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CAP01 Modulo 11 Avion de Turbina
CAP01 Modulo 11 Avion de Turbina
ÍNDICE M11A
Capítulo 1 – TEORÍA DEL VUELO
CAPÍTULO 1
El control primario de la actitud en vuelo de un avión viene dado por tres superficies
aerodinámicas de mando: timón de profundidad, timón de dirección y alerones.
Fig. 11A.01.01
Todos ellos funcionan según el mismo principio, modificando la fuerza aerodinámica que
producen las superficies de control cuando se giran un cierto ángulo en el viento relativo. El
mando de estas superficies tiene lugar mediante volantes o palancas convencionales de
control de alerones y timón de profundidad y pedales para el timón de dirección, situados en
el compartimiento de vuelo. Así mismo, existen otras superficies que complementan o
auxilian la función de control de las principales, tal como flaps, spoilers, estabilizador
horizontal ajustable, etc.
Los mandos de vuelo primarios ejecutan acciones básicas de control del avión, actúan sobre
las superficies de control básicas.
Los mandos de vuelo secundarios son sistemas con funciones auxiliares a las básicas. Un
ejemplo de éstos son los flaps, spoilers, etc…
Fig. 11A.01.02
En un sistema básico de control el mando está unido directamente a las superficies de control
de vuelo. Contamos con dos elementos de actuación principales, el volante de mando (o
palanca de mando) y los pedales del timón de dirección.
Fig. 11A.01.03
Fig. 11A.01.04
Si el volante de mando se desplaza hacia atrás el timón de profundidad gira hacia arriba. De
manera inversa, si el volante de mando se lleva hacia delante, el timón de profundidad se
desplaza hacia abajo.
Fig. 11A.01.05
Si el volante de mando se gira hacia la derecha se producen dos efectos: en primer lugar el
alerón de la derecha sube; es decir, sube la superficie del lado hacia el que se inclina el
volante. En segundo lugar, el alerón contrario baja. Los alerones tienen movimientos
asimétricos.
Fig. 11A.01.06
Los pedales de dirección están situados en el piso de la cabina. Están unidos a una superficie
aerodinámica vertical llamada timón de dirección Cuando se empuja el pedal derecho resulta
que el timón de dirección se desplaza también hacia la derecha.
Fig. 11A.01.07
Es obvio indicar que todos los aviones en la actualidad deben responder de esta forma a los
movimientos de los controles de vuelo.
Fig. 11A.01.08
a) Movimientos de cabeceo
Se producen cuando el volante de mando se mueve hacia adelante o hacia atrás. El caso
representado en la siguiente figura, se produce al mover la palanca hacia adelante, en este
caso el timón de profundidad desciende (apareciendo una resultante de la fuerza de
sustentación hacia arriba, que origina un momento (representado en la siguiente figura),
provocando un movimiento alrededor del c.d.g. del avión en el cual baja el morro, y sube la
cola del avión. (Momento de Picado)
Fig. 11A.01.09
Si la palanca de mandos se moviese hacia atrás, la superficie de control de vuelo del timón de
profundidad se inclinaría hacia arriba (aumenta la curvatura de la superficie inferior), de
manera que la fuerza de sustentación resultante aumentaría en sentido hacia abajo. (Esto
originaría un momento de encabritado de la aeronave, al generarse un momento en sentido
horario alrededor del c.d.g.).
Fig. 11A.01.10
Fig. 11A.01.11
b) Movimientos de balanceo
Fig. 11A.01.12
Fig. 11A.01.13
El resultado global es un giro del avión hacia la izquierda, esto es, hacia el mismo lado que se
gira el volante de mando, debido al momento generado por la diferencia de fuerzas resultantes
en sentido horario (visto desde la posición del piloto).
Unido al balanceo, aparece un efecto añadido denominado guiñada adversa, el cual provoca
que el avión realice una guiñada en sentido contrario al balance comandado.
La guiñada adversa se compensa fundamentalmente con:
∆
∆ DD
DD
Fig. 11A.01.14
c) Movimientos de guiñada
Este último caso se explica de la misma forma, pero referido a la superficie vertical del timón.
El desplazamiento hacia adelante del pedal izquierdo desplaza el timón de dirección hacia el
mismo lado. De este modo aparece una fuerza aerodinámica en sentido contrario (derecha),
que genera un momento alrededor del c.d.g. en sentido contrario a las agujas del reloj (viendo
el avión desde arriba), que tiende a girar el avión a la izquierda, en el mismo plano.
Fig. 11A.01.15
Se llama potencia de mando de una superficie de control, al momento máximo de control que
podemos ejercer sobre un eje del avión determinado. Por tanto podemos hablar de potencia
de mando en balanceo, en guiñada y en profundidad. La potencia de mando de una superficie
de control depende de dos factores básicos, aumentando con valores crecientes de ambos:
a) Sistemas reversibles, en los que existe la posibilidad de volver a control manual en caso de
avería o mal funcionamiento del sistema motorizado. Cuando un sistema de este tipo pasa a
control manual, el piloto puede mover el volante de mando para desplazar las válvulas del
sistema hidráulico, a expensas de mayores fuerzas sobre el volante.
b) Sistemas irreversibles, o de mando total, en los que no está prevista la facultad de volver a
control manual. Se caracterizan por su redundancia (hasta tres sistemas hidráulicos de apoyo)
y, por ello, alta fiabilidad (la probabilidad de experimentar a bordo una pérdida total de
energía hidráulica es extremadamente improbable –inferior a 10-9-).
En los sistemas motorizados irreversibles el piloto no siente las fuerzas aerodinámicas que el
aire ejerce sobre la superficie móvil que desplaza (que sí siente en los sistemas de control
manual, con reforzamiento aerodinámico, y en los motorizados, de forma tal que las
reacciones de la aeronave son proporcionales a las fuerzas que ejerce sobre la palanca de
mando). La acción de mando revierte en el desplazamiento de válvulas de control del sistema
de mandos de vuelo. En estos casos hay que proporcionar sensación artificial (restitución de
esfuerzos) al volante de mando. El sistema de restitución de esfuerzos simula las fuerzas que
el aire ejerce sobre las superficies de control de vuelo.
Existe en estos sistemas un conjunto de ordenadores entre la señal eléctrica de mando del
piloto y las superficies aerodinámicas de control de vuelo. El sistema fly by wire ha de actuar
finalmente por medios hidráulicos o electromecánicos. Los ordenadores interpretan y alteran
la señal eléctrica de la manera más conveniente antes de llegar a las superficies de control de
vuelo.
Es posible distinguir dos grandes líneas de empleo de órganos de mando para sistemas
eléctricos de control de vuelo:
- Sistemas que emplean una minipalanca (joystick) para introducir la señal de mando
(implementado por Airbus,).
