ culturaies descmpeiaron un papel impor. coer cue may breves sugercrcias de 1o que seria tal zociedad sin ‘En one setido fag, con Ins debidas reservas, unque vesultan reveladorss las diferencias de series itentes entre Engels y Marx sobre este punto. En Tas obras edd ce conta In atenciin en una democratizacion técnicamente “fej chultra wadicional mediante la expansion del ocio para mn mayor Rineapié en de la literatura de} pasado —Io que Adorno 7 ‘do a Stendt a una "Promesse dle bonkeus revision (@ experanaa) de que el cardces del trabajo misvig se vol- a eeda vee mds extitico en una sociedad futura, No es que a Marx vert Ggeereann Ia democratizacion de 1a actividad cultural. Llegé me Je nkererener apresuradamente, en Le ideclogia alemana (1846), fe en ana orgunizacién comunisin de Ta sociedad devaparseerl Sinearm eomo una acivided. profesional especilizaa, 2 medide que “a sektomo vines, “More and wie Intlectals Journal of the Hutory of Hees, wo = 1 ET sporty Marx and kngol on Literature ond Ark, ppr LENG Be rhe Housing Qoesuen” (872). 9 Zbiey p. 7% eu ARTE Y LA SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE KARE MARX 2 1 ante ae integraba a la diversidad de actividades lsponibles shor ppara muchas personas? Pero Joramiento estético del propio proce SuperaciGn.de_ In alienacién, porque el tra Ia tun juego mis Ja caltera actual, “"para la enorine mayoria, miento al invatidante division fencia, se eliminaris sin arte y 1a fi aetuar como wpa migqqaina Trabajo entre Carte y inguna Maps esperaba tambi so ds trabajo, ui agpecto vital Je ‘bsja.Hegaeia a incluir fibre de lac fgcultages fisias y psiquicas. Micneras que rv pareial me- jes! tun mero. adiestra- 2 en este sentido la y entre Teapectativa (ourierista sie Sasformacicn de todo sraliajo en jusgo.** Con el control deme: elo de lor medios de_produccién —es decit, en uns econom/a ditigida por de dria surgir el componente “ to de todas Ing actividades humans icisiones sociales y mo por Gran parte de lo que ha Hegaao 2 eenocerse tia maraisia ha sido un intento por deseifrar ico” Iatente 0 mai fiesto de as obras eras, ecisiones privadas—, po- apieo” del arte como un enriquecimien- como Ia critica liters: ‘el contenido “ideol’- su revelacién de sevconjunta de supucsies bisicos acerca de Ja vida humana os ciedatl, el que a su Yee se Ta estructura social. En muchos anarsistas posteriares, mmiento aviedan-a fortalecer la donsins gna clave et Marx y 4 considera dependie fn sock | clases gobernantes mediante su tendencia a os {tens “reales fn operacion, En esta fos | Gencia” Megd a usarse como un corolario de 4 In nocidn de un conocl critics mis justa_verl esta palabra entiexra Marx: lo que una vez fina spolog [orgie de Maney Hog AG 12 [hide pe tid, pp. 224 Be Puede qncomtae un a ‘estalinismo como ideologia” no ae inte dle In situacién de ‘casos, de acuerdo con tales huibitas ideoldgicus de pensa- jal y econémica de Ins feurecer las fuerzas his k ia expresion “falsa con fa ‘ideatogia"™. Aunque cieios comemtaristas de Occidente ban acusado 2 Mars de renee ainiento ideol6g) signin vii Aigo, atone “ig xin aclarar cémo es que su propio Wso Ly cnloca cn stt lugar comprometio—, una tun uso ideologico de {hig.critico y subversivo se, ha deteriorado en fa de wn stalyyaquo masivamente Ia poderaso.%? En el uso ise entendia en térmi- sls: porticularmente bucne de ese punto en ing Fee ane NES She Merstsn (Nueva York, 191), pp HH 0 tas TRaptcioses nos de una manipulaciér consciente hipécrita del piblico por una tinica Alte burguesa. Por el conraio, se vela neceatiameme’a qui: nes optaban por la defensa del sistema social prevaleciente como alguien que no advierte sus propior elementos contmadictorios de “autoentierro” y se inclina a concedes una validez universal asus ideas, 1o que ‘en efecto cyuda a congelar histéricamente la transito. __riedad det momento actus!. Ast pues, la “falsa}conciencia”, aun cuan- Co sirve ¥ justifies obviamente a la burgrucsia a sus propics ojos —es Uscit, Goud ouutve con ka isuneion de In Tesponsabitidad moral de su pobreza por parte del incividuo—, es una forma del autoengaito his toricamente entendible. En su anilisis deskeb Afystéres de Paris, Is novela de Eugéne Sue, wid Marx de descifmar-en esta forina Ins pre- rmisas 2 menudo ocultas de la visidn mundana de una clase reinante, Sin embargo, la més rica de sus discusiones, de los autoengatios est& ticamente facilitados, de los wsos fdeolégicos de ta literati, aparects seis afiog mis tarde, en las briflantes peiginas iniciales del Dieciochs Rrumario de Luis Bonapart Usilizando Tas eategoriis de la poesia literaria directamente en la construceiéin de su argurrento histGrice, Mars’ empieza por Ia famo 8 aseveracién de que “tolos los hechos y personajes dotados de gran importancin en la historia muulial ecurren, por asi decirlo, dos ve- ces, ... In primers vez cemo una tragedi, 1a segunda como una far 0", La panordmica siguiente de la vetdriex politica burguesa desde 1789 hasta S31 en Franca se estructura ton estiechamente alrededor die esta metifora literaria oriemtadora que ha servido como un ejem- plo eategorico para varios eritices que han subrayacio ins “esteategins”™ iteratias formales del arte historieo cle Marx.