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UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO DE INVESTIGACION

DOCENTE:

OTONIEL JARA CORDOVA

ESTUDIANTE:

VICTOR MANUEL LINARES TURESTA

MATERIA:

TESIS I

CICLO IX

2021

1
Posesión no punible de dos tipos de drogas en la cantidad regulada en

el código penal peruano. Art. (299)

La posesión implica la acción de un dominio de facto sobre la cosa,

también se puede entender que no es necesario una relación material

constante y permanente con el objeto poseído, pero es suficiente que

esté sujeto a la acción de la voluntad del poseedor, se considera como

delito la posesión de estos elementos prohibidos, lo cual a través de las

distintas circunstancias que han surgido a través de los diversos casos

es de vital importancia realizar una modificación del art. 299 segundo

párrafo del código penal en función a la punibilidad de la posesión de

cantidades mínimas de drogas diversas, es por ello que la finalidad de la

investigación es lograr la objetivación de los elementos conocidos como

prueba indiciaria. Por este motivo debe implementarse una medida

correcta para que se pueda lograr cotejar los principales aspectos que

indiquen claramente la circunstancia. A través de la encuesta aplicada

se ha podido desarrollar correctamente el objetivo general Modificar el

art. 299 segundo párrafo del Código Penal en función a la punibilidad de

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la posesión de cantidades mínimas de drogas diversas.

Palabras Claves: Punibilidad, Drogas diversas, Delito la posesión

Introducción.

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El siguiente trabajo aborda la problemática del consumo de drogas desde la

perspectiva de la posesión de no solo de 1 tipo de drogas, sino en los casos en los que

el consumidor es adicto a 2 drogas de diferentes tipos, profundizamos en el tema, al

ver que la actual legislatura condena al consumidor que en su adicción es un hecho

que consuma más de 1 tipo de drogas.

El art. 299 del código penal peruano nos habla sobre la posesión no punible,

dándonos datos exactos en el peso y el tipo de droga que una persona puede llevar

consigo sin tratarse de un caso de micro comercialización de drogas, pero en el

segundo párrafo encontramos una inconsistencia pues al consumidor que es hallado

con 2 tipos de drogas aun estando debajo del peso establecido para la posesión no

punible es procesado por comercialización de drogas en muchos casos privándolos de

su libertad, esta figura muestra un error que expone al abuso excesivo de la justicia.

1.Fundamentación de la investigación

Descripción de la situación problema.

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En la actualidad haciendo un enfoque a través del incremento del consumo diario y

potencial de drogas en el país, la actual Política Criminal contra el Tráfico Ilícito de

Drogas es el resultado de la aplicación de las estrategias de prevención y control que

fueron diseñadas, por la Convención de las Naciones Unidas contra el Trafico ilícito de

Drogas Estupefacientes y Psicotrópicas de 1988

(https://www.unodc.org/pdf/convention_1988_es.pdf.). Desde entonces tal ley a tenido

muchos cambios, comenzado desde la Ley 19505 de 1972 que decidió descriminalizar

tal conducta al calificar al consumidor como un ser enfermo y víctima del narcotráfico al

que debería aplicársele de manera diferente, al tratarse de una condición de adicto.

En tal sentido encontramos concordancia , con la promulgación del Código Penal de

1991, en donde el legislador nacional a incluido en el artículo 299° una no tan clara

disposición que manifiesta exenta de pena la posesión de algún tipo de drogas para el

propio consumo siempre que la posesión no excediera de una dosis personal que

deberá evaluarse en base a criterios tan poco prácticos como el “peso-dosis”. El texto

legal empleado fue el siguiente:

“Articulo 299º.- El que posee droga en dosis personal para su propio e inmediato

consumo está exento de pena. Para determinar la dosis personal, el juez tendrá en

cuenta la correlación peso/dosis, la pureza y la aprehensión de la droga”

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La redacción del artículo 299º generaba graves contradicciones normativas y

dogmáticas. No fue hasta que, en efecto, los cambios introducidos en la norma citada

se han limitado a incorporar las cantidades límite por las que “no es punible la posesión

de drogas para el propio e inmediato consumo”. Es decir, que la principal modificación

generada por la Ley 28002 consistió en precisar el volumen máximo de droga poseída

que equivale a una dosis personal.

Desde entonces no habido más cambios en dicho art. Del código penal, dejando un

gran vacío en el segundo párrafo que dicta:

“(………) Se excluye de los alcances de lo establecido en el párrafo precedente la

posesión de dos o más tipos de drogas. (…..)”

Este párrafo nos deja con muchas más preguntas que respuestas, pues no precisa,

ni hace énfasis en los consumidores que no solo usaran un tipo de droga al momento

de consumir, radicalizando la posesion de 2 tipos de drogas para el consumo.

Identificación del problema.

En el código Penal en el TÍTULO XII: Delitos Contra la Seguridad Pública, Capítulo

III: Delitos contra la salud pública, SECCIÓN II: TRAFICO ILÍCITO DE DROGAS,

Artículo 299. Posesión no punible, se expresa el peso y la cantidad que droga para el

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propio e inmediato consumo que no es punible – “cantidad que no exceda de cinco

gramos de pasta básica de cocaína, dos gramos de clorhidrato de cocaína, ocho

gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados(…..)”; En este sentido

entendemos que la legislación actual nos es muy consciente del vacío legal que deja el

segundo parra de este Articulo- “ Se excluye de los alcances de lo establecido en el

párrafo precedente la posesión de dos o más tipos de drogas.” El cual nos deja con la

gran interrogante que – si llevo 2 tipos de drogas con un peso menor al descrito en el

Art 299. ¿Debo ser tratado como un comercializador de drogas?,

Sin dudar a duda esto me da que pensar que el legislador con este articulo pretende

la exclusión de los efectos de exención de pena para quienes se

encuentren en posesión de dos o más tipos de drogas, Con esta variante el

legislador nacional ha convertido a los polia-dictos, o consumidores simultáneos de

varias drogas, los mixteros, los gateros (pasta y marihuana) en sujetos criminalizados o

potenciales delincuentes “de puro derecho” o por “imperio de la ley”.

Justificación de la tesis

Actualmente los juicios de comercialización de Droga, en la gran mayoría son casos

de tan solo consumidores encontrados con 2 o más sustancias ilícitas (Drogas),

basándose en que es punible la posesión conjunta de dos o más drogas para el propio

e inmediato consumo, pese que las cantidades de cada tipo de drogas no excedan las

fijadas en el artículo 299º, La actual redacción del artículo 299º no ha modificado el

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carácter atípico de la posesión de drogas con fines de propio consumo, por lo que

dicha norma continúa siendo una causa de justificación innecesaria y disfuncional, por

tal motivo es importante plantear al legislador la inconsistencia dogmática y practica del

artículo 299º. Por tal hecho considero que la actual atipicidad de los actos orientados al

propio consumo de drogas es una opción que dadas las características del problema

de la droga en nuestro país y de las endémicas carencias del sistema de Educación y

penitenciario, procesar a un consumidor de drogas mixtas por el delito de tráfico de

drogas resulta una pérdida de tiempo al sistema de justicia que muchas veces por la

acumulación de expedientes y casos optan por la vía mas fácil que es la sentencia, lo

que incrementa la población penitencia y muchas veces reprimiendo de su libertad a

solo simples consumidores enfermos.

La investigación que desarrollo, se constituye en un aporte innovativo para el

Derecho Penal Peruano, en cuanto que planteo la despenalización absoluta de la

posesión no punible de dos o más drogas en menores cantidades, siempre y cuando

asimismo no sobrepasen las cantidades prohibidas por el Código Penal vigente en

referencia al delito de micro comercialización de drogas (Art. 298). En esta

investigación se enfatizará en el desarrollo de conceptos doctrinarios y bases teóricas –

jurídicas sustentables acerca de la Posesión no punible de dos o más drogas y sus

indicadores relacionados como el Poli consumó de Drogas y el Consumo de Drogas en

pequeñas cantidades para fines médicos y autorizados; y asimismo se ampliarán los

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fundamentos acerca de la necesidad dogmática-doctrinaria de la despenalización

absoluta sobre una figura no delictiva; lo que pueda ser aportable para instruirse e

inculcarse en los funcionarios de la Policía Nacional, a fin de evitarse detenciones

arbitrarias sobre sujetos policonsumidores que consumen dos o más drogas en dosis

mínimas

Ubicación del tema.

ART. 299 de Código Penal.

1.5 Objetivos

Objetivo general.

Modificar el contenido del segundo párrafo del Art. 299 del CP.

Objetivos específicos.

La posesión no punible de 2 tipos de drogas en diferentes pesajes, para los

consumidores habituales, y la facilidad para el legislador para discernir entre un

consumidor y un micro comercializador de drogas.

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2. Marco teórico

La posesión de drogas es un tema que se ha tratado muchas veces en la la

legislación peruana, y alrededor del mundo, a continuación, veremos ciertos puntos de

vista para poder entender con facilidad por que la posesión de 2 tipos de drogas

regulados en peso en el art. 299 no debería ser procesado como tráfico ilícito de

drogas.

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El desarrollo del presente proyecto de investigación es de carácter inédito y

novedoso en materia de la legislación penal peruana en relación al delito contra la

salud pública – Tráfico Ilícito de Drogas, en cuanto que se formulará de manera muy

asertiva sobre el tema de despenalizarse la tipificación penal tácita que se viene

aplicando sobre la posesión de dos o más drogas en menores cantidades; ya que de

manera muy negativa, se tienen casos recurrentes en que las autoridades policiales

intervienen y detienen arbitrariamente a personas que poseen dos o más drogas en

cantidades mínimas solamente para consumo personal automedicado; pero que por

exceso arbitrario de malos funcionarios policiales se les llega a arrestar y hasta imputar

indebidamente mediante los atestados policiales que se formulan al respecto, con delito

de micro comercialización de drogas. En relación con la incidencia y tipificación penal

de la posesión no punible y del consumo de drogas en nuestro país, se tiene que

resultó innovadora la regulación que el Código Penal vigente contempla en cuanto a la

exención de pena de la tenencia de drogas para el consumo, basándose en la

jurisprudencia del Tribunal Supremo Español. El Código Penal establece criterios para

la determinación, por parte del Juez, de la dosis personal para el consumo. La

correlación peso – dosis, cantidad de droga que requiere el 12 consumidor y que

depende de la clase de droga y de la concentración de elementos psicoactivos; pureza

de la droga, la que es variable de acuerdo al tipo de droga y la aprehensión de la

droga, que consiste en la forma de consumo como resultado del hábito y que lleva a un

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aumento en la cantidad consumida, son los nuevos marcos dentro de los que el Juez

determinará la dosis personal. Ello es un avance, pues el magistrado no se verá

encasillado por una cantidad tasada de droga al consumo, sino que cuenta con

elementos de juicio que le permitirán evaluar cada caso de acuerdo a las circunstancias

y evitando arbitrariedades

2.1 posesión de drogas

2.1.1 definición de posesión

La definición que nos da la RAE es: “Acto de poseer o tener una cosa corporal con

ánimo de conservarla para sí o para otro.”

En el derecho Civil se habla de posesión, para Martín Mejorada C. docente en la

Pontificia Universidad Católica del Perú, Profesor de Derecho Civil de la PUC, UP y

UNMSM: “La posesión como derecho es la consecuencia jurídica de la posesión como

hecho, es decir, la posesión se sustenta en la apariencia de un derecho frente a

terceros”

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2.1.2 nociones generales

Se debe distinguir entre las diferentes clases de posesión de droga para el consumo

y la posesión para el tráfico. Por tanto, puede afirmarse que se diferencian varias

clases de posesión de droga: la droga para el tráfico (art. 296 CP); la posesión de

droga en pequeña cantidad (art. 298 CP); la posesión para el consumo (art. 299 CP).

Se castigan los dos primeros, dejando el último exento de pena.

2.2. Antecedentes de estudios.

2.2.1 Antecedentes nacionales.

Novak, F. (2012) , Profesor de Derecho Internacional, en su estudio analítico

denominado “La Legalización de las Drogas: ¿Una alternativa viable para el Perú?

