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OBJETO: INICIA CONCURSO PREVENTIVO.

SEÑOR JUEZ:

Jorge Alfredo López, D.N.I N.º 26.671.771, de Nacionalidad Argentino, con 33 años de edad, con domicilio real en calle Sarmiento
Nº 699 de la ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, con el patrocinio letrado del Dr. Hugo Frías, Matricula Profesional Nº 1385-
C.P.A.C-, constituyendo domicilio legal en calle Juan B Justo N.º 536 de esta ciudad, a V.S. me presento y digo:

I.-OBJETO- FINALIDAD DEL PRESENTE:

Que vengo a iniciar el concurso preventivo del suscripto en virtud de hallarme, al día de la fecha, en estado de cesación de pagos y
cumplirse, además, la totalidad de los requisitos formales y sustanciales exigidos por la ley 24.522 (Ley de Concursos y Quiebras).

II. COMPETENCIA:

Que V.S. resulta competente para entender en la presente acción por estar mi domicilio real ubicado en la ciudad de Córdoba.
Conforme lo dispone el artículo 3° inciso 1º de la Ley de Concursos y Quiebras.

III. REQUISITOS FORMALES Y SUSTANCIALES EXIGIDOS POR LA LEY 24.522. SU CUMPLIMIENTO:

a. Persona idónea para solicitar su concurso:

Que me encuentro dentro de las condiciones para solicitar el concurso preventivo, de acuerdo a lo que prevén los artículos 2º y 5º de la
ley 24.522. Al ser una persona de existencia visible, persona humana.

b. Causas de la actual situación patrimonial:

Que explicar cómo arribé al actual estado de cesación de pagos supone realizar una reseña de los que me ha acontecido con
anterioridad a la presente ya que dicho estado queda configurado a partir de la imposibilidad de cancelar obligaciones de antigua data.

Que en dicho contexto y como consecuencia lógica de dicho proceso ejecutivo, en el cual me vi imposibilitada de abonar la suma
reclamada, se me embargaron los derechos que me corresponden Propietario de varios inmuebles ubicados en la Provincia de Córdoba.

Que Vuestra Señoría entienda como llegue a dicha situación es necesario ilustrar la situación fáctica donde, al cambiarnos de
domicilio y llevar adelante la mudanza respectiva del mobiliario y efectos personales, se nos extraviaron varias chequeras utilizadas para
el giro comercial de nuestro negocio de venta de Ropa Deportiva al por menor, circunstancia que fue denunciada ante la autoridad policial
– Comisaria Primera- en fecha 18 de junio del 2020, ya que a esa fecha sólo pudimos constatar la pérdida de las chequeras
correspondientes a la Cuenta Corriente N.º 5677/20, en tanto que la correspondiente a los valores aquí denunciados presumíamos se
encontraba en nuestro poder dentro de alguna de las cajas con nuestros efectos personales.

Que al recibir el aviso de rechazo de la entidad bancaria, nos anoticiamos que los cheques presentados al cobro también nos
pertenecían, sin embargo nunca fueron librados por los titulares.

Que efectivamente, se inició una causa de cobro ejecutivo de pesos por los cheques impagos, la cual prosiguió hasta el estadio de
cumplimiento de la sentencia de remate, la cual no he podido acatar ante la excesiva suma reclamada indebidamente, aunque se permita
la posibilidad legal de instaurar juicio ordinario posterior para intentar la repetición del pago sin causa.

Que es así que al día de la fecha me encuentro imposibilitado económicamente para poder hacer frente a la suma declarada
judicialmente por Resolución Judicial Nº 460/21, del Juzgado Civil y Comercial Nº 2 de la Primera Circunscripción de la Provincia de
Córdoba. La cual me obliga al pago de los acreedores de los títulos ejecutivos.

Que efectivamente, no obstante haber intentado en reiteradas oportunidades llegar a algún tipo de acuerdo con mis acreedores,
estos fueron en vano, pues los mismos pretenden el cobro del total de sus acreencias, las cuales me son imposibles de satisfa cer
financieramente. -

Que no soslayara Vuestra Señoría que el estado de cesación de pagos, requisito objetivo esencial para la apertura del presente
proceso falencial, implica la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones de carácter exigible, lo que sucede en el supuesto de marras.
Que entonces, a todos los efectos, esta parte ha entendido que el estado de cesación de pagos como el estado general y
permanente de desequilibrio patrimonial que coloca al deudor en la imposibilidad de hacer frente, de manera regular, a las obligaciones
exigibles (cfr. Rivera, Julio César, en óp. cit., pág. 113).

