Está en la página 1de 80
fee leatelamen i tere Paola Lo Cascio Icaria $ Mas Madera EL FEDERALISMO: UN PACIFISMO INSTITUCIONAL. Pablo Sim6n, profesor de Ciencia Politica (Universidad Car- Jos 11] de Madrid) ‘Es complicado pentat en un momento més pertinente para resea- tareme-textode Bobbio que shora. En un contexto tan complejo para Unién Europea, con un entotno internacional cada ver mis incierto, con cada ver més partidos euroescépticos que la niegan que nunca, hace falta recobrar cierta perspectiva historica. Eltexto supuesto un horrible eoste humano, material y,sobre todo, moral. La auténtica semilla ideoldgica sobre la que se edifica este artefacto sin precedentes en la historia de la humanidad que es la UE. Desde esa perspoctiva es desde la que él incardina este texto, dentro de un debate més amplio sobre cémo evitar errores del pasado, En todo caso, Norberto Bobbio ya destaca por mantener un enfoque propio que le haré distintivo en su produccidn aca- démica futura, en la mayorfa de los textos que después escribirs profesor de Ciencias Politicas: E1972 settraslada a la recién creada Facultad de Ciencias Politicas de Turin’como responsable del rea de Filosofia de la Politica, donde ensefia hasta el’ 16'demayo'de 1979;dia-en el que imparte su tiltima clase universitaria. El: de noviembre de.1984 deja definitivamente-launiversidad. Colaboré con importantes revistas cientificas. La primera fest fuels Rivita di Fla, dela que fue primer codiretor aan Oe an bagnano para pasar postriormente a divi la, ién dirigié durante algunos afios, tras 1976, Comprendre, revista dela Société Européers ste ieauanen té Européenne de Culture, fandada Pe Tro Campagnolo en 1950, fundacién con la que colabord en aras de promover una «politica de la cull isa del scaleura de los polficnn eect ce lt culeuras que discase de i io nacional de la Accademia delle Scienze de Turin y de la Accademia dei Lincei iniciativas de ous insttuciones nacionales einen donde permanecer y 1948 desarrolla su participé en las nacionales. Entre 4 los reconocimientos que se le concedieron cabe destacar el Premio Balzan (1994) y el Premio Hegel (2000). Tras su experiencia en el Partito d’Azione, no se volvié a afiliar en ninguna formacién. Participé en la lucha del movimiento de unidad popular contra la ley electoral mayoritaria de 1953 y en la constituyente del Partito Socialista Unificato de 1967. El 18 de julio de 1984, el Presidente de la Republica Sandro Pertini lo nombré senador vitalicio. Las dos materias que Bobbio impartié en la universidad tu- tinesa:coinciden con sus dos principales areas de investigaciéit'y de estudio: el:derecho y la'politica. Sus principales obras como fildsofo del derecho son Studi di teoria generale del diritto (1955), Giusnaturalismo ¢ positivismo giuridico (1965), Studi per una teoria generale del diritto (1970) 0 Dalla struttura alla funzione. Nuovi studi di teoria del diritto (1977). Entre sus ensefianzas universitarias nos limitamosa recordar Teoria della norma giuridica (1957-1958) y Teoria dell‘ordinamento giuridico (1959-1960), que més tarde confluirfan en Teoria generale del diritto (1993). Bobbio observa la politica desde distintos puntos de vista, si bien el que prevalece es el dela filosofia: Stato governo societa (1985), concebido como una compilacién de los «primeros fragmentos de un diccionario politi- co» yla posterior Teoria generale della politica (1999). {ntimamente vinculados a la Filosofia de la Politica se hallan, por una parte, la historia del pensamiento politico, campo en el que Bobbio se remonta en repetidas ocasiones a los grandes escritores politicos modernos y contemporaneos (puntos de referencia fundamentales son sus volimenes sobre Hobbes, Hegel, Marx y Kelsen). Por otro lado, la ciencia de la politica es un aspecto crucial, y en este sector se ocupé principalmente de maestros italianos del realismo politico como Gaetano Mosca y Vilfredo Pareto. Una atencién especial dedicé a Ia historia de la cultura en Italia, empezando por su descubrimiento, durante sus afios de formacién, de Carlo Cattaneo, En esta esfera, su contribucién mds importante viene dada por el Profilo ideologico del Novecento, varias veces reeditado e incluso traducido al inglés. Los trabajos acerca de la cultura ‘urinesa se pueden clasificar en esta misma vertiente y, entre ellos, 15 destacan los consagrados a autores como Gobetti (Italia fedele, 1986), Gramsci (Sagei stv Gramsci, 1990), los ensayos incluidos en Dal fascismo alla democrazia (1997) y los escritos de memorias que se integran en Italia civile (1964), Macstri e compagni (1984) y La mia Italia (2000). Bobbio encarné un papel fundamental como filésofo mil- itante al analizar con continuidad ¢ insistencia los problemas de nuestros dias afrontados en algunas obras de gran relevancia: Politica ¢ cultura (1955), Il problema della guerra ¢ le vie della pace (1979), Id futuro della democrazia (1984), Leta dei diritti (1990) 0 I dubbio e la scelta. Intellettuali e potere nella ocieta contemporanea (1993). Entre los debates de actualidad polftica que protagonizé cabe recordar el que atafifa «al problema de los derechos a la lib- ertad, defendidos en polémica contra la tesis de la contraposicién frontal entre liberalismo y comunismo, sostenida por los intelec- tuales militantes del Partido Comunista en los afios cincuenta», durante la década de los setenta. Desde los primeros pasos de la democracia en Italia fue un observador participe y atento de la vida nacional. En las paginas de La Stampa de Turin vertié co- mentarios periédicos sobre los principales eventos de la politica nacional e internacional desde 1976 y durante mas de dos décadas. En el exitoso optisculo Destrae-sinistra(1994), traducido a una veintena de lenguas, Bobbio reafirmé su fidelidad:a los:videales .de-una izquierda moderada», Junto al derecho'y a la politicay'su vena literaria:abarcé otros dos géneros, el de la reflexién moral, con lacompilacién Elogio della mitezza, y la autobiografia con'De “senectute (1996) y Autobiografia (1997). Cabrfa preguntarse: ;Existe un hilo conductor que unaal filé- sofo del derecho, al fildsofo de la politica, al historiador del pens- amiento y de la cultura y al fildsofo militante y moralista? A pesat del escepticismo de Bobbio, que con cierta ironfa ha comparado su inmensa bibliografiaa un bazar, se podria responder afirmati- vamente a este interrogante ¢ identificar este hilo conductor con Ia actividad favorita de Bobbio: el didlogo racional. Una actividad cultivada por la gran cultura europea del siglo xx que ubica a Bob- 16 bio en la categorfa de otros respetados intclectuales priblicos como Jacques Le Goff, Ralf Dahrendorf, Bronislaw Geremek, Frangois Furet, Georges Duby, Michele Perrot o Zygmunt Bauman. Tras su muerte se ha asistido a una especie de ceremonial que ha convertido al autor en una suerte de «Bobbio de todos»,.en unsintelectual ecuménieo al que se puede recurrir desde distintos sectores y con voluntades opuestas «en un crepiisculo ideolégico ‘enelque todos los sacerdotes son grises». Por otra parte, ha perdu- rado y sigue perdurando la «distorsién contrariay de considerarlo limitadamente como un «clétigo» parcial, mientras él solo fue un «clérigo» en la medida en que se traté de «un intelectual que mil- itd del ado de la razé6n» (Mario G. Losano). Se pueden extender a Bobbio las palabras que Wtodek Goldkorn escribié acerca de Bauman: chintelectual piiblico esté llamado a ocupar el cargo de «guardidn de la luz», Si adoptamos el punto de vista de Bobbio, no nos queda sino una estrategia ilustrada 0 neoilustrada que tendrfamos que retomar y actualizar «tratando de preservar a luz - dela razén para los tiempos oscuros». 