MOISSET DE ESPANES, Obligaciones

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= CAP{TULO I INTRODUCCION A) LAS RELACIONES JURIDICAS 1. Conceptos de relaci6n y de relacién ju La palabra relacién, tal como la define el Diccionario de la Real Aca- demia Espatiola, en su segunda acepcién, es la “conexiGn, corresponden- cia de una cosa con otra”. El concepto de relaci6n es, pues, sumamente amplio y abarca posi- bles conexiones entre objetos ~{nicamente- que se dan en el campo del ‘mundo fisico; comprende también las relaciones entre sujeto y cosa y, f- nalmente, [as relaciones intersubjetivas, que se producen cuando entran cen contacto los distintos individuos que forman tun conglomerado social, y que son objeto del estudio de las distintas ciencias sociales. Bl ordenamiento juridico se ocupa solamente de algunas de estas re- laciones intersubjetivas, y suministra las normas destinadas a regularlas. Podemos resumir lo expuesto diciendo que la “relacién”, en gene- ral, puede ser una conexién entre dos cosas, 0 entre una cosa y un suje- to, o entre dos sujetos; las conexiones entre sujetos reguladas por el De- recho, son las lamadas relaciones juridicas. 1.1, Concepto de relacién juridica “Bs una especie de relacién social (es decir, relaci6n entre personas), en virtud de la cual determinadas situaciones de hecho aptas para Ja satisfaccién de algunos fines o intereses, son consideradas por el 15 eee eee Tee Te Tee Luis Moisset de Espanés / Derecho de Obligaciones {grupo social dignas de proteccién, razén por la cual se reconacen a los sujetos de Ia relaciOn facultades 0 prezrogativas, y se les impo- ren los correlativos deberes”. ‘Las relaciones jurfdicas suelen engendrar derechos subjetivos; el ti- tular del derecho subjetivo (0 sujeto activo) es la persona que goza de las facultades o prerrogativas que le permitirin satisfacer sus fines o intereses, La relacién juridica engendra también deberes; cl principal de ellos propio de toda relacién juridica~es de cardcter general e indeterminado, ya que pesa sobre el resto del grupo social, y es el de permit que el titu, lar del derecho subjetivo satisfaga sus intereses, sin perturbarlo, Este deber de respeto es una de las notas més caracteristicas de la relacién jutidica. La sitwacion de hecho tutelable puede ser otra relaci6n social (es de- cir de persona a persona), como en el derecho subjetivo que nace de los wineulos obligatorios,llamados también por esa causa derechos persona. lcs; 0, puede ser una relaci6n de indole narural entre el titular del dere- cho subjetivo y una cosa (res), caso en el cual nos enfrentamos con la ca- tegoria de los denominados derechos reales. Estos ejemplos no agotan las situnciones de hecho merecedoras de roteccién, y por ello vemos que los ius fldsofos distinguen otras cate- forias de derechos subjetivos, como los derechos intelectuales y los dere- ‘hos persoualisiues, en el campo del Derecho Privado, Finalmente deseamos hacer notar que, a nuestro entender, el concep- to de relaci6n juridica es temporal y rclativo, pues en determinadas épocas el grupo social considera dignos de tutela algunos intereses que en otras épocas no fueron merecedores de ella y,a la inversa, intereses que mere- Gieron protecci6n en otras épocas, hoy no gozan del mismo trato e, in. cluso, en algunos casos son reprobados por el ordenamiento juridica ac. twal (como sucede con Ia esclavitud). Esta relatividad se vincula con los ¢ambios que se producen en la estructura social, en sus necesidades y en sus usos y costumbres, (0) Bs I deca pewan, lta de areca jr ba sido amplaentedeurollado por divers autores adiiadote qu en general exe conser encanto nu coneplaango, enando Vidal Ranier, or eempl, sens que slain ji solo pede lay sles ‘asus extremes a personas, sean natraleso julda que no puede haber relackn fun ‘eae sjetosy cous, y menos an etre cons. gta que sn dos excemcn dela acon {rd eda ubcado un jeto qu rsa sult dum derecho sabe yn costa, urate ‘quien income el camplinicato dew dberjuidico (VIDAL RAMEE, Fernand El ts Indico, 9, Caen Jui, Lima, 2013, p. 262; dl miso fan Peeps ones 16 pA ee T TUTTI T TY. ‘ Introdueci6n 2. Las relaciones juridicas patrimoniales. La obligacién como una es- pecie de relaci6n juridica patrimonial ‘Trazando una gran divisién entre las distntas relaciones juridicas po- demos distinguir, en primer lugar, entre las que tienen cardcter patrimo- nial, y las no patrimoniales. A su vez, dentro de las relacionssjuridicas de catdcter patrimonial