Elaborado para el Instituto de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad

Católica del Perú hizo un cuestionamiento respecto a los argumentos digitados

favorablemente para legalizar el consumo de las drogas indicando que resultan, un

tanto débiles dado que en su mayoría carecen de solidez. Agrega, que pocos países

han tenido la experiencia dirigida a la legalización. Muchos han tenido que retroceder,

retornando a las políticas de restrictivas; sin que hayan logrado eliminar el crimen ni las

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mafias, menos al narco- turismo, y lo peor es que se ha incrementado los cultivos

ilícitos y el consumo de otras drogas. Por eso en sus conclusiones refiere que los

Estados presentan diferencias sustanciales en el origen del flagelo que deben combatir;

por lo cual, es necesario que sus políticas tengan que ser definidas de forma

diferenciada en cuanto a las metas y objetivos que pretenden alcanzar; sin embargo,

también deben definir cuál es la metodología y los planes que deberán poner en

acción. Concluye además que no resulta posible, comparar la situación real del Perú y

Colombia, donde la producción y el tráfico son los ejes centrales, con Portugal donde el

hábito para consumo es la mayor problemática que afrontan así como en Australia o en

Rusia, o con países como Turquía donde el tráfico de heroína es el punto de mayor

atención, o Brasil que sufre de una gran violencia por el tráfico de drogas. Por tanto,

cree que los esfuerzos del Perú deben alcanzar una mayor concentración con el fin de

lograr mejoraras en la aplicación de una mejor estrategia antidroga, como la aplicada

con éxito en la región San Martín y evitar la importación de modelos con resultados

irreales de otros Estados

Torres, J. (2013). En su tesis “Buscando autonomía. Análisis de la continuidad de la

política exterior peruana en tráfico ilícito de drogas”, para la Pontificia Universidad

Católica del Perú con el propósito de obtener el grado de magister en Ciencia Política

con mención en relaciones internacionales. Se formuló como objetivo la búsqueda de la

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autonomía y efectuar el análisis de la continuidad de la política exterior peruana en

relación al tráfico ilícito de drogas con cuyoobjeto cuestionaba la forma de comprender

la continuidad de la política exterior peruana sobre el delito de tráfico ilícito de drogas a

pesar del cambio de gobierno el año 2011 y las reformas propuestas en el “Plan de

Gobierno” del nacionalismo. La hipótesis sustentaba que la continuidad de la política

exterior peruana en tráfico ilícito de drogas, a pesar de los cambios propuestos en el

"Plan de Gobierno" del nacionalismo sobre esta materia, es producto de un proceso de

profundización de su dependencia hacia los postulados de política pública contra las

drogas impulsados por Estados Unidos y enmarcados en el actual régimen

internacional de las drogas. Como conclusión, se determinó que la dependencia se

produce a razón de un análisis racional que ha consolidado un tradicional alineamiento

político y estratégico y que, asimismo, ha imposibilitado cualquier intento de reforma.

Tuesta (2014) en su investigación titulada: “Problemática de las drogas en el Perú”,

con el patrocinio de los Estados Unidos y su embajada, las entidades nacionales

“Seguridad Ciudadana” y “Cedro” tiene como objetivo hacer un análisis del delito de

drogas en el Perú, estudiando el tipo penal, la base legal e internacional; estableciendo

que las sustancias ilícitas son un flagelo de la sociedad en su conjunto, que sus efectos

y consecuencias nos alcanzan a todos y ahí que las estrategias que han sido

diseñadas para contrarrestar con éxito esa lucha contra las drogas. Precisa que se

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requiere abordarlo de forma interinstitucional y multidisciplinaria, que propenda al

fortalecimiento de las acciones de prevención, apoyo a la interdicción, el desarrollo

alternativo y una legislación firme, como mecanismos que garanticen la eficacia y

eficiencia en esta lucha. Como conclusión sostiene que la capacitación de los

miembros de la Policía Nacional del Perú́ a cargo de la lucha contra las drogas y los

que no lo están, deben constituirse en una actividad constante y los mecanismos y

procedimientos que se generen deben tener garantía de eficacia para derrotar a la

drogas y todas sus manifestaciones, desde nuestro rol de operadores de 21 justicia,

debemos hacer frente a este grave problema, reafirmemos pues, nuestro compromiso y

convicción por la construcción de un mundo sin drogas.

Prado (2016) en su investigación titulada: “El tratamiento penal de la posesión de

drogas para el propio consumo en la legislación peruana” tuvo como objetivo establecer

las políticas que se vienen aplicando en el contexto del tratamiento de la posesión de

drogas, así como el marketing que vienen aplicando las organizaciones criminales para

potenciar el crecimiento sostenido del consumo. Como resultado, de su planteamiento

sostiene que requiere de una clara definición de carácter político criminal del Estado en

relación al tratamiento penal que corresponde dispensar la sanción penal a aquellos

actos orientados al consumo personal de ilícitas sustancias. Agrega que si se decidiese

sancionar estas conductas, tal como lo sugirió la Convención de Viena en el año 1998.

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Agrega que el artículo 299 debe convertirse en un nuevo tipo penal, en el que se

describan como hipótesis jurídica que los actos dirigidos al propio consumo son delito y

se debe señalar también penalidad para tales conceptos. Si, por el contrario, la

decisión del Estado es no penalizar el propio consumo y las conductas encaminadas a

él, como actualmente se infiere de los alcances del artículo 296o, el artículo 299

debería suprimirse.

Santillán (2015), en su tesis de maestría “Los planes de interdicción como

mecanismo para el control en la lucha contra las drogas ilegales” para la Pontificia

Universidad Católica del Perú, con la finalidad de obtener el grado de magister en

Ciencia Política con mención en políticas públicas y Gestión pública: se formuló como

objetivo; el planeamiento y la ejecución de las acciones de interdicción contra el tráfico

ilícito de drogas en el Perú, la investigación y denuncia a las personas dedicadas a la

producción y comercialización de drogas, desvío de insumos químicos y lavado de

activos. También la realización de actividades de inteligencia que logren la ubicación y

posterior captura de aquellas organizaciones de traficantes de drogas, la destrucción

de los centros donde realizan el procesamiento de las drogas, de aquellos cultivos de

amapola, así como de marihuana, brindando seguridad para el personal que efectúa

actividades para erradicar cultivos ilícitos de hoja de coca. Como conclusión el

investigador determinó que existen una serie de problemas administrativos y también

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logísticos al interno de la organización policial 22 que se evidencian durante todo el

proceso de interdicción y que se inician en la etapa de planeamiento, por cuanto no

seda cumplimiento oportuno a la formulación de los documentos, la logística no es

suficiente para soportar una operación de interdicción contra el TID y comprende desde

el acopio de información lo cual implica el traslado del personal hacia los lugares

identificados como blancos objetivos para la intervención, esto se debe sin duda a la no

inclusión del costo de la operación dentro del Plan de Operaciones de Interdicción, es

decir, la PNP no cosifica sus gastos para una operación de interdicción lo cual no

permite apreciar el gasto a efectuar y como consecuencia el planeamiento de la

operación para el cabal cumplimiento de los objetivos; es decir actualmente los Planes

de Operaciones de Interdicción, no se encuentran debidamente articulados con los

objetivos nacionales plasmados en la política pública de lucha contra las drogas

Desde el punto del legislador la posesionó como el consumo de drogas un tema que

ha estado siempre en una posición en la que, el perjuicio social en muchas veces

causante de este modo en que las leyes son tipificadas, el consumo de drogas es algo

que se conoce desde la antigüedad y va a seguir siendo una costumbre en todas las

capas de la sociedad en todos los tiempos. Los que han estudiado este fenómeno

conocen la problemática de la sociedad en el Perú, pero no se puede señalar a los

legisladores y al actual cuerpo normativo como los villanos, el tema del narcotráfico en

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muy visible en esta problemática que abordamos en el presente trabajo que es la

posesión, que diferencia podría encontrar un legislador que hace valer la ley ante un

caso de un consumidor que por las cantidades encontradas no sean producto de la

venta de este material químico (DROGA). el peso muchas veces nos dará a conocer en

qué tipo de actos nos estaremos encontrando. Si bien es cierto la legislación ya trabajo

en ese tema, las normas legales son aún muy vacías en poder ordenar el

comportamiento de un consumidor habitual, que en un caso normal se entiende que

podía sobrepasar el pesaje que está tipificado, consumiendo más de lo tipificado en un

solo día, la habitualidad del consumidor haría pensar que es parte de una red o

agrupación dedicada al narcotráfico, la otra cara de este problema y el que más afecta

a la sociedad es el narcotráfico regulado en el Art. 296 de CP.

2.2.2 Antecedentes locales.

Julia Barrera.- (Tesis Maestría). EL DELITO DE POSESIÓN DE DROGA El objetivo

de su obra. El Delito de Posesión de Droga ha tenido como finalidad de manera

esquemática el tema del hecho punible. Panamá desde el año de 1912 ha aprobado

leyes, decretos, Códigos penales que han tenido modificaciones sobre los conceptos

de droga, tráfico de sustancias ilícitas, posesión, consumo, penalización,

despenalización y se ha incorporado a nuestra legislación Convenios multilaterales de

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las Naciones Unidas. El fenómeno de la droga es un delito contra la salud (bien jurídico

tutelado) está tipificado en nuestra legislación punitiva y su posesión esta penalizada.

La sanción para el poseedor depende de la cantidad dosis posológica aprobada por la

medicatura forense, si es únicamente para el consumo personal o ;por el contrario, la

posibilidad aumenta si el consumo de la sustancia ilícita es suponer a la dosis

posológica y es para el suministro o traspaso a cualquier título por el consumo ilegal

(Artículo 260 del Código Penal). La excepción la constituye cuando el agente que la

posee para el consumo personal en dosis escasa de acuerdo con la posología

autorizada y es un enfermo declarado drogodependiente (Articulo 263 F del Código

Penal). La Constitución Nacional protege la salud y en el Artículo 31 se establecen las

medidas para que la persona sea objeto de tratamiento. La droga de acuerdo con la

clasificación de las Naciones Unidas o de la Organización Mundial de la Salud son

Drogas Duras, Drogas Semiduras o Drogas Blandas siendo su posesión un hecho

punible. La conducta del procesado es violatoria de la ley penal bien sea que la posea

simplemente o la suministre en venta o traspaso a cualquier título para consumo ilegal.

El comportamiento humano del agente (sujeto activo) con su conducta típica engendra

el hecho delictivo consagrado en la norma que se sanciona por lesionar al sujeto pasivo

de la infracción, que es el Estado. El agente de posesión de droga es de peligro

abstracto por presentar las características de un peligro indeterminado. En

consecuencia, es un delito de peligro común que atenta contra el bien jurídico que

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protege un sinnúmero indeterminado de personas. El dolo estará siempre presente al

ejecutarse el hecho punible realizado por el agente (Artículo 31 del Código Penal). La

culpa no es aplicable. La inimputabilidad en posesión ilícita de la droga es aplicable

cuando es una enfermedad mental, o como trastorno mental transitorio (Articulo 24 del

Código Penal) o por intoxicación de la droga por caso fortuito (Articulo 29 del Código

Penal). El delito de posesión de droga es de ejecución instantánea desde el momento

en que se posea la sustancia. En el aspecto criminológico, en el delito de posesión de

droga, el uso y abuso de sustancias surten efectos nocivos que destruyen víctimas que

generan delincuencia a cualquier nivel y sus efectos sociales son imponderables. En el

aspecto político- criminal la lucha es hacerla contra la criminalidad.

Una realidad que se tiene que abordar es que el consumidor es una persona

enferma que es muchas veces sindicado como el actor material del delito, delito que

afecta a al estado y que muchas veces por una falta de investigación correspondiente,

las victimas terminan siendo encarceladas injustamente y dejando a familiar a la

merced pues en estos casos los que son encarcelados son los que paran la olla en el

hogar. El consumo de drogas o la habitualidad al consumo de estas por partes de

menores es una realidad que no le damos la verdadera importancia que merece, La

adolescencia es un periodo del desarrollo personal en que se forma el componente

21
conativo-volitivo de la conciencia y el carácter de la personalidad; dura

aproximadamente hasta los 18 años de edad, dependiendo del grado de desarrollo

económico, la clase social y las condiciones de vida de la familia o comunidad.

El consumo de drogas es un problema de salud pública a nivel mundial, siendo la

droga ilegal de mayor consumo la marihuana. El consumo de dicha sustancia se hace

cada vez a edades más tempranas y se ha incrementado tanto en países desarrollados

como en vías de desarrollo. Asimismo, el consumo de marihuana se encuentra

asociado a una mayor probabilidad de fracaso escolar, menores logros académicos y

reducción de los años de educación, dependiendo de la edad de inicio. El Perú no

escapa a esa realidad, dado que las dos sustancias más usadas en población escolar

adolescente son la marihuana y los inhalantes (terokal, PVC, benzina y/o acetona).

Las drogas (legales e ilegales), en general, afectan la capacidad volitiva, interfieren

con el proceso cognitivo, contribuyen a la presencia de trastornos del humor;

incrementan el riesgo de accidentes, muerte o suicidio; mantienen el ciclo de la

pobreza y contribuyen al subdesarrollo. El consumo de drogas puede destruir la

integridad y cohesión familiar debido al estrés de los padres; genera también una

pérdida de horas de trabajo, debido a una disminución en la productividad y por tanto

una disminución del ingreso familiar. Además, el uso de sustancias durante la

22
adolescencia puede repercutir en altos costos en términos de cuidados de la salud,

tratamiento y servicios de salud mental, así como mayores índices de crímenes

juveniles. La morbilidad adolescente es mayor cuando se asocia al consumo de drogas;

así, se ha determinado una fuerte asociación entre trastornos mentales y el uso de

drogas.

2.2.3 Antecedentes internacionales.

Guillermo Garat (Periodista uruguayo) en su libro “Un siglo de políticas de drogas en

Uruguay” expresa que; En 1988 se firmó en Viena la Convención contra el Tráfico Ilícito

de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas. Las principales características del

acuerdo internacional fueron el control de los precursores químicos para procesar las

sustancias proscriptas, el fortalecimiento de los mecanismos de extradición, el

levantamiento del secreto bancario y otras herramientas. Los estados además se

comprometieron a crear las figuras penales necesarias para tipificar el cultivo, la

compra y la posesión personal.