7 EL FEDERALISMO EN EL DEBATE POLITICO Y CULTURAL DE LA RESISTENCIA Norberto Bobbio Cuando, en el verano de 1941, los confinadosantifascistas redactaron dl documento que denominaron Manifiesto de Ventotene;' Ia idea de la federacién europea llevaba circulando por Europa desde hacfa msde un siglo. Como minimo, desde que Saint-Simon* y Augustin Thierry’ publicaron, cn octubrede 1814, el extraordinario optsculo sobre La reorganizacién dela sociedad curapea,' que contenta el primer 1. El Manifiesto de Ventorene (1941) es el nombre con el cual se conoce el texto Per un Europa libera ¢ unita. Progetto d'un manifesto, escrito por Alticro Spinelli y Ernesto Rossi, dirigentes antifascistas desterrados por el régimen de Mussolini y publicado posteriormente por Eugenio Colorni, El documento abogaba por Ia construccién de tuna federacién europea que contara con un parlamento y un gobierno clegidos de forma democritica. Se puede consultar en SPINELLI, A. y Rossi, E. (prélogo de Eugenio Colorni) (2016): El manifiesto de Vento- tene. Por una Europa libre y unida; incluye Los Estados Unidos de Europa ‘yas distintastendenciaspoliticasy Politica marxistay politica federalisay (taduccién de Marcello Belott), Barcelona, La Lluvia. 2. Claude-Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon (Paris, 17 de octubre de 1760 ~ ibid., 19 de mayo de 1825), fildsofo y tedrico social francés. A menudo incluido entre los precursores del socialismo ut6pico, se considera junto a Auguste Compte el padre de a sociologla. 3, Jacques Nicolas Augustin Thierry (Blois, 10 de mayo de 1795 = Parls, 22 de mayo de 1856) fue un historiador francés ¥ estrecho colaborador de Saint Simon. 4,En castellano disponibleen: DE SAINT-SIMON, Hens, eral- (1975) 9 proyecto audaz de una sociedad supranacional que, si bien carecia din de los rasgos de un Estado federal en el sentido estrcto de ly palabra, iba mucho més alld del sistema confederal de estados en el que Immanuel Kant se habia detenido veinte afios antes. Una vez Formulada, esta idea estaba destinada a volver a aparecer con mayor o menor fuerza en los momentos més graves de crisis revolucionarias y bélicas: en 1848, entre 1866 y 1867 y trasla Primera Guerra Mundial, Se convirtié en uno de los componentes esenciales del pensamiento politico radical tanto de matriz econémico-liberal como demécra- ta. Sin embargo y a pesar de los numerosos escritos con los que se ilusr6, a pesar de los distintos proyectos alos que dio lugar, a pesar de las declaraciones con las que fue celebrada en diversas y solemnes cocasiones, esta idea no se transformé en un movimiento politico propiamente dicho hasta el final de la Segunda Guerra Mundial ‘Aunque antes de ello no Hlegé a considerarse como una generosa y cesxéril utopfa, sf que fue un programa doctrinal, una afirmacién de principios, un temaatractivo aducido por revistasy sociedadesa favor dela paz. El. Manifiesto de Ventotene marca un puntorde inflexién en-este sentido, puesto que no se propone erigirse como una mera declatacién de principios, sino como un programa de accién. Tal y como se le en d, «junto a la propaganda y a laaccidn, que tratan de cestublecer en todos los Ambitos acuerdos y vinculos entre los movi- mientos individuales que, sin duda, se estin formando en los distintos palses, es necesario comenzar inmediatamentea poner los cimientos de un movimiento que sepa movilizar a todas las fuerzas para que ‘nazca un nuevo organismo que serd la creacién mas grandiosa y mas innovadora de Europay. E movimiento que surge de este Manifieso no tiene como objetivo un partido propiamente dicho (en todo cas0 se trataria de un organismo en el que estuviesen implicadas distintas formaciones), pero tampoco pretende limitarse a gestar un simple movimiento de opiniones. Deahoraenadelante el federalismo tendr Dela reorganizacién de a sociedad de reunr los puebles de Europa, europea: 0 dela necesidad y de los mei Madrid, Instituto de Estudios Politicos. 20 {que ser tanto pensamiento como accién. La diferencia para con los tentativos anteriores es evidente. Tan evidente queen los primeros es- critos del movimiento las referencias al ingente caudal dela literatura ceuropelstay federalista del siglo anterior son muy exiguas. Hay algiin répido y obligndo tributo a Mazzini? y Cattaneo,’ pero nada més. Enel fondo, todo lo quese escribié antes y en condiciones historicas uy dispares no forma parte de la historia, sino de la prehistorias es tun precedente que puede darse tranquilamente por sentado. Cons- tirayen una excepcién los escritos més cercanos en el tiempo, que remiten al émbito del grupo inglés de la Federal Union’ (creada en 5. Giuseppe Mazzini (Génova, 1805 — Pisa, 1872), politico, peri- odista y activista demécrata y republicano. Comprometido con la causa de la unificacién italiana fue fundador de diferentes organizaciones como la Joven Italia y la Joven Europa y pasé buena parte de su vida exiliado por ser perseguido por sus ideas politicas. Fue durante el poco tiempo de su existencia triunviro de la Republica Romana, en el marco de las revueltas liberales y democriticas del bienio 1848-49, 6. Carlo Cattaneo (Milin, 1801 -Lugano, 1869) filésofo, politico, politdlogo, lingiista y escritor italiano, activista para la unificacién italiana y exponente del pensamiento republicano federalista y munic- ipalista. Participé activamente en la revuelta liberal de Milin de 1848, 7. Federal Union es una organizacién britinica filoeuropea creada en noviembre de 1938 para defender una Unién Federal de Europa. Los fandadores de la organizacién fueron Charles Kimber, Derek Rawnsley y Pattick Ransome. Conté entre sus miembros con Harold Wilson, Barbara ‘Wootton, C. £. M, Joad, Stephen King-Hall y Philip Kerr. En 1940, el grupo creé el Federal Union Research Institute (FURI), dirigido por Wil- liam Beveridge, que conté con las contribuciones de destacados personajes del conjunto del espectro politico briténico, incluyendo EA. Hayek, J. B. Priestley, H. N. Brailsford, Lionel Robbins y Arnold Toynbee. Desde fos afios cincuenta se manifesté favorablemente a la adhesién del Reino Unido a la Comunidad Econémica Europea. A pesar del Brexit, sigue ‘cxistiendo hoy, defendiendo el federalismo para toda Europay el mundo. 2 1938). en pariculat las hicida obras de Lionel Robbins! Entrel Ia Segunda Guerra Mundial yee) federaliemo dl sighs anterior exiere bx mic diferencia que se emepdeihimiersniney alan: Yor tetopa omni dnforoasueaheare problema dela guerra dea par he hablado en otrolugar de pacifism pasvo 1 del pacifismo activo. El primero es ‘convivencia. Esta evolucién puede dar lugar al paso de las sociedades militares alas sociedades industriales propio dela visidn positivista de la historia: o al debilitamiento gradual del espiritu de conquista, que fue uno de los puntos clave de la doctrina liberal; 0 ala desaparicién de toda forma de guerra en una sociedad internacional en la que todos los extados se bascn en Ia toberanta popular, que fue uno de Jos dogmas mas firmes y crefdos del nacionalismo democritico. Bl activo debido a que, cuando la ereencia en ef pprogteso inevitable se ha frastradovexsando una visidn catastedfica 0 3 rere : ingin resultado std predeterminado, cualquier paso adelante es fruto de Por decitlo con el lema de uno de los fundadores, Europa eno se hace sola». Creo que, para poder trwar una primers linca de separacin entree fedralamo de hoy y Lionel Charles Robbins, Baron Robbins (Sipson, 1894 ~ Lon- dres, 1984) fue un cconomista briténico, miembro destacado del departamento de economia de la London School of Economics. De orientacién neoclisica, estuvo muy influido por la Escuela austriaca. Colabors con el gobicmo britinico durante la Segunda Guerra Mundial yy estuvo en las negociaciones de Bretton Woods. En los afios sesenta ‘ocups la presidencia del Comité de Educacién Universitaria, que seen- ‘cargé de rvaizar los planes de renovacién de la ensefianza universitaria. 