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COMO SE ENFOCA EL LENGUAJE y LA COMUNICACION EN LOS ACTUALES PROGRAMAS


DE ESTUDIO

En el proyecto de un nuevo currículum para la Educación Básica y Media, el Minis-


terio de Educación establece un sector curricular denominado Lenguaje y Comuni-
cación que reemplaza a la asignatura de Castellano.

En sentido estricto, el lenguaje es la capacidad inmediata de significar algo me-


diante cualquier código de signos naturales o convencionales. En el caso del len-
guaje humano, se trata de la capacidad de formalizar algo conceptual mediante un
sistema de signos convencionales asociados a unidades de sentido, que permite
expresarse, comunicarse, referirse al mundo y actuar sobre los demás. A esto
debe agregarse que el lenguaje no es un mero instrumento de comunicación, sino
un modo de constituir la realidad para los seres humanos. Al respecto, es
importante distinguir lenguaje (el lenguaje humano en general), de lengua (idioma
hablado por una comunidad) y de habla (modo concreto de utilización de una
lengua).

A nivel escolar, el lenguaje en sus cuatro modalidades: Hablar, escuchar, leer y


escribir, impregna todo el currículum y es un factor fundamental del éxito o fracaso
en el rendimiento de los alumnos y de las alumnas, y en el logro de los objetivos
transversales.

La existencia de un área de Lenguaje y Comunicación dentro del Programa, ha


significado un cambio importante en comparación con los anteriores contenidos de
la asignatura de Castellano. ¿Cuál es el principal cambio? El principal cambio con-
siste en que se enfatiza el lenguaje como una facultad, o sea, se coloca el énfasis
en las funciones que cumple el lenguaje en la vida personal y social de las perso -
nas y se lo enfrenta como un sistema u objeto de estudio, en función de mejorar su
utilización.

Si nos atenemos a la distinción entre Lenguaje como una facultad y Lenguaje


como un sistema u objeto de estudio, la asignatura de Castellano se centró,
tradicionalmente, en esta última. Es decir, consideró interesante estudiar los
elementos componentes de la lengua española en sí mismos, incluyendo obras
literarias. Para ello apeló a la gramática tradicional que, básicamente, se limita a
establecer un sistema categorial (partes de la oración y partes de las partes de la
oración: morfología y fonética), al conjunto de reglas que determinan el orden y
combinación de las mismas (sintaxis), ya normas de escritura y pronunciación
{ortografía y prosodia). En alguna etapa, la asignatura trató de incorporar el estudio
del lenguaje en general (lingüística), pero en los programas de 1981 este contenido
desapareció del plan común y fue confinado, como una posibilidad, dentro de los
planes electivos.
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Siempre en la consideración del lenguaje como sistema, habría que agregar que la
asignatura tradicional realizó también estudios de vocabulario (raíces, homónimos,
sinónimos, antónimos, significaciones). Surgió así, motivado por este enfoque, un
metalenguaje (lenguaje sobre el lenguaje) fraccionado y descontextualizado, que
fue y aún sigue siendo denominado "materia de estudio".

¿Qué significa, en cambio, enfatizar el lenguaje como una facultad?

La consideración del lenguaje como una facultad significa examinarlo desde el


punto de vista de las funciones que cumple, de las posibilidades que da a sus
usuarios para referirse al mundo, expresarse y actuar sobre los otros. Al centrarse
en las funciones, el enfoque del lenguaje como facultad tiende no solo al estudio
de estas funciones, sino también a apoyar a los estudiantes para que las cumplan
mejor.

Las tres grandes funciones básicas (expresiva, referencial y activa o apelativa) se


traducen, de hecho, en un conjunto de funciones específicas, entre las que se dis-
tinguen en el Programa: las funciones normativa, interactiva, instrumental, perso-
nal, imaginativa, informativa, heurística y metalingüística, las cuales se describen
en el cuadro siguiente:

FUNCIONES LINGÜISTICAS:

FUNCIÓN NORMATIVA: Es la que le permite guiar preceptivamente algunas


actividades humanas. Está constituida por normas, reglamentos, leyes, reglas,
advertencias, prohibiciones, disposiciones, decretos, etc.

FUNCIÓN INTERACTIVA: Es su capacidad de permitir la acción de un


usuario sobre otro a través de invitaciones, consejos, felicitaciones, recados,
peticiones, pésames, excusas, estímulos, etc. Esta función es de máxima im-
portancia, ya que, de algún modo, es la que sirve para convivir y establecer
espacios de familiaridad y encuentro.

