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EN LO PRINCIPAL: INTERPONE RECURSO DE NULIDAD; OTROSÍ: SE TENGA PRESENTE

1º JUZGADO DE LETRAS DEL TRABAJO DE SANTIAGO

S.J.L. DEL TRABAJO DE SANTIAGO (1°) MIGUEL BRUNAUD RAMOS, abogado, por el
demandante, en causa RIT O-4503- 2021, caratulado “OBANDO / CDO SERVICIOS
EMPRESARIALES S.A.” a V.S., respetuosamente digo:

Que, en tiempo y en forma según lo prescribe el artículo 479 del Código del Trabajo y en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 477 y siguientes del mismo cuerpo legal, vengo en deducir en
contra de la sentencia dictada en estos autos, de fecha 05 de diciembre del 2022, dictada por Dictada por
Andrea Vásquez Bravo, jueza titular del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago. notificada a
esta parte en la misma fecha, recurso de nulidad para ante la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, por
las causales que se indican, a fin de que conociendo del recurso se sirva invalidarla, dictando otra en su
reemplazo en que se acoja el aumento de indemnización en razón de daño moral, de conformidad a los
argumentos que a continuación pasaré a exponer:

ANTECEDENTES DE LA DISCUSIÓN

Señala el actor que desempeñando sus labores habituales de Operador Multifuncional de Bodega
con fecha 25 de marzo de 2021, a las 16:30 se encontraba en su puesto de trabajo cuando uno de sus
compañeros le advirtió sobre una caja que emitía un fuerte mal olor y estaba mojada por debajo, el actor al
ser uno de los dos trabajadores que tenían máscaras de gas en la faena, procedió a abrir la caja y a
manipularla para saber que contenía, debido a la exposición al contenido de esta caja es que el actor
manifestó inmediatamente síntomas de malestar, específicamente irritación ocular y ceguera; pasados los
minutos el dolor ocular persistía a pesar del lavado correspondiente, después comenzó a experimentar
fuertes nauseas. La magnitud del suceso afectó al personal completo en la respectiva bodega donde hubo
algunos trabajadores que fueron más afectados que otros debido a los gases emanados de la caja, además
fue necesaria la presencia de bomberos para contener la emergencia. Aproximadamente a las 17:00 horas
el actor fue llevado a la Mutual de Seguridad correspondiente, fue dado de alta aproximadamente a las
23:00. Durante los días siguientes el actor fue afectado por distintos síntomas como fotofobia (que duró 4
días aproximadamente), vómitos, dolor de cabeza, náuseas y serios problemas respiratorios.

En razón de ello, demanda el actor, indemnización de perjuicios por accidente de trayecto, y daño
moral, y que además de ello éste sufre DOLOR CRÓNICO en su pierna izquierda, de forma constante, ya
sea por el mínimo esfuerzo físico, al manejar su vehículo o al caminar y que padece de una
LIMITACIÓN FUNCIONAL que se traduce en muy limitada capacidad para caminar y conducir
vehículos motorizados, sintiendo un intenso dolor lancinante que en definitiva le impide realizar tareas
básicas como caminar y conducir, esto ha afectado no solo su salud física sino que también psicológica.

La sentencia, sin embargo, determinó rechazar la demanda, acogiendo la excepción de


finiquito. Este razonamiento estaría errado por los argumentos que a continuación se
exponen:

I. CAUSALES DE NULIDAD QUE SE INVOCAN


A) Causal del artículo 477 del Código del trabajo esto es, cuando en la tramitación del
procedimiento o en la dictación de la sentencia definitiva se hubieren infringido
sustancialmente derechos o garantías constitucionales, o aquélla se hubiere dictado con
infracción de ley que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

B) Causal del artículo 477 del Código del trabajo en relación al artículo 144 del código de
procedimiento civil, esto es la condena al pago de costas cuando la parte ha sido completamente
vencida en un juicio o en un incidente.

II. RESPECTO A LA DECISIÓN DE ADMITIR LA EXCEPCIÓN DE FINIQUITO


OPUESTA POR LA DEMANDADA: ALEGAMOS LA CAUSAL CONTENIDA
EN EL ARTÍCULO 477 DEL CÓDIGO DEL TRABAJO: INFRACCIÓN DE LEY
QUE INFLUYÓ SUSTANCIALMENTE EN LO DISPOSITIVO DEL FALLO

En efecto la sentencia recurrida acogió la excepción de finiquito interpuesta por la EMPRESA