2 dl deayer, conviene remitira estas concepciones generales dela his- toria que, mas que distintas, son opuestas y que ambos movimientos presuponen, incluso sin tener siempre una clara consciencia de ellas, por el simple hecho de que se inscriben en contextos histéricos ¢ idcolégicos profundamente dispares. Por supuesto, el elemento que més ha mutado entre el siglo pasado y el nuestro y que, por ende, explica en iiltima instan- cia que haya nacido un nuevo federalismo y que no se haya exhumado el viejo, es el cardcter de la guerra. La-guerrarsesha convertido.o,-mejor. dicho, se-ha. vuelto a-convertir-en:totak La guerra, Iejos.de-desaparecer evolutivamentes-se-ha-vuelto mds dafiina y.mds.inicua. No es casual que uno de los incuna- bles del Movimiento, el opiisculo de Storeno (Ernesto Rossi)? 9. Ernesto Rossi (Caserta, 1897 ~ Roma, 1967), politico y peri- odista. Combatiente muy joven durante la Primera Guerra Mundial, su vuelta fue fascinado por el Popolo d'Tealia el periédico de Benito Mussolini. Colaboré de 1919 a 1922 con posiciones abiertamente antisocialistas, no tanto por una razén ideolégica sino porque crefa ue los socialistas italianos estaban siendo displicentes con los vet- eranos de guerra. El encuentro con Gaetano Salvemini le impulsd a un distanciamiento de las posiciones de Mussolini y a colaborar, junto al mismo Salvemini, Carlo Rosselli y Piero Calamandrei, en el grupo Italia Libera, organizacién de los veteranos antifascistas y republicanos, fundando poco después la publicacién Non mollarel. Poco después estarfa entre los fundadores de Giustizia e Liberti, la organizacién antifascista liberal-socialista, A causa de esta militancia fue detenido en 1930 por el régimen dictatorial y condenado a largas Penas de cércel y destierro, En Ventotene, la isla en que fue desterrado conocié Altiero Spinelli y particip6 en la redaccién del Manifiesto de Ventotene. Después de la guerra fue dirigente del Partito d’Azione y subsecretario del gobierno de Ferruccio Parti. Més tarde, y durante muchos aftos colabors con el diario J! Mondo y fue entre los fun- dadores del Partito Radicale, Feroz anticlerical, abanderado liberal antimonopolista y prolifico publicista, murié en 1967. 23 ‘Los Estados Unidos de Europa,!° que aparecié en Lugano en 1944, edique sus primeras consideraciones a la guerra. Como se puede leer en la obra, «la guerra ya no es un choque entre ejércitos. Es un chogue entre pueblos que emplean todos sus bienes y todas sus vidas en la lucha. Es la guerra total». Cuando digo que la guerra se ha vuelto a convertir en total, me refiero al hecho de que con la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, con la Segunda, en la confrontacién con Ia dura realidad de las relaciones entre los esta- dos se esfuma el concepto de guerra como hecho juridicos esto s, ‘como realidad regulada por el derecho que tiene como objetivo, al igual que la sancién del derecho interior, la reparacion de un dafio y la restauracién del derecho violado. Este concepto fue elaborado por juristas y tedlogos en los albores de la Edad Moderna y de la formacién de los grandes estados nacionales. No se trata de que el fenémeno de la guerra total fuese desconocido (0 al menos de aque ftese desconocido eso a lo que hoy llamamos «guerra total), sino de que, hasta entonces, la guerra total no era o no debia ser la guerra entre estados. La guerra total era la guerra civil. Concreta- mente la guerra civil que durante casi un siglo asolé Europa y que elgran Estado se propondria hacer imposible de ahora en adelante. El «bellum omnium contra omnes» en el que se basa el Leviatdn'' es la guerra religiosa y politica que ensangrenté Inglaterra durante ‘casi una década. El proceso de concentracién del poder mediante el cual se crea el Estado moderno nacié sobre la basede la'disolucién de una sociedad que, en su divisién enswcarencia de un poderlo suficientemente fuerte como para serittesistible (como el poder de Dios), estaba desgarrada por innumerables einterminables guerras intestinas»El ejemplo quesuscité una mayor conmocién y un mayor horror ante la atrocidad de este tipo de guerra fue la masacre de la 10. Rosst, E. (1944): Gli Stati Uniti d’Eu Nuove edizioni di Capolago, earn ances 11 HOBBES, T. (2013): Deleiudadlano y Leviatdn, Madrid, Tecn0S- 24 noche de San Bartolomé.” Dosafios después, Jean Bodin" publicaba los seis célebres libros De la république,!* que inmediatamente se convirtié en el monumento més imponente erigido a la unidad y al absolutismo del poder estatal,y que siguié siendo considerado como tal durante siglos. El Estado moderno, en el momento mismo en que prohibe la guerra civil, reconoce que la tinica forma de guerra posibleesla guerra entreestados. No obstante, la guerra entre estados yao es una guerra indiscriminada: la fuerza a cuyo uso el Estado std legitimado (aunque con extrema rati) para con otros estados cs, como la fuerza que ejerce en el interior, para con sus stibditos, tuna fuerza regulada y limitada por normas jurfdicas exactas. Junto al derecho piiblico nacional nace el ies publicum eucropacum (véase la obra fundamental de Carl Schmitt), cuyo capitulo principal es 12, La matanza de San Bartolomé o masacre de San Bartolomé es el asesinato en masa de hugonotes (cristianos protestantes franceses de doctrina calvinista) en el marco de las guerras de religién francesas del siglo xvi. Comenzé en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572 en Paris, yse extendié durante meses por todo el pais. 13. Conocido en espafiol como Juan Bodino (Angers, 1529/1533 Laon, 1596) fue un destacado intelectual francés que desarrollé sus ideas en los campos de la filosofia, el derecho, la ciencia politica. Se le considera como uno de los fundadores del absolutismo francés, al re- alizar una primera teorizacién del concepro de «soberanfa», que inspird tanto Hobbes como Locke. 