23
Diez años después la legislación uruguaya ratificó la norma internacional, pero una

vez más los legisladores optaron por un régimen más laxo que el propuesto por NNUU.

Algunas de las recomendaciones no fueron adoptadas como la figura de

enriquecimiento ilícito, la abolición del secreto bancario y la penalización del con sumo

personal. La aprobada ley 17.016 “operó como una clara despenalización”, bajando los

mínimos de las penas para los delitos relacionados con drogas de tráfico ilícito y

además permitió la excarcelación de las penas. El artículo 31 de la ley admite “una

cantidad razonable desposesión de una “cantidad mínima” tolerada. La ley 17.016 optó

por atender al principio de dependencia del usuario, la expresión “cantidad razonable”

pretendió adecuar la cantidad de droga incautada a la frecuencia en el consumo del

usuario.

Guzmán, M. (2013), En su tesis “Políticas de prevención contra los delitos de tráfico

y tenencia de drogas en el Ecuador”, realizada para la Universidad Técnica Particular

de Loja del Ecuador; con el propósito de obtener su título de abogada de los juzgados y

de los tribunales de la república ecuatoriana. En su tesis se planteó como objetivo el

desarrollo de propuestas de políticas de prevención contra los delitos de alta incidencia

en su país; estos son la Tenencia y el Tráfico de Drogas con el diseño de esas

propuestas justamente. Concluye su investigación refiriendo que se el desarrollo de

estas propuestas de políticas para prevenir los delitos de alta incidencia en el Ecuador

24
debe reunirse a los funcionarios públicos responsables de los servicios fundamentales

para el ciudadano tales como el trabajo, la vivienda y el urbanismo, además de la

salud, la educación, el agua, la energía, etc., a la policía y a la justicia para poder

enfrentar situaciones que conducen a las personas al camino de la delincuencia.

Incluye a las entidades municipales y demás comunidades que también se sitúan en

una posición estratégica para logar influir sobre las causas que originan la criminalidad,

y que para ello cuentan con ayuda financiera y técnica de otras entidades del gobierno

y de las organizaciones de derecho internacional. Agrega que los funcionarios

responsables de todos los niveles deben procurar el uso de su autoridad política y

asumir el deber en contra la actividad delincuencial de carácter urbano. Finaliza

indicando que la participación de la sociedad en su conjunto es de vital importancia,

debido 23 a que por medio de esta se promueve que las personas participen

activamente; denunciando cualquier clase de vulneración de sus derechos. Concluyó

determinando que la desigualdad social, marcada por la pobreza extrema y la

marginación, producen un espacio en el que entran en acción la mayoría de los dramas

familiares, de la escuela y la vecindad. Bajo ese contexto se analiza que si un joven

que en el seno de su hogar ha sido descuidado y maltratado, que tiene problemas

conflictivos en la escuela y que en su barrio se acercará a las pandillas y pronto será un

delincuente, ya que las posibilidades se le presentarán en gran número y sumamente

con facilidad.

25
Silvestre, (2015) En su tesis: “Ausencia de parámetros legales para determinar la

cantidad de droga en el delito de posesión para el consumo”. Para la Universidad

“Rafael Landivar” de Guatemala, con el propósito de obtener los títulos de abogada y

notaria y el grado académico de licenciada en ciencias jurídicas y sociales. Se planteó

como objetivos el abordaje de un análisis jurídico sobre el artículo 39 de la Ley Contra

la Narcoactividad, que estipula el ilícito de posesión para el consumo; estableciendo

que dicha normativa es ambigua porque genera varias contraposiciones que causan un

vacío legal, debido a que cuando el legislador creó la ley no estableció aquellos

parámetros legales a fin de determinar cuánto sería la cantidad de sustancia ilícita que

debe de permitirse poseer para el consumo propio inmediato, dejando al arbitrio del

Ministerio Público o del juez contralor. Concluyó en su investigación estableciendo la

importancia y cuan necesario es crear esos parámetros legales para determinar la

cantidad de droga razonable para el consumo inmediato en el delito de posesión para

el consumo. Finaliza creyendo necesario la reforma del artículo 39 de la Ley de

Narcoactividad, a fin de evitar que se siga recurriendo a la discreción del Ministerio

Publico o del juez contralor, que sean quienes determinen la cantidad de droga en un

caso concreto, y que con la reforma se impediría arbitrariedades y se coadyuvar al

desarrollo del derecho penal guatemalteco.

26
Montes, M y Perea, M. (2005), en su tesis “¿Cómo el narcotráfico ha influido en la

política criminal colombiana? 1978- 1997”, para la Pontificia Universidad Javeriana de

Bogotá D.C. de Colombia con la finalidad de obtener el título de abogado; tiene como

24 objetivo el estudio de aquella evolución histórica de la política criminal de Colombia

frente a las actividades del narcotráfico, en el etapa comprendida en los años de 1978

a 1997, periodo en el que se presentaron grandes transformaciones en el contexto

social que dio origen a un cambio sustancial en derecho penal. En sus conclusiones

apunta que la política criminal represiva empleada en Colombia en esa década logró

otorgar solo respuesta a una de las partes del flagelo ocasionado por el narcotráfico.

Esto se debió que al emplear el derecho penal como prima ratio sólo se criminaliza y

persigue el delito; condenándose al narcotraficante, olvidándose a los demás sujetos

que intervienen en esta actividad ilícita, tales como los adictos consumidores o los

micro productores que no obtienen una solución de naturaleza jurídica, debido a que

esta no resuelve su conflicto. Plantea dar una solución completa al problema

recurriendo a materias que tienen una relación o concordancia en sus objetivos, tales

como la criminología que brinda respuestas más globales y completas cuando incluye

diversos temas de carácter sociológico, económico, moral entre otros.

27
Martínez (2015), en su tesis doctoral “Estrategias multidisciplinarias de seguridad

para prevenir el crimen organizado”, para la Universidad Autónoma de Barcelona en

Francia, tuvo como objetivo: la aplicación de estrategias multidisciplinarias que resulten

necesarias para la seguridad preventiva del crimen organizado que tanto daño viene

ocasionando a la sociedad en su conjunto. En sus conclusiones estableció que las 4

etapas que evidencian el crimen organizado son: en primer término, los delitos que

desarrollan las organizaciones del crimen organizado sobre el tráfico de bienes y

servicios básicos. En segundo lugar: El lavado de activos a través del blanqueo de

dinero fruto de los beneficios de aquellos bienes y servicios brindados ilegalmente.

Como tercera cuestión: el detalle a la forma en la que se estructura y mantienen

relaciones las organizaciones dedicadas el crimen; y, como cuarta situación, el detalle

de la forma en que las organizaciones criminales consiguen concertar un poder que les

brinda las facilidades para establecer alianzas con las élites políticas y económicas, y

terminan enquistándose en los estratos del poder. Comisión Interamericana de

Derechos Humanos (2014) en su informe para la audiencia regional sobre políticas de

drogas y derechos humanos titulado: “El impacto de las políticas de drogas en los

Derechos Humanos en las Américas”. Describe que las investigaciones 25 sustentadas

en evidencias, que las políticas en relación a drogas tienen solo impactos nada

positivos en la protección de los derechos humanos en el continente. Precisa que las

políticas de carácter prohibicionistas y la mal llamada “guerra contra las drogas” han

28
recrudecido los conflictos y generado mayor violencia en el continente, porque se ha

creado un gran mercado ilegal, el mismo que es controlado por las organizaciones

delictivas de carácter complejo. Se ha observado que estos conflictos a menudo se

localizan en zonas muy pobres, que ha profundizado aún más el deterioro de las

posibilidades de vida y de los estereotipos generados entre sus habitantes.

A nivel internacional el problema de la posesión toma distintos caminos y conceptos,

el desarrollo de una sociedad moderna y organizada le da mejor perspectiva al

legislador al momento de adaptar la ley en la legislación. Países como EUU, Uruguay,

Portugal, España tienen legislación que es muy avanzada a la nuestra, Siguiendo la

tendencia mundial, en nuestro país se evidencia un ascenso constante en las tasas de

consumo de drogas ilegales. Según el estudio nacional Prevención y consumo de

drogas en estudiantes de secundaria – 2005 llevado a cabo por la Comisión Nacional

para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida), en Lima y Callao el consumo de

marihuana e inhalantes fueron fenómenos prevalentes. Así, 6 de cada 100

adolescentes entrevistados refirieron haber consumido marihuana y, de ellos, 2

afirmaron haberlo hecho en el transcurso de los últimos 30 días; 5 de cada 100

refirieron haber probado inhalantes y, de ellos, 1 afirmó haberlo hecho en el transcurso

de los últimos 30 días. La marihuana (5,5%) y los inhalantes (4,9%) fueron las drogas

29
de mayor consumo en la población adolescente de Lima y Callao; le siguieron, en

orden de frecuencia, cocaína (2,3%), pasta básica de cocaína (1,6%) y éxtasis (1,2%).

Según el Informe Mundial sobre Drogas 2021: los efectos de la pandemia aumentan

los riesgos de las drogas, mientras los jóvenes subestiman los peligros del cannabis;

El consumo de drogas aumenta, pero el tratamiento basado en la ciencia está más

disponible, entre 2010 y 2019 el número de personas que consumen drogas aumentó

un 22%, debido en parte al crecimiento de la población mundial. Basándose

únicamente en los cambios demográficos, las proyecciones actuales sugieren un

aumento del 11% en el número de personas que consumen drogas en todo el mundo

para 2030, y un marcado aumento del 40% en África, debido al rápido crecimiento de

su población joven. Según las últimas estimaciones mundiales, alrededor del 5,5% de

la población de entre 15 y 64 años ha consumido drogas al menos una vez en el último

año, mientras que 36,3 millones de personas, es decir, el 13% del total de personas

que consumen drogas, padecen trastornos por consumo. En todo el mundo, se calcula

que más de 11 millones de personas se inyectan drogas, la mitad de las cuales

padecen hepatitis C.

Sin embargo, los opiáceos siguen representando la mayor carga de enfermedad

atribuida al consumo de drogas. Los dos farmacéuticos más utilizados para tratar a las

personas con trastornos por consumo de opiáceos, la metadona y la buprenorfina, son

30
cada vez más accesibles desde hace dos décadas. La cantidad disponible para uso

médico se ha multiplicado por seis desde 1999, pasando de 557 millones de dosis

diarias a 3.317 millones en 2019, lo que indica que el tratamiento farmacológico basado

en la ciencia está más disponible ahora que en el pasado.

Ahora también En población laboral aparecen prevalencias de consumo de cannabis

muy superiores a las de la población general (1.7% de fumadores de tres o más días a

la semana entre los ocupados, y un 4.5% entre los parados. Las mayores prevalencias

en los últimos doce meses se registran entre trabajadores de 16/24 años: 37.5% de

ocupados y 50.9% de parados. Respecto a 1996 aparece una cierta estabilización de

las prevalencias (descenso de un 0.7% entre los ocupados e incremento de un 0.8%

entre los parados, para el último mes). Las prevalencias del consumo de cocaína son

también muy superiores a las de la población general (en ésta son del 0.6% en los

últimos treinta días, contra 1.6% en la población de ocupados y 4.1% en la de parados

en ese mismo período de tiempo). Las prevalencias de uso más altas (en los últimos

doce meses) se localizan entre los trabajadores de 16 a 24 años. Respecto a 1996 hay

un claro descenso entre los ocupados (del 3.1% al 1.6% en los consumos en el último

mes), y un aumento entre los parados (del 3.5% al 4.1% en ese período del último

mes). En el consumo de drogas de síntesis se observan prevalencias superiores a las

de la población general. Respecto a 1996 hay un descenso de las prevalencias entre

31
los ocupados (del 1.8% al 0.8% para los últimos treinta días) y un fuerte incremento

entre los parados (del 2.7% al 4.0% en el mismo período de tiempo).

José Navarro Botella y Elena Rodríguez San Julián (La incidencia de las drogas en

el mundo laboral, 2001)

3 bases teóricas

3.1 definicion

3.1.1 concepto de drogas.

Las drogas son sustancias que alteran la conciencia del hombre.

“Las drogas son sustancias químicas que modifican el funcionamiento de nuestro

cuerpo. Algunas son medicamentos que ayudan a la gente cuando los médicos se los

recetan. Pero muchas de ellas carecen de utilidad médica.

Cuando se toman (generalmente tragándolas, inhalándolas o inyectándoselas), las

drogas encuentran la forma de llegar al torrente sanguíneo. Desde allí, llegan al

32
cerebro y a otras partes del cuerpo. En el cerebro, las drogas pueden intensificar o bien

adormecer los sentidos, modificar el nivel de alerta de la persona y, a veces, reducir el

dolor físico.

Por la forma en que las drogas actúan en el cerebro, repercuten negativamente en la

capacidad de tomar decisiones acertadas y de hacer elecciones saludables. Hasta

beber alcohol hace que la gente se implique en situaciones peligrosas, como conducir

bajo sus efectos o mantener relaciones sexuales sin protección.