EXPRESS DE SANTIAGO UNO S.A. por cuanto el documento referido decía que: “DON HERNAN
FUENTES ROCHA, otorga a su ex empleador el más amplio, completo y total finiquito, declarando que
nada se le adeuda, por ningún concepto, tanto respecto del vínculo laboral que existió entre ellos como de
su terminación. Así mismo el ex trabajador deja expresa constancia que la empresa durante la vigencia
del contrato de trabajo como en su terminación no ha incurrido en ningún hecho o conducta que
configure una vulneración a los derechos fundamentales establecidos en el artículo 485 del código del
trabajo establecidos en el artículo 485 del Código del Trabajo. A mayor abundamiento, Don(ña)
HERNAN FUENTES ROCHA, renuncia a cualquier acción de naturaleza laboral que pudiere
corresponder, entendiéndose incorporadas dentro de esta renuncia, aquellas acciones indemnizatorias de
perjuicio derivadas de accidentes del trabajo o enfermedades profesionales ocurridas durante la vigencia
del contrato de trabajo, como también a las cobro de cualquier prestación laboral, despido injustificado e
improcedente, vulneración de garantías fundamentales tramitadas conforme en lo dispuesto en el párrafo
6! Del libro V del Código del trabajo o prácticas antisindicales, administrativas, penal, comercial y de
cualquier naturaleza que pudiere competer derivada del vínculo jurídico que los unió a su ex empleador o
de su determinación”.

En razón de ello, la sentencia se dictó con manifiesta infracción de ley que influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo por cuanto:

1) Se infringe lo dispuesto en el artículo 177 del código del trabajo en tanto al otorgarle el
sentenciador de autos poder liberatorio a finiquitos que son totalmente genéricos y que
carecen de mención específica respecto del accidente del trabajo de mi representado,
consistente en la lesión de su rodilla izquierda junto con dolor crónico y que posiblemente sea
permanente, entre otros males. También es necesario remarcar que no hay una renuncia
expresa y específica, en estos finiquitos, a la acción impetrada en autos, contradiciendo así la
jurisprudencia de nuestros tribunales superiores de justicia, que exigen especificidad en los
finiquitos para otorgarles poder liberatorio.

2) La sentencia impugnada establece en su considerando décimo sexto: “No acoger la excepción


de finiquito deducida por la demandada significaría desconocer el efecto liberatorio de una
convención celebradas entre dos partes capaces, respecto de la cual no se realizó reserva
alguna, ni se alegó su nulidad.”

En resumidas cuentas, pretende otorgar al finiquito poder liberatorio porque fue emitido con
las solemnidades legales y sin reserva de derechos, por lo que se extinguió el derecho de mi
representado para demandar eventuales perjuicios con motivo del accidente de trabajo que
sufre, más aún si los documentos consignan que al trabajador nada se le adeuda y que no tiene
reclamo alguno que formular contra la empleadora. Es indudable que la sentencia definitiva
tiene una interpretación diversa respecto de otras de nuestros Tribunales Superiores de
Justicia, los que señalan que el finiquito que cumple con todas las formalidades del artículo
177 del Código del Trabajo debe considerarse como un instrumento destinado a dejar
constancia del término de la relación laboral y del cumplimiento de las prestaciones propias de
la misma, y que si no menciona específicamente a las acciones derivadas de la relación civil
por una accidente del trabajo u enfermedad profesional, o derechamente omite toda referencia
a dichas acciones, no puede tener efectos liberatorios o transaccionales respecto de dicha
específica responsabilidad.

3) En este sentido, la Excelentísima Corte Suprema resolvió en causa 6764-2015, con fecha 16
de marzo de 2016, señalando: “Que, en este contexto, se puede afirmar que es una
convención, esto es, un acto jurídico voluntario de las partes que lo suscriben y que genera o
extingue derechos y obligaciones, y que da cuenta del término del vínculo laboral de la
manera que señala, siendo factible que una de ellas manifieste discordancia en algún rubro,
en cuyo caso el finiquito no tiene poder liberatorio, lo que se puede verificar porque uno de
los comparecientes formuló la reserva correspondiente, porque se trata de derechos u
obligaciones que no se especificaron o por cualquier motivo susceptible de ser considerado
como uno que obste a entender que las partes pusieron término de manera integral a la
relación integral que los unía”.

Posteriormente, esta misma sentencia reseñada afirma que: “Y en cuanto a la aseveración


de que nada se le adeuda por otro concepto, de origen legal o contractual, que derive de la
relación laboral, precisamente por su carácter genérico, no se puede pretender que incluye la
acción indemnizatoria ejercida, dado que ni siquiera se hace mención a la enfermedad
profesional que padece el actor, por lo que no puede atacarla. En efecto, por participar el
acto de que se trata de la naturaleza jurídica de una transacción, en el caso concreto, con la
finalidad de precaver un litigio eventual, según lo dispone el artículo 2446 del Código Civil,
corresponde exigir la especificidad necesaria no sólo atendido los bienes jurídicos
involucrados –derechos laborales de orden público-, sino también porque se trata de evitar
un litigio entre quienes lo suscriben, por lo mismo, se debe requerir la máxima claridad en
cuanto a los derechos, obligaciones, prestaciones, indemnizaciones que comprende, con la
finalidad de impedir discusiones futuras como las que da cuenta la causa en que incide el
recurso”.