14, BODIN, J. (1992): Losses libros de la Reptiblica, Madrid, Centro de estudios constitucionales, 15. Carl Schmitt (Plertenburg, Alemania, 1888 ~ 1985). Jurista y profesor en la Universidad de Berlin desde 1934, es uno de los mis destacados pensadores alemanes en el mbito de la Teorfa del Estado y la Ciencia Polftica. Durante losafios dela Repuiblica de Weimar, su Teorda dela Constitucién (1928) y otras obras, como La dictadura (1921), El concepto de lo politico (1928), Legalidad y legitimidad (1932), tuvieron un gran influjo en el pensamiento politico occidental, ycontribuyeron a Ja crisis dela teorfa politica liberal. A finales de los afios veinte mantuvo 25 l ites belli: es decit, el conjunto de reghas que controlan el ejercicio de la violencia entre extadas soberanos, 0 sea, entre personas (jurt- dicas) iguales, ddl mismo modo en que lot dos adversarios de un duclo son personas iguales. Resulta crucial la distincién entre hestis ¥ mbelis. Mientras el rebelde, exto ex, x enemigo en la guerra civil Choy diriamos el enemigo en una revolucién, que fracasa) puede set aniquilado y carece de cualquier derecho que pueda aducie frente al vencedor, el hortis, es decit, el enemigo de una guerra entre estados soberanos ya no es aquel «a quien se debe aniquilars. Mientras la uerra imerna, esto es, la rebelién siempre extéal margen de laley y. ‘cs mi, en la medida en que constituye un crimen de lesa majestad, constituye el mayor delito que un sibdito pueda cometer hacia el Estado, la guerra exterior puede ser en algunos casos justa y, por lo tanto, licita. El sistema del derecho puiblico europeo se corresponde cn cl plano politico con el sistema del equilibrio entre los grandes _cstados que lleva sighs dominando eb 4mbito de las relaciones in- -temacionales. No es necesario esborat un recortido pot la historia de la crisis de este sistema juridico y politico, pues es bien sabido ‘cémo se ha descompuesto tna y otra vez para volver a formarse de Jo hace al margem dela relacién entre un soberano'y sus sibditos o dc los sibditos entre sf para verficarse en el ingente contficto que cxplotay-seextiende entre los mismos estadossoberanas. Las reglas ddl is belli que sobreviven son pocas y discutidas. Las nuevas armas, cada vex, mas destructivas ¢ incontrolables hacen casi imposible una polémica con Hans Kelsen acerca de la concepcidn del Estado, la defensa de la Constitucién y demés formas juridicas democriticas. Milité en el Partido Nacionalsocialista y ejercié diversos cargos bajo et régimen nazi entre 1933 y 1936. Al centro de su reflexién esté la idea dela extensién de lo politico y el «Estado total», aquel que ha superado el momento liberal. Es un Estado fuerte, que se inmiscuye en todas las esferas de la vida en sociedad, 26 la distincién entre beligerantes y no beligerantes, entre objetivos militares y objetivos civiles y llegan a impedir cualquier diferencia entre medios licitos y medios ilicitos el fin total justfica los medios totales). La superposicién de una guerra de liberacién nacional’a Ja guerra entre estados:en todos‘ territorios ocupados:por las tropas alemanas borra cualquier diferencia entre’enemigo interno yy externo (como'sabe perfectamente cualquiera qui haya formado parte de laresistencia): el hostirse ha’convertido en rebellis; porlo que puede seraniquilados A estas alturas y teniendo en cuenta el Ambiro en que se erigié —que era el ¢mbito de un derecho paritario y convencional— el sistema del derecho piblico europeo estaba definitivamente en ruinas. Laidea federalista nace, cobra fuerzay se vuelve principio gene- rador de accién a medida que pierde efectividad el sistema juridico y politico que nacié como antidoto'a las guerras de religién, como remedio ala mayor explosién de violencia que Europa habfa corto- cido antes de las dos guerras mundiales, es decir, cuando se vuelvea descubrir que la guerra entre estados también puede transformarse. en guerra civil. En cierto sentido y de manera lacénica, el proceso hacia el Estado federal representa un recorrido inverso al que ca- racterizé Ja formacién del Estado moderno. Mientras este nacié:de un proceso centralizador hacia la unidad y la unicidad del poder cstatal y descentralizador con respecto al poder universalmente te presentado por la iglesiay el imperio (la comunidad internacional se puede definirjurfdicamente como un ordenamiento masivamente descentralizado), el federalismo camina en direccién opuestas hacia una desarticulacién dela unidad del Estado, porun lado, y, por otro, hacia la busqueda de una nueva unidad superior, mdsallé del Estado yporencima de dl Tiende a liberarlo que el Estado moderno habia unificado y.a.unificar Jo que.¢l mismo Estado habfa disuelto. En stesumidas cuentas; libra-una batalla en dos frentes ala vez: el dela -soberanfa interna mediante el principio de la divisién horizontal de los poderes; yelde la soberania externa, mediante el principio dela limitacién dela potestad de la guerray de la paz que es prerrogativa del Estado'soberano. Estos dos aspectos o momentos de la doctr- 27 ans federalicts cenere si awnman a la vez y juntos aaa senemiin weal. Fl eis germina dle los Federalist ‘de nucscro prude, Carlo Careaneo, combats af rian tiempo fn fowen de ten Earadae Unies de Frain y de fos Estados Unicon de Faroe. Pucsto que o Baad exsieaer se eonnidere eomne-h comoeniantiaciémennrepnaehite. Era 2 vez déspors eimperialists, A pear de ello, es neceeario recomocer que, desde sus comienzos e movimiento federalists concent sa arencién especialmente —si 16. Kugenio Calorni (Milano 1900 ~ Roma 1944). Politico italiano yestudiono de fa filosofia. Erudito de Leib. de extética y psicoandliss, también desarvollé una importante actividad politica, adhiriendo a Gius- tinia € Libertas, Hin 1995, despuds de ona grave caida de la organizacién, ‘se vinculé al «Centro intorno sacialistar creado en Milin en el verano de 1934 por Rodolfo Morandi, Letio Basso, Mario Lucio Luzzatto, Bruno: Mafli y otros. Pue detenido on 1988, pos judo y antifasciata, Enviado a prisidn, en enero de 1939 fue desterrado a Ventocene, donde coincidié con Ernesto Rossi, Manlio Rossi Doria y Alticro Spinelli, adhiriéndose 4s las ideas fedcralistas y participando en la concepcidn del Manifiesto de ‘Vertmene. En actubwe de 1941, gracias 2 la intervencién de Giovanni Gentile, consiguié que lo wasladasen a Melfi (Potenza). En mayo de 1943 hhuyé y,nefugiado on Roma, se nid aba Resistencia y fue editor del diario socialisa Anansi! E} 28 de mayo de 1944, pocos dias antes de be liberacién de Roma, fue detenido en a calle Livorno por una patrulla de ssoldados fascists de le chanda Koch: tat de huss, pero fe golpeadoY hherido de gravedad pos tres dspasos y muris dos dias después. Em 1945 secibié.en memoria, la medalla de oro al valor militar. Esruvo casadoco” Unmula Hirschmann, que pestcriormente fue la mujer de Altiero Spinelli 2B los primeros ntimeros de L'Unit Europea Mario Alberto Rolliet"” hacia hincapié en la necesidad de reconocer, junto al federalismo supranacional, un federalismo infranacional y Spinelli le respondié volviendo a focalizar la atencidn en el primero. Umberto Campag- nolo" Ilegé incluso a condenar el federalismo de las autonomfas fario Alberto Rollier (Mildn, 1909 ~ Marsella, 1980), quimi- co, partisano, politico y académico. De ascendencia valdés, fue un académico con una larguisima carrera nacional ¢ internacional en el campo de la quimica. Su compromiso politico antifascista se remonta al bienio 1934-35 cuando reconstruyé, juntamente a Giorgio Agosti, Alesandro y Carlo Galante Garrone, Ada Marchesini Gobetti la red de la oposicién socio-liberal entre Turin y Milin, cuando diferentes caidas la habfan seriamente mermada. Fue fundador de la revista Liuppello en 1940, después de que el régimen ilegalizara la revista evangélica Gioventi Cristiana, En julio de 1943 participé junto a Antonio Banfi ala redaccién del Manifiesto de los docentes universitarios, que pedia Ia abolicién de todas las discriminaciones raciales politicas y religiosas en la universidad y la reincorporacién del profesorado represaliado. Y en agosto fue entre los promotores de la fundacién de a seccién italiana del Movimiento Federalista Europco, junto a Eugenio Colorni, Altic- 10 Spinelli, Ernesto Rossi, Ursula Hirschmann, Manlio Rossi Doria, Giorgio Braccialarghe, Adriano Olivetti y Vittorio Foa. Adherido al Partito d’Azione, pasé a la clandestinidad para organi esas de Giustizia e Liberta, y formé parte del Co azione Nazionale de Milin. Después de la guerra se adhirié al Partito Socialdemocratico Italiano (Psb!), siendo regidor hasta 1960. A partir de ese afio se dedicé exclusivamente a la carrera académica. 