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eee - ~Anuario, Estudios Bolivarianos Instituto de Investigaciones Historicas BOLIVARIUM Ce | ONE SLU eek aa ANOXVI-Numero 17-2010 | ANUARIO DE ESTUDIOS BOLIVARIANOS Instituto de Investigaciones Hist6ricas Bolivarium Ajio xvi, N° 17, 2010 Depésito Legal: pp.199008DF7 ISSN: 1315-0243 El Amario de Estudios Bolivarianos es una publicacién anual del Instituto de Investigaciones Histéricas Bofiwzrizm de la Universidad Simén Bolivar creada en 1990 con el objetivo de publicar y difundir sisteméticamente resultados de las investigaciones relevantes del acontecer histérico hispanoamericano, latincamericano yvenezolano, con énfasis en la historia politica, intelectual einstitucional del periodo que transita desde el dominio de los dos imperios (Espafia y Portugal) hasta la etapa de formacion y consolidacién de los distintos Estados Nacionales. La revista fanciona con arbitraje doble ciego. Cuenta con un equipo editorial multidisciplinario, conformado por profesores de universidades nacionales e internacionales y se nutre de la colaboracién de articulistas nacionales ¢ intemacionales. La revista esti indizada en Citas Latinaamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE); en el Catalogo del Sistema Regional de Informacion en Linea para Revistas Cientificas de América Latina, el Caribe, Espatia y Portugal (LATINDEX); en la base de datos del Handbook of Latin American Stadiesy forma pacte del Centre de Documentation sar !Amérique Latine (CEDOCAL), de la Maison de la Recherche, coordinado por al Institut Pluridisciplinaire d’Etudes sur PAmérique Latine (PEALT). Acceso a texto completo de las tiltimas ediciones del Annario de Estudios Bolivarianas.a través de la web: www.bolivarium.usb.ve Costo por ejemplar: Bs, 20. Enwio de materiales, correspondencia y canje: Instituto de Investigaciones Hist6ricas Bolivarium. 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Correo electrénico: bolivari@usb.ve ©Bolivarium Universidad Simén Bolivar Caracas, Venezuela, 2010 RIE: G20000063-5 NIT: 05265664483 Composicién y diagtamacidn: Mireya Roso de Pérez Corteecién: Gabriel Rodriguez Disefio de caratula: Luis Arismendi Tiraje: 350 ejemplares Impresién: Produccién impresos USB Depésito legal: pp.199008DE7 ISSN: 1315-0243 Reservados todos los derechos ANUARIO DE ESTUDIOS BOLIVARIANOS Instituto de Investigaciones Histéricas Bolivarium Afio xvt, N° 17, 2010 Depésito Legal: pp.199008DF7 ISSN: 1315-0243 2 @ UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR Enrique PLANCHART Rector Rarazt Escatona Vice-Rector Académico Waiant Coumenares Vice Rector Administrativo Cristian Puc Secretario DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES Lypw Pyjot Director DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES Maria AUZILIADORA ANDRADE Jefe DECANATO DE EXTENSION UNIVERSITARIA Oscar GonzALEZ Decano INSTITUTO DE INVESTIGACIONES, HISTORICAS-BOLIVARIUM Ezio SeRRANO: Jefe Maria Bucenta Talavera Adjunto al Jefe CONSEJO ASESOR - INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTORIC AS- BOLIVARIUM Corot Leat CureL (Universidad Simén Bolivar) Jost M. Moraes (Universidad Simén Bolivat) Eena Piaza (Universidad Central de Venezuela) Inés Quintero (Universidad Central de Venezuela) Ezio SERRANC (Universidad Simén Bolivar) Mania Bucenta TALAVERA (Universidad Simén Bolivar) COMISION EDITORIAL Ramon Atzrorua Escuela de Historia, Universidad Central de Venezuela, Venezuela ANGEL ALMARZA, Departamento de Formacién General y Ciencias Basicas. Universidad Simén Bolivar, Venezucla, Luis Barron Divisién de Historia, Centro de Investigaciones y Educacién Superior en Ciencias Sociales (CIDE), México. Luis Ricarpo DAVILA Centro de Estudios Politicos y Sociales de América Latina, Facultad de Ciencias Juridicas y Politicas, Universidad de los ‘Andes, Mérida, Venezuela. Canouna GUERRERO Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Simén Bolivar, Venezuela Georces Lome Instituto Hanna Arendt. Departamento de Areas Culturales, Universidad de ‘Mame-la-Vallée, Francia, Fasio Morates Departamento de Filosofia. Universidad Simén Bolivar, Venezuela Pavierts Siva Departamento de Literatura, Universidad Simén Bolivar, Venezuela Awa JonaNa Vercara S. Instituto de Investigaciones Historicas Bolluarizon, Universidad Simén Bolivar, Venezuela. Gerarpo Vivas Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Simén Bolivar, Venezuela. ANUARIO DE ESTUDIOS BOLIVARIANOS EzIO SERRANO Coordinador Los arbitros de este ntimero de la revista fueron: Ramon Auzpurva (Universidad Central de Venezuela) Ancet Aumarza (Universidad Simon Bolivar) Cetatnva Bako (Universidad Central de Venezuela) Raprico Cope (Universidad Simén Bolivar) Marta Zz11a pe Camarco (Universidad Central de Venezuela) Carote Laat Curret (Universidad Simén Bolivar) ALRJANDRO MENDIBLE Zuarra (Universidad Central de Venezuela) Inés Qumvraro (Academia Nacional de la Historia) Maria Eucanta Tatavera (Universidad Simén Bolivar) Inpro Vanzcas (Universidad Extenado de Colombia) Gerarpo Vivas Universidad Siméon Bolivar) Anuario de Estudios Bolivarianes /Aio XN, némero 17, 2010 Ezio SERRANO Gurnds Carrera Damas Roceiio ALTEZ Macati CarRILLa Fravio Gomes ALt E, Lopez BoHORQUEZ Ispro Vanecas Ana Jonana Vircana 8 CONTENIDO Presentacién CONFERENCIA La pesipecia de “Los ingenuos patticios del 19 de abuil y dl testimonio de Bolivar” ARTICULOS La coyuntura como excusa: poderes regionals tras el obispado de Mérida en 1812. Rey y reino en las juras de lealtad. Los cimarrones y la trata atlintica en cl Rio de Jancio colonial (1691-1792) El dean Francisco Javier de Irastorza: verdadero promotor del establecimiento de una universidad en Mérida El ideal del gobierno democritico durante la, revolucién neogtanadina (1808-1816) Los vineulos entre la provincia de Caracas y la isla caribefia de San Thomas durante las gnerras de independencia (1808-1821) REFLEXIONES HISTORIOGRAFICAS SOBRE EL BICENTENARIO. GomteRMo Guzman Cage NoRMaAS DE ARBITRAJE NORMAS DE PUBLICACION Celebrando los bicentenarios: mapa de publicaciones 15 33 57 79 107 143 169 Annaria de Estudio: Bolivartanos / hiso XVI, niisnera 17, 2010 CONTENTS Ezio Serrano Presentation. 9 CONFERENCE GerwAn Carrera Damas ‘The peripeteia of “The naive patricians of april 19th. and the testimony of Bolivar”, 15 ARTICLES Rogeiio ALTEz ‘The conjuncture as an excuse: regional powers after the bishop of Merida in 1812 33 Macatt CaRRiLto King and Kingdom in the loyalty oaths 87 Fiavio Gomes ‘Maroons and the Atlantic slave trade in colonial Rio de Janeiro (1691-1792) 19 ALi E, Lez Bonérquez Dean Francisco Javier de Trastorza: the true promoter in the establishment of a University in Merida (1800-1806). 107 IsDRo VanEcas ‘The ideal of democratic goverment dusing the neogranadina revolution of independence. 