Finalmente, la Excelentísima Corte termina por resolver: “Que, en consecuencia, se


uniforma la jurisprudencia en el sentido que el finiquito sólo tiene poder liberatorio respecto
de las materias que las partes acuerdan de manera expresa y, en el caso sublite, no
comprende lo referido a la enfermedad profesional que aqueja al actor; razón por la que no
corresponde atribuir al finiquito los efectos liberatorios que pretende la demandada, pues,
por lo señalado, solo puede generarlos respecto de las materias acordadas de manera
expresa”.
4) En una situación aún más desfavorable para el demandante, esta misma Corte revolvió en
causa 14513-2019, de fecha 17 de abril de 2020, que: “Octavo: Que, así, el finiquito
corresponde a una convención, en cuanto acto jurídico voluntario que genera o extingue
derechos y obligaciones, y que da cuenta del término del vínculo laboral de la manera que
señala, y como tal, es posible que una de las partes manifieste discordancia en algún rubro,
en cuyo extremo el finiquito no tiene poder liberatorio, situación que puede consignarse
mediante la formulación de la reserva correspondiente, y, en el presente caso, es un hecho
pacífico que los litigantes suscribieron finiquitos que cumplieron las formalidades legales,
en el cual el actor expresa que nada se le adeuda con ocasión o motivo de la relación
laboral o por causa de su terminación, renunciando a todas las acciones y derechos que
una pudiera hacer valer en contra de la otra por causa del contrato, los servicios
prestados y su terminación, incluyendo, en el último citado, una referencia, también
genérica, a accidentes y enfermedades laborales. Como se observa, ambos documentos
contienen cláusulas amplias que carecen de la especificidad que un acto jurídico como el
finiquito exige para que surta efecto liberatorio respecto de la acción deducida. En efecto,
la demanda que dio curso a este proceso se fundamenta en hechos concretos: la enfermedad
profesional –silicosis– que afecta al actor, como consecuencia del incumplimiento del deber
de cuidado que le asistía a sus empleadores. Debe considerarse en este punto que, en la
especie, al tratarse de un finiquito que ajusta entre las partes la situación jurídica de
término de derechos de naturaleza laboral, y por lo tanto de orden público, merece y exige
la especificación concreta y expresa de los bienes jurídicos de los cuales se dispone, máxime
si se considera que por su naturaleza transaccional rige, a su respecto, lo dispuesto en el
artículo 2446 del Código Civil, desde que su finalidad es también evitar o precaver un
litigio entre quienes lo suscriben, razón por la cual es indispensable requerir la máxima
claridad en cuanto a los derechos, obligaciones, prestaciones, indemnizaciones que
comprende, con la finalidad de impedir discusiones futuras como las que da cuenta la causa
en que incide el recurso.

Noveno: Que, en consecuencia, se uniforma la jurisprudencia en el sentido que el finiquito


sólo tiene poder liberatorio respecto de las materias que las partes acuerdan de manera
expresa y, en el caso sublite, no comprende lo referido a la acción de indemnización de
perjuicios por la enfermedad profesional concreta que le fue diagnosticada al trabajador;
razón por la que no corresponde atribuirle los efectos liberatorios que pretende el fallo de
base, pues, por lo señalado, solo puede generarlos respecto a las materias acordadas de
manera expresa, por lo tanto se debe concluir que los sentenciadores del fondo incurrieron en
yerro al rechazar el motivo de nulidad establecido en el artículo 477 del Código del Trabajo,
por infracción de lo dispuesto en el artículo 177 del código citado, por lo que queda acogido.

5) La sentencia impugnada establece en su considerando décimo octavo: “Que, se ha resuelto por


la jurisprudencia administrativa y judicial, que si el infortunio se produce a raíz de un riesgo
existente en el recinto de la empresa, es posible establecer responsabilidad del dueño de la
faena respecto del accidente, pero este supuesto –riesgo existente en la faena- no se acreditó,
sino que se acreditó todo lo contrario, toda vez que fluye del relato del propio demandante que
el accidente ocurrió en la vía pública, por lo que no puede establecerse la responsabilidad de
la demandada debiendo rechazarse la demanda a su respecto.”. El tribunal yerra en este
razonamiento en tanto el deber protector del empleador debe entenderse más allá de un rol
netamente prevencionista que solo busca evitar los accidente y enfermedades laborales, mas
bien, debe ser entendido en sentido amplio como aquel deber de resguarda y que vela por la
salud e integridad de sus trabajadores, para lo cual no basta tener medidas de prevención sino
que además debe ser capaz de socorrer y atender a sus trabajadores cuando estos sufren algún
accidente laboral o durante el trayecto desde su lugar de descanso hacía donde desempeñan sus
labores. En el caso sublite el accidente ocurrió en la vía pública y si bien podría parecer que
este hecho libera de responsabilidad al empleador, lo cierto que hoy gracias a la tecnología que
existente a nuestra disposición es cada vez más fácil saber dónde se encuentra una persona y
por ende es posible advertir su ausencia con total rapidez.

A causa del estado de shock insuperable en que se encontraba don HERNAN FUENTES
ROCHA al momento de sufrir el accidente, esto sumado al dolor provocado por la caída,
hicieron que le fuera imposible comunicarse con alguien que lo socorriera y tuvo que esperar en
el suelo a que un conocido pasara coincidentemente por el lugar para poder ser llevado a la
mutual de seguridad, en este sentido, atribuirle la responsabilidad al trabajador que se
encontraba indispuesto, atenta directamente con sus derechos fundamentales establecidos en el
artículo 19 de la Constitución Política de la República, en sus numerales: 1, 2 y 16.