18. Umberto Campagnolo (Este, Padova, 1904 ~ Milin 1976), politélogo y jurista. Profesor de secundaria, tuvo que dejar el pais en 1933 por motivos politicos. Establecido en Ginebra, en esa ciudad consiguié el titulo de doctor en ciencias politicas en 1937, traban- do profundos vinculos intelectuales con Hans Kelsen, del cual fue, Posteriormente el discipulo italiano més destacado. Estudioso de las telaciones entre soberania nacional y derecho internacional, volvié 29 Tralles, tachindilo de faleo federatiomo que prevendia retroceder enh historia, Reevidente que. ahora més que numea.en el lenguaje ppoliticn se eniende por federshiene be vertiente supranacional, inolsinfranaciomsl, Asimiseno. si hieeéricamente se puede hablar de srevoluciemes dhe manrir fodersliea, extac haan estado caracterizadas ‘port In cometraccitin de wen rmevo Eseado (tal y como habia sidoel cao italiano preconinade por Cattaneo). no por la disolucisn de tun Estado winitarin. Lat razomes del cierto desinterés de los nuevos movimnientes federalistas hacia el aspecto interno de la idea federal som ficiles de explicar. Esto se resolwia, en el fondo, con los proble- snas de Ia descentralizaciém regional, del autogobierno local, de la litsertad desde abajo, Como tal. se trataba de un problema mis o menos comitin 2 todos lot partidos. Enere las respuestas los desatios del sotalitarismo, la autonomia era la mes natural ¢ inmediata, No se podia decir lo mitmo del federaliemo europeo. Este no se pre- sentaba como la solucién aun problema concreto en una situacién historica comereta. Ante todo, tenia un caricter rupturista del que 1 programa de aurogobiemo carecia. El problema del autogobierno ‘estaba presente en la doctrina de la democracia europea descle hacla tiempo. Hl problema de la superacidn del viejo Estado nacional yl ‘en 1941 de la mano de Adriano y Massimo Olivetti, que le cencargs el novedoso proyecto de las publicaciones de la empresa, que descmbocarian més tarde en la famosa editorial Edizioni Comunith. En 11943 se incorpors a la Universidad de Padua como docente de historia de las doctrinas politicas y dos afios més tarde se encargé del Inituto pper gli studi di politica intermazionale (1524) de Milin. Convencido federalista, fue secretario general de la seccién italiana del Movimiento Federalista europeo en el bieaio 1945-1946. Autor de muchas publi- caciones teéricas sobte el federalismo europeo (que entendia también ‘como transversal alos dos bloques de la guerra fria), fue director de ba ‘evista Comporndie, a partir dela cual se organizaron diferentes sesiones de trabajo con eapertos © intclectuales tanto del este como del oeste de Europa. Desde los afios cincuenta establecié una profunda amistad con Norberto Bobbio. 30 Iegada de un nuevo Estado que ya no era nacional suponia, por el contrario, una novedad casiabsoluta: uno delos pocos antecedentes quese podian invocar, el dela formacién de los Estados Unidos de América; habfaunificado a gente de un mismo:origen-y con una smisma lenguayy en una situacién histérica tan distinta que no tenia punto de comparacién, Si el autogobierno era un compromiso, el federalismo europeo era una apuesta, un juego cuyo envite era mds clevado y; como los hechos han demostrado después, de ganancia mas incierta. Incluso dejando a un lado el federalismo interno, los blancos principales del federalismo externo eran dos y no solo uno: la soberanta absoluta y el Estado-nacién. Si bien ambos problemas estén estrechamente vinculados, tan vinculados que a menudo aunque de forma errénea) se confunden, es necesario distinguirlos entre sf. El principio o el dogma de la soberan‘a absoluta, de la «summa potestas superiorem non recognoscens» surge antes de Ia formacién de los estados nacionales y de modo independiente de ella; al igual que el principio de nacionalidad que revoluciona el sistema politico curopeo desde la Revolucién Francesa hasta la Primera Guerra Mundial, tiene como objetivo la formacién de estados independientes, pero no exclusivamente soberanos, es mas, generalmente alberga en su seno una tendencia hacia la creacién de tn sistema internacional nuevo que se base en Ia interdependencia de los estados y no en el equilibrio entre ellos. Con esto no se pretende afirmar que cl principio de la soberanta ilimitada y el principio del Estado-nacién no estén destinados a encontrarse, a unirse, a apoyarse y a reforzarse el uno al otro. Por una parte el Estado unitario, que nace de las cenizas de la sociedad medieval, sesirve dela idea de nacién; esto es, de Ia idea de una comunidad -espiritual o étnica que en realidad no existe para reforzarsu propia unidad y, por ende, su propio poder (el patriotismo se convertins, con-el-declive de la religién como elemento cohesionador del ‘Estado, en la nueva religién civil). Por otra parte el principio de nacionalidad, convertido en nacionalismo, se apropia de la con~ cepcién del Estado-potencia y tiende a servirse de ella para hacer 31 realidad su propio programa de expansionismo. La ideologia de Janacién —como ha demostrado en mds de una ocasién Mario “Albertini!” es un instrumento paral edificacidn del gran Estado tunitario, del-mismo-modo que el gran Estado unitario; una vez vonstituido,seconvierteen labase real ¥en Jaestructura portante dde-una politica nacionalista. La compenetracién més estrecha entre el, dogma de la soberanfa absolutay el principio nacional_se verificé com la llegada de Josestados fascistas. Centréndonos en Talia. en la doctrina fascist convergieron las ideas de estatalismo y las ideas nacionalistas. Segin las primers Ja nacién era fruto Xl Estados segin las segundas, el Estado era fruo de la nacién. Giovanni Gentile, como buen. hegelianos;no era partidario dela 1919 — 1997) filésofo, politico y de la Universidad de Pavia. De ido en 1946 cuando este itimo 19. Mario Albertini (Pavia, profesor de filosofia de Ia politica procedencia liberal (Se separé del partic Ebog6 por Ia monarquia en el eferéndum constitucional), se adhirié ‘al Movimiento Federalista Europeo desde los inicios, se convirtié en colaborador de Altiero Spinella principio de los aos cincuenta y le relevé como secretario del Movimiento Federalista Europeo después de ta derrota con el proyecto de Comunidad Europea de Defensa en 1954 y las consecuentes dimisiones de éste. Fue presidente de la Unién de Tos Federalistas Europeos desde 1975 a 1984 y a lo largo de su carrera publicé diferentes textos te6ricos dedicados al federalismo europeo- 20. Giovanni Gentile (Castelvetrano, 1875 — Florencia, 1944) fue tun fldsofo idealista neo-hegeliano, educador y politico. Probablemente Ia figura intelectual mds importante del fascismo italiano. A partir de 1906 se dedicé a la docencia universitaria en la universidad de Palermo y en ese mismo afio empez6 a colaborar