143 Ana Jonana Vercara§. The links between the province of Caracas and the Caribbean island of St. Thomas during the war of independence (1808-1821) .usununnennnnsennner 6D HISTORIOGRAPHICAL REFLECTIONS ON THE BICENTENNIAL GuttterMo Guzman Celebrating the bicentennial: map of publications.......207 EXcHANGE ARBITRATION RULES (GUIDELINES FOR PUBLICATION REY Y REINO EN LAS JURAS DE LEALTAD ‘Macatt CaRRILLO* Universidad de Paris-Sorbonne Resumen: Cuando Fernando VII es retenido en la ciudad francesa de Bayona, los espafioles americanos reaccionan en defensa de su rey cautivo mediante tuna serie de expresiones ptiblicas como ceremonias de lealtad, donativos y rogativas, Todas estas muestras de reconocimiento y obediencia al soberano nos revelan los principios politicos que subyacen a la sociedad monirquica: la jerarquizacién de los diferentes rdenes y estamentos, el caracter sagrado e inmemorial del vinculo de vasallaje, la preeminencia del rey como cabeza del cuerpo politico y como eje organizador de lo social. Este articulo se propone estudiar las juras de lealtad realizadas en el Virreinato de la Nueva Granada en 1808, con el fin de comprender mejor la naturaleza del cambio operado en estos afios. Palabras cave: crisis monérquica, juras de lealtad, pueblo, rey, sociedad, poder. King and Kingdom in the loyalty oaths Summary: When Fernando VII was held in the French city of Bayonne, the American Spanish came to their captive king’s defense through a series 1 Socidloga de la Universidad Nacional de Colombia y Magister en Estudios de Sociedades Latinoamericanas del Instituto de Altos Estudios paca América Latina de Paris. Candidata a Doctor en Historia por la Universidad de la Sotbona. Correo: magalicarrillo@yahoo.éz. Recepeién: 04/05/2010. Aprobacidn: 28/07/2010. St Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 of public expressions such as loyalty ceremonies, donations and prayers. All these proofs of acknowledgement and obedience to the sovereign reveal the political principles underlining in the monarchist society: the hierarchy of the different orders and estates, the sacred and immemorial nature of the vassalage bonds, the importance of the king as head of the political body and core organizer of the social. This article aims to study the loyalty oaths taken in the Viceroyalty of New Granada in 1808 in order, to better understand the nature of the changes produced during these years. Koyords: crisis of monarchy, loyalty oaths, people, king, society, power. Las juras de lealtad a Fernando VII comienzan en el Virreinato de la Nueva Granada muy pocos dias después de conocidas “las funestas, y lamentables noticias venidas de la Peninsula” relativas al secuestro de la familia real en Bayona2. Debido al poco tiempo de preparacién y a las “tristes circunstancias”, la mayoria de las ceremonias estuvieron revestidas de una sencillez nada compatable a las juras anteriores, aunque su intencion siguid siendo demostrar el reconocimiento y fidelidad al rey de la manera mas 2 Manifiesto de San Antonio del Toro de Simiti, Archivo Histérico Nacional de Madrid (en adelante AHNM), Estado, Legajo 58, documento rimero 10, 29 de agosto de 1808. En Cartagena se conocieron las noticias el 9 de agosto y ya el 14 se esta jurando lealtad al rey. En Santa Marta las noticias llegan el 16 de agosto y el 21 se efectia la jura. José P. Urvers (compilador), Documentos para la historia de Cartogena, Cattagena, Tipografia de Araujo, 1890, tomo 1, pp. 230-232, En San Antonio del Toro del Simiti, pequefia ciudad de la provincia de Cartagena, la informacién llega el 29 de agosto y el 8 de septiembre se realiza la ceremonia. AHNM, Estado, Legajo 58, documento mimero 28, En algunos lugares ni siquiera se espera la orden de las autoridades para realizar la jura, como es el caso de San Juan Girdn, cuyo Cabildo decide proceder a jucac al cey a pesar de no haber llegado la orden supetior. Archivo General de la Nacién de Colombia (en adelante AGN), Seccién Colonia, Fondo Policia, tomo 11, folio 930s, En algunas otras ciudades no sdlo no se espera la orden de las autoridades virreinales, sino que en sitios como la pequefia parroquia de Yolombé, jurisdiccién de la ciudad de Antioquia, la jura la realiza una mujer, Dofia Barbara Caballero, vecina principal de esa poblacién. AGN, Secaién Colonia, Fondo Historia civil, collo 20, tomo 19, folios 915-930. Reyy reino en la jonas de tealtad /Magal: Carrillo | Anuario de Estudios Bolivarianos Afio xv, ntimero 17, 2010 / pp. decorosa’, Como era costumbre, el rey fire jurado por todas las ciudades y poblaciones del Reino, como nos lo relata Manuel del Socorro Rodriguez en el Redacor Americano, aunque aqui me basaré en las juras de los lugares donde logré conseguir alguna documentacién®. Enel informe sobre la jura de Santa Marta, indican que sdlo hubo iluminacién y'Te Deum, “sin haberse podido extender a otros actos de mayor manifestacion porno ser conformes en las tristes ciccunstancias”. AHNM, Estado, Legajo 58, mimero 27, Georges Lomné plantea que estas juras estuvieron reducidas a lo iminimo tequetido precisamente porque estaban dirigidas a un rey que sufre y no aun tey en la gloria. Le lis ef la grenade. Mise en scone ef rautation imaginaire de ka souverainelé d Quito ef Santafs de Bogota (1789-1830), These de Doctorat en histoire, Université de Mamne-la-Vallée, 2003, 2 volumen, p. 228. O como dice el virrey Amar en su oficio al Cabildo santaferefio del 22 de septiembre de 1808, “que en laestrechez de las citcunstancias que han obligado a obrar sin los preparativos ordinarios, no podian el Cabildo ni el Pueblo haber ejecutado las cosas con mejor orden ni con mayor lucimiento”. Oficio del virrey Antonio Amar al Cabildo de Santafé, en José Acevedo y Gémez, Relacidn de lo que excecuté el M. I. C. Justicia y Regimiento de la M. N.y M. L. Ciudad de Santafi de Bogota, Capital del Nuevo Reyno de Granada, para sokranizer elacto dela angustaproclamariin que hizo dicha Ciudad, del Sr. D, Fernando V1, por Rey de Espaiia e Indias, ef dia 11 de Setiembre de 1808, Santafé de Bogota, 1808. Solo en Mompés sele permitié al pueblo “por ocho dias comenzando desde el de la Jura, toda clase de diversién honesta, a que los transporte el jibilo, satisfaccidn y regocijo de esta celebridad”, Bando del Cabildo de Mompds a los habitantes de Ja ciudad, AHNM, Estad 56 D, documento 140, Agosto 17 de 1808, folio 101. “Es imposible dar a luz tantas y tan generosas demostraciones de amor, de fidelidad y patriotismo, que se nos han remitido de todas las Ciudades y poblaciones de este Reino, con motivo dela Jura de nuestro august Soberano el St. D Fernando VII, y los asuntos actuales dela Metrépoli. A la verdad, no sélo el Nuevo Reino de Granada, sino toda la América en genezal parece que no ha tenido sino un solo corazén, pues ni esa gran separacién de mares y montafias ha impedido la pronta unifocmidad de sentimientos en abeazar con el mayor entusiasmo la causa mas justa y gloriosa que han visto los siglos”, escribe Manuel del Socorro Rodriguez. Redacdor Americano del Nuevo Reyno de Granada, nimero 53, 4 de febrero de 1809, p. 329. Para esta investigacién consulté 13 de las juras realizadas en el Virreinato de la Nueva Granada entre agosto y diciembre de 1808. Las juras consultadas en. orden de realizacién fueron: Cartagena, Mompés, Santa Marta, Simiti, Santafé, Tunja, Popayan, Girdn, Purificacién, Timana, Honda, Cicuta, Yolombo (de esta Ultima no conozco la fecha exacta de su realizacién). Ver cuadro ntimero 1. Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Antes de mostrar en qué consistia esta ceremonia de jura, hay que aclarar, que entre los rituales reales establecidos en los diferentes reinos de la monarquia hisp4nica con motivo de la llegada de un nuevo rey al trono se encuentran las ceremonias de coronacién, proclamacién y jura. Sin embargo, la ceremonia de coronacién solo se habia realizado en la peninsula hasta el siglo xv, es decir, hasta la unién de los diferentes reinos mediante el matrimonio de los reyes catélicos, quedando pues para comienzos del siglo xx s6lo la proclamacién y jura como formas de entronizacin de los nuevos monarcas®, Es importante sefialar igualmente, como las cerernonias de entronizaci6n del rey legitimaban piiblicamente lo que la herencia habia determinado con anterioridad: quién seria el nuevo monarca. Los monarcas no subjan al trono con esta ceremonia sino que tomaban posesion de él, ya que habian nacido reyes. En esa medida El rey no jura para serlo, sino por serl!. Es preciso tener en cuenta ademas, que si en América el ritual de po- sesién del trono se vivia a distancia, la representacién simbélica que se ponia en escena en cada ciudad y poblacién indiana con la ceremonia de jura, renovaba los lazos de fidelidad y vasallaje con el soberano. En ella sé reconocia al nuevo rey como Serior Naturaf del Reino jurandole fidelidad, vasallaje y obediencia. Cada ciudad o poblacién al aceptar que el rey fuera su “sefior natural”, ratificaba automaticamente el pacto de vasallaje, el cual hacia al monarca el amo y sefior evidente de todos sus dominios®. El © Para un andlisis del terma de las juras de lealtad en la peninsula durante los siglos xevr y xvn1 ver el libro de Maria José pet Rio, Madrid, Urbs Regia, Madtid, Marcial Pons, 2000, especialmente el capitulo primero; igualmente el trabajo de Jaime de Salazar y Acha, “Proclamacién del rey y juramento”, en Ed Rep. Historia de la Monarqtia, José Antonio Escudero (editor), volumen 1, Barcelona, Editorial Planeta, 2008, pp. 164-182. Esto lo decia dl politico ¢ historiador espafiol Antonio Cinovas en 1876. Citado en Jaime de Sacazar v ACHA, op. til p. 179. ® Matia José del Rio, Madrid, Urbs Regia, op. cit, p. 27. Exa “naturalmente” que el rey era considerado amo de sus dominios y cabeza del cuerpo politico. Como nos lo recuerda el cura Joaquin de Finestrad cuando ocurrié la rebelién de los Comuneros en el Virreinato de la Nueva Granada en 1781: “Los soberanos son los que ocupan el trono, presiden en el solio y establecen las leyes con relacién al cardcter de Dios, que cepresentan. La Naturaleza los contempla cabezas de un cuerpo politico, cual es la Nacién, de quien son miembros todos los que 60 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 vinculo que establecia este pacto era considerado inviolable pues venia de tiempo inmemorial ademas que era percibido como sagrado. Puesto que se trataba de poner en escena ese vinculo, las juras estaban organizadas de manera jerarquica y consistian basicamente en alzar pendones y otra serie de “solemnidades y demostraciones” que realizaban las villas y ciudades tanto peninsulares como americanas?. Sin embargo los rasgos de la ceremonia no seguian un patron espafiol abstracto sino que por ser parte de la corona de Castilla, la América espafiola seguia las ceremonias establecidas en ese Reino, por lo que el pendén real —la insignia mas visible de la realeza castellana— era también el principal signo en las juras americanas"®. Dicho acto de alzar pendones era una ceremonia solemne en la cual se enarbolaba el estandarte real ante la poblacién en los lugares mas concurridos de la villa o ciudad, para jurar asi fidelidad al nuevo monarca!', Alzar en puiblico el pendén real habitan en su casa y vive bajo su proteccién”. Joaquin De Fivestrap, E/ nasallo instratido en el estado del Nuevo Reino de Gramada.y en ts respectinas obligaciones, Bogota, Universidad Nacional de Colombia, 2000, p. 309. Acerca de las juras de lealtad en la América hispanica ver los trabajos de Carole Leat Curtet, El disaurso de la fidelidad. Construccin social del epario carao simbolo del poder regio (Venezuela, siglo xv), Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1990; Carlos Paci, “Las proclamaciones reales en Cérdoba del Tucumin”, Revista Complutense de Historia de América, 2004, volumen 30, pp. 77-94, Alejandra Osono, “El rey en Lima. El simulacro real y el ejercicio del poder en la Lima del diecisiete”, Documento de trabgio, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2004, mimero 140. Una version mas actualizada de este articulo en “El rey ausente: poder imperial y simulacro real en Ia ciudad de los reyes, Lima”, La sociedad mondrguica en la Amica hispdnica, Magali Carsi.io € Isidro VANEGAS (editores), Bogota, Ediciones Plural, 2009. 19 Ver Maria José pet Rio, Madrid, Urbs Regia, op. cit. Al parecer las juras de lealtad se las venia celebrando en Castilla desde 1407 cuando fue proclamado como rey Felipe I por el Duque de Alba. En esta ceremonia en el momento del reconocimiento piblico el Duque grité: “Castilla, Castilla, Castilla por el Rey nuestzo sefior!”. Biblioteca Nacional del Pert, Aclamacion y Pendones que levanté la muy noble y coronada ciudad de los Reyes por el Catolico y Augustissimo Rey D. Carlos II, (Lima, 1666), 17v. Citado en Alejandra Osorio, “Bl rey en Lima ci, p. 20. Esta es una de las principales diferencias con la ceremonia de proclamaciéa en la cual se publica, por intermedio del pregonero del rey, el bando donde se informaba al publico de la noticia, pero nunca se enazbolaba el pendén teal n a Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 significaba aceptar explicitamente la preeminencia del rey sobre sus reinos. De esta manera la ciudad, en palabras de Carole Leal, en tanto que “parte de una misma comunidad —el Reino— ratificaba tacitamente, a través de cada juramento, el poder otorgado originalmente al Soberano para que la gobernase”?, De manera publica los vasallos aceptaban y reconocian, pues, al nuevo monarca, obligandose a amarlo y obedecerlo, y puesto que era un compromiso mutuo, el rey simulténearnente se comprometia a proteger y respetar a sus vasallos guardando los privilegios, fueros, leyes, usos y costumbres de cada uno de los reinos de la monarquia espafiola. La organizacion de la cerernonia de jura estaba encargada al Cabildo de cada ciuidad o poblaci6n, quien de acuerdo con las leyes establecidas, decidia qué hacer y como hacerlo”, Asi, el Cabildo decidia la fecha de la jura, los lugares por los cuales acuiiar el pendén, disponia del aseo ¢ ihaminacién de las principales calles, asi como también hacia acufiar monedas y medallas que serian repartidas entre los asistentes a la jura, y posteriormente remitidas ala Corte para testimoniar la fidelidad de la poblacin. Tgualmente el Ayuntamiento convocaba a los diferentes cuerpos y gremios para que dispusieran de acuerdo con “su honor y facultades”, las actividades que demostrarian “la acendrada fidelidad y los sentimientos de regocijo que animan a cada uno de sus habitantes”, como lo expresé el encargado de la relacién de la jura en la capital del virreinato"™. Asi,cada cuerpo y gremio de ante la poblacién (aunque podia haber iluminacién de la ciudad, misa con Te Deum y juegos artificiales). No debemos olvidar que publicar significaba, entre otras cosas, “hacer notoria y patente, por voz de pregonero, 0 por otros medios, alguna cosa que se desea venga a noticia de todos”. RAE, Diccionario de Autoridades, tomo v, 1737, p. 420. La publicacién del bando se hacia a “son de caja”, acompagiado en la mayoria de los casos, de pitos, miisica y pélvora. Carole Laat, op. cit, p. 124. De esto se inferia que el rey se comprometia a respetar los fueros y privilegios que la ciudad tuviera hasta el momento. © En Santafé, por ser capital del Reino y sede del Vierey, debia haber la autosizaciéa expresa de éste para la organizacién de la ceremonia. Ver los documentos que se encuentran en el Archivo General de la Nacién sobre las disputas en Santafé en 1808 por quién debia alzar pendones en ausencia del Alfécez Real. AGN, Seccién Colonia, Fondo Cabildos, tomo 8, folios 136r-154¥. José Acevepo ¥ Gomez, “Relacion de lo que executo el M. I. C. Justicia y Regimiento... gp. a. 12 “ Reyy reino en la jonas de tealtad /Magal: Carrillo | Anuario de Estudios Bolivarianos Afio xv, ntimero 17, 2010 / pp. las distintas cudades organizaba algtin espectaculo festivo que demostraba su alegria por el acontecimiento y ratificaba su compromiso de vasallaje!