Que es bajo esta comprensión que entiendo que los hechos puestos de manifiestos son reveladores de mi estado de cesación de
pagos, y con tal fundamento, que solicito a Vuestra Señoría que abra mi concurso preventivo -arts. 78 y 79 de la normativa concursal-.

c. Época de la cesación de pagos y su manifestación:

Que el artículo 1º de la L.C.Q. establece que es presupuesto para la apertura de los concursos el estado de cesación de
pagos, aunque el texto legal no acierta en definir el concepto. No obstante, ello, del artículo 79 de la misma ley, puede inferirse que, para
nuestro sistema legislativo, está en cesación de pagos el deudor que se encuentra imposibilitado de cumplir regularmente sus
obligaciones, cualquiera que sea el carácter de ellas y las causas que las generan.

A su vez, la jurisprudencia y la doctrina han aportado mayores precisiones acerca de los límites del presupuesto objetivo concursal. Así, se
ha establecido que la situación patrimonial que es condición de la apertura concursal consiste en un estado de impotencia para satisfacer,
con medios regulares (disponibilidades normales o activos corrientes), las obligaciones inmediatamente exigibles (exigibilidades o pasivos
corrientes).

El verdadero estado de cesación de pagos se caracteriza por las notas de generalidad y permanencia. La primera se refiere a la extensión
patrimonial; no quiere caracterizar el número de incumplimientos, que es indiferente (puede haber cesación de pagos sin
incumplimientos, o sólo con uno, y no haberla pese a la configuración de uno o de algunos incumplimientos), sino la afectación de toda la
situación económica del deudor como una verdadera impotencia patrimonial. La segunda se refiere a la extensión temporal, que, si bien la
cesación de pagos no es, necesariamente, un estado perpetuo del patrimonio, tampoco es una situación pasajera. La prolongación en el
tiempo de la impotencia aludida permite distinguir el verdadero estado de cesación de pagos de las situaciones de mera iliquidez,
indisponibilidad circunstancial de fondos, desequilibrios o dificultades de índole financiera, temporales y transitorias, sub sanables con
rapidez y facilidad, que no justifican la apertura de un proceso concursal.

En la concepción actual del presupuesto objetivo que habilita la apertura concursal, también se pone el acento en los medios con los
cuales se hace posible el cumplimiento de las obligaciones exigibles. Para que no exista cesación de pagos, el cumplimiento debe ser
factible como medios regulares de pago, noción ésta vinculada con la realizabilidad de los bienes y con la disponibilidad de crédito
normal. En esta línea, la jurisprudencia ha afirmado la indiferencia, en orden a su habilidad para desacreditar la insolvencia, de
tener bienes inmuebles u otros de difícil realización, por no ser ellos medios corrientes de pago. También se ha resaltado la
importancia de disponer de crédito normal o regular, lo cual se ha vinculado con la onerosidad del crédito según las condiciones promedio
del mercado financiero en cada época. Así, sería irregular o anormal el crédito usurario, y podría llegar a ser estimado igua lmente anormal
el crédito que, en sus sucesivas refinanciaciones, va tomando características de mayor onerosidad o se hace más gravoso, por ejemplo,
en sus garantías (el que originariamente quirografario es convertido, luego en hipotecario o prendario).

Finalmente, tan sólo cabe señalar, respecto de las situaciones que funcionan como presupuesto objetivo concursal, que resulta
indiferente la causa o los motivos que provocan la cesación de pagos (cfr. artículo 1º L.C.Q.). En ese orden de ideas, la invocación
de causas inherentes a la esfera de control del deudor o imputables a él resulta inadmisible para resistir o denegar una apertura concursal.

Formuladas tales consideraciones, corresponde abordar el análisis del estado de la situación patrimonial de este presentante
caracterizándolo como cesación de pagos y de fijar la fecha de consolidación de tal estado.

A tal efecto, en primer lugar, corresponde tener en cuenta la magnitud del pasivo, la cantidad de procesos judiciales existen tes en mi
contra y, en especial, la traba de múltiples medidas cautelares sobre los inmuebles de mi propiedad y la inminencia de su realización
mediante pública subasta. Respecto a estas cuestiones, me remito a los Anexos I. y III. que acompañan a esta presentación.

En segundo lugar, debe confrontarse dicho pasivo con los ingresos de este solicitante derivados de mi única actividad como pequeña
comerciante, a los fines de determinar la aptitud de los mismos para cancelar al primero. Lo dicho precedentemente debe complementarse
con la consideración de la imposible existencia de otros medios regulares adicionales para afrontar las obligaciones inmediatamente
exigibles y/o ya vencidas. En este aspecto, no existen disponibilidades normales o activos corrientes que puedan ser aplicado s a la
cancelación de tales compromisos.