6) Así entonces, y en el entendido de que la sentencia es la expresión de una cadena de


silogismos, el error que se denuncia recae sobre la premisa mayor (la norma jurídica) y en la
conclusión o consecuencia, que se deriva de la subsunción de los hechos probados (que
constituyen la premisa menor) en el enunciado legal. Los errores de los que puede adolecer la
sentencia en tanto la causal invocada, dicen relación con la actividad realizada por el juez para
discernir la norma aplicable a un caso, el modo en que ella debe ser entendida y aplicada; y las
consecuencias jurídicas que derivan de ese proceder. Lo anterior, en atención a que se le ha
asignado a una normativa un sentido, o significado, diverso al que en los hechos correspondía
asignarle, lo que ha llevado al sentenciador a otorgarle un alcance diferente al que se ha
buscado por el legislador, errando de esta manera en el establecimiento de las consecuencias
jurídicas que se derivan de la propia norma.

7) En efecto, el Juez laboral ha infringido la ley con influencia sustancial en lo dispositivo del
fallo respecto a la errada aplicación de los artículos 177 y 184 del Código del Trabajo en
relación con los artículos 3, 1545, 1546, 1560, 1566, 1563, 2446 y 2462 todos del Código
Civil, según se explicará en el presente recurso, todo ello, debido a una errónea aplicación que
el Tribunal realizó de las normas antes señaladas, con infracción a la ley.

8) Por otra parte, la sentencia definitiva también infringe el artículo 1561 del Código Civil, que
señala: “Por generales que sean los términos de un contrato, sólo se aplicarán a la materia
sobre que se ha contratado”, dada la generalidad con la que se redactaron las cláusulas en que
se redactó la cláusula por la que mi representado hizo la renuncia de acciones en el finiquito.

9) También infringe lo dispuesto en el artículo 1566 del Código Civil, que señala: “No pudiendo
aplicarse ninguna de las reglas precedentes de interpretación, se interpretarán las cláusulas
ambiguas a favor del deudor. Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o
dictadas por una de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretarán contra ella,
siempre que la ambigüedad provenga de la falta de una explicación que haya debido darse
por ella”. Esto por cuanto, los finiquitos fueron redactados por EXPRESS DE SANTIAGO
UNO S.A., y que las cláusulas transaccionales vagas y en términos genéricos deben ser
interpretadas en contra de quién las redactó.

10) Además, la sentencia definitiva infringe lo dispuesto en el artículo 2462 del Código Civil, que
muy claramente dispone: “Si la transacción recae sobre uno o más objetos específicos, la
renuncia general de todo derecho, acción o pretensión deberá sólo entenderse de los derechos,
acciones o pretensiones relativas al objeto u objetos sobre que se transige”.

III. RESPECTO A LA DECISIÓN DE CONDENAR EN COSTAS A ESTA PARTE,


ALEGAMOS LA CAUSAL: INFRACCIÓN DEL ARTÍCULO 477 DEL CÓDIGO DEL
TRABAJO EN RELACIÓN AL 144 DEL CÓDIGO DE PRODECIMIENTO CIVIL
La recurrida sentencia en su parte final condena a esta parte al pago de costas, al monto de
$500.000, siendo esta conclusión totalmente injusta y antijurídica, en tanto existe un motivo real y
plausible que llevó a esta parte a actuar frente a los tribunales del país.

La recurrida resolución condena en costas a la actora en tanto considera que esta ha sido
totalmente vencida en todas sus pretensiones, creemos que este razonamiento yerra en tanto esta parte
tiene motivos de peso y concluyentes para actuar frente a tribunales; mencionar además que la
admisibilidad de la excepción de finiquito se encuentra equivocada.

En razón de ello, la sentencia se dictó con manifiesta infracción de ley que influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo por cuanto:

1) La recurrida sentencia en su numeral DECIMO QUINTO señala “Que, no es posible


establecer que la caída del actor provenga del actuar negligente de su empleador, toda vez
que tomó las medidas para asegurar la vida y la salud de sus trabajadores…”, desestimamos
esta aseveración en tanto al momento de ocurrir el accidente don Hernán Fuentes Rocha no
fue socorrido por su empleador ni por sus compañeros de trabajo, simplemente fue olvidado
hasta ya varios minutos después donde el testigo de autos don EMILIO OSORIO
SAAVERDRA fue quien en definitiva socorrió a don Hernán Fuentes y lo llevó a la mutual de
seguridad CCHS ubicada en Avenida Vicuña Mackenna Oriente. N°6381, La Florida.

