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Departamento de Lenguaje

Segundo Ciclo
Profesora de Educación Diferencial: Bárbara Valdés

Matilda
Roald Dahl
Matilda es una niña superdotada, ingeniosa y muy resuelta. Empezó a hablar al cumplir el año y a
los tres ya leía de forma fluida. Con cuatro años, pasa mucho tiempo sola en casa, ya que sus
padres la ignoran: su padre es un estafador y su madre, una mujer vanidosa y alienada. Matilda
también tiene un hermano mayor, Michael, un muchacho promedio que se pasa el día viendo la
televisión.

Los padres de Matilda no quieren comprarle libros a su hija, por lo que ella va a diario a la
biblioteca municipal con cuatro años. En su casa, su padre solía romper sus libros. Para vengarse,
Matilda hacía toda clase de travesuras para demostrar que era más inteligente que él.

Con el pasar del tiempo, Matilda les insiste a sus padres que ella quiere ir a una escuela, pero estos
últimos se niegan diciendo que eso era una pérdida de tiempo y que ella iba a aprender más con la
televisión. Pero, sin embargo, un día su padre le dice que por fin puede ir al colegio, gracias a la
venta de un carro usado que hizo con la directora Agatha Trunchbull.

Llega su primer día de escuela en el Colegio Crunchem, donde Matilda demuestra que es la más
inteligente de la clase. Su maestra, la dulce y cariñosa señorita Honey, se sorprende al preguntar
por las tablas de multiplicar y ver que Matilda se las sabe todas, y también al descubrir que la
pequeña es la única niña de la clase que sabe leer y que, además, había escrito un poema para
ella.

Su agradable maestra, la señorita Jennifer Honey (Miel), pide que pasen a Matilda a una clase más
avanzada, alaba sus capacidades, pero la pérfida directora, la señorita Trunchbull, se niega.
Cuando se marcha del despacho, la señorita Honey decide que Matilda tiene que aprender
materias más avanzadas. Agatha Trunchbull (Troncha Toro en Latinoamérica) es un monstruo
malévolo. Mete a los niños en un espantoso dispositivo de tortura al que llaman "el asfixiadero" o
"la ratonera" o los lanza por el aire, a menudo sin ninguna prueba de que hayan hecho algo malo,
o simplemente porque no le caen bien. Para ella la intimidación es el mejor método educativo, y
declara sin rodeos que su idea de una escuela perfecta sería aquella en la que no hubiera niños.

Matilda avanza muy bien en el colegio, pero la directora Trunchbull ignora estos logros, por lo que
la señorita Honey decide hablar con los padres de la niña. La señorita Honey les explica a los
padres de Matilda que su hija es muy avanzada para su corta edad, pero éstos la ignoran y ella
decide marcharse.

Por su parte, Matilda hizo una amiga en la escuela: Lavender, con la que siempre jugaba en el
recreo. Un día, se les acercó una niña mayor y les contó algunas travesuras que había hecho para
que la directora la enviara a La Ratonera, un pequeño armario con paredes de cristal para evitar
que se apoyaran los niños dentro.

La directora Trunchbull aparece y se acerca a una pequeña con trenzas, diciendo que debería
cortárselas. Cuando la niña respondió, la directora la coge del cabello y la lanzó por los aires con
maestría, pues antaño fue una lanzadora de martillo. Matilda concluyó que la directora se
comportaba así porque sabía que, si los niños contaban lo que les hacía a sus padres, no les
creerían.

Un día, Trunchbull llama a los niños al salón de reuniones y allí, llama a Bruce Bogtrotter, un niño
rollizo que le había robado la merienda. Le ofrece un enorme pastel de chocolate y le obliga a
comérselo entero, esperando que le sentara mal; sin embargo, Bruce consigue terminarse el
pastel. Trunchbull, llena de ira por no haber logrado su cometido, estrella el plato de la tarta en la
cabeza de Bruce.

La directora visita la clase de Matilda una vez por semana para preguntarles lo que habían
aprendido. Lavender decide jugarle una broma a la directora, metiendo una salamandra en una
jarra de agua que luego le llevó a la mujer. Cuando hubo maltratado a varios alumnos, Trunchbull
coge la jarra de agua para beber un vaso, en el que cayó la salamandra, y acusa a Matilda por la
travesura y la amenazó con expulsarla del colegio.

La niña estaba tan enfadada que sólo quería que el vaso cayera de la mesa salpicara a Trunchbull,
y entonces logró concentrar una gran energía y sólo con mirarlo, el vaso cayó al suelo. La directora
acusó a Matilda del suceso, pero ella se defendió diciendo que todo el mundo pudo ver que no se
había acercado al vaso.