puede efectuarse una division tripartita: a) derechos Personales; b) derechos reales; yc) derechos intelectuales. Sin embargo, ¢s frecuente que los autores solo realicen la distincién mis simple en dos categorfas: a) derechos personales o de obligacién, y b) derechos reales. La obligaci6n, pues, es una subespecie de las relaciones jurfdicas de tipo patrimonial. Siguiendo a nuestro maestro, el profesor cordobés Pedro Leén, di- rremos que la relacién juridica es un concepto juridico. En nuestro queha- cer diario apreciamos la importancia que tiene el uso de los conceptos, ya ue no es posible pensar, hablar, ni comunicarse con nuestros semejan- tes sino valiéndose de conceptos. La ciencia juridica tambien utiliza con. ceptos, extrayéndolos a veces de la experiencia de la vida real, o elabo- indolos como herramientas de técnica juridica. Por ejemplo, cuando una norma del Derecho Civil impone a un pro- pietario el deber de resarcir los dafos y perjuicios causados por la ruina de un edificio nos encontramos frente al concepto de edificio ruinoso que haa sido extrafdo de la experiencia de las cosas, 1 adie 6c, ens, Lima, 2013, p29) Ea sinc seaido, Gas Fernides Cnty Alfredo Ballard Gonsles staan uel relaion aiia slo puede exablcee eae see, (FERNANDEZ CRUZ Gast “La obliga: span par una dopndtca ca Ico {0% Thi, N 27-28, Lisa, 1994.47; y BULLARD GONZALEZ, Alfredo, Leas indice patrimonial Rees ws obligeioms, Le. Ars Edtotes, Lima, 1980, pp. 110111) Re supar, Fed Esoba Raa prec gue lela aia Garrab eta} ee pot one susie juin subj, urge dneaent enze persona ets deseo) ESCORAR. ROZAS, Freddy. *Contibcin al esudio de a relacn uce inter jetes™ Eas Thess 1°34, Lima, 1998p 15 ys) Sobre el tema pueden ante omsularse lar refctones 6 re ann gues propone cts tatizaciones ala pocn demi ca qu ane ace ‘ncaa clic cn Savgny (er LOHMANN LUCA DE TENA, Jann G. El aeons ed, Gre, Lins, 1954,p. ys), @ Hleonee de elifio rinoso ett impliment ecogido ene at. 1980 dl Cigo Cit vano sein el al el doe del misao ese efecto, espoasbl por os dfs que ceatone ‘ucla, siempre que eta provenga dela fade consracin ode comsrasabc fl saons (Cio de ProcadnienosCinles peruano de 1912 (Seopa) wade eonce de cheno 7 Pero en la misma norma encontramos otros conceptos que no son el fruto de la observacidn de hechos del mundo exterior, sino que se pue~ de decir que son anteriores a ella, az6n por la cual los fil6sofos del De- recho los llaman conceptos a priori. Entre estos conceptos indispensables para poder pensar y comprender los fenémenos juridicos, estan el de si- tuacin de hecho y el de consecuencia juridica. (Por qué? Porque todas las normas uridicas, sea cuales fueren, pertenezcan al Derecho Privado 0 al Derecho Pablico, al Derecho Civil o al Derecho Penal, estin articula- das logicamente de este modo: si acaece tal hecho, se le debe aplicar tal consecuencia juridica, La situacidn de hecho, o hecho condicionante, lo que nuestro Cédi- 0 Civil ha definido como hecho juridico, en el art. 896, es uno de esos conceptos a priori®. Lo mismo los conceptos de derecho subjetivo, de de- ber juridico, de sujeto de derechos y deberes, ya que no podemos conce- bir un orden juridico sin que él sea atributivo o declarativo de derechos de los hombres y, al mismo tiempo, les imponga deberes. No es posible concebir un orden jurfdico sin que exista el sujeto de es05 derechos y de esos deberes. Todo ello es previo a la experimenta- ci6n, a la aplicaci6n de las normas de] Derecho. Y si la vida regida por el Derecho es la vida social, si el Derecho rige la conducta de unos hombres (Gr 1027) conetendo uo accién ierical para solar I demon ol © ‘Mdopige de meds de reuriday a efector de evita eens aoe por cd tema Gu ferment normado por ela 64 del digo Proce Col pesana de 1992 como an ‘nea inovaia (tela pousor), sangue erpleandoexpresiones de contenido verfnie> ‘ds apo como: bien en nao en en ssc de nesta. (©) Har, £96 dl sneior Cig Ce argentino cube: Les hchos de quese ate eo parte del Cigo son tos lov acomseinienros wscepsbles de produc alga adsl, modi- ‘sen, waatrenso exit de lr derechos ebgaiones, Hart 257 del evo Cig CGoily Comeral vf: “Hecho jrdca, Hl hecho uo er el acaneciniato qu conforms alordenamieno jaro, produce el nacimient, modifcacin o extn de relacones oie Giones juris", En ambos case a referencial hectare como concep pir ale alos bechor-en grcal-como cain productos de derechos, demo que peinente dang el oncpi de aco rico del de acta erin que leissn as ars 259 260 al evo Cig CGeily Comercial argentino sl como ela. 140 de Cidga Civ peas, pats act juris tuna epee del rimro yet feta icant alos hechor bomans, volantarion tos 1 con decaracion de voluead,Sobre ese tema cab gees adem, que noes pacico el puso Telerdo ss isin oreacin de soni ene lata ico 7el negocio jure, Els crn pervna puede conser al respect VIDAL RAMIREZ, Feraodo. et jetico. 