2) El artículo 184 del Código del Trabajo establece la responsabilidad del empleador de tomar
todas las medidas para proteger eficazmente la vida y salud de sus trabajadores. Es decir, no
basta con tomar los resguardos y advertencias si dichos resguardos no se aplican o no existen
protocolos que se activen cuando uno sus trabajadores sufre un accidente, incluso si dicho
accidente ocurrió en el trayecto, en el caso sublite es cierto que Don Hernán no pudo avisar de
manera oportuna en el trabajo que había sufrido un accidente por encontrarse en estado de
shock y la demandada se escuda argumentando que, el accidente al no haber ocurrido en
dependencias del empleador, no cae en ella la responsabilidad del accidente sufrido por don
Hernán Fuentes, lo cual desestimamos completamente por tanto para haber cumplido
íntegramente su deber protector debió advertir prontamente la ausencia de don Hernán y
prestar el debido socorro, en especial hoy en día que es cada vez más fácil saber la ubicación
de alguien en todo momento gracias a la tecnología disponible. Si bien es cierto que al
momento de sufrir el accidente don Hernán no dio aviso de inmediato, esto se debió a que a
causa del golpe y el dolor, este se encontraba en estado de shock imposibilitado de realizar
cualquier acción, en dicho sentido podemos entender que el protocolo y las medidas de
seguridad con las que cuenta la empresa quedaron evidenciadas como insuficientes e
ineficientes, ya que, no se le puede responsabilizar a don Hernán por no dar aviso que
necesitaba ayuda al encontrarse física y mentalmente imposibilitado de actuar encontrándose
en estado de shock.

3) Así también la Corte Apelaciones de Talca ha sostenido en causa ROL 339-2017


Reforma Laboral, aludiendo a la causa rol N 9163-2012, el artículo 184 del Código del
Trabajo constituye al empleador en deudor de seguridad de sus trabajadores, lo cual implica
exigir la adopción de todas las medidas correctas y eficientes, o destinadas a proteger la vida
y salude aquellos; que es un deber general de protección de la vida y salud de sus trabajadores,
siendo el cabal e íntegro cumplimiento de una trascendencia superior a la de una simple
prestación a la que se somete una de las partes en una convención; que la carga de la
prueba está colocada en el empleador, quien debe acreditar que ha cumplido con este deber de
cuidado si el accidente ha ocurrido dentro del ámbito de actividades que estén bajo su control,
debiendo en principio “presumirse su culpa por el hecho propio, correspondiéndole probar la
diligencia o cuidado a quien ha debido emplearlo”, en otras palabras, si se verifica un
accidente del trabajo se presume que el empleador no tomó todas las medidas necesarias para
evitarlo, o que las adoptadas fueron insuficientes o inapropiadas, presunción que surge de la
obligación de seguridad impuesta por el legislador y que se califica de resultado . Alude al
“criterio” ya esbozado en el mismo sentido en la sentencia rol N 4313-1997, donde se
estableció, que el alcance del término eficazmente alude a un efecto de resultado, pero
fundamentalmente a la acuciosidad con la que el empleador debe dar cumplimiento a su deber
de seguridad. De lo anterior, Colige que: “las normas de seguridad impuestas por imperativo
social al empleador, no se agotan ni se satisfacen con la sola existencia de un formal
reglamento de seguridad, ni de anuncios, exhortaciones ni prevenciones hechas a la sola
buena voluntad de los trabajadores, sino que ha de tenérselas por existentes cuando el
empleador mantiene elementos materiales constantes y supervigilancia autentica en cuanto a
la forma o como deba desarrollarse la actividad de los trabajadores, especialmente
tratándose de faenas peligrosas” .

Por estas consideraciones, concluye que “yerran los sentenciadores al estimar que no se
vulnera el artículo 184 del Código del Trabajo, basándose en el cumplimiento de la
legislación que regula la materia, al considerar que el fallo aporta todos los elementos para
tener por configurada las medidas de seguridad que se adoptaron por el empleador
produciéndose el accidente por un acto propio del actor, hecho que estaba por esta
circunstancia bajo su dominio exclusivo.”

4) En términos muy similares resuelve la Corte de Apelaciones de San Miguel, considerando


