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Trauma de Tórax y Abdomen
Trauma de Tórax y Abdomen
Introducción
Anatomía.
El tórax tiene forma de cilindro formado por 12 pares de costillas, se comporta como una
protección para los órganos internos de la cavidad torácica.
Lesión penetrante.
Otra lesión que nos compromete la vida es el HEMOTORAX y se presenta cuando los
tejidos lacerados y vasos sanguíneos en la cavidad torácica sangran, este tipo de lesión no
es fácil de identificar por eso la primera atención debe ser tan eficaz en la identificación de
las características de shock.
Los traumas cerrados de tórax son causados generalmente por accidentes de tránsito, pero
también se ven como consecuencia de caídas y explosiones. En estos, la energía del trauma
se distribuye sobre una gran superficie y por esto las lesiones ocurren por desaceleración (o
cizallamiento), compresión o estallido. En las lesiones por desaceleración se genera una
ruptura entre una parte fija y una móvil de un órgano por diferencias en sus tiempos de
aceleración y desaceleración; un ejemplo de esto es la ruptura de la aorta torácica. En las
lesiones por compresión se presenta aplastamiento de los tejidos y los órganos más
vulnerables durante este mecanismo son aquellos que tienen consistencia sólida.
Finalmente, las lesiones por estallido se producen cuando los órganos son sometidos a una
alta presión de manera rápida, siendo afectados los órganos con contenido gaseoso o
líquido, como los pulmones.
Neumotórax a tensión.
Neumotórax abierto.
Hemotorax masivo.
Taponamiento cardiaco.
Tórax inestable.
¿QUÉ HACER?
No olvide que debe activar el sistema de emergencias (SEM). Otra acción muy importante
es tranquilizar al paciente.
Si el paciente se encuentra consciente se le pide que hable para verificar si hay signos que
puedan indicar una alteración en la vía aérea, como disfonía (dificultad para emitir sonidos)
o estridor (ruidos anormales al respirar). Si la voz es normal es muy probable que la vía
aérea se encuentre permeable. En el caso contrario, pedir permiso y revisar la boca en busca
de lesiones y/o cuerpos extraños que puedan estar obstruyendo la vía aérea, incluyendo
sangre o secreciones. Si el paciente se encuentra inconsciente revisar directamente la boca
de la víctima buscando lesiones u obstrucciones y realizar la maniobra para la
permeabilización de la vía aérea, se debe sospechar siempre un trauma cervical hasta no
demostrar lo contrario y por ende la maniobra a realizar será tracción.
B: Buena respiración
Si existe salida de vísceras por la herida, estas deben cubrirse con un apósito limpio,
mojado con agua o solución salina si está disponible.
C: Circulación y control de hemorragias.
Debe evaluarse el estado circulatorio del paciente. Tomar pulsos periféricos (radial) y
central (carotideo); la pérdida de los pulsos periféricos nos puede indicar un estado de
hipovolemia.
D: Déficit neurológico.
El estado neurológico del paciente se ha estado evaluando desde el primer contacto con él,
recordar que si el estado de conciencia va empeorando a lo largo del manejo del paciente es
un signo de alarma de que tiene un mayor compromiso del que pensábamos. Es por esta
razón que al momento de la atención se debe estar hablando con el paciente y preguntarle
acerca de la situación.
E- Exposición.
Introducción
Por lo general la muerte por un trauma abdominal es consecuencia de una pérdida masiva
de sangre causada por una lesión penetrante o directa. En cualquier paciente con shock
inexplicable después de tener una lesión traumática en el tórax se debe asumir que tiene una
hemorragia intrabadominal hasta que se demuestre lo contrario.
Anatomía
Mecanismos de lesión
Entender el mecanismo del trauma ayuda a identificar cuáles pueden ser las potenciales
lesiones en el contexto de un trauma abdominal. Al igual que en el trauma torácico, el
trauma abdominal se divide en cerrado y penetrante.