9 fd, Gata Jide, Lima, 2013p. 45,75; LOHMANN LUCA DE TENA, Juan GE negacio Inn. 2 Gey Lima, 194, p33 45 y sy ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Aco Fico nego ed, Gate Judes, Lia, 2010, p32 ys. Introduccion frente a otros hombres, surge también como uno de esos conceptos el de relacién jurdica, Digamos, brevemente, que el concepto de relacién, en el Lenguaje corriente, tiende a sefalar la existencia de un vinculo entze dos o més sujetos. Estas relaciones pueden ser simples relaciones de hecho, pero también pueden interesar a distintos ordenamientos normativos, como ser el trato social 0 ~y esto es lo que a nosotros nos interesa~ al Dere- cho. En este tiltimo supuesto estamos frente a las relaciones juridicas, que consisten en el vinculo que existe entre dos 0 més sujetos, en vit~ tud del cual uno de ellos tiene la facultad de exigir @ otro, algo que este ‘iimo debe cumplir. En resumen, este vinculo juridico otorga a una persona lafacultad de exigir algo, facultad que tiene como correlativo el deber juridico a cargo de otro sujeto de cumplir con algo. Pues bien, las obligaciones constituyen un tipo especial de rela- cién jurfdica, con caracteristicas propias y bien determinadas, que Iue- go analizaremos. Creemas necesario suministear una aclaracién sobre ciertas expre- siones técnicas con las cuales nos vamos a manejar en el terreno juridico. Obligaci6n: La palabra obligacién designa una relacién jurfdica com- peta que est4 integrada por dos polos: el crédito de un lado y la deu~ da del orzo. O sea, es una relaci6n jursdica obligatoria, Pero sucede que Ia palabra obligacién es equivoca, porque tiene otras acepciones; nosotros mismos a cada momento incurriremos en ciertas inconsecuencias, al emplear bruscamente, sin pensalo, la pala~ bra obligacién, ya no para designar la relacién juridica total, sino 50- lamente una parte de ella, la parte pasiva, la deuda. Por otea parte, en las mismas actividades econémico-jurfdicas, a ve~ ces con la palabra obligaci6n se designa un titulo o instrumento de eré- dito. Por ejemplo, una sociedad anénima cmite 0 pone en circulacién obligaciones, o sea papeles o acciones que pueden ser transmitidas. A veces se habla también de obligaciones al portador, queriendo referirse a titulos o instrumentos escritos al portador, que se trasmiten de mano en mano, Pero el significado téenico que nosotros damos al vocablo es cl de relacién juridica completa, global. a Luis Moisset de Espanés / Derecho de Obligaciones Deuda: En lo que atafe ala deuda sucede algo similar, porque se ha- bla indiferentemente de deuda, débito, deber y obligacién. Vale de~ ‘ir cuatro yocablos. Los dos primeros ~débito y deuda~ significan ms 0 menos lo mismo; en cambio, si empleamos la palabra obliga- ‘i6n, estamos dindole a este vocablo un sentido mutilado, Si habla- ‘mos de deber también puede existir un equivoco, que procuraremos precisar. El vocablo deber es de carécter genérico y sefiala de manera amplia la conducta que se debe observar por los sujetos, tanto en el orden social, como en el moral o juridico. Dentro del campo juridico la palabra deber tiene un significado més amplio que el vocablo deuda; deber, en general, se aplica a la conducta que todos tienen que observar frente a los demas; cen cambio la deuda o débito, como deberjuridico, tiene un aleance més limitado que el deber jurfdico en general. Es el deber que especificamen- te le corresponde al sujeto pasivo de la relacién juridica obligatoria, que tiene que cumplir una prestacién", Insistimos: sobre todos los que vivimos en comunidad, en sociedad, gravitan deberes jurfdicos que estin caracterizados por la potestad que tienen otros hombres, o el Estado —como ocurre en materia penal- para constrefirnos, para obligarnos a cumplir. Dentro de esos deberes jutidi- corse encuentra el de obrar con diligencia, que en caso de ser violado en- sgendrar4 la obligacién de reparar los dafios y perjuicios que se causen por culpa del que obre negligentemente (art. 1109 del C.C.)