Está en la página 1de 4

No estamos listas | Cambio Colombia about:reader?url=https%3A%2F%2Fcambiocolombia.com%2Fpuntos-d...

cambiocolombia.com

No estamos listas | Cambio Colombia


Valeria Santos

5–7 minutes

Hace catorce meses, más específicamente el 9 de marzo de


2022, escribí en esta columna sobre la necesidad de renovar la
política en favor de las mujeres, denuncié la instrumentalización
del discurso feminista por parte de casi todos los partidos políticos
—incluyendo la coalición que hoy gobierna: el Pacto Histórico— e
invité a votar para las elecciones legislativas por Estamos Listas
Colombia, porque, según yo, era un proyecto feminista con una
vocación de cambio real. 

Sin embargo, no ha pasado mucho tiempo desde mi disertación


del patriarcado y mi ingenua propuesta para que tuviera que
escribir estas palabras, que, aunque siguen siendo una
valoración, hoy pueden ajustarse más a la realidad sobre un
proyecto político supuestamente feminista que se degeneró en el
camino y cedió ante las mieles del machismo que prometió
acabar. Demostrando así, para pesar de todas, que ni siquiera
una organización exclusiva de mujeres comprometidas y
educadas en el feminismo está lista para transformar nuestra
sociedad.

Siempre he creído que el machismo no puede ser reducido a un


tema de hombres contra mujeres, o de nosotras “las víctimas”

1 of 4 5/21/23, 10:12 AM
No estamos listas | Cambio Colombia about:reader?url=https%3A%2F%2Fcambiocolombia.com%2Fpuntos-d...

contra ellos “los victimarios”. Culpar a los hombres ha sido


siempre el recurso más fácil y menos efectivo que una buena
parte del feminismo de manera bastante perezosa e inútil ha
preferido utilizar justamente para despojarnos de cualquier
agencia y responsabilidad. Esto, sin embargo, no quiere decir que
las consecuencias del patriarcado no recaigan en su mayoría y de
manera injusta sobre las mujeres. Pero basta con mirarnos al
espejo para entender que los valores masculinos que hoy
gobiernan y que luchamos por acabar también nos dirigen entre
nosotras.

Muestra de ello es justamente lo que ocurrió en estos catorce


meses con Estamos Listas, que nació en 2017 después de la
derrota del plebiscito sobre la paz, bajo la consigna: “Somos
muchas, hacemos de todo y estamos en todas partes”
prometiendo democratizar la política. 

Después de que ganó el No en Colombia, cinco mujeres se


organizaron en Medellín, entendiendo muy bien que el conflicto
armado y la guerra eterna son producto del machismo, con el fin
de llegar a espacios políticos y poder ser constructoras de paz.
Rápidamente fueron creciendo de cinco en cinco por medio de
círculos de confianza, preservando hasta ese entonces la
vocación de un proyecto diferente, colectivo, democrático alejado
del clientelismo y de las formas tradicionales o masculinas de
hacer política. 

A partir de ahí se desarrollan las primeras asambleas, foros y


encuentros y en 2019 ganan una curul en el Concejo de Medellín
ocupada por Dora Saldarriaga y dos curules en la Junta
Administradora Local del corregimiento de Santa Elena. 

2 of 4 5/21/23, 10:12 AM
No estamos listas | Cambio Colombia about:reader?url=https%3A%2F%2Fcambiocolombia.com%2Fpuntos-d...

Y aunque el año pasado no lograron el umbral para llegar al


Congreso, muchas apoyamos este proyecto con la esperanza de
que algún día lograra cambiar la política colombiana. Sin
embargo, desde la campaña legislativa se comenzaron a romper.
El ego, la competencia interna, la falta de transparencia, entre
otros comportamientos masculinos, se apoderaron del movimiento
creando una fractura entre estas mujeres “feministas” que hoy
parece irreparable.

Según diferentes miembros del movimiento entrevistadas para


esta columna, hay una deslegitimación en la toma de decisiones
por falta de criterios democráticos. Por ejemplo, unas pocas
representantes del movimiento en Medellín, a puerta cerrada,
desconociendo los liderazgos territoriales y en contradicción con
la votación mayoritaria celebrada en su plataforma interna
“Gobierno Abierto”, decidieron no hacer campaña ni para la
Asamblea departamental ni para el Concejo.

Además, se ha tratado de implantar una narrativa injusta y


sesgada dentro de Estamos Listas sobre la función que ha
desempeñado la concejal Dora Saldarriaga, tratándola de
presentar como una amenaza, según las entrevistadas para esta
columna, pues su excesivo carisma genera recelo y envidia. Hoy
se puede decir que Saldarriaga, aunque prefirió no pronunciase al
respecto, ha sido víctima de violencia política por parte de sus
mismas compañeras que hace unos pocos años juraron
protegerla, acompañarla y ser su red de apoyo.     

La crisis que enfrentan es de tal magnitud que en el círculo del


Valle de Aburrá renunciarían aproximadamente 12 de las 22
militantes del movimiento. 

3 of 4 5/21/23, 10:12 AM
No estamos listas | Cambio Colombia about:reader?url=https%3A%2F%2Fcambiocolombia.com%2Fpuntos-d...

Lo anterior sirve como reflexión sobre los procesos y movimientos


feministas. Las mujeres reproducimos el machismo todos los días
y hasta que no seamos conscientes de que también servimos
como instrumento para el patriarcado poco lograremos cambiar.
Enunciarnos como feministas no nos libera de los valores
masculinos que sostienen el poder y la sociedad.

Estamos Listas quería llegar al poder para feminizar la política:


para que dignidad, empatía, esperanza, igualdad, vulnerabilidad,
cuidado, apoyo, respeto, perdón, colaboración y asertividad fueran
por fin valores que gobiernen. Sin embargo, como tantas otras
iniciativas, se perdió en el camino del poder, la envidia, la
competencia y la hegemonía. La representación femenina es una
deuda histórica, pero no sirve de nada si no estamos listas,
también nosotras, para cambiar. 

Más vale que entendamos que el machismo sobrevive porque los


hombres y las mujeres le damos vida a diario. No solo en círculos
de poder, también en la forma como nos relacionamos con
nuestro entorno, en nuestra intimidad y en cómo nos hablamos a
nosotras y nosotros mismos, que al final es el espejo de todo lo
demás. Otra vez perdimos la batalla contra el ego, ese macho de
mil cabezas, que no nos suelta y se alimenta todos los días de
esa brecha entre lo que somos y lo que vendemos ser.

4 of 4 5/21/23, 10:12 AM

También podría gustarte