quinto ha sostenido (Roles N°s 4.313-1997,3619- 2006, 9163- 2012 y 2547-2014) que del
inciso primero del artículo 184 del Código del Trabajo, se infiere: “Que el empleador se
constituye en deudor de seguridad de sus trabajadores, lo cual importa exigir la adopción de
todas las medidas correctas y eficientes destinadas a proteger la vida y salud de aquéllos.
Efectivamente, el citado precepto establece el deber general de protección de la vida y la
salud de los trabajadores, impuesto por el legislador a los empleadores, siendo el cabal e
íntegro cumplimiento de esta obligación de una trascendencia superior a la de una simple
prestación a que se somete una de las partes de una convención y, evidentemente, constituye
un principio que se encuentra incorporado a todo contrato, siendo un elemento de la esencia
de éstos y la importancia de su cumplimiento no queda entregada a la voluntad de las partes,
sino que comprende una serie de pautas cuyo contenido, forma y extensión se encuentran
reguladas mediante las normas de orden público...”. Continua“…El citado artículo 184 del
Código del Trabajo, que establece el principio rector en materia de obligaciones de
seguridad del empleador, en concordancia con el artículo 68 de la Ley N°16.744, pone de
carga del empleador acreditar que ha cumplido con este deber legal de cuidado si el
accidente ha ocurrido dentro del ámbito de actividades que están bajo su control, debiendo
en principio presumirse su culpa por el hecho propio, correspondiendo probar la diligencia o
cuidado a quien ha debido emplearlo, en el caso sub lite, a la empresa demandada en su
calidad de empleadora. En otras palabras, si se verifica un accidente del trabajo se presume
que el empleador no tomó todas las medidas necesarias para evitarlo, o que las adoptadas
fueron insuficientes o inapropiadas, presunción que surge de la obligación de seguridad
impuesta por el legislador y que se califica como de resultado”, es decir, el empleador es un
deudor de seguridad a sus trabajadores. La obligación de otorgar seguridad en el trabajo, bajo
todos sus respectos, es una de las manifestaciones concretas del deber general de protección
del empleador; su cabal cumplimiento es de una trascendencia superior a la de una simple
obligación de una de las partes en un negocio jurídico, pues ella mira a la prevención de los
riesgos profesionales, lo que importa a sus trabajadores, a sus familias y a la sociedad toda,
tanto para proteger la vida y salud de los trabajadores, como por razones éticas y sociales. La
regulación del cumplimiento de este deber no queda entregada a la autonomía de la voluntad
de las partes, ni menos aún, a la decisión del empleador. Ella comprende en general una serie
de normas de orden público, sin perjuicio de normativas adicionales decididas o convenidas
con el empleador”; puesto que la palabra “eficazmente”, empleada en el artículo 184 del
código laboral, aparentemente apunta a un efecto de resultado, el que sin dudas se encuentra
también presente; pero fundamentalmente debe entendérsela referida a la magnitud de
responsabilidad y acuciosidad con que el empleador debe dar cumplimiento a su obligación de
prevención y seguridad, en relación con lo cual cabe inferir inequívocamente una suma
exigencia del legislador” y “los valores que tienden a preservar la obligación de seguridad,
en forma directa e inmediata, no son de índole patrimonial, sino es propia vida, la integridad
física y psíquica, y la salud del trabajador. Atendido lo anterior, y dada la circunstancia que
el artículo 69 de la Ley N° 16.744 no determina el grado de culpa de que debe responder el
empleador en su cumplimiento, necesario resulta concluir que éste es el propio de la culpa
levísima, es decir, “la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en
la administración de sus negocios importantes”

5) En esta línea de ideas creemos que el deber protector del empleador debe manifestarse no
solamente en la implementación de medidas de seguridad y protocolos, debe ser efectivo y
debe abarcar todo ámbito que resguarde al trabajador incluso fuera de las inmediaciones
laborales y por sobre todo resguardar la integridad física y psíquica del trabajador, es más,
incluso hasta cuando ya ha ocurrido algún accidente se deberá disponer de todos los medios
necesarios para socorrer al trabajador, solo así se estará respetando el espíritu de la norma y se
dará cumplimiento íntegro al artículo 184 del Código del Trabajo

IV. LEYES INFRINGIDAS QUE INFLUYEN DIRECTAMENTE EN LOS


DISPOSITIVO DEL FALLO

La sentencia recurrida de nulidad vulnera directamente lo prevenido en los artículos 177 y 184 del
Código del Trabajo, en relación al finiquito celebrado entre EXPRESS DE SANTIAGO UNO S.A. y el
actor, y por ende a las normas generales que rigen toda relación contractual entre personas, establecidas en
los artículos 1545 y siguientes del Código Civil. En efecto, el sentenciador yerra en la aplicación e
interpretación de las normas en comento, al otorgarle poder liberatorio a aquel finiquito genérico y que
carece de mención específica al malestar en concretó que afectó al trabajador, en este caso al accidente de
trayecto laboral ocurrido el 12 de agosto del 2017 que sufrió HERNÁN FUENTES ROCHA en la vía
pública, debido a que en dicho finiquito no se hace mención expresa del hecho ocurrido que ya por el
tiempo de haber ocurrido, era de pleno conocimiento del ex empleador. Contradiciendo así la
jurisprudencia de nuestros Tribunales Superiores de Justicia que exigen especificidad en los finiquitos
para otorgarle poderes liberatorios.