FUNCIÓN INSTRUMENTAL: Es su capacidad de ayudar a la realización de


actividades humanas en forma de instrucciones, recetas, indicaciones,
descripciones. A veces hay libros enteros dedicados a esta función, tales como
los manuales de uso del computador o de cierta actividad compleja; por ejemplo,
un manual sobre la crianza de los niños.
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LA FUNCIÓN PERSONAL: Es la que le permite a cada ser humano constituirse


como persona a través de sus recuerdos, pensamientos, reflexiones,
opiniones, planes, búsquedas y decisiones. Mediante esta función, las personas se
dan a conocer, relatan sus propias vidas, establecen su identidad, construyensu
autoestima. Esta función es la base de la concepción de que el ser humano se
constituye como tal, a través del lenguaje.

FUNCIÓN IMAGINATIVA: Es su capacidad de estimular representaciones internas


(imaginería y emociones) para crear un mundo propio, para expresar fantasías.
Una particular forma de realización de esta función es la capacidad de gozo
que el lenguaje permite a través de juegos lingüísticos, lecturas literarias,
producción de textos narrativos o poéticos. Esta función imaginativa del lenguaje
se vierte hacia la acción a través de las dramatizaciones.

FUNCIÓN INFORMATIVA: Corresponde a su capacidad de integrar nuevos


conocimientos en la conciencia de la persona. Es empleada para comunicar
información, para dar a conocer hechos, resultados, conclusiones, y abarca
desde un aviso hasta una tesis doctoral.

FUNCIÓN HEURÍSTICA: Corresponde a la posibilidad que da el lenguaje de inda-


gar reflexivamente sobre algo, de explorar el ambiente, de investigar, adquirir
conocimientos y comprensión, constituyendo así, la base del pensamiento y la
acción científica .

A nivel de la escolaridad, cada una, de estas funciones tiene su expresión en las


cuatro modalidades del lenguaje y, por ende, su traducción en textos tanto orales
como escritos. Por ejemplo, desde el punto de vista de la función personal del
lenguaje, un estudiante puede tomar la palabra para contar sus recuerdos de fa-
milia, traducirlos en un texto narrativo y leer su propio texto y los de sus compañe-
ros.

Al considerar el lenguaje como una facultad, con todo el potencial que le otorgan
sus múltiples funciones, se aprecia cuán importante es tener en cuenta, en todo
momento, el uso que se le está dando. Esta perspectiva, no significa como a ve-
ces se cree erróneamente- que la lengua deje de estudiarse.

El lenguaje también tiene una importante FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA; es decir,


el estudio del lenguaje mismo, cuyo fin principal, a nivel de la escolaridad, es
enriquecer y mejorar las funciones del lenguaje, estudiando las funciones que hay
en el lenguaje. (Por ejemplo, la función de nombrar, de calificar, de indicar
acciones, nexos, etc.).
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Lo que se deja de lado en los actuales programas, es una concepción centrada


exclusivamente en el lenguaje visto como sistema, que estudie sus componentes
en forma aislada o descontextualizada. Cuando los estudiantes participan en pro-
yectos de escritura, dentro de talleres permanentes de producción de textos, el
enriquecimiento del vocabulario, la ortografía y la morfosintaxis, adquieren sentido,
como también adquiere sentido el conocimiento progresivamente más profundo de
los textos literarios, cuando los estudiantes comparten sus ideas, comentarios y
opiniones dentro de un Círculo o Club de lectores.

Visto así, el campo de acción del lenguaje se extiende a toda situación educativa
en que hay presencia de lenguaje, lo que transforma el sector en una responsabi-
lidad compartida por todos los docentes y no solo del profesor de primero a cuarto
año o del profesor de Lenguaje y Comunicación, a partir de quinto año básico. Este
último tiene un tiempo específico para desarrollar la comunicación oral y escrita de
sus alumnos, las dramatizaciones, el conocimiento de los medios de comunicación,
el aprendizaje del código y el conocimiento del lenguaje y la formación del hábito
de la lectura voluntaria e independiente de textos literarios e informativos. Sin
embargo, el desarrollo del lenguaje como facultad es tarea de la comunidad
educativa. Cada profesor, en su respectiva área, debe desarrollar en sus alumnos
procesos de pensamiento frente a diversos temas y problemas, los cuales se
traducen en un buen manejo del lenguaje, tanto oral como escrito. Igualmente,
todos deben desarrollar la capacidad de obtener información desde diversas fuen-
tes desde el diccionario hasta internet y estimular la capacidad de leer com-
prensivamente y producir variados tipos de textos escritos, como instrumentos de
trabajo y estudio.

Si bien el lenguaje es responsabilidad compartida, el profesor de Lenguaje y Co -


municación es el responsable directo de que todos los aspectos en juego sean
enfocados a nivel explícito y mejorados. Solo así lograremos un mejoramiento sus-
tantivo de la calidad de los aprendizajes que construyen nuestros alumnos.

Fuente: Planes y Programas Mineduc.


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