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EL LIBRO DE JOB

Neville Goddard 02-01-1963

Traducido por Bárbara De Maio para el grupo Neville Goddard Intimo.

Esta noche hablaremos sobre el Libro de Job, posiblemente el libro más


mal citado en el mundo. Me atrevo a decir que todo el día usas pasajes, y
no sabes que estás citando mal este Libro de Job. Pues nadie sabe quién
escribió el libro. Tiene el título de su héroe, como muchos libros de la
Biblia: el Libro de Josué, Nehemías, Ezra, Daniel, Ruth – muchos, donde el
nombre del héroe es nombrado. Ese es el libro de Job. La palabra "Job" de
los sabios famosos, significa: "¿Dónde está mi padre?" Tú y yo hemos lo
hemos escuchado como “el perseguido”, pero el punto central de la
narración es que Job era completamente inocente – no culpable de alguna
ofensa, sino simplemente la víctima del experimento más cruel de Dios. El
último capítulo revela que todo fue por Dios. Algunos sabios en el camino
o algún escriba insertaron una pequeña historia en el primer capítulo que
es sospechosa, porque ellos no podían creer que Dios pueda hacerle eso al
hombre. Así que afirman que hubo un pacto entre Satanás y Dios
permitiendo a Satanás hacerlo – Satanás el acusador, Satanás el diablo;
pero Satanás desaparece en el primer capítulo y nunca reaparece. Lo hace
por un momento, pero no lo hace en los cuarenta y dos capítulos, ni
siquiera en el epílogo. Entonces sabemos que este experimento cruel fue
por Dios.

Ahora, tú eres Job, yo soy Job, el mundo es Job – el mundo de la


humanidad. Y abordarlo como si fuera una lección de paciencia –
paciencia bajo estrés, bajo prueba – es extraviarse en el principio. Ese no
es el propósito de la historia. Espero poder terminarla esta noche como la
veo. Si tuviera que ubicarla en la Biblia, la pondría al final del Antiguo
Testamento, porque parece dirigir exactamente a la revelación del Nuevo
Testamento. Pero no estoy reescribiendo la Biblia o reorganizándola – pero
si tuviera que ubicarla, ahí es donde la pondría. Lleva justo al despliegue
de la visión tal como la encontramos en los evangelios y las epístolas. Si no
estás familiarizado con ella, déjame intentar guiarte a través de lo más
interesante de Job.

La escena ocurre en Edom y todos los personajes son edomitas, famosos


por su sabiduría. Job, nos cuenta la historia, era un jeque árabe recto y
muy rico, dueño de miles de ovejas, miles de ganados, cientos de bueyes y
asnos, innumerables sirvientes y diez hijos – siete niños y tres hermosas
niñas. Así nos dice la historia. En el prólogo, se nos presenta a este gran
héroe, que es Job.

Luego vienen los cuatro ayes, basados en el pacto entre Satanás y Jehová.
El primero viene y anuncia, que los sabeos vinieron de repente y mataron
a todos los sirvientes que estaban cuidando las ovejas y se llevaron todas
las ovejas. Y mientras estaba todavía hablando, el segundo ay apareció y
dijo que la muerte se llevó todo el ganado y masacró a todos los sirvientes.
Luego viene el tercer ay, y se llevó todos los bueyes, los asnos y masacró a
todos los sirvientes. Luego viene el cuarto ay, sus hijos –todos ellos –
estaban cenando en la casa del hijo mayor, y allí llegó este viento fuerte y
aplastó las cuatro esquinas y la casa colapsó y todos murieron y él fue el
único que escapó para venir y darle la noticia a Job. Y Job rasgó su túnica,
se rasuró la cabeza, se arrojó al suelo, y luego dijo: "Desnudo vine al
mundo, desnudo vine del vientre de mi madre y desnudo volveré." Luego
se culpó a sí mismo, no por el acto sino por haber dicho: "desnudo vine al
mundo y desnudo volveré." Él no veía nada para condenar en Dios, así que
no vio nada malo en lo que Dios haya hecho. Luego, después de los cuatro
ayes, y de que todo le haya sido arrebatado – todos sus hijos, todas sus
posesiones, todo – empieza lo físico, la sustancia del hombre llamado Job,
y empieza con los forúnculos. Ahí es cuando Satanás desaparece de la
escena y todas estas cosas siguen una detrás de la otra – las llagas desde la
planta de sus pies hasta la coronilla. Entonces su esposa le dijo: "¿Todavía
vas a ser honesto sobre eso, tu integridad intacta? Maldice a Dios y
muere." Y él le dijo a ella: "Has hablado como una mujer necia, Dios quien
nos dio el bien ¿no nos dará el mal?" Así que nada salió de sus labios que
pudiera de alguna manera ser una condenación de Dios.

