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DECIMA CLASE
FIGURAS DE LA MEDICINA DEL
BARROCO
WILLIAM HARVEY
Consta por medio de una ligadura que el tránsito de sangre se realiza desde las
arterias a las venas, de donde: hay un movimiento perpetuo de la sangre en círculo por
la pulsación del corazón.
Harvey demoró doce años en dar a conocer su gran idea, después de haberla demostrado
con argumentos morfológicos, funcionales y matemáticos. Dio una lección de fisología
comparada con la vivisección de más de medio centenar de especies animales. Se dice
que fue el primero en usar las matemáticas en la demostración de cuestiones de la
fisiología. Gracias al químico Boyle, que le preguntó a Harvey ya viejo, cómo había
llegado a esa idea, se sabe que fue a partir de las válvulas venosas descritas por Fabricio
D'Acquapendente. Es extraño que al practicar la flebotomía no se hubiera prestado
mayor atención al hecho de que la ingurgitación venosa se produjese en la parte distal
de la ligadura, hecho que contradecía la tesis de Galeno de que por las venas la sangre
fluía hacia la periferia. Fabricio y Cesalpino habían reparado en esto, pero no lo
supieron interpretar.
En 1618 Harvey había sido nombrado Physician Extraordinary del rey Jacobo I. A su
muerte en1625 lo sucedió su hijo Carlos I, a cuyo servicio pasó Harvey. De motu cordis
apareció en 1628 en una edición de sólo 71 páginas, la obra está dedicada al rey, que
años más tarde nombraría a Harvey Physician in Ordinary. Hasta la decapitación del rey
en 1649 hubo entre él y Harvey una estrecha amistad.
En 1651, por insistencia de su fiel amigo, el doctor Ent, publicó su segunda gran obra:
Exercitatio de generatione animalium, la obra de embriología más importante hasta
entonces, y en la cual Harvey sostiene que todos los animales se desarrollan a partir de
un huevo, apoya la epigénesis y duda de la generación espontánea. Su error fue sostener
que la fertilización consistía en un fenómeno inmaterial. Aquí se ve la única falencia de
Harvey: el no haber usado la microscopía.
Harvey residió en Oxford hasta poco antes de la muerte del rey; allí fue Master del
Merton College. Después de trasladó a Londres, donde murió el 3 de junio de 1657.
Legó sus bienes al Royal College of Physicians.
Harvey era de baja estatura, rasgos finos, ojos oscuros, brillantes, de mente rápida y
vivaz; tenía el hábito de acariciar nerviosamente el puño de su daga. Muy comentado ha
sido su marcado parecido a Shakespeare. A decir de Dryden, poeta inglés de ese siglo,
Harvey era un maestro de la prosa.
DE MOTU CORDIS
La obra tiene tres partes: dos dedicatorias, una a Carlos I y otra al doctor Argent,
Presidente del Royal College of Physicians; el proemio y el cuerpo del libro, dividido en
17 capítulos.
Proemio. Esta parte está destinada a rebatir doctrinas clásicas. Primero, se rebate la
doctrina de una identidad de función de la respiración y el pulso como sostuvo
Erasístrato, a saber, que en la diástole del pulso penetraba aire a las arterias y que la
función de éstas era de refrigeración. Segundo, se refuta la tesis de Galeno de que el
pulso arterial es una función activa de las arterias, ejercida por una vis pulsifica.
Concluye Harvey que el pulso arterial es expresión de un movimiento pasivo de las
arterias, de paredes elásticas. Tercero, hace ver la contradicción de la tesis de Galeno
sobre la función de las venas pulmonares, en particular, de que transportaran aire al
ventrículo izquierdo y vapores fuliginosos, producidos en el ventrículo izquierdo por la
aireación y calentamiento de la sangre, en sentido contrario, es decir, a los pulmones.
No ve cómo la mitral pueda permitir el paso de tales vapores hacia el pulmón mientras
impide el de la sangre en ese mismo sentido. Por último, impugna la tesis galénica del
paso de sangre del ventrículo derecho al izquierdo a través del tabique.
Capítulos VI y VII. Están dedicados al estudio de las vías por las que la sangre pasa de
las cavas a las arterias o, del ventrículo derecho al izquierdo. También para esto usó la
vivisección de peces, anfibios, reptiles y mamíferos. En el feto humano describió el
ductus arteriosus y el foramen ovale y verificó que a través de ellos la sangre pasaba de
las cavas a las arterias al igual que en los animales sin pulmones, porque en el feto los
pulmones aún no funcionan. Señaló que la coincidencia del cierre de estas
comunicaciones con el comienzo de la actividad pulmonar hacía pensar que el paso de
sangre se hacía a través de la substancia esponjosa de los pulmones. Más aun, el tabique
ventricular es macizo, y en la vivisección podía observarse que al abrir el ventrículo
izquierdo y vaciarlo, no había paso de sangre contenida en el derecho a través del
septum.
