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Isaías: ¡Oigan herederos de David el Señor les dará una señal!

La Virgen está embarazada y dará a luz un hijo que quien le podrá el nombre de
Emmanuel que vendrá con mucho poder y gloria y de él dirán este el consejero
admirable, el héroe divino, el padre de no muere, el príncipe de paz, su imperio no
tendrá limites y en adelante no habrá sino paz para el hijo de David y para todo su reino
él lo establece y no lo sostiene, por el derecho de la justicia desde ahora y para siempre.
(se retira)

Narrador: …

Ángel (Entra se acerca a María)


Ángel: Alégrate llena eres de gracia el Señor está contigo; no temas María porque has
hallado la gracia delante de Dios vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo al que
pondrás el nombre de Jesús, él será grande será llamado hijo te del altísimo y el señor
Dios le dará el trono de David reinará sobre las casas de Israel por los siglos y su
reinado no tendrá fin.

(María que está lavando, ella se confundió por estas palabras, y no entendía qué
significaría aquel saludo)

María: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?

Ángel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra por eso el que ha de nacer santo y será llamado hijo de Dios, mira a tu prima
Isabel tu pariente, ha concebido un hijo en su vientre y está en su sexto mes a la que
llamaban estéril, porque para Dios no hay nada imposible.

María: (de rodillas) “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”

Narrador:

Maria se dirige a casa de Isabel

María: Buenos días, ¿usted es Sacarías el esposo de mi prima Isabel?

Sacarías: Sí soy yo (mímicamente)

María: ¿Puedo hablar con ella?

Sacarías: Sí adelante (mímicamente)

María: (Se encuentra con Isabel) ¡Isabel! ¡Isabel! ¡Prima soy yo, María!

Isabel: Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre y como es
que a mi me viene a visitar la madre de mi Señor lo se porque ha penas llego a mis
oídos tu voz cuando me saludabas salto de alegría el niño de mi vientre.
Feliz tú que has creído las cosas que te fueron dichas de parte del Señor.

Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra


en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava.
Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada.

Porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso,


Santo es su nombre y su misericordia alcanza de
generación en generación a los que le temen.

Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. 
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a
nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»

Narrador: …

Ángel: (se acerca a José) José Hijo de David no temas en tomar a María tu prometida
porque el concebido en ella viene del espíritu santo dará a luz un hijo al que podrás el
Nombre de Jesús, el salvará a su pueblo de sus pecados.

José: (después de trabajar se queda dormido y entre sueños escucha al ángel, ¡No, no,
no Señor! (se pone de pie y cae de rodillas) Señor, aceptaré a María y cuidaré al niño
esperado por toda la humanidad.

Narrador:

Soldado: (Ingresa con un pergamino) El emperador Cesar Augusto ordena que todas las
personas que habitan en los territorios del imperio deberán regresar a su lugar de
nacimiento, para ser empadronados. ¡Comuníquese y cúmplase!

José y María escuchan temerosamente al soldado

José: María, tendremos que trasladarnos a Belén.

(a la altura de la Virgen de las Peñas, tocan la puerta)


Posadera 01: ¿Quienes son ustedes? ¿Qué es lo que buscan?

José: Mi esposa esta embarazada, necesitamos un lugar donde quedarnos esta noche.

Posadera1: Acá no hay lugar, busquen por otro lado.

(a la altura del coro)


Posadero 2: ¿Qué quieren?

José: Necesitamos donde pasar la noche pues mi esposa está a punto de dar a luz.
Posadera 3: No tenemos habitaciones disponibles por el momento pero si desean pueden
quedarse en el establo junto con los animales. Por acá síganme…

Narrador: …
Ángel: (se acerca a los pastores a la mitad del templo) No temáis les anunció una gran
alegría y ésta alegría es de parte del Señor, hoy esta naciendo en la ciudad de David un
salvador que es Cristo el Señor.

(señala la estrella)
Esto les servirá de señal. (Niño Jesús: Bua bua bua) Encontrarán a un niño envuelto en
pañales y acostado en un pesebre.

pastores de pies y corren hacia al niño

Pastor1: ¡Vamos!!! ¡Apúrense adoradores! ¡Vamos a ver a ese niño!!!

Pastor 2: Señora, señora ábranos la puerta!! Queremos ver a ese niño hermoso.

Pastor 3: ¡Venimos a adorarlo!

José levanta al niño. Los pastores miran al niño y se ponen de rodillas

Pastor 4: (se pone de pie) ¡Vamos a llamar a más pastores!!!

Pastor 3: (corriendo a llamar más pastores) ¡Adoradores vengan!!! Acá hay un niño
hermoso, amigo, amiga, ven, vamos a alabar al Niño Dios.

Pastores: Siiiiiiii (cantan y bailan, terminan en media luna alrededor del nacimiento)

Narrador: Como se darán cuenta hay muchas cosas que aun no están escritas en ningún
libro que algún día conoceremos cuando estemos con Jesús en el cielo.
Al poco tiempo llegaron unos reyes magos que vinieron de oriente y guiados por una
estrella trajeron regalos muy preciados oro, incienso y mirra.

Desde la mitad del templo

Melchor: Señor te traigo oro por ser el rey de reyes, aumenta más trabajo para Tacna lo
necesitamos.

Gaspar: Señor te ofrezco incienso para que purifiques nuestros corazones y nazcas en
cada uno de nosotros.

Baltasar: Señor te entrego mirra, para que acrecienten las vocaciones religiosas en
nuestra diócesis.

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