- Sistemas que mantienen la filosofía clásica del volante de mando, incluso con mecanismo de
restitución de esfuerzos de tipo convencional, si bien la señal de salida del volante es eléctrica
(Boeing, entre otros).
Fig. 11A.01.16
En la ilustración, una parte importante del área total de la superficie está situada delante del
eje de charnela. Esta parte, por tanto, origina fuerzas aerodinámicas de tipo contributivo, que
ayudan al piloto a desplazar la superficie de control de vuelo.
Desde el punto de vista constructivo se distinguen dos tipos de compensación por cornadura:
Unshielded (cornadura se adentra en el borde de ataque)
Shielded (cornadura no invade el borde de ataque). Mejor funcionamiento a alta velocidad al
quedar al abrigo de perturbaciones.
Fig. 11A.01.16-1
momento que produce la fuerza F1 respecto al eje de charnela es mayor que el producido por
F2 resultaría un timón “sobrecompensado”, que sería peligroso.
Fig. 11A.01.17
La forma del borde de ataque es importante por su efecto aerodinámico cuando la aleta, al
girar, emerge en la corriente de aire, instante en el que deja de estar en la sombra
aerodinámica de la superficie fija que precede.
Fig. 11A.01.18
Fig. 11A.01.19
Guiñada adversa: Supuesto un viraje a la derecha, al desplazarse el alerón del plano derecho
hacia arriba disminuye la sustentación, pero también disminuye la resistencia aerodinámica.
En el plano que baja ocurre lo contrario. El resultado es un conato de guiñada a la izquierda,
contraria a la que se necesita para el viraje a la derecha.
Fig. 11A.01.20
1.3.6 TABS
Los tabs son pequeñas aletas situadas en el borde de salida de las superficies primarias de
control de vuelo. Están articuladas de tal modo que poseen libertad de movimiento respecto a
la superficie donde se instalan. Existen varios tipos, y se utilizan de ayuda y control en el
movimiento de las superficies de control de vuelo.
Fig. 11A.01.21
Se clasifican en dos grandes grupos: tabs de mando indirecto y directo. En los primeros, de
mando indirecto, el tab tiene una ligadura mecánica, que es normalmente una barra de mando.
La ligadura conecta el propio tab con el plano fijo al que pertenece (timón, estabilizador, ala).
Se dice que el tab es de mando indirecto porque el piloto desplaza la superficie de control de
vuelo, y no el tab. Existe una relación fija entre la deflexión del mando, y la del tab mediante
una barra de ligadura de conexión. Este tipo de tab se llama “servo aleta”.
Fig. 11A.01.22
Fig. 11A.01.23
En los segundos, tabs de mando directo, el piloto está conectado al tab mediante barras y
articulaciones de control. El piloto puede accionar directamente el tab. Las características de
un tipo y otro de tab se estudian más adelante. Estos tabs se denominan aletas de trim.
Los tabs dedicados a la primera función se llaman tabs “auxiliares de control”. Los que
cumplen funciones de compensación se llaman tabs “de compensación”.
Fig. 11A.01.24
En el gráfico que se ofrece aparecen tres partes: (a) superficie fija, (b) superficie de control
(alerón, timón de profundidad o timón de dirección) y (c) el tab (de compensación). Los
gráficos (a) y (b) corresponden al tab auxiliar de control. La posición (a) corresponde a una
condición de vuelo recto y nivelado, previa a una maniobra. Supóngase que la parte fija del
plano corresponde al estabilizador horizontal. Si el piloto desplazase hacia abajo el timón de
profundidad (b), el tab auxiliar está articulado de tal manera que se desplaza hacia arriba, en
sentido contrario al timón de profundidad. Debido a la curvatura del perfil que se forma en la
zona del tab aparece una fuerza aerodinámica hacia abajo. Fuerza que, al actuar sobre el eje
del timón de profundidad (charnela), produce un momento de charnela que ayuda de forma
positiva al piloto a realizar la maniobra de desplazamiento hacia abajo del timón de
profundidad.
b) Tab de compensación
La función del tab de compensación es anular la fuerza que el piloto necesita hacer sobre el
volante para mantener una condición de vuelo determinada. Permite establecer la condición
de vuelo equilibrado del avión con poca o ninguna acción del piloto.
Si se desea mantener una posición de timón de profundidad hacia abajo, gráfico (c). En lugar
de tener que mantener constantemente el volante hacia abajo durante todo el tiempo de la
maniobra, es el tab de compensación el que equilibra las fuerzas en dicha superficie. Para ello
se sitúa la aleta hacia arriba, de manera que la fuerza que produce origina un momento en el
sentido horario. El propio timón de profundidad origina un momento en sentido contrario. Si
el ajuste está bien hecho y los momentos son iguales y contarios, el avión continúa en
equilibrio sin actuación directa del piloto en esa fase de maniobra. Cuando se necesite otra
situación de vuelo, el tab debe ajustarse de forma correspondiente a la actuación de que se
trate.
El tab ajustable en tierra es sencillo y se emplea en aviación ligera. Consiste en una pequeña
aleta metálica unida al borde de salida de la superficie de control. El propósito de la aleta es
corregir alguna tendencia no deseada que exhibe el avión en condición de vuelo recto y
nivelado, con los controles en posición neutra.
El ajuste del tab se efectúa después de los vuelos de prueba del avión, y permanece en dicha
posición de ajuste, salvo modificaciones estructurales posteriores que aconsejen el reajuste de
posición.
Fig. 11A.01.25
El anti-tab aumenta la fuerza que el piloto necesita hacer en el volante para desplazar la
superficie de control de vuelo. El punto de conexión de la barra de ligadura influye, como es
lógico, en los desplazamientos del tab respecto a la superficie de control. Ahora, cuando la
superficie de control se desplaza hacia arriba, también el tab lo hace en el mismo sentido, no
en el sentido contrario.
El piloto necesita hacer mayor fuerza en el volante de mando para desplazar la superficie, por
este motivo su empleo común es para aumentar la sensación artificial (restitución de
esfuerzos) que el piloto vaya a tener de los controles. Es el caso, por ejemplo, de una
superficie aerodinámica pequeña que se gira con facilidad. Sucede en particular a baja
velocidad de vuelo.
Se emplea para disminuir los grandes momentos de charnela que hay que vencer en las
superficies de control al actuar sobre los mandos de vuelo en aviones de control mecánico
(comenzó a usarse con grandes bombarderos e hidroaviones de los años 30). En este caso, el
tab se conecta a la barra de mando del piloto sobre la superficie de control (no a la superficie
fija), lo que hace que la fuerza de mando sobre la columna de control sea pequeña, ya que
sólo tiene que vencer el momento de charnela del tab (aleta relativamente pequeña). Esfuerzo
que es menor todavía a baja velocidad.
El punto de conexión de la barra de mando del piloto suele estar en el punto más alto de la
barra de giro para obtener el máximo momento de accionamiento del tab, aunque puede
situarse en cualquier posición para momentos menores.