®. _Weoocepia de preacin ex recogidocxpresament por ela. 1403 del Csigo iil peruano, gue onipa del ojo dl contrat. Se depends de oa nora, dade el puso de vis a! gus ia presacion vene ae el conten dea oblyaciéncacad po dl contrata como RESEG deed en ls dotina eran por Manuel dels Puente Laval, quien trene ue a presacién ese comporti-ao conduc qu, en nets del acreedot dee cberrar dado En sentido puede consti em un da, eo in hacer oen tn bo hacer (ee DE LA ‘PUENTE Y LAVALLE, Manuel, szadioe dl conto priado, Tomo I, Cla Cuzco Eire, Lima 198, pp. 486488; y del mimo autor El cont en gee. Centro a a Sccon ‘Primera dl bro Vt del Cig Ci ime arte. Tomo, Fondo Eaoral dee Pools ‘vesdad Cats del Ped is, 1953, p. 27) (6) Har. 109 del anterior Cbtign Civil renting, primers parte, prensa qe: “Todo que fjeuta us hecho, qu po su culpa osegigeniaccaiona un dat a ono, et oblipado 2 ign del peucio Esa oblgacin ex tpi pr lr ssa sponcones elas» Lo ‘altos dt Deco Gi.) Vs en el nuevo Cdigo Cry Comercial argeatno ela. 1716 (ue seta “Debet de separa La vita del deber de no Gaia ot, oe incamplinieto Buna cies, da luge a eprai dl dao cauado,conorme con ls diposiones de st Ci 20 alien FFF TFT FTF TTF I ITTF ITI IIIT II IIT III IIIT Id. Esta norma no hace més que traducir el deber jurfdico de obrar con diligencia, y prueba de ello es que si la infringimos, se nos condenara inexorablemente a reparar los perjuicios®. Pero ocurre que ese deber juridico general no tiene un destinatario individualizado, a diferencia de lo que sucede con el deber que emana de la relacién jurfdica obligatoria, en la que el deudor esta obligado frente al acreedor y nadie més, pues hay una especie de circuito cerrado y el resto de la colectividad es indiferente a lo que ocurre dentro de ese campo. En cambio el deber juridico general ~como el deber de diligencia, que aca- bbamos de mencionar~ tiene como destinatario a todos los miembros de la colectividad y no a un individuo determinado. * En resumen: la relacién social es un vinculo entre hombres; este con- cepto se proyecta en el campo del Derecho y asf vemos que la relacién ju- tfdica faculta aun sujeto 2 exigir a otros una conducta determinada. La relaci6n jucidica obligatoria erea un vinculo entre dos sujetos, acreedor y deudor, en virtud del cual el acreedor puede exigir al deudor el cumpli- miento de una prestacion™. 3, Derecho personal o de crédito y derecho real, Sus conexiones y sus diferencias Fl esmdia de este tema no tiene una finalidad puramente técnica sino que obedece al hecho de que existe una norma en el C6digo Ci- vil, el art. 497, que nos enfrenta con el problema; dispone este articulo: “A todo derecho personal corresponde una obligaci6n personal, no hay obligacién que corresponda a derechos reales”. Baie gaia de no ata (eminem lade) es ecoydo también ene Derecho posting persano orl art 1968 dl Oxo Ci sobre eporsalicad ei ecacotraay ef al ‘Eka us “gel que por dao lp hn dato ro td obliga den ‘dscarg por fata de dla ocala arteponde su a" (Soir exe tino puto eae. 129 dl Cao i pereno eabee gue es eco de as hligacnes autocaral actedorparalo pete“) Epler ss edd eps an de que [Tilmdorc procure sqilo aque blo. 2) Pours lpn hack roar for oo, acora de dendor 3) Obes del deur anderzaio oreponiete. 4) Fret [Et derechos del deo, ca ens de a6 0 para au so dfes, con expel de os ‘queen intent aa persona o euand lo proba le. Cl creado pa eecicode los Tieiormeaonndo eee non ceases prevent oracn jedi ero Stes hacer char au deudor ene iio gus promucr (1 (6) Tanto ene auevo Ciigo Civ y Comercial arena como en el Cigo Cr peruano no xine noma sls Sn embargoes docieapeuan se han elborad ners tase . 2 Lats Moisset de spanés / Der de Obligaciones El Cédigo se pronuncia, entonces, por la contraposicién entre dos 6rdenes de derechos subjetivos: los derechos personales y los derechos reales, excluyendo del terreno obligacional todo lo que es inherente a los Iamados derechos reales. Pero aqui también debemos evitar, en lo posi- ble, otro equivaco motivado por el propio Cédigo. Una de las criticas més benignas que se le han hecho al Cédigo es el dela falta de precision téc- nica, en razén de que los vocablos muchas veces estin empleados en un sentido que no es el adecuado. En lo que ahora nos interesa veremos que se habla de derechos personales con dos significados distintos. Para suministrar una idea mis clara de lo que queremos explicar es conveniente acudir al indice del Cédigo, y ver emo estén distribuidas las ‘materias. Advertimos alli que en la Secci6n Segunda del Libro Primero se trata “De los derechos personales en las