con Benedetto Croce, en a publicacién La Critica. En 1914 se trasladé a Pisa y en 1917 legs @ Roma, donde se empez6 a acercar a la politica y acabé integrindose en el Consejo Superior de Educacién Pblica, Sin haberse adherido al ae rom er earn POS g ssolini en 1922, gracias a la propuest de Camillo Pellizi, fascista de la primera hows, ue el ioe te una 32 nacién, sino del Estado (segin Hegel oy al menos; segtin el Hegel maduro, los sujetos de la historia universal no son las naciones, sino los estados). Gentile expresé de forma clara su punto de vista de la polémica con los nacionalistas en la introduccién a la voz «fascismo» en la Enciclopedia italiana?" «No es la nacién la que importantisima reforma educativa, que desperté varias eriticas desde distintos sectores. Fueen ese momento cuando se fortalecié su relacién ‘con Mussolini y se adhirié formalmente al Partito Nazionale Fascista, Dimirié durante los meses del secuestro de Matteotti, pero no se dis- tancié del fascismo. Al contrario, en 1925 redacté el Manifesto degli intellettuali fascisti agli intelleteuali di tutte le nazioni, que motivé il manifiesto de los intelectuales antifascistas promovido da Benedetto Croce y firmado por personalidades como Luigi Einaudi, Giovanni Amendola, Matilde Serao, Eugenio Montale, Marino Moretti o Aldo Palazzeschi. A pesar de unas relaciones mds oscilantes con Mussolini en losafios treinta, Gentile fue miembro del Gran Consejo del Fascismo, y Ie permanecié fiel también después dela creacién de la Repiiblica Social Italiana, Fue asesinado en abril de 1944 por un grupo de resistentes capitaneados por Teresa Matte ‘conocfa personalmente a Gentile por haber sido su profesor universitario. 21. La Enciclopedia Italiana de las ciencias, las leorasy las artes, am- bién conocida simplemente como Enciclopedia Italiana, se empezé a publicar en 1929. Fue el resultado de un proyecto querido por Giovanni Gentile (que fue su director cientifico) y por Ferdinando Martini y Bonaldo Stringher, amigos del empresario textil Giovanni Treccani, que le convencieron a financiar la empresa. Comprometidos con la organizacién del proyecto estarfan diferentes figures, como el editor Calogero Tumminelli como director editorial, el cientifico Gian Alberto Blanc, el iustomanista Pietro Bonfante, el mariscal Luigi Cadorna, el ministro Alberto De Stefani, el historiador Gaetano De Sanctis, el economista Luigi Einaudi, el pintor Vittorio Grassi, el médico Ettore ‘Marchiafava, eljurisconsulto Silvio Longhi, el periodista Ugo Ojetti el historiador Francesco Salata, el politico Vittorio Scialoja, el economista Angelo Sraffa, el almirante Paolo Thaon di Revel, o el presidente del 33 era el Estado, sepin el anquilosado concepto que Ios estados ; oar en su propaganda. Al contratio, la nacional del siglo XI wssron ns pro iss eT chlor ona de su propia unidad moral, una voluntad y, por consiguicnte, dona exfstencia efectivar. Los nacionalistas decfan exactamente lo ontrario: que a nacién, la unidad espiritual y ética dela nacién, constituia los cimientos, los tinicos cimientos del poder del Estado, th pasar de ea convergencia préctca, el dogma dela soberania absoluta y el principio nacional tenfan origenes y Funciones hist6- tieas distintasy, en un andlisis conceptual (que debe configurarse scegin directrices distintas a las de un documento politico) deben ‘mantenerse separadas si se pretende identificar con mayor precisién, el duiplice frente de la batalla federalista. Es decir, por un lado, el estatalismo o la pretensién del Estado tal y como ha ido creciendo cn los tltimos siglos de no reconocer limites en el ejercicio de su propio poder con respecto al resto de estados; por otto lado, el nacionalismo o la pretensién de la nacién de ser considerada la Ainica fuerza motriz del Estado. Ambos motivos polémicos, como ¢s de esperar, se entrelazan continuamente en los documentos del Movimiento, aunque prevalece el primero de ellos, es decir, Ia polémica contra la soberanfa absoluta, lo que no es casual y tiene sus consecuencias. El Manifiesto de Ventotene aborda ensu ‘comienzo el principio de nacién y su degeneracién ¢, inmedia- nacién es creada por el Est En las fase preparatoria a la publicacién, fueron invitados a participar mas de tres mil investigadores de distintas disciplinas de muy diferente procedencia ideolégica: en este sentido, Gentile gozaba de una cierta auronom(a, y el régimen sabia quesi quer 4queel primer gran proyecto enciclopédico italiano fuera percibido como solvente y el éxito, por lo tanto fuera atribuido al fascismo, en la 6ptict de sobreposicién entre lo fascista , independencia a los muchos, y lo nacional, tenfa que garantizat y de diferentes convicciones— ¥¢ aoe Sceptaron participar, La primera edicién se publicé ent ¥ 1937, consté de 35 volimenes de mas de mil paginas cada uno Ytwvo un éxito —cientifico y de puiblico— incontestable. 34 tamente después, pasa a ocuparse del problema de la soberanta absoluta que concibe, al unir ambas problemiticas en una sola, como soberanfaabsoluta de los estados nacionales. La necesidad analitica de diferenciar ambos problemas nace de la consideracién de que la superacién de la soberanfa absoluta conduce al Estado federal, la superacién del principio nacional conduce'a la idea de Buropa. Y el movimiento que surge en Ventotenc sala ver federal y europeo. En términos esquemticos, el principio federal es la forma institucional, Europa es el contenido histdrico que debers introducirse en esa forma. Insisto en la distincidn entre estos dos momentos porque la especificidad del movimiento radica preci- samente en su conjuncién. De un lado, el mecanismo del Estado federal'se puede aplicar a una realidad distinta la europea: basta pensar en la idea de la federacién mundial que nace a la vez que el federalismo europeo y a las distintas federaciones que se han ido proyectando en el mundo arabe alo largo de la historia. De otro lado, la idea de Europa puede concretarse histéricamente en formas distintas a las del Estado federal: basta pensar a la Europa de las patrias, 0 de los gobiernos, o de las comunidades, que es Ja Europa de hoy, nos guste o no, Cuando el movimiento afirma quela Federacién Europea es necesaria, afirma ala ver.que aquella superacién del principio nacional en la. que consiste Europa no puede materializarse de otro modo institucional que no sea el Esta- do federal,o que, para que el Estado federal sea capazde producit beneficios, debe poseer un determinado dmbito territorial, que se corresponde con el europeo y no, por ejemplo, con el mundial © elintercontinental. He dicho que, de los dos objetivos del Movimiento, los do- cumentos hacen especial hincapié en el primero, Si se examinan Jas tesis polfticas establecidas en la reunién milanesa de agosto de 1943, que se considera el acto de fundacién del Movimiento, el tema de fondo orbita en torno ala transferencia de los poderes del Estado nacional a una federacién que albergue en su seno vatios estados: «El militarismosel despotismo y la guerra solo se pueden climinar creandouna‘Federacién europea'a la que se transfieran 35 seconciernen a los intereses comunes tle de los estados nacionales, han soberanet qu Sedéislinn y «a, el primero se explica ampliamente, motivo, No tengo intencién de retomar aqui una leve polémica implicado en uno de los primeros mimeros de Uniti eurapea,® pero estaba claro qué era un Estado