Luego vinieron sus consoladores, conocidos como "los consoladores de


Job." Había tres amigos y vinieron a consolar a Job. Ellos escucharon de su
difícil situación: perdió todo, siendo el jeque más rico de Edom, y no
pudieron reconocerlo, era una criatura de aspecto horrible. Cuando ellos
lo vieron, también rasgaron sus túnicas y se sentaron con él por cinco días,
cinco noches, sin hablar, de luto por su amigo. Job rompe el silencio y lo
rompe afirmando que el mismo día debería desaparecer del año
calendario. "Que perezca el día en que nací y la noche en la que se dijo
que un niño varón fue concebido." Y luego tiene este discurso contra ser
traído a este mundo. Él no tenía que ser traído, él fue traído: él fue traído y
ahora se encuentra sin ninguna culpa de que todas esas cosas le hayan
pasado. Ahora hace la terrible defensa de sí mismo. Luego viene el primer
consolador, que no consuela del todo, porque está entrenado – como fue
entrenado Job y como tú y yo estamos entrenados- para creer en la
justicia divina.

Todos creemos en la justicia divina, en la retribución. Así que vemos a una


persona como Hitler, que vivió hasta el último momento en sus quince
años de regodeo, o un Stalin, por sus casi treinta años, habiendo asesinado
a millones – y qué le pasó a Stalin? Murió como tú y yo moriremos – una
pequeña hemorragia cerebral y en poco tiempo estaba inconsciente,
después de haber asesinado a millones. ¿Dónde está la retribución?
¿Dónde está la retribución de Stalin, dónde está la retribución de Hitler,
dónde está la de cualquier tirano? Ellos viven al igual que nosotros. Viven
en la tierra, asesinando innumerables millones, y luego simplemente
mueren como nosotros morimos. El sacerdocio nos dirá que ellos tendrán
su día. Dios los castigará más allá de la tumba, o en alguna encarnación
futura si crees en la reencarnación. ¿Cómo podrías vivir y cuánto deberías
vivir para pagar la deuda de trece millones, cuando los quemaste vivos y
los masacraste también?

Así que dan argumento tras argumento para persuadir a Job de que ha
violado este código de alguna manera. Quizás en su juventud, quizás en el
pasado – y no puede recordar lo que ha hecho. Quizás cuando era niño,
dice él, alguna pequeña infracción; pero esto está más allá de la
proporción de cualquier cosa que haya hecho. El juicio de Dios, ¿qué me
ha hecho ahora? Esto trasciende lo que cualquier juez justo podría poner
sobre mí por cualquier cosa que podría haber hecho en mi juventud. Ellos
todavía intentaban persuadirlo, y así, como el padre dijo: "Imparcial es la
justicia de Dios."

Luego vinieron los tres consoladores – que no eran consoladores del todo;
de hecho eran como nuestros amigos. Puedo decirte: Puede que no tengas
algo físicamente mal después de haber confesado que creías de lo que
hablo. Puede que nunca estés financieramente avergonzado luego de
haberte ido por las ramas y confesarle a alguien que lo creías. Ellos
vendrán como Uriah Heep, y todos se lamentarán. "No debería haberte
pasado," dirán, "ciertamente no a ti. ¿Tú quien dice que sabe que los
estados son reales y todo lo que necesitas hacer es entrar en un estado y
el estado florece en tu mundo y en ti?" Estos son los consoladores de Job.
Y entonces, "Si yo estuviera en tu alma en lugar de en la mía, no te diría lo
que me dices" dijo Job. Pero ellos persistían; cada uno tenía tres chances
de desinflarlo y cada vez que intentaron él volvía con una respuesta
directa. Pero él es su propio justiciero, muestra todas las cosas que hizo:
nunca rechazó ningún bebé, ningún niño huérfano, ninguna viuda, ningún
extraño que buscara comodidad, nunca entendió – que espero que
ustedes entiendan – lo que viene en la flor llamada, en el Nuevo
Testamento, "gracia" – que nadie en este mundo puede construirse un
camino a Dios.