%® Afirma Marx que las “tradiciones de todas Ins generaciones pasndas pesin coino una pesa- dlls sobre el cerebro ce Ins generaciones actutes", pero. que el as0 ae simbolos heroiens del yosado —Ia Repabliea o el Imperio Roma- nos por In “burguesia corquistadora” de 1780-1814, 0 el mito napo- leGnico por el sabrino— srvis a propésitos muy diferentes, seatin que Jn burguesia ven con buenos ojes el cambio social bisico o trate de impedirlo. En el primer easo, durante ta Revolucidin de 1789, los 3 Vine a Stanley E. Hyman, The Tangled Denk: Darvin, Mors, Pater and Freud ot Imaginative Writers (Xueea Ww, 1062} Harold Rescagy “Fee as Mason”, ed Liertions: The Humanities im Revelation (Wesesan. Conte, 1972} Hayden White, Metahistor: The isericel tmgination in Mincteenth-Contury Exrape (Balinare, ity y cal, 107, efrey Aeklean, Revdution end ‘Repetition: Mate/Hugo|Betce (Behcley, EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN ZL PENSMMMENTO DE KARL MARX | ft spectros romanos habfan “vigilado la cuna” de la sociedad burguesa Inoderna, fo que yids enor a Tos revolutionsrios burgueses ace ‘ea de [as limitaciones sociales de sus prepias luchas. De igual mode, Gl prosamacién de lor derechos universles del hombre no fue, un manipulaciéh ni wsia Ripocresta, sino un autoengaiio sinceto que 1e- *sulté inmensamente itil por cuanto inipir6 aceiones vigorosis, be- néficas no sélo para Ia burguesia sino también para ol progreso histérieo de la sociedad eapitalsta, Asi pus. el “despertar de los mucr tox” en Ia Revolucién de 1789, como el uso de las meciforas del Antiguo Testamento en la insurgencia cromvelliana anterior, “sir: vieron para glorificar las luchas muevas, no para parodiar las iuchas antiguas: para magnificar Jas tareas dadas en la imaginacién, no par huir de su solucion.en fa reatidad; para encontrar de nuevo el expt rita de Ia revolucidn, no para hacer que caminara de muevo su espec tro". Pero en 1848-1851, la clase burguesa, hors asustada ante a continua revolwcién social que amena2aba sus propios privilegios, se en au retérica “slo caminaba el eapectro de la Fevolucisn *, Pronto habria de usarse tambien ef mito napotednico, no para “magnificar lis areas dadss en la imaginacién”, sino para “ht de su solucién en Ia reslidad”, Lo que tue sl principio umn poesia trigiea Ia ecesidad del autoengatio en una situaciGn hist6rica don de los “derechos det hombre” silo podian beneficiar todavia 2 pocos—, se habis convertido en el “drama apécrifo” de “un aventurero (N: potedn I1]) que exconde sus rasgos erivialmente repulsivos tras Ia 1 tara de hierto mortuoria de Napoleén”.* Aparte de st andlisis de la ideotogia y Jn recepcién closistn de los extilos estéticos, este extenso pasaje sugiere también una base hit Corica para el formalismo cultural, el uso del arte y de “todas tas get rovacidn progresista en ef mundo social. Al comparar Ia pocsta de revoluciones burguesas y proletarias, suibraya Marx guc "las reve mundiates para dro. gave aceren de su propio contenido, A finde llegar 2 s0 contenido, Ta fevolucién del siglo ae debe Uejat que los muertos imiertos. All Ya fre t dtl eomtenido va mis alld de la frase" Exo tiene uaa impovtancia real pra cl desaroto de una teria maraiia del modernimo estico. Bente 2 ta acusacién comunista citodosa de que su teatro moderna repre ot Mars-Sngele Reader, pp. 6 2 Ibid, p82 2 Las TRADICIONES seatsba un formalisme estetizado, respondié Brecht —sacando en efec- fo las implicaciones cel Dieciocho Brumario de Marx— que et for tnalismo esti presente s610 cuando se offerca rina solueién que sea vilida ainieamente ca el papel, © cuando hmy una “teres adhesion a mas convencionales mientras que el cambiante ambiente social plan- ter al arte demandas siempre renovadas"® Walter Benjamin habria de desarrollar este atgumento desplazando ia acusacion de esteticis ode Ja avantgarde a los nazis, cuya sustitucién de cambios sociales Coneteton, benditeos para Jas matar, por san guerra “intoxicante”, re preseaaaba una espeze de “estetizacion de la politica” 3? En tales ca Sor da uso de la estética para fines ideoligicos, existe wna situacién formalizea de “La fas: {qjie va] mis alli del contenido”, un reconoci- jaiento implicito de la iacapacidad de un sistema social para resol- TEvidentemente, Mire y Engels no estin interesados s6lo en el este dio de las idcologias hegeménicas en Ja fiteratura. De acuerdo com cl movimiento literario “Alemin Joven” de les clecenios de 1830 y 1810, reeibian con beneplécito Ins obras artisticamente aeabadas que ayudwan diveciamerte en la lucha del movimienta laboral proteur Ho. Sin embargo, es unportante subrayar de nuevo, a Ia tur de dis torsiones posteriores, sobre todo en la cultura sovietica, que éste era vito ee los propésites del arte en su concepeisn. y no el mis yyado de cllcs. wis aun, incluso en Jos casos en que alabaron Tx -“‘tendencioss" liciea de protesta de Heine, Freiligrath o Weerth —tres comemporincor a quiones admiesban—, Mars y Engels cenian en alta jeicin mental del poet (eplesiteiniaiadra ar ror spl, wit tern fol. . Me canciones y las tonadas como una expre- Soon de In sibideria ye} humor plebeyes)2 Pero aunque Marx sub “iyo la necesidad de un surpimiento genuino de 1% concie a abajadora en un sentido profundamente subjetiv a ES | tivo Gel proceso econbinico capitalists, rorariy a las generaiones evolt Beech, “Die Eapresionsas Debate’, et Cesemmulie Werk, vol 19 fine aa 180), 9 8L Men ete Bic tec of At Jn the Age of Necbania Reproduction", co sRanisaton ety Aaanah Arend (aec Yr, 195%). pp. 217230, ‘as pevandal'y Suorawai Merz and Bagels on Literature and Art, pp. 3835, Se Prawen, Mors apd World fiterature, pp- S401 7 402 EL ARTE Y LA