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EL LIBRO DE JOB. Neville Goddard
EL LIBRO DE JOB. Neville Goddard
Luego vienen los cuatro ayes, basados en el pacto entre Satanás y Jehová.
El primero viene y anuncia, que los sabeos vinieron de repente y mataron
a todos los sirvientes que estaban cuidando las ovejas y se llevaron todas
las ovejas. Y mientras estaba todavía hablando, el segundo ay apareció y
dijo que la muerte se llevó todo el ganado y masacró a todos los sirvientes.
Luego viene el tercer ay, y se llevó todos los bueyes, los asnos y masacró a
todos los sirvientes. Luego viene el cuarto ay, sus hijos –todos ellos –
estaban cenando en la casa del hijo mayor, y allí llegó este viento fuerte y
aplastó las cuatro esquinas y la casa colapsó y todos murieron y él fue el
único que escapó para venir y darle la noticia a Job. Y Job rasgó su túnica,
se rasuró la cabeza, se arrojó al suelo, y luego dijo: "Desnudo vine al
mundo, desnudo vine del vientre de mi madre y desnudo volveré." Luego
se culpó a sí mismo, no por el acto sino por haber dicho: "desnudo vine al
mundo y desnudo volveré." Él no veía nada para condenar en Dios, así que
no vio nada malo en lo que Dios haya hecho. Luego, después de los cuatro
ayes, y de que todo le haya sido arrebatado – todos sus hijos, todas sus
posesiones, todo – empieza lo físico, la sustancia del hombre llamado Job,
y empieza con los forúnculos. Ahí es cuando Satanás desaparece de la
escena y todas estas cosas siguen una detrás de la otra – las llagas desde la
planta de sus pies hasta la coronilla. Entonces su esposa le dijo: "¿Todavía
vas a ser honesto sobre eso, tu integridad intacta? Maldice a Dios y
muere." Y él le dijo a ella: "Has hablado como una mujer necia, Dios quien
nos dio el bien ¿no nos dará el mal?" Así que nada salió de sus labios que
pudiera de alguna manera ser una condenación de Dios.
Así que dan argumento tras argumento para persuadir a Job de que ha
violado este código de alguna manera. Quizás en su juventud, quizás en el
pasado – y no puede recordar lo que ha hecho. Quizás cuando era niño,
dice él, alguna pequeña infracción; pero esto está más allá de la
proporción de cualquier cosa que haya hecho. El juicio de Dios, ¿qué me
ha hecho ahora? Esto trasciende lo que cualquier juez justo podría poner
sobre mí por cualquier cosa que podría haber hecho en mi juventud. Ellos
todavía intentaban persuadirlo, y así, como el padre dijo: "Imparcial es la
justicia de Dios."
Luego vinieron los tres consoladores – que no eran consoladores del todo;
de hecho eran como nuestros amigos. Puedo decirte: Puede que no tengas
algo físicamente mal después de haber confesado que creías de lo que
hablo. Puede que nunca estés financieramente avergonzado luego de
haberte ido por las ramas y confesarle a alguien que lo creías. Ellos
vendrán como Uriah Heep, y todos se lamentarán. "No debería haberte
pasado," dirán, "ciertamente no a ti. ¿Tú quien dice que sabe que los
estados son reales y todo lo que necesitas hacer es entrar en un estado y
el estado florece en tu mundo y en ti?" Estos son los consoladores de Job.
Y entonces, "Si yo estuviera en tu alma en lugar de en la mía, no te diría lo
que me dices" dijo Job. Pero ellos persistían; cada uno tenía tres chances
de desinflarlo y cada vez que intentaron él volvía con una respuesta
directa. Pero él es su propio justiciero, muestra todas las cosas que hizo:
nunca rechazó ningún bebé, ningún niño huérfano, ninguna viuda, ningún
extraño que buscara comodidad, nunca entendió – que espero que
ustedes entiendan – lo que viene en la flor llamada, en el Nuevo
Testamento, "gracia" – que nadie en este mundo puede construirse un
camino a Dios.
Así que, al final Job está todavía dando argumentos de su justicia propia –
cuán bueno es, cuán amable ha sido, y enumerando todas estas cosas que
no deberían haberle pasado. Job discutía, mientras todos estos supuestos
consoladores discutían contra él. Entonces al final, exige que Dios
aparezca, quiere encontrarse con Dios, confrontarlo. Dice: "Sé que me
matará, no tengo esperanza, pero le presentaré mi caso a la cara." Luego
hace esta afirmación: "Esta sera mi salvación porque los impíos no estarán
ante Él, y si ahora puedo persuadirlo de que me vea para presentar mi
caso, entonces estoy frente a Él, y sólo los puros de corazón puede estar
frente a Él, así que si estoy frente a Él esa es mi salvación." Él todavía está,
hasta el final, justificándose.