Que los inmuebles de mi propiedad del que da cuenta el estado de situación patrimonial que se acompaña en el Anexo I. -donde se
estima un valor del mismo de U$S 30.000.- (DÓLARES ESTADOUNIDENSES TREINTA MIL)- se encuentra afectado por múltiples
embargos -véase al respecto el informe de dominio que se adjunta a dicho Anexo- resultando, en razón de ello, de difícil realización.

Toda esta situación determina, con total y absoluta claridad, la configuración de un estado de impotencia patrimonial que se traduce en la
cesación de pagos a la que hace referencia el artículo 1º de la L.C.Q. cuya manifestación inicial debe ubicarse en el mes diciembre del
año 2020, al incumplir la intimación de pago que me fuera cursada mediante el correspondiente mandamiento librado en el Juicio Ejecutivo
que tramitaba en el Juzgado Civil y Comercial Nº 2 por la suma de $ 2.500.000 pesos).
d. Estado detallado del activo y del pasivo y su valoración:

Se acompaña como Anexo II. un estado detallado del activo y del pasivo y su valoración.

Por encuadrar el presente en la situación prevista por el artículo 288, incisos 2º y 3º de la ley 24.522 (pequeños concursos) no
corresponde presentar el dictamen previsto por el artículo 11, inciso 3º, de dicha ley.

Los criterios de valuación aplicados se detallan en el mismo Anexo.

e. Nómina y legajo de los acreedores de este presentante:

Se acompaña como Anexo III. la nómina de los acreedores del suscripto y un legajo por cada acreedor en los que obra copia de la
documentación que comprueba la deuda.

La documentación original queda en poder de este presentante y, de entender V.S. que debieron haberse aportado los instrumentos
originales, solicito así me lo requiera emplazándome a cumplimentar dicha carga en el término previsto por el artículo 11 de la L.C.Q..

f. Nómina de los procesos judiciales y administrativos en los que este peticionante resulta parte:

Se acompaña como Anexo IV. una nómina de los procesos judiciales existentes que incluye la indicación de carátula, número de
expediente, radicación, partes, monto y objeto del juicio.

g. Libros de Comercio:

Que como he señalado me dedico al comercio, por lo cual me encuentro inscripto como tal en el Registro Público de Comercio.

Que es por ello que llevo adelante mi registración adecuada de mi gestión comercial con aptitud suficiente para permitir una
información mínima y razonable del giro mercantil, de mi situación patrimonial y de la marcha de mis negocios. Conforme a las
disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación Argentina (arts. 320 ss. y concordantes).

h. Concursos anteriores:

Declaro bajo juramento que no me he presentado con anterioridad en concurso preventivo de acreedores (cfr. artículo 11, incis o 7º, de la
L.C.Q.). Que así también no me encuentro dentro del período de inhibición que establece el artículo 59, o el desistimiento del concurso si
lo hubiere habido.

IV. CONSIDERACIONES FINALES:

Los hechos relacionados en el acápite c. precedente, invocados como determinantes de la actual situación de cesación de pagos, se
encuentran suficientemente acreditados con la documentación y explicaciones contenidas en los anexos que acompañan a esta
presentación y resultan fácilmente comprobables y verificables por V.S. en todos los casos.

La pluralidad y magnitud del compromiso descripto impiden al suscripto negociar con mis acreedores resultando, en razón de ello, la
negociación colectiva, en el marco de un proceso concursal, el medio más apto para llevarlo a cabo.

La reprogramación de la deuda con una razonable quita, un corto período de espera y un cronograma de pagos a mediano p lazo, permitirá
al suscripto reordenar su pasivo.

De resultar necesario, permitirá acordar con el conjunto de los acreedores la venta ordenada y programada del inmueble de mi propiedad
para afectarlo al pago de las obligaciones.

Por mi parte, comprometo todos mis esfuerzos para arribar a un buen término en la negociación.

V. PEQUEÑO CONCURSO:

En función de las circunstancias personales del suscripto reseñadas más arriba y lo dispuesto por los artículos 288 y 289 de la L.C.Q.
corresponde imprimirle al presente el trámite previsto para los pequeños concursos.

VI. PETITORIO:

Por todo lo expuesto, a V.S. solicito:

1) Se me tenga por presentado, por parte en el carácter invocado y por constituido el domicilio legal indicado;

2) Se tengan por cumplidos con los requisitos formales y sustanciales previstos por el artículo 11º de la L.C.Q. ó, de entenderse
incumplido/s alguno/s de los mismos, total o parcialmente, se intime al suscripto a subsanar tal omisión a cuyo efecto se con ceda el plazo
de gracia previsto por el último párrafo del citado artículo;
3) Se decrete la apertura del concurso preventivo de este presentante ordenando la publicación de edictos por el término de ley en el
Boletín Judicial y en el diario que V.S. estime corresponder;

4) Oportunamente, se homologue el acuerdo preventivo

Que SERA JUSTICIA.

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