relaciones civiles”. En realidad, solo en el Libro Segundo corresponde la denominacién de derechos personales, en sentido estricto; porque si contraponemos los derechos personales alos derechos reales, nos estamos moviendo exclusi- vamente en el dmbito de las relaciones patrimoniales, y légicamente, que- dan excluidas la relaciones de familia, En este sentido estricto hablamos de derecho personal como sinénimo de derecho de crédito, vale decit el derecho que tiene el sujeto que esti colocado en el polo activo de la rela- ion obligatoria, con respecto a otra persona (por ello personal), el deu- dlor, una actividad dada, El art. 497 habla de ese derecho personal, equi- valente a derecho de erédito™. Pero, advertimos, en otras partes del articulado del Cédigo se utiliza la expresién derecho personal con un sentido quizés demasiado amplio, porque incluye los derechos de familia. “ea ERLE Ce crear se ae pees eee 5 wienaueiereeaiee aun eee ee eee are ene eee are dered ie oes rere See ele ee spa ee a ae eat ne Reh Se tee eee ee ae ee oe Bik Ras eas ls aaa a ach foe ee crane eee NTE IEEE OEE EET TTI ITIP ITI III III II III II III DY La posicién de Vélez Sarsfeld a este respecto obedece a que siguid un criterio de clasficacién de los derechos, que tomé de Ortolin, a quien cita en la nota del art. 497, Los derechos aparecen asi clasificados en dos grandes grupos: de tun lado, los derechos absolutos o reales; del otro lado los derechos personales 0 relativos. Los derechos absolutos, como se los llamaba de acuerdo con esa concepeién, se caracterizan porque toda la colectivie dad esté forzada a respetarlos. En cambio, se dice quue en los derechos relativos no existe ese cardcter absoluto; hay siempre ciertas y determi- nadas personas que estin vinculadas o ligadas hacia el tittlar, hacia un sujeto determinado. Con este concepto Vélez Sarsfield estructuré el Cédigo, cuyo plan sigue fielmente esta clasificacién. Asi, por ejemplo, prescindiendo de los dos Titulos Preliminares y del Titulo Complementario, la materia fun- damental del Cédigo esté agrupada en cuatro Libros: el Primero y Se- gundo tratan los derechos que Véler Sérsfield llama personales (con la amplitud que ya hemos sefialado); el Tercero, de los derechos reales, y el Cuarto, de las disposiciones que son comunes a unos y otros dere- chos, a los personales y a los reales, Asf, la sucesi6n contiene normas © preceptos comunes, porque tanto los derechos personales como los reales se transmiten por sucesi6n. El sucesor es acreedor o deudor 0 es también propietario de todo aquello de que su causante ha sido acree- dor, deudor 0 propietario. Del mismo modo, Ia prescripcién que esté en el Libro Cuarto in- cluye normas comunes a una y otra clase de derechos. éPor qué? Porque los derechos reales se adquieren o se piercien mediante la prescripci6n y porque los derechos de crédito se pierden merced a la llamada prescrip- ci6n liberatoria®™, Ti) Ta errr del nero Codigo Cv y Comercial argentino esa siguiente: Tle Preinioar, Lio Primero: Fare general Libre Segundo: Relations de fei; Libro Trcero: Derechos personales Libeo Cero: Derechot eles Libro Quist: Transmit de derecior pore de "use, Lio Seto: Dposicinescometes sos devschos prone reales For pat, £1 Cpe il peruano et exracrad en de bos, pretidos de un Til Preliminary ‘eguids de un Tilo Fea. De oro ao, on cuanto al traiem de la reserpine Cig Pfoano se copa seputadamente de a zdqisiva ene Libro V (Devecos sel) (ats 950 31953) y del extneao Hbeatra ena Libro VI (reserpciony eadacidad) (rs. 1989 312000, 23 Luis Moisset de Espanés/ Derecho de Obligaciones Cuando se analiza esta contraposici6n de que habla el art. 497, con- viene hacer una aclaraci6n previa, porque indudablemente la posibilidad de una confusién entre estos dos drdenes de derechos no se presenta con todos los derechos reales, ni con todas las obligaciones. ‘Vamos a recurrir a un ejemplo que permita aclarar lo que acabamos de expresar. Las obligaciones, para tomar una elasificaci6n muy amplia de ellas que brinda el art. 495, primero del Titulo I, son de tres clases: de dar, de hacer 0 de no hacer". Las de dar consisten en la entrega de tna cosa; las de hacer en la eje~ scucin de un hecho; y las de no hacer en una omisién o una abstenciGn. Respecto a las obligaciones de hacer y de no hacer, no hay posibilidad de confusi6n; no tenemos por qué preocuparnos de establecer diferencias. Del mismo modo con ciertos derechos reales: el més caracterfstico, el més enérgico, cl més