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Noviazgo

Sabemos que la familia es la principal célula de la sociedad. Entonces, el primer paso para lograr
mejorar nuestra comunidad o la ciudad en la que nos encontramos será comenzar desde nuestro
hogar. Tal vez nos encontremos a la espera de la persona que nos acompañará el resto de
nuestros días. Si es nuestro caso, hay algunos consejos que podemos tener en cuenta, que nos
serán de mucha utilidad al momento de dar los pasos que tengamos que dar para concretar un
futuro en Dios. 1) Concepto de noviazgo “mejor es casarse que estarse quemando” (1º Corintios
7:9). El noviazgo es la etapa anterior al matrimonio, que nos ayuda a conocer y a aprender a amar
a la otra persona. La mentalidad del mundo nos propone el juego, la diversión, el estar con una
persona, con otra, sin atarnos demasiado ni generar compromisos. Todo vale; desde simples besos
y caricias, hasta las relaciones sexuales indiscriminadas, da igual. Si la relación no funciona, se
busca otra persona y se vuelve a intentar. El hijo de Dios tiene en claro que toda relación de
pareja, así como el noviazgo, debe tener como meta el matrimonio. Tiene en claro que no se
puede estar probando, para ver qué conviene o gusta más. El hijo de Dios se toma las cosas en
serio. Puede haber MI NUEVA VIDA 17 desilusiones o relaciones que se truncaron y no resultaron
como se esperaba; en ese período nos damos cuenta de que nos equivocamos, tal vez por
apresurarnos, por dejarnos llevar por la apariencia física o por el buen carácter o forma de ser de
la persona que nos enamoró, y nos terminamos dando cuenta de que no era la indicada para
acompañarnos toda la vida. Como seres humanos, podemos equivocarnos, y allí estará el desafío:
en que aprendamos a escuchar la voz de Dios, incluso en nuestras cuestiones amorosas y
sentimentales. Sea como sea, debemos tener en claro que nuestro pensamiento debe ser
casarnos, y no estar probando hasta encontrar la persona correcta, como si estuviésemos
hablando de un par de zapatos

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