Fig. 11A.01.25-1
El momento de charnela depende del cuadrado de la velocidad del aire. Surge así el concepto
del tab con resorte. Es un tipo de servo-tab que cumple dos funciones:
Fig. 11A.01.26
El tab con resorte es un servo-tab en el que, además, el piloto se conecta de forma indirecta a
la superficie principal a través de un muelle.
El resorte del tab se comporta a baja velocidad de vuelo como ligadura rígida, es decir, el
resorte no se deforma debido a su propia rigidez (figura a) y el tab sigue el movimiento de la
superficie a la que está unida cuando ésta gira. En esta fase los momentos de charnela que
entran en juego son pequeños, a baja velocidad de vuelo. El incremento de la fuerza que hay
que ejercer en los mandos a baja velocidad se explica por dos caminos: en primer lugar por el
propio desplazamiento del tab; además, el piloto debe vencer el momento de charnela de la
superficie de control principal.
A alta velocidad de vuelo sucede lo contrario de lo anterior. El resorte del tab se extiende o
contrae (figura b) debido a los importantes momentos de charnela que se generan, y que ahora
sobrepasan la rigidez del resorte.
Los tabs no son necesarios en los sistemas de control de vuelo irreversibles o de mando total.
Otra cosa es que, a pesar de la irreversibilidad del sistema, el proyecto del avión cuente con
una última conexión mecánica del piloto a ciertos mandos de vuelo para el caso extremo de
pérdida de todos los sistemas de potencia. Hay muchos aviones modernos que pueden
controlarse, en toda la banda de variación del centro de gravedad, usando el timón de
dirección para guiñada y balanceo y el estabilizador horizontal móvil como mando en
profundidad. En estos casos se instalan tabs en estas superficies de control.
Sin embargo, los aviones comerciales deben volar a velocidades de crucero altas y tener gran
radio de acción, circunstancia que obliga a escoger una carga alar alta, nada adecuada para el
vuelo a baja velocidad. Conviene, pues, dotar a la aeronave con sistemas aerodinámicos que
permitan el vuelo a baja velocidad, durante el despegue y aterrizaje, pero sin comprometer la
fase de crucero a alta velocidad.
Los mandos secundarios de vuelo cumplen funciones auxiliares de los mandos principales,
fundamentalmente de control de la sustentación, en aumento o en disminución. De ahí el
nombre de sistemas hipersustentadores o dispositivos de alta sustentación. Son mecanismos
extensibles, excepto el slot (o ranura permanente en el ala), cuando se precisan a baja
velocidad pero que pueden replegarse cuando no son útiles a velocidad moderada o alta.
La sustentación del ala se puede incrementar por tres caminos, que pueden combinarse en
aplicaciones particulares:
Los mecanismos que efectúan estos cambios son los slats y los flaps. La función es la misma,
pero su comportamiento y operación difieren.
El slat opera aumentando el ángulo de ataque del ala, pues permite el incremento del ángulo
de ataque efectivo del ala.
Los flaps operan aumentando tanto la curvatura del ala como la superficie alar.
1.4.1 SLATS
La pérdida (stall) es el efecto provocado por la incapacidad del ala para seguir produciendo
sustentación, y se produce cuando el avión vuela con un ángulo de ataque mayor que
el ángulo de ataque crítico. La sustentación no cae a cero, es más, en este punto es donde se
alcanza el coeficiente máximo de sustentación. Lo que sucede es que pasado este ángulo
critico disminuye la sustentación y la resistencia se incrementa dando lugar a la pérdida.
Fig. 11A.01.27
En operación con alto ángulo de ataque y con el ala limpia, es decir, el ala sin dispositivos de
hipersustentación, no es posible reducir de forma importante la velocidad del aire por el
problema de entrada en pérdida. La velocidad de aterrizaje o de despegue del avión, que
dependen de la velocidad de entrada en pérdida, es entonces muy alta si se considera desde el
objetivo de aterrizar en una pista de pequeña longitud, o simplemente por la conveniencia de
facilitar el pilotaje de la aeronave, justo en una fase de vuelo que se realiza cerca del terreno.
El slat es una aleta situada en el borde de ataque del ala que puede coexistir con otros
dispositivos de hipersustentación en el mismo borde de ataque.
Fig. 11A.01.28
La operación del slat permite la formación de una ranura entre la aleta y el ala, de manera que
el aire puede pasar a su través. La aleta se despega del borde de ataque del ala cuando está
extendida. El flujo de aire circula entonces por la ranura, de abajo arriba, entre la aleta y el
perfil del ala. El aire que pasa por la ranura proviene de la parte inferior del plano, zona de
alta presión estática. Una vez extendidos éstos, infiltran aire desde la zona inferior a la
superior del ala, que es donde se inicia y desarrolla el desprendimiento de la capa límite. Esta
infiltración de aire de mayor energía cinética en el extradós del ala tiende a estabilizar la capa
límite, a comunicar impulso a las partículas de aire de la capa y en definitiva a retrasar su
punto de desprendimiento (retardo de la pérdida). De esta forma el coeficiente de sustentación
CL aumenta. Es un mecanismo que permite volar al avión a mayor ángulo de ataque y a menor
velocidad.
Fig. 11A.01.29
a) Los slats fijos son aletas auxiliares que se sitúan a cierta distancia del borde de ataque.
Están siempre en posición extendida, lo que hace que un avión presente una resistencia al
avance excesiva a velocidad de crucero. Es un tipo de slat poco frecuente.
c) Los slats controlables permiten la extensión manual de los slats mediante una palanca, por
medios mecanismos o eléctricos.
Existe un slat moderno con un perfil especial para encajar perfectamente en el borde de ataque
del ala cuando se repliega. Se les considera de tipo controlable porque es una extensión
secuencial y automática, pero el automatismo no está provocado por la fuerza de succión en el
borde de ataque que despliega el slat sencillo, sino sentido mecánico: Estos slats se extienden
normalmente de forma automática cuando otra superficie hipersustentadora, típicamente los
flaps, se sitúan en un cierto ángulo de posición.
Fig. 11A.01.30
Concepto antiguo que guarda semejanza con el slat fijo y que consiste en ranuras (“slots”)
permanentes en el borde de ataque del plano.
No existe aleta, es un perfil rasgado que permite la comunicación fluida del intradós al
extradós.
- Cuando el ala tiene un ángulo de ataque pequeño (vuelo de crucero), pasa una mínima
cantidad de aire a través de la ranura.
- Pero cuando el ala adopta un ángulo de ataque alto, la diferencia de presión entre el
extradós e intradós aumenta y circula por la ranura hacia arriba el flujo de aire de alta
energía cinética, que tiende a estabilizar la capa límite en el extradós del ala.