Luego viene la voz de Dios. Por primera vez, Dios habla. Dios se niega a
responder todos los argumentos de los hombres, se niega a responder los
argumentos y solicitudes de Job. Job está en su justicia propia, porque en
el infierno la única voz es la voz de la justicia propia. En el cielo todo está
perdonado y la voz del cielo es el complete perdón del pecado, sin
importar lo que el hombre haya hecho. Él estaba en el infierno sin
embargo, todavía caminando en la tierra –como estamos en el infierno, si
estamos llenos de justicia propia.
Luego Job vuelve con sus amigos, y Jehová llama a los amigos y les dice
que se sacrifiquen, porque: "Ustedes mintieron sobre mí. Todo lo que
dijeron de mí era falso y lo que dijo Job sobre mí era verdad." La rebellion
de Job fue contra la ortodoxia, contra todo lo eclesiástico, todo ritual,
como si este fuera el camino a Dios, pues él los hizo a todos ellos y aún así
sufrió. Él mantuvo cada ley de la iglesia antigua; él sacrificó, él hizo todo –
y aun así al final sufrió como ningún hombre ha sufrido, y supo que no era
verdad. Entonces elogió a Job, porque lo que dijo de Jehová era verdad y
lo que ellos (los justos) dijeron de Jehová era falso. Así que los hizo
sacrificar y les dijo que vayan con Job y le pidan a Job que orara por ellos.
Si Job rezaba por ellos, entonces serían liberados; dependería de Job, y Job
oró por sus amigos y su propia cautividad fue suprimida.
Se nos dice en Lucas 13, cuando vinieron a él y le dijeron que Pilato reunió
a los galileos y mezcló su sangre con sus sacrificios, y les dijo: "¿Piensan
que ellos fueron peores pecadores que aquellos otros pecadores? Les
digo, no, a menos que se arrepientan encontrarán un destino similar. ¿Y
creen que cuando la torre cayó en Jerusalén y aplastó a dieciocho, que
ellos eran mayores pecadores que aquellos a quienes no aplastó? Les digo,
no, pero a menos que se arrepientan encontrarán un destino similar."
¿Qué quiero decir con este sufrimiento vicario? Es el concepto más difícil
en el mundo, creo, para que un hombre comprenda. Cada vez que lo usé
con alguien que sufría en ese momento, invariablemente tuve la misma
respuesta. Alguien me dijo recientemente en San Francisco: "Estoy
sufriendo. Dices que Dios sufre por mi? Quizás está sufriendo en algún
lugar de la eternidad pero yo estoy sufriendo." Dije: "Cuál es su nombre?"
"Dios" Dije: "No, ese no es su nombre; su nombre es 'YO SOY.'" "Quien está
sufriendo," pero "Yo soy." "Bien, ese es Dios." "No hay Dios aquí, yo estoy
sufriendo; no Dios, yo estoy sufriendo." La cosa más imposible es hacerle
llegar al hombre, que el hombre que parece estar vivo, está vivo sólo por
el hecho de que Dios se convirtió en él. Cuando Dios se hizo hombre, ese
hombre se convirtió en Dios. Se hundió en el hombre, ese hombre pudría
decir: "Yo soy." Pero ese es el nombre de Dios, y todas las cosas son
hechas por Dios para Dios, quien nos individualizó a ti y a mi, nos
individualizó a todos.
Él vivió 140 años. Cada letra del alfabeto hebreo tiene un valor numérico y
un nombre simbólico. En simbolismo, 100 tiene la letra "qoph" [pron.
"koof"] - "la parte posterior de la cabeza." El cien es simplemente esto, y el
40 es "mem" cuyo valor simbólico es "útero." Así que, acá está el útero
donde él vivió (la parte posterior de la cabeza). En la parte posterior de la
cabeza este útero se convierte en la tumba del hombre. Esto infiere que el
hombre está enterrado actualmente, pero no lo sabe y un día despertará.
Él despertará en sí mismo para descubrir que está sepultado. Nunca antes
supo que estaba sepultado; él pensó que estaba caminando por la tierra.
No se dio cuenta que todo esto era como un sueño desarrollándose, hasta
que un día despierta, y la tumba es su propio cráneo. Mem-Qoph. Aquí
está el mem y aquí está el 40, el útero. Es aquí que é les engendrado por
Dios mismo. Y entonces él vivió 140 años. Qoph- Mem.