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Un mensaje en medio de la

devastación
Joel 1-2

Introducción
En solo los primeros versículos notamos que Joel esta a punto de transmitir un mensaje de
trascendencia generacional, ya que no es dirigido solo a las personas que vivían en su contexto
sino también a futuras generaciones. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días
de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos,
y sus hijos a la otra generación. Jl 1:2–3. Primero comienza describiendo la crisis que la
nación sufría, de lo cual podemos deducir algunas cosas basados en el texto:

1. Una plaga de langostas había terminado con los cultivos: Lo que quedó de la
oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había
quedado Jl 1:4.

2. Eran invadidos por otros pueblos: Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que
bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca. Porque pueblo fuerte e innumerable subió a
mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. Asoló mi vid, y descortezó mi higuera;
del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas. Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido
de su juventud. Jl 1:5–8.

3. El culto al Señor se había detenido: Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la


libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo. El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el
trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite. Jl 1:9–10. Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid,
ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios
la ofrenda y la libación. Jl 1:13.

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4. Una sequía había devastado los arboles: Confundíos, labradores; gemid, viñeros, por el
trigo y la cebada, porque se perdió la mies del campo. La vid está seca, y pereció la higuera; el granado
también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los
hijos de los hombres. Jl 1:11–12.

5. El ganado moría de hambre: El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron
asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron
los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas. Jl 1:17–
18. A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del
campo. Las bestias del campo bramarán también a ti, porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego
consumió las praderas del desierto. Jl 1:19–20.

Pero ninguna de estas cosas se compara como podemos ver en el capitulo dos puede llegar
a compararse con el Día de Jehova, tal como lo describe nuevamente Joel:

1. Es un día cercano: Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los
moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Jl 2:1.

2. Es un día de oscuridad: Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; Jl 2:2.

3. Es un día terrible: Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se
oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy
grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible;
¿quién podrá soportarlo? Jl 2:10–11.

Pero lo anterior aun no era todo el mensaje del Señor, es hasta este momento donde el
profeta declara: Por eso pues, ahora, dice Jehová Jl 2:12. Es decir ante este terrible panorama Dios
tiene mensaje para ti:

Un mensaje de conversión: Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí Jl 2:12.

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El primer señalamiento de Dios al pueblo en relación a convertirse, es porque ellos estaban
viviendo superficialmente, todo se había vuelto un rito religioso, Dios estaba lejos de vida de ellos.
Por esa razón el Señor describe que implica un verdadera conversión:

1. Implica un cambio de todo corazón: Es al mismo tiempo el asiento de las fuerzas del
alma, inteligencia y facultades espirituales, así como de los sentimientos y las pasiones. En
una palabra, denota lo «interior» del hombre, que solo Dios conoce (1 Sam. 16:7; Jer. 17:10).
En el corazón habitan los pensamientos del hombre (Jue. 5:15ss.) y con él se es sabio y
entendido por la Gracia de Dios (Ex. 36:2; 1 R. 3:12; Prov. 16:21). En él residen el dolor (Jer.
4:19; Is. 65:14) y la alegría (Dt. 28:47; Jue. 19:9; Zac. 10:7; Job. 29:13). Puesto que designa la
totalidad del ser humano, la expresión «con todo el corazón» equivale a «con toda el
alma» (De 4:29; 6:5; 10:12; 30:2, 6, 10; cf. Mt 22:37; Mc. 12:30; Lc. 10:27).

2. Implicaba un ayuno genuino: Abstinencia de comida y bebida, y humillación del alma


se conjugaban en una sola práctica con el propósito de disponerse por entero para entrar en
la presencia de Dios. Con esta actitud, los piadosos se apartan de todo para estar delante de
Dios. Con esta actitud no había ninguna intención manipuladora de la divinidad por parte
del adorador, sino la de humillarse y derramar el alma delante de Yahvé. El verdadero ayuno
no se limitaba a una mera práctica exterior, implica el abandono del mal y de los placeres
prohibidos (Is. 58), exigía, pues, una disposición interna, una verdadera conversión.

3. Implica un genuino dolor por el pecado: lloro y lamento, esto es lo que hace la
diferencia entre un creyente verdadero y uno que no lo es, no importa, entre uno que se
arrepiente y otro que no, el dolor de haber ofendido a Dios, no haberle honrado ni dar el
lugar que merece en nuestras vidas. Si nunca has sentido eso, créeme, nunca has estado cerca
de El.

Un mensaje de misericordia: Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a


Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia y que se
duele del castigo Jl 2:13. Pero jésed no es únicamente un asunto de obligación, sino también una
actitud de gracia. Por parte del que tiene poder, implica protección y generosidad frente a las

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estrictas demandas sociales y legales. Cuando se dice que Dios es grande en misericordia (Ex.
34:6; Dt. 4:31; Neh. 9:17; Sal. 103:8; Jon. 4:2), se quiere señalar la diferencia que existe en su
modo de relacionarse con su pueblo, al de los reyes terrenales respecto a sus súbditos.
Describe el aspecto cordial de Yahvé, en cuya relación con los suyos se comporta como un >
amigo, > esposo o > padre.

Algunos ejemplos de como Dios trata con misericordia al pecador:


1. El perdón de la mujer adultera. Juan 7:53–8:11
2. La sanacion del leproso: Marcos 1:40-41
3. Su relación con los pecadores. Mateo 9:10-12
4. Su invitación a una nación malvada. Isaías 1:18
5. Su invitación al creyente. 1 Juan 1:9

Un mensaje de restauración: Considerando todo lo que hemos visto


anteriormente, los que Dios quiere es la genuina restauración de El con su criatura, por eso
en los siguientes versículos nos anima a los siguiente:

1. A volver personalmente a El. Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno Jl 2:15.


2. A volver colectivamente a El. convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión,
juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman. Jl 2:15–16.
3. A cambiar nuestras prioridades. salga de su cámara el novio, y de su tálamo la
novia. Jl 2:16.
4. A humillarnos como lideres: Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de
Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad Jl 2:17.

Conclusion
Me gustaría terminar con la respuesta definitiva ante Dios cuando respondemos de manera
correcta a su mensaje, pues el mismo lo declara: Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.
Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca
más os pondré en oprobio entre las naciones. Y haré alejar de vosotros al del norte, y lo echaré en tierra seca y

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desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición,
porque hizo grandes cosas.
Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas. Animales del campo, no temáis;
porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.
Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su
tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y
los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,
mi gran ejército que envié contra vosotros.
Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y
nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro
Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. Jl 2:18–27.

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