Los niños salieron del aula menos Matilda, que se quedó con la señorita Honey para contarle lo del
vaso. La mujer cree que son imaginaciones de la niña, pero cogió otro vaso y lo puso sobre la mesa
para que Matilda volviera a moverlo sin tocarlo, y eso hizo. La señorita Honey invita a Matilda a su
casa, una pequeña casita en un lugar rodeado de flores, con una pequeña cocina donde la señorita
Honey le preparó la merienda.

Matilda le preguntó a la señorita Honey por qué vivía en una casa tan pequeña, y la mujer le contó
que, cuando murió su madre, su padre llamó a su hermanastra para que se hiciera cargo de ella,
pero era una mujer muy malvada con ella que fingía ser dulce en presencia de su padre. Al morir
éste, su tía se quedó con su casa y su dinero. Ella estudió mucho y cuando tuvo edad suficiente, se
marchó de casa. No podía permitirse mucho más, porque todo lo que ganaba como maestra se lo
daba a su tía para pagarle lo que ella le había comprado cuando era pequeña. Esa tía resultó ser la
directora Trunchbull.

Después de merendar, la señorita Honey acompañó a Matilda a su casa. La pequeña le preguntó,


antes de despedirse, el nombre de su padre, de la directora y el suyo propio. Entonces, la pequeña
urde plan para ayudar a la señorita Honey. En su casa, practicó sus poderes.

Un día Matilda decide entrar, junto con la señorita Honey, a la casa de Trunchbull; cuando ella
regresa, percibe su olor e intenta atrapar a quien estaba en su casa. Matilda y la señorita Honey
logran escapar, pero Matilda tuvo que jurar nunca volver a esa casa. Esa noche decide utilizar sus
poderes para hacerle la vida imposible a Trunchbull, Matilda atrae hacia sí la vieja muñeca de
Honey y dos chocolates. Al tratar de huir, su cinta de cabello se engancha con una rama del jardín.
Trunchbull la encuentra y sospecha de algún alumno de Honey.

La directora volvió a la clase de Matilda y comenzó a maltratar a los niños. Entonces, una tiza se
levantó sola y comenzó a escribir en la pizarra: "Agatha, soy Magnus; devuelve a Jenny su casa y su
dinero o me ocuparé de ti". La directora se desmayó de la impresión y se encargaron de ella en la
enfermería. Nunca más volvió al colegio. La señorita Honey pudo recuperar su casa y Matilda la
visitaba a diario.
Por otra parte, Matilda es pasada a un grado superior (otro curso/nivel), pero pierde su
telequinesis. La señorita Honey le dice a Matilda que perdió sus poderes porque cree que el
cerebro de Matilda tiene que trabajar mucho más, compitiendo con niños que la doblan en edad.

Un día, de regreso a casa, Matilda encontró a su familia empaquetando sus cosas porque se
marchaban de la ciudad. Matilda no quería separarse de la señorita Honey, por lo que volvió a su
casa y le explicó que su padre era un estafador y un ladrón de coches, y que huía de la ciudad
porque lo habían descubierto.

La señorita Honey dice a los padres de Matilda que quiere que la pequeña viva con ella y a ellos les
da igual. Se subieron al coche sin decir nada; su hermano fue el único que se despidió. Se
marcharon sin mirar atrás y Matilda vivió feliz bajo la tutela de la señorita Honey, que todas las
noches la leía cuentos.

Personajes

Matilda Wormwood: una niña superdotada, muy inteligente y avispada. Aprende por su cuenta a
leer, escribir, multiplicar y muchas cosas más. Le gusta mucho leer y es muy buena, leal y honrada.

Jennifer Honey: maestra del Colegio Crunchem, una mujer dulce y cariñosa cuya devoción es
enseñar a los niños no sólo conocimientos, sino también a ser buenas personas.

Agatha Trunchbull: directora del Colegio Crunchem, una mujer malvada que abusa de los
alumnos, imponiéndoles castigos crueles. También es la tía de la señorita Honey, a la que también
trató fatal en su infancia y, ahora, se quedó con su casa y su dinero.

Harry Wormwood: padre de Matilda, un delincuente que vende coches de segunda mano robados
y estafa a sus clientes. Es maleducado, machista y autoritario. Maltrata a Matilda ignorándola y
destruyendo sus libros.

Zinnia Wormwood: madre de Matilda, una mujer alienada y vanidosa a la que sólo le interesa el
dinero, la apariencia física, la lotería y la televisión. Cree que ser guapa es mejor que ser lista.

Michael Wormwood: hermano mayor de Matilda, un muchacho promedio que sus padres utilizan
para humillar a Matilda, pero ella no presta atención.

Lavender: mejor amiga de Matilda, una niña inocente, inteligente y simpática que se convierte en
cómplice de sus travesuras.

Bruce Bogtrotter: Un niño de la escuela que es amante de los pasteles de la directora Trunchbull.
Este personaje tiene una pequeña aparición durante un castigo de Trunchbull.

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