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Resumen de Matilda, de Roald Dahl.

Matilda es un cuento infantil y juvenil escrito por Roald Dahl, conocido por haber

escrito Charlie y la fábrica de chocolate o James y el melocotón gigante, entre otros.

Publicado en 1988, el cuento alcanzó repercusión mundial cuando se estrenó

una adaptación cinematográfica en 1996, protagonizada por la pequeña Mara Wilson.

Personajes principales

 Matilde Wormwood: una niña superdotada, muy inteligente y avispada. Aprende


por su cuenta a leer, escribir, multiplicar y muchas cosas más. Le gusta mucho
leer y es muy buena, leal y honrada.
 Jennifer Honey: maestra del Colegio Crunchem, una mujer dulce y cariñosa cuya
devoción es enseñar a los niños no sólo conocimientos, sino también a ser
buenas personas.
 Agatha Trunchbull: directora del Colegio Crunchem, una mujer malvada que
abusa de los alumnos, imponiéndoles castigos crueles. También es la tía de la
señorita Honey, a la que también trató fatal en su infancia y, ahora, se quedó con
su casa y su dinero.

Personajes secundarios

 Harry Wormwood: padre de Matilda, un delincuente que vende coches de


segunda mano robados y estafa a sus clientes. Es maleducado, machista y
autoritario. Maltrata a Matilda ignorándola y destruyendo sus libros.
 Zinnia Wormwood: madre de Matilda, una mujer alienada y vanidosa a la que sólo
le interesa el dinero y la apariencia física. Cree que ser guapa es mejor que ser
 Michael Wormwood: hermano mayor de Matilda, un muchacho promedio que sus
padres utilizan para humillar a Matilda, pero ella no presta atención.
 Lavender: mejor amiga de Matilda, una niña inocente, inteligente y simpática que
se convierte en cómplice de sus travesuras.
 Bruce Bogtrotter: compañero de clase de Matilda, un muchacho rollizo al que le
encanta comer.
Primera parte

Matilda es una niña superdotada, ingeniosa y muy resuelta. Empezó a hablar al cumplir el
año y a los tres ya leía de forma fluida. Con cuatro años, pasa mucho tiempo sola en
casa, ya que sus padres la ignoran: su padre es un estafador y su madre, una mujer
vanidosa y alienada. Matilda también tiene un hermano mayor, Michael, un muchacho
promedio que se pasa el día viendo la televisión.

Los padres de Matilda no quieren comprarle libros a su hija, por lo que ella va a diario a la
biblioteca municipal con cuatro años. En su casa, su padre solía romper sus libros. Para
vengarse, Matilda hacía toda clase de travesuras para demostrar que era más inteligente
que él.

Llega su primer día de escuela en el Colegio Crunchem, donde Matilda demuestra que es
la más inteligente de la clase. Su maestra, la dulce y cariñosa señorita Honey, se
sorprende al preguntar por las tablas de multiplicar y ver que Matilda se las sabe todas, y
también al descubrir que la pequeña es la única niña de la clase que sabe leer y que,
además, había escrito un poema para ella.

La señorita Honey va a ver a la directora Trunchbull, una mujer malévola y cruel con los
niños. La señorita Honey alaba las capacidades de Matilda, pero Trunchbull la ignora y
dice que es una niña muy traviesa y gamberra. Cuando se marcha del despacho, la
señorita Honey decide que Matilda tiene que aprender materias más avanzadas.

Segunda parte

Matilda avanza muy bien en el colegio, pero la directora Trunchbull ignora estos logros,
por lo que la señorita Honey decide hablar con los padres de la niña. La señorita Honey
les explica a los padres de Matilda que su hija es muy avanzada para su corta edad,
pero éstos la ignoran y ella decide marcharse.

Por su parte, Matilda hizo una amiga en la escuela: Lavender, con la que siempre jugaba
en el recreo. Un día, se les acercó una niña mayor y les contó algunas travesuras que
había hecho para que la directora la enviara a La Ratonera, un pequeño armario con
paredes de cristal para evitar que se apoyaran los niños dentro.

La directora Trunchbull aparece y se acerca a una pequeña con trenzas, diciendo que
debería cortárselas. Cuando la niña respondió, la directora la coge del cabello y la lanzó
por los aires con maestría, pues antaño fue una lanzadora de martillo. Matilda concluyó
que la directora se comportaba así porque sabía que, si los niños contaban lo que les
hacía a sus padres, no les creerían.