Luego se formulan y demuestran tres tesis, de cada una de las cuales se deduce el
movimiento circular de la sangre.
Primera tesis. La cantidad de sangre que pasa de las venas cavas al corazón y a las
arterias es muy superior a la cantidad de alimento ingerido. Demostración. Suponiendo
que el ventrículo izquierdo en cada contracción expulsa alrededor de un octavo de su
contenido, es decir, unos 6 gramos, en media hora, en que se contrae más de dos mil
veces, habrá expulsado más de 12 kilos. Esta cantidad es muy superior a la que puede
haberse formado en el hígado, como lo supone Galeno, a partir de los alimentos. En un
día, la masa expulsada es de más de 500 kilos. Conclusión: la sangre circula.
Segunda tesis. En los miembros la sangre llega por las arterias y en cantidad superior
muy superior a la que puede ser suministrada por la masa de los alimentos ingeridos.
Demostración. El sentido del flujo por las arterias se demuestra mediante ligaduras y
variación consecutiva de la intensidad del pulso en las regiones proximal (aumento de la
intensidad pulsátil) y distal (disminución) de la ligadura. Puede calcularse la cantidad de
sangre que pasa por una arteria de un brazo en 20 o 30 pulsaciones, y se verá que es
mucho mayor a la que pueden sumistrar los alimentos en ese lapso. Conclusión: la
sangre circula. Además, en una ligadura mediana, es decir, que no interrumpe el flujo
sanguíneo por las arterias, se observa una ingurgitación de las venas más allá de la
ligadura, por lo tanto, la sangre ha tenido que pasar desde las arterias a las venas.
Tercera tesis. Por las venas fluye sangre continuamente desde la periferia hacia el
corazón. Demostración:
a.en una vena con válvulas no es posible introducir un estilete desde su raíz a las
ramas, pero sí, y fácilmente, en sentido contrario;
b.Practicando en un brazo una ligadura mediana -que no interrumpe el flujo
sanguíneo- y oprimiendo con un dedo las venas ingurgitadas, se comprueba
que la sangre no logra rebasar la válvula si el dedo se desliza hacia el
extremo del brazo, mientras que rebasa la válvula si el dedo se desliza en
sentido contrario. Además, si se hace un cálculo de lo que pasa de sangre por
la vena en un lapso de tiempo, se hallará que en poco tiempo ha pasado tal
cantidad por una sola parte de la vena, que no podrá dudarse de su
circulación.
EL MICROSCOPIO
El arte de tallar y pulir piedras y cristales es muy antiguo. Se dice que Nerón se ayudaba
en un ojo con un cristal curvo para ver mejor los espectáculos. Los antiguos conocían
también el poder convergente de las lentes convexas. El primer tratado sobre las
propiedades de las lentes es de Ibn-al-Haitham (962-1038), conocido como Alhazen, se
tradujo al latín en el siglo XII, pero el autor no considera las posibles aplicaciones
prácticas. Al parecer, en la Edad media se usaron lentes convexas a manera de lupa para
leer, a fines del siglo XIII o comienzos del XIV se inventaron los anteojos. Pero todos
éstos eran de lentes convergentes, y sólo en el siglo XVI se construyeron los de lentes
cóncavas para corregir la miopía.
MARCELLO MALPIGHI
Vuelto a Boloña ocupó una cátedra de medicina práctica, pero su interés estaba en otro
campo: la anatomía microscópica a la que se dedicaba desde la edad de 30 años, y lo
hizo en forma sistemática. Si Vesalio fue el fundador de la anatomía macroscópica,
Malphigi lo fue de la microscópica. Y su campo no se limitó al reino animal, abarcó
también el de las plantas. A su regreso a Boloña recibió una carta del Secretario de la
Royal Society invitándolo a entablar una correspondencia, de ahí que muchos de sus
trabajos vieran la luz en las Philosophical Transactions.
Sus primeras contribuciones se refieren al desarrollo del huevo del pollo. Su lema era
omne animal, omne vivum ex ovo, aplicable a animales y a plantas. La descripción que
hace del embrión de pollo, de los somitos, del esbozo cardíaco, del encéfalo con sus
vesículas primitvas, es admirable. En 1661, en su trabajo De pulmonibus observationes
anatomicae, comunicó en las Philosophical Transactions un doble descubrimiento: la
estructura alveolar del pulmón y los capilares pulmonares, lo que despertó mucho
interés entre los médicos ingleses. Había llenado la laguna que dejó Harvey.
Describió por primera vez en la piel el estrato celular que lleva su nombre, las papilas
linguales, los corpúsculos gustativos, los folículos esplénicos, los corpúsculos renales.
Descubrir este nuevo mundo era mucho más difícil de los que hoy uno se imagina.
Desde luego no se conocían los métodos de tinción de tejidos.