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El principito I

La historia comienza con el piloto contando que de niño dibujó un elefante


comiéndose un elefante, pero los adultos pensaron que dibujó un
sombrero. Cuando el piloto trató de arreglarlo, los adultos le dijeron que
dejara de dibujar y cambiara a algo más productivo, lo que llevó al
operador a lamentar la falta de imaginación de los adultos.
De adulto, el piloto, que se convirtió en piloto, fue víctima de un accidente
cuya avioneta se estrelló en el desierto del Sahara, lejos de todo contacto
humano. Mientras intenta reparar su avión, aparece un niño, a quien el
piloto apodó El Principito. El niño le pidió al personal de la aerolínea que le
dibujara una oveja y, en cambio, el personal de la aerolínea le mostró su
viejo dibujo de un elefante devorando. Para su gran sorpresa, el principito
entendió perfectamente el dibujo, y entonces el piloto decidió dibujarle el
cordero. Sin embargo, al no poder dibujar, en su lugar dibujó una caja y le
dijo al principito que dentro había una oveja, y que debía usar solo su
imaginación, y el principito aceptó el dibujo.
Pasaron los días y el piloto siguió tratando de reparar su avión, pero fue en
vano. Mientras tanto, el principito le cuenta cómo llegó a la Tierra. Según
él, proviene de un pequeño planeta, el asteroide B-612, que es un poco
más grande que una casa y tiene tres pequeños volcanes, uno de los
cuales está dormido y lleno de plantas. El día se dedica a la limpieza del
volcán y la eliminación de algunas semillas de malas hierbas, como las
semillas de baobab.
El principito admitió que quería que una oveja se comiera el baobab, tras
lo cual el avión comentó que las ovejas también podían comerse una rosa
con espinas. El principito le dijo entonces al piloto que había una rosa
misteriosa en su planeta que un día comenzó a crecer en un asteroide, y
que la amaba tanto que la cuidó. La ardilla está protegida por una
pantalla y una ventana abovedada para que no le pase nada. Dijo que a
medida que pasaban los días, comenzó a sentir que la rosa se estaba
aprovechando de él, por lo que el principito decidió dejar su planeta y
explorar el universo. Entonces la rosa le pidió disculpas, pero lo animó a
continuar su viaje para explorar otros lugares, y el principito partió. El
principito dijo que había visitado otros seis planetas, todos habitados por
adultos extraviados:

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