Efectivamente, la sentencia impugnada sostiene que corresponde otorgar al finiquito efecto


liberatorio porque fue otorgado conforme a las solemnidades legales y sin reserva de derechos, por lo que
se extinguió el derecho de don Hernán Fuentes Rocha a demandar eventuales perjuicios con motivo del
accidente de trayecto laboral que sufrió, más aún si los documentos consignan que el trabajador nada se le
adeuda y que no tiene reclamo alguno que formular contra el ex empleador EXPRESS DE SANTIAGO
UNO S.A.
Es indudable que la sentencia definitiva que se impugna tiene una interpretación diversa respecto
de otras que han emitido nuestros Tribunales Superiores de Justicia, los que señalan que el finiquito que
cumple con las formalidades del artículo 177 el código del trabajo debe considerarse como un instrumento
destinado a dejar constancia del término de la relación laboral y el cumplimiento de las prestaciones
propias de la misma, y que si no menciona específicamente que se renuncia a las acciones derivadas de la
responsabilidad civil por el referido accidente de trayecto laboral del 12 de agosto del 2017, ni tampoco
hace referencia a las partidas relacionadas con dicho concepto, no puede tener efectos liberatorios o
transaccionales respecto de dicha específica responsabilidad

Específicamente hago referencia a la sentencia definitiva dictada con fecha 16 de marzo del 2016
por la Excelentísima Corte Suprema en la causa de ingreso Corte N°6.764-2015, que señala lo siguiente:

“Que, en ese contexto se puede afirmar que es una convención, esto es, un acto jurídico
voluntario de las partes que lo suscriben y que genera o extingue derechos y obligaciones, y que dan
cuenta del término del vínculo laboral de la manera que señala, siendo factible que una de ella manifiesta
discordancia de algún rubro, en cuyo caso el finiquito no tiene poder liberatorio lo que se puede verificar
porque uno de los comparecientes formuló la reserva correspondiente, porque se trata de derechos u
obligaciones que no es especificaron o por cualquier otro motivo susceptible de se considerado como uno
que obste a entender que las partes pusieron termino de manera integral a la relación laboral que los
unía”

Posteriormente, la sentencia reseñada afirma lo que textualmente transcribimos a continuación:

“y en cuanto a la aseveración que nada se le adeuda por otro concepto, de origen legal o
contractual, que derive de la relación laboral, precisamente por su carácter genérico, no se puede
pretender que incluye la acción indemnizatoria ejercida, dado que ni siquiera se hace mención a la
enfermedad profesional que padece el actor, por lo que no puede abarcarla. En efecto, por participar el
acto de que se trata de la naturaleza jurídica de una transacción, en el caso concreto, con la finalidad de
precaver un litigio eventual según lo dispone el artículo 2.446 del código civil, corresponder exigir la
especificidad necesaria no solo atendido los bienes jurídicos involucrados – derechos laborales de orden
público-, sino también porque se trata de evitar un litigio entre quienes lo suscriben, por lo mismo, se
debe requerir la máxima claridad en cuanto a los derechos, obligaciones, prestaciones, indemnizaciones
que comprende, con la finalidad de impedir discusiones futuras como las que da cuenta la causa en que
incide el recurso”

Finalmente, la sentencia definitiva dictada con fecha 16 de marzo del 2016 por la Excelentísima
Corte Suprema en la causa de Ingreso Corte N°6.764-2015, uniforma la jurisprudencia respecto a esta
materia señalando lo siguiente: “Que, en consecuencia, se uniforma la jurisprudencia en el sentido que el
finiquito solo tiene poder liberatorio respecto de las materias que las partes acuerdan de manera expresa
y, en caso sublite, no comprender lo referido a la enfermedad profesional que aqueja al actor; razón por
la que no corresponde atribuir al finiquito los efectos liberatorios que pretende la demandada, pues, por
lo señalado, solo puede generarlos respecto a las materias acordadas de manera expresa”

Interpretaciones idénticas a la señalada encontramos en las sentencias dictadas por la


Excelentísima Corte Suprema en la causa Ingreso Corte N°7.113-2010 con fecha 9 de julio de 2014 y en la
causa Ingreso Corte N°8.325-2013 con fecha 22 de abril del 2014, relativas a la procedencia de dar efecto
liberatorio a finiquitos suscritos entre las partes respecto de la respectivas acciones de indemnización de
perjuicios por enfermedad profesional o accidente de trabajo, y que concluyen que si no hay mención
específica a la renuncia de acciones derivadas de una enfermedad laboral o accidente laboral, sino una
renuncia general de derechos y acciones, los finiquitos solo tuvieron por objeto poner término a la relación
laboral que existió entre los demandante y la empresa; y pagar las específicas prestaciones en que ellos se
indican, no siendo materia de transacción el ejercicio de la acción civil deducida tendiente a obtener la
indemnización por lucro cesante y daño moral por enfermedad profesional o accidente laboral.

Vale mencionar que, la ley N°16.774 sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales,
en su artículo 5° inciso segundo reconoce como accidente del trabajo a aquellos ocurridos en el trayecto
directo de ida o regreso entre la habitación y el lugar de trabajo.

La sentencia definitiva dictada con fecha 8 de julio del 2014 por la Excelentísima Corte Suprema
en la causa de ingreso Corte N°7.113-2010 señala que si el finiquito nada consigna específicamente en
relación con el accidente que padeció el actor y que era conocido de la demandada, la amplitud de la
declaración de que nada se adeuda al dependiente por ningún concepto no puede abarcar la excepción
entablada.