®. Generalmente en cada Cabildo se colocaba el retrato del rey que se mandaba hacer especialmente para esta ceremonia. Este retrato simbolizaba tan vividamente al rey, que al monarca se le consideraba presente durante todo el desarrollo de la jura, y si bien en algunas ciudades y villas pequefias no se elaboraba el retrato del rey, su presencia estaba asegueada por su efigie sobre las monedas repartidas © por el pendén real que lo representabal®, Como dicen en los versos escritos para relatar la jura de Fernando VII en Popayan: El se presenta afable, y todo el Pueblo / Se queda con su vista transportado / $i asi imprime su imagen, :qué no hiciera / El mismo original que veneramos!"”, Por encarnar todas las virtudes humanas y divinas, y por estar en una situacion de peligro, la imagen del monatca se sacraliza atin mas, sohicitandosele a los subditos que no apartaran de sus ojos su retrato, para demostar el amor y fidelidad que le profesaban'3. 15 El gremio de sastres de Santafé de Bogota, por ejemplo, erigié un arco triunfal en la primera Calle Real en la jura de Fernando en septiembre de 1808, recibiendo muchos elogios por parte del Cabildo. Ibid. “La falta de la presencia fisica del rey era sustituida generalmente por su retrato que setvia a los fines de veneracién”. Carlos Pack, of. at, p. 78. Manuel Maria or 1a Fuewre, Afeetos de amcor y lealtad prodtecidos por un brenilde nasallo el P. Mantel Maria de ta Fuente, Clérigo Regular, Ministro de los Enfermos Asgonixantes, dela Congregacién de Esspata en lajuray proclamadién que de nuestro Catélico Monarca el Settor Dou Fernando Séptino biza la M. N. y L. Ciudad de Popayén ef dia 29 de Octubre de este aito de 1808, conduciendo ef Real Pendén sx Alfére Mayor Don Manuel Antonio Tenorio Carigjal, México, Imprenta de Dofia Maria Femandez de Jauregui, 1809. Biblioteca Navional de Colorabia (en adelante BNC), Fondo Orrijano 317, vrDul-265, pieza 16. Segtin Alejandra Osorio, en el Virreinato del Pent desde el siglo xvn, “las ceremonias reales sirvieron para hacer presente al Rey ausente y unirlo con sus vasallos en un ‘pacto” recfproco que necesitaba del ritual para hacerlo ‘verdadero™. Alejandra Osorio, “El rey en Lima...”, op. ot, p.8. No hay que olvidar que uno de los tasgos caracteristicos de la presentacén. del poder regio en la monarquia hispanica fue su invisibilidad. Los reyes desde Felipe II estuvieron “ocultos” para la mayoria de sus stibditos, exceptuando a Felipe IV quien participd en muchas ceremonias puiblicas en la capital del reino. Marfa José del Rio, Madrid, Urbs Regia, op. cit, pp. 47 y 171. 18 Esto les recuerda el vierey Amar y Borbon a los habitantes del Nuevo Reino de Granada en una proclama de 1808: “Mientras que nuestro amado Fernando 6 Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Quien en cada ayuntamiento estaba encargado de reconocer y jurar al monarea era el Regidor Alférez Real -o en su ausencia el capitular mas antiguo del cabildo-, por ser el representante de la ciudad, y por ende, de todo el Preblo'®. Aqui el pueblo era entendido como la totalidad de la poblacién, es decir, como el conjunto de habitantes de cada ciudad o poblacién. El Alférez Real como representante del pueblo, no solo juraba obediencia, fidelidad y vasallaje en su nombre, sino que ademas era el encargado de levantar el pendén y financiar al menos en parte los gastos de la ceremonia”’. Pero si bien el Alférez ocupaba un lugar central en la ceremonia, cada autoridad tenia su sitio establecido con anterioridad, de acuerdo a la preeminencia ¢ importancia que revistiera su cargo. Asi, los virreyes, presidentes 0 gobernadores, encabezaban las celebraciones © procesiones, seguidos del resto de autoridades y corporaciones en orden de es violentamente detenido por las astucias del més pérfido aliado, su sagrada imagen no se debe apartar de nuestros ojos para renditle los homenajes de nuestro amor y fidelidad”. Proclama del Virrey Amar y Borbén a los “icles generosos habitantes del Nuevo Reino de Granada”, AGN, Colecciones Enrique Ortega, caja 114, Carpeta 7, folio 55. Ver mi articulo “El pueblo neogranadino antes de la crisis monarquica de 1808-1809", Lz soviedaad reondrquiea en ta América hispaniea, op. eit, pp. V75-226. En algunos lugares, el financiamiento de la ceremonia era proveido por la renta de propios, siempre y cuando el virrey aceptara este gasto. Esto ocurrié en Tunja, donde d Alférez Real, José Marfa de Andrade, por estar “escaso de facultades”, solicité al Cabildo que de la renta de propios se le diera igual cantidad que la otorgada a su antecesor, Isidro de Andrade, en la jura de Carlos IV. Esta peticién finalmente fue aprobada provisionalmente, obligindose al Alférez Real a devolver “los Ciento y Cincuenta pesos que se le libran, en caso de que por la Superioridad que corresponda no se apruebe esta Libranza”. Archivo Regional de Boyard (en adelante ARB), Fondo Cabildo, legajo 44, octubre 11 de 1808, folio 71v. Por el conteario, en otras cudades era el Alfécez Real, © su reemplazo, quien cubria la mayor parte de los gastos, como ocurrié en Santa Marta cuando el Alealde Ordinario de Segundo Voto, Miguel Maria Martinez (quien fue designado paca proclamar y jucar al rey), pagd por la iluminacién y misa solemne con Te Dewm de las cuatro iglesias de la ciudad y toda la luminacién del ayuntamiento. AHNM, Estado, Legajo 58, documento mimezo 28. 19 20 64 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 jerarquia segtia lo establecian las Leyes de Indias”!, Esto no significa que en algunas ocasiones no se presentaran disputas por el lugar que debia ocupar alguna autoridad, como ocurrié en la jira de Popayan con el Alférez Real Manuel Antonio ‘Tenorio y Carvajal, quien queria encabezar la procesién ademas de plantear otras pretensiones por fuera de la ley, como definir por su propia cuenta la fecha de la ura y el itinerasio de la ceremonia,Hegando incluso a pretender pasar por encima del Gobernador y del Cabildo”. Las juras de lealtad tenian tres momentos fundamentales, los cuales nos hablan de la naturaleza de esas ceremonias. El primer momento consistia en un conjunto de actos solemnes que ponian de presente el fuerte vinculo existente entre las autoridades civiles y las autoridades religiosas, y servian ademas para legitimar el caracter trascendente del poder monarquico. Asi, al pendén real, insignia portadora de la representacion de la corona, se le prestaba juramento de lealtad y vasallaje por parte de la ciudad o poblacién, para luego ser bendecido en una ceremonia religiosa. En ese sentido, si bien no todas las juras realizadas en 1808 en el Virreinato neogranadino tienen un mismo orden de realizacion, la mayoria de las 13 consultadas siguen un mismo patron de ejecucidn: en un primer momento el Alférez Real, o la autoridad encargada de alzar el pendén —frente a los miembros del Cabildo y demas autoridades eclesidsticas y seculares-, jura fidelidad, obediencia y vasallaje sobre los evangelios en nombre de todo el pueblo. Luego se enaltece este acto de manera priblica, llevando el pendén real a las principales plazas de la ciudad para su jura y reconocimiento por parte de 2. Las leyes establecian que el paseo del pendén real debia ser presidido por el Virrey o Presidente y colocarse a su izquierda el Alfécez Real ya su derecha el oidor mas antiguo. En las ciudades donde no habia Real Audiencia se ordenaba que acompafiaran al pendén “el gobernador, corregidor, o Justicia mayor, Regimiento, desde la Casa del Regidor, o alférez mayor, que le lleva, hasta