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UNIVERSIDAD SAN LORENZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA:QUIMICA Y FARMACIA

KINESIOLOGIA Y FISIOTERAPIA, ENFERMERÍA Y PSICOLOGÍA

ENSAYO DE INVESTIGACIÓN

TEMA: La Neurociencia

TÍTULO: LA IMPORTANCIA DE LA NEUROCIENCIA EN LA TOMA


DE DECISIONES EN LOS ADOLESCENTES

ALUMNOS:
✓ Darian Benítez (Kinesiología y Fisioterapia)
✓ Diana Caballero (Química y farmacia)
✓ Leticia Ramírez (Kinesiología y Fisioterapia)
✓ Julieta Ojeda (Psicología)
✓ Erika Britez (Enfermería)
✓ Arnaldo Gómez (Kinesiología y Fisioterapia)

CURSO:…1RO………………
CAAGUAZÚ- VILLARRICA – PARAGUAY
AÑO 2021
TEMA DE ENSAYO: La Neurociencia
TÍTULO DEL ENSAYO: LA IMPORTANCIA DE LA NEUROCIENCIA EN LA TOMA DE
DECISIONES EN LOS ADOLESCENTES

1. INTRODUCCIÓN

Con el presente ensayo, veremos cómo la neurociencia se presenta y actúa de forma


relevante a la hora de la toma de decisiones en el adolescente, así como también su importancia
en el desarrollo de este, pues es bien sabido que los adolescentes se caracterizan, mayormente,
por ser 100% emocionales, poco racionales e impulsivos. Anteriormente este comportamiento era
atribuido a las hormonas, pero investigaciones científicas han demostrado que, en realidad, esto
se debe al desarrollo del cerebro, el cual según la biología, deja de crecer a los 30 años, es decir,
los adolescentes tan solo emplean un cuarto del entero de él. También afirmaciones científicas
dicen haber “identificado una región especifica del cerebro llamada amígdala, la cual se
desarrolla a temprano edad y es la encargada de las reacciones instintivas como el temor y el
comportamiento agresivo” (American Academy of Child and Adolescent Psychiatry [AACAP],
2008, párr. 2), con esto fácilmente podemos deducir que cuando somos adolescentes esta región
del cerebro, al estar desarrollada en su totalidad, es la que utilizamos a la hora de tomar decisiones,
muy diferente a la corteza frontal que controla el razonamiento y es empleada por un adulto.
Este tema nos resultó sumamente interesante, puesto que tanto adolecentes como adultos
afrontamos de una diferente forma los problemas, saber la razón del porqué a esto genera cierta
ventaja a la hora de ayudar al crecimiento, el cual consideramos de suma relevancia, del joven,
ya que podríamos prevenir ciertas situaciones y plantear algunas soluciones para afrontarlo
amenamente.

2. DESARROLLO

Cabe mencionar que el término "Neurociencias", afirma Beiras (1998), hace referencia a campos
científicos y áreas de conocimiento diversas, que, bajo distintas perspectivas de enfoque, abordan
los niveles de conocimiento vigentes sobre el sistema nervioso. De cierta manera es curioso como
esta ciencia afecta la capacidad de decisión del individuo, aunque claro, esta vez nos enfocaremos
en el adolescente, por lo tanto no reiteraremos el término “individuo”, aunque la Neurociencia es
algo que influye en la toma de decisiones todos, puesto que tiene una explicación lógica sobre el
cómo el por qué se da tal situación. Verán, cuando leemos un artículo el cual nos resulta
interesante, tan solo el 5% por cierto de él seremos capaces de recodar mientras que el restante
yace en el subconsciente y es el principal influyente a la hora de tomar una decisión, la diferencia
existente del adolecente con el adulto es que, a pesar de ello, balancean entre la emoción y la
razón. Según Ricardo Marcos Pautassi (2016), el funcionamiento del cerebro adolescente, es un
tanto complejo, pero
buscando en el mismo indicios que nos ayuden a entender los cambios
comportamentales y psicosociales que se dan en esta fase del desarrollo entenderíamos más como
podría ser más simple (p. 109), de igual forma, resaltaremos el hecho de que nada es tan simple
con una explicación o afirmación, por lo tanto, aunque tengamos en mano los argumentos
suficientes para deducir el comportamiento del joven nos sería de igual manera complicado
ejercer cierta presión en el momento. Por ejemplo, tienes un hijo de 16 años, este es muy bueno
académicamente, tímido e introvertido, pero aún así, discuten cada tanto sobre cierto tema, no
puede controlar sus emociones, se altera y, a pesar de tener tan buen comportamiento, no
entiendes por qué en casa se comporta de esta forma. Siempre la misma pelea, y por más que
sepas qué hacer en el momento, los adolescentes al ser más emoción que razón tenderán a
rechazar cualquier tipo de contención en ese instante. Esto más bien podría funcionar después de
que las emociones disminuyan y la charla consigo mismo recupere su capacidad racional. “Las
dificultades de los adolescentes
para tomar decisiones adecuadas no radica exactamente en su inmadurez cognitiva, sino en el
desequilibrio
entre el procesamiento emocional y racional de las situaciones” (Steinberg, 2009).