Por su parte la sentencia definitiva dictada por la Excelentísima Corte Suprema en la causa
Ingreso Corte N°8.325.2013, con fecha 22 de abril de 2014 establece que si el instrumento nada consignó
en relación con la enfermedad profesional que padecía el actor y que era conocida de la demandada, dicha
amplitud de la renuncia no puede abarcar la acción de indemnización de perjuicios por enfermedad
profesional o accidente laboral. Por su parte el accidente que sufrió don Hernán Fuentes Rocha era de
pleno conocimiento de su ex empleador, así como también era un hecho sabido por sus compañeros de
trabajo.

En definitiva V.S., la sentencia definitiva infringe el artículo 177 del código del trabajo al otorgar
poder liberatorio al finiquito que no contiene una renuncia específica de acciones laborales de
indemnización de perjuicio por dicho accidente laboral, y al señalar que basta la renuncia genérica de las
mismas, toda vez que se encuentra en contraposición con los principios generales del derecho laboral, con
las reglas civiles de interpretación de contratos, con las disposiciones relativas al contrato de transacción y
a la jurisprudencia conteste de nuestros Tribunales Superiores de Justicia, y que ha sido reseñada
anteriormente en esta presentación. La tesis de la sentencia definitiva implica que en la práctica ningún
trabajador del país podría perseguir la responsabilidad de sus antiguos empleadores por accidentes o
enfermedades que actualmente sufren, lo que ciertamente resulta contradictorio al espíritu protector de la
legislación laboral y a la elemental lógica.

Del mismo modo, la sentencia definitiva infringe lo dispuesto en el artículo 88 de la ley N°16.744
sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, que establece claramente que los derechos de
dicho cuerpo legal son irrenunciables al disponer lo siguiente: “Los derechos concedidos por la presente
ley son personalísimo e irrenunciables.”

Por lo anterior, en cualquier finiquito que incluyere las acciones de la ley N°16.744 sobre
accidente y enfermedades profesionales padecería de objeto ilícito por ser un acto contrario a la ley y, por
consiguiente, de nulidad absoluta.

Hacemos presente a V.S., que la irrenunciabilidad de derechos que establece el citado artículo 88
de la ley N°16.744 prima por sobre lo dispuesto en el artículo 5 del Código del Trabajo en virtud del
principio de especialidad de la norma.

Por otra parte, y reiterando, la sentencia definitiva también infringe el artículo 1561 del código
civil, que señala que por generales que sean los términos de un contrato solo se aplicará a la materia sobre
que se ha contratado. También infringe lo dispuesto en el artículo 1566 del Código Civil, considerando
que el finiquito fue redactado por la demandada EXPRESS DE SANTIAGO UNO S.A. y que las
cláusulas transaccionales vagas y en términos genéricos deben ser interpretadas en contra de quien las
redactó.

Finalmente, la sentencia definitiva infringe el artículo 2462 del código civil, el que es muy claro al
disponer:
“Si la transacción recae sobre uno o más objetos específicos, la renuncia general de todo
derecho o pretensión deberá solo entenderse de los derechos, acciones o pretensiones relativas al objeto
u objetos que se transige”

V. INFLUENCIA SUSTANCIAL DE LA INFRACCIÓN O VICIO EN LO


DISPOSITIVO DEL FALLO

Las erradas interpretaciones de ley que se han explicado, han tenido una influencia sustantiva en
lo dispositivo del fallo, toda vez que de no haber existido debieron haberse rechazado las excepciones de
finiquito interpuestas por EXPRESS DE SANTIAGO UNO S.A. y por consiguiente acogerse a la
demanda en todas sus partes, toda vez que la interpretación de la norma ha sido equivocada.

Por tanto.

A V.S. PIDO: Tener por interpuesto Recurso de Nulidad en contra de la Sentencia Definitiva
dictada en autos con fecha 21 de noviembre de 2022, notificada en la misma fecha, declararlo admisible,
disponiendo elevar los antecedentes a la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago; para que este alto
tribunal acoja el recurso de nulidad fundado en los argumentos vertidos en esta presentación, acogiendo la
causal del artículo 477 del Código del Trabajo por infracción de los artículos 177 y 184 del Código del
Trabajo en relación con los artículos 3, 1545, 1546, 1560 y 1563 todos del Código Civil, la causal del
artículo 477 del Código del Trabajo por infracción del artículo 144 del Código de Procedimiento Civil,
procediendo a invalidar la sentencia recurrida y dictar sentencia de reemplazo, declarando en la misma
que:

1) Que rechace la excepción de finiquito deducida por la parte demandada, respecto de las
acciones de indemnización de perjuicios deducida en estos autos, esto es, daño moral, lucro
cesante y daño emergente.

2) Que se acoja la demanda intentada por don Hernán Fuentes Rocha, en contra de EXPRESS
DE SANTIAGO UNO S.A., representada legalmente por don ANGELAIN MERINO
VIDANGOSSY, todos ya individualizados

3) Que no se condene en costas a esta parte y en subsidio se condene a cada parte pagar sus
propias costas.

OTROSÍ: Ruego a V.S. tener presente que, en mi calidad de abogado habilitado, patrocino este
recurso en el cual actuaré personalmente, sin perjuicio de las delegaciones que se dispongan.

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