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En la vida adolescente, un sendero se abre,

donde la motivación nos impulsa a volar.

Con fuerza y coraje, vamos a avanzar,

superando obstáculos, sin dejar de soñar.

En cada amanecer, una nueva oportunidad,

la motivación nos guía con tenacidad.

Despertamos nuestro potencial, sin dudar,

con entusiasmo y pasión, nos vamos a superar.

Afrontamos desafíos con valentía,

la motivación nos llena de energía.

Rompiendo barreras, sin miedo a fracasar,

con determinación, siempre queremos brillar.

En nuestros sueños, encontramos dirección,

la motivación nos guía con precisión.

Con esfuerzo y constancia, vamos a lograr,

nuestros anhelos más profundos alcanzar.

Descubrimos nuestra voz, poderosa y clara,

la motivación nos anima a luchar sin parar.

Creamos un futuro lleno de esperanza,

donde nuestros sueños se hacen realidad, sin tardanza.

En cada caída, encontramos aprendizaje,

la motivación nos impulsa al siguiente viaje.

Nos levantamos con fuerza y resiliencia,

persiguiendo metas con absoluta excelencia.

Abrazamos el cambio, exploramos nuevos caminos,

la motivación nos muestra destinos divinos.

Creemos en nosotros, en nuestras habilidades,

con pasión y perseverancia, alcanzamos grandes bondades.

En cada paso que damos, dejamos huella,


la motivación nos lleva a la cumbre más bella.

Somos adolescentes, llenos de potencial,

con la motivación, logramos lo inimaginable.

El mensaje se hace claro,

la motivación nos impulsa a ser sinceros.

Persistimos, creamos, buscamos triunfar,

con confianza y determinación, vamos a brillar.

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