SOGIEDAD EN EL PEXSAMIENTO DE KARL MARX 35 posteriores el desarrollo de la woria y Ia prictica de una cultura de relate vabajadora. Aunque ¢prectaban todo arte que en su esteti cismo refinado se destinaia a un eirculo. muy restringide —por im plieseién habian deplorado-ta postura aristocritiea de algunos avant. farles modernistas™, Marx y Engels certraban sit atencige en el Yalor que tiene para toda la humanidad el mejor arte surgido de Ins car ses alta, pasadas y presents, "Al reves de muelioy criticas literarios “marsistas” posteriores, Marx (4 Engels no consideraban. Ja mayor parte del arte y la literatura sim { Plomente como una cuestjon dp perspectiva o ideolagis clsists. Por | fupuesto, Feconoctan ana fteratua de apotogia burguess, pero muchas Ge sus observaciones surgen de un terreno mis rico y complejo: gran parte del arte més interesante, lejos de redueitse a los origenes cla- Entas o la perspectiva ideoldgica, agudiza nuestra percepeién de las ironias, complejidades y contradicciones de Ia presién histérica so- bre la activiead cultural: Engels, por ejemplo, subrayé en un fine. pasje de “doble relacién de Geethe con su época”, donde la “miseria" fe las condiciones sociales y politicas alemanas a fines del siglo xvnt Siternativamente dominé y lego repelio al pocia.!” Ademds, en la ialéctiea del arte y la historia no hay simplemente una relacidn "sin- ‘adniea” de Ja actividad cultural con, una sociedad contemporinea, sino una deuda “diaerdnica” con Jos desarrollos histories anteriores, incluidos los que hayan ocurrido deatro de Ia disciplina, el géncro ola raina del arte de una obra particular. Aunque ningtin campo de la historia intelectual 0 cultural, tal como la filosoffa o el dram Gene una Iristoria auténoma independiente de todo ct proceso soci, cl desarrollo anterior de esggampo tiene una autonomia parcial, es un Glemento de sus creaclnts actuate, dja muchas “huelss” en Tn Ia Introduecién de lnferitica de la economia politica, coments Mars sobre el arte y las;gontradieciones histGrieas en un pasaje fae moto acerea del arte antiguayde Grecia, Sostuvo Mars aqui que el gran avanee del dominio ‘igenico ganado sobre 13s fter2as naturales fiesde Ia época de los griggos, cuya potencialidad socialmente liber ce eee attend pne ote hijo taal de la Tuscon, haba ‘minado las bases mftieds de las artes griegas, el logro estécico ris alto en Ia historia lhunmana. Asi pues, el progreso debia entenderse fn términos dialécticos y‘no simplemente lineales. (No olvidemos to eng "Geman San Yee and roe 0% 8), ea Boon yo i ravi Hors end Enger om Lileretute and drt, pp. S08 oa LUG 4 LAS TRADICIONES © gue Ia Tlustraciéa de Marx habia sido profundamente afectada por Hegel). Dice Marx: 1 {Serd posible Ia visién de Ia naturaleza y las relaciones sociales ‘que forjaron Ja imaginacién, griega y por ende Ia mitologia griega en-la edad de Ia maquinaria automitiea y lor ferrocarriles, las locomotoras y los telégratos eléctricos? gDinde queda Vuleano frente a Roberts and Go,, Jupiter frente al pararrayos, y Hermes freme al Crédit Mebilien? Tori mitolagia contiols, domina y configura Ins fucrzas de la natu Jean en la imaginacisn y a través de ella, en consecuencia, desaparece en cuanto el hombre obtiene el dominio de Jas fuerzas de Ia natura: Jexa, gEn dénde queda 1a Diosa de ta Fam al lado de Printing House Square? “Debe subrayarse ese punto en este estudie ‘le Ja respuests marista Jal ante ¥ la cultura modernisiss, porque Ia estética realista del si "Gio sux fue ampliamente rechazads por aitstas y eseritores prominen- 1 SS despues de 1880, Cuando lo wislamos de los temas del arse como | parte del trabajo productivo, como un componente de 1a mediacién | humana consciente de Tos abjetos, o como una promesa de wna socis- | futuro, i No far, como io hace Lukées, que Balzac “seleccionaba” activamente si- tuaciones y personajes tipicos y no buscaba una descripeién fotogrs- fea de la vida diaria cn su inmediater empirics, como lo harian mis tarde los naturalistas. Eso equivale solo a la superioridad de 1a Feflection de Ia evolueién histérica mis profunda por paste de Balzac. 'E] problema puede contemplarse en otra forma como una confusién ecimondnica de a relacidn existerte entre In “forma” y el “conte: rida’, a 1x que no pudicron escapar Marx y Engels en sus comentarios sobre el realismo literario. David Caute, un novelista ¢ historiador in- felectual del socialismo, ha sefialado que dentro de la cradicién de Ja estética marxista no se ha distinguido suficientemente entre el “ema” histérico y social de wna obra literaria y su “contenido”. El contenido no es silo el tema "“cortectamente” interpretado y dotado Ge una expresion formal atractiva; es el tema que mediatiza Ja forma Gncistiea einpleada y se ve mediatizado por ella. “Entendemos este he- tho —esctibe Caute— cuando dejamos de identificar el contenido Con Ja vepresentaeién ainética de un tema.” “La huelga de Jos mi ‘heros de Anzin en 1884 ¢s el tema de Germinal, Ja novela de Zola; el contenido de la novela es lo que surge a través del tratamiento lite. B Goig totic, "Nareate of Desribr", én Writer and Critic and Other Exe, comp. aioe D. Kahn (Rueva York, 1971) 418 ey Las TRAMIGIONES ratlo de este tema por parte de Zoln.”