Aunque las drogas pueden hacerte sentir bien al principio, te pueden provocar daños

importantes en el cuerpo y en el cerebro. Beber alcohol, fumar o mascar tabaco,

consumir drogas ilegales y hasta esnifar pegamento son actividades que dañan el

cuerpo humano”. (Steven Dowshen, MD)

3.1.2 EL SIGNIFICADO DEL CONSUMO INDEBIDO EN EL PROBLEMA DE LA

DROGA

El Dr. Víctor Prado Saldarriaga, Catedrático de Derecho Penal de la UNMSM.

Explica que :

33
“El consumo indebido es un elemento ordinario pero trascendente para toda imagen

internacional o nacional del problema de la droga. Su más grave manifestación es la

fármaco dependencia. Los expertos suelen referirse a ella como un "estado psíquico y,

a veces físico, causado por la interacción entre un organismo vivo y un fármaco,

caracterizado por modificaciones de comportamiento y otras reacciones, que siempre

incluyen una compulsión a tomar la droga de forma continua o periódica a fin de

experimentar sus efectos psíquicos y, a veces, para evitar el malestar producido por la

privación” (Sobre este concepto y su evolución ver: Olga Cárdenas de Ojeda.

Toxicomanías y Narcotráfico. México, 1974, p.4- y ss.) Para la dinámica funcional del

drogoproblema, los trastornos compulsivos que experimenta el fármacodependiente

actúan como una demanda retroalimentador del tráfico ilícito de drogas; lo cual, en

definitiva, asegura la reproducción del conflicto. Esquemáticamente, esta relación

funcional la podríamos plantear en los siguientes términos: • El tráfico ilícito crea y

satisface más opciones de consumo indebido. • El consumo indebido crea y satisface

más opciones de farmacodependencia. • La fármaco dependencia crea y satisface más

opciones de tráfico ilícito. Se trata, pues, de un sistema progresivo con variables

interdependientes. Como sostenía RAMÍREZ: "La demanda y oferta de las drogas,

factores condicionantes de las tendencias del uso indebido, provocan que el tráfico

ilícito sé desarrolle en el sentido que éstas le señalan" ( Yonel Ramírez. Coca, Cocaína,

el Tráfico Ilícito. Lima.1983, p.137). En coherencia con estas circunstancias, la políticas

34
de marketing que vienen aplicando las organizaciones criminales dedicadas al tráfico

ilícito de drogas buscan, siempre, promover y potenciar el crecimiento sostenido del

consumo indebido y de la farmacodependencia ya que constituyen sus fuentes

potenciales y reales de demanda. En ese contexto estas estructuras delictivas procuran

mantener una amplia oferta de drogas. Ahora bien, si repasamos las tendencias del

trafico ilícito en los últimos 20 años, podemos advertir, sin dificultades, que tal

estrategia y praxis han tenido resultados negativamente exitosos. En efecto, los grupos

delictivos a los que nos referimos no sólo ha creado grandes focos de consumo, sino

que, además, ha diversificado los stocks, introduciendo en el mercado nuevos tipos de

drogas, sobretodo sintéticas. Estas nuevas variedades de drogas posibilitan, hoy en

día, que el mercado clandestino de tales sustancias se adapte y cubra todas las

posibilidades y preferencias del usuario real o potencial. El ejemplo conocido del éxito

de estas medidas lo brindan los Estados Unidos. Según cifras oficiales de las Naciones

Unidas, en 1985, sólo en ese país, coexistían cerca de 30 millones de fármaco

dependientes, consumidores de marihuana, cocaína y heroína ( Cfr. Naciones Unidas.

Consejo Económico y Social. Situación Tendencias del Uso Indebido y del Tráfico Ilícito

de Drogas Examen del Uso indebido de Drogas. Documento E/CN 7/1985/2, del 14 de

enero de 1985, p.9-10). Sin embargo, a nivel mundial la farmacodependencia ha sido

también hábilmente potenciada por las organizaciones del narcotráfico. Es así que ya a

mediados de los años ochenta en un informe de la ONU se señalaba que: "durante

35
1983 y 1984, continuó difundiéndose el uso indebido de .drogas. Aparecieron

modalidades cada vez más complejas de poli toxicomanía. Entre ellas fueron

frecuentes las combinaciones de diversos estupefacientes, sustancias psicotrópicas,

alcohol, solventes volátiles y Sustancias no sujetas a los tratados internacionales de

fiscalización de estupefacientes. Hubo más sectores afectados en un- número

creciente, de las sociedades; la mayor parte de los informes señalaron la vulnerabilidad

especial de las personas jóvenes. Por regiones solamente algunas zonas de. Europa

Oriental, algunas zonas del Asia Central, incluida China y algunos territorios insulares

del Pacífico meridional quedaron relativamente a salvo (sic); muchos informes indican

que el fenómeno continúa extendiéndose desde las grandes ciudades y las

poblaciones" a localidades urbanas más pequeñas e incluso a las zonas rurales"

( Naciones Unidas. Situación y Tendencias... Examen del Uso Indebido de Drogas.

Ob.cit. p.2-3). Luego de dos décadas la situación mundial del consumo de drogas

continúa siendo grave tal como lo destacan los registros del Informe Mundial sobre

Drogas de las Naciones Unidas de 2004. Según este reporte internacional: “Alrededor

del 3% de la población mundial ( 185 millones de personas) hizo uso indebido de las

drogas en los últimos 12 meses, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la

Droga y el Delito ( ONUDD), un pequeño porcentaje de la población mundial hace uso

indebido de la cocaína ( 13 millones de personas) o de los opiáceos (15 millones de

consumidores de heroína, morfina y opio). Con mucho, la sustancia objeto de uso

36
indebido más frecuente es el cannabis( que consumen por lo menos una vez al año

más de 150 millones de personas), seguida de los estimulantes de tipo anfetamínico

( con 38 millones de consumidores, ocho millones de los cuales consumen éxtasis)”(El

Informe Mundial sobre las Drogas de las Naciones Unidas para 2004 presenta un

cuadro exhaustivo de las tendencias de la droga en el mundo. UNIS/NAR/489.Junio de

2004,p.1) Todo este notorio crecimiento del tráfico ilícito, visualizado a través del

incremento del consumo activo y potencial de drogas, ha tenido importantes

repercusiones en la política antidrogas de muchos países, siendo algunos de sus

efectos más relevantes la intervención directa o indirecta de los países consumidores

en el control de drogas en los países productores; así como un radical replanteamiento

de las estrategias penales frente al consumidor. Manifestaciones concretas del primero

de estos efectos, se materializaron en 1986 con el apoyo militar norteamericano,

brindado in situ, a la represión de la producción ilícita de bojas de coca en Bolivia. Y ,

luego, de modo indirecto a inicios de la presente década con la habilitación financiera y

logística otorgada por los Estados Unidos para la ejecución del denominado Plan

Colombia. Con relación al segundo efecto, y luego de la suscripción de la Convención

de Viena en 1988, se ha incrementado tanto en América como en Europa el número de

países que han incorporado en sus sistemas legales la sanción penal del consumo

indebido de drogas. sobre todo en los Estados Unidos y en Europa.”

37
3.1.3 posesión mínima

Este artículo (Art 299) prescribe que: No es punible la posesión de droga para el

propio e inmediato consumo, en cantidad que no exceda de cinco gramos de pasta

básica de cocaína, dos gramos de clorhidrato de cocaína, ocho gramos de marihuana o

dos gramos de sus derivados, un gramo de látex de opio o doscientos miligramos de

sus derivados. Se excluye de los alcances de lo establecido en el párrafo precedente la

posesión de dos o más tipos de drogas.

3.1.4 posesión de 2 tipos de drogas

Art 298 del Código Penal Peruano Este artículo establece que la pena será privativa

de libertad no menor de tres años no mayor de siete años y de ciento ochenta a

trescientos días de multa cuando: 1. La cantidad de droga fabricada, extractada,

preparada, comercializada o poseída por el agente no sobrepase los cincuenta gramos

de pasta básica de cocaína y derivados ilícitos, veinticinco gramos de clorhidrato de

cocaína, cinco gramos de látex de opio o un gramo de sus derivados, cien gramos de

marihuana o diez gramos de sus derivados o dos gramos de éxtasis, conteniendo

Metilendioxianfetamina - MDA, Metilendioximetanfetamina - MDMA, Metanfetamina o

sustancias análogas. 2. Las materias primas o los insumos comercializados por el

38
agente que no excedan de lo requerido para la elaboración de las cantidades de drogas

señaladas en el inciso anterior. 3. Se comercialice o distribuya pegamentos sintéticos

que expelen gases con propiedades psicoactivas, acondicionados para ser destinados

al consumo humano por inhalación. La pena será privativa de libertad no menor de seis

años ni mayor 26 de diez años y de trescientos sesenta a setecientos días-multa

cuando el agente ejecute el delito en las circunstancias previstas en los incisos 2, 3, 4,

5 o 6 del artículo 297 del Código Penal.”

Artículo 299 del Código Penal Peruano Este artículo prescribe que: No es punible la

posesión de droga para el propio e inmediato consumo, en cantidad que no exceda de

cinco gramos de pasta básica de cocaína, dos gramos de clorhidrato de cocaína, ocho

gramos de marihuana o dos gramos de sus derivados, un gramo de látex de opio o

doscientos miligramos de sus derivados.

Se entiende que la posesión de 2 tipos de drogas es penado y procesado como

micro comercialización de drogas, afectando al consumidor de habitual que en su

habitualidad siempre tiene más de 2 tipos de drogas, la posesión de 2 tipos de drogas

en cantidad mínimo no podría ser calificado como algo que atente contra la sociedad

de madera de incitar al consumo

39
Rosas, (2019), señala respecto a la posesión de dos tipos de droga para consumo lo

siguiente: Como se ha hecho referencia el segundo párrafo del art. 296 de CP, referida

al delito de posesión de drogas para su tráfico ilícito y el art. 298 del mismo cuerpo

legal, donde se prescribe como circunstancia atenuante la comercialización de escazas

cantidades de drogas, la mera posesión de drogas no resulta punible, sino que deben

aparecer elementos indiciarios que nos permitirán inferir que droga será materia de

comercialización. 27 Bajo esta afirmación el delito de posesión de drogas ha sido

regulado como delito de posesión con intención de utilización, al respecto, el autor

Valencia, (1991), explica: Algunos delitos de posesión contemplan como elemento del

tipo la intención de utilización de objetos poseídos, es decir, exigen una tendencia

interna trascendente. Con lo cual existen supuestos donde junto al dato objetivo de

posesión de una cosa prohibida (en cuanto a su naturaleza peligrosa) debe aparecer

acompañado de destinar la cosa a un fin delictivo dado por el propio legislador, como

es la caso de la posesión de drogas, donde esta posesión debe tener un fin posterior,

el destinarlas al tráfico ilícito. El autor Molina, (2005), señala haciendo referencia al tipo

penal español de posesión de drogas, reflexión lo siguiente: El concepto de posesión

de drogas para traficar no es un concepto no civilístico, mucho más amplio, identificable

con la mera disponibilidad, cuyo elemento esencial es la preordenación al tráfico, el

ánimo tendencial. El fundamento de este concepto penal de posesión del art. 368° es

que es un delito de peligro abstracto. El párrafo 2 del art. 296° del código penal

40
peruano, bajo las consideraciones expuestas en líneas precedentes responde a esta

lógica, donde la posesión de drogas debe estar dirigido a preordenada al tráfico, como

lo explica el autor Saqueros, (2000) refiriéndose al tipo penal en mencionado señala:

“La posesión de drogas solo será punible se concurre la intención de traficar debiendo

en consecuencia probarse en el 28 proceso penal la concurrencia de dicho elemento

subjetivo del tipo”, esto es, una posesión con intención de utilización. Bajo la misma

lógica, respecto a la figura atenuada del art. 298°.1 del Código penal el autor, Iberico,

(2016) reflexiona lo siguiente: Debido a que se trata de un tipo penal atenuada en base

al art. 296°, los elementos normativos y descriptivos se repiten. De esa manera,

debemos remitirnos a la explicación de actos de fabricación, extracción, preparación y

posesión realizada. Asimismo, la comercialización debe seguir entendiéndose como

negociación con dinero, comprando, vendiendo y realizando toda forma de transacción

económica, aunque esta vez a menor escala. La posesión debe ser entendida como

tenencia de droga con fines de tráfico, de manera que el agente posea la droga por

pretender la finalidad de introducción en el mercado para su venta y posterior consumo

no es necesaria la efectiva comercialización de sustancias, pero si requiere la finalidad

de hacerlo. Con lo cual el acto de comercialización de pequeñas de cantidades de

droga, conforme a las cantidades precisadas en la figura atenuada, debe de estar

dirigido a su tráfico, la posesión fuera de estos supuestos resulta atípica, en esa

medida, para la determinación de los fines de tráfico en el caso concreto deben

41
concurrir indicios que de forma conjunta puedan proporcionar un grado de convicción

suficiente respecto a que la posesión de las pequeñas cantidades de droga se

encuentra destinada a la comercialización. 29 Bajo estas consideraciones la

comercialización es aquella que se materializa, comprando, vendiendo, efectuando las

transacciones económicas esto a menor escala, implica por ende su posesión, que

debe ser entendida como tenencia de la droga con fines de tráfico, es ahí donde debe

trazarse una delimitación normativa con el comportamiento contenido en el art. 299° del

