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Segunda Guerra Mundial

El Holocausto tuvo lugar en el amplio contexto de la Segunda Guerra Mundial. Aún resentida
por su derrota en la Primera Guerra Mundial, Alemania ambicionaba “recuperar” el control del
Lebensraum (espacio vital). Los líderes nazis consideraban que, para hacer realidad los
tenebrosos anhelos de Hitler, una guerra que sometiera a Europa era “necesaria”.

En marzo de 1938, Alemania tomó poder de Austria y los Sudetes (en Checoslovaquia)
mediante una anexión política y militar. Para consolidar el dominio germano sobre la Europa
oriental, así como el éxito de una expansión paneuropea, Hitler y Stalin formalizaron el Pacto
Soviético-Alemán de No Agresión, firmado en agosto de 1939. De tal manera, se liberó el
camino para la propagación continental del nazismo y el 1 de septiembre de 1939 Alemania
invadió Polonia. 48 horas después, Francia y Gran Bretaña respondieron la ofensiva
levantándose en armas contra Alemania. Así comenzó la Segunda Guerra Mundial: en menos
de un mes, Polonia había sido dominada por una combinación de fuerzas alemanas y
soviéticas, mismas que se dividieron de manera equitativa la administración del territorio. En
Europa, el avance nazi parecía inevitable: hacia abril de 1940, los alemanes invadieron
Noruega y Dinamarca. En mayo comenzó el asalto de la Europa occidental y Hitler anexó a
Alemania los territorios de Holanda, Bélgica y Luxemburgo, países que desde un principio se
habían declarado neutrales respecto a la Guerra

El innegable dominio de Alemania sobre la Europa central promovió el fortalecimiento de sus


coaliciones políticas y militares y para junio de 1940, Italia, encabezada por Benito Mussolini,
declaró la guerra a Inglaterra y a sus aliados. La Unión Soviética utilizó el conflicto bélico como
distractor y en ese mismo año ocupó los Estados del Báltico. Asimismo, y con la esperanza de
que la ocupación nazi en Europa le permitiera expandirse a lo largo de Asia, Japón se alineó a
las filas de Hitler y en septiembre de 1940 firmó en Berlín el Pacto Tripartito que formalizaba la
alianza militar entre la Alemania nazi, el Reino de Italia y el Imperio de Japón, bajo el nombre
de las Fuerzas del Eje.

En diciembre de 1941, Japón bombardeó Pearl Harbor, una de las bases militares de los
Estados Unidos en Hawái. A principios de 1942, el presidente Franklin Delano Roosevelt
declaró la guerra al Eje. A pesar de que unos meses atrás el 70% de la población
estadounidense urgía al gobierno en Washington a declararse neutral e incluso estaba en
contra de que Roosevelt participara de la Guerra, el ataque de Japón fue una agresión
imperdonable.

Tropas británicas y estadounidenses fueron enviadas al norte de África con la finalidad de


recuperar Europa por el sur. En el invierno de 1941-1942, Hitler penetró las fronteras de la
URSS, logró sitiar Stalingrado-ciudad simbólica para los soviéticos -pues llevaba el nombre
de su entonces gobernante; sin embargo, al cruzar los bordes con los estados satélite, el reto
se encrudeció.

El 6 de junio de 1944, más de 250,000 soldados participaron en el memorable Día D, un plan


de los Aliados para liberar Francia desde la Normandía. La victoria llegó en agosto de ese año:
las fuerzas aéreas atacaron las industrias nazis, como las que existían en el campo de
Auschwitz, aunque las cámaras de gas nunca fueron objetivo de destrucción.
Finalmente, la ofensiva soviética logró dominar la Europa oriental y luego del trágico
bombardeo a la ciudad de Dresde en Alemania, donde alrededor de 100,000 civiles perdieron
la vida, Hitler aceptó la derrota y finalmente se suicidó en su búnker el 30 de abril de 1945. La
rendición alemana ocurrió el 7 de mayo, aunque el frente del Pacífico seguía en pie, por lo que
el entonces presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman ordenó lanzar dos bombas
atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, mismas que produjeron la
muerte instantánea de 120,000 civiles.

La Segunda Guerra Mundial es reconocida como el enfrentamiento más sangriento en la


historia de la humanidad. En solo seis años, murieron más de 50 millones de civiles.

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