* Contra lo que afirma Caute, me parece que pucde conciliasse este punto con la perspeetiva genc- al de Marx; por ejemplo, su hincapié en la apropiacién y la trans formacién sensual, al igual que intelectual, del mundo de los objetos, y en la impoxtanda del atte para ia mediatizacién productiva de Ja. awuraleza por parte del hombre, desafia la categoria simple de la mie mesis 0 Ia reilexiin, Pero asi como el propio Marx suiena a veces, después de 1830, coma un objetivista —y no refuta el materialismo mocanicista de algunas de las obras posteriores de Engele, talet como el AntéDithring— en sus comentarios sobre la literatura del siglo xx no se distinguid Caramente de 1 pasicion mimétiea de la teoria del reatismo, Aqui, emo en muchas otras partes de su pensamiento, de- Mars que la vasta sincesis de dispares tradiciones filoséfiea politieas y estéticas que habia construido no cra una unidad orginica simple sino un campo de tensiones y de cierta ambivalencia. Para completar ese eapitule introductorio sobre Ia estética de Marx (en el que he subrayaclo sus conesiones con algunas de las direeciones es dle su perspectiv general), quisiera ubicar bre. Yemente su perspectiva sociat general dentro de algunas corrientes prineipates dol peusamiento alemin y francés en at siglo de 1750-1856. Come se lia suger do, sus opiniones sobre el arte y la sociedad refor- mutaron ¢ interconectaron una gran diversidad de wadieiones opucs- {es a veces, entre ellas el humanismo clisico alemin, Ia filosofia hhogeliana, y cl optimismo de la Tustracidn francesa acerca del “pro- greso” téenico y social. A fin de conectar mis plenamente sus ideas fragmentarias sobie ¢] arte con las estructuras cambiantes de su sin- tess teOriex mis amplia (de cuyo marco mis amplio se nutrié la estltiea marnista posterior, asi {uese en forma selectiva), convendré presentar las diveigentes corrientes de pensamiento que trat6 de sin- tetizar. ida con la En yerales, podem ‘ 5 de estos decenios que siguieron al movimiento literario de Sturm und Drang. Reactionando contra Io que consideraban direceiones uérminos ‘1 David Catte, The fasten: 4m Euay on Pelt, Theatre end the Novel (Nueva Yorn, 1971, pe BL go EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE KARL MARX 4 mecanicistas, atomisias y utilitaristas del pensamiento de la Hustra cién en Inglerma y particularmente en Francia, Herder, Kant, Goethe, Schiller, Fichte, Hegel y otros insistieron en la autonomia moral, la voluntad creativa y In autoexprésion de los seres humanos. En vez de afrontar al mundo como un cirmpo objetivada para el cilcule cientifico y el uso tecnofggico instrumental, sostavieron estos pensa dores que debe concebirse tal mundo exterior como el plano en el que los humanos expresan y realizn sus potencialidades morales, es téticas y espirituates internas i por prt 7 pin actividad expresiva, La mente no se concibe imecinicamente como una reflesin pasiva del “objeto”, ¢ como algo colocado en wiia relacion hostil con Ia “nataraleza” inter nao externa que debe dominar, sino en un interesmbio creative con ambos, y.on desarrollo orginicc a través del tiempo. Dentro de esta nearest, cove a lade tcinenece Char Jes Taylor.#* ego algunas divisiones. Los romAnticos, pot cjemplo, desarvollaran una cultura del sentimiento y la espontancidad emocional; ademis, reaccionaron contra toda “racionalizacién del mundo", segiin la Irase posterior de Max Weber que asaciaba peyora tivamente esto con el absolutismo buracritico 0 In ciencia natural “occidental Por otta parte, los fildsofos idealistas tales como Kant y Hegel, en cuya obra culming la Aupkldrung alemana, trataron de re dlefinir y rescatar la"razén" y el “progreso” conectindolos con et apel det “sujeto” entel conociniento, Is expresién ereativa en tode Enteudimiente, an elo de derecho (Rechitant) en todo "avance”™ politico. (Por ejempla,-Hegel distinguid claramente entre el Vers: tand analitico y el Vernunft sintécico.) Sin embargo, ambas coricn- tes subrayaron Ia necesidad del desarrollo temporal onginico, la auto- expresiiit y la autonomiaymoral en sus revueltas contra la Tlustracién francesa ae 2 chante Tayler, Hegel (stg, npr, 1). ene pirate eld parteanons i pence eta soups gr nee Tar de spn ea Tignes cn tn deen de ITO‘6S ue spats ea spp 29 ei, Tain seen Tram ca meer upainas Serge nena nay Petes foam nt nore Sue! ef Heelan Swat (Cntr 1) Bree sce So vine and hei ofc Theory ene, 1 Hehe Bronshig, Enlightenment end Romaniicim fn Bightcenth-Century Prssc (Chiage. 1970; Arinsr Mitiman, “AnGPropres: A Study ia the Romande Roos of Geran Soctology”, Sovief Research, 33:1 (primavera de 1965), pp. 655. # LAS TRADICIONES En la Inglaterra y la Francia del siglo xvm, el uso de procedimientos “modernos” en el Estado centralizado (que ayadaba 2 garantizar Ia paz social) y entre los grupos empresariales présperos (que ayudaban 3 Ja abundancia) ayudaba a predisponer a las clases intelectuales, en general, hacia Ta “racionalizaciéh Ja fe en el pro- f76s0, por. la via del desarrollo institucional cientifico y liberal. ‘Sin embargo, ‘en este perfedo del pensamiento alemdn, Iz personalidad autdnoma y armoniosa, creada con alusiones alla Grecia antigua, se sentia poco inclinada hincia los resultados congelantes y atomizantes de la razén técnica definida por los franceses. Las ean al y politica,~y ial en un mecanismo congelado, rigido y distante, se encontraban bien desarrolladas y2 den. tro del pensamiento hunanista, idealista y romintico alemin en estos decenios.