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Apóstol San Esteban

Fue el primer mártir que derramó su sangre por Cristo y es patrón de numerosos colectivos.

Era un judío converso, por lo que se cree que Esteban nació como judío, aunque no se sabe nada
más sobre su vida anterior

San Esteban fue un diácono de la Iglesia primigenia de Jerusalén y protomártir, es decir, uno de
los primeros mártires del cristianismo. De hecho, tuvo el honor de ser el primer mártir que
derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.

La Sagrada Escritura se refiere a él por primera vez en los Hechos de los Apóstoles, como uno
de los siete diáconos elegidos por los apóstoles para distribuir comida y caridad entre los
miembros más pobres de la comunidad de la iglesia primitiva. De acuerdo con la creencia
ortodoxa, él era el más importante de todos, por lo que es llamado archidiácono.

La fiesta de San Esteban siempre fue celebrada inmediatamente después de la Navidad.


Antiguamente se celebraba una segunda fiesta de san Esteban el 3 de agosto, para conmemorar
el descubrimiento de sus reliquias, pero por un Motu Propio de Juan XXIII, el 25 de julio de
1960, esta segunda fiesta fue suprimida del Calendario Romano.

San Esteban es patrono de Roma, de los caballos, los mozos de cuadra, cocheros, canteros,
albañiles, carpinteros, tejedores, sastres, toneleros, y protector contra la obsesión, las piedras y
cálculos, la pleuresía, los dolores de cabeza, y para pedir una buena muerte.

Discurso ante el Sanedrín

El libro de los Hechos dice que Esteban apeló a las escrituras para demostrar que Jesús no
desobedeció las normas que Dios dio a Moisés, sino que las cumplió debidamente.

El discurso terminó con las siguientes palabras: ''Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y
de oídos, vosotros siempre habéis resistido al Espíritu Santo. Como vuestros padres, así también
vosotros. ¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Dieron muerte a los que anunciaban
la venida del Justo, a quien vosotros habéis traicionado y crucificado; vosotros, que recibisteis
por ministerio de los ángeles la Ley, no la guardasteis''

Lapidación de Esteban<z

Tras esta afirmación, los sanedritas no pudieron contener su ira . No obstante, Esteban miró
arriba y gritó al Sanedrín que veía el cielo abierto y al Hijo del Hombre (Jesús, recientemente
ejecutado) sentado a la derecha de Dios. Esto fue una blasfemia tan grande para ellos que
cogieron a Esteban, le condujeron a las afueras de la ciudad, a un lugar determinado, y lo
lapidaron.

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