Código Penal, de no ser así, estaríamos convalidando la penalización de la

responsabilidad objetiva por el resultado. (Peña Cabrera, 2013, p. 456) En suma,

nuestra legislación ha optado por no criminalizar la mera posesión de drogas, cuando

esta no viene acompañada de intención de comercializarla, en esta línea, el art. 299°

del Código penal en términos generales no resulta perseguible penalmente, para lo

cual ha establecido un criterio cuantitativo en la determinación de la dosis personal

permitida. Ya que, como sostiene Roxin, (1997), quien sostiene que: En materia de

tenencia de drogas, el motivo de la punibilidad no puede ser el consumo propio, que en

modo alguno está bajo pena, sino únicamente el peligro de suministro a otros que

podrían resultar dañados por el consumo, cuando la tenencia está dirigida al propio

consumo, no emite motivo para penar desde la idea del legislador, ya que en estos se

puede hablar de una auto puesta en peligro bajo responsabilidad propia, que tiene

incluso respaldo constitucional en el art. 2.1 de la ley fundamental alemana, de modo

42
que, la amenaza penal no tiene objeto. El tribunal constitucional federal alemán ha

adoptado este criterio y ha recurrido a la prescindencia de la persecución para 30 la

tenencia de estupefacientes de pequeñas cantidades, que es justamente la forma típica

de consumo personal. El derecho a la libertad autodeterminación del individuo se

plantea como sustento para la no punición de la posesión para el consumo propio e

inmediato de drogas, bajo lo descrito en la norma penal (art. 299°); en esa medida, el

autor Rosas, (2019); señala lo siguiente: Que un estado liberal no se puede pretender

el ius puniendi para pretender perfeccionar éticamente al ciudadano, es más, debe

dejar librada al individuo la responsabilidad de elegir o sumir su propia calidad de vida,

en esa medida, reflexiona el autor nacional que, la constitución reconoce derechos

fundamentales cuyo respeto debe significar un parámetro inevitable para la elaboración

de una disciplina penal, señala los linderos precisos a la intervención del estado en la

inviolable esfera de la autonomía personal. Bajo esa perspectiva, si el derecho, en este

caso, tanto el derecho constitucional como el penal, pretenden la protección de los

derechos fundamentales, si la legitimidad del ius puniendi se deriva de la lesión o de la

amenaza de agresión de unos bienes jurídicos que la constitución política ha delimitado

como el núcleo duro o esencial de la convivencia social, perseguir a una persona que

atenta y eso que eventualmente contra si misma, constituye una acción ilegítima e

irracional, además carente de la humanidad. 31 La legitimidad de la persecución de

estos consumidores, no compagino con los principios y valores de las constituciones

43
políticas liberales, ancladas en las declaraciones de derechos humanos, y en los

instrumentos internacionales que universalmente los protegen; si una Constitución

Política se declara defensoras de las libertades públicas, tiene que asumir el juego de

esas libertades, que efectivamente llegan hasta donde comienzan las del otro, cuestión

que no está en duda cuando se trata de consumo de droga por parte de adultos. De

esta manera, existen ejemplos en la legislación comparada de países que han

legalizado la venta controlada de ciertas drogas blanda, en especial la marihuana, bajo

el principio de libertad personal, abordando el problema del consumo y adicción a las

drogas como una cuestión de salud pública. Así, la secretaria general de OEA,

recuerda que, en los últimos 15 años, los esfuerzos realizados en estados unidos para

suavizar los efectos de las prohibiciones de la marihuana se han concentrado en

permitir el uso de esta droga con fines medicinales. Existe el caso de otros países que,

por la vía jurisprudencial, han despenalizado el delito de posesión para el consumo

personal de drogas; así, por ejemplo, la corte suprema de justicia de Argentina decidió

por unanimidad declarar la inconstitucionalidad del segundo párrafo del art. 14 de la ley

nacional de drogas (ley N° 23737,) norma que penalizaba la posesión de drogas para el

uso personal con la privación de libertad, sujeto a la sustitución por medidas educativas

o tratamiento. En el famoso fallo Arriola, de agosto del 2009, fue declarado

inconstitucional el art. 14 de la ley nacional de drogas por violar el art. 19 de la

constitución, que protege las acciones privadas que no perjudiquen a un tercero, en

44
esa medida, la sentencia busco 32 sentar un precedente en el sentido de que los

adultos deben tener libertad para tomar decisiones sobre su estilo de vida sin la

intervención del estado. En esa perspectiva, el art 299° del Código Penal se plantea

como una disposición meramente declarativa y de reconocimiento que deja claro que el

Perú el consumo de drogas no se encuentra penalizado; no se estructura por tanto

como una norma permisiva, pues poseer drogas para el propio consumo, es una

conducta típica y que no está prohibida, ya que la única posesión punible de drogas en

el artículo 296 es aquella destinada al tráfico ilícito. Esto quiere decir que en la

legislación peruana no hay ninguna disposición que sancione o castigue el consumo o

posesión de drogas, siempre y cuando sea para el consumo personal. En esa medida,

la posesión de drogas será punible siempre que exceda las cantidades determinadas

por ley y se tenga además como finalidad el tráfico ilícito de drogas. Frente a la

regulación normativa, existe de parte de nuestros operadores jurídicos (Jueces,

Fiscales, Procuradores), el ánimo de penalizar la sola posesión de la droga para

consumo, en muchos casos restringiendo la libertad ambulatoria, en este mismo

sentido la mala praxis policial, se ha interpretado el párr. 2 del art. 299 en el sentido

que autoriza la intervención de consumidores que poseen dos o más tipos de drogas, a

pesar de que no exceda el límite permitido para el consumo personal e inmediato de

estas drogas. El autor, Caro, (2017), respecto a la posesión de drogas para consumo

señala lo siguiente: 33 En la práctica policial, muchas veces se parte de la presunción

45
de que si el agente supera esos límites (a los que se refiere el art. 299° código penal);

la tenencia de la droga se dirige a la comercialización, sin embargo, que con este

razonamiento se estaría penalizando, indirectamente, el consumo de drogas toxicas,

sustancias psicotrópicas y estupefacientes, a pesar de que la tendencia internacional

sobre la materia actualmente apunta a la despenalización. La misma crítica la formula

el autor Lopez & Gomez, (2014), quienes refiriéndose al segundo párrafo de 299°

advierten que: Debido a una mala técnica legislativa se ha prestado para dar erróneas

interpretaciones, es decir mera tenencia para el consumo personal, constituyen una

conducta punible, ya que la directriz del Código Penal establece un límite para dicha

posesión, pero no quiere decir que dicha persona se le atribuye dicho delito, siempre y

cuando no sea destinado a su comercialización. No resulta punible la posesión de

drogas para el propio e inmediato consumo que exceda las cantidades fijadas en el art.

299° ya que, mientras el segundo párrafo del art. 296 siga considerado punible

solamente a la posesión con fines de tráfico ilícito o comercialización, la tenencia de

dichas sustancias para finalidades diferentes será penalmente irrelevante sin importar

las cantidades de que se trate. (Iberico, 2016, p. 472) 34 Bajo estas mismas

consideraciones el autor, Peña Cabrera, (2013), indica que: La sola tenencia de la

droga prohibida por encima de límites establecidos en el art. 299°, no pueden llevar sin

más a inferir que se trata de una persona dedicada a la micro comercialización, de ser

así, estaríamos ingresando a un terreno de ilegitimidad punitiva, al convalidar un criterio

46
de imputación puramente objetivado, sin cotejar debidamente el aspecto subjetivo. En

la jurisprudencia nacional emitida por la Corte Suprema en el Recurso de Nulidad N°

4264-2007-Lima Norte, ha asumido este criterio, así la Corte Suprema ha sostenido

que la posesión de droga supere los parámetros establecidos en el art. 299 CP, no da

lugar a la comisión del delito de tráfico ilícito de drogas, cuando no haya quedado

acreditada que la posesión tenía como fin el tráfico, siendo los fundamento para ello lo

siguiente: Por qué si bien se probó que la droga incautada, consistente en tres punto

cinco gramos de pasta básica de cocaína, seis gramos de cannabis sativa y tres

gramos de alcaloide de opio, se halló en el interior del ropero asignado al citado

encausado, sin embargo, en autos no existe evidencias idónea y suficiente que permita

concluir certeramente que esas sustancias incautadas tendrían como finalidad ser

traficadas ilícitamente, circunstancia que viene a ser un elemento constitutivo del tipo

penal (delito de tráfico ilícito de drogas) previsto en el segundo párrafo del artículo 296

del CP básico que sanciona la posesión de las citadas sustancias ilícitas con fines de

trafico. 35 En suma, el art. 299° del CP se plantea como una disposición meramente

declarativa y de reconocimiento que deja claro que en el Perú el consumo, de drogas

no se encuentra penalizado. No se estructura por tanto como una norma permisiva,

pues poseer drogas para el propio consumo, es una conducta atípica y que no está

prohibida, ya que la única posesión punible de drogas en el art. 296 es aquella

destinada al tráfico ilícito. Esto quiere decir que, en la legislación peruana, no hay

47
ninguna disposición que sancione o castigue el consumo o posesión de drogas,

siempre y cuando sea para el consumo personal. Es esa medida, la posesión de

drogas será punible siempre que exceda las cantidades determinadas por ley y se

tenga además como finalidad el tráfico ilícito de drogas.

3.1.5 ¿Por qué el cannabis es ilegal?

El primer estudio documentado sobre cannabis fue el de la Comisión del Cáñamo

Indio que funcionó entre 1893 y 1894 promovida por Lord Kimberley, secretario de

estado de la India. Buscaba conocer las repercusiones de su uso en el país asiático. El

grupo de trabajo estaba integrado por ingleses e indios y sus conclusiones fueron que

el uso recreativo no comportaba mayores riesgos, sugerían que su empleo fuera

médico, pero no estimó necesario prohibir el cannabis debido a los beneficios que

muchos de los 1193 usuarios entrevistados habían reportado. Sí se mostraron

partidarios de limitar el número de tiendas y de otorgar licencias de cultivo. La

Convención de Ginebra de 1925 incluyó al cannabis entre las sustancias controladas.

El cannabis no estaba en la agenda multilateral pero representantes de Egipto

plantearon la necesidad de abordar el tema, aseguraban que era el responsable de la

mayor parte de los casos de demencia de su país. Sin demasiado análisis de las

48
afirmaciones egipcias el cannabis y su resina se incluyeron en la lista. Desde 1948 el

sistema Naciones Unidas a través del Consejo Económico y Social (ECOSOC) estudió

la unificación de los tratados internacionales sobre estupefacientes y narcóticos. En

1949 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió la solicitud de estudio del

ECOSOC para reclasificar el cannabis dentro de lo que sería la Convención Única de

1961. El Comité de Expertos de la OMS en Drogas que Produzcan Adicción no

recomendó el uso médico del cannabis, lo listó como sumamente adictivo citando a la

policía sudafricana que veía “una relación entre la adicción al cannabis y el crimen”

además decían tener “evidencia” –que no presentaron- sobre el deterioro permanente

del usuario como resultado de la adicción en la India y advertían que el cannabis era el

primer paso hacia la heroína. El secretario del Comité era el médico argentino Pablo

Osvaldo Wolff que en 1950 publicó un libro4 sobre la marihuana en América Latina,

condenando al cannabis con calificaciones alarmistas. Como secretario del Comité

escribió un informe sobre efectos físicos y mentales del cannabis donde repite los

prejuicios de la época como que el uso conduce al usuario a otras drogas y al delito.

India, Pakistán y Birmania argumentaban propiedades médicas del cannabis y

defendían su uso en la infusión conocida como bhang. Después de tres borradores

esta postura permitió que las semillas y las hojas de la planta se excluyeran de la

definición de cannabis que pasó a identificar a las sumidades floridas y sus frutos.

Desde entonces aquella argumentación, sin pruebas sólidas, es la que sustenta la

49
inclusión con sustancias que pueden desarrollar dependencia, inducen al abuso y

poseen riesgo de vida además de no comportar usos terapéuticos. El cannabis quedó

equiparado a la cocaína o la heroína. La postura no ha tenido revisiones hasta el

momento. Pero durante 2013 la OMS debe realizar una revisión. Existe una resolución

de la Comisión de Estupefacientes motivada en el intento de Japón de incluir las

semillas de cannabis en el sistema de listas, ello requiere una recomendación de la

OMS. En el mismo informe hay un párrafo pidiendo una revisión general sobre el

cannabis.

El cannabis es la primera sustancia que prueban los consumidores habituales de 2 o

más tipo de drogas, es la puerta hacia la experimentación con otras sustancias como:

“La Anfetamina: Es una droga estimulante. En 1927 se descubrió que esta droga

aumentaba la presión sanguínea, agrandaba los pasajes nasales y bronquiales y

estimulaba el sistema nervioso central. El uso de esta droga fue regulado en los años

'60 del Siglo XX por prescripción. Actualmente se utiliza contra una enfermedad rara y

seria conocida como Narcolepsia, en la cual sus víctimas padecen de sueño

descontrolado. Derivados: "Speed", Cruces Blancas, "Uppers", "Dixies", "Bennies" y

Cristal. En su forma pura, es un cristal amarillento que se fabrica como un comprimido

en cápsulas, píldoras o tabletas. Se ingiere oralmente, se inyecta o inhala a través de

los pasajes nasales. Si se ingiere, la droga tiene un sabor agrio. En inyecciones es muy

dolorosa.

