Está en la página 1de 12
cuencias. En un nifio, que ademés es obes0, los tinicos ele- mentos coloreados en sus dibujos son los comestibles. Esto se combina con invariantes formales que asimilan el cuer- po humano descabezado a una parrilla donde se asa carne © a una mesa donde se apoyen alimentos. A 1 1 ‘No nos ha de extrafiar que en la préctica clinica se mul- tiplique este género de materiales donde se combinan y se superponen distintas variables: crométicas, formales, espa- iales, etc. Lo cual es mucho més frecuente que la existen- ‘cia de una sola de estas regularidades. Tampoco se trata de limitarse a una inversién y excluir toda referencia al conte- nido temético. De hecho, ocupa su lugar en el interior de ‘esta serie que estoy proponiendo y en no pocas secuencias, de produccién gréficas. El hilo del contenido argumental, al repetirse en diferentes inflexiones, nos guia con tanto dere- cho como cualquier otro elemento discemible, tal el caso de la bruja en los dibujos de Lorena (cap. VI) que, por otra parte, es el elemento més intensamente coloreado. Nuevamente la trabazén de distintos aspectos puestos cen juego en la composicién del material gréfico se impone ‘como lo més usual, lo cual no puede extraftarnos pues es también lo més congruente con las propiedades polifént- cas dela escritura inconsciente. NOTAS 11. Tustin, Frances: Estados autfsticos en los niflos, Buenos Aires, Paidés, 1987, 2. Material de Hernan, vase el capitulo VI de este libro. 3, Rodulfo, Ricardo: Seminario Estudios clinicos, Buenos Aires, Tekne, 1989, 5. LA FORMACION DE LA SUBJETIVIDAD ‘SUS TIEMPOS. SU RECONSTRUCCION MEDIANTE EL DIBUJO En sus recientes Estudios clinicos, Ricardo Rodulfo! con- ceptualiza tres puntos de inflexién en la estructura de la subjetividad, puntos de inflexi6n que gravitan en relacién con tres espacios fundamentales, que el autor designa como lugares de aposentamierto para dicha subjetividad, respectivamente: * cuerpo materno + espejo * hoja de papel (designacién convencional, tan valida como la de cualquiera de sus numerosos equivalentes, al pizarron, por ejemplo, « la mesa de trabajo donde el, nifio arma escenas de juego, escribe escenas de juego, podriamos decir). En cada uno de estos lugares de aposentamiento hay que considerar la interaccién compleja y reciproca de los registros de lo Real, lo Simbélico y lo Imaginario, pro- puesta por Lacan. Por otra parte, estos lugares no estn dados, no le son prefabricados generosamente al nifio: en realidad, éste debe construirlos con los materiales de su constitucién bio- légica sumados a los materiales ofrecidos por el mito fami- liar a través de las funciones materna, paterna, fraterna, etc. La paradoja es que al erigir estos lugares para anidar va produciendo simulténeamente su propia corporeidad en tanto que subjetiva. eae Tosccaste nema Satter eecmeecete a Seth Seeeataet See TP immer pre emt spn fumcgrennlimet petianecso ee fred eure popatany pond cade ‘some ns sal dan er epee ee rai ae SSS Gecieesteeae Sinem eres erent et Sere Sigineimatesese Sie eee eee ‘Sede maton conte ene es deta ponents ee [Soyer econ Yanebeentis crs or Mc seape que tai ences at sn cme ‘Sons sepatado pot a represen Peo hy gore ee hemes porbwenated comet ‘sox dence gee compeen fo mis Se erm eat {Thgpe sempre nsec opr adios pst se potane pe i ees goeeeenee cement emnt aires SS SRS ‘SP eee Seuse nace REESE HOE seamen

También podría gustarte