Según Broche-Pérez, Y., y Cruz-López, D:

Durante la adolescencia el Sistema de Control Cognitivo no ha alcanzado


completamente su maduración, mientras que el Sistema Socioemocional sí. Por esta
razón, en esta etapa
aparecen conductas con elevados componentes de riesgo, debido a que los impulsos
generados por las
estructuras profundas del cerebro (especialmente el sistema límbico) no pueden ser
adecuadamente inhibidos
por las regiones de la corteza prefrontal. Esta situación no ocurre durante la niñez, pues
los dos sistemas
poseen niveles de desarrollo equivalentes, como también ocurre en la juventud y la
adultez. (p. 70-72)

Esta peculiaridad se convierte en un desafío a la hora de regular el comportamiento en la


adolescencia,
debido a que la mayor parte de los impulsos emocionales no encuentran una “barrera” que pueda
contener la
intensidad emocional que motiva la conducta. Una fuente de evidencia que apoya esta teoría ha
sido ofrecida
a través de la evaluación de las funciones ejecutivas (procesos que permiten la implementación
de
estrategias adaptativas en situaciones novedosas y poco habituales). Tradicionalmente, las
funciones
ejecutivas se dividen en “frías” y “calientes”. Las funciones “frías” se usan en la solución de
problemas
abstractos, y en ocasiones descontextualizados, que requieren de la inhibición conductual, la
planificación de
acciones, el razonamiento abstracto, etc., mientras que las “calientes” actúan en situaciones donde
las
emociones juegan un papel fundamental (Chambers, Taylor y Potenza, 2003).

En estos estudios se ha comprobado que, en el caso de las funciones ejecutivas “frías”, los
adolescentes
tienen rendimientos en las pruebas similares a los de un adulto, mientras que en las “calientes”
muestran
grandes dificultades. Estas dificultades se expresan particularmente en la búsqueda constante de
recompensas inmediatas y la incapacidad de retrasar los beneficios a corto plazo con el fin de
obtener
mayores ganancias en el futuro. De esta forma, la inmadurez del Sistema de Control Cognitivo
entorpece la
adaptación adecuada frente a circunstancias que implican riesgos, lo cual provoca que se expresen
sin
limitaciones los impulsos provenientes del Sistema Socioemocional (Best, Miller y Jones, 2009).

Si bien ya tenemos entendido este punto, decidimos ahondar un poco más y como resultado de
esta investigación hemos concordado en que las emociones son extremadamente atribuidas a la
región amígdala que, como explicamos anteriormente, es la responsable de las reacciones
instintivas como lo es el temor y el comportamiento agresivo, esta capacidad esta desarrollándose
desde temprana edad, por lo tanto, es normal que los adolescentes se “dejen llevar” y es
sumamente importante entender que a pesar de ello no significa que no pueden tomar decisiones,
esa sería una afirmación errónea de nuestra parte, pues el único deber que tendríamos que tener
los adultos es el guiarlos y entender el proceso que conlleva independizarse.

Francisco María García (2020) afirma que las acciones impulsivas, los riesgos y la búsqueda de
identidad suponen muchos retos que, a menudo, dificultan la toma de decisiones. No obstante, se
trata de un proceso normal. Las experiencias serán maestras, tanto en los errores como en los
logros. Durante la adolescencia, los jóvenes deben aprender a hacerse responsable de sus actos y
asumir las consecuencias. Este es el primer paso para aprender tomar sus propias decisiones. Más
allá de la diversidad de opiniones, lo importante es que la toma de decisiones en la adolescencia
es un proceso que no debe forzarse ni acelerarse.

Ante la incertidumbre de los jóvenes, lo mejor será brindar apoyo, escucharlos y guiarlos con
afecto para que puedan lograr dejar atrás la indecisión.
Por último, hemos de enfatizar en que en este proceso, la familia tiene un papel muy importante;
es clave pararse a pensar este momento con ellos/as. Por un lado, que reciban el mensaje de que
si se equivocan, no pasa nada, acompañar, hablar de las consecuencias de cualquier decisión; y
por otro lado que vean que, pase lo que pase, se les va a apoyar y respetar.

