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Resume N
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DECRETO 351/79.
1. Dificultar la iniciación de incendios.
2. Evitar propagación y gases tóxicos.
3. Asegurar la evacuación de las personas.
4. Facilitar acceso y extinción de los bomberos.
5. Proveer instalaciones de detección y extinción.
Síntesis:
o La protección contra incendios sigue una jerarquía que implica trabajar en su prevención, luego en su supresión y,
por último, en la evacuación del personal.
o Para evitar el inicio de los incendios es importante respetar los materiales y elementos constructivos, revisar
constantemente las fuentes de calor y mantener el orden y limpieza en el lugar de trabajo.
o Para atacar el fuego es necesario conocer el tipo o clase de fuego y contar con los elementos necesarios para
combatirlo. La carga de fuego nos brinda información acerca del sector de incendio.
o El empleador es responsable de la evacuación del lugar; para ello no solo es importante la normativa de seguridad
e higiene sino también la de la jurisdicción correspondiente (planos y planes de emergencia).
La protección contra incendios es una de las obligaciones de los empleadores establecida en la Ley de Higiene y
Seguridad en el Trabajo, y reglamentada en el capítulo 18 del Decreto 351/79. Esta protección comprende el conjunto de
condiciones de construcción, instalación y equipamiento que se deben observar tanto para los ambientes como para los
edificios, aun para trabajos fuera de estos y en la medida en que las tareas los requieran. En el capítulo 18 y su anexo VII,
se establecen los requisitos generales de los establecimientos y de aquellos locales de trabajo donde se usan, manipulan
y depositan materiales combustibles sólidos, líquidos y/o gaseosos. En el ítem correspondiente al tema instalaciones de
extinción de incendios, se presentan las clases de fuego y los conceptos de carga de fuego y riesgo de incendio, que se
aplican para el diseño, instalación y mantenimiento de las instalaciones de extinción tanto fijas como móviles, como los
matafuegos. Finalmente, se presenta la clasificación de tipos de matafuegos en función del agente de extinción que
utilizan, su ubicación en el establecimiento, su control y mantenimiento, y las características y usos del establecimiento
y/o locales en los que se ubican. En este capítulo se establecen requerimientos mínimos que deben cumplir los
empleadores para la evacuación de los establecimientos ante emergencias.
LEY 1346: PLAN DE EVACUACIÓN. (esta ley ya no está vigente). Fue reemplazada por Ley de Autoprotección CABA Nro.
5920. Esta normativa permite el desarrollo del plan de evacuación de aplicación obligatoria en edificios, tanto del ámbito
público como del privado, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Expone las secuencias de acciones a desarrollar para
el control inicial de las emergencias que pudieran producirse. Propone también los pasos a seguir para el uso rápido y
ordenado de las salidas previstas y enumera las actividades a realizar desde que se detecta una emergencia hasta que
esta queda controlada. También establece la forma en que una persona debe actuar cuando detecta un incendio, para lo
que requiere que en una situación de emergencia se designe al máximo responsable del procedimiento y se prevean sus
sustitutos ante su eventual ausencia. Por último, esta normativa define la estructura jerárquica del conjunto de
responsables de los operativos a realizar durante una emergencia, así como las relaciones de colaboración exterior,
especificando qué personas u organismos deben ser avisados y por quién.
Declaración de Río. Los principios fundamentales de la política ambiental son: priorizar la prevención por sobre la
corrección o remediación de daños ambientales, el principio de precaución, el principio de progresividad y el derecho
soberano de los estados a utilizar sus propios recursos naturales sin perjudicar a otros estados.
La Ley General del Ambiente 25675 (LGA) es una ley marco que establece los presupuestos mínimos de protección
ambiental, sancionados por el Congreso de la Nación siguiendo lo establecido en el artículo 41 de la Constitución
Nacional.
La LGA contempla objetivos que la política ambiental nacional deberá cumplir, enumera los principios de la política
ambiental y analiza instrumentos de la política y la gestión ambiental. Establece la necesidad de realizar la evaluación,
previo a la ejecución, de toda obra o actividad que, en el territorio de la Nación, sea susceptible de degradar el
ambiente. Resalta también la importancia de la educación de la población en el cuidado del ambiente. Tres ítems
relevantes de la LGA radican en: 1) la obligatoriedad de la contratación de un Seguro Ambiental y Fondo de Restauración,
por parte de toda persona física o jurídica, pública o privada, que realice actividades riesgosas para el ambiente; 2) el
establecimiento de un Sistema Federal Ambiental, que permite coordinar la política ambiental del gobierno nacional,
con los gobiernos provinciales y el de la Ciudad de Buenos Aires; 3) el concepto de “daño ambiental” y el análisis de las
consiguientes responsabilidades.