El ala con slot incrementa la sustentación un 20%. El ala con slats incrementa la sustentación
un 40% (el valor exacto depende de la extensión de las aletas).
1.4.3 FLAPS
Dispositivo hipersustentador situado de forma general en el borde de salida del ala. Aumenta
el coeficiente de sustentación del ala mediante el aumento de superficie o el aumento de
coeficiente de sustentación del perfil, entrando en acción en momentos adecuados, cuando
este vuela a velocidades inferiores a aquellas para las cuales se ha diseñado el ala,
replegándose posteriormente y quedando inactivo. Los hay también de borde de ataque.
Fig. 11A.01.31
Para vuelo de crucero se necesita el ala limpia, con un coeficiente de sustentación medio. Para
vuelo a baja velocidad, sin embargo, se necesitan cantidades importantes de sustentación,
procedente en este caso de Cl puesto que ahora la velocidad del aire es pequeña.
Fig. 11A.01.32
Los flaps están constituidos por aletas aerodinámicas que se extienden en el borde de salida
y/o borde de ataque del ala, durante el vuelo de baja velocidad. La longitud de la cuerda de los
flaps de borde de salida suele ser de un 30 %, aproximadamente, de la cuerda alar.
Los flaps incrementan la sustentación del ala a través de dos variables, que pueden estar
presentes a la vez en un mismo tipo de flap:
- Por el aumento de la curvatura del ala. Con la extensión del flap aumenta la curvatura del
perfil y hay más succión (sustentación) en el extradós del ala.
Fig. 11A.01.33
Se denominan así porque están situados en el borde de salida del ala. Los tipos más
importantes se muestran en la tabla adjunta.
Fig. 11A.01.34
Están situados en el borde de ataque del ala. Los tipos más importantes son los siguientes:
Flap de borde de ataque simple y Flap krüeger
Fig. 11A.01.35
Es una aleta articulada en el borde anterior del ala, que se despliega hacia abajo para aumentar
la curvatura. Está superado por el flap Krueger.
Es un flap que aumenta la curvatura del borde de ataque. El flap Krüeger actúa físicamente
como un tabique que fuerza el aire hacia la parte superior del ala, mejorando el coeficiente de
sustentación.
Fig. 11A.01.36
1.4.4
SPOILERS
Fig. 11A.01.37
En el último caso, la extensión de los spoilers, provoca la rotura de la capa límite en la zona
superior del ala donde están instalados. Se consiguen así dos efectos favorables para acortar
la carrera de aterrizaje del avión. En primer lugar las ruedas se apoyan firmemente contra el
suelo al existir muy poca sustentación y por tanto aumenta la fuerza de frenada
El dispositivo se deflecta en la función de aterrizaje todo el recorrido, formando un ángulo
típicamente de 50º.
Fig. 11A.01.38
Fig. 11A.01.39
b) Función de aerofreno
La desaceleración del avión en el aire se puede efectuar con los spoilers en función aerofreno.
(Maniobra de ajuste de velocidad o de altitud, por ejemplo).
Los aerofrenos se deflectan produciendo un aumento instantáneo de la resistencia al avance,
que disminuye la velocidad del avión. Su ángulo de extensión en esta función es mucho
menor que en el aterrizaje y un tope mecánico lo limita a un máximo de 30º.
Los spoilers tienen diversas funciones, por ello los sistemas de control tienen implementada
una lógica de prioridad de funciones, que normalmente es la siguiente.
Fig. 11A.01.40
Fig. 11A.01.41
1.4.6 ELEVÓN
Es una superficie de control de vuelo situada en el borde de salida del ala, que funciona tanto
como alerón, como de timón de profundidad.
En su aplicación típica al avión de ala en delta (sin parte horizontal en el empenaje de cola),
los elevones se desplazan de dos formas distintas:
Nótese que los aviones con ala en delta no tienen flaps y por tanto aterriza con ángulo de
ataque muy alto
a) Canard de control en vuelo. Se emplea del mismo modo que el timón de profundidad
normal en cola. En esta configuración, el ala aporta la parte fundamental de la sustentación y
el canard de control introduce los momentos necesarios de mando en cabeceo.
En configuración moderna se emplean para cambiar el ángulo de ataque del ala y compensar
los momentos de cabeceo, por ej. el que aparece al sacar el flap.
b) Canard de sustentación. El avión con esta configuración reparte el peso entre el ala y el
canard. Desde el punto de vista aerodinámico, normalmente resulta más eficiente que el de
geometría convencional de empenaje de cola ya que:
1. Disminuye la resistencia del ala (se proyecta más pequeña puesto que cuenta con otra
superficie sustentadora principal).
2. Elimina la carga vertical hacia debajo de la cola clásica, presente muchas veces.
c) Ala en tandem. Es una extensión del canard de sustentación en el que la sustentación del
avión se reparte, casi por la mitad, entre los dos conjuntos de superficies alares. El mayor
beneficio de esta configuración es la disminución drástica de la resistencia inducida (función
del cuadrado de la sustentación), ya que al repartirse el peso del avión entre las cuatro
superficies de sustentación, cada ala aporta un cuarto de la resistencia inducida respecto al
avión sin alas en tandem. En la práctica los beneficios no son tan grandes porque el ala
posterior funciona en la estela y turbulencia de la delantera.
1.4.8 FLAPERÓN
Existen configuraciones de control de vuelo en las que se combinan las funciones de alerón y
flap de borde salida. Este tipo de configuración se denomina flaperón.
Fig. 11A.01.42
1.4.9.1 STABILATOR
El stabilator actúa a modificando el ángulo de ataque de toda la superficie, modificando así la
sustentación, en lugar de cambiar la curvatura, como sucede con el giro de un timón de
profundidad normal.
Fig. 11A.01.43
Fig. 11A.01.44
En el gráfico de la figura se puede apreciar como varía con la velocidad de vuelo el ángulo de
incidencia de la compensación del estabilizador horizontal móvil. Hay que tener en cuenta
que la resistencia aerodinámica del conjunto es siempre menor cuando el timón de
profundidad está alineado con la superficie horizontal. Con la misma sustentación (en dos
configuraciones diferentes) se puede reducir la resistencia aerodinámica del conjunto si se
alinean el estabilizador y la superficie de control.
De las figuras de abajo con igual fuerza aerodinámica (en este caso hacia arriba), tiene menor
resistencia aerodinámica la figura b.
Fig. 11A.01.45
Fig. 11A.01.46
Pero la superficie puede ser parte de un perfil alar. Suponiendo esta parte del perfil en reposo
y el aire moviéndose, nos encontramos con un fenómeno análogo: Cuando el aire desliza
sobre la superficie aerodinámica hay partículas que se adhieren a la superficie. Y las partículas
adyacentes son frenadas por la lámina de las adheridas al sólido. El proceso de rozamiento y
frenado del aire por las paredes forma una capa de cierto espesor: la “capa límite”. El mismo
razonamiento sirve para explicar el proceso contrario: Un avión en la masa del aire en reposo
(fig. de la derecha).