federal, se sabia cudl era el mecanismo de su funcionamiento, salvo aquello aque concernia al modo de equilibrar las fuerzas entre los estados miembros y el Estado central. Estaban mucho menos claros y eran mucho menos sabidos la definicién de Europa y sus limites geo- grificos, econdmicas o, incluso, idcolégicos. Estaba perfectamente claro que una asociacién de estados no era un Estado federal, que ‘un Estado supranacional formado desde arriba y no desde abajo 22. La publicacién L’Unitd europea, emperd a ediarse incluso antes de la formacién del Movimiento Federalista Europeo (MEE) en 1943, Hasta 1945 circulé de forma clandestina gracias a la accidn de Altiero Spinelli, Guglielmo Usellini y Mario Alberto Rollie, funda- mentalmente en Milin, Roma y Bergamo. Su quinto ntimero, que contenia el documento «Declaracién federalista de los movimientos de Resistencia europea» se difundié también en Suiza, gracias al compro ‘miso de Ernesto Rossi. Después de la liberacién de Italia y hasta 1948 s¢ publicé en Milin y Turin contando con la colaboracién de todas as grandes figuras federalistas del momento: Emnesto Rossi, Altiero Spinelli; Mario Alberto Rollicr, Eugenio Colorni; Ursula Hirschmann, Gugliclmo Usellini, Cerilo Spinelli, siorgio Peyronel, Mario Del Pra, clfederalistasuito Adolf Gasset, Luigi Gallone, Enrico GiussaniyAldo Gatosciy lauigiGorini, Atialdo Banfi, Alberto. Mortara. De 1948 4 1954 solo se publicé en Turin, como oe heey cane merameon hasta 1974, cuando se formato digital como peribdico latin inln ice Senile consultaren esteenlace: hup://uww.mfe isfayi 9 “mfe.it/unitaeuropealindex:php ‘Srgano de la seccién piamontest 36 no eraun Estado federal, que un Estado federal para ser taltenia que contar con determinados-poderessin primis el dela organi zacién de la fuerza coactiva. Asimismo, no estaba claro si Europa la Unién Soviética, con Espafia 0 sin ellay con los palses escandinavos 0 sin ellos, seguia siendo Europa. El con- cepto de Estado federal era un concepto riguroso, el concepto de Europa era evanescente, estaba tan eargado devaloremotivo como desprovisto de significado descriptivo, con la tinica excepcién dela geografla que, ademas, no se tenfa en cuenta. La mejor prueba dela predominancia del motivo federalista sobre el europefsta radica en el hecho de que, como ya he dicho, mientras es escaso el interés de Ialiteratura del Movimiento por los tentativos o proyectos previos no siempre puros en términos federalistas, la obra que encabezala accién y ala que el Movimiento hace continuas referencias como fuente perenne de inspiracién y modelo de comportamiento esel Federalist el liber sapientiae del Estado federal: Una confesién de Spinelli es reveladora en este sentido: «Puesto que iba en busca de claridad y precisién de ideas, miatencién no se centré en el bFa- moso y retorcido federalismo idcol6gico de matriz proudhoniana ‘omazziniana que echaba sus rafces en Francia o en Italiaysino en el pensamiento limpido y preciso de los federalistasingleses dela décadaanteriorala guerra, que podian trasplantara Europala gran experiencia polfticaamericanay™ Exactamente lo contrario delo quesucedis en el siglo x1X, cuando los movimientos pacifistas eran mucho més europeistas que federalistas, pero entonces estaba claro que Europa se podfa identificar con la cuna de la civilizacién y mucho menos claro cémo habria debido funcionar una federacién europea. Se debe admitir que, en un siglo, la idea de Europa ha cambiado profundamente: la imagen que tenfan los europeistas 23. HAMILTON, A. y MADISON, J. JAY, J. (2008): The fedenalise ‘Papers, Oxford University Press. 24, SPINELLI, A. (1968): 1! ungo monologo, Roma, Edizionidell'A- teneo, pil 352 37 decimonénicos era Ia de una gran fuerza en expansidn; los fede- talistas de hoy la ven como una ciudadela asediada y no pueden verla de otro modo. La primera imagen tiende a la amplificacién, ‘mientras la segunda ec restrictiva. Mazzini hablaba de Europa, pero pentaha en Ia humanidad, escribia que «la Joven Europa retine a Jas atociaciones republicanas que tienden hacia un mismo fin que abrazaz Ian Humanidads. Hoy hablamos de Europa y pensamos en ‘un trozo mas grande 0 més pequetio del viejo continente. A mi juicio, la importancia tedrica del Movimiento sigue tadicando hoy en dia en la critica a la soberania absoluta Yen las consecuencias que de ella se derivan. A esta critica subyace una idea precisa —y hasta hoy no desmentida— de la guerra y de sus causas y, como consecuencia, de los remedios necesarios para alcanzar una paz.extable. Dejo a un lado las doctrinas ético-reli- iovas que hallan la principal causa de las guerras en algiin rasgo de la naturaleza humana (doctrina cuya inversién secularizada depende de las interpretaciones pricolégicaso psicoanallticas dela fuerra). No las dejo a un lado porque sean filosdfica o éticamente Prescindibles, sino porque respecto a la dimensién politica del Problema estas tienen una funcidn colateral desde el momento ‘en que inspiran gencralmente movimientos individuales de resis- tencia a la guerra, como los de los objetores de conciencia o los dc los grupos antimilitaristas o pacifistas,y atin no han adquirido tun papel politicamemte determinante. Ea. el siglo. pasado.no ha abidodocuina politica alguna que no haya desarrollado su propia -teorla de Ja guctta y; por Jo tanto, de la pazz'la doctrina liberal sfan_por arte de magia’ (zqué interés iban’a tener los pueblos en matarse entre sf). Una de las ideas comunes a todas las corrientes del pensamiento socialista era que las guerras eran el producto del sistema capitalista y, mas en general, de un sistema econémico que se basaba en la exaltacién de la propiedad individual y fomentaba las discordias, y que las guerras desaparecerfan cuando un nuevo sistema basado en la propiedad colectiva, al menos de los medios de produccién, marcase el triunfo del internacionalismo proletario. Al definir la guerra como un conflicto entre estados soberanos cuya solucién se ponfa en manos de la fuerza, los liberales vefan cercana una sociedad internacional en la que seguirian estando presentes tanto los estados como sus conflictos, si bien habrfa cesado la exigencia de recurrir a la fuerza para dirimirlos (de aqui Ja enorme importancia que se otorga al arbitraje internacional, en el que posaron sus esperanzas las ligas pacifistas en la segunda mitad del siglo pasado). Los demécratas-estaban convencidos de que los estados'seguirfan existiendo, pero, al tratarse de estados basados en-la'soberanfa:populary perderian vigor-los:motivos:de losconfict6s. Por tiltimo; los socialistas prevefan y predecfan que en.una sociedad socialistaplena llegarfan adesaparecer incluso los cestados; Jamas previsiénvalguna ha resultado tan falaz como estas, al menos sobre la base-de lo que podemos constatar con el sesgo retrospectivo del afio de nuestro sefior de 1973. ‘Aunque no vamos a hipotecar el futuro, no podemos dejar de observar que el tinico pacifismo realista que la actual situacién internacional nos consiente es el que basa sus propias esperanzas en el equilibrio del terror (es decir, en un terror multiplicado) y no en su desaparicién. Lo que las doctrinas pacifistas del siglo pasado olvidaron,como consecuencia de su fe en’el imparable progreso era que larazén que basta para que se desencadene una guerra, es decir, para que un conflicto entre estados pueda transformarse en tun