completo de todos, dirfamos, es el derecho real de dominio, éQué es lo que puede suceder? Aquf juega el ejemplo. Supongamos que A se ha comprometido a entregarle a B un caballo de su propiedad Aleha vendido aB el animal, y es deudor de la obligacién de dar, consis- tente en la entrega de ese equino. Al mismo tiempo, A es propietario del caballo y lo seguiré siendo mientras no lo entregue. Por su parte, B tiene derecho a exigit la entrega del caballo, Entonces, superficalmente mira- do el asunto, parecerfa ser que hay dos derechos semejantes, similares, que tienen el mismo objeto: el derecho de B a ese animal que ha compra- do y pagado, y el derecho de A que es el duefio del caballo. Sostenemos que solo en estos casos el problema merece ser analizado, porque en las demas hipétesis no habré sino esfuerzos de erudicién, a fin de propor- cionar un cuadro més o menos completo de los distingos entre derechos de crédito y derechos reales. (02) Exclnaera Cigo Chil y Comercial argentino los dieros aspects dels obliacones de dae stg elds ex Jon aus 746 al 772; las obligaciones de age en os art 773 777, Yas bfaciones de no hacer en el art 778 Encanto al C6digo Civ pesuano algae de tin elas eu os ars. 1132 al 1147 td baer en los art. 1148 al 11579 ls de 20 en lsat, 1138 a 1160, Cabesfalar qe la Joceina pean precio ue a cl sifeacin eorespone al presi (no ala cbligain}, lama qu puse ex ded, acer ‘ono hacer (er DE LA PUENTE Y LAVALLE, Masel Exar def contrat prised, oro I, (Cua Cuco Editors, Lina, 1982 pp. 486-488; y del mismo aur, El contato ex genera Comentarisa e Sectn Pimera del Libro VI del Og Cs. riers pate, To Fondo dtr des Pontificia Universidad Cats del Pers Lin, 1993, . 277), 24 FT a eee eee a eee eee eee eed. TIntroduccién Ahora bien, si nosotros comparamos uno y otro de estos derechos ‘en el ejemplo que hemos dado, el derecho de A y el derecho de B, vere- ‘mos que A tiene un derecho sobre el caballo, es el duefio; en cambio, B tiene derecho a que se le entreguc el caballo, que no es lo mismo; y tan no ¢s lo mismo que pueden coexistir ambos derechos simulténeamente, En el ejemplo dado, A es el titular del derecho real de dominio; al mis- ‘mo tiempo B es el titular del derecho de crédito de exigir la entrega de! animal. Vale decir que coinciden en el tiempo; de modo simultineo exis- ten los dos derechos. Esa coexistencia es la mejor comprobacién de que son distintos. Obsérvese bien ahora el contenido de uno y de otro. El contenido del derecho de propiedad de A consiste en el uso, goce y disfrute de ese caballo, mientras él sea el duciio, en el poder de disposicién que conti- na teniendo; porque cuando entremos al estudio de las obligaciones de dar veremos que se concibe perfectamente la posibilidad de que A -en el ejemplo que hemos proporcionado- venda a otras personas el mismo animal y que aparezcan varios acreedores investidos del derecho de re- lamar ese mismo caballo. Tanto es asi, que la ley nos da una regla, una ‘norma para que solucionemos ese conflicto o colisién de derechos en- tre los diversos acteedores. Se preferir4, por ejemplo, al que fue prime- 0 puesto en posesiGn!. Mientras el titular del derecho de dominio tiene esas facultades, en cambio el titular del derecho de crédito no las tiene. El titular del derecho de dominio posee un derecho actual, de uso, goce, disfrute, disposicién, ‘etcétera. Mientras que el titular del derecho de crédito tiene el derecho a que en el futuro pueda él entrar en ese uso, ese goce, ese disfrute, recién cuando el deudor cumpla la obligacién que ha contrafdo. Entre tanto no. En el caso de los derechos de crédito, puede ocurrir ~como lo de- muestra el ejemplo que acabamos de dar- que haya una concurrencia de varios acteedores investidos del mismo desecho para reclamar algo; por 30 el Cédigo Civil da las normas para solucionar el problema‘. Pero UT) Farge eno de concaenia de seredores (de derecho) sobre iene males, eat. 1136 del (Ciigo Gil peruano prefer también al axeor de buena fea quien el der haya hecho surg del bie poser de buen fe) aunque sa alsa de ech postin; ye cto que no aya bid enepa fica dal bie e prefer lareedor con ilo de fecha stein pera. ‘tno en este caso el lo gue cone de doameat de fecha cera mis sigue (04) dem. pars eleato de concurencia de arendores de derechos) sobre iamuebes el at. 1135 del (Cio Ci peruano prtee al seredor de Bien fe uy tals ha sido primera eset Luis Moisser de Espanés / Derecho de Obligaciones ‘esto no se concibe en materia de derechos