No puedes ser lo suficientemente bueno para venir ante la presencia de


Dios, ningún hombre en el mundo. Él viene por "gracia," el extraño amor
electivo, y nos llama uno por uno. Entonces él no sabía que no hay tal cosa
en este mundo como justicia divina; y todavía – en toda la ortodoxia del
mundo – enseñan y predican justicia divina, retribución – y no hay. No
existe tal cosa. Si fuera el padre de un niño que ha nacido demente, donde
yo sufrí, la madre sufrió, los hermanos sufrieron, el niño sufrió por eso – y
eso es justicia divina? E intentan justificarlo diciéndome que en alguna
encarnación pasada él hizo esto o aquello y que por eso lo es; y [nosotros]
estuvimos relacionados con él de alguna extraña manera en el pasado y
por eso hoy todos caemos en la misma red. Bueno, eso se nos responde
en el 9no [capítulo] de Juan: 'Maestro, ¿quién pecó a este hombre o a sus
padres, que nació ciego?' La respuesta fue: 'Ni este hombre pecó, ni sus
padres, sino que las obras de Dios pueden manifestarse en él.'" Sin
retribución alguna. Hay algo diferente, que Dios lo ha denunciado por
"gracia", porque si yo fuera puro, nunca sabría que existe algo como un
Dios de la misericordia. Dios ha consignado a todos los hombres a la
desobediencia para que pueda tener misericordia de todos, que nadie
pueda jactarse y alardear de su propia pureza.

Así que, al final Job está todavía dando argumentos de su justicia propia –
cuán bueno es, cuán amable ha sido, y enumerando todas estas cosas que
no deberían haberle pasado. Job discutía, mientras todos estos supuestos
consoladores discutían contra él. Entonces al final, exige que Dios
aparezca, quiere encontrarse con Dios, confrontarlo. Dice: "Sé que me
matará, no tengo esperanza, pero le presentaré mi caso a la cara." Luego
hace esta afirmación: "Esta sera mi salvación porque los impíos no estarán
ante Él, y si ahora puedo persuadirlo de que me vea para presentar mi
caso, entonces estoy frente a Él, y sólo los puros de corazón puede estar
frente a Él, así que si estoy frente a Él esa es mi salvación." Él todavía está,
hasta el final, justificándose.

Nunca escuchó hablar de la gran historia del sufrimiento vicario, o el autor


del libro nunca escuchó de ella, porque Job no lo escribió – él es
simplemente el héroe de la narración o de la historia. Así que al final,
exigiendo que: "escuchen mi caso de cuán justo soy", él todavía cree en la
retribución y está exigiendo por justicia propia que se le otorgue un
veredicto a su favor. Siente que debería ser absuelto, que esto no debería
continuar como ha durado tanto tiempo en su vida. Como ves: él no ha
abandonado aún la creencia en la retribución, aunque lo niega cuando los
amigos discuten por ello. Los amigos intentan demostrarle que está
equivocado, que alguna vez en el pasado – porque existe la justicia divina
o no podría tener estas llagas, perder su reino, perder su familia, perder
todo - en algún momento se había ganado este juicio.

Luego viene la voz de Dios. Por primera vez, Dios habla. Dios se niega a
responder todos los argumentos de los hombres, se niega a responder los
argumentos y solicitudes de Job. Job está en su justicia propia, porque en
el infierno la única voz es la voz de la justicia propia. En el cielo todo está
perdonado y la voz del cielo es el complete perdón del pecado, sin
importar lo que el hombre haya hecho. Él estaba en el infierno sin
embargo, todavía caminando en la tierra –como estamos en el infierno, si
estamos llenos de justicia propia.

