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MONICIONES PARA EL 15 DE MAYO

SOLEMINIDAD DE LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR

MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos hermanos a la celebración Eucarística Dominical. Este día celebramos la fiesta
de la Ascensión del Señor. Hoy, Cristo resucitado y subido a la gloria del Padre inicia su
ministerio de intercesor, pasa a ser cabeza de la nueva humanidad que debe llegar a
actuar como un solo cuerpo. A partir de hoy los discípulos ya no verán a Jesús… pero los
demás deben ver a Jesús en ellos y a través de ellos. Ésa es ahora la misión de sus
discípulos: ser transparencia de Cristo, en cualquier circunstancia y en cualquier lugar. 
Seguros de la presencia del Resucitado aquí y ahora en medio de nosotros, pongámonos
de pie y celebremos, en el triunfo de Jesús, la victoria de la humanidad, entonando el
canto de entrada.

MONICIÓN PRIMERA LECTURA

El Señor da sus recomendaciones finales a los apóstoles y les promete el Espíritu Santo
para que tengan el valor de ser sus testigos. Entonces subió al Padre, y ya no se dejó ver
por ellos. Escuchemos con atención.

MONICIÓN AL SALMO
El Salmo 46 nos invita a los pueblos batir palmas porque “Dios asciende entre
aclamaciones”. Aclamémosle nosotros también respondiendo junto al salmista:

“Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya”.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA

San Pablo en su carta a los efesios nos dice que debemos poner en práctica la humildad, la
amabilidad, la comprensión, pero sobre todo la unidad. Por nuestro bautismo formamos
un cuerpo con un alma en el Espíritu. Escuchemos.
MONICIÓN AL EVANGELIO

Hoy Jesús nos trae este mandato: “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia
a toda criatura”. Desde que Jesús subió al Padre, son sus discípulos los que deben predicar
el mensaje salvífico al mundo entero. Abramos el oído, la mente y el corazón, y
pongámonos de pie para escuchar el Santo Evangelio, pero antes cantemos con júbilo el
Aleluya.

Aleluya, aleluya.

“Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que yo estaré
con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.”

Aleluya, aleluya.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

“Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya”.

Para los hermanos que van a comulgar los invito a hacer las filas de costumbre teniendo
en cuenta el distanciamiento y que la Comunión se consume en el mismo momento en
que la reciben en su mano, no se lleva hasta su asiento. Recuerden que se recibe en la
mano izquierda y la derecha se pone abajo como haciendo un pequeño altar. Luego la
llevamos con la derecha a la boca teniendo cuidado que no nos quede ninguna partícula
sin consumir ya que Jesús está completo en ella.

COMUNIÓN ESPIRITUAL
Si no has podido recibir sacramentalmente a Jesús Eucaristía, te invito a inclinar tu rostro y
hacer la siguiente comunión espiritual confiando plenamente en que Cristo entrará en tu
corazón.

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción


con que te recibió tu santísima Madre;
con el espíritu y fervor de los santos. Amén

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