50
La Cocaína: Es una droga derivada del arbusto de la coca, el cual crece mayormente

en las montañas de los Andes, Bolivia, Colombia y Perú. Es un alcaloide estimulante.

Derivados: Sal Hidroclorhídrica; La Gran C; "Lady"; Nieve; Coca; "Coke"; "Nose,

Candy"; "Snowbird"; "Free Base" (Base Libre) Usualmente se presenta como un polvo

blanco fino. Se suele mezclar con substancias tales como talco, maicena, anfetaminas,

15 quinina, ácido básico, estricnina, detergentes, formol, etc. De ahí que su pureza

fluctúe entre un 5% y un 50%.La forma más común de utilizar el polvo de cocaína es

inhalándolo. La cocaína que se vende en la calle es soluble en agua, por lo que

también la inyectan por vía intravenosa.

El "Crack" o Base Libre: Es un derivado de la cocaína. Se obtiene calentando el

hidrocloruro de cocaína con éter, amonio o bicarbonato de soda (baking soda). El

nombre proviene del sonido que hace la mezcla al calentarse. Se presenta en forma de

rocas blancas. El Crack que es un derivado procesado de la cocaína, suele fumarse en

pipa. Derivados: - LSD: Es una droga alucinógena. Fue descubierta en 1938 por el Dr.

Alberto Hofmann. Se deriva del Ácido Lisérgico, el cual se encuentra en el hongo Ergot

que crece en el centeno y otros granos. - Acido, "Microdot", Rayo Blanco, Cielo Azul y

Cubos de Azúcar: Puede verse como tabletas coloreadas, papel secante, líquido claro

o cubos cuadrados de gelatina. Se ingiere oralmente, se lame la gelatina o se coloca

en los ojos.

51
Drogas más duras que por lo general conllevan a la muerte o en muchos casos son

usadas por los delincuentes antes de cometer algún delito, los casos más extremos

donde los consumidores pierden la vida es por este tipo de drogas que son más

adictivas y de efectos más bruscos para el organismo muchas veces eso lleva

problemas de sobredosis que muchas veces terminan con el fallecimiento del

consumidor, el consumo de estas drogas mas duras fortalece a la criminalidad en la

forma de crimen organizado y micro comercialización.

3.1.6 Arbitrariedad de la policía nacional

a. (Mangelic, 2013) “Detenciones Arbitrarias En el Perú no está penalizada la

posesión de pequeñas cantidades de drogas para el consumo, y las cantidades

previstas en la Ley son bastante altas. Pero si bien la teoría suena positiva, existe un

gran vacío con la práctica. La policía sigue persiguiendo a los consumidores de drogas

en una forma desmedida respecto al verdadero delito, llámese el tráfico grande, el

crimen organizado, el tráfico de insumos químicos y el lavado de activos. De existir una

brecha tan grande entre la teoría y la práctica, es preciso preguntarse quién opera en la

ilegalidad. En este sentido, las intervenciones y detenciones de consumidores son

arbitrarias y hasta ilegales. Entonces, habría que preguntarse qué justifica este alto

número de detenciones. Existe en la sociedad una cultura de corrupción de la cual no

52
es fácil desprenderse y que impregna todos los niveles de la administración de justicia.

A esta mala praxis muy recurrente a nivel de Comisarías, es necesario precisar que,

hoy día, la Policía ya no investiga antes de proceder a una detención sino todo lo

contrario, detiene para investigar. En el caso de usuarios de drogas, se trata de detener

los para perseguir un doble objetivo:

1) Incurrir en actos de corrupción y/o;

2) Investigar a los usuarios para que delaten a los micro-comercializadores. Esto

significa una vulneración flagrante a los derechos individuales de estas personas ya

que no están obligadas a dar información o delatar a quienes les vendieron. La práctica

nos demuestra que detener a los eslabones más vulnerables de la cadena del

narcotráfico no afecta en nada su crecimiento y, por ende, las actuales políticas de

drogas son vistas como contraproducentes. En ese sentido, lo que se observa es un

aumento de la estigmatización y exclusión que sufren a diario aquellas personas que

usan drogas, que en sí viene a ser una población doblemente vulnerable tanto a los

impactos del narcotráfico como de su criminalización.”

b. Colocación o Siembra Ilegal de Drogas en Presuntos Imputados Consiste en el

procedimiento indebido realizado por una mala praxis de la función policial de colocar o

insertar cantidades de drogas sobre las pertenencias de un detenido, a fin de

imputarles indebidamente un delito asociado al tráfico ilícito de drogas.

53
3.1.7. Bien jurídico protegido

En nuestra legislación actual al dar una tipificación a los delitos de tráfico ilícito de

drogas, regula conductas antijurídicas, como la producción, elaboración, tráfico,

comercialización y micro comercialización; estas se caracterizan por recaer sobre unas

sustancias, productos u objetos peligrosos para la salud o, incluso, la vida de las

personas. En efecto la regulación jurídica penal de tales hechos responde a la

necesidad de proteger a estos bienes también frente a los riesgos derivados del uso o

consumo de estos productos. Ahora bien, Diez (2007), señalo que respecto al bien

jurídico protegido en los delitos de tráfico ilícito de drogas, lo siguiente: En los delitos de

tráfico ilícito de drogas se protege como bien jurídico la salud pública, pero no

entendida como un daño directo a la salud sino la pérdida de autonomía personal del

consumidor. Lo cual se concreta en la perdida de la libertad. (p. 254) Con ello se tiene

que para el derecho penal se protege a la colectividad, asimismo se retrotrae para la

protección individual de la persona. Asimismo, el autor García (2008), sostiene

respecto al bien jurídico protegido lo siguiente: 40 Que no podríamos hablar de salud

individual toda vez que en el delito de tráfico ilícito de drogas no estamos ante intereses

individuales, puesto que el bien a tutelar no es individualizable, lo que se trata es de

garantizar el respeto de una serie de límites y condiciones tendientes a asegurarlos

54
3.1.8. tipicidad penal

La tipicidad penal es la operación mediante el cual un hecho que se ha producido en la

realidad es adecuado o encuadrado dentro del supuesto de hecho que describe la ley

penal, es decir, se pasa de un hecho real que ha sucedido a una descripción abstracta

y genérica supuesto de un hecho o tipo penal de la ley. En otras palabras, es la

adecuación de un hecho determinado con la descripción prevista en el tipo penal, es

decir la prohibición o mandato en forma dolosa o culposa. La tipicidad es una exigencia

del Estado de derecho vinculada al principio de legalidad. A la efectiva realización de

este principio requiere el cumplimiento de su aspecto formal, en cuanto exige que los

delitos y las penas se hallen previstos por una ley anterior, y de su aspecto material

referente a que la ley determine con suficiente precisión los contornos y límites de los

hechos punibles y sus penas es decir la exigencia de determinación de la ley penal.

(Prado, 2000, p. 245)

3.1.8.1 tipo y tipicidad

Tipicidad penal es la descripción de la conducta prohibida que lleva acabo el

legislador en el supuesto hecho de una norma. La tipicidad es la adecuación de un

55
hecho al tipo penal. El tipo penal deja manifiesta en forma directa el principio de

legalidad, concretamente la garantía criminal – nullm crimen sine lege. El tipo penal se

identifica con el comportamiento descriptivo por la ley, es decir como supuesto de

hecho típico del delito, es una categoría puramente descriptiva y valorativamente

neutra. Que una acción es típica o adecuada a un tipo penal quiere decir que esa

acción prohibida por la norma. Podemos 49 afirmar que el tipo penal en sentido estricto

es la descripción de la conducta prohibida por una ley. El tipo penal es un instrumento

legal lógicamente necesario y de naturaleza predominante descriptiva y que tiene por

función la individualización de conductas humanas penalmente relevantes por estas

penalmente prohibida, el tipo pertenece a la ley. (Quintero, 1992, p. 163) De la gran

cantidad de comportamientos antijurídicos que se presenta en la realidad, el legislador

selecciona, conforme con el principio de intervención minina del derecho penal principio

de fragmentariedad los más lesivos para los bienes jurídicos más importantes y los

amenaza con una pena o medida de seguridad. Estos comportamientos son descritos

en el supuesto de hecho de una ley penal, para lo cual deben cumplir con la exigencia

que impone el principio de legalidad, siendo ello así que el autor Rodríguez, (1979),

sostiene lo siguiente: .La descripción de las conductas no puede ser sumamente

precisa, dado que es imposible describir una conducta hasta en sus meninos detalles y

siempre se correría el riego de que algún supuesto de hecho quede fiera de la

descripción legal. (p.232) Por tal razón, la descripción tiene que ser hasta cierto punto

56
genérica y abstracta, para poder englobar en ella todos los comportamientos que tenga

características esenciales comunes. En el tipo penal se analiza dentro de la tipicidad,

forma parte de ella; al adecuarse un comportamiento humano a la conducta descrita

por el tipo, surge lo que se conoce como la tipicidad; se produce entonces una

identidad entre la acción y 50 omisión de un individuo con lo descrito en forma expresa

por la ley. El tipo penal, como sustantivo, es la descripción de una conducta a la que se

asigna una pena, tanto que tipicidad, como adjetivo, es la característica de una

determinada conducta de ser adecuada a la descripción del tipo; en otras palabras,

como este autor, “El tipo es la fórmula que pertenece a la ley, en tanto que la tipicidad

pertenece a la conducta”. (Velásquez, 1995, p. 254). El simple hecho de que una

conducta se identifique con un tipo penal no quiere decir que se haya producido un

delito, pues falta el análisis de la antijuridicidad y la culpabilidad. Ña antijuridicidad es

un juicio de valor negativo que recae sobre un comportamiento humano y que indica se

es contrario a las exigencias del ordenamiento jurídico, pero no todo comportamiento

antijurídico es relevante penalmente solo los comportamientos antijurídicos que son

típicos pueden dar lugar a una reacción penal. El tipo puede desempeñar una función

indiciaria de la antijuricidad, pero no se puede identificar con ella. Finalmente, debemos

decir que la ley penal es un concepto que abarca al tipo penal, ya que viene a ser el

supuesto de hecho de la ley penal. El tipo penal no se relaciona en forma directa con la

57
pena o medida de seguridad, que se aplique al sujeto que realizo la conducta descrita

por este.

3.1.8.2 funciones del tipo penal

El tipo penal cumple diversas funciones pero, entre las mas importantes, tenemos:

Función seleccionadora: escoge determinadas conductas que ocurren en la sociedad

que considera más grave y las plasma en las leyes penales. Esta es una de las

manifestaciones del carácter fragmentario y del principio de última ratio del derecho

penal. Es aquí donde se plasma un significado valorativo definiéndolo, “Como selección

de los hechos relevantes para el derecho penal”. (Welzel, 1976, p. 124) Por tanto, el

tipo encierra un significativamente neutros sino plenamente relevantes, esto no se

produce por que sea anti normativo si no por una lesión o puesta en peligro de un bien

jurídico.

3.1.8.2.1 Función de garantía.

Contiene todos los presupuestos que, en principio condicionan la aplicación en una

pena, describe de forma objetiva subjetiva la conducta que da lugar a la infracción

normativa, conforme a un supuesto de hecho recogido de forma ideal por la norma, que

confrontado con la conducta da lugar a un juicio positivo de tipicidad. La garantía del

58
penal, responde al principio de legalidad y al principio de reserva de la ley. La

existencia del delito se encuentra subordinada a la existencia de la norma penal, en

cuanto a la descripción del suceso que da contenido a la norma jurídico-penal, que

debe haber estado expresada con anterioridad a la conducta penalmente desvalorada,

esto es, asegurar que solo sean delito las conductas antijurídicas seleccionadas

descritas por la ley penal. (Silvia, 2000, p. 145) El tipo penal obedece, pues, al

pensamiento de determinación o por lo menos de determinabilidad precisa de la

descripción del ámbito situacional a que se refiere la norma, de modo que quede

totalmente claro al ciudadano que es lo que se está prohibiendo o mandado. Dicho de

otro modo, el tipo cumple una función informidad que se dirige a los ciudadanos, mejor

dicho comunicativamente, en cuanto tiene una puente de comprensión bajo el directivo

de conducta que pretende instituir a partir de las funciones que la norma despliega

materialmente, señalándolos con exactitud que conductas se encuentran prohibidas o

ordenadas por el derecho punitivo, de tal modo, la función didáctica o pedagógico del

tipo penal y el principal medio de coacción jurídica la penal sirven para motivar a todos

los individuos que integran la comunidad a abstenerse de realizar el comportamiento

prohibido. En definitiva, se podría decir que se trata de una prevención general

cognoscitiva, que por ello implica los principios garantista propios a la tipicidad.