Las partículas en contacto con el sólido están paradas. Las más alejadas poseen cierta
velocidad, que es creciente hasta un punto en que la velocidad es prácticamente (99%) la de la
corriente libre. Aquí termina la capa límite, donde los efectos de frenado son inapreciables.
Cuando el movimiento dentro de la capa límite es en forma de capas paralelas se le denomina
“laminar”. A cierta distancia del b.a. la capa límite empieza a sufrir perturbaciones de tipo
ondulatorio que acarrean un aumento de su espesor y la destrucción de la corriente laminar,
existiendo un punto en que se produce la transición de la capa límite laminar que pasa a ser
turbulenta.
La capa límite turbulenta tiene mayor energía cinética que la capa límite laminar.
En la capa límite turbulenta hay desplazamiento de partículas, incluso en la zona de contacto,
en la capa límite laminar no.
La presión estática que actúa sobre la superficie del perfil es variable, según la mayor o menor
velocidad de la corriente de aire en una zona determinada de la superficie (T. de Bernouilli):
La presión será menor cuanto mayor sea la velocidad del aire y viceversa.
Fig. 11A.01.47
Desde la parte inicial del extradós, el gradiente de presión es “favorable” para el movimiento
del aire y de la capa límite. En esa zona (A) la capa límite es laminar.
A partir de la zona de mayor espesor del perfil hacia el b.s. disminuye la curvatura del perfil y
la presión estática tiende a recuperar el valor de la corriente libre (presión estática ambiente).
El gradiente de presión es “desfavorable”. En esta zona (B), la capa laminar turbulenta se
enfrenta a dos fuerzas adversas a su movimiento: La viscosidad y la presión estática creciente
1. Mientras que la capa límite, laminar o turbulenta, permanece adherida al perfil existe
control y guiado de la corriente de aire que fluye alrededor de la superficie aerodinámica
(a.d.) Si el desprendimiento de la corriente es muy temprano (hacia el borde de ataque) se da
un guiado precario de la corriente y se dificulta la creación de fuerzas a.d. (puede producirse
con ángulo de ataque alto del perfil)
- Disminución local de la presión, haciendo que la capa límite se mantenga pegada a la pared
- Las partículas de aire sin apenas energía cinética son absorbidas y retiradas de la capa límite
Se necesita una fuente de energía para la aspiración y un mecanismo para llevarla a los puntos
deseados. Este mecanismo no afecta al momento de cabeceo, pero supone un aumento de la
resistencia inducida.
- Próximos al borde de ataque, consiguiendo con esto un aumento del ángulo de ataque sin
que la aeronave entre en pérdida, lo que implica potenciales problemas en el aterrizaje por
morro excesivamente alto (cola contra el suelo).
- Unión del flap con el perfil, próximos al borde de salida. Esto puede variar el momento de
cabeceo y supone un aumento de la resistencia inducida.
La transición de capa límite laminar a capa límite turbulenta tiene el efecto de retardar el
desprendimiento de la corriente. Con este dispositivo se consigue generar la capa límite
turbulenta mediante pequeñas placas o aletas de perfil parecido al de las alas, que sobresalen
unos 3 cm sobre el extradós del ala (tres o cuatro veces el espesor de la capa límite). Al ser
como una pequeña ala, crean fuerzas (sustentación perpendicular a su propia superficie) que
da lugar a torbellinos -de aquí el término generador de torbellinos (vortex generator)-, que
son los que aumentan la energía de la capa límite previniendo su desprendimiento.
Fig. 11A.01.48
La función de los generadores de torbellinos es reforzar la capa límite en zonas concretas del
ala (p. ej. delante de los alerones) infiltrando núcleos de pequeños torbellinos de alta energía
en la corriente de dicha zona, consiguiéndose mantener adherida la capa límite y mejorar la
eficacia de control del alerón. Un aspecto negativo es que producen resistencia al avance. Se
utilizan en gran cantidad de aviones comerciales, situados en muy diferentes superficies del
avión, no sólo en las alas, teniendo cada situación diferentes motivos, siempre con el objetivo
final de mejorar alguna cualidad del vuelo. La ubicación más frecuente es en el extradós del
ala, tanto en la zona media de la cuerda como en la zona del borde de ataque, en el plano
vertical de cola y en las góndolas de los motores
Ranuras de borde de ataque. Consisten en una abertura en forma de ranura, situada cerca del
borde de ataque, entre un perfil auxiliar (slat) y el perfil básico. La ranura puede ser:
La siguiente tabla muestra las bandas de vuelo en función de M. Cada banda de vuelo se llama
régimen de vuelo.
Fig. 11A.01.49
Vuelo transónico es el que se desarrolla entre Mach 0,8 y 1,2. Esta banda admite cierta
fluctuación pues el principio y final dependen de la configuración del avión en particular. No
obstante, en líneas generales, el vuelo transónico ocupa la banda señalada.
Vuelo supersónico es el que se desarrolla entre Mach 1 y Mach 5,5. El límite superior también
varía algo en función de la aplicación.
Vuelo hipersónico: tiene lugar entre Mach 4,8 y 7+. Es un vuelo propio de vehículos
aeroespaciales. Debido al intenso calentamiento aerocinético la temperatura exterior de la
aeronave alcanza valores muy altos (p. e. 1.400 "C en borde de ataque de la lanzadera
espacial).
Los regímenes de vuelo se solapan algo en todos los casos, indicando que en esas zonas
intervienen procesos físicos que corresponden a una y otra banda.
Si bien desde el punto de vista conceptual el régimen de vuelo subsónico llega hasta Mach 1
la realidad es que la ecuación de Bernouilli clásica (régimen incompresible del aire o de
densidad constante) deja de ser aplicable para números de Mach 0,5 - 0,6 y superiores. Por
consiguiente, a efectos prácticos, cuando se habla de régimen subsónico de vuelo se acota la
banda de número de Mach entre 0 y 0,5-0,6, aunque conceptualmente su frontera superior está
en Mach l. De hecho, si se tiene en cuenta que a partir de los valores de Mach indicados no es
posible admitir que la densidad del aire es constante, hay autores que limitan el régimen
subsónico de vuelo al entorno Mach 0 a Mach 0,6, y el transónico de Mach 0,6 a 1,2, en lugar
de Mach 0,8 a 1,2 (la banda clásica de régimen transónico). A su vez, estos autores suelen
dividir el campo subsónico en dos zonas, subsónico bajo (de Mach O a Mach 0,3) y subsónico
alto (de Mach 0,3 a Mach 0,6).