# demas, el materialismo filosdficg de la Hustracién fran. cesa, sur fe en a “ley natural”, y su ereenéia optimista en Ia utilidad social del “progreso” técnico’y material, se, velan como una ame- naga para Ja autonomia moral e intelectual, y la awtodeterminacién, ya débiles, del pablico, pa Por stipucsto, hubo algunas excepeiones # Gta pruta. Por ejemplo, Rousseau’ fire una gran inspiracién para los alemanes:** huibo obvia. mente un movimiento tomintico francés después de 1820, y algunos pensadores politicos franceses destacados, como DeMaistre y DeLo- nald, eran reaccionarios estridentes. En general, sin embargo, puede subsistir Ja distineion entre dos corrientes tiscionales de la teorin so- cial antes de 1830: el hincapié francés en el,progreso social a través de In ciencia y In tecnologia, y una reconstruccién del mundo “obje- tivo de la politica y la economia; y In preocupacién alemana por el desarrollo “expresivo” del “sujeto” creative en intercambio con el orden natural y social que lo redea. Es en este contesto de la teoria social y Ia historia socicl donde debemos contemplar Ia divergencia filoséfiea entre el materialismo més puramente objetivista del siglo xvi francés, que equivalia a una concepeién de Ia mente como un registro de sensaciones o datos empiricos, y el énfasis ideatista alemin sobre el papel del “sujeto” reflexive consciente en la percepcién cognoscitiva y en la forja de ta historia, En el desnio de 1840, Marx duscaba en Francia e Inglaterra una guia para In reconstruccién em- irica del mundo politico y en sus esperanzas de un progreso poten. 2 stivman, “Ant-teogren. 3 Venwe 2 Kelly. Poitier, Heal, and History, pe 2 EL ARTE Y LA SOCIEDAD EN EL PENSAMIENTO DE KARL MARX i cial a través de la ciencia y Ja industria, pero como filbsofo glemin rechazaba lo que considerabs las impliciciones pasivas de un mace. Talismo mecdnico e insist en una dialdetiea hegelinna de Ia mente activa y la realidad objetiva, Por supuesto, Ia revolucfén industria! se infcial 2 aunque a-percepeién marvista del sufrimiento proletario deriva rixfs de sus lecturas acerea de Inglaterra y Francia. Ademds, ent los “Jovenes Alemanes” y los hegelinnos jévenes habis ocerrido ana reaccién contra Ia subjetividad vomAmtica y un interés por los dase. rrollor politicos y el materialisma filos6fica de los franceses. Sor giendo en esta coyunturs, Marx intents una sintesis de! pensrmienes social alemfa y francés en et periodo de 18491945. En sus e del trabajo, el papel de la estéics, tx Filosofia mater toria, ete,, habia wna rica articulacién de la resp modernidad capitalista que muchos intelectuales perimentando 3 In s226n en a Alemania tedavin velativament Sada”. Para esos alemanes, muchos de ellos judios, snspirados por ls esperanaa de la emanciprciin mediante la revolicion politiea de a 0 con ef modelo francés y por lax posinilidades del mejoramiento ma ico de como estaban, terial para todos meliante un apravechamiente democrs tecnologia moderna, ia “mocernizaciéa” aparecin a Ta ve algo opresivo y esperanzador, alternativamente alienante y liberado Se ha sugerida que tal es Ia experiencix comin de capitalismo des esperanzas J ter nenns eur cles no has ile ana ver et hes siete fore sagengicaes lili exrsrazioes actos ae ir eet oratcia seine ae raeeeinriet et atom Porro lol ic fastal poe nie cae gee a Bey eg ors aeincee imei eee are ipa pees cc ena ness oe art Eiante dhe is tespasin way aeajens de Men gi locagen pound fo at onmen delice del eptal clase oeuvrid en la mence de 1 Acerea de Iu aimivatenea. del propio Mare hieis et cxpitalison indastsl, wéas2 a Avinei, The Social and Politicel Thought of Sort Mare, pot 87 Vease a Ann Ulea, The Unjinthed Reoletion. x Exsy on the Sources apiece of Marsino and’ Comnniin {Suer2 Vorky 10, " LAS TRADIGIONES : 1 de Ix produccién obstruye su wo potencial para Ia elimi niacin de Ty pobre y In desigualend y pars el florecimiento pleno {ela pessonalided humana crestiva. La ldgica dialéctien de Hegel svudata esi a articular 1a experiencia contradictoria de esperanca y Guualiento, asconss y declinacién, que Mars y otros —en part tos erabajadores industsales y los inteleccuales cada vez mls materi fades experitentaban frente a eapitalismo modernizante. Esta sn description sucinta que hace Marx de tal experiencia: Por una parte, Han surgido fuesi industrials y cletiican jams sot Peckadae por epowa aguna de la hotorts hutona anterioe, Por Jn ira, hay ‘algunos sintomas de declinacién que superan ampliamente Jos horcores eet lroperio Romano, En nue époea, todo parece pre fp can cowraia, La magnisaria,datsda del pole fara deacon 7 freceieat el abajo humane, mantiene en 13 inanicion fel agotamento al tenbajador, hse fuentes uovas dela riquerss0 cone traf. Las vittras del are. pacecon comprare con la pérdida del cavieier., Ente antagonismo ene [a Industria y 1a cena modetras for uns partes Ia mberia y 1s dioluciSn modetmas por Ia. otra: ese Sagoniomo ene las poteiclas produetivas Tat relaiones sociales de hvestra épota un heclo, alge palpable, aplasantes AML desavvollar To que Hamar las Ja situacisa, ‘do de 1915-1848, se usaria el penssmiento romdntico ¢ idealista para ayudar a defender y mistificar el reconstruide orden antiguo del trono Yel altar. ‘Teniendo esto en mente, podremes entender mejor la jenvenida que dio Marx a los efectos desmistificantes del capitalismo, con su exposicién despiadada del nexo monetario y la mereantiliza- cidn de Jas profesiones exaltadas. Después de 1843, Marx habria de Gedicarse al estudio de las realidades “objetivas* de Ja politica fran- esa y la economia britinica. Ademés, en uniéa de Engels