que vuelva a ella”. Recopiliaciin de las hes de indias, libro tercero, titulo xv, Ley v1. “Que da forma en el acompafiamiento del Pendén Real, cuando saliere ea puiblico”. AGN, Seccién Archivo Anexo, Fondo Quejas, tomo 1, folios 1891-2090, Igualmente en la juca de San Juan Girdn se presentaron peleas entre el Alférez Real, José Maria Salgar, y el corregidor de la Provincia, Juan Bastus, quien finalmente fue desautorizado por el Virtey. AGN, Seccién Colonia, Fondo Policfa, tomo 11, folios 929r-944u, 6 Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 todos los habitantes de la poblacién. Finalmente el estandarte es sacralizado por las autoridades religiosas en una misa con Te Dewn?2. Elsegundo momento de las juras de lealtad consistia en la exteniorizacion del jibilo y regocijo a través de una serie de actividades que demostraban el amor de cada poblacién y cada vasallo hacia el soberano. Con este objetivo se iluminaba las calles y lugares principales, se invitaba a almuerzos y tefrescos en las casas de los notables, se levantaba tablados y arcos en honor al monarca, se realizaba corridas de toros, se presentaba danzas y comedias y se efectuaba juegos pirotécnicos en los cuales participaban no solamente los principales de cada lugar sino también el conjunto del pueblo. Las muestras de alee, y jubilo eran por lo tanto sefiales del afecto, lealtad y sumisi6n hacia el rey™*. El tercer momento de la jura, menos notado en los estudios realizados hasta el momento sobre estas ceremonias, era la relacion de la jura, es decir, el informe escrito que se debia redactar para enviérselo a las autoridades virreinales y a la Corte, Se podria afirmar que sin esta relacién no habia existido propiamente la ceremonia. En efecto, para cada poblacién era tan importante la puesta en marcha de la jura como el documento escrito que diera cuenta de su realizaci6n, pues se trataba de dejar constancia del vinculo ancestral que se tenia con el rey y con la dinastia: en primer lugar ante las autoridades ya que asi se testimoniaba el lugar preeminente que tenian los que realizaban la jura; en segundo lugar ante la Corte pues la relacién permitia mostrar de la manera mas palpable la acendrada fidelidad de un Reino; y en tercer lugar ante los propios descendientes, ya que asi se dejaba constancia del caracter inmemorial del vinculo de vasallaje. Era tan 2 Dentro de las juras consultadas sélo en una de ellas (Mompés) el orden es inverso, es decir, primero se realiza la ceremonia réligiosa y luego se realiza la jura en las plazas publics. Como ya lo mencioné, en esta jura hubo menos expresiones de jibilo que en juras anteriores debido a la tristeza que embargaba alos espafioles por la prisién del rey. A pesar de esto, en algunos lugares como Mompés, decretaron ocho dias de fiestas, mientras que en Santa Marta las “demostraciones de jibilo y alegria, se veian nacer de todos los puntos de vista, sin ser posible detener la atencién, en ninguno de ellos, porque casi en el momento de fijatla, la robaban os ottos, pareciendo acaso objetos mas interesantes”. AHINM, Estado, Legajo 58, documento 28. 66 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 importante este momento, que en no pocas ocasiones hubo pleitos entre los principales de las ciudades por el relato elaborado, como pasé en la ciudad de Girén, donde el Corregidor le impuso una pena al Alférez Real porque supuestamente no le habia dado el lugar que le correspondia en el relato, por ser el mismo Corregidor “simulacto y figura del Rey”, segiin sus propias palabras®®. © como ocurrié en Yolombé, pequefia parroquia de Antioquia, donde Barbara Caballero promovié un expediente durante varios meses con el fin que le fuera aprobada y reconocida por las autoridades virreinales la ceremonia de jura que ella habia realizado en diciembre de 180875, Estos momentos claramente diferenciados de la escenificacién del vinculo de vasallaje podeian ser definidos como el desarrollo de dos vias de legitimacién del poder monarquico: una forma de legitimacién hacia arriba, orientada a mostrar que el poder del monarca le habia sido otorgado por Dios, y otra via de legitimacién hacia abajo, mediante la cual los hombres reconocian esa soberania real y la aceptaban por encima de si mismos. En efecto, si la ceremonia de jura tenia como uno de sus principales fines certificar la autoridad que Dios le habia concedido al monarca, las diversas solemnidades y demostraciones permitian ratificar la soberania del monarca sobre sus stibditos y los compromisos del rey con estos”’. Asi, las autoridades 8 Oficio del Corregidor de Pamplona, Juan Bastus y Falla al Cabildo de Girdn, AGN, Seccién Colonia, Fondo Policia, tomo 11, Enero 15 de 1809, folios 938%. Después de poco mis de un afio, a Dofia Barbara se le reconocid su celo de fiel vasallo por haber jurado a Femando VII, pero se pidié al gobierno de la provincia que averiguara si anteriormente se habia jurado, quién era el encargado de hacerlo y “y por qué no se ha hecho por el Ministro o Empleado que correspondia”. AGN, Seccién Colonia, Fondo Historia civil, rollo 20, tomo 19, folios. 915-930. Durante los siglos svi ys0v1t no en todos los reinos de la peninsula se aceptd esta preeminencia de Dios sobre el rey pues se consideraba que el juramento eca “hosizontal”, entce el rey y el ceino. Sin embargo en Castilla durante esta misma época, la jura era en palabras de Maria José pet Rio-, “vertical”, es decir, se aceptaba que el monarca era responsable del cumplimiento de sus funciones ceales solamente ante Dios. Maria José pet Rio, Madnid, Urbs Regia, op. cit, pp. 29-30. Este hecho resulté muy significative para América, donde Ja jura cealizada por el Alfécez Real en nombre de la ciudad se hacia sobre los evangelios y ante la cruz, y luego se sacralizaba el pendén en una ceremonia or Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 civiles y religiosas eran los protagonistas de la primera forma de legitimacién, mientras que el pueblo de cada ciudad 0 poblacién se convertia en el principal agente de la segunda. Es por esto que en las demostraciones de jibilo y regocijo, el conjunto de la poblacién era quien se tomaba las calles y espacios publicos, lo cual, no debemos olvidarlo, incluia a la poblacién plebeya”. Era la totalidad del pueblo de cada poblacién quien reconocia al rey, ¥ era en su nombre que el Alférez Real efectuaba el juramento de “inalterable vasallaje”, raz6n por la cual la formula de la jura incluia generalmente invocaciones a Castilla —corona a la cual se pertenecia y cuya alusién demostraba la vigencia de ese vinculo— ya la ciudad cuyo Cabildo realizaba la ceremonia en representacion del conjunto de la poblacién de ese lugar. En ocasiones quien juraba aludia ademas al virreinato, las indias © el conjunto de reinos de la nacién espafiola. En la jura realizada en Mompés, por ejemplo, el Alférez Real, Gabriel Martinez Guerra, frente al pendén real grité en alta voz: “Castilla: Castilla: Castilla. Nuevo Reino de Granada, Santa Cruz de Mompés. Por el Settor Don Fernando Séptiovo: que vina’®?. En Tunja en cambio inclayeron a toda la nacién espafiola, “Por Castilla, por Leén, por Aragén, por las Indias, y por esta Cindad de Tanja y su Juvisdiecién viva religiosa. El rey era asi visto como vicario de Cristo sobre la tierra. Podemos agregar que la misma ceremonia de juramento era vista como un acto religioso. Como dicen en el relato de la jura de la villa de Purificacién: “Llegado este dia, para siempre memorable, se reunieron él Cabildo, los Eclesidsticos, todos los sujetos de distincidn, los Alealdes Pedineos, y los Curas del distrito, En presencia de toclos y ala frente del Real retrato de Fernando, colocado bajo del Dosel, y con toda la majestad posible, presté solemne juramento de fidelidad y obediencia a nombre de la Villa el Regidor Decano D, Timoteo Romero. Concluida esta ceremonia religiosa se comenz6 el paseo”. Cursivas mias. Jura en Ia villa de la Pusificacién, BNC, Fondo Quijano 317, rollo 265, pieza 27, Diciembre 7 de 1808. Como expresa el Gobernador de Santa Marta, Victor de Salcedo, en el informe que envia ala Junta de Sevilla sobre la jusa de Fernando VII efectuada en esa ciudad el 21 de agosto de 1808: “La Plebe no desgeneraba de los sentimientos delanobleza, yen todas partes resonaban, Victores y aclamaciones, por Nuestro Augusto Sobezano y Rey Catélico el Sefior Don Fernando 7. AHINM, Estado, Legajo 58, documento mimero 25. 