Entonces Dios le responde fuera del torbellino. Y puedo decirte: es una


expresión perfecta, el "torbellino." Así es como viene. Aunque es una
hermosa expresión poética, cuando viene, viene del medio de un
torbellino. La escuchas y la sientes. Piensas que es la tormenta más
aterradora que encontrarás jamás, que cualquier hombre podría
experimentar. Cuando la escuchas y la sientes, Dios está a punto de hablar.
O escuchas las palabras o tienes la escena, y empieza a desarrollarse – la
visión más fantástica, más real que esta habitación. Dios responde a Job
fuera del torbellino y hace todas las preguntas que conciernen a la
creación. "¿Dónde estabas cuando creé el universo?" Hace una pregunta
tras otra, todas relacionadas con la creatividad. Job no puede responder, y
entonces Dios se muestra a sí mismo, se explica a así mismo (el 5to
versículo del capítulo 42). Ahora se arrepiente y se cubre de cenizas y ve lo
audaz que ha sido exigiendo que Dios le responda. Luego dice: "He
escuchado hablar de ti por la audición del oído, pero ahora mi ojo te ve."

Su religión, como nuestra religión antes de la experiencia, fue heredada. La


tradición oral del padre, la tradición oral de las iglesias – y luego la
escuché. No la experimenté, sólo la escuché; mi madre me contó, y luego
mi madre me llevó a la iglesia, y el ministro dijo, o el rabino lo dijo. Lo
escuché de la aparente autoridad. Mi religion fue heredada, y entonces
esperaba encontrar un tipo diferente de Dios – un Dios que el hombre hizo
a su propia imagen aquí, un Dios que él llamó un Dios justo: "ojo por ojo;
diente por diente." Yo no podía concebir otra clase de Dios, un Dios de
amor infinito donde hay "gracia". No importa lo que un hombre haya
hecho alguna vez en este mundo – ni siquiera un Hitler o un Stalin – todo
en el mundo será perdonado. "Aunque tus pecados sean como escarlata,
serán blancos como la nieve."

Luego Job vuelve con sus amigos, y Jehová llama a los amigos y les dice
que se sacrifiquen, porque: "Ustedes mintieron sobre mí. Todo lo que
dijeron de mí era falso y lo que dijo Job sobre mí era verdad." La rebellion
de Job fue contra la ortodoxia, contra todo lo eclesiástico, todo ritual,
como si este fuera el camino a Dios, pues él los hizo a todos ellos y aún así
sufrió. Él mantuvo cada ley de la iglesia antigua; él sacrificó, él hizo todo –
y aun así al final sufrió como ningún hombre ha sufrido, y supo que no era
verdad. Entonces elogió a Job, porque lo que dijo de Jehová era verdad y
lo que ellos (los justos) dijeron de Jehová era falso. Así que los hizo
sacrificar y les dijo que vayan con Job y le pidan a Job que orara por ellos.
Si Job rezaba por ellos, entonces serían liberados; dependería de Job, y Job
oró por sus amigos y su propia cautividad fue suprimida.

Ahí es donde entras: para olvidarte completamente en el amor de un


amigo que está en necesidad. Sin levantar un dedo, tú lo sacas de un
estado y lo pones en otro; no importa lo que él haya sido en el pasado, lo
olvidas y lo pones en otro estado. Él sólo estaba expresando un estado, él
nunca fue el estado que expresaba. Lo condenamos pensando que él era
el estado. Entonces Job oró por sus amigos, sacándolos de ese estado de
justicia propia y justicia divina, y los vio en el estado de gracia. Así que
todo dependía de la capacidad del hombre para perdonar.

Se nos dice en Lucas 13, cuando vinieron a él y le dijeron que Pilato reunió
a los galileos y mezcló su sangre con sus sacrificios, y les dijo: "¿Piensan
que ellos fueron peores pecadores que aquellos otros pecadores? Les
digo, no, a menos que se arrepientan encontrarán un destino similar. ¿Y
creen que cuando la torre cayó en Jerusalén y aplastó a dieciocho, que
ellos eran mayores pecadores que aquellos a quienes no aplastó? Les digo,
no, pero a menos que se arrepientan encontrarán un destino similar."

