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Resumen del Libro La Cuarta Dimensión

(DAVID YONGGI CHO)

Incubación de una Bendición

Filipenses 4:6 No se preocupen por nada. Más bien, oren

y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y


sean agradecidos.

Filipenses 4:7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la
gente de este mundo no alcanza a
comprender, pero que protege el corazóny
el entendimiento de los que ya son de
Cristo.

Hay ciertos modos y maneras en que la fe obra, nos liga y relaciona


con nuestro padre celestial, hay cuatro procesos básicos que
debemos cumplir para incubar una Bendición (un deseo).

Primero: para poder usar nuestra fe, debemos tener una clara
visión de nuestro deseo, la fe es la sustancia de las cosas (cosas
claramente nítidas) que se esperan, si solo tenemos solamente
una vaga idea de lo que deseamos, entonces estamos fuera de ese
toque único que es el que puede responder a nuestra oración.
Debemos tener una meta (deseo) bien clara y definida.
Hebreos 11:1 y Romanos 4: 17.

Segundo: debemos sentir un anhelo ardiente por ese deseo,


muchas veces oramos superficialmente y como no sentimos ese
anhelo ardiente, cuando terminamos nuestra oración sucede que ya
hasta se nos olvidó que fue lo que pedimos. Este tipo de oración

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nunca trae una verdadera bendición, debemos ser ardientes y
constantes en el deseo y muy específicos. Proverbios 10:24
(petición de justos); Salmo 37:4 (deleitarse).

Tercero: debemos obtener la sustancia o seguridad, una vez


que tenemos bien definido nuestro deseo y este es verdaderamente
ardiente, entonces debemos estar de rodillas y orar hasta obtener
la sustancia o seguridad. Mateo 21:22

Cuarto: debemos dar muestra de nuestra fe, esto significa que


debemos llamar las cosas que no son como si fueran. Los milagros
no se producen por medio de una lucha ciega, hay leyes en el reino
espiritual y nosotros tenemos en el corazón recursos inagotables,
porque Dios habita dentro de nosotros, pero debemos creerlo eso
es parte de la fe.

Lo que es engendrado en nuestra mente y corazón está listo para


realizarse en nuestro ambiente y circunstancias aun cuando sea
malo, por esto debemos estar muy atentos con los deseos de
nuestro corazón.

De modo que para “hacer las cosas que no son como si fueran”
debemos pronunciar la palabra, la Iglesia de hoy ha perdido el arte de dar
órdenes, los cristianos hemos venido a ser perpetuos mendigos porque
estamos mendigando constantemente. Aprendamos a pronunciar la
palabra de poder como hizo Pedro “No tengo plata, ni oro, pero lo que
tengo te doy, en el nombre de Jesucristo: levántate y anda”.

De modo que para que nuestra fe sea efectiva, tengamos un deseo


bien claro y definido, por ejemplo: (Lograr una Iglesia comprometida
y fiel al Señor y que tenga 5000 miembros), esto es un ejemplo de
un deseo claro y definido. Que este deseo sea quemante hasta el
punto de hacerse insoportable, entonces oremos hasta tener la
seguridad o sustancia de que lo obtendremos y por último
empecemos a pronunciar la palabra de seguridad que nos ha sido
dada. Gn. 17.5 – 15 / Éxodo. 14:15 – 16 / Hch. 3: 6 / Hch. 14:10.

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El poder creativo de la palabra hablada.

Santiago 3:5 Y lo mismo pasa con nuestra lengua. Es

una de las partes más pequeñas de nuestro


cuerpo, pero es capaz de hacer grandes
cosas. ¡Es una llama pequeña que puede
incendiar todo un bosque!

Santiago 3:6 Las palabras que decimos con nuestra

Lengua son como el fuego. Nuestra lengua


tiene mucho poder para hacer el mal. Puede
echar a perder toda nuestra vida y hacer que
nos quememos en el infierno.

El centro del habla y el nervio que controla el lenguaje, tienen tal poder
sobre todo el cuerpo que una persona simplemente hablando puede
controlar todo su cuerpo y manipularlo de la manera que se desee. Por
ejemplo, si “dices bueno yo no puedo hacer este trabajo porque no
tengo la habilidad”, entonces tucuerpo y mente se condicionan para no
poder hacer ese trabajo.

Las personas casi siempre están muy dispuestas a hablar en términos


negativos “estoy realmente pobre y no puedo comprar estas cosas”.

Una primera razón para usar la palabra hablada, es crear poder para vivir
una próspera y triunfal vida personal, Pero para llegar a este nivel de
cambio, antes debemos cambiar nuestro lenguaje.
Pero por otro lado si nosotros nos decimos que somos capaces dehacer de
todo y que tendremos éxito en todo lo que emprendemos, entonces
nuestro cuerpo se prepara para triunfar.
Una segunda razón Si el Espíritu Santo imparte Fe a tu corazón para
remover una montaña, no mendigues suplicando que la montaña sea
removida, mejor pronuncia firmemente la palabra “desarráigate y plántate
en el mar” y ella lo hará.
Una tercera razón Es por medio de la confesión de Fe,confesión verbalizada
en palabras claras que podemosapropiarnos de la salvación que solo viene
por Jesucristo. Romanos 10:10.

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