conflicto armado,no consiste en laiadopcién de una determi- nada politica econémica, de un determinado tipo de gobierno, de un determinado sistema social, sino en el hecho de que la sociedad internacional es una sociedad en la.que no se ha llevado a cabo el 39 séndel poder y de monopolizacién dey [proceso.de-concents lage a Ese. Eedecin: se trata de-una Seeracncians cada uno de los cuales sociedad “ del poder coactivo en el ambito desu propio om ees eonn al resto de tos estaddos: con lor que mantiene, ee “unm eelacién bexeada er la fuerza. Ladoctrina federal se distinguc de las otras doctrinas pacifistas pot su-cons, iencia deque,micntras se mantenga wn sistema internacional de ‘cstados eoberanos cuyas relaciones se basenen tiltima instanciayen tafcrzn s,lasolucién de un conflicto mediantela fucrza, es posible. Esto se debe a queen. algunos casos el Estado, mediante su soberania ilimitada, cree —y_nada,-salvo-la-mayor fuserza.del rival puede hacerle cambiar de idea— que la guerra.es la tinica solucién posible, y, puesto quees latinicayse acudeaella yque asu ver hace que sex justa. No hay duda de que, por lo que conciernea la problemitica de las causas de la guerra, el federalismo sc halla en el mismo camino de pensamiento politico realista que ya recorrieron muchos otros, de Maquiaveloa Hobbes, de Spinoza a Hegel, de Marxa Meinecke o a Max Weber y que ha buscado desmitificar la concepcién idealista del Estado (el Estado como socictas perfectaque busca el bien comin de susintegrantes) en aras de consideralo, analizarlo ya veces adoratlo como la méxima manifestacién en la tierra de una potencia irre- sistible. En este sentido, el federalism europeo no es una doctrina propiamente pacfista, Carece de importancia el hecho de que, stricto ponsn'y Scio as slogazen la cau de las guess rd Ia soberaniaabsoluta, por lo que para aboli ls pura Saree noes Pe para abolir las guerras hay que dafederacién europeatinolafederacién mundial i woe — federcin muna (deal qu,aune eee Movimiento no seh eoneeta esque la par no se considera en el senodel Mennnn sh oe jabpi adsense | Movimiento federalist eos apace Feast thio al que se debe aspirat, sino ave pare re condicién sine qua non, para le ue se consideran preeminentess 40 como la libertad, la justicia social, el desarrollo econémico, eteétera. En las Tesis* se lee que «la independencia nacional, la libertad, el socialismo serdn elementos vitales y benéficos solo si tienten’como premisa —y no como mera’consecuencia— Ia federacién; esto'es; -un ordenamiento politico que garantice la paz y la justicia inter- nacional». Que la federacién se considere una premisa y no una consecuencia no implica que sea el tinico objetivo que se persigue, implica quees el objetivo quese debe perseguir para que sea posible a concrecién del resto de metas consideradas como irrenunciables y que deben caracterizar a la nueva sociedad. El Manifiesto lo dice de manera clara:«Una Europa libre y unida es la premisa necesaria para una potenciacién de lacivilizacién moderna, para la cual lvera totalitaria simboliza un retrason. Lo tinico que puede que en el programa del Movimiento no se correspondiese plenamente con la tradicién del realismo polf- tico aunque sus creadores eran perfectamente conscientes de ello—era la concepcién del origen de un nuevo Estado que volvia a plantear el federalismo. Se:trataba'de la concepcién ilustrada y racionalista (Hegel: la habria definido como propia del intelecto abstracto) del origen-del-Estado,-segtin la-cual este nace de-un contrato social: Se trataba; dicho de otro modo, de la concepcién iusnaturalista que, con enorme fortuna, se desarrollé hastaRous- .seau: dado que los individuos aislados (los federalistas hablarian 25, Las Tess Politicas constituyen uno de los dos documentos ofi- ciales —al lado de las ivas sobre el Trabajo—, aprobados en el ‘marco del congreso de fundacién del Movimiento Federalista Europeo, celebrado en el domicilio de Mario Alberto Rollier en Milin (en la calle Poerio, 37) el 27 y el 28 de agosto de 1943. El documento fue redactado por Altiero Spinelli justo después de la calda del fascismo ¥ fijando como objetivo tiltimo la creacién de Ia federacién europea, iban las prioridades del movimiento: la lucha al nazismo y al fascismo; la desaparicién de las soberanias nacionales; Ia lucha para la uunidad europea y la necesidad de la movilizacién popular democrética al final de la guerra, 4 delovexradovsislados) no pueden sobreviviren elestado natural ‘eli¢de do para instaurarun poder seman Con lainica excepcién de los Estados Unidos de Amér ningtin habia nacido nunca de este modo. A principios del siglo 1X los principales pensadores politicos se mofaron de este pacto ue nadie habia viero nunca: tanto Bentham come von Haller avra Saint-Simon como Comte. Hegel dijo que la idea de que el Estado naciese de un contrato menoscababa su autoridad. El historiciemo roméntico sostuvo que los pueblos se Forman lenta- menrea través de una continua e imprevisible mezcla de lenguas, de leyes y de costumbres y que no surgen de repente mediante un acuerdo simulténeo, como sisetratase de una sociedad comercial, En efecto, los realistas tienen raz6n, pero los federalistas lo sabfan y. hoy en dia, teinta afios después, lo siguen sabiendo con mis motivos, y no por esto tienen que renunciar a su lucha. Una cosa es el juicio histérico y otra cosa es el juicio politico. También se equivocaba Locke cuando rebuscaba en la historia antigua y en la historia moderna para hallar algin rastro de estados que nacieran mediante un contrato social; también se equivocaba Rousseau cuando, después de que sus teorias sobre el origen de los estados fucran refutadas, escribfa que era necesario remitir a una primera convencién. Y, sin embargo, tanto Locke como Rousseau abrie- ron el camino a la transformacién ideolégica que condujo a la Revolucién Francesa. Precisamente como consecuencia de esta duiplice naturaleza realista ¢ idealista de su propia doctrina, el federalismo, desde su 26, Karl Ludwig von Haller (Berna, 1768 — Soleura, 1854) fue un jurista yea iy nieto de Albrecht von Haller. Su obra mds impor tante —por la cual fue duramente criticado por Hegel en su Principias dela filasofia del derecho, y sus esctivos aeabaron quemadoe enla plas publica durante e! Festival de Wartburg— fue el libro Restauration der Staatswissenschafien (Restauracién de:la Cienciadel-Estadg», 1816- 1834), en l cual atacaba frontalmente tanto‘! nacionalismo como concentracién de poder en la burocracia estatal. 42 nacimiento, tuvo que hacer frente a dos ataques distintos: uno de los funcionalistas, que le reprochaban su idealismo, es decir, su imprudencia; el otro de los marxistas ortodoxos, que lo tacharon de falso realismo, es decir, de excesivamente moderado. Aunque desde posiciones contrarias, tanto los funcionalistas como los marnistascriticaban lo que consideraban cl trasfondo ilustrado del ‘Movimiento. La postura funcionalista gozarfa de gran fortuna en los afios posteriores y tenfa como lider a David Mitrany.” profesor en Princeton, cuya principal obra es un optisculo de 1944 titulado A Working Peace System, que tuvo una repercusién similar a la que se produjo a rafz de los auspicios que el World Unity Movement 27. David Mitrany (Rumania, 1888—Londres, 1975), historiadory politélogo rumano, naturalizado briténico. Padre de las teorias del fun-

También podría gustarte