3. CONCLUSIONES
Para Betancourt (2003), la toma de decisiones en adolescentes es un proceso mediante el
cual determinan qué quieren ser y qué quieren hacer, por lo que establecen las metas que quieren
alcanzar y, en consecuencia, escoger los caminos a seguir y la forma de solucionar sus problemas..
Como dijera Adele Diamond (2013), las funciones ejecutivas del cerebro hacen posible pensar
antes de actuar o tomar una decisión, enfrentar desafíos repentinos, resistir tentaciones y
mantenerse enfocado en la tarea. Se refieren a la familia de procesos mentales requeridos cuando
manejarse por puro instinto o automaticidad sería desaconsejable o perjudicial. Por supuesto que
el ejercicio de las funciones ejecutivas requiere esfuerzo, ya que es más fácil dejarse llevar por
los impulsos que reprimirlos. Dentro de las funciones ejecutivas se distinguen tres actividades
principales: el control inhibitorio (que incluye el autocontrol, la atención selectiva y la inhibición
cognitiva), la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva.

Como resultado de esta investigación concluimos que la Neurociencia ofrece


una gran promesa en el estudio de la adolescencia, y más a la hora de tomar decisiones, también
llegamos a dilucidar los factores por los cuales existen grandes diferencias con el adulto, puesto
el primero se rige más por la amígdala mientras que el otro por la corteza frontal la cual es
encargada del razonamiento, nos ayuda a pensar antes de actuar.

4. BIBLIOGRAFÍA
Berias.A (1998). Estado actual de las Neurociencias. Santiago de Compostela. Universidad de
Santiago de Compostela.

De Francisco María García (2020). La toma de decisiones en el adolescente. Recuperado de


https://www.google.com/amp/s/eresmama.com/la-toma-de-decisiones-en-la-adolescencia/%3famp=1
Broche-Pérez, Y., y Cruz-López, D. (2014). Toma de decisiones en la adolescencia: Entre la razón y la
emoción. Ciencia Cognitiva, 8:3, 70-72.

Best, J. R., Miller, P. H., y Jones, L. L. (2009). Executive functions after age 5: Changes and correlates.
Developmental Review.
Pautassi Ricardo. M (2016). La neurobiología de la adolescencia. Argentina. Instituto de
Investigación Médica.

Diamod Adele (2013). Executive functions. Canadá. Universidad de Columbia Británica.


Vancouver

FORMATO DE PRESENTACIÓN
• Tipo de Hoja: A4
• Márgenes: Superior: 2,54cm; Inferior: 2,54cm; Derecho: 2,54cm; Izquierdo:
2,54cm.
• Sangría: 5 espacios en la primera línea
• Tipo de Letra: Times New Roman – 12. Obs: solo el título principal posee
tamaño 16
• Espaciado entre renglones o interlineado: doble (entre párrafo y párrafo no
deberá existir espacio libre)
• Cantidad Palabras: De Mil (1.000) a Mil quinientas (1500) palabras.
• Responsables: Prof. Mary Liliana Martinez
• El trabajo se presentará en FORMATO PDF

OBSERVACIONES BÁSICAS
Portada
• Los datos deben abarcar la totalidad de la página (ver modelo)
• Todo debe estar en mayúscula sostenida
• La universidad tamaño 18

INDICADORES DEL ENSAYO DE INVESTIGACIÓN

1 2 3 TP:30

1. Propone el abordaje de un tema interesante y actual

2. El escrito evidencia el objetivo principal del trabajo

3. Los elementos del ensayo se exponen en su totalidad


4. El trabajo posee consistencia de principio a fin

5. El lenguaje y/o vocabulario utilizado es apropiado

6. Se entrega en el tiempo definido con anterioridad

7. La forma de presentación es la requerida

8. Los párrafos poseen las referencias solicitadas

9. La conclusión se entiende fácilmente y responde a lo realizado

10. las referencias bibliográficas aparecen con formato utilizado

Excelente (3): el tema es actual y fue cubierto ampliamente; la idea central fue desarrollada de
manera pertinente, las ideas están desarrolladas y organizadas de manera adecuada y es fácil la comprensión
del escrito presentado con un vocabulario técnico acorde a la problemática.
Bueno y regular (2): el tema es actual e interesante, pero no se desarrolló de manera amplia, la
idea principal se desarrolló de manera limitada (con vacíos) y se evidencia cierto grado de desarrollo u
organización.
Deficiente o pobre (1): el tema fue cubierto de manera limitada, la idea centrar fue desarrollada de
manera inadecuada, no hay coherencia entre los elementos del ensayo. Y la problemática abordada si bien
es interesante no se abordó de manera adecuada.

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