Las lesiones penetrantes son causadas principalmente por armas cortopunzantes y por
proyectil de arma de fuego de carga única o múltiple, en ocasiones se presenta el
empañamiento con o sobre un objeto. Cuando se penetra el peritoneo es muy probable que
las heridas de arma blanca sean más propensas a dañar el hígado (40%), intestino delgado
(30%), diafragma (20%) y colon (15%), mientras que las heridas de bala dañan con más
frecuencia el intestino delgado (50%), colon (40%), hígado (30%) y vasos abdominales
(25%). Este tipo de heridas pueden presentar una condición que se llama evisceración, es la
lesión en donde las vísceras abdominales quedan expuestas al ambiente, es de un manejo
conservador que posteriormente en el documento será explicado.
El trauma cerrado es más común en accidente de tránsito y tiene una gran mortalidad ya
que se asocia a lesiones graves en muchos órganos y sangrados internos abundantes. Aquí
se mantienen los mismos 3 mecanismos de lesión, que corresponden a compresión en el
que tiende a producirse fracturas de órganos sólidos como el hígado y el bazo,
desaceleración que causa desgarro de los órganos como de los vasos del riñón y la
sobrepresión que genera un aumento brusco de la presión en las vísceras con contenido
gaseoso o líquido y que puede llevar a la ruptura de esta, por ejemplo de intestinos y vejiga.
En general, lo órganos más afectados por el trauma cerrado son el bazo, el hígado, el
intestino delgado y el riñón.
¿Qué hacer?
Igual que en otros traumatismos se deben seguir los pasos de la valoración, teniendo en
cuenta la seguridad. Activar el sistema de emergencias (123) cuando se considere necesario
y prestar la atención inicial a la víctima. Mantenga la calma y ante la duda absténgase.
La evaluación del paciente con trauma abdominal y pélvico se inicia con la valoración
primaria, guiada por el ABCDE del trauma. Primero, valore rápidamente el estado de
conciencia de la víctima.
C: En este punto es importante reconocer los signos de shock que pueden indicar que el
paciente tiene un sangrado intra-abdominal. Como regla general, si hay shock en el
contexto de trauma y no se encuentra una fuente de sangrado evidente, hay un sangrado
intra-abdominal hasta que no se demuestre lo contrario. Si hay lesiones sangrantes, se debe
intentar detenerlos haciendo presión directa sobre el sitio con un apósito y siguiendo los
pasos para el control de hemorragias.
Si hay objetos empalados, por ningún motivo deben intentar retirarse y por el contrario
deben fijarse e inmovilizarse para evitar mayores lesiones. Si hay evisceración (exposición
de vísceras al exterior) nunca intente reintroducir el contenido, cubra las vísceras con gasas
húmedas para evitar que se deshidraten y se infecten; recuerde humedecerlas
periódicamente. Si la lesión es solamente abdominal y no existen lesiones pélvicas ni de
columna asociada, se puede colocar al paciente en posición de defensa abdominal, la cual
consiste en colocar al paciente en decúbito supino o semisentado, con las piernas
flexionadas sobre el abdomen.
Si se sospecha trauma de pelvis con fractura de la misma, se debe inmovilizar esta área,
idealmente poniendo al paciente en una camilla rígida y amarrando la zona pélvica con una
cinta o una correa, esto reducirá los movimientos y por tanto evitará que se genere mayor
daño, en especial si evidencia dolor o alguna deformidad. Se debe evitar palpar y mover
esta zona.
No olvide volver a cubrir a la víctima si fue descubierta o si hay riesgo de hipotermia.
Reevalúe periódicamente el estado del lesionado y este alerta a lesiones que no hayan sido
detectadas. Tenga siempre presente NO hacer ninguna de las siguientes acciones.
Pero siempre pida ayuda al 123, en especial cuando observe alguno de estos signos o
síntomas:
Inconsciencia.
Dolor intenso.
Dificultad para respirar.
Cianosis.
Sudoración, ansiedad, náuseas, palidez y frialdad.
BIBLIOGRAFÍA
PHTLS: PreHospital Trauma Life Support | Prehospital Emergency Care, division 10,
Capitulo 10: Lesiones Especificas. Trauma en Cabeza. Disponible en:
https://booksmedicos.org/phtls-soporte-vital-de-trauma-prehospitalario-8a-edicion/