2 “Cestificacién relacionada de la real jura”, AHINM, Estado 56 D, documento 140, agosto 21 de 1808, f. 13. Reyy reino en la jonas de tealtad /Magal: Carrillo | Anuario de Estudios Bolivarianos Afio xv, ntimero 17, 2010 / pp. el Rey Fernando Séptimo Nuestro Catélico y Seftor natural que felizarente Reina, De todas formas era el pueblo como totalidad quien juraba fidelidad y obediencia al monarca, como lo expresaba el Ayuntamiento de Simit{ al mandar “que inmediatamente se levanten Pendones a nombre de Nuestro Rey y Sefior natural Don Fernando Séptimo, y se jure publicamente en las Plazas, y Calles el mas firme ¢ inalterable vasallaje, con protesta por si, y a nombre del Pueblo todo". Las juras, ademas, escenificaban unos valores propios de la sociedad monérquica como la generosidad y frugalidad, la paternidad y la proteccion, virtudes del rey hacia su pueblo y que las autoridades civiles debian igualmente expresar. Es por esto que en algunas ocasiones eran abiertos los comedores de los principales de las poblaciones al bajo pueblo con el fin de que disfrutara de entremeses y refrescos normalmente accesibles sdlo a los notables. De igual manera, era el pueblo plebeyo el principal favorecido con la entrega de monedas y medallas por parte del Alférez Real, Entre mas monedas repartidas, mas se demostraba el amor, proteccién y generosidad del rey hacia el pueblo ya que esta ceremonia era realizada en nombre del soberano. Este acto de “regar” monedas revelaba por lo demas una de las principales virtudes del monarca: la liberalidad. La generosidad real era una de las caracteristicas esenciales de la monarquia hispanica, la cual realzaba la unién entre el monarca y sus vasallos, pues como dice el historiador Alejandro Cafieque, uno “de los principios politicos basics J era la conviccién de que la uni6n entre el rey y sus stibditos requeria 0 _AHB, Fondo Cabildo, legajo 44, f. 78r. *! Manifiesto de San Antonio del Toro de Simiti, AHNM, Estado, Legajo 58, documento ntimero 10, 29 de agosto de 1808. 22 En Honda, por ejemplo, el Alealde ordinario de segundo voto —quien cumple las fiunciones de Alférez Real-, ofrece un banquete a“‘doce pobres de solemnidad”, con abundante comida y vino, servidos por “varios sujetos de la primera distincién’®. Es una representacién de la cena que Jestis efectud con los doce apéstoles. “Relacién de la augusta proclamacién del Sefior Don Fernando VIL, Rey de Espafia e Indias, ejecutada en esta Villa de San Bartolomé de Honda el veinte y cinco de Diciernbre de wpcccvir”, AHINM, Estado, legajo 54, doc. 122, diciembre 25 de 1808. Aunque las monedas eran cepactidas también alos notables de la ciudad, y a los diferentes cuerpos de la misma, los principales beneficiasios eran los plebeyos, con lo cual se buscaba perpetuar la fidelidad y amor al soberano, o Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 de la generosidad de aquél, pues la liberalidad regia conferia vitalidad, fortaleza y virtud a los miembros del cuerpo politico, transformando a los sibditos del rey en perfectos servidores de la res publica”®>. La liberalidad de las autoridades civiles a nombre del rey contribuia, pues, a afianzar la lealtad de los stibditos y el compromiso de vasallaje hacia el nuevo monarca al demostrar la generosidad del poder regio. En consecuencia, una jura generosa en monedas, fiestas y agasajos, fortalecia la monarquia al acercar los stibditos a su rey, mientras que una escasez de ellas, no sélo desacreditaba a quien juraba en nombre de la ciudad o poblacién, sino que debilitaba el compromiso de lealtad y obediencia establecido con el monarca. Podriamos pensar que esto fue lo que ocurrié en la jura de Santafé el 11 de septiembre de 1808, cuando el regidor decano, Fernando Benjumea —quien fue el encargado de presidir la ceremonia debido a la falta de Alférez Real en esta ciudad, fue acusado de tacaiio al momento de regar las monedas. No sabemos sieste reclamo se basaba en parte en el hecho que su eleccién fue 8 Alejandro Castque, “Cultura viceregia y estado colonial. Una aproximacién ccitica al estudio de la historia politica de la Nueva Espaia”, Historia Mescicana, volumen 51, ntimero 1, Julio-Septiembre de 2001, México, pp. 5-57. Esta liberalidad de los reyes éspafioles se extendia hasta las personas extrafias a la monarquia, victud que es resaltada ya desde el siglo xv cuando existian diferencias claras con los franceses que se burlaban de la hospitalidad y liberalidad espafiola. Para Matias de Novoa, eronistn del rey Felipe TV, Tos franceses “no entendian que la hospitalidad del rey espafiol era expresién de una liberalidad sin limites, firme y segura, cualquiera que fueran las circunstancias”. Segtin este cronista, “la incapacidad de los franceses para la ‘cottesia y liberalidad? les impedia entender el valor que tenia asistir y regalar a victimas de la politica europea”. Maria José prt Rio, Madrid, Urbs Regia, op Git, p. 167. Como habla efecto Diego Saavedra en el siglo :ovu, con la liberalidad “la obediencia es mas pronta, porque la dadiva en el que puede mandar hace necesidad, o fuerza la obligacién. El vasallaje es agradable al que recibe”. Diego Saavepra Bajando, Exppresas polticas. Idea de un principe politio-cristiano, Madd, Editorial Nacional, 1976 [1642], pp. 377-378. Citado en Alejandro Caneque, “De parientes, criados y gracias. Cultura del don y poder en el México colonial (siglos xviacvu)”, La soviedad monirguica en la Antrica hispdnica, op. ct, pp. 43-82. 70 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 objeto de un intenso debate entre el Cabildo y las autoridades viereinales®, © que realmente fue muy medido en la reparticién de monedas, pero de él se decia que “tomé en la mano como tres pesos y los bots por las tres partes del tablado; y los muchachos no se cansaban de dar silbidos al ver la poquedad del jurador, En Santo Domingo, San Francisco y San Agustin repitid lo mismo, con la misma cortedad; decian que un pufio de plata regaba y otro se echaba al bolsillo™*, La generosidad real estaba intimamente vinculada con la virtud de la justicia. El rey era generoso con aquellos que debian ser recompensados por su lealtad y servicios prestados a la monarquia. El monarca debia por lo tanto recompensar a los buenos stibditos, y en contraposicién a su generosidad, castigar a los malos, pues la vocacién justiciera del principe era un atributo original e incluso era la condicién principal de la dignidad real. Un monarca sin el don de la justicia era un tirano y perdia toda legitimidad, pues el deber de todo rey era dar, mientras que los stibditos estaban obligados a agradecer y a devolver esa generosidad con el acrecentamiento de su devocién al rey y con un mayor celo por su servicio. Dar a cada uno lo que le pertenece, eta el principio politico basico de la administracién de justicia por parte del monarca. Como parte de las demostraciones de jubilo y regocijo por la entronizacién del rey, los stibditos neogranadinos utilizaon diversos simbolos externos como escarapelas, cucardas o adornos en las casas y ventanas, con los cuales deseaban reafirmar su amor, lealtad y obediencia al rey?’