alabaria Tag novelas sociales realistas de Inglaterra y Francia por su perspectiva materialista y su estética mimética, Pero al actuar asl, Marx no adopid) 8 Kant afacs, “Speech at the Annivermey of the Peoples’ Paper", en Mara-Enges Reader pT icular | | 2a BL ARTE Y LA SOCIEDAD EN ELPENSAMIENTO DE KARL MARX 45 Bee 1 simplemente las perspectiv: a wadicién de In ftacfonalizada en una certeza) y la superacion de la ease material mediante el hinexpié —mayor en Engels— en las capacidactes productivas libgradas por el desarrollo capitalista*® En este capitulo hemos visto reiterad Mars_estas que resta de cate libro verenioy cine a amalgama m: hilos "“subjetivos” y “ebjetives", y de ta alternacién de esperanza y desatiento frente al “progréso” social, se continus o separd en las variantes de Ia cultura modernista y por los representantes de una estécica neomarsista después de la primera Guerra Mundial. , 1s pocden encontrarne trot intentot recientes y similares por acara Ia sfatesiy que toce Marx ela Iiwtracin francesa de las corvientes “humanisa” ¢ “ileal” deateonsia en Melvin Rader, Alors Interpretation of History (Oxford, 19} Pp HbOS; yon Taylor, Hegel, pp. 547-582. Il, EL MODERNISMO EN UNA PERSPECTIVA COMPARADA Ex, Moprexisso en les artes no representa tina visién unificada una prictica estética uniforme. Este es un punto vital que debemos considlerar: cama veremac, Tarkics, Rrechr, Renjamin y Adorno na sélo diferian en sus eraluaciones de las diversas corrientes aparecidas desde el simbolismo y el impresionismo, sino qe los tiltimos res contrastaban entre si en sus concepeiones selectivar del modernismo. Mientras que Adomo defendia Ia atonalidad expresionista de Schoen- berg frente a Stravinsky, Brecht seguia los pasos cubistas y constructi- vistas de Meyerhold sientras atacaba a los autores “psicoligicos” tales como Rilke y Dostoicvsky. Benjamin acepts la poesfa simbolista y surrealista, pero a! igual que Lukics le repelia el expresionismo, si bien por razones diferentes, Lukics atacé a Brecht por cuanto encontraba Jas raices del modernismo en Ia época naturalista, contra la que se habia revelado el teatro brechtisno? Las teorias sociales y cuturales de cada uno de estos autores representaban’ un camino y una inter pretacién diferentes de la variads espesurg.del arte moderne. A fin de entender en términos historicos su confrontacion reciptoca del mar- xismo y el modemismo, y los fructiferos debates que asi te origina- Fon, debemos reseiiar ahora en términos comparativos las mtmerosas 1 Sobre tor comentarios de Adora seerea de Schoenberg, aéase The Philosophy of Modern Afusie (Svea York, 1973). Aceea de Breit Neyerbold, ase a Nene! Aron, Morsist Eatheten (Toes, X. Ya 1973), pp. 56582. Por lo que toca a I satipala de recht hacia Destoiesksy otros autoree de orlentcién puicolgiea, eave a Walter Bete Jamin, Understanding Brecht (Londres, 1928, px 114. £1 anili’s del naturalisng do Luties puede consflare en sus ensjos, “The Intelecteal Physiognomy of Literary Character", en Rascal Perspectives in the Art, comp. Lee Basan (Belisere, 1973), pp. 8014, y "Narrate or Dewsibe?” en Writer and Critic and Other Essays’ comp. Authur D. Kahn (Nueva Yerk, 1971, una colecidn de (egmentos de Lukes. La eri ‘gue Hace Lutses al expresoniimo se eneuentea en au afievlo "“Growe und. Vertll des Expresioniems", en Morsimut wnd Literatur: Eine Dokumentation in det 3 ten, comp. Fritz Reddate (Reinbeck Wet Hamburg, 196), vol. 2 ppe 7-42, tle al Ingle en sus Exsayt on Reulsm (Cambridge Mast, 1681) 'Adorno examina la hos d4sd de Benjamin hacia el rxpresionismo en Ober Walter Benjamin (Frankfurt, 1870), Pp. 96-07: Charles Rosen eamina su uso de la poeta simbalica en “The Origin of Walter Benjamin”, New York Review of looks, 10 de noviembre de 177, EL MODERNISMO EN UNA PERSPECTIVA ComPamana ” [revueltas contra el realismo y el romanticismo tradicionales caracter's [Lticos de la avanzada cultura europea en el perfodo de 1880-1930. Subrayaré desde el principio que no trataré de ser exhaustive aqui: no hay necesidad de considerar a todas Jas grandes figuras 0 a mu: chos avontgerdes nuevos. En cambio trataré de distinguir entee las corrientes modernistas que habrian de ser analizadas o desatrolls- das (en forma explicita o implicita) por nuestros cuatro neomarx (ts. En este capitulo exploraremos lis posturas estétieas y sociales Dbésicas del simbolismo, el cubismo y el expresionismo (y en menor medida el naturalismo, el constructivismo y el surrealismo). Par: “cluir, describiré brevemente las respvestas marsistas sl modernismo desde el periodo de Ia Segunda Internacional (1889-1914) I reinada del “realismo socialista” en Ia Union Soviéeica de los afios treinta, al Antes de contrastar los diversos snovimientas, convendri considers algunos aspectes unificadores comunes a todos ellos en mayor o menor medida, A riesgo de ser demasiado eiquemitico acerea de un fend. meno tan complejo y amplio, sefialaremos las siguientes direc principales de In forma estéticn y la perspectiva socia! del moder: ‘mo en conjunto. 