Un día, Trunchbull llama a los niños al salón de reuniones y allí, llama a Bruce Bogtrotter,
un niño rollizo que le había robado la merienda. Le ofrece un enorme pastel de chocolate
y le obliga a comérselo entero, esperando que le sentara mal; sin embargo, Bruce
consigue terminarse el pastel. Trunchbull, llena de ira por no haber logrado su cometido,
estrella el plato de la tarta en la cabeza de Bruce.

La directora visita la clase de Matilda una vez por semana para preguntarles lo que
habían aprendido. Lavender decide jugarle una broma a la directora, metiendo una
salamandra en una jarra de agua que luego le llevó a la mujer. Cuando hubo maltratado a
varios alumnos, Trunchbull coge la jarra de agua para beber un vaso, en el que cayó la
salamandra, y acusa a Matilda por la travesura y la amenazó con expulsarla del colegio.

La niña estaba tan enfadada que sólo quería que el vaso cayera de la mesa salpicara a
Trunchbull, y entonces logró concentrar una gran energía y sólo con mirarlo, el vaso cayó
al suelo. La directora acusó a Matilda del suceso, pero ella se defendió diciendo que todo
el mundo pudo ver que no se había acercado al vaso.

Los niños salieron del aula menos Matilda, que se quedó con la señorita Honey para
contarle lo del vaso. La mujer cree que son imaginaciones de la niña, pero cogió otro vaso
y lo puso sobre la mesa para que Matilda volviera a moverlo sin tocarlo, y eso hizo. La
señorita Honey invita a Matilda a su casa, una pequeña casita en un lugar rodeado de
flores, con una pequeña cocina donde la señorita Honey le preparó la merienda.

Matilda le preguntó a la señorita Honey por qué vivía en una casa tan pequeña, y la mujer
le contó que, cuando murió su madre, su padre llamó a su hermanastra para que se
hiciera carga de ella, pero era una mujer muy malvada con ella que fingía ser dulce en
presencia de su padre. Al morir éste, su tía se quedó con su casa y su dinero. Ella estudió
mucho y cuando tuvo edad suficiente, se marchó de casa. No podía permitirse mucho
más, porque todo lo que ganaba como maestra se lo daba a su tía para pagarle lo que
ella le había comprado cuando era pequeña. Esa tía resultó ser la directora Trunchbull.

Después de merendar, la señorita Honey acompañó a Matilda a su casa. La pequeña le


preguntó, antes de despedirse, el nombre de su padre, de la directora y el suyo propio.
Entonces, la pequeña urde plan para ayudar a la señorita Honey. En su casa, practicó sus
poderes.

Tercera parte
La directora volvió a la clase de Matilda y comenzó a maltratar a los niños. Entonces, una
tiza se levantó sola y comenzó a escribir en la pizarra: "Agatha, soy Magnus; devuelve a
Jenny su casa y su dinero o me ocuparé de ti". La directora se desmayó de la impresión y
se encargaron de ella en la enfermería. Nunca más volvió al colegio. La señorita Honey
pudo recuperar su casa y Matilda la visitaba a diario.

Un día, de regreso a casa, Matilda encontró a su familia empaquetando sus cosas porque
se marchaban de la ciudad. Matilda no quería separarse de la señorita Honey, por lo que
volvió a su casa y le explicó que su padre era un estafador y un ladrón de coches, y que
huía de la ciudad porque lo habían descubierto.

La señorita Honey dice a los padres de Matilda que quiere que la pequeña viva con ella y
a ellos les da igual. Se subieron al coche sin decir nada; su hermano fue el único que se
despidió. Se marcharon sin mirar atrás y Matilda vivió feliz bajo la tutela de la señorita
Honey, que todas las noches la leía cuentos.

Reflexiones formativas

«Cada persona es única». Este es el mensaje inicial que la película Matilda pretende
transmitir. Cada uno tiene una personalidad unica y diferente a los demás y, precisamente
por esa razón, hay que aprobar nuestras individualidades y tener seguridad en nosotros
mismos. Ciertamente, tenemos que intentar superarnos a nosotros mismos día a día
motivándonos para mejorar como personas, pero eso no pretende que tengamos que
cambiar ni que lo que somos no sea adecuado.

Opinion de Matilda

Matilda es un clásico de la literatura infantil y juvenil, acompañado de divertidas


ilustraciones de Quentin Blake. La historia es atrapante y muy cálida, lo que
convierte Matilda en un cuento de esos que se leen para sentirse bien, para ponerse
contento, en una lectura rápida y ligera.

Con una protagonista entrañable, unos personajes muy bien conseguidos y una historia
divertida, Matilda es un libro perfecto para iniciar a los más pequeños en el hábito de la
lectura, ya que es una de esas historias con tal encanto que son capaces de crear
pequeños y ávidos lectores.

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