reales, porque en este aspecto nuestra ley es terminante. Bl art, 2508 dice: “Bl dominio es exclusive, Dos personas no pueden tener cada una en cl todo, el dominio de una cosa; mas pueden ser propic- tarias en comiin de la misma cosa, por la parte que cada una pue-~ da tener”, Sin embargo no han faltado algunos que han tratado, en esta parte, de hacer una equiparacién entce el derecho personal y el derecho real, @Por qué? Porque hay una vieja maxima, que se aplica justamente en ma- teria de obligaciones, que dice que el patrimonio es la prenda comiin de los acreedores, es decir que el patrimonio de deudor constitaye wna es- pecie de garantia de lo que a ellos les es debido. Entonces, puesto que la prenda es tun derecho real, se dice que el acreedor, titular de un derecho de crédito, posee un derecho simi semejante, al derecho real del acreedor prendario sobre las cosas pren- dadas, Pero no es asi, puesto que este aforismo que expresa que el pa- trimonio ¢s la prenda comiin de los acreedores no es sino una metafo- ra; no hay tal prenda. La prenda consiste en afectar en garantia de un crédito una cosa determinada, una cosa individualizada. Por ejemplo, el deudor, en garantia de lo que debe, entrega al acrce- dor diversos objetos muebles; asi, lo que se lama vulgarmente emperio en los vicjos Montes de Piedad o a las personas que se dedican a esta activi dad, con frecuencia poco honorable; o en la actualidad la prenda que se llama sin desplazamiento, en que el deudor conserva en su poder la cosa prendada. En nuestro pafs encontramos la llamada prenda agraria que ‘ep el Rego o,ensudefec al ceedor on snl ce fchs anterior, pefiéndoe en et eso logue conte de documento de fecha era dst. (15) Hear exusivo de dominio (propiedad) es rpalada en I primera pate del act. 1943 ‘el nuevo Cédigo Ci y Comercial aren, sg el cual“) El domi es excisivo y tm puede tener mis de un ular .)"- Pr su parts, las norma del Cigo Gl peruano que tegaan et derecho de propiedad (ar, 923 ys) no ge referenexpresment al eateer exe fv de ee No obsans I jarspradencia de suesosebuals ha sancomado exe peinpio desde hace mucho tempo yen form reierad, al sostener que noes uriicanete aisle |e esextencs de dono mds pernons titles de) derecho rel de propid,pou coo exe exlyene (ia peso 4] regimen de coprpiedd, ge se configs por sea sitmaia Adina) Exp. N° 47935-Labayeque Exp NP 304-95:Jaing Cas Ne 8742006 Li 1N¥2229-2008-Lambayegs Segundo pleno castro; entre ot) 26 Nees e esse ese SITU TIT I TITTY Introduceié comprende todas aquellas maquinatias con las cuales se queda el deudor; por eso sc le llama también prenda sin desplazamiento, porque su pose- si6n no se desplaza al acreedor, como sucede en la prenda con registro". En todos estos casos las cosas prendadas son cosas detefminadas, son cosas especialmente designadas para que sirvan de garantia. Pero en la llamada prenda comtin sobre el patrimonio no hay nada de eso, por- que el patrimonio es un concepto juridico; el patrimonio no es una en- tidad corp6rea, Io tinico que se quiere decir es que ~a diferencia de lo ‘que ocurria en el primitivo Derecho Romano, en que las personas mis- mas eran las que estaban obligadas~ ha cambiado el objeto de la obliga- ci6n y en lugar de recaer al vineulo jurfdico sobre la persona, recae aho- 1a sobre el patrimonio. El acteedor, para cobrar su deuda, podré dirigirse sobre los bienes que componfan ese patrimonio e incluso sobre los bienes que no estaban en el patrimonio cuando él constituyé el crédito; puede reclamar el pago sobre los bienes que ingresaron después, porque dentro del concepto di- namico de patrimonio, los bienes del deudor estan entrando y saliendo, unos en reemplazo de otros, por lo tanto écémo se puede hablar de una verdadera prenda? Fl acteedor, por ejemplo, hoy le presta a au deudor ‘una suma de dinero para cobrarla dentro de cinco afios; al término de los ‘ismos va y cobra sobre los bienes que tiene en ese momento el deudor ¥¥ que no los tenia cuando la obligaci6n fue contraida. De manera enton- ‘es, repetimos, que aqui no podemos hablar de un derecho real y menos afin por lo siguiente: el acreedor no podcia ir y tomar como si fuera suyo un bien de la llamada prenda comin, haciéndose justicia por sus propias ‘manos; siempre tendria que someterse a los tramites y procedimientos de la ejecucién judicial. Si procuramos establecer las diferencias, que consideramos fundamen- tales, entre derechos personales y derechos reales, hemos de encontrar un @ Per