Cuando escuches que alguien está herido, no te regodees de que Dios lo


está castigando; Dios no castiga. Si escuchas de alguien que ha sido herido
esta noche, no digas que le está sirviendo bien. No hay retribución en
absoluto, no en esta revelación. Simplemente un hombre que sin saberlo
cae en un estado; caer en un estado puede ser un estado bueno o malo,
pero cosecha el fruto del estado. Pero él no es ni bueno ni malo. Blake
dijo: "No considero ni que los justos ni los malvados están en un Estado
Supremo, sino que están en cada uno de los Estados en los que el Alma
puede caer en sus sueños mortales del Bien y el Mal, cuando abandona al
Paraíso siguiendo la serpiente." ¿Quién era esa serpiente? ¡Dios mismo!
Porque él me entregó, te entregó – todo ser en el mundo – a la
desobediencia, y nos fuimos por desobediencia, porque dijo:
"Seguramente no morirás." ¿Y quién me dijo eso? Dios mismo, que es la
serpiente, sólo un símbolo de Dios mismo. Entonces me dijo que no
moriría luego de haberme dicho primero que si comía cierta cosa, hacía
cierta cosa, moriría. Luego me dice que no moriré realmente: seré tan
sabio como los dioses, y así él entró a un mundo de experiencias donde yo
caigo de cabeza en diferentes estados. Y después de experiencias
innumerables – cayendo en los estados y redimiéndome de los estados –
él me redime de todo y me deja en un mundo completamente sujeto a mi
poder imaginativo, donde estoy completamente despierto.

Aquí, estoy en un estado de sueño, así que no sé que estoy en un estado.


Creo que es mi ser correcto y entonces estoy en un sólo estado. Blake hizo
la declaración: "No te dejes intimidar por los horrores del mundo. Todo
está ordenado y correcto y debe cumplir su destino en orden para alcanzar
la perfección. Busca este camino y obtendrás de tu propia Alma una
percepción aún más profunda de la eterna belleza de la creación.
Alcanzarás una liberación cada vez mayor de aquello que ahora parece tan
triste y terrible." No hay algo para ser juzgado en el mundo, ni algo para
ser condenado por ti para redimirlo. Así que tú y yo jugamos el papel de
individuos redentores aquí, hasta ese momento de la propia gracia de
Dios, que nos saca del vasto mundo de los estados. Pero hasta entonces
podemos redimirnos el uno al otro.

No te sientes bien – está bien; te miraré como si nunca te hubieras sentido


mejor. Me convenceré de que nunca te habías sentido mejor y a medida
que soy auto-persuadido te sacaré de un estado a otro. Pero no trates de
señalarlo como si lo mereciera ("Lo conocí cuando no era bueno.") ¡Olvida
eso! El ser que nunca fue bueno en determinado momento, lo sacas a otro
estado, como si sus pecados fueran como escarlata, ahora para ti son
blancos como la nieve. Y continua redimiendo gente, uno tras otro; a pesar
de cuántas veces falles, inténtalo de nuevo and los sacarás. Entonces un
día cuando menos lo esperes, Dios se revelará ante ti y lo conocerás. No
sabía que existía. Lo creí. Espero que lo hayas hecho. "Escuché hablar de ti
por la audición del oído, pero ahora mi ojo te ve." No importa lo que el
vasto mundo dirá. Veo algo completamente diferente. No eres del todo
como me dijeron que eras.
No eres un juez. No existe el juicio justo, ni justicia divina, solo gracia. "La
ley vino por Moisés pero la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo." Así
que, ahora veo. No necesito más que me enseñen quién eres – lo veo. Y
puedo decirte: te abrazará, porque cuando te pregunta, te contesta.

¿Qué quiero decir con este sufrimiento vicario? Es el concepto más difícil
en el mundo, creo, para que un hombre comprenda. Cada vez que lo usé
con alguien que sufría en ese momento, invariablemente tuve la misma
respuesta. Alguien me dijo recientemente en San Francisco: "Estoy
sufriendo. Dices que Dios sufre por mi? Quizás está sufriendo en algún
lugar de la eternidad pero yo estoy sufriendo." Dije: "Cuál es su nombre?"
"Dios" Dije: "No, ese no es su nombre; su nombre es 'YO SOY.'" "Quien está
sufriendo," pero "Yo soy." "Bien, ese es Dios." "No hay Dios aquí, yo estoy
sufriendo; no Dios, yo estoy sufriendo." La cosa más imposible es hacerle
llegar al hombre, que el hombre que parece estar vivo, está vivo sólo por
el hecho de que Dios se convirtió en él. Cuando Dios se hizo hombre, ese
hombre se convirtió en Dios. Se hundió en el hombre, ese hombre pudría
decir: "Yo soy." Pero ese es el nombre de Dios, y todas las cosas son
hechas por Dios para Dios, quien nos individualizó a ti y a mi, nos
individualizó a todos.