La teoría del vuelo a baja velocidad supone que el aire se comporta como un fluido
incompresible. La densidad del aire, explica esta teoría, no cambia en ningún punto de su
movimiento sobre el avión, o sobre las palas del helicóptero. La hipótesis tiene la virtud de
simplificar el cálculo matemático y los errores que se cometen al admitir la incompresibilidad
del aire son despreciables a efectos prácticos, en tanto que el vuelo se efectúa a baja
velocidad. Según esta teoría, cuando el aire se acelera sobre el extradós del ala se explica que
aumenta la velocidad y disminuye la presión, lo cual es cierto.
Es el parámetro más importante del vuelo de alta velocidad, debido a Ernst Mach (1838 -
1916), físico austríaco que demostró que los efectos de compresibilidad en el flujo de gases
no dependían de la velocidad del gas, por sí misma, sino de la razón o cociente de esta
velocidad y la local del sonido.
Cuando se defina más adelante las distintas velocidades aerodinámicas diremos con más
propiedad que el número de Mach es la razón entre la "velocidad verdadera" del avión y la del
sonido. Así, se dice que el avión vuela a Mac h 0,8 si su velocidad es el ochenta por cien de la
velocidad del sonido. Mach 1 es igual velocidad que la local del sonido.
Así, en el caso de la tobera se dice: "el gas sale de la tobera de escape del turborreactor a
Mach 1". La expresión quiere indicar que la velocidad del gas que sale del motor es igual a la
velocidad del sonido en la citada referencia, esto es, velocidad que tiene el sonido a la
temperatura del gas de escape.
Los aviones ligeros convencionales vuelan bien lejos de la velocidad local del sonido. Por
"velocidad local del sonido" entendemos la velocidad del sonido en un punto determinado de
la atmósfera, donde la temperatura absoluta (grados Kelvin) del aire es T. Aún a baja
velocidad, el desplazamiento de la aeronave en la masa de aire, provoca perturbaciones de
presión (ondas de presión) que se desplazan con él.
La Fig. 11A.01.50, gráfico (a), muestra la perturbación de ondas esféricas que genera un
avión cuando se desplaza a Mach 0,5 . Las ondas aparecen en el gráfico de forma plana, como
círculos, pero en realidad son ondas esféricas en el espacio. Las ondas que se desplazan en la
misma dirección que el avión, hacia la derecha, tienden a apilarse en el frente y están más
próximas las unas de las otras.
La razón por la que se acumulan las ondas de presión delante del avión es que las ondas
viajan a la velocidad del sonido pero el avión, según el ejemplo, vuela a la mitad de esa
velocidad, en el mismo sentido. Por tanto, vistas desde el avión, las ondas se alejan más
despacio en el sentido de la marcha del avión que en cualquier otra dirección.
El gráfico (b) es un paso adelante en el estudio. Ahora la velocidad del avión es tres cuartas
partes de la velocidad del sonido. Las ondas frontales están más próximas aún, y hay menos
separación entre ellas.
Si, en un paso más, el avión se desplaza a la velocidad del sonido –gráfico (c)- las ondas de
presión se apilan en el morro del avión y se desplazan con su misma velocidad.
El conjunto, el "mazo" de las ondas de presión apiladas en el morro, que tienen un espesor
finito, es una onda de choque. Como la onda frontal es prácticamente perpendicular al eje que
representa la trayectoria del avión se dice que es una onda de choque normal. La región del
espacio a la derecha de la onda de choque normal es "zona de silencio" a los efectos de la
presencia del avión.
El aire cuando pasa por la onda de choque experimenta cambios repentinos de presión,
temperatura y velocidad, cambios que tienen influencia en la aerodinámica del avión. La
naturaleza de estos cambios es previsible puesto que las ondas de choque son ondas de
presión, con valores de ésta distintos delante y detrás de la onda.
Una onda de choque es una región estrecha entre dos zonas diferenciadas de la corriente de
aire que baña una superficie aerodinámica.
Hay dos tipos de onda de choque: normal y oblicua. Ambas son ondas de compresión pues la
presión estática del aire aumenta al paso por la onda.
a) Las ondas de choque normales son, típicamente, las producidas según el proceso
descrito anteriormente.
b) b) Las ondas de choque oblicuas se producen cuando un cuerpo afilado se expone a
una corriente de aire supersónica. La onda de choque oblicua se llama así porque está
inclinada de acuerdo con el ángulo que tiene el perfil del cuerpo expuesto a la
corriente.
Fig. 11A.01.52
Sabemos que las ondas de choque se producen en los cuerpos aerodinámicos expuestos a una
corriente de aire o gas de alta velocidad. Las leyes físicas son las mismas, aunque existen
particularidades. Así, se presentan ondas de choque en las puntas de las palas de las hélices
modernas, donde la velocidad tangencial de la pala es muy alta, también se presentan en los
álabes de los compresores y de las turbinas de los motores turborreactores, en las toberas de
salida, etc. En este apartado se explica el proceso físico de la formación de ondas sobre un
perfil de ala.
La Fig. 11A.01.52 es un conjunto de ilustraciones que explica de manera gráfica el tema.
Cada uno de los dibujos, de arriba abajo, representa una condición de número de Mach de
vuelo creciente.
- El gráfico (a) muestra la condición del perfil a velocidad subsónica, cuando el número de
Mach de vuelo es totalmente subsónico, por ej. Mach 0,5. La expresión totalmente subsónico
quiere decir aquí que en ningún punto del perfil se alcanza Mach 1, incluida la fuerte
aceleración que experimenta el aire sobre el extradós del ala.
- El gráfico (b) muestra cierta diferencia. Ahora ha aumentado el número de Mach de vuelo y
la corriente de aire alcanza justo la velocidad del sonido en un punto concreto del extradós del
perfil. La zona en que aparecerá primeramente Mach 1 es en el punto de mayor curvatura del
perfil, justo donde es mayor la velocidad de la corriente de aire.
Definición: el número de Mach de vuelo en el que aparece el primer punto de velocidad
sónica sobre el perfil recibe el nombre de Mach crítico.
El Mach crítico se refiere a un perfil aerodinámico determinado, otro perfil tendrá distinto
número de Mach crítico en función de su geometría y características aerodinámicas. Hay
perfiles que tienen un Mach crítico más alto (el punto sónico se presenta a un Mach de vuelo
más alto) y otros lo tienen más bajo (el punto de velocidad sónica M = 1 se presenta a un
Mach de vuelo más bajo).
El gráfico (c) muestra la situación donde el Mach de vuelo es mayor que el crítico que
corresponde a dicho perfil. En este caso existe ya una región apreciable de flujo supersónico
sobre el extradós del ala. No se trata de un punto en el cual la corriente ha alcanzado Mach 1;
ahora es una región más o menos extensa donde la corriente se ha acelerado hasta velocidad
supersónica. La corriente de aire supersónica que se forma sobre el dorso del perfil debe
pasar, más atrás, a velocidad subsónica pues el aire que rodea el ala tiene velocidad subsónica,
salvo en la región concreta del extradós del ala donde es supersónica.