1) Le autoconciencia 0 autorreflexids estética. Los artistas, escritoxcs y comporitores modernos ce acuipan a menudo de tos medios 9 mate riales con Tos que trabajan, los proces propia actividad. Los novelists, por ejemplo, exploran los problems de Ia construccién de novelas centro de sus obras (como se obser en el Ulises de Joyce 0 Los fabificaderes de Gide); Jo les hacen de Is funcién evecstiva o constructiva de los cotores un “tema” recurrente (por ejemplo, Matisse, Nole © Kandinsky), 0 tra tan de aprovechar Ios posibilidades de un bidimensional ahora reconocida (por ejemplo, Braque o Picasso}. Los simbolistas y los poetas posteriores revelan wna anteconciencin agadizada acerea de Ja naturaleca det | postica y contemplan las palabras como objetos por derecho propio (por ejemplo, Mallarmé); tas obras de te tro revelan intencionalmente las consrueciones tentrales de sus dr mas (por ejemplo, Meyerhold, Piranéello, Brecht). Al actuar acf, tos modernistas escapan del intento.antig hha cobrado nuevas pretensiones en la estética naturalist: de hacer del arte un mero “reflejo” una “representacién” cransparente de lo gue supuest is maismas de la crescidn en ou ts Las TRADICIONES ey gad “ewer”, Tambien se allan de ta expen fis directa del sertimiento Eavorccida por los romnticos. Et trabajo Jac menudo obstinadamente sw. propia realidad como vena construccién 6 artificio, el que puede asiimir ta Torma de umn ite de esata herd yates Ca ‘gran parte del rimbolismo inica!): [x distorsion visual o lingiistiea pare tramsaiti estades mentales subjetivos intcnsos (sobre todo en cl expresionisina): 9 ssigereneias de qite eb mundo social mis. amplio > y Formstraye por seres humans y no esta "dado" ¢ mio en Ia arquitectura Bauhsus 9 el teatro construc inalcerable vist}. 2) La sinsuttane'dad, yustaposicién o “montaje”. En gram parte det ssxe madernista, In esertietnt ni © temporal se debilita, o aun desaparece, a favor de un ordenamiente estética basado en Ia sin. eronicidad, ia higica de Ia metéfora, 0 lo que se Hama a veces Ia forma espacial”. Sn vex de narmar el tie cuencial © aditivo, mn la simulaneidad de 1a experiencia sn momento del tempo pacoigico, donde se concentan ¢l ps i Woolf y, sobre codo, «1 futuro (por ejemplo Joyce en lugar dle separarse, lo que nos recuerda re Geshacien del sieuo “simclo" del geeeo spmbeten, sane cae} A mentado se eves In untidad fo perspectivas diver. (ola cultura, etc al movletno (Eisenstein, Gros; las re- poesia moderna (Baudelaire); 1a simultangidad ciumiea y tonal en la miisica (Bartok 0 Stravinsky);# 1 Jas diversas conciencias que se intersectan en una novela moderna (Woolf, To the Lighthouse). La recurrencia eiclica o mitica se percibe con frecuencia com una realidad mds profunda que las superficies reveladas en_los eventos historicos que se desenvuelven en el tiem yo, el marco de ieferencia tan prominente en Ja literatura del reali 2 ansiciones de no decimonénico. Ea lugar de un arte tradicional de transici a la vez, presentado en secuencia, ts el ojo, de lo: sentim: re con el mont vento, una sensicién, uaa ci 2 Jams McFaslane, “The Mind of Mogeonis”, en Moderniim: 15904930, comp. Naicohis Besdbwry 7 James McFarlane (Nueva York, 1976). p. 92 Dice MeFarlane: “EL vorabulario eiiame Gel caos —desiotegracién, fragmeniacién, dislocacion— icaplica ti algjsmiento usa separaién, Dero lo que define at modo modemista mo ex eb cseporen, ina oh hecho de que # junten.” oCentury Atusie (Nuers York, 105}, pp. 71-80 basho de que 3H = EL, MODERNISNO EN UNA PERSPECTIVA COMPARADA © clarte modern carece 2 menudo de progresién causal y de plenitud aparentes: Se quiere que exigta dentro de un, "presente continue” y abierto, donde se yuxtaponen diversas experiencias, pasadas y presen tes, interiores y exteriotes, de difctentes personas cuyas distancias se eclipran coma en una supertigie plimas S Mis adelante veremes si (al procedimiento revela un escape del Pensamiento histérico o sélo 9us formas puramente lineales evolutivas © aditivas. Por ahora bastar gefialar que al explorar la simauleancidad fstaban aceptando los modcrnistas el presente efimero y transitorio como el sitio del arte, el momento que se ve, seguin la frase de Eera Pound, como “un suspiro entre un cliché y otro".* A lo sumo, tal refvescar las percepciones y limpiar les Sentidos y el lenguaje de Ins respuestas rutinarias, habituales y auto- miticas ante el mundo, "desfamiliarizae” las conexiones esperadas -Srdinatias entre las cosas en favor de oteas nuevas, mis profundan Pero el montaje no tiene necesariamente tales funciones liberadoras: podria aplicarse sin dificultad en la publicidad manipviadora y Ia Propagenda politics, mientras que el culto de la novedad podria de- generar ficiimente en una adorscigin a jas modas cambiansen# “estética de lo nuevo" pod: 2) Parstojs, ambigivedad © incertidumbre. Para hacer frente a la declinacidn dle tas certidugabres religiosas, [losSficas y cientifiens (le Dios, Ia verdad abjetiva, el progreso histérico, etc), ast como Ix no. cién misma de un punto de vista fio, los modemistas explovaron a es del siglo x1x Ia. paradjica multiplicidad del mundo. Alarma- 40s ante el espectro del rihilismo, la pérdida de signiticade de los imperativos trascendentes los valores seculares firmes? los moder nistas contemplaron a realidad como algo necesariamence construido a partir de perspectfuas relativas, mientras trataban de aprovechar la rigueza estética y ética de: imigenes, sonidos y puntos de vista ambi- {gu0s. Muchas obras modérnistas son eatamientos ambiguos de la ciu dad contempordnea, la miquina o las “matas”.* Los modernistas en 4 ete Roger Shatck, The Banguet Yeers The Aris in France, 1851918 (Nueva Yow, 1088, pp. 891800; ye etwilo precise de Joseph Fok, publicalo por pa snes ver en 1945, "Spatial For in Modera Ltrataré en The Widening Gyre ers Bruswich, N. J 1969), pp. S62, Giada por Renate Togual, Theory of the AvantGarde (Cambridge, Mam, 1869), p. 62. 