. En San Antonio del Toro de Simiti, por ejemplo, un dia antes de la jura, tanto los laicos como °° El Cabildo proponia que se nombrara al alcalde de segundo voto, Nicolas de Rivas, en quien veia las mejores cualidades para desempefiar este cargo. Estas cualidades eran ademas de la riqueza, el ser “estimado generalmente en el Pueblo, hijo de esta Ciudad y de las primeras familias de ella”. AGN, Seccién. Colonia, Fondo Cabildos, tomo 8, folio 1392. ‘Al pacecer la resistencia a que fuera este cegidor el que jucaca al rey estaba extendida en parte de la poblacién, ya que José Maria Canattero en su Diario plantea que Benjumea, quien era peninsular, fue el encargado de realizar la jura “aunque contrala voluntad de todo el puiblico”. José Maria Casattexo, Diario, Bogoti, Villegas Editores, 1990, p. 59. °7 Para un panorama amplio de la utilizacién de los simbolos en las jusas de lealtad, ver el trabajo de Georges Loud, Le lis ef la grenade, op. ait. Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Jos curas se colocaron escarapelas adornadas con la cifra “V. EK 7°” en los sombreros mientras que las mujeres se las colocaron en el brazo izquierdo. Igualmente fueron grabadas en las puertas y ventanas de las casas “tanto de los sujetos de distincién, como de los plebeyos”, las palabras Viva Fernando Séptimo. Lo mismo ocurrié en San Juan Giron en donde colocaron en calles, esquinas y puertas, “diversas décimas, y versos escritos con el mayor esmero con tintas de varios Colores, y concluyendo todas con un viva Nuestro Rey D. Fernando. En Santa Marta, después de la jura, el publico se colocé en los sombreros “una cucarda de fondo encarnado tejida de oro y plata con esta cifra xx FE. WIT’. En estas manifestaciones ptiblicas participaron no solamente los principales del pueblo, sino todos los habitantes sin importar la “distincién de personas, calidad, sexo, ni estado””*®. Como dicen en Giron, todas estas demostraciones de jibilo expresadas a través de estos simbolos externos, manifestaban la complacencia por la exaltacién al trono del nuevo monarca, “semejantes a los tiernos hijos de familia que ocurren lenos de alborozo luego que llega su Padre”. Podemos afirmar entonces que la prisién del rey lo convierte en el centro de todas las acciones que los neogranadinos realizaron, especialmente en los primeros meses de perplejidad. Acciones que abarcaron desde las juras de lealtad ya relatadas, hasta las oraciones puiblicas y privadas, penitencias, préstamos y donaciones que se hicieron en su nombre"!. Como no se podia °° AGN, Seccién Colonia, Fondo Policia, tome 11, folie 9316. * _AHINM, Estado, Legajo 58, documento ntimero 10. AGN, Seccién Colonia, Fondo Policia, tomo 11, folios 941v. *! La Junta de Sevilla habia solicitado se les facilitaran a los comisionados enviados por ellos, los caudales reales que estuvieren a disposiaén, asi como los “donativos patridticos que hicieren los Prelados, Comunidades, cuerpos © particulares pudientes”, para la defensa del rey, la religion y la patria. Oficio de la Junta de Sevilla al Gobemnador de Cartagena, Junio 17 de 1808, Manuel Ezequiel Coates, Efemérides y anales del Estado de Bolivar, tomo IL, Bogota, Casa Editosial de]. J. Pérez, 1889, p. 17. Los donativos también eran dados por los plebeyos quienes con sus escasos recursos contribuian a la libertad del rey. “Siguiose el donativo a estos afectos / En que asi mismo todos se esmeraron / Desde el noble al plebeyo, el rico al pobre, / No hay quien no contsibuya lastimado / De ver que un Rey tan Joven sacrifica / Su amante libertad por sus vasallos*, Manuel Maria Dz 1a Fumnre, Afedos de anor y lealtad..., op. tit. Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 tomar las armas en defensa del rey, los neogranadinos apelaron a sus buenos sentimientos y generosos auxilios para defender a todo el Reino“, como le dice el Cabildo de Mompés a sus habitantes ya que no podemos volar y penetra: por medio de las legiones enemigas para arrancar de las garras de ese tigre feroz, la Tlustre victima que la traici6n y el engario han hecho caer en sus indignas manos, vuele el oro y la plata de nuestzo suelo, vuele a socoztedlos; prestémosles todos los auxilios de que somos capaces; derramemos nuestro Noble entusiasmo en las dadivas, hagimosles conocer del modo que podemos, que su causa es la nuestea, que somos sus hermanos, que nos lisonjeamos de este dulce titulo: vean ellos, reconozca el Mundo todo la lealtad Americana, al ver reinar entre Después de recolectar el dinero de los diferentes ramos y de las donaciones dadas en la Nueva Granada, el Virrey Antonio Amat y Borbén le entrega al comisionado San Llorente quinientos mil pesos, suma que no inclufa el dinero recolectad en Mompis y Cartagena, Oficio del Virrey Amar a la Junta de Sevilla, AHINM, Estado, Legajo 58, documento ntimero 17, 23 de Septiembre de 1808. En Momps fueron recolectados un poco mas de 20,000 pesos en. efectivo, alhajas y libramientos que fueron entregados al comisionado Antonio Vacro en Cartagena. AHNM, Estado 56 D, folios, 711-75. ® B] Provisor Gobernador de Cartagena, Benito José Lambi, dice al respecto, “Ya que por la suma distancia no podemos ir a la guerra, concurramos a su. feliz éxito con los auxilios que pendan de nuestras facultades, hagamos vera los mismos enemigos que la constante fidelidad, la santa fe, la Religidn Cristiana inspitan mas nobles sentimientos, y mAs generosos obsequios que su libertinaje, y el furioso amor de la desenfrenada codicia”. Benito Joseph Lambi, “Carta pastoral con motivo de los extrafios acontecimientos ocurtidos a la Nacién Espafiola en el presente afio por la perfidia del Emperador de los franceses Napoleén I. Para implorar la chvina misericordia de Dios, y excitar a la vigorosa defensa de la Religién, del Soberano, y de la Patria con Oraciones, Penitencias y ausilios temporales, segtin el estado y posibilidad de cada uno de los Curas Parrocos, individuos de ambos Cleros y demas fieles Cristianos de la Didcesis de Cartagena de Indias a quien se ditige por su Provisor y Gobernador Doctor Don Benito Joseph Lambi, Dignidad de Atcediano de la Santa Iglesia Catedral Juez Hacedor de Diezmos y Teniente-Vicario de los Reales Exercitos de Mar y Tiersa”, se, Septiembre 22 de 1808, BNC, Fondo Aatiguo veoul-1455, pieza. 29. Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 nuestros compatriotas, el aliento y la abundancia por los copiosos dones que derrame en su seno nuestra mano liberal”. ‘Todas las acciones que realizan los neogranadinos evocan entonces a un monarca generoso, paternal y bondadoso, a un “Monarca amabilisimo”, al “deseado Monarca”, al “inocente Rey tan justo y sabio”. Con su prision, y a pesar de su corta edad y de su escaso tiempo de reinado, Fernando se convirtid enun rey bueno y deseado. Bueno, por su inocencia y natural carécter, pero sobre todo deseado por la tranquilidad y prosperidad que le daria al Reino en contraposicién con los afios turbulentos que se estaba viviendo. Su restablecimiento en el trono Ilevaria, segiin los stibditos neogranadinos, a la paz del Reino pues comencaria a impartir la justicia real, castigando a los culpables y consolando a los piadosos#, En Fernando se concentré iqualmente las cualidades y prendas de un gran jefe por haber sufrido la traicion de Napoleén. Asi, no sélo fire considerado como un joven prodigioso y paternal, sino que también se le transfirié las mejores cualidades de la naturaleza. En efecto, Fernando era el “centro del universo”, aquel que brindaba calor y luz a sus stibditos, quien daba vida y sentido a la existencia. Fue considerado por lo tanto, como un sol que brillaba en ambas orillas del atlantico cuyos rayos penetraban en todas las almas generosas, es decir, en sus stibditos leales y amorosos"®, ademds de ser tenido por aquel que iluminaba las noches mas sombrias, quien guiaba con su luz a sus stbditos huérfanos, quien calentaba y vivificaba con sus rayos a los habitantes de los dos mundos“, Fernando ‘Vil era quien “formaba todas las delicias de su voluntad y toda la esperanza de sus felicidades”“’, #3 “Proclama al pueblo momposino”, AHNM, Estado 56 D, documento 140, Septiembre 1 de 1808, folios 20e-v. 4 Benito Joseph Lamar, “Carta pastoral”, p. cf. * Como dice el presbitero Manuel Maria de la Fuente en Popayin cuando escribe una poesia en honor del rey con motivo de la ceremonia de jum y reconocimiento en esa ciudad: “Joven prodigioso / Sol, que brilla en dos mundos, cuyos rayos / Penetran almas grandes genesosas /De lealtad y amor, dulces encantos”. Fernando era el “nuevo sol hispano”. Manuel Maria Dz La Fuente, Afectos de amor y leattad, op. cit Sin embargo, esa luz “del més claro dia”, la habia pretendido eclipsar “el cometa maligno de la Francia”. Proclama del Virrey Amar y Borbdn a los “fieles genesosos habitantes del Nuevo Reino de Granada”, AGN, Colecciones Enrique Ortega, Caja 114, Carpeta 7, £. 55. José Acavepo ¥ Gomez, “Relacion de lo que executo el ui... Justicia y 46 a 74 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Todos los gestos que los neogranadinos ditigieron al rey en estos aiios criticos, y que he tratado de resumir en estas lineas, son una muestra de la sociedad en la cual se desarrollaban estas ceremonias: una sociedad de cuerpos y jerarquias que establecia claramente el lugar diferenciado de cada quien. Una sociedad vinculada fuertemente con su rey, que ratificaba asi su compromiso de lealtad y vasallaje. Una sociedad que exaltaba virtudes como la liberalidad y proteccién, las cuales se desprendian del propio cuerpo del monarca. Y finalmente, una sociedad cuyo eje era el saberano, el cual estuvo permanentemente presente en la vida de los neogranadinos quienes le rindieron fervorosamente un inquebrantable homenaje de amor y fidelidad. Cuadro N° L. Algunas ceremonias de juras de lealtad realizadas en 1808 en el Virreinato de la Nueva Granada Lucan | Feowa pe tajura| Quierta xeazrza EGRMILA Cartagena | Agosto 14 | No scespecifica | No se especifica cémo juraron inex | “Cavtillr Castilla: Castilla Nuevo 2 1D, Gabriel Martine Mompés Agosto 21 ‘Guern, Reoh ia Reino de Granada Santa Cruz de ‘Alfeve Real. | Moms. Par el Ser Do Fernando Séptima gue visa”. D. Miguel Maria | “Castilla, Casta, Castilla, Sante Martinez de | Marta, Santa Marta, Santa Marta, : to 21 SantesNaets. | Agetie “Aparicio, Alcalde | de Indiar y sa Provincia, pare! Seen ordinatio de |) Fernando Séptimo Rey de Espatta segundo voto e Indias nuestro Sefer gue Dias Guards? Simits Septiembre 8 "Goes Rapllon No ce eapecifica cémo juraron Alférez Real Regimiento...”, gp. af, Una versién manuscsita en AHN, Madksid, Estado, Legajo 60, documento mimero 4. Ray y reino on la juras de tattad /Magal: Carritlo | Anvario de Extudlios Belivarianas Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Cuadro N° 1. (continuacién) LocaR [FECHA DELAJURA) _ QUIRVLA RRALIZA FGRMILA No se expecifica, pero en la rela- Santafé | Septiembre 11. | D: Fernando Benju- | isn indican que se hizo segin la mea, Regidar Decano | «fo:ma acostumbrada a nombre de toda la ciudad”, Joa Maia de | Po" Cle por Lite, por Aran por ‘Tanja Octubre 11 Andrade, Regidoc | 2° Iuiias y por este Ciudad de Taogia ROS _y-01 Jesdcin vive ol Ray Fernando Siptimo Nuestro Catilcny Seior natural 1 fluent Reina’ Fopayén Octubre 29 | D. Manuel Antonio | Nose especifica cémo joraron Tenorio Carvajal, “Alférez Mayor 1D. José Maria Salga, | “For Gaila por las Indias y por Girén Noviembre 19 | Regidor Alfézez Real | Sam Jaa Giréy viva muss Catia Monarea ef Setor D, Firnando Siptimo Boris Pusifcacién | Diciembre 7 | D.'Timoteo Remero, | No se especifica cSmo juraron Regidor Decano "A nombre dal lustre Cabildo de esta robilirima Villa de Tian, de sus D Juan Nicotés | Capitalars, docu Cloray of ds tad tr Timand | Diciembre 12 | de Coetlan, Ragdor | PAblar que apron el Dist de cu "hives taal Jhrisdiccén, hago pleto homenaje, wa, as, 10s seco, wa dos y Bes vce thea, ds, y tres veces, seg fro y catumbre de Espaitay Jaro por Dias Nuestro Sefiory por eta Seta de Cruse gue hago segée derecho y cabro estos Sagradias Exvangalios (Poniendo Las manor sobre so Misal que se hallaba sobre la mesa, gue tori ade- ante do su asisnta) de guardar fidlidad, rendir Vasallals y prectar obediencia al Saor Don Fernando Séptimo de Borbén, reconacitndote pow Nuestra Rey, Solon ‘Natural protetando como pratesta Sacrifice vidas y baciendas en obseguio desu Soberanta” 76 Reyy reino en la juras de taltad /Magal Carrillo | Amuaria de Bstuios Bolivarizros Afio xvi, mimezo 17, 2010 / pp. 57-77 Cuadro N° 1. (continuacién) LUGAR FECHA DETAJURA] QUIENLA REALIZA FORMULA D, José Diago, Alealde ordinario de Segundo voto TD Luis Ignacio Santander, Regidor Alféret Real Honda Diciembre 25 No se especifica cémo juraron Diciembee 28 No se especifica cémo juraron Dofia Barbara No se especifica como juraron Caballero Fuentes: Jura cn Cartagena, José P. URvets (compilador), Darwmentas pana la bistrta de Cartagena, Cartagena, Tipogtafia de Araujo, 1890, tomo m1, pp. 230-232, Jura en Mompés, _AHN, Madkid, Estado 56 D, documentos 139 y 140. Jura en Santa Marta, 4HIN, Madrid, Estado, Legajo 58, documento 28. Jura en Simiti, AHN, Madrid, Estado, Legajo 58, documento mimexo 10. Juza en Santafé, “Relacion de lo que executo el M. I. C. Justicia y Regimiento de la M. N. yM. L. Ciudad de Santafe de Bogota, Capital del Nuevo Reyno de Granada, para solemnizar el acto de la augusta prodamacion que hizo dicha Ciudad, del St D. Fernando VIL, por Rey de Espatia e Indias, el dia 11 de Setiembre de 1808”, Santafé de Bogoti, 1808, BNC, Fondo Quijano 317, rollo VEDU-1-268, pieza 12. Jura en Tunja, AEB, Fondo Cabildo, legajo 44, folios. 541-551, 611-79. Jura en Popayén, Manuel Maria bE LA Furnte, Afector de amory lealtad producides por un humilde wasalle el P Manuel Marka de (a Fuente, Cliriga Regular, Minisiro de las Enformos Agontgantes, de la Congregatitn de Eispaia en ta juray prodamaciin gus de nuestro Catilico Monarea el Seitor Don Fernando Séptimo bgp laM, N.y ‘L. Ciudad de Popayién el ta 29 de Octubre de este alto de 1308, conducienda el Real Pendén su Alfirer Mayor Don Mansel Antonio Tenorio Caregial, México, Imprenta de Doiia Maria Feméndez de Jauregni, 1809. BNC, Fondo Quijano 317, VFDU1-268, pieza 16, Jusa en Girén, AGN, Seccién Colonia, Fondo Policia, tomo 11, ff. 929r-944v Jura en la villa de la Purificacin, BNG, Fondo Quijano 317, rollo 265, pieza 27. Jura en Timand, Fernando Basnica Det DiestR0, Finan de nvesima primera independencia, Bogots, Academia Colombiana de Historia, 1998, pp. 40-41. Jura en Honda, AHN, Madrid, Estado, legajo 54, documento 122. Jura en Ciicuta, AGN, Cabildos, legajo 11, documento 63, folios 967:-973v. Jura en Yolombé, AGN, Seccién Colonia, Fondo Historia civil, rollo 20, tomo 19, folios 915-930.

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