El número de Mach de la corriente sobre el ala disminuye al pasar por la onda de choque, es
decir, pasa de supersónico a subsónico. Nótese, gráfico (c) de la figura anterior, que detrás de
la onda de choque no hay zona sombreada, lo que quiere reflejar que la corriente es ya
subsónica. La corriente de aire supersónica que se forma sobre el dorso del perfil debe pasar,
más atrás, a velocidad subsónica pues el aire que rodea el ala tiene velocidad subsónica, salvo
en la región concreta del extradós del ala donde es supersónica. Nótese que detrás de la onda
de choque no hay zona sombreada, lo que quiere reflejar que la corriente es ya subsónica.
Detrás de la onda de choque se vuelve a producir una compresión brusca del aire que da lugar
a una pérdida de eficiencia aerodinámica de la aeronave y las ondas de choque crean una
perturbación intensa en el movimiento del aire alrededor del ala pues la capa límite se
enfrenta con el problema de desplazarse hacia zonas donde la presión estática va en aumento.
Es decir, junto a la disminución de la sustentación y aumento de la resistencia aerodinámica,
hay una fuerte inestabilidad general del flujo, acompañada de fuertes sacudidas o vibraciones
(buffeting), cambios en la estabilidad aerodinámica y compensación que tuviera hasta ese
momento el avión, a la vez que disminuye la capacidad de control sobre las superficies
aerodinámicas de la aeronave. Estos fenómenos, que tienen lugar por encima del número de
Mach crítico, hace que los aviones turborreactores sean más eficientes a una velocidad de
crucero igual o cercana al número de Mach crítico, pues a velocidades superiores en un 5-10
% al número de Mach crítico, comienzan estos efectos debidos a la compresibilidad del aire.
Dichos efectos sitúan el vuelo transónico lejos del campo de utilización económico.
Fig. 11A.01.53
corriente se acelera menos que en el extradós (el Mach de vuelo M0 aumenta de arriba abajo
del dibujo). Quiere decirse que se alcanza un M0 donde los efectos de compresibilidad del aire
se manifiestan también en el intradós del perfil.
Así mismo, en el gráfico (f), M0 (el número de Mach de vuelo) es supersónico y la fuerte onda
de choque se separa del borde de ataque (se dice que la onda de choque está desprendida).
Esta posición es muy desfavorable desde el punto de vista energético y origina una resistencia
aerodinámica de onda notable. Detrás hay región de flujo subsónico o supersónico según los
casos.
El vuelo transónico, régimen que oscila aproximadamente entre Mach 0,8 y Mach 1,2, se
caracteriza porque produce un flujo muy inestable de la corriente de aire sobre el avión. La
manifestación más importante de la inestabilidad de la corriente es la aparición de resistencia
aerodinámica adicional. Es debida a la formación de múltiples choques sobre la superficie del
avión y la interacción de ellos con la capa límite. La presencia de resistencia aerodinámica
extra, en relación con el vuelo subsónico, obliga a instalar en el avión motores de mayor
empuje con el fin de disponer de la capacidad de aceleración suficiente en esta fase del vuelo.
La resistencia adicional se denomina resistencia de onda.
Fig. 11A.01.54
Para la mayor parte de los grandes aviones comerciales actuales el Mach de divergencia se
presenta alrededor de Mach de vuelo 0,82, lo cual explica que ésta sea, más o menos, la
velocidad de crucero estándar de la flota de aviones comerciales. Todas las operaciones de
crucero se ajustan para no sobrepasar este número de Mach, que en realidad representa la
frontera del vuelo económico en vista del notable incremento de resistencia aerodinámica que
se produce más allá.
La resistencia aerodinámica disminuye, no es tan alta, cuando el avión pasa la "barrera del
sonido". Se pasa el régimen transónico de vuelo y se entra en otro donde la corriente de aire
que rodea el avión es más estable. Es el régimen supersónico.
Finalmente y resumiendo:
Para determinar de antemano la resistencia total de un avión, no bastaría con sumar las
resistencias de cada uno de los componentes ya que no se podrán conocer los efectos de las
interferencias; en régimen subsónico existe la suficiente experiencia para poder predecirla con
cierta exactitud, lo que no ocurre a velocidades transónicas y supersónicas, en donde es más
difícil la predicción.
Whitcomb de la N.A.C.A. (hoy N.A.S.A.) desarrolló la regla del área, que expresa la
condición para que la resistencia sea mínima: El área de las diferentes secciones que se
producirían al cortar el avión por planos perpendiculares al eje longitudinal, incluyendo
dicha sección todas las partes, esto es, fuselaje, motores, cabinas, alas, colas, etc. no debe
presentar cambios bruscos, es decir, la curva representativa, que resulta al poner áreas en
ordenadas y en abcisas distancias a partir del morro, debe ser lo más suave posible, primero
aumentando gradualmente hasta un valor máximo y luego disminuyendo. Como puede verse,
Fig. 11A.01.55, en la zona del fuselaje correspondiente a las alas, o a la cola, el área de la
sección sería muy grande a no ser que el fuselaje se estreche, formando un talle de avispa (un
estrechamiento del fuselaje para compensar el exceso de sección que hay en estas zonas del eje
longitudinal del avión).
Fig. 11A.01.55
La teoría de la regla del área es más complicada que la presentada aquí. Desgraciadamente la
distribución de sección recta ideal del avión no es una constante, sino que varía con el número de
Mach de vuelo. Cuando el número de Mach de vuelo aumenta las ondas de choque se inclinan y la
“sección recta” a considerar en el avión no corresponde a un plano perpendicular al eje longitudinal,
sino más bien al plano inclinado de las ondas de choque. Esto es una complicación importante que
obliga a soluciones prácticas de compromiso de acuerdo con la misión principal del avión. Y e n los
modernos aviones supersónicos esta regla presenta el inconveniente de que no puede
adaptarse al amplio margen de números de Mach de vuelo, para que en todos la resistencia sea
mínima.
Cuando un avión con toma de aire Pitot vuela próximo a la velocidad del sonido se forma una
onda de choque normal en la proximidad de la boca de entrada. Cuanto mayor es el número
de Mach de vuelo mayor intensidad tiene la onda y mayor pérdida de presión total se produce
en el movimiento de aire. Se puede afirmar que la toma de aire Pitot es un dispositivo
ineficiente para velocidades superiores a Mach 1,4 aproximadamente.
Las tomas de aire supersónicas son dispositivos que efectúan este proceso de difusión,
manteniendo en él rendimientos elevados.
La toma de aire de compresión externa está provista de un núcleo central (cuña o cono) cuya
función es producir una compresión gradual de la corriente (disminución de la velocidad del
aire) a lo largo de sus bordes salientes.