Y cuando en sus ojos el trabajo está hecho, después de innumerables días,


sus días . . . Es como poner oro en el estado crudo del mineral al horno y
sacar oro fundido, oro puro. Se necesita calor, se necesita fuego, y esto es
el fuego, estos son los hornos de la experiencia, y somos metidos al
mundo de la experiencia y sacados como oro puro. Cuando somos traídos
ante su presencia estamos bien. "Todavía no aparece lo que seremos pero
sabemos que cuando él aparezca seremos como él." Se convirtió en lo que
contemplamos: mientras lo contemplamos nos convertimos en eso. "He
escuchado hablar de ti por la audición del oído, pero ahora mi ojo te ve."
Mientras lo ves eres marcado con la imagen de la eternidad; eres uno con
él, uno con Dios, como Dios. No ganas la victoria; estás realmente unido al
vencedor. Es él quien lo está hacienda en ti, en mi, en todos nosotros, y
cuando haya completado la tarea, como se nos dijo: "El que comenzó un
buen trabajo en mi lo completará en el día de Jesucristo." Él empezó y él lo
completará.
Él tomó la eternidad y la puso en esta arcilla que es el hombre, que es él
mismo, y ha trabajado en ello y lo saca a relucir y te individualiza cuando
te conviertes en uno como lo creado. Esa es la historia de Job. Es la historia
más gloriosa, pero creo que si no es la más incomprendida, no está lejos
de serlo. Tu y yo lo hemos hablado y hablamos de la paciencia de Job. No
hubo paciencia de Job – se rebeló. Viste desde el tercer capítulo la
rebelión. Si esta noche puedo reflexionar sobre algo bueno que creo que
estuvo bien, eso es justicia propia. Eso no me da un pequeño paso hacia
donde estoy yendo. Hazlo porque quieres hacerlo; pero para sentir que
estás sumando o poniendo esto en el banco por ti mismo - olvidalo. Él era
tan bueno, era su propio justiciero, él nunca apartó a nadie de su lugar.
Cualquier cosa que hizo acató la ley, todos los sacrificios demandados por
la ley. Expió todos los días por sus hijos, que si ellos hubieran violado de
alguna forma lo que Jehová demandaba, él por su sacrificio expiaría por
ellos. Aún así él terminó con todos los forúnculos. Y aprendió al final que
no podemos ser lo suficientemente Buenos para ganar el regalo de Dios.
La justicia propia es solo la voz del infierno. Entonces estás en lo cierto,
Job: no existe tal cosa como la justicia divina, no hay retribución en
absoluto, ninguna.

¿No dijo él: "Miren al asirio, la vara de mi ira, el bastón de su mano es mi


indignación."? "He hecho todo para su propósito, incluso los malvados
para el día del juicio, tal como lo he planeado, así será, como lo he
propuesto permanecerá y la ira del Señor no retrocederá hasta que haya
ejecutado y cumplido los intentos de su mente. En los últimos días lo
entenderás claramente." (Jeremías 23:20) Solo en los últimos días cuando
él se revela, y tu veras que todo el sufrimiento que atravesaste, un Dios de
amor te puso a atravesarlo, al igual que el gran artista está poniendo el
mineral al calor para extraer el oro. No estaba preocupado por el calor
(sólo extraía oro puro para su trabajo) más de lo que el gran escultor lo
estaba por la arcilla. Job dijo: "Me hiciste de arcilla, ¿me devolverás al
polvo?" ¿Qué piensa el alfarero de la arcilla cuando la somete a todas las
formas para cumplir su propósito, o cuál fue su propósito? Él no está
preocupado. Tú y yo somos la arcilla en las manos del alfarero y él nos saca
a su propia imagen.
Cuando lees el libro en el futuro, ves todo el drama tomando lugar en la
mente de Job. Esto es fantástico, donde él mismo es el acusadro y él
mismo es acusado. Mientras lo lees, ves sólo a uno jugando todas las
partes, y ese es Job y ese eres tú. Él está en conflicto consigo mismo, y al
final está integrado. Está dividido entre el que lo acusa y el que defiende
sus derechos, pero de pronto se convierte en un alma integrada a lo
último. En ese momento de completa integración cuando no hay nadie
más que él mismo, él encuentra a Dios, ¡porque Dios se convierte en él
para que él pueda convertirse en Dios!