3.1.8..2.2 Función indiciaria

59
El tipo consiste en la descripción general de acciones antijurídicas, ello permite la

selección inmediata entre los hechos ilícitos punibles y los no punibles, lo que da lugar

a un juicio preliminar acerca del carácter antijurídico del hecho, como muchos autores

manifiestan, bajo esta perspectiva el autor Bramont, (2001), sostiene lo siguiente: Se

dice que se crea un indicio, una presunción siempre refutable acerca de la

antijuridicidad ya que se puede dar la existencia de lo que conocemos como las causas

de justificación, pero como hemos dicho líneas arriba, la tipicidad luego de haberse

aplicado sobre el tipo adquiere un carácter esencial (ratio assendi), para la

antijuridicidad, pues de no existir esta se podría continuar el análisis del delito. (p.138)

3.1.8.2.3 Función sistemática

Es el tipo, en sentido estricto, que describe la acción prohibida por la norma, el tipo

constituye una unidad compuesta por varios elementos tanto objetivos como subjetivos,

que coinciden con el error de tipo. El autor, señala que en su esfera cognitiva, debe

acabar todos los elementos descritos en el tipo para poder afirmar que obrado con dolo

y consecuentemente la tipicidad del delito doloso, sin necesidad-volvemos a reiterar

que esta esfera cognoscitiva cubra también aquellos elementos comprendidos en las

circunstancias supresoras legales de punibilidad y fundamentadoras de punibilidad, ahí

adoptar nuestra posición un tipo de corte restrictivo. (Bacigalupu, 1988, pág. 148) Por

otro lado, la función sistemática se manifiesta en la coherencia que debe existir entre el

60
tipo y la antijuridicidad y, los demás niveles categoriales, coherencia que debe

entenderse, en el sentido de que a partir del análisis de dichos niveles se obtenga las

mismas inferencias, sino todo lo contrario, que cada uno de ellos importa una

valoración particularmente distinta. El tipo sistemático, se obtiene mediante una

delimitación de sus elementos respecto de los de la antijuridicidad, como el autor

Bacigalupu, (1988) quien sostiene que. “Si una acción es contratada al orden jurídico

bajo dos condiciones- infracción de una norma y no autorización de la misma por el

orden jurídico, la delimitación de los elementos de la antijuridicidad: la falta de

antijuridicidad no excluye la tipicidad. (p. 256)

3.1.8.2.4 Función motivadora

El ordenamiento jurídico personal, a través de los diversos tipos penales que lo

comprenden, tiene por finalidad orientar el comportamiento de los ciudadanos a

abstenerse de comentar infracciones normativas, a fin de evitar la vulneración de

preceptos prohibitivos o preceptos de mandato; interiorizando en la conciencia de los

ciudadanos la afirmación del ordenamiento jurídico, como modelo a seguir en el curo

de sus diversas interrelaciones sociales, destinado en último fin a la tutela de bienes

jurídicos importantes. Interiorización normativa, que parte de una comprensión intelecto

de los contenidos descritos en el tipo legal, en la medida que la determinada conductiva

anti normativa debe partir de un grado de racionalidad normativa, que debe

61
desprenderse de la claridad conceptual de los tipos penales y de la posibilidad de

cumplimiento del mandato en cuestión. (Creus, 1992, pág. 142) A partir de la

información que se despliegue comunicativamente en la norma, se pretende motivar,

determinar a todos para que se abstengan de cometerla, de adoptar un modelo valioso

de conducta conforme a la protección de los intereses objeto de conocimiento por la ley

fundamental, recogidos en la codificación punitiva. La legitimación del derecho pena,

descansa en la validez de las normas, en la autoridad legítima para producirlas y en la

recepción de los mandatos por los ciudadanos.

3.1.8.3. estructura del tipo

3.1.8.3.1 Elemento descriptivo Son todos aquellos cuyo significada puede ser

comprometido sin necesidad de recurrir a valoraciones interpretativas, pues ellas

pertenecen al lenguaje común y basta con su sentido literal para llegar a su significado

y en base a la experiencia o mediante el uso de las facultades de percepción, son

aquellos que el autor puede conocer a través de sus sentidos, es decir oído, tacto,

vista, etc., necesidad de someterlas a un juicio de valor. Comportan términos del

lenguaje común que no necesitan ser sometidos a una integración valorativa, son

elementos que describen procesos u objetivos captables sensorialmente que

acompañan a la acción, su vinculación con el tiempo y el espacio, la forma y modo de

62
ejecución y sus nexos con otras acciones. (Mir, 1998, pág. 168) A decir de Bustos,

(1986), quien señala lo siguiente respecto al elemento descriptivo del tipo penal, lo

siguiente: No revisten una mayor problematicidad dentro de un tipo legal, salvo que en

verdad cada vez son menos los elementos pura mente descriptivos, ya que siempre se

da una determinada delimitación normativa, así, por ejemplo, en el caso, más simple,

solo se puede hablar de hombre o mujer en el homicidio desde que hay persona,

concepto que ya es totalmente valorativo e implica decidir normativamente desde

cuando se entiende que una persona ha nacido, cuestión que no es fácil de dilucidar a

efectos de establecer la zona de delimitación normativa entre el delito de homicidio y el

de aborto, que a partir de una serie de perspectivas importa una delimitación distinta.

La inclusión de nuevas figuras delictivas, producto de la sociedad de riesgo, importa la

elaboración de convenciones penales que por la complejidad de conceptos o

elementos normativos. (p. 327) Los términos, como: el que mata a otro, el que por

piedad mata a un enfermo incurable, el que omite prestar socorro a una persona, el que

lesiona a otro, omitir prestar alimento, etc. Se trata de la descripción de hechos que son

de fácil percepción por los sentidos; pertenecen, pues, al lenguaje común, al no

necesitar de un mayor análisis valorativo. No requieren de una valoración más allá de

la esfera del profano.

63
3.1.8.3.2 Elemento normativo Bajo la designación elementos normativos del delito-

tipo entendiéndose concepto de valor incluso los conceptos jurídicos valorativas, como

propiedad, ejercicio legal de un cargo, etc. Para el autor Mezger, (1958), quien señala

lo siguiente respecto al elemento normativo del tipo penal. “Elemento normativo del

tipo, son aquellas partes integrantes del tipo legal que no hacen referencia simplemente

a un supuesto de hecho dado, sino que exigen del juez un juicio cumplimentar

valorativo, es decir, que dan una valoración en blanco”. (p. 246) Dicho de otro modo:

los elementos normativos evocan a determinar conceptos que no pueden ser objeto de

intelección de forma inmediata o automática, sino que necesitan para su real

comprensión, de toda una labor interpretativo o mejor dicho de integración valorativa,

que puede dar lugar a una referencia lugar o un su efecto meta jurídica. Por lo tanto,

podemos clasificar los elementos normativos en jurídicos y meta jurídica. Estas

propiedades normativas pueden ser aprehendidas ya mediante una conceptualización

sociocultural general, como es el caso de la expresión buenas costumbres o de

carácter jurídico valorativo, como es el caso de ajenidad, funcionario público escándalo

público, documento, etc. Sin duda, algunos de estos elementos no llegan a ser muy

problemáticos en su definición, en la medida que poseen una determinada definición en

el ámbito privado, como es la comprensión la propiedad, pero, determinar quién es

funcionario público no es tarea fácil, cuando su concreción conceptual debe ser llenada

con una serie de dispositivos, asi como tratados internacionales con rango de ley. Más

64
compleja es aun, la terea de interpretar, de llenar de contenido valorativos términos,

como: obscenidad, pornografía pudor, carácter libidinoso, etc. Terminologías que son

de difícil concepción, fruto de su remisión irremediables a esferas meta jurídicas, propia

de la moral, de la ética y a veces de la religión, que por su carácter cambiante y

relativo, desencadenan toda una confusión ideológica y valorativa en la persona del

juzgado. Tarea que podría corregirse con doctrina jurisprudencial de carácter

vinculante, que de todas maneras, podría también generar otras problemáticas por su

vaguedad conceptual. En aquellos predomina la valoración, no pueden ser percibidos

mediante los sentidos. Son concepto jurídico: documentos y aquellos que requieren de

una valoración empírico-cultural del autor: carácter obsceno. Para la comprensión de

estos términos no será suficiente una simple percepción del mismo; sino que

necesitaran de una valoración que extrae de las diversas esferas que componen el

ordenamiento jurídico, funcionario público, carácter obsceno, pornografía,

procedimiento de insolvencia, bien mueble, etc. Los ciudadanos como miembros de

una comunidad social, no están en la obligación de conocer un lego más allá del

conocimiento exigible, pues no se puede exigir un conocimiento in extenso de toda la

materia jurídica, contrario sensu, implicara una lesión al principio de igualdad.

(Bramont, 2001, pág. 157)

3.1.8.4 aspectos de la tipicidad

65
La tipicidad tiene dos aspectos:

3.1.8.4.1 Aspecto objetivo (tipo objetivo). son las características que debe cumplirse

en el mundo exterior, a esto se les llama tipo objetivo, aquí encontramos una diversidad

de puntos a analizar, como son el bien jurídico protegido, los sujetos, la relación de

causalidad, la imputación objetiva, los elementos descriptivos y los elementos

normativos.

3.1.8.4.2 Aspecto subjetivo (tipo subjetivo). Hace referencia a la actitud psicológica

del autor del delito a estos se les llama tipo subjetivo, dentro de este aspecto se analiza

el dolo y la culpa en sus diferentes manifestaciones, también exuste los elementos

subjetivos del tipo, y, se puede excluir 59 el dolo mediante el error de tipo vinceible e

invencible. También puedene presentarse las figuras preterintencionales (combinación

de dolo y culpa en los delitos cualificados por el resultado).

3.2 variables

3.2.1 identificacion de la variable

Las variables de este trabajo son posesión de drogas y posesión punible, estos 2

puntos son la base de este trabajo, para que la posesión de 2 tipos de drogas con la

66
cantidad regulada en el art. 299 sea punible y no tenga que ser una carga procesal

para el estado muchas veces dejando de lado casos mas graves,

3.2.1.1 posesión de drogas

La posesión se entiende como tenencia de droga. Esta posesión tiene que sede

dosis personal. Por dosis personal nuestra doctrina entiende aquella cantidad de droga

que diariamente puede ingerir una persona por cualquier vía. Si la posesión excede de

dicha dosis, se plantean dudas respecto al destino final de tales dosis, las cuales puede

que tengan un uso personal, o bien pueden ser destinadas al tráfico. La dosis personal

será determinada por el juez. La dosis personal tiene que ser para el propio e inmediato

consumo. 19 Cuando la ley penal señala que el juez tendrá en cuenta los criterios

antes mencionados, correlación peso-dosis, pureza y aprehensión de la droga – no

limita esta evaluación a los magistrados del Poder Judicial, se refiere al funcionario

público que tiene la atribución de calificar cuando nos hallamos frente a una tenencia

de droga para el consumo y cuando ante un tipo penal de tráfico de drogas. En nuestro

Código Procesal Penal, esta función de calificación e investigación corresponde al

Fiscal. Será totalmente injusto y contraproducente que los fiscales no tengan en cuenta

estos criterios, prolongando indebidamente la detención del imputado. En este sentido

afirmamos que la ley al utilizar el término juez se refiere a quien debe apreciar e

67
investigar los hechos, entonces el Fiscal puede y debe tener en cuenta los criterios

establecidos en el art. 299, a fin de determinar debidamente los hechos materia de

investigación. En todo caso el Fiscal está obligado a cumplir las reglas de la Parte

General del Código Penal, así el art. IV del Título Preliminar establece que la pena,

necesariamente precisa la lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos. El consumo

de drogas y la tenencia con este fin se encuentran exentos de pena precisamente por

no reunir este requisito. Por tanto los jueces y fiscales tienen la facultad y el deber de

acatar este mandato sin ningún tipo de restricciones, utilizando las herramientas con

las que la ley los ha dotado para la evaluación de estos casos.

3.2.1.2 posesión no punible

Parafraseando al autor Prado. S. (2016, p. 148), quien señala; que la posesión de

estupefacientes que son comercializados se encuentran implícitos en el art. 296° en su

segundo párrafo, indicando que la hipótesis de la doctrina manejada en España es que

en ese país no se criminaliza el consumo personal o la posesión de dichos

estupefacientes cuando el fin de estos no está dirigido a su comercialización ilegal, por

lo que la relevancia penal en la normatividad española de esta actividad, carece de

tipificación ya que la droga que es usada con fines distintos a su consumo no puede ser

perseguido como delito. Asimismo, parafraseando a Jubert (2006, p. 92), tenemos que

68
no se puede considerar como típico la posesión que es autorizada por la norma, ni la

que autorizada a su vez la del consumo personal. En tanto, de acuerdo con la postura

del autor ha de entenderse que necesariamente para que la posesión deba ser

sancionada necesariamente tiene que demostrarse que la misma tiene un fin de ser

comercializada, por tanto, nos enfocamos no en el tipo de dos o más droga, sino de la

cantidad de droga, sumado a ello las circunstancias en que fue intervenido, entre otros

criterios que en base a prueba se apoya para el sustento de la acusación. Así también

el autor Prado S. (2016), cita al jurista Barbero S. (2001, p.20), quien señala: - 12 -

Que, la fuente de donde nace el art. 296° de nuestro código penal es el art. 344 del

código penal español el cual ya se encuentra derogado pero que observa la figura de

este delito y la considera atípica dado que va ser usado para consumo propio siempre

que no se comercialice. Esto en crítica al segundo párrafo del 299° de la ley peruana

que se trata de buscar un sustento para tratar de justificar la postura de este segundo

párrafo antes mencionado pues para colmo trata de excluir la atipicidad del consumo

propio, para los que tengan en su poder dos o incluso una cantidad de drogas en

mayor cantidad o de diferente tipo (p. 148). Asimismo, parafraseando a Prado S.