laprenda qu eto origin repuladen lL V (Derechos rel) del Cigo Chil ars. 1085 a 1090)-adc agua modaldad conti po conf ene juris de ‘en moebepreniado, exe, a derominada prenéa sin dsplewanint (at 189); molded «ge tambinconterplaban as prendas gsc (Ley N° 2402, ar 4, india (Ley N° 23407, A $9) miner (DS. N° 014-92-EM, art 190) yaronintin sobre motores Ley N°27264, an 49.2) Poeinmente, todas eas ispoiciones ors que regulon os din tpos de preada tel erin a prenda de aciones deta saris, foto deogada po a ip, final de a ey dea Garant Mobili (Ley N° 28677), nara que afi égimen pl de Luana peendaray cay a 3.1 exabece qe a paraa mobi pede consult con in despotesin del bien moet 27 ee DOVSVIDTT TTT V OST T UI UU TUTE T eevee Luis Moisset de Espanés / Derecho de Obligaciones verdadero catélogo de distinciones, mas o menos extenso. Pero no intenta- remos hacer un estudio agotador, exhaustivo, de este problema; nos limi- taremos a precisar algunas diferencias que entendemos son fundamentals. 3.1, Mediatez Leén decia en sus clases que hace ya muchos afos, al desarrollar ¢s- tos tépicos alrededor de 1944, ravo la oportunidad de traer a nucstro De~ recho conceptos que estin perfectamente precisados por jurists italianos y por eso emplearemos vocablos que no tienen todavia carta de ciudada- nfa en nuestro idioma, pero que son muy precisos para sefialar la distin- cién. Dichos vocablos son: Ia inmediatez y la mediatez. La inmediatez es un rasgo caracteristico del derecho real; el titular del derecho real esti colocado frente a la cosa sobre la cual tiene derecho, fen una posicin que es inmediata es decir que no hay intetmediarios. La vinculacién de él con la cosa no es a través de otro. En cambio, en la re- lacién obligatoria la posicién del sujeto, del acreedor, es mediata; hace falta la interposici6n de otro sujero, el dendor, que sirve de intermedia- Flo entre el sujeto activo y las cosas. El ejemplo que dimos recién es suficientemente ilustrativo, El acree- dor que tiene derecho a la entrega del caballo esta colocado en una posi- cién mediata con respecto al animal; él no puede tomar el caballo, ni di poner de él porque no es el dueiio, Es preciso que le sea entregado, que el deudor cumpla la prestacién. Por es0 decimos que la relacién obliga- \ toria es mediata. \ \.3.2. Individualizaci6n del sujeto pasivo Pocemos sefialar ahora una diferencia subjetiva, En la relaci6n obli- gatoria el deudor esti determinado, esté individualizado, no hay obliga- ci6n sin que se sepa quién es el deudor. En cambio, en el derecho real no cocurre eso. Por eso algunos autores que se proponen borrar las diferencias en- tue una y otra especie de derecho subjetivo afirman que también en el de- recho real hay un deudor. Ese deudor ~se dice— es la comunidad entera, porque todos los miembros de la colectividad tienen el deber pasivamen- te universal -asi Ie llaman— de respetar al propietatio en el ejercicio de su derecho. Aceptamos que asi sea. Ya se sabe que el derecho real existe erga omnes, expresién latina que significa que se da contra todos. Pero justamente el argumento nos ofrece la demostracién de que no es sélido, 28 ae I isctcton porque tna cosa es que quien esté obligado sea toda la comunidad, toda la colectividad, y otra cosa que lo sean ciertas y determinadas personas bien precisadas, bien individualizadas. Hay, no més una diferencia. Con este motivo se ha dicho que en el derecho real gravita sobre los demés una obligacién similar a aquellas obligaciones que se llaman de no hacer, porque imponen una abstencién, el deber de abstenérse de todo Jo que pueda atentar contra el derecho del titular; deber que es correlati- vo del poder de exclusién que tiene el titular del derecho real en cuanto a todos los demés miembros de la colectividad, y que esté perfectamente precisado en el art. 2516, que dice: ‘ “E] propietario tiene la facultad de excluir a terceros del uso 0 goce, 0 disposicién de la cosa, y de tomar a este respecto todas las medi- das que encuentre convenientes (..)"2”. Entonces, correlativo al derecho de exclusién esti el deber pasiva- ‘mente universal. Pero ~insistimos- una cosa es que sea la comunidad en- tera la deudora y otra cosa es que sean ciertas y determinadas personas. Hasta en el ejemplo que hemos dado, en que podriamos decit que entramos un tanto al terreno psicol6gico, lo que es duramente criticado ppor muchos jurstas que dicen que el psicologismo ha ocasionado graves

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