Ahora entremos en el silencio.

Período de Preguntas & Respuestas

P. Qué le hubiera pasado a Job si no hubiera orado por sus amigos?

R. Entonces él no habría sobre el estado. No habría sabido que sólo estaba


en un estado en cualquier momento que se quejaba. Él podría liberarlos
de su estado, pero no fue Jehová quien hizo la oración. Jehová les dijo:
"Pidanle a Job que rece por ustedes." Entonces, ¿quién es Jehová? Como
dijo Blake: "Cuando Jesucristo se levantó de entre los muertos, se convirtió
en Jehová."

Mira la Biblia a través de los ojos de Blake. En los grabados de Blake,


cuando el pie derecho está adelante, él usa al diablo. Y en el estado del
amor se convierte en un hombre, pero el pie se convierte en una pezuña
hendida. Cuando Dios está hablando de la manera más maravillosa, el pie
derecho está adelante; el otro lugar, el pie izquierdo está adelante. El pie
izquierdo es el estado que es duda. Así que el simbolismo es perfecto con
Blake en su ilustración. Pero por la pura belleza del inglés, lee el libro. ¡Qué
inglés! Carlyle dijo que es la mejor pieza de literature de todos los
tiempos. Tennyson dijo: "Es el mejor poema jamás escrito." Luther – quien
nos dio una gran religion cuando se separó al principio de la reforma –
afirma que es el libro más magnífico de todas las escrituras. Entonces, él
hace afirmaciones extravagantes para el Libro de Job. Pero por la pura
belleza del inglés, lee el libro. Tú eres Job. Yo soy Job, y cuando preguntas
estas cosas: "¿Por qué me pasó" No solo cosas físicas sino la pérdida de un
amigo, la pérdida de un hijo. ¿Qué es más desgarrador que un padre que
ha criado a un niño y amado a ese niño, y espera que lo trascienda en
algún tiempo, y le dejará un patrimonio – ir a la tumba y enterrarlo? Y lo
entierra, de la misma forma que perdió su patrimonio, perdió todo, y sus
diez hijos se extinguieron. Pero la obra está teniendo lugar en él. En el
ultimo capítulo, no sólo vieneron todos, en el final después de ser
redimido – sus hermanos y hermanas, todos sus amigos de la antigüedad
vinieron para simpatizar y consolarlo por el mal que el Señor había traído
sobre él. Sus siete hijos y tres hijas estaban ahí, en el primer capítulo
estaban muertos. En el ultimo capítulo estaban ahí.

Él vivió 140 años. Cada letra del alfabeto hebreo tiene un valor numérico y
un nombre simbólico. En simbolismo, 100 tiene la letra "qoph" [pron.
"koof"] - "la parte posterior de la cabeza." El cien es simplemente esto, y el
40 es "mem" cuyo valor simbólico es "útero." Así que, acá está el útero
donde él vivió (la parte posterior de la cabeza). En la parte posterior de la
cabeza este útero se convierte en la tumba del hombre. Esto infiere que el
hombre está enterrado actualmente, pero no lo sabe y un día despertará.
Él despertará en sí mismo para descubrir que está sepultado. Nunca antes
supo que estaba sepultado; él pensó que estaba caminando por la tierra.
No se dio cuenta que todo esto era como un sueño desarrollándose, hasta
que un día despierta, y la tumba es su propio cráneo. Mem-Qoph. Aquí
está el mem y aquí está el 40, el útero. Es aquí que é les engendrado por
Dios mismo. Y entonces él vivió 140 años. Qoph- Mem.

Grupo Neville Goddard Intimo.


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