2 ibid, pp. 19.94, "invigg- Howe, “The Idea of the Modern”, en Literary Moderniim, comp. Iniog Bowe (Nueva York, 1967), pp. 5040, * Véasea Peter Gay, Art and Act: On Cowes in Hitory-Manet, Gropius, Mondslan (ura York, 1870), pp. 108-10. so LAS. TRADICIONES cuentran un valor esético en la eonfrontacién de Ia experiencia urbana, por ejemplo, desde diversos ngulos aparentemente contradicto- Hios (la ciudad como Wiberscién de la tradicién y Ia rutina, pero también como el sitio del alejamiento interpersonal y Ia experiencia fragmentada, como se observa en los sefieros poemas urbahos de Baudelaire). - — - En luger de una narracién omnisciente y confiable, los escritores snodernos desarrollan perspectivas singulares © multiples. pero siem- pre limitadas y falibles, para la contemplacion de lor eventos. Las paradojas inconelusas pueden estructurarse dle tal modo que se su- giera al lector o al audlitorio cémo podrin resolvér las contradieéio- nes fuera de Ia obra intencionalimente inconelusa (como traté de ha- cerlo Brecht), o sintetizar provisionalmente Ins perspectivas miiltiples {como incitan a incerlo los pintores cubistas @ quienes observan. sus obras). Mas radicalmence, sin embargo, las paradojas pueden agudizar- se hasta el punto de In irresolucién aparente, confrontando al lector © al anditorio con uns realidad “cara de Jano", impenetrable en sus enigmas (por ejemplo Kafka © Becket) ) La "deshumanization’ y el desvanceimicnto del sujeto o la perso nolidad individual integrada. Tanto en ta literatura ronvintica como en Ja literatura yealista del siglo six, aparecen. los personajes individua. Jes con rasgos de persoralidad fuertemente estructurados y desarrotlan su individualidad a trzvés de una vida de interaccién social. (Flemos sto In importancia que Marx y Engels asignaban a esto en sit W sida del realismo,) El narrador 0 el dramaiurgo, mediante descrip. clones de la conducta o de los estados psiquicos, 0 a través del didlogo aramitico, trata de revelar personajes humanos integrados en su pro- ces0 de formacién y transformaciin mis © menos ordenadas. En cambio, fos modernistar tales como Joyés, Woolf, Faulkner —ha escrito Irving Howe= no tratan el personaje como wna cotidad cohe- Fente, definible y bien estracturada, sino como un campo de batalla alguien, o un enigma insoluble, © In assign para un flujo de pereepe ions y sensaciones. Esta tendencia 2 dislver el penonaje en una co Friente de experiencits atomizadas... deja su lugar... a wna tenden- ‘opuesta.- done el personaje se separa de Ia psicologia y se con. fina & una seevencia de eventos severamente objetivos? En la pintura modema, la forma humana se ve violentamente distor. 2 ttowe, “Idea of the Mote", pet EL MODERNISNO EN UNA TERSPECTIVA COMPARADA, i sionada por los expresionistas, descompuest y geométviesments mada por los cubistas, y por supuesto desaparéce totalmente en el are absiracto no figurative. En este capitulo y los que siguen, veves reiteradamente que Ia poesia. imp! artes visuales, los personajes colectives © masivos fragmentacién’ de Ia personalidad en Ja novela, son resgos imps far la forma am esta “erisis de Ja indivi. Vversidad Ge corrientes tes de Ia cultura moderna Pern cers necesario m pliamente contrastante en que se mine; dualidad”, por decirlo asi, dentro de modernistas En las secciones diversas corrientes seminales del medernismo. Por al dr hacer algunos comentarios acerca del ambiente cultural y social general en que se desarrollé el “movimiento” global. Primero, vale Ja pena considerar algunos aspectos generates de Ia vida cultural y politica de Europa en este periodo. El modernismo estético se deste rollé en sus etapas inicinles dentro de un contexte mis amplio de declinacién de Ja fe religiosa entre la poblacién educada de fines del siglo xax, lo que alents entre los artistas, escritores y misicos una actitud hacia el arte y stt habilidad como si fuesen en cierto sentido tun sustieuto de las certidumbres yeligiosas. -Ademds, la “revel ta cl posicivismo en la ciencia natural y el pensamiento social inicinda por Baudelaire y por Nietsthe en los decenios de 1860 y 1870, cobré impulso en el decenio de 1890 y ayuds a la difwsiin de Ja precursora revuelta simbolisea contra Ia estetien mimeéti tas preparata algo del terreno para posteriores alejamientos del realismo del siglo xrx.!* En una forma mis especializada, el deseo mis mo de reproducir o representar simplemente el mundo natural 0 so. cial como tal se vio minado para muchos pintorcs y ovelistas por In importancia creciente de la fotografia por una parte, y la investiga. ign social empirica por Ia otra, que Ins dejaba en libertad para desi rrollar imaginativas construcciones o explorar las peculiaridades d) st propio medio estézico. (Esta distaba de ser una conelusién uni versal; despuds de todo, el naturalisina y el simbolismo coincidieron en el tiempo, en sus dias de gloria a fines del siglo xix.) 20 Véase, en particular, a Jost Ortega y Caset, The Behuminitelion of dey and ther Engr om Art, Culture ond Literature (Princeton, NJ. 190%) 1 Vésse un examen general de la "remielta contra el poi Hughes, Consciousness and Society: The Tecomtrction nf Sure 150.1830 (Nueea York, 1951, exp. 2 Por su tepercuion ste et soseratmee tea, véase 3 Mefariane, “The Mind of Moderaiam", pp. 7294

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