(2016), se señala que: El supuesto delictivo que se ha comentado tiene que contener,

para que se configure como tal, es suficiente que la persona tenga en su poder el

estupefaciente, el tipo, calidad o cantidad no afecta su tipificación como tal (p. 148). A

su vez como el autor Peña C. (2009) señala que; La posesión de droga no es punible

69
cuando su único fin es la del consumo personal, y por el contrario, es punible cuando

estas sustancias son distribuidas a otras personas por lo que en ambas situaciones

resulta de suma importancia el tipo de valoración de la prueba que permita dilucidar la

tenencia de dicha sustancia. Esto es pocas palabras, se tendrá que valorar con un

conjunto de elementos de convicción para determinar el fin de estas sustancias. (p.86).

(Contreras, 2012)“Significa que no es punible la posesión de droga para el propio e

inmediato consumo. En principio se debe comprender que en nuestro país el consumo

de drogas no está penalizado, con mucha más razón, la drogodependencia.

Debiéndose tener en cuenta también que estas personas, en su gran mayoría, para

saciar su adicción no tienen límites de ningún tipo (horarios, lugar, tipo y cantidad de

droga, ya que por el contrario, esto va en aumento), así como comparten ambientes de

consumo juntamente con otros ajenos a la adquisición o posesión. La ley exime de

pena al que consume drogas, es decir, cualquier persona, hombre o mujer o adicto o

no a drogas prohibidas. Inclusive puede ser un consumidor ocasional o temporal. Se

puede dar el caso que nunca antes haya consumido drogas.”

Teniendo una situación de impunidad el consumo de drogas y siendo los

responsables los adictos a las mismas, los legisladores han tenido que establecer unos

parám etros los cuales son de carácter provisional a efectos de poder determinar el

70
acopio de autoconsumo, y diferencias de la inclinación por traficar, toda vez que busca

conseguir por este medio algún beneficio. Las cantidades señaladas en la norma son:

Cinco grs. de pasta básica de cocaína, dos grs. de clorhidrato de cocaína, ocho grs. de

marihuana o 02 grs. de sus derivados, un gramo de opio o 200 grs. de sus derivados

(heroína) y doscientos cincuenta miligramos de éxtasis, conteniendo

metilendioxianfetamina – MDA. Metilendioximetanfetamina – MDMA, metanfetamina o

sustancias análogas. En el supuesto que al agente se le halle con dos o más tipos de

droga, no operará la eximente, considerándose como un caso de micro 36

comercialización. Es importante indicar, que si la tenencia de la droga resulta impune

cuando esta esté destinada únicamente al autoconsumo, y delictiva cuando, al

contrario, se pre ordena a fines de distribución de la sustancia a otras personas,

determinar cuál de estas dos intenciones animaba en cada caso al poseedor de la

droga va a resultar crucial en múltiples procesos penales, en los que se encuentra

probada la tenencia de la sustancia pero sin la acreditación directa de ningún acto de

tráfico de la misma. Ha de realizarse entonces una valoración judicial del conjunto de

pruebas disponibles para inferir el destino final de la droga poseída. (Rosas, 2019, p.

256) A efectos de poder conocer con amplitud doctrinaria el delito de tráfico ilícito de

droga se va desarrollar los alcances normativos y doctrinarios, el mismo que nos

permitirá el fin para el que fuera dada la norma art. 299° del código penal.

71
3.2.2 Operacional de variables

Variable Independiente

– X: Despenalización de la Posesión de dos o más Drogas de Menor cantidad Es el

planteamiento de despenalizar o derogar del contenido normativo del Código Penal

vigente todo lo referente a la posesión de dos o más drogas en menores cantidades,

concretamente en cuanto a la figura tipificada en el Art. 299 CP sobre la posesión no

punible de drogas, por presentar dicho artículo una falta de fundamento dogmático y

jurídico – penal idóneo, y que ha sido mal interpretado por los operadores jurídicos

esencialmente por la autoridad policial, y que asimismo no se ha venido considerando

por parte de los mismos funcionarios policiales que intervienen a consumidores de

drogas imputándolos como presuntos micro comercializadores.

Indicadores:

X1 – Posesión Punible de dos o más drogas Es la figura contemplada en el segundo

párrafo del Artículo 299 CP que penaliza la posesión de dos o más drogas, o

doscientos cincuenta miligramos de éxtasis, conteniendo Metilendioxianfetamina -

MDA, Metilendioximetanfetamina - MDMA, Metanfetamina o sustancias análogas.

72
X2 – Consumo Personal Se trata del fin para el que se destina la posesión de

drogas, y que es propio de consumidores farmacodependientes que frecuente u

ocasionalmente poseen las cantidades mínimas de drogas señaladas anteriormente, o

hasta pueden poseer dos o más drogas en las menores cantidades indicadas para

consumo personal e inmediato.

X3 – Tenencia de dos o más drogas Es la posesión de dos o más drogas en

menores cantidades para consumo personal, que llegan a tener los denominados

Poliadictos consumidores que consumen mayormente dos drogas en forma simultánea

o combinada, acorde a su grado de farmacodependencia.

Variable Dependiente

– Y: Acciones Arbitrarias de la Policía Nacional del Perú Es el conjunto de acciones

que indebidamente puede realizar miembros de la Policía Nacional contra

consumidores de drogas, para efectos de imputarlos por presunta comisión de delitos

graves de posesión ilegal de drogas y de microcomercialización. Indicadores:

Y1 – Sembrado Ilegal de Drogas Es el procedimiento ilícito realizado mayormente

por efectivos policiales de Comisarías, en proceder a colocar indebidamente cantidades

de drogas adicionales en las pertenencias o ropa de los consumidores que son

intervenidos, a fin de configurar delito de micro comercialización de drogas y de ese

modo poder imputarles arbitrariamente tal ilícito inexistente.

73
Y2 – Detención Arbitraria Es el modo de detención que realizan miembros de la

Policía Nacional contra personas supuestamente responsables de la comisión de

delitos, sin tenerse presunciones justificadas ni fundamentos e indicio probatorio alguno

para efectuar la intervención policial.

4. metodología

La Metodología de acuerdo a Giner (1972, p. 29) es “el estudio sistemático de los

métodos utilizados por una ciencia en su investigación de la realidad”. El presente

trabajo se basa en un foque cualitativo, es por ello que para entender este enfoque se

propone a Sandín (2003, p. 78): […] la investigación cualitativa es una actividad

sistemática orientada a la comprensión en profundidad de fenómenos educativos y

sociales, a la transformación de prácticas y escenarios socioeducativos, a la forma de

decisiones y también hacia el descubrimiento y desarrollo de un cuerpo organizado de

conocimiento. Así también Del Rincón y Latorre (1992, p. 64), establecen algunas

características de este enfoque como su dinamismo, comprensión, interpretación, etc.

De este modo como bien menciona el autor, estas características son las que

diferencian a un enfoque de otro, el enfoque cualitativo del cuantitativo.

74
4.1 diseño de la investigación

En esta parte de la investigación, se propondrá la estructura del trabajo científico, la

cual brinda dirección y sistematiza la investigación. De acuerdo a Palella y Martins

(2010, p. 85), “el diseño es el conjunto de estrategias procedimentales, metodológicas y

técnicas, que regula la formulación del problema, darles respuestas y verificar las

hipótesis, de acuerdo al tipo de investigación que se estudia”. Así también de la

investigación cualitativa según Polit y Hungler (2000, p. 78) “es probablemente el más

flexible de todas las técnicas experimentales, ya que abarca una variedad de métodos

y estructuras aceptadas”. La información cualitativa no puede ser analizada

matemáticamente de la misma manera integral como los resultados cuantitativos; sólo

puede brindar una guía a las tendencias generales. Está mucho más abierta a la

opinión y juicio personal, por lo que sólo podrá brindar observaciones en vez de

resultados. De esta manera se tiene que los tipos de diseño para una investigación

cualitativa son: Biográfico, Fenomenológico, Teoría Fundamentada, Etnográfico,

Estudio de casos e investigación acción. En la presente investigación, se utilizará la

Teoría Fundamentada; dado que está orientado a investigar las circunstancias tal como

están identificando el problema, formulando el supuesto y concluyendo en los aspectos

corroborados y recolectados.

75
4.2 tecnicas de recolección de datos

En el presente trabajo se utilizaron tres técnicas con sus respectivos instrumentos

que son: Como Técnicas: Técnica 1: Entrevista - 30 - Técnica 2: Análisis Legislativa

Técnica 3: Análisis de documentos Como Instrumentos: Instrumento 1: Guía de

Entrevista Instrumento 2: Guía de Análisis Legislativa Instrumento 3: Guía de Análisis

Documental Como se sabe, los requisitos que debe reunir todo instrumento de

medición son la validez, confiabilidad y objetividad. Los instrumentos utilizados en el

presente trabajo cumplen el criterio de validez dado que al utilizarlos se ha obtenido los

resultados esperados, así también con el criterio de confiabilidad dado que han

conducido a resultados consistentes y por último los instrumentos son objetivos ya que

cumplen con el requisito de confiabilidad dado que está basado netamente a los

resultados que se evacúen de la investigación formulando una teoría consecuencia de

la propia realidad.

4.3 tecnicas para el procesamiento de la información

76
4.3.1. Clasificación Las preguntas se clasificaran de acuerdo a la variable

independiente; Posesión de drogas para consumo y la variable dependiente; tipicidad

penal.

4.3.2. Codificación

Las respuestas señaladas, para las preguntas estarán codificadas en orden

correlativo del 1 al 5 de la escala valorativa:

Escala de Likert

1. Nunca.

2. Casi Nunca.

3. Algunas Veces.

4. Casi Siempre.

5. Siempre.

4.3.3. Tabulación

Se realizará el conteo a través de la codificación de cada respuesta obtenida, de las

preguntas realizadas.

77
4.3.3.1. Tabla

Se construirá una tabla de frecuencia en base a los datos obtenidos de la

tabulación, donde se tomará en cuenta la frecuencia porcentual.

4.3.3.2. Gráficos

Esta representación gráfica nos va a permitir una mejor comprensión de los

resultados la cual nos permitirá una comprensión global, rápida y directa de la

información que aparece en cifras.

4.3.4. Análisis e interpretación de los datos

Se interpretaran los resultados obtenidos de los gráficos para mejor

explicación, esto nos permitirá analizar los resultados que hemos obtenido para

interpretar adecuadamente nuestra investigación; para lo cual, para el procesamiento y

análisis de datos se tabularan los datos obtenidos utilizando el programa SPSS

(StatisticalPackagefor Social Sciences), Version 22, con la finalidad de procesar dichos

datos, para luego expresarlos en gráficos y datos para un mejor entendimiento

de los resultados.

78
5. Conclusiones

La investigación aportará significativamente una propuesta jurídica – penal que se

basará en la anulación o despenalización absoluta de la figura eximente de posesión

de dos o más drogas en menores cantidades según lo tipificado en el segundo párrafo

79
del Art. 299 del Código Penal, a fin de evitarse que funcionarios policiales de

Comisarías sigan interviniendo arbitrariamente a consumidores de drogas pese a que

tienen posesión de dos o más drogas en cantidades muy ínfimas como señala el

mencionado artículo. Por otra parte, la investigación también se avocará a esclarecer y

hacer más entendible sobre la necesidad justificadora de derogarse el segundo párrafo

del Art. 299 del C.P., a efectos de consolidarse una posición y tendencia jurídica

definitiva que la posesión de drogas en mínimas cantidades no representa ningún tipo

penal de tráfico ilícito de drogas, y que los miembros de la Policía Nacional ya no

puedan más en detener arbitrariamente a personas inocentes que consumen mínimas

cantidades de drogas.

Se llega a la conclusión de que en la práctica casuística la simple posesión de dos

tipos de drogas que exceda en límites permisibles las mismas que están destinadas de

forma exclusiva para consumo influye en su tipicidad, por parte de los operadores

jurídicos, el ánimo de la sobre criminalización en estas conductas es alta, dado que

esta norma permite un actuar de arbitrariedad de parte de la policía y en muchos casos

sirven para poder solicitar medidas restrictivas de derecho como la prisión preventiva;

En este mismo sentido los resultados teóricos y estadísticos no permite llegar a la

conclusión de que el artículo 299° segundo párrafo del código penal que exceptúa a la

posesión de dos tipos de drogas con fines de consumo de la permisibilidad, trasgrede

el

80
elemento normativo del tipo penal del artículo 299°, esto al criminalizar aquellas

conductas que sin ánimo de micro comercializar, se castigue la sola posesión de dos

tipos de droga, limitando de esta manera la autodeterminación de la conducta; de esa

forma también nos percatamos en el mismo sentido, de la discusión de resultados de

los antecedentes de investigación

se llega la conclusión de que la criminalización de la posesión de dos tipos de droga

para consumo vulnera el principio constitucional de presunción de inocencia, vulnera el

derecho a la libertad, y demás derechos conexos.

6 bibliografias.

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