E1 núcleo central saliente se extiende más allá de la boca de entrada propiamente dicha. La
corriente se quiebra sobre el núcleo a través de una o más ondas de choque, y en ellas se
efectúa toda la compresión supersónica que necesita el flujo de aire de entrada. Compresión
supersónica quiere decir aquí disminución de número de Mach (Téngase en cuenta que la
variación de la presión estática de la corriente con la variación del área del conducto de paso
es la siguiente: Para velocidades subsónicas (M < 1), la presión aumenta si el área de paso del
conducto aumenta. Para velocidades supersónícas (M > 1) es necesaria la disminución de área
para aumentar la presión de la corriente). En esta toma no se produce el cambio violento del
movimiento que ocurre en la toma Pitot, a de una onda de choque normal de gran intensidad;
mejor la corriente de aire pierde velocidad de modo gradual, por medio de un sistema de
ondas de choque oblicuas, más débiles, y que por tanto no producen tanta pérdida de energía
en la corriente de aire. El tren de ondas de choque oblicuas termina en una onda normal,
relativamente suave, en la garganta (sección mínima) de la toma, entre el núcleo saliente y el
borde del labio de la toma.
E1 gran inconveniente de las tomas de aire de compresión externa es que la corriente está
obligada a girar a lo largo del núcleo emergente de la toma, a veces un ángulo importante.
Entonces, como la corriente gira hacia arriba alejándose del eje longitudinal de la toma, el
borde del labio de carena ha de curvarse de forma proporcional para capturar el flujo
desviado. Esta circunstancia ocasiona un aumento del diámetro de la toma, por tanto de su
sección frontal, y origina un incremento notable de la resistencia aerodinámica total.
Para velocidades de crucero superiores a Mach 2 - 2,2 es conveniente adoptar una toma de
aire más avanzada, denominada toma de aire de compresión externa e interna, o toma mixta.
En ella, parte de la compresión supersónica se efectúa en el núcleo emergente saliente y el
resto dentro de la toma. La toma presenta dentro del conducto de paso una o más ondas de
choque oblicuas, y otra normal, débil, al final, que proporciona en conjunto excelentes
resultados. Ventaja inmediata del difusor mixto es que disminuye la resistencia aerodinámica.
No son necesarios ángulos del labio del borde de carena tan grandes como en el difusor
externo. Esto es así porque una parte de la compresión supersónica de la corriente se efectúa
dentro de la toma.
Es el caso límite y casi perfecto. En teoría es posible realizar toda la compresión supersónica
dentro de la toma. Este difusor tiene mínima resistencia al avance, es el más estrecho posible,
con mínima área de captura, pero resulta de extrema dificultad de funcionamiento. Es muy
inestable y tiende a sacar las ondas de choque fuera de la toma. Aumenta de este modo la
resistencia aerodinámica y puede haber serios problemas de funcionamiento del motor. Hay
aviones que emplean tomas mixtas con un porcentaje alto de compresión interna, acercándose
a la máxima eficiencia práctica.
La toma de compresión externa se denomina toma 100-0 porque toda la compresión
supersónica se realiza fuera de la toma. El primer número indica el porcentaje de compresión
supersónica externa y el segundo el porcentaje de compresión supersónica interna.
Ejemplos:
No obstante, cuentan con una serie de inconvenientes. Las alas delgadas, de pequeña relación
espesor/cuerda, tienen muy poco volumen interno, tanto para almacenamiento de combustible
como para organizar un entramado estructural apropiado del ala. Es un ala de mayor peso
pues la resistencia estructural se obtiene a base de revestimientos metálicos gruesos y
elementos internos mecanizados.
Por lo común se trata de amortiguar estos aspectos adversos mediante la variación del espesor
del ala desde la punta a su punto de encastre. El ala, en el encastre, es de mayor espesor,
circunstancia que no penaliza en exceso la resistencia al avance y sin embargo alivia algo el
problema de volumen interno
(para combustible, por ejemplo). Permite asimismo mayor espacio para soportar firmemente
el ala desde el punto de vista estructural.
Fig. 11A.01.56
En todo caso, para vuelo transónico es conveniente usar alas de poca relación espesor/cuerda.
La Fig. 11A.01.55 muestra los efectos favorables que ejerce la disminución de la relación
espesor/cuerda (t/c) del perfil en el número de Mach de divergencia de la resistencia
aerodinámica (MDD) para relaciones t/c de 0,18 y 0,06.
El ala en flecha es el mecanismo más empleado para retrasar y disminuir los efectos debidos a
la formación de ondas de choque.
Fig. 11A.01.57
El ángulo de flecha del ala es el que forma el borde de ataque del ala y un plano normal al eje
de simetría (longitudinal) del avión. Para el avión comercial subsónico, el ángulo se define
Por consiguiente, si Vn forma un ángulo r con V0. el número de Mach crítico del ala viene
multiplicado por el coseno del ángulo de flecha del ala, puesto que Vn = V0 cos r. En otras
palabras, la velocidad de vuelo V0 donde aparecen los fenómenos de compresibilidad
aumenta por el factor 1/cos r. Así, por ejemplo, para un ángulo de flecha de 30º, como cos
30º=0,866, si el Mach crítico del ala sin flecha se presenta para V0 = 300 Kts; con flecha de
30 se presentará a 346 Kts (300/0,866=346).
Para evitar desplazamientos lateral de la capa límite se suelen colocar tabiques separadores en
el extradós e intradós. Con frecuencia se sitúan entre los flaps y los alerones y suelen tener de
15 a 20 cm de altura, son paralelas al eje del avión y encauzan la corriente dentro de la capa
límite.
Fig. 11A.01.58
Con hendiduras en el ala (notches), al pasar el aire del intradós al extradós a través de la
hendidura, la corriente que origina hace el papel de placa separadora vertical, esto es, genera
torbellinos que aportan aire de alta energía a esa zona del avión cuya capa límite está próxima
a desprenderse (también se utilizan en los planos de cola).
Fig. 11A.01.59
Los dispositivos de este tipo son los dientes de perro y los dientes de sierra. Los encontramos
en aviones cuyas alas o estabilizadores horizontales tienen una gran flecha y necesitan evitar
que el aire deslice a consecuencia de la flecha hacia los extremos del ala. El funcionamiento
de los dos sistemas es prácticamente igual, ya que provocan un torbellino de aire que se dirige
recto hacia el borde de fuga sin que el aire se deslice hacia el extremo del ala y además
incrementa la capacidad de maniobrar con alto ángulo de ataque, también hace más eficaces
los alerones si se dirige el torbellino hacia estos.
Los dientes de perro (dog tooth) son una hendidura generadora de torbellinos situada en el
borde de ataque del ala.
Los dientes de sierra (saw tooth) son una hendidura longitudinal